TEÓRICO Nº 5 Fecha: 12/04/2011. Tema: clases que componen lo real y tipos de objetos. Objeto inmediato y dinámico. Posición de Verón sobre el tópico

Transcripción

1 TEÓRICO Nº 5 Fecha: 12/04/2011 Tema: clases que componen lo real y tipos de objetos. Objeto inmediato y dinámico. Posición de Verón sobre el tópico Vamos a comenzar con las preguntas. La primera pregunta dice así: El signo puede morir? Lo que dice Peirce de los signos es que éstos crecen y se desarrollan, lo cual quiere decir que en algún momento surgen, y también queda la posibilidad de que mueran. Morir quiere decir que un representamen, o un intepretante -para el caso es lo mismo- si no se activa, si no se actualiza, no está viviendo... Cuando digo activa o actualiza, quiero decir aparece construyendo relaciones triádicas genuinas. Si esto no sucede puede ocurrir que se active de repente (después de mucho tiempo de no aparecer concretando una relación sígnica particular) o puede dejar de operar como signo. En líneas generales -respondiendo a la pregunta- podríamos decir que es difícil que muera, pero podría ocurrir. Después preguntan acerca de la reversibilidad. La reversibilidad es un concepto -como les dije la clase anterior- matemático, que en realidad nos interesa porque en la propia definición de signo aportada por Peirce, cuando éste define al interpretante como un signo, la propia definición está implicando la remisión al inicio de ella. Por lo tanto, ese interpretante va a tener un objeto y un interpretante, que a su vez va a ser un signo... y así siguiendo. Es la garantía, el modo que tiene Peirce de plantear como proceso ilimitado lo que para él es la semiosis o el proceso semiótico. Lo que tienen que entender no es la reversibilidad como fenómeno, sino que lo importante es que el interpretante se defina como un signo y cómo esto garantiza que el proceso sea ilimitado, infinito. Como decíamos el otro día, es ilimitado tanto hacia el futuro (hacia adelante) como hacia el pasado. Siempre un signo es a su vez interpretante de otros signos anteriores. De esta manera, todo signo viene a ser como una respuesta a la presencia de un signo anterior. Piden un ejemplo. Habíamos dado algunos. Algo que pueda desencadenar en una mente un signo X. Como decíamos, el ladrido del perro obviamente va a implicar perro, ese sonido puede generar la idea de perro en una mente. Pero al mismo tiempo puede generar el de miedo o terror al perro, o, la idea de fidelidad. Ahora bien, hay que tener siempre en cuenta que los interpretantes no son individuales. Lo que sí, los signos son activados por un sujeto individual, pero esto no quiere decir que lo cree ese sujeto individual. Después dicen: Pragmatismo o pragmaticismo?. No le den demasiada importancia a esta distinción, nosotros la establecemos porque Peirce la establece. Pero lo más importante, ya que no vamos a tratar la diferencia que se establece entre una teoría o la otra 1, es que -como vamos a ver con Verón en un texto que ustedes tienen para leer- no hay que confundirlo con pragmática, con el cual no tiene nada que ver. Después preguntan acerca del fundamento del representamen: Puede vincularse con el conocimiento colateral o es sólo un aspecto del objeto? El fundamento del representamen no se relaciona de ninguna manera con el conocimiento colateral. El conocimiento colateral tiene que ver con otros signos que estuvieron operando previamente en relación con el objeto y que permiten adquirir nueva información acerca de él. En realidad, como decíamos, y como aparece en esta otra pregunta: el 1 Como habíamos visto el otro día, Peirce participa de muchos de los elementos que constituyen la base del pragmatismo. Después toma un poco de distancia respecto de ello y genera esta nueva teoría denominada pragmaticismo. Pero son pocos puntos en los que difieren. 1

