EL RIEGO DE OLIVAR EN UN AÑO CON INVIERNO SECO. CAMPAÑA 2015.

Transcripción

1 EL RIEGO DE OLIVAR EN UN AÑO CON INVIERNO SECO. CAMPAÑA Introducción 2.- Necesidades de riego del olivar. 3.- Momentos críticos para el estrés hídrico. 4.- La pluviometría en la campaña Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego 6.- Recomendaciones para la primavera de 2015.

2 El riego de olivar en un año seco. Campaña Hidalgo, J.; Vega, V.; Leyva, A.; Pérez, D.; Hidalgo, J.C.] Córdoba. Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, pp. - (Producción Agraria). Riego, olivar, sequía, estrés hídrico, programación de riego. Este documento está bajo Licencia Creative Commons. Reconocimiento-No comercial-sin obra derivada. El riego de olivar en un año seco. Campaña Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera. Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Córdoba, marzo de Autoría: Javier Hidalgo 1 Victorino Vega Macías 1 Ana Leyva Bollero 1 Daniel Pérez Mohedano 1 Juan Carlos Hidalgo Moya IFAPA, Centro Alameda del Obispo Agradecimientos: Proyecto Transforma Olivar y Aceite financiado con fondos FEDER e IFAPA.

3 1.- Introducción El riego es una práctica de cultivo que tiene una gran implantación en el olivar desde los años 90, con una gran repercusión sobre la producción de aceituna (Foto 1). Actualmente un tercio de los olivares andaluces reciben aportación de agua de riego (Anuario de Estadísticas Agrarias de la Junta de Andalucía, 2011), siendo este porcentaje superior en los olivares cuyo destino final es la aceituna de mesa (Tabla 1). Existe una metodología de cálculo de las necesidades de riego de un olivar basada en el balance de agua propuesto por la FAO, y desarrollada por el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) en colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA-CAPyDR-JA), en función de las características edafológicas, climáticas y de la plantación. Foto 1. Olivar en riego Tabla 1. Superficie olivar en Andalucía. Aceituna de mesa Aceituna de almazara RIEGO Ha SECANO Ha TOTAL Ha Anuario de Estadísticas Agrarias de la Junta de Andalucía, 2011 Dicha metodología ha permitido elaborar programas de riego específicos y recomendaciones generales, de utilidad para los agricultores y Comunidades de Regantes de olivar. La cuantía de las lluvias y su reparto a lo largo del año, tienen una gran repercusión sobre las necesidades a cubrir mediante el riego, que nos disponemos a analizar para la presente campaña. 3/14

4 Riego (mm/año) Riego (mm/año) EL RIEGO DE OLIVAR EN UN AÑO CON INVIERNO SECO. CAMPAÑA Necesidades de riego. Para determinar las necesidades de riego se requieren datos de la plantación (densidad de plantación y tamaño de los olivos expresado mediante el volumen de copa), edafológicos (tipo de suelo y profundidad) y climáticos (evapotranspiración, pluviometría, etc.). Considerando una precipitación media de 500 mm/año y una ETo de mm/año, un suelo con una buena capacidad de retención de agua y una profundidad del mismo explorado por el sistema radicular de 1 metro, las necesidades de riego (Figura 1) oscilarían entre 150 mm para un olivar con una densidad de 100 ol/ha y un volumen de copa reducido (7.000 m 3 /ha), y 330 mm para una densidad de 300 ol/ha y un volumen de copa elevado ( m 3 /ha). Sin embargo, si la precipitación media de la campaña fuera de tan sólo 250 mm/año, los requerimientos de riego para cubrir las necesidades del cultivo se incrementarían de manera notable (Figura 2), pasando a 350 mm en el olivar con menor desarrollo y baja densidad, y cerca de 550 mm en el olivar con alta densidad y volumen de copa olivos/ha 200 olivos/ha 300 olivos/ha Volumen de copa (m 3 /Ha) Figura 1. Necesidades de riego para distintos tipos de olivar con una pluviometría media anual de 500 mm olivos/ha 200 olivos/ha 300 olivos/ha Volumen de copa (m 3 /Ha) Figura 2. Necesidades de riego para distintos tipos de olivar con una pluviometría media anual de 250 mm. 4/14

