6.1. Clasificación de las técnicas según los objetivos En la mayoría de los manuales de cartografía, la clasificación de las técnicas se basa en la lo

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1 UNIDAD 6. CLASIFICACIÓN DE LOS MAPAS ESTADÍSTICOS Los mapas, por definición, muestran la localización de los datos. Si su único objetivo es mostrar dicha localización sin adjudicar un valor relativo o absoluto a los datos, es decir, el nivel de medición es nominativo, se denominan mapas cualitativos. No obstante, la mayoría de los mapas estadísticos además cuantifican el valor de los datos, y éstos se denominan mapas cuantitativos (véase esquema adjunto). representación gráfica de la estadística DIAGRAMA sin indicación de la localización MAPA localización + distribución MAPA CUALITATIVO sin indicación de valor (medición nominativa) MAPA CUANTITATIVO indicación de valor Existen muchas técnicas para confeccionar los mapas estadísticos, y es posible hacer combinaciones y modificaciones para ampliar la gama. La clasificación que se incluye en este apartado se limitan a un número reducido de técnicas de uso corriente y con amplias aplicaciones, no sólo por tratarse de unos apuntes introductorias, sino por el convencimiento de la autora de que son suficientes para cubrir la gran mayoría de las necesidades que puedan surgir. Cuántas veces aparecen publicados mapas en los que se han aplicado técnicas originales o complicadas que estéticamente pueden agradar pero que resultan sumamente difíciles de interpretar? La clave de un buen mapa estadístico -y la primera regla- radica en su sencillez y su claridad, lo cual no está reñido con la exactitud de la información expuesta. 1

2 6.1. Clasificación de las técnicas según los objetivos En la mayoría de los manuales de cartografía, la clasificación de las técnicas se basa en la localización -puntual, lineal o zonal- de los datos objeto de la representación. En cambio, en opinión de la autora, el objetivo del mapa es un factor mucho más determinante en la elección de las técnicas que se van a utilizar. Se incluye a continuación, por lo tanto, una clasificación basada primordialmente en los objetivos que cumple cada una de las técnicas, pero que también tiene en cuenta la localización de los datos como criterio complementario (véase Cuadro 6.1). CUADRO 6.1. Clasificación de las técnicas según los objetivos Objetivo básico del mapa: Técnica demostrar... Cualitativa Cuantitativa localización símbolos de todos los tipos distribución lineal o símbolos en forma de líneas flujos movimiento (redes o flechas) distribución lineal o isolíneas (tipo A) i gradación distribución y densidad puntos distribución zonal o puntual símbolos proporcionales símbolos unitarios repetidos símbolos graduados (según rango) distribución zonal coropletas isolíneas (tipo B) Ya se ha hecho una primera distinción entre los mapas cualitativos y cuantitativos, basada en el nivel de medición requerido. En la confección de un mapa cualitativo se puede elegir entre toda la gama de símbolos existente: símbolos puntuales para ilustrar datos puntuales o zonales, tramas o superficies uniformes para zonas, y líneas, trazos y flechas para 2

3 mostrar distribuciones lineales o desplazamientos (véase figura 6.1). Dado que las normas para su uso y la diferenciación entre símbolos han sido ampliamente descritas en los Módulos 2 y 3, no se tratará más este tipo de mapa para evitar reiteraciones. Figura 6.1 3

4 Cuando se trata de mostrar conjuntamente la localización y el valor absoluto o relativo de una variable, la gama de técnicas disponibles es muy amplia, y la elección es más compleja. Existen técnicas especialmente adecuadas para ciertos fines claramente definidos, que incluyen los de mostrar: distribuciones lineales o desplazamientos, por medio de un mapa de flujos en el que el grosor de la línea varia según el valor que representa (véase figura 6.2). Sirve, por ejemplo, para indicar el volumen de tráfico en diversas carreteras, o flujos migratorios. la distribución lineal de valores idénticos, por medio de un mapa de isolíneas (tipo A), ii que se basa en la unión, mediante líneas, de los puntos de referencia cuyo valor se conoce (véase figura 6.3). Implica suponer que la distribución que debe representarse en el mapa es continua y sin cambios bruscos. Permite, por lo tanto, ver también tales gradientes. Su aplicación más corriente es en mapas de altimetría en los que las isolíneas representan las curvas de nivel (isohipsas) y en mapas climáticos para representar la presión atmosférica (isobaras), pluviosidad (isoyetas), temperaturas medias (isotermas), etc. pero su uso no se limita a estos fines. densidades, por medio de un mapa de puntos en el que cada punto representa un número determinado de unidades (véase figura 6.4). Se aplica corrientemente para mostrar la distribución de población, pero también sirve para representar la distribución de cabezas de ganado, aparatos de televisión, etc. 4

5 Figura 6.2 Figura 6.3 Figura 6.4 5

6 Existen varias técnicas adecuadas en las demás situaciones -que son la mayoría- cuando los datos se refieren a un punto o una zona, y el objetivo principal no es mostrar la densidad de la distribución de la variable. De hecho, las técnicas que utilizan símbolos puntuales tanto pueden aplicarse a puntos como a áreas. Cada una de las tres técnicas que figuran en el Cuadro 5.3 se confecciona según criterios diferentes, asumiendo así una propiedad determinada en cada caso: los símbolos proporcionales son exactamente esto -el tamaño de cada uno es proporcional al valor real de cada elemento de la variable (véase figura 6.5). a cada símbolo unitario se le asigna un valor, y se repite este mismo símbolo cuantas veces sean necesarias hasta sumar el valor total del elemento de la variable de modo que los valores se diferencien por el número de símbolos (véase figura 6.6). para confeccionar una serie de símbolos graduados según el rango se agrupan los elementos de la variable en categorías y a éstas se les asigna símbolos con una forma igual pero de variados tamaños, de modo