Mapas conceptuales y redes semánticas

Transcripción

1 y redes semánticas Jorge E. Grau Pensar en imágenes Alicia Entel Los mapas conceptuales son herramientas de representación del conocimiento. Sirven para expresar de modo gráfico, con textos escritos breves y líneas, las relaciones significativas entre determinados conceptos que, al combinarse, forman proposiciones. Un concepto es una regularidad que se percibe en los hechos u objetos y que se designa mediante una etiqueta o expresión. 1. Las redes conceptuales como estrategia de análisis Para el diseño de una red conceptual es conveniente desarrollar los siguientes pasos (Fig. Nº 1): - Identificar la idea principal. - Identificar las ideas secundarias. - Incorporar datos de apoyo. Fig. Nº 1: Categorías y esquemas claros Qué queremos decir? Cómo haremos para que se entienda? Qué esquema estamos pensando para esa idea? En qué secuencia? 1

2 1.2. Según J. D. Novak (1972), los mapas conceptuales, o redes semánticas - representan relaciones significativas entre conceptos en formas de proposiciones. Una proposición consta de dos o más términos conceptuales unidos por palabras para formar una unidad semántica. (...), - es un recurso esquemático para representar un conjunto de significados conceptuales incluidos en una estructura de proposiciones (...). - dirigen la atención sobre el reducido número de ideas importantes en las que deben concentrarse en cualquier tarea especifica de aprendizaje. - muestran algunos de los caminos que se pueden seguir para conectar los significados de los conceptos. - completada la tarea, proporcionan un resumen esquemático de todo lo que se ha aprendido." Entre muchas otras posibilidades, podemos: - Hacer análisis de información. - Sistematizar procesos. - Organizar conocimientos complejos en numerosas estructuras menores derivadas del núcleo inicial. - Planificar procesos organizacionales y de investigación. - Registrar conocimiento de forma sintética y visual. - Proveernos con registros de investigación Cuadros y sinopsis Estas configuraciones, esquemas y diagramas revelan las relaciones de subordinación o inclusión que existen entre unos conceptos y otros, y son una ayuda para analizar los contenidos. Cuando los índices y los cuadros sinópticos son complejos es conveniente utilizar mapas conceptuales (Fig. Nº 2). Fig. Nº 2: Categorías y esquemas claros 2

3 1.4. Diagramas conceptuales Utilizamos este nombre genérico (J. D. Novak, 1982) en la definición que consideremos más conveniente: red conceptual, esquema visual, mapa semántico para designar las representaciones de conceptos y las relaciones que existen entre ellos mediante diagramas y gráficos (Fig. Nº 3). Fig. Nº 3: Diagramas conceptuales Un gráfico de este tipo puede ser útil? (no interesa el tema ) Será útil si sirve para caracterizar con claridad la organización del material. Dado que los conceptos complicado y sencillo están relacionados tanto con la densidad de la información que estamos proponiendo como el nivel de conocimientos previos que tenemos, debemos tener en cuenta que su lectura no perturbe la comprensión. Como puede apreciarse en la figura anterior, un mapa conceptual refleja tanto la forma en que se ordenan los conocimientos en la mente de quien lo diseñó y lo dibujó, como la representación de esos elementos en su experiencia en algún contexto. Más allá de la elección de un gráfico que sirva adecuadamente de ejemplo la condición básica de diseño, no siempre tendremos la suerte de conseguirlo de entrada. Pero sí podremos bosquejar y graficar esquemas y configuraciones intermedias que faciliten la comprensión de gráficos complejos ineludibles. La sencillez es una restricción que hay que saber manejar. Si mediante este tipo de gráficos se pueden analizar los conceptos centrales de una determinada idea, sus derivaciones y relaciones, la sencillez puede ser el marco de referencia. Como contraposición, la sobreabundancia de información puede dificultar su utilización no sólo como método organizador de los contenidos. El que sigue puede ser más sencillo en su comprensión (Fig. 4). 3

4 Fig. Nº 4: Idea general de un gráfico que puede ser más adecuado Fig. Nº 8: Sencillez en los mapas conceptuales 4

5 Fig. Nº 5: menos sencillez en los mapas conceptuales 1.5. Secuencias Habría tres secuencias: - la temporal, - la centrada en problemas, y - la secuencia de encadenamientos inversos Secuencia temporal, o cronológica En ellas, los eventos o actividades son presentados en el mismo orden en que suceden o sucedieron durante un cierto período. Su utilización es habitual en aquellos contenidos que están vinculados al tiempo (Fig. Nº 6 y 7). 5

6 Fig. Nº 6: Secuencia temporal, o cronológica 6

7 Fig. Nº 7: Secuencia cronológica 7

8 Secuencia centrada en problemas Selecciona problemas de naturaleza compleja que se analizan utilizando diferentes enfoques, tratando de formular alternativas de solución sobre las aplicaciones de los contenidos que se están aprendiendo (Fig. 8). Fig. Nº 8: Secuencia centrada en problemas Estructura Conexión con otras áreas Edad cronológica Factores sociales y afectivos Competencias cognitivas Valor instrumental Nociones básicas Contenidos Alumnos Expectativas y prioridades Intereses, necesidades y deseos Recursos humanos Contexto Tiempo Espacio Sistema educativo Encadenamientos inversos Se basa en el criterio ni habitual ni siempre factible de ofrecer contenidos no del primero al último paso, como sugiere la comprensión, sino yendo al revés. Esta configuración, conocida habitualmente como ingeniería inversa, se basa en la idea de que aprendemos en base a percepciones globales más que por adición de datos. Aunque no todos los contenidos se prestan a este tipo de encadenamientos, conviene tenerlo en cuenta como recurso en ciertos casos (Fig. Nº 9). 8

9 Fig. Nº 9: Encadenamiento inverso Con los gráficos que estemos trabajando sugerimos tres caminos: 1) Explorar, decodificar e interpretar cada gráfico: agudiza nuestras percepciones. 2) Desarrollar la crítica: Es necesario? Sí/No por qué? ( Me gusta?) 3) Transferir a nuestra disciplina: Por qué uso este gráfico? Muchas gracias Jorge Grau 2. Bibliografía Aparici, R. y García Matilla G. (1992): La imagen, UNED, Madrid. Díaz Jiménez, C. (1993): Alfabeto Gráfico. Alfabetización visual. De la Torre. Madrid. Gabassi, P. y Tessarolo, M. (1992): Disegno e comunicazione. Franco Angeli. Italia. Gombrich E. H. (2004): Los usos de las imágenes. F.C.E. México. Joly, M. (1999): Introducción al análisis de la imagen. La Marca. Buenos Aires. Scolari, C. A. y J. M. March (2004): Hacia una taxonomía de los regímenes de info-visualización. Universitat de Vic. Vic. España. Barcelona, Gedisa. Verón, E. (1983): Está ahí, lo veo, me habla. Revista Comunicativa Nº 38, Seuil, París. 9