BULOS SOBRE LA MARGARINA. OPINIÓN DE LA AEDN (ABRIL 2012)

Transcripción

1 BULOS SOBRE LA MARGARINA. OPINIÓN DE LA AEDN (ABRIL 2012) Índice: Introducción... 1 Bulo número 1:... 2 Bulo número 2:... 2 Bulo número 3:... 2 Bulo número 4:... 3 Bulo número 5:... 3 Bulo número 6:... 4 Bulo número 7:... 4 Bulo número 8:... 4 Bulo número 9:... 5 Bulo número 10:... 5 Bulo número 11:... 5 Bulo número 12:... 6 Bulo número 13:... 6 Bibliografía citada... 7 Introducción En 2011 circuló en Internet y a través de correos electrónicos un documento que contenía una serie de afirmaciones acerca de la margarina. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) emitió un comunicado en abril del mismo año, calificando dicho documento de bulo (según la RAE, un bulo es una Noticia falsa propagada con algún fin ). La OCU señaló, además, que la margarina, entendida en el contexto de una dieta saludable, no es en absoluto perjudicial ni nociva, tal y como se afirmaba en dicho bulo, y que no hay que hacer caso a este tipo de mensajes (OCU, 2011). En la actualidad, la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas ha tenido constancia de que dicho documento sigue circulando por la red. Por ello, y en respuesta a las numerosas consultas al respecto

2 de los/as socios/as de la AEDN, la AEDN ha decidido contrastar las afirmaciones que aparecen en dicho bulo con las evidencias científicas disponibles. Bulo número 1: La margarina fue producida originalmente para engordar a los pavos cuando lo que hizo en realidad fue matarlos; las personas que habían puesto el dinero para la investigación quisieron recobrarlo así que empezaron a pensar en una forma de hacerlo. Tenían una sustancia blanca que no tenía ningún atractivo como comestible así que le añadieron el color amarillo para vendérselo a la gente en lugar de la mantequilla. La margarina fue desarrollada y patentada en 1869 por Hippolyte Mège-Mouriès, un reconocido científico francés, a petición de Napoleón III, que pretendía alimentar a su ejército con una alternativa a la mantequilla, que en aquel entonces era muy cara. La patente de la margarina fue comprada en 1871 por uno de los fundadores de la multinacional Unilever, Jurgens-Van de Bergh, quien da comienzo a la producción de la margarina (Morris DH et al, 2003; OCU, 2011). Bulo número 2: La mantequilla es ligeramente más alta en grasas saturadas: 8 gramos, comparada con los 5 gramos que tiene la margarina. La mantequilla contiene, según la Tabla de Composición de Alimentos del CESNID-UB, 50,9 gramos de ácidos grasos saturados (AGS) por 100 g de alimento. En cambio, el contenido de AGS en las margarinas oscila, según la misma fuente bibliográfica, entre 12,5 y 22,6 g/100g. Es decir, la mantequilla no es ligeramente más alta en AGS sino notablemente más alta en AGS (contiene entre el doble y cuatro veces más AGS que la margarina) (Farran A, 2004). Bulo número 3: Comer margarina en vez de mantequilla puede aumentar en 53% el riesgo de enfermedades coronarias en las mujeres, de acuerdo con un estudio médico reciente de la Universidad de Harvard.

3 El estudio al que hace referencia esta afirmación, que no es en absoluto reciente (Stampfer MJ, 1991), concluye que son los ácidos grasos trans (AGT) los que podrían aumentar en un 53% el riesgo de enfermedad cardiovascular, no el hecho de ingerir margarina. En Estados Unidos (donde se realizó dicho estudio) y en la década de los 90, todavía existían margarinas con un variable contenido de ácidos grasos trans, y por ello, en algunos artículos, se confunden todavía los términos margarina y ácidos grasos trans. Las margarinas soft comercializadas en Europa (que son las más ampliamente consumidas en España), presentan un contenido en ácidos grasos trans muy bajo (Larqué E et al, 2003; OCU, 2011). Bulo número 4: Comer mantequilla aumenta la absorción de gran cantidad de nutrientes que se encuentran en otros alimentos. Tal y como afirma la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la grasa en general (no la mantequilla en particular, sino cualquier alimento rico en grasa) facilita la absorción de componentes dietéticos solubles en grasa, tales como las vitaminas (EFSA, 2010). Sería el caso de vitaminas liposolubles, como son las vitaminas A, D y E (Kris-Etherton PM et al, 2007). Bulo número 5: La mantequilla provee beneficios nutricionales propios mientras que la margarina tiene sólo los que le hayan sido añadidos al fabricarla. Las propiedades nutricionales de la mantequilla y la margarina son similares, mientras su consumo se enmarque en una dieta equilibrada. Desde un punto de vista nutricional, por una parte, la margarina presenta un perfil de grasas más saludable, ya que no aporta colesterol y contiene menos grasas saturadas. Por otra parte, a las margarinas se les añade vitaminas liposolubles (A, D y E) (OCU, 2011), mientras que en la mantequilla dichas vitaminas están presentes sin necesidad de ser añadidas. La absorción y el metabolismo de dichas vitaminas es, en cualquier caso, similar en