5 3.- Momentos críticos para el estrés hídrico. La falta de agua en el cultivo para cubrir sus necesidades, denominada estrés hídrico, afecta directamente a la fotosíntesis. La respuesta de la planta al estrés hídrico generalmente se traduce en un cierre estomático más prolongado que en condiciones normales con el fin de reducir la transpiración (con el consiguiente ahorro de agua), lo que afecta directamente al intercambio gaseoso, reduciendo la tasa de fotosíntesis y por tanto a la formación de asimilados. El tiempo de duración y el momento del ciclo en el que se produce el estrés hídrico condicionan la respuesta vegetativa y productiva de la planta. En la Figura 3 se marcan las dos épocas del año (color rosa) en las que el estrés hídrico puede tener graves consecuencias para el olivo. Figura 3. Ciclo anual del olivo desde el punto de vista vegetativo y reproductivo. 5/14

6 3.- Momentos críticos para el estrés hídrico. OTOÑO. Es un periodo de gran actividad lipogénica (formación de aceite) y de desarrollo del fruto (tamaño) y es en nuestras condiciones, el periodo más sensible al estrés hídrico (Foto 2). En esta época es fundamental cubrir las necesidades de agua del cultivo mediante el riego, en el caso que la lluvia sea insuficiente, con el fin de obtener la mayor cantidad de aceite posible. PRIMAVERA. Es la época del año donde acontecen procesos de gran relevancia en el cultivo. Concurren la formación de inflorescencias, con la posterior floración y cuajado de frutos hasta llegar al endurecimiento del hueso. También acontece la mayoría del crecimiento de brotes que dará lugar a las posiciones fructíferas del siguiente año. En condiciones normales, y con suelos relativamente profundos y con capacidad de almacenamiento de agua, la lluvia de invierno es suficiente para evitar el estrés hídrico en esta época. No obstante, en algunos olivares en años con inviernos muy secos se pueden presentar problemas graves (baja calidad de flor, cuajado deficiente y escaso de crecimiento de los brotes). VERANO. En este periodo se producen las primeras fases de crecimiento del fruto. El estrés hídrico provoca un ralentizamiento de este crecimiento. En aceituna cuyo destino final es la producción de aceite, se puede asumir cierto estrés hídrico, que puede provocar una reducción en el tamaño del fruto y una menor cosecha (dependiendo del grado de estrés y de la duración del mismo), pero con consecuencias menos graves que si el estrés se produce en otoño. Cuando el destino de la cosecha sea el aderezo, se ha de reducir en lo posible el estrés hídrico en esta época evitando la deshidratación y arrugamiento del fruto sobre todo desde mediados del mes de agosto hasta la fecha de recolección. Foto 2. Aceitunas de olivos de secano (arriba) y de olivar de regadío (abajo) tras un otoño seco, cultivados en un mismo medio productivo. 6/14

7 4.- Pluviometría en la Campaña En la Tabla 2 se presenta la pluviometría registrada desde el mes de septiembre de 2014 al mes de febrero de 2015 en 20 estaciones andaluzas pertenecientes a la Red de Información Agroclimática de Andalucía (R.I.A.A). Tabla 2. Pluviometría (mm/mes) para el periodo sep14-feb15. Datos de la RIAA. Mes Gibraleón La Puebla de Guzmán Guillena Osuna Ecija Antequera Córdoba Santaella Adamuz Baena Sep 14 17,6 27,2 81,2 12,8 21,8 14,0 68,4 36,8 32,6 39,8 Oct ,8 127,2 63,0 38,8 53,6 25,6 88,0 67,2 68,8 36,4 Nov ,8 157,4 138,6 103,0 129,8 148,0 153,6 138,8 138,6 111,4 Dic 14 28,6 31,0 51,2 6,8 17,2 10,4 21,6 23,0 20,4 19,8 Ene 15 50,6 53,0 64,8 37,4 34,8 47,0 38,8 39,0 34,6 30,6 Feb 15 7,8 9,8 3,6 10,0 8,0 28,6 23,2 18,6 25,8 30,0 TOTAL 396,2 405,6 402,4 208,8 265,2 273,6 393,6 323,4 320,8 268,0 Mes Mancha Real Ubeda Mengibar Jódar Villacarri llo Chiclana de Segura Baza Iznalloz Loja Tabernas Sep 14 15,8 25,2 16,4 55,0 20,6 13,0 3,6 4,1 21,2 37,2 Oct 14 62,6 12,4 48,6 33,0 21,4 44,0 22,4 49,4 47,8 20,6 Nov 14 76,6 104,0 92,8 78,4 111,0 105,8 45,4 132,2 88,4 19,0 Dic 14 25,4 46,2 29,6 48,0 35,8 33,6 34,2 11,0 13,0 13,0 Ene 15 14,8 32,8 29,4 21,8 45,0 35,6 37,6 76,6 50,1 4,0 Feb 15 18,0 48,2 23,2 30,2 38,8 36,4 39,2 58,8 27,0 29,8 TOTAL 180,0 268,8 240,0 266,4 272,6 268,4 182,4 332,1 247,5 123,6 7/14