2 fundamento Es la idea que me permite relacional el representamen con el objeto? Sí, es eso y Peirce había planteado esta noción para formalizar el fenómeno de que el signo representa al objeto no en todas sus cualidades sino en algunas. Se trata de una noción teórica. Siguen las preguntas. Cómo se amplía el conocimiento? Mediante nuevos conocimientos? Esto funciona de otra manera de como habíamos visto en las primeras clases?. Los signos funcionan como instrumento para conocer, o sea que son los signos los que dan a la luz los nuevos conocimientos. No es que los conocimientos van por un lado y los signos van por el otro. En realidad los conocimientos -podríamos ir adelantando- están en función de los signos, son ellos los que los ponen en juego. Pero, entonces, cómo se amplía el conocimiento de un objeto? Por un lado tenemos que al producirse un nuevo predicado acerca del objeto (aquí predicado equivale a interpretante/signo) se amplía la semiosis. Este es un ejemplo de signo más desarrollado que el previamente existente. De forma paralela, para la humanidad que adquiere ese nuevo conocimiento es como si el objeto se ampliara. Nosotros podemos considerar que el objeto tiene todas las propiedades que lo componen. El hombre conoce X cantidad. Cuando conoce una nueva parece que se le ampliara (a él) el objeto, porque antes no conocía esa propiedad. Al ensancharse la semiosis se puede ensanchar el objeto, se amplía el objeto. Después preguntan por la semiosis ilimitada. La semiosis ilimitada -ya lo dijimos millones de veces- tiene que ver con el saber relativo, y con el hecho de que el hombre va aumentando sus conocimientos, sus saberes... no es lo mismo lo que pensaban nuestros abuelos que lo que pensamos nosotros. En cierto momento del texto, Peirce indica que la idea que tenían sus abuelos -los de sus coetáneos- del matrimonio difería de lo que pensaban ellos. En ese ejemplo se ven varias cosas. Se ve que, a pesar de no ser un conocimiento sociológico, se le acerca bastante, y se observa cómo la semiosis tiene que ver con esto de ir ensanchando los horizontes, de ir cambiando de perspectiva, de posicionamiento de los sujetos frente a la realidad con lo cual se enfrentan y sobre la cual actúan o deben actuar. Una función fundamental del interpretante es la de ampliar la semiosis. O sea, no es que siempre la amplíe, porque como vimos puede que sólo produzca un signo equivalente. Pero el interpretante tiene a su cargo la ampliación de la semiosis; esto es, a la semiosis la tenemos que ver como una sucesión, como una cadena o como una red interminable. Entonces, siempre vamos a tener algo que es este tercer elemento, que, a su vez, es un primero. En tal sentido, decíamos que es una especie de respuesta a un signo anterior. Fíjense, por ejemplo, cómo se construyen los textos científicos. Los textos toman elementos previos, por un lado, pero, por otro -y en general-, discuten con consideraciones previas. Una cosa es un manual que repite todo lo ya dicho por otros y otra cosa es un texto científico; un texto científico se caracteriza por proponer, aunque sea mínimamente, algo que ningún teórico o trabajo anterior indicó. Esto en líneas generales, no? Puede estar más lejano a los conocimientos previos o más cercanos a ellos. Lo que quiero decir es que siempre está en correlación con textos previos. Por lo tanto se lo puede considerar el interpretante de un signo y este nuevo signo viene a desarrollar, a ampliar, lo que previamente se había planteado. Bien. Aquí lo que piden es que dé ejemplos del signo de Peirce, con ciertas particularidades. Lo que no entiendo es si lo que quieren es que los ejemplos sean de algún grado de complejidad o si quieren que retome los ejemplos que da Verón. Damos ejemplos muy banales para introducirlos en la cuestión y para ir definiendo a cada uno de los constituyentes del signo peirciano. Dimos en algún momento un ejemplo más complicado, que vamos a retomar ahora. Es el ejemplo de la manzana, que aparece 2