4 Bulo número 6: ambos alimentos (Finglas PM, 2003), y por lo tanto gozan de propiedades nutricionales similares. La margarina es muy alta en ácidos grasos trans. ( Sí recién ahora los científicos descubrieron que son malísimos y los gobiernos comenzaron a prohibirlos ). Se ha respondido a esta afirmación en la opinión al bulo número 3. Valga señalar, en cualquier caso, que el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutricion (AESAN), indica que los niveles de AGT detectados actualmente en las margarinas españolas son bajos, en línea con la disminución de los contenidos de AGT documentado en otros países. Cabe destacar que dicha disminución se ha producido gracias al desarrollo, desde hace casi una década, de nuevas tecnologías que ya han sido incorporadas en los sistemas de producción de la industria alimentaria española (AESAN, 2010). Bulo número 7: La margarina multiplica por 3 el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Aumenta el colesterol total y el LDL (el colesterol malo) y disminuye el HDL (el colesterol bueno). Bulo número 8: Tal y como se ha respondido en el bulo número 3, las referencias de la literatura científica al potencial mayor riesgo de enfermedad cardiovascular no hacen referencia al consumo de margarinas, sino a los ácidos grasos trans, que son escasos en las actuales margarinas. La margarina aumenta en cinco veces el riesgo de cáncer. La AEDN no ha hallado ninguna prueba científica que sustente dicha afirmación. Es probable que parta de la errónea premisa que señala que las margarinas contienen un alto contenido en ácidos grasos trans (ver respuesta de la AEDN al bulo número 3). En cualquier caso, según la más reciente postura de la American Cancer Society, la relación entre el consumo de ácidos grasos trans y el riesgo de cáncer no está

5 Bulo número 9: establecida (American Cancer Society, 2012). Es posible, por último, que la afirmación provenga de un estudio que relacionó un ácido graso trans concreto, el ácido linoléico conjugado (CLA), con la incidencia de cáncer. Éste ácido graso no está presente en las margarinas comercializadas en Europa. Disminuye la calidad de la leche materna. Si bien existen determinados estudios que relacionan el consumo de margarinas ricas en ácidos grasos trans (no comercializadas en España; ver la opinión de la AEDN a los bulos número 3 y 6) con alteraciones en la composición nutricional de la leche materna (Anderson NK et al, 2005; Chen ZY, 1995), no se ha hallado ningún estudio que haya relacionado el consumo de margarina con perjuicios en la calidad de la leche materna. Bulo número 10: Disminuye la reacción inmunológica del organismo. Esta afirmación no tiene sustento científico. La disminución en la funcionalidad del sistema inmunitario en relación a aspectos dietético-nutricionales es una cuestión compleja, siendo frecuente relacionarla con déficits energéticos y/o proteicos, o con carencias de determinadas vitaminas o minerales, pero no con la ingesta de margarina (Burghardt KM, 2003; Morris DH, 2003). Bulo número 11: Disminuye la reacción a la insulina. La secreción de la insulina está influida fundamentalmente por el consumo de hidratos de carbono pero no por la grasa (Real Academia Nacional de Medicina, 2012), que es el macronutriente mayoritario en la margarina. En algunos estudios se ha relacionado el elevado consumo de ácidos grasos trans con la resistencia a la insulina, aunque dicha relación es inconsistente (Risérus U, 2006). En cualquier caso, como ya se ha