8 5.- Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego. La gran variabilidad en la precipitación acumulada desde el mes de septiembre observada en las diferentes estaciones meteorológicas, oscilando entre los 405 mm registrados en la Puebla de Guzmán (Huelva) y los 123 mm en Tabernas (Almería), imposibilita dar una recomendación general única. No obstante, en todas las localidades, la cuantía más importante de lluvia se ha registrado en el mes de noviembre. En general, la lluvia recogida en los meses de diciembre, enero y febrero es escasa, inferior a la media, e insuficiente para recargar el perfil de la mayoría de suelos de olivar. Por tanto, el agua de lluvia almacenada en el suelo y disponible para la planta es menor que en un año medio. A modo de ejemplo se presenta la evolución teórica del contenido de agua en el suelo para un olivar con una densidad de 100 ol/ha, un volumen de copa de m 3 /ha, un suelo con 1 metro de profundidad, en tres localidades: Puebla de Guzmán, que ha registrado la mayor precipitación en el periodo; Tabernas, con la mínima; y Úbeda, con una precipitación de 268 mm, similar a la registrada en otras zonas olivareras como Écija, Antequera, Baena, Jódar, Villacarrillo o Chiclana de Segura. Para cada localidad se han realizado tres simulaciones: 1. bajo las condiciones del año medio, 2. considerando las precipitaciones registradas hasta febrero, las previsiones de ausencia de lluvia para el mes de marzo, y la media de precipitaciones en cada localidad para los meses restantes (Tabla 3), 3. considerando el aporte de riego optimizado. En este último caso, se ha diseñado un riego optimizado, que cubre las necesidades hídricas teóricas sin entrar nunca en estrés hídrico, es decir, utilizando el Contenido de Agua en el Suelo Útil (CASu) sin rebasar el Nivel de Agotamiento Permisible (NAP). 8/14

9 5.- Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego. Tabla 3. Pluviometría (mm/mes) para el periodo oct14-sep15. Los datos del año 2015 son los acontecidos desde octubre 2014 hasta marzo. El resto son datos medios. Datos procedentes de la RIAA. Mes La Puebla de Guzmán Úbeda Tabernas 2015 Año medio 2015 Año medio 2015 Año medio Oct , , ,6 42 Nov , Dic , Ene , Feb 15 9, , ,8 18 Mar 15 0* 63 0* 63 0* 26 Abr May Jun Jul * El mes de marzo de 2015 no ha registrado precipitaciones hasta la fecha de redacción del presente documento (11/03/15). Ago Sep /14

10 5.- Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego Figura 4. Evolución de la humedad del suelo y riego optimizado. La Puebla de Guzmán (Huelva). CAScc: Contenido de Agua en el Suelo a Capacidad de Campo (máxima capacidad de almacenamiento de agua). mm Riego optimizado Humedad del suelo Riego optimizado CAScc CASu Humedad del suelo Año 2015 Humedad del suelo Año Medio CASu: Contenido de Agua en el Suelo Umbral (mínimo contenido de agua aprovechable por el cultivo sin producirse estrés hídrico). En la Figura 4 se puede observar como la humedad del suelo hasta la fecha de elaboración del presente documento (línea roja) es inferior a la que habría un año normal (línea verde). Ambos casos son sin considerar aportes de riego. Según esta simulación, si las lluvias de los meses de abril, mayo y junio correspondiesen a la media (Tabla 3), el olivo entraría en estrés hídrico (cuando rebasa el CASu) en el mes de junio, casi 20 días antes que en un año normal. Esto se agravaría si en los referidos meses de primavera, las precipitaciones fuesen inferiores a la media. Si se aplica riego según la propuesta de riego optimizado, la evolución teórica de la humedad del suelo será la que muestra la línea azul. El programa riego se diseña para evitar en todo momento el estrés hídrico, de manera que no se rebasa el CASu. El momento más desfavorable se produciría en septiembre, antes de las lluvias de otoño. Este riego optimizado equivaldría a m 3 /ha para la plantación tipo definida inicialmente. 10/14