3 como más complejo que el del ladrido del perro porque este elemento apareció dentro de un libro muy importante para la tradición judeocristiana como es La Biblia. Es un ejemplo clarísimo de lo que es un interpretante que desarrolla al primer signo, que amplía de manera muy fuerte la semiosis. No es un interpretante cualquiera éste que estoy planteando, y esto precisamente porque ha generado una cantidad de discursos muy amplia. La manzana queda asociada a lo que es la seducción, por un lado, y al pecado, por el otro. Seducción y pecado, aunque no sean propiedades físicas de la manzana, forman parte de ella. Para la cultura funciona de esa manera. Podemos tomar una fotografía de la manzana y utilizarla para una publicidad de las manzanas de Río Negro. Pero también podemos usarla para una publicidad en la que la manzana no esté siendo representada en su calidad de objeto comestible, sino en su calidad de elemento vinculado con la seducción. Un ejemplo más complejo es si uno considera la discursividad que se genera, que se generó y se sigue generando, alrededor del tema desaparecidos. Allí, como ustedes. verán, si alguien dice desaparecidos, pueden activarse interpretantes diversos. En principio tenemos dos grandes interpretaciones: una es la de la teoría de los dos demonios y la otra tiene que ver con desarticular ese concepto de la teoría de los dos demonios, diciendo sí, efectivamente los guerrilleros mataron gente pero nunca se puede comparar con el terrorismo de Estado. Y hoy en día estas dos posiciones todavía sigue disputándose el lugar de la verdad, podríamos decir. Alumno: -(...). Del Coto: -Lo que quiero decir es que hoy uno puede escuchar a Grondona, supongamos, que puede plantear una versión -quizás con matices- que remite a la teoría de los dos demonios; esta versión la ha dejado de tener vigencia, sigue existiendo, siguen existiendo las dos. Una tendrá más peso en determinados lugares y otra tendrá más peso en otros. Alumno: -(...). Hay dos interpretantes del signo desaparecidos, no? Cada interpretante activa un aspecto del signo desaparecidos... Del Coto: -Permitime una aclaración. El ejemplo, como ustedes verán, muestra muy bien cómo los desaparecidos -que efectivamente existieron- son construidos, como son conceptualizados por distintos grupos ideológicos. Recordarán el enunciado que en el mundial de fútbol del 78 circuló movilizando una campaña fogoneada por los militares: Los argentinos somos derechos y humanos. Este enunciado se puede considerar un interpretante con el que se estaba respondiendo a los enunciados que los exiliados argentinos habían hecho circular en Europa sobre la situación que, en relación a los derechos humanos -a su falta- estaba atravesando la Argentina. Entonces, aparece como respuesta por parte del gobierno militar el slogan, que refuta al enunciado de los exiliados. Peirce dice que solamente en algunos puntos y en algunos momentos de la semiosis vamos a encontrar que hay un interpretante con el cual más o menos todos están de acuerdo. Lo que de cualquier modo sucede es que vamos a encontrar varios interpretantes que constantemente están en pugna. Y por eso nos interesa la teoría peirceana, porque puede servir para dar cuenta de las pugnas de tipo ideológico. Y cómo ellas van dinamizando el proceso semiótico. Es un proceso que siempre está activándose y transformándose, y lo que se considera en algún momento en algún grupo puede transformarse, matizarse y quizás hasta convertirse en su contrario. Alumna: -Una pregunta. Desaparecidos es signo o es objeto? D. C. -Y... es las dos cosas. Por un lado es objeto. Por otro lado está construido de una manera determinada según los matices ideológicos. Alumna: -O sea, según cada interpretante será un signo distinto... 3