6 comentado anteriormente (ver la opinión de la AEDN a los bulos número 3 y 6), las margarinas que se comercializan en Europa están prácticamente libres de trans. Bulo número 12: A la margarina le falta una molécula para ser plástico. Esta afirmación no tiene ninguna clase de sustento científico (Vaisey-Genser M, 2003). Desde el punto de vista de estructura química, la margarina y el plástico son simplemente moléculas diferentes. Bulo número 13: Usted puede ensayar lo siguiente: Compre un poco de margarina y déjela en el garaje o en un sitio sombreado. Dentro de unos días notará dos cosas: * No habrá moscas; ni siquiera esos molestos bichos se le acercarán (esto ya le debe decir a usted algo). * No se pudre ni huele mal o diferente porque no tiene valor nutritivo; nada crece en ella. Ni siquiera los diminutos microorganismos pueden crecer en ella. Por qué? Porque es casi plástico!! Usted derretiría su cepillo de dientes y lo untaría sobre una tostada? Tal y como se ha comentado anteriormente, la afirmación es casi plástico no tiene ninguna clase de sustento científico (Vaisey-Genser M, 2003). En cualquier caso, este bulo sugiere que la margarina es un alimento artificial y antinatural, porque no aparecen moscas ni se pudre. Sin embargo, tanto la margarina como cualquier alimento básicamente graso (aceite de oliva, por ejemplo) son alimentos sin azúcar, por lo que las moscas y otros animales similares no se sienten atraídos por ellos y no por ello deben considerarse alimentos malos. Además, existen numerosos microorganismos que no pueden crecer en matrices grasas por la falta de oxígeno en el interior el del alimento. Sea como fuere, en la margarina pueden crecer algunos mohos en la superficie. Si realizamos este experimento con aceite de oliva, del que son ampliamente conocidos sus beneficios para la salud, también notaremos los mismos resultados que con una margarina. De hecho, lo que puede pasar si se deja una margarina en el garaje es que ésta se derrita y se convierta en su producto de origen, aceite.

7 Bibliografía citada 1. AESAN. Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre el riesgo asociado a la presencia de ácidos grasos trans en alimentos. revista del comité científico de la AESAN. 2010; 12: American Cancer Society. American Cancer Society Guidelines on nutrition and physical activity for cancer prevention: reducing the risk of cancer with healthy food choices and physical activity. CA Cancer J Clin. 2012; 62(1): Anderson NK, Beerman KA, McGuire MA, Dasgupta N, Griinari JM, Williams J, McGuire MK. Dietary fat type influences total milk fat content in lean women. J Nutr Mar;135(3): Burghardt KM, Scott FW. Immunology of food.. En: Caballero N (Editor en jefe). Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition. 2ª Edición. Oxford: Academic Press; p Chen ZY, Pelletier G, Hollywood R, Ratnayake WM. Trans fatty acid isomers in Canadian human milk, Lipids 1995; 30(1): EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition, and Allergies (NDA); Scientific Opinion on Dietary Reference Values for fats, including saturated fatty acids, polyunsaturated fatty acids, monounsaturated fatty acids, trans fatty acids, and cholesterol. EFSA Journal 2010; 8(3): Farran A. Tabla de composición de los alimentos. Barcelona: Universidad de Barcelona- CESNID; Finglas PM. Vitamins. Overview. En: Caballero N (Editor en jefe). Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition. 2ª Edición. Oxford: Academic Press; p Kris-Etherton PM, Innis S, American Dietetic Association, Dietitians of Canada. Position of the American Dietetic Association and Dietitians of Canada: dietary fatty acids. J Am Diet Assoc Sep;107(9): Larqué E, Garaulet M, Pérez-Llamas F, Zamora S, Tebar FJ. Fatty acid composition and nutritional relevance of most widely consumed margarines in Spain. Grasas y aceites. 2003; 54(1): Morris DH, Vaisey-Genser M. Margarine. Dietary Importance. En: Caballero N (Editor en jefe). Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition. 2ª Edición. Oxford: Academic Press; p OCU. Organización de Consumidores y Usuarios. Margarina versus Mantequilla? 2011 (19 de abril de 2011). En línea: [Consulta: abril de 2012] 13. Real Academia Nacional de Medicina. Diccionario de términos médicos. Madrid: Editorial Médica Panamericana; Risérus U. Trans fatty acids and insulin resistance. Atheroscler Suppl. 2006;7(2): Stampfer MJ, Sacks FM, Salvini S, Willett WC, Hennekens CH. A prospective study of cholesterol, apolipoproteins, and the risk of myocardial infarction. N Engl J Med 1991; 325: Vaisey-Genser M. Margarine. Composition and Analysis. En: Caballero N (Editor en jefe). Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition. 2ª Edición. Oxford: Academic Press; p