Embajada Del Cielo Evangelista Héctor Dubón Sexto Servicio Retiro General Guatemala, 13 de abril del Año De La Revelación

Transcripción

1 Tenemos la seguridad de que en la tierra se está desarrollando una embajada del cielo, todos queremos ver que el reino de los cielos sea instalado en la tierra y que la voluntad de Dios se que se hace en el cielo, también se haga en la tierra. Juan 3:13 RV 1960 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Juan 6:38-39 RV 1960 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. El Señor bajó del cielo para que todos pudiéramos estar en cielo un día con Él. Uno de los propósitos de la vida de Cristo en la tierra, es que vino a salvar todas las almas que el Padre le entregó, es decir, vino a rescatar a la humanidad, para que luego seamos llevados con Él. Dios quiere que haya un lugar en la tierra, donde podamos entregarle las almas salvas. Reunidos hoy, somos parte de lo que el Padre le entregó a Cristo, pero aún hacen falta muchas más almas que vengan a ser salvas. Juan 1:51 RV 1960 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Es necesario que haya un lugar en el cual los Hijos de Dios podamos reunirnos con Cristo, en esta tierra. Juan 14:18-20 RV 1960 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. Juan 17:14-16 RV 1960 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Una tremenda verdad es que así como Cristo vino al mundo y declaró que éste no era su lugar, sino que su lugar es en los cielos, nosotros también, al pertenecerle a Jesucristo, nuestro lugar está en los cielos con Él. 2 Corintios 5:17 RV De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. 2 Corintios 5:19-20 RV que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 1

2 Dios nos encargó la Palabra de la Reconciliación, esta es una de las razones por las cuales somos embajadores de Cristo en esta tierra. Hay una embajada del cielo en la tierra, y nosotros estamos en ella. Dios tiene un plan para cada lugar donde vivimos, nuestras ciudades, nuestros barrios, nuestras colonias, quiere que haya embajadas del cielo en la tierra en cada uno de estos lugares. Ahora bien, debemos saber cuál es el trabajo del embajador del cielo en la tierra, para que lo hagamos bien, ya que es trabajo de todos aquellos que hemos recibido en nuestro corazón al Señor. Lucas 9:52-56 RV 1960 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. El trabajo de un hombre o mujer que quiere representar a Cristo en la tierra, no es enviar juicios, sino salvar las almas que quieren ser salvadas. Romanos 10:20-21 RV E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí. 21 Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor. Cuando vamos a una embajada, vamos a pedir un permiso para poder entrar a dicho país, de igual forma, al ir a la embajada del cielo en la tierra, vamos a solicitar la forma de entrar en el cielo, al reino de los cielos. Pero mucha gente ha sido rebelde con Dios y no está preguntando por Él, pero Dios manda embajadores para poder encontrar al que no está buscando a Dios. Lucas 19:10 RV 1960 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Nosotros no buscamos a Dios en el pasado, sino que Él nos buscó por medio de un embajador, estos fueron personas perseverantes que buscaron a Dios y fueron utilizadas para encontrarnos. Lucas 19:2-5 LBLA Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico, 3 trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura. 4 Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa. Zaqueo no estaba buscando al Señor, sino que quería, por curiosidad, ver cómo era aquel de quien había escuchado hablar, pero el Señor sí lo estaba buscando a él y le solicitó que quería posar en su casa. Como embajadores debemos ir a buscar a los Zaqueos, hombres publicanos, pecadores que necesitan ser salvos. 2

3 Lucas 19:7-9 RV 1960 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Tenemos que descubrir las características de un publicano como Zaqueo, veamos algunas: - Delegados para recaudar impuestos. - Odiados por la mayoría del pueblo. - Dedicados a enriquecerse ilícitamente aprovechando su delegación. Entonces, era de esperarse que la gente pensara mal de Jesús, si Zaqueo era el jefe de los publicanos, sin embargo, Jesús posiblemente pensó en buscarlo para luego atraer a todos los demás publicanos, para sí, si éste era el jefe de ellos. No podemos despreciar a aquellos que los demás odian, a los drogadictos, alcohólicos o delincuentes, pues el Señor sí los está buscando para cambiarles la vida. Los publicanos eran puestos por los romanos para cobrar los impuestos a los israelitas. Zaqueo había aprovechado su posición para enriquecerse y por eso dijo que quería retribuir a aquellos a quienes les había robado. Solo las palabras de Cristo pueden hacer cambiar el interior de un hombre que ha robado y sanar su corazón. No importa de qué barrio o de dónde vengamos, y cuanta gente nos odie, Dios quiere sanar nuestros corazones. Lucas 18:11-14 RV 1960 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Cristo no viene por los religiosos, Él viene por pecadores arrepentidos, gente que no se atreve a levantar sus ojos, pero que dice al Señor: Sé propicio a mí y perdona mis pecados. Lucas 5:27-32 RV 1960 Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. 28 Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. 29 Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30 Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? 31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Un embajador del cielo, se hace acompañar de muchos publicanos. 3

4 Mateo 10:2-3 RV 1960 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Mateo había sido un publicano, era de la tribu de Leví, esto solo nos dice que Dios busca lo peor del mundo para avergonzar lo fuerte, publicanos que Dios quiere salvar y hasta darles un ministerio. Muchos hoy van a ser salvos y en la próxima oportunidad de reunirnos, estarán sirviendo con todo su corazón al Señor. Dios puede cambiar la vida de un hombre lleno de vicios, en un hombre que predique el evangelio de verdad. Dios quiere salvar a cualquier persona no importando su origen, ni lo que hace. Dios tiene un trabajo para nosotros, ir a aquellos despreciados en los lugares más difíciles y peligrosos, para presentarles el evangelio y ser salvos. Mateo 21:28-31 RV 1960 Pero qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. 31 Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. No son los religiosos los que van delante al reino de Dios, sino los despreciados. Nuestros nombres están escritos en el libro de la vida, porque un día aceptamos a Cristo, llegamos a la embajada del cielo en la tierra que es la iglesia. Marcos 2:16-17 RV 1960 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Si hay pecadores, por nosotros otros predican, pues necesitamos escuchar de Jesucristo para arrepentirnos y ser salvos. Lucas 3:12-14 RV 1960 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, qué haremos? 13 El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. Muchos que han hecho estas cosas y después han recibido a Cristo, dicen ahora que el dinero no importa, sino la salvación de sus almas. Lucas 7:34 RV 1960 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Cuánta razón tuvieron estos hombres, pues el Señor busca amigos, pero entre aquellos que eran despreciados y que ahora son Hijos de Dios, embajadores de Cristo. 4

5 Lucas 15:1-7 RV 1960 Parábola de la oveja perdida Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. 3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4 Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. En este lugar hay algunos pecadores que vendrán a arrepentirse, y entonces habrá fiesta en el cielo, por solo uno de ellos que se arrepienta. Mateo 9:1-2 RV 1960 Jesús sana a un paralítico Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Más que la sanidad de un cuerpo, a Dios le interesa la salvación de un alma, sin embargo, también puede sanar, como señal de que se mueve en medio de Su pueblo. Hoy es día de salvación y veremos la gloria de Dios. 5