4 D. C. Claro, por una concepción ideológica distinta. Fíjense cómo el pensamiento peirciano sirve para dar cuenta de este tipo de tensiones. Bueno, siguiendo con las preguntas, preguntan por la diferencia entre signo y representamen. El representamen tiene que ver con un signo constituido como tal, es decir, como una relación triádica particular. El representamen es algo perceptible para Peirce. Mientras que signo es una noción, es algo abstracto. Cuando Peirce se refiere a un signo particular, configurado de una manera determinada, ahí utiliza representamen. Por eso representamen tiene la carga de un algo concreto y perceptible. La foto de la manzana la percibo a través de la vista; el sonido del ladrido del perro lo percibo a través del oído. Esa es la base de materialidad que presenta la teoría peirciana. Si habla de signo está hablando en un nivel de abstracción, si habla de representamen habla en un nivel de concreción. Más preguntas. Por qué dice tratado por alguna mente como si fuera ese otro?. Porque ese es el mecanismo del signo. El signo siempre fue definido como algo que está en lugar de otra cosa, que está funcionando en lugar de esa cosa para determinadas funciones ( para determinados fines ). Yo puedo hablar del escritorio, puedo pasarme horas hablando del escritorio, pero no me puedo sentar en la palabra escritorio. El signo lingüístico escritorio representa al objeto escritorio para determinados fines. El mismo objeto puede funcionar como representamen de sí mismo?. Sí, esto ya lo habíamos visto con el ejemplo de la vestimenta o con el ejemplo de la corona de un personaje histórico. De cualquier manera este elemento es como un detalle, no es esencial para lo que estamos trabajando. En las definiciones de signo, el primero, segundo y tercero se corresponden con las categorías de primeridad, segundidad y terceridad?. Sí, podríamos responder que sí. O sea, la base de todo el pensamiento peirciano pasa por las categorías. Esa es la clave que permite que se desarrolle todo su pensamiento. No sólo porque pone en juego relaciones de tres elementos, sino porque primero, segundo y tercero se relacionan con primeridad, segundidad y terceridad. Recuerden que cuando hablamos de primeridad se habla de sentimientos, percepciones, cualidades. Y qué es lo que aparece en el representamen? Cualidades del objeto. Se entiende? Son algunas de las cualidades del objeto las que aparecen para representar a ese objeto. Entonces, la primeridad tiene que ver con algo que se percibe, que son propiedades, cualidades. El objeto tiene que ver con lo existente. Está relacionado con la segundidad, con el hecho -como decíamos el otro día- de establecer una relación entre el primero y el segundo. Y, por último, el interpretante es una terceridad porque es un signo y allí entra en juego la cuestión de la convencionalidad y la ley. Por qué? Porque para esa comunidad es válida la actualización de ese interpretante en relación con ese representamen X. Ahí no importa que algo sea o no verdadero sino que pase por la aceptación de la comunidad. Es como planteábamos con la teoría de los dos demonios: para algunos es válida, para otros, no; hay una comunidad de mentes que la acepta; hay otra comunidad que no, y están peleando esos dos interpretantes. Habíamos visto una definición que vinculaba al interpretante con la explicación de un fenómeno. Todo lo que es evento, hecho, fenómeno, acontecimiento es del orden de la segundidad. El interpretante, dónde está?, preguntan. En una mente? Es material?. Sí, el interpretante es algo que cuando tenemos la construcción de una relación triádica particular se materializa en un signo (o sea, en un nuevo representamen). Es construido socialmente: uno lo puede encontrar en libros, en conversaciones coloquiales, en los comportamientos de la gente, etcétera. Ahora, también está en la mente de las personas. Y cuando se produce una relación triádica, también es material. 4

5 Bueno, dejamos atrás las preguntas. Vamos a centrarnos ahora en la noción de objeto y en la de interpretante. En primer lugar vamos a ver que Peirce habla de lo real. Lo real para él está constituido por tres clases de objeto. Por un lado hay objetos imaginables, por otro lado, hay objetos existentes y por otro lado el objeto ni siquiera es imaginable -se trata del objeto inimaginable -. Respecto de dos primeros resulta fácil advertir sus diferencias. Y -como les decía hace un rato- estos tres tipos de objeto están relacionados con la primeridad, la segundidad y la terceridad. También vamos a ver