11 5.- Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego Figura 5. Evolución de la humedad del suelo y riego optimizado. Úbeda (Jaén). CAScc: Contenido de Agua en el Suelo a Capacidad de Campo (máxima capacidad de almacenamiento de agua). mm Riego optimizado Humedad del suelo Riego optimizado CAScc CASu Humedad del suelo Año 2015 Humedad del suelo Año Medio CASu: Contenido de Agua en el Suelo Umbral (mínimo contenido de agua aprovechable por el cultivo sin producirse estrés hídrico). El caso de Úbeda (Figura 5) difiere del observado en Puebla de Guzmán, donde las precipitaciones registradas eran las de mayor cuantía de todas las estaciones analizadas. Este caso se puede extender a muchas comarcas olivareras donde la pluviometría hasta la fecha de elaboración del documento ha sido similar a la de Úbeda. En esta situación no se produce la recarga completa del perfil del suelo (CAScc), ni para el año medio (línea verde), ni para el actual (línea roja), que es más seco que el año medio. Así, a final del mes de mayo el olivar tipo utilizado para esta simulación y en condiciones de secano podría entrar en estrés hídrico, casi un mes antes que en el año medio. Si se aplica riego según la propuesta de riego optimizado, la evolución teórica de la humedad del suelo será la que muestra la línea azul. En este caso el momento más desfavorable también se produce en el mes de septiembre, antes de las lluvias de otoño. Este riego optimizado equivaldría a m 3 /ha para la plantación tipo, con inicio en el mes de marzo y finalización en septiembre, siempre que las lluvias de otoño sean iguales o superiores a la media. 11/14

12 5.- Cómo afecta la pluviometría de 2015 a la programación del riego Riego optimizado Humedad del suelo Riego optimizado CAScc CASu Humedad del Suelo Año Medio Humedad del Suelo Año 2015 Figura 6. Evolución de la humedad del suelo y riego optimizado. Tabernas (Almería). CAScc: Contenido de Agua en el Suelo a Capacidad de Campo (máxima capacidad de almacenamiento de agua). CASu: Contenido de Agua en el Suelo Umbral (mínimo contenido de agua aprovechable por el cultivo sin producirse estrés hídrico). mm Tabernas es la estación que posee las menores precipitaciones de lluvia con diferencia sobre el resto analizadas (Figura 6). En el olivar tipo en condiciones de secano que estamos simulando, presenta una evolución teórica del contenido de agua en el suelo para el año actual muy desfavorable (línea roja), que difiere de la del año medio (línea verde). En este caso no solo no se produce la recarga completa del perfil del suelo (CAScc), sino que apenas hay agua en el suelo en invierno, por lo que se vería comprometida la viabilidad del desarrollo de la plantación en ausencia de riego. Si se aplica riego según la propuesta de riego optimizado, la evolución teórica de la humedad del suelo será la que muestra la línea azul. Este riego optimizado equivaldría a m 3 /ha para la plantación tipo, con riego prácticamente durante todo el año, salvo en los meses de noviembre y diciembre. 12/14

13 6.- Recomendaciones para la primavera de Si la primavera continúa seca, puede repercutir sobre el cultivo, ya que si no se riega el nivel de agua disponible se reduciría rápidamente, pudiendo aparecer déficit hídrico en algunos casos. Por tanto, si la precipitación en los meses de marzo y abril es escasa, sería recomendable iniciar YA la campaña de riego, para mantener un nivel de humedad en el suelo suficiente, que permita asegurar una buena floración, cuajado de los frutos y crecimiento de los mismos durante los primeros estadios de desarrollo. Esta recomendación se hace tanto mas necesaria cuanto menor es la capacidad del suelo para almacenar agua (menor profundidad y texturas mas gruesas). En resumen, con independencia de la zona donde nos encontremos y para el tipo de plantación y suelo propuestos se hace necesario el riego, dependiendo las aportaciones de la lluvia registrada hasta la fecha y las previsiones medias para el año. En función de la capacidad máxima de aporte de agua de la instalación de riego (condicionada por el diseño de la misma), se habrán de ajustar la cuantía de los aportes, para que no rebasar el contenido de agua umbral en el suelo (CASu) lo que originaría estrés hídrico, evitando sobrepasar los límites horarios de uso de las mismas. En el caso que la primavera sea lluviosa, habrá que analizar la cuantía de las precipitaciones, ya que podrían ser suficientes para plantear un programa de riego para el año medio, puesto que la campaña de riegos se iniciaría con un contenido de agua en el suelo más próximo a la capacidad de campo. 13/14

14 EL RIEGO DE OLIVAR EN UN AÑO CON INVIERNO SECO. CAMPAÑA Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera Edificio Administrativo Bermejales Avda. de Grecia, s/n Sevilla Teléfonos: Fax: webmaster.ifapa@juntadeandalucia.es Cofinanciado por el Programa Operativo del Fondo Social Europeo de Andalucía