cómo están articulados con la segunda tricotomía (icono, índice y símbolo). Cuáles son los objetos imaginarios? Son los productos de la imaginación de los hombres. No son existentes en la realidad. Todas aquellas figuras literarias, por ejemplo, que nunca existieron en la realidad, y que fueron creadas por la imaginación de los hombres. Todos los personajes literarios, cinematográficos, televisivos, todos los personajes de ficción pertenecen a esta categoría. Todos los seres mitológicos pertenecen a esta categoría. Esto es muy importante porque yo puedo hacer una representación del Quijote, de Hamlet o un dibujo de estos personajes. De la misma manera, puedo hacer una representación visual de las sirenas producida manualmente. Pero no puedo sacarle una fotografía a Sancho, al Quijote, a las sirenas... todos estos objetos son producto de la imaginación. Estos, por supuesto, surgen en líneas generales a partir de creaciones que no se asientan en la imagen sino que se fundan en la palabra escrita u oral, y luego, según las descripciones orales o escritas, los pintores los representan. Entonces, dice Peirce, los objetos imaginarios son aquellos que van a estar vinculados de una manera muy fuerte con los iconos. Por qué? Porque cuando Peirce define icono dice que no es necesario que el objeto exista, que en la realidad puede existir o puede no existir; mientras que, si queremos sacarle una fotografía a un elemento, ese elemento tiene que ser un existente. Existente quiere decir que el objeto es perceptible a través de los sentidos: yo puedo ver al perro, puedo ver al pizarrón, puedo ver al actor que representa a Hamlet, pero no puedo verlo a Hamlet -porque es no existente, es creación de la imaginación humana. Lo que ofrece mayor dificultad es el tercer tipo de objeto, que es ni siquiera imaginable. Cuando leemos el fragmento en que aparecen los tres tipos de objeto en el texto de Peirce observamos que es como si pasara de nivel; algo ocurre allí, porque inmediatamente pasa a hablar de los signos, y hace una indicación importante: a los signos a los cuales se está refiriendo son los símbolos, no se refiere a cualquier tipo de signos. Para el objeto inimaginable lo que hace Peirce es, en vez de hablar de objeto (que es lo que se esperaría), es hablar de los símbolos. Y plantea que los símbolos son abstractos. Él dice que son tipos. Al ser tipos son abstractos. Abstractos quiere decir que no están materializados, sino que van a ser materializados o van a materializarse cuando se manifiesten a través de una réplica. Una réplica de la torre Eiffel, por ejemplo, no es la torre Eiffel, sino que -a escala, y con otros materiales- da cuenta de ese otro objeto. Entonces, para Peirce los símbolos son abstractos. Para actualizarse necesitan de réplicas. Y las réplicas son siempre sinsignos. O sea, son un segundo de la relación del signo consigo mismo (estamos hablando de la naturaleza del representamen, o sea, de la primera tricotomía). El segundo, el que ocupa el lugar de la segundidad en la primera tricotomía es el sinsigno, que es la réplica del símbolo. Se entiende el concepto? Lo que tiene que quedar claro acá es que el símbolo es algo abstracto, es un tipo. Piensen, por ejemplo, en la palabra pero, en la palabra aunque, en la palabra quizás. Hay maneras de representarlas mediante una imagen? Es imposible. Son de un alto nivel de abstracción, funcionan dentro de lo lógico. Tienen una definición que 5

6 no tiene una materialización concreta en la realidad: no puedo ver el pero en la realidad. No lo puedo dibujar tampoco, no es imaginario. Es una definición que tiene que ver con la lengua, la que permite realizar operaciones lógicas: mediante el pero yo puedo decir una cosa y después reducir la importancia de lo que acabo de decir mediante todo lo que viene después del pero. Eso, por un lado. Ahí se ve bien cómo algunos términos dentro de la lengua no pueden remitirse a cosas existentes. Pero, por otro lado, Peirce cuando define esto pone ejemplos. Nosotros no vamos a poner el ejemplo que da él, sino que vamos a poner ejemplos nuestros. Si tomamos la palabra banco, y lo consideramos en el sistema de la lengua encontramos varios significados. Si empiezo a hablar diciendo banco, sin saber de qué estoy hablando, ustedes no entienden a qué objeto puede remitir, hacer referencia ese término. Porque ese mismo término ( banco ) puede remitir tanto al lugar donde la gente se sienta como al lugar donde la gente hace ciertas operaciones financieras. El término necesita ser actualizado dentro de un contexto determinado que permita desambiguarlo. En este sentido habla Peirce de que existen objetos ni siquiera imaginables. Uno los puede imaginar sólo en la medida en que el símbolo se actualiza en una réplica, y en el contexto de una frase que permita desambiguar el sentido del término. Por otro lado vamos a ver lo que Peirce denomina tipos de objeto. Veamos la diapositiva. OBJETO: TIPOS INMEDIATO: OBJETO TAL COMO ES REPRESENTADO EN UNA REPRESENTACIÓN N TRIÁDICA GENUINA OBJETO EN SÍ DINÁMICO: SUMA DE REPRESENTACIONES PASADAS Y FUTURAS DEL OBJETO Dentro de los objetos tenemos el inmediato y el dinámico. O sea, tenemos dos tipos de objeto. Sabemos que el objeto para Peirce es un segundo. De allí que presente dos tipos. El objeto inmediato es definido como el objeto tal como es representado en una relación triádica genuina. Generalmente estamos acostumbrados a utilizar la representación esquemática de signo (que nunca fue utilizada por Peirce). Respecto de 6

7 ese gráfico, oportunamente les aclaré que lo pusieran entre paréntesis (cuando me refería al objeto dinámico -el que se pone en juego en la definición de signo-). Lo que nos está diciendo ese inmediato es que se ha consituido una representación particular, concreta y específica. El objeto inmediato es el objeto dinámico tal como es representado en una representación particular. Otra representación representa a ese mismo objeto -el perro, por caso- de otra manera: una puede ser por el ladrido, otra por su fisonomía. Esas son las cualidades que aparecen en el representamen y son las cualidades que se correlacionan con el objeto; o sea, son las que están representadas allí, y no otras cualidades de ese mismo objeto. Cuando se habla de objeto dinámico aparecen dos definiciones. El objeto dinámico puede ser el objeto en sí o bien la suma de las representaciones pasadas y futuras. Acá hay que detenerse bastante tiempo. En principio lo que podemos decir es que estas dos definiciones pareciera que son difíciles de articular entre sí. Uno puede pensar que son definiciones que entran en contradicción: si uno define el objeto dinámico como objeto en sí no puede entonces hablar de suma de representaciones. Porque el objeto en sí plantea que hay de hecho un objeto exterior y anterior a los actos semióticos que se refieren a ese objeto, que preexiste a la semiosis. La semiosis viene en una segunda instancia y representa al objeto que es independiente de la semiosis. Esto es lo que hay que resaltar acá: en la primera definición el objeto es independiente de la semiosis. Al ser independiente, podemos eventualmente plantear que la representación que se haga de ese objeto es o bien verdadera o bien falsa. Se presupone que podemos contrastar una cosa con la otra: tenemos por un lado, la realidad y por otro, el enunciado predicando cosas sobre la realidad, y podemos hacer juicios de veracidad y falsedad en función del adecuamiento (o no) del enunciado a la realidad. Eso es lo que presupone la primera definición. La segunda propone todo lo contrario. El objeto resulta ser efecto de la semiosis. No es algo anterior, externo a ella, sino que es algo que surge a partir de la semiosis. El objeto aparece como la suma de cualidades que las representaciones han ido asignando al objeto a lo largo del tiempo. Frente a este dilema tenemos varias posibilidades. Hay algunos investigadores que descreen absolutamente de la primera y otros al revés, mientras que hay otros que tratan de mantener las dos, tratando de ver qué articulaciones se pueden dar. Uno de los autores que trabaja específicamente esta cuestión es Verón. Verón va a considerar una frase que aparece en los trabajos de Peirce en la cual éste indica que el objeto determina al signo. Esta afirmación pareciera estar más cerca de la primera definición de objeto dinámico, la que plantea que se trata del objeto en sí. Verón piensa a esa frase a través de una especie de principio que emplea Peirce cuando desarrolla la idea de las categorías. En ese apartado, Peirce habla también de la posibilidad de que se construyan relaciones ternarias, pero impone, respecto a tal construcción, una serie de restricciones. Dice que si el primero de los elementos que va a dar lugar a una relación ternaria pertenece a la clase de la primeridad solamente puede vincularse (él dice determinar, pero determinar acá es correlacionarse) con un segundo y un tercero que sean primeridades. Se entiende? Nosotros tenemos que formar una relación entre tres elementos. Si el primero de esos tres elementos es una primeridad, solamente puede vincularse con otras primeridades. Entonces tendremos el cualisigno icónico remático 2. 2 Por supuesto que no tenemos que acordarnos de estas clasificaciones. Estoy tratando de mostrar el principio rector que nos permite avanzar en el tema que nos interesa, el de las definiciones del objeto dinámico. 7

8 Si el primero es una segundidad, por otro lado, solamente puede determinar primeridades y segundidades. Y, a su vez, si el primero es una terceridad puede determinar primeridades, segundidades y terceridades. A la luz de estos principios volvemos a aquello que decía Verón sobre la aserción peirciana de que el objeto determina al signo. Verón va a decir que si Peirce dice que un segundo puede armar una relación triádica con primeros y segundos, no puede decirse que el objeto (que es un segundo) determina al signo (que es un tercero). O bien uno puede decir que fue un momento de locura, que Peirce no sabía lo que estaba diciendo; o bien se trata de entender de alguna manera este enunciado en la teoría general. Esto es lo que intenta hacer Verón, al retomar esa idea y ponerla a jugar con los principios restrictivos de las categorías. Según los planteos de Verón, el objeto del que habla Peirce es un objeto que ya es una terceridad. El objeto puesto en juego en esa idea no es un segundo, es un tercero. Cuáles son los terceros puestos en juego aquí? Los objetos inmediatos. Y cuando Peirce dice que el objeto dinámico es la suma de todas las representaciones pasadas y futuras está diciendo que es la suma de todos los objetos inmediatos presentados respecto del objeto. Ahora vamos a ver que en Peirce pueden convivir ambas definiciones de objeto dinámico, porque una puede tener que ver con el saber absoluto y la otra vincularse con el saber relativo. Podemos afirmar la existencia del objeto dinámico -como objeto en sí-, pero el hombre no puede acceder a ese objeto definido como objeto en sí. El hombre se acerca a ese objeto -a medida que va avanzando la ciencia se acerca cada vez más- pero siempre hay una brecha que separa su conocimiento de él de todas las propiedades que lo conforman. Lo que corresponde al conocimiento humano es a lo que postula la segunda definición. Lo que es propio del hombre es la suma de representaciones pasadas y futuras del objeto. Esto prueba también la dificultad de poder confrontar el enunciado con el objeto. Y Verón va a decir, respecto de la mediatización, que cada vez se vuelve más difícil poder establecer esa comparación, esa puesta en comparación entre el objeto en sí y la representación que se realiza de él. Por televisión pueden decirme que hubo un tsunami en Japón y pueden presentarme imágenes de otro tsunami. Y yo no tengo posibilidad de irme a Japón a confrontar imagen con el lugar que ha padecido el tsunami. La cuestión empieza a pasar por la verosimilitud y ésta por la creencia. Bueno, para la próxima terminamos con Peirce. Empezamos también la otra unidad, que tiene que ver con cómo el cuerpo produce sentido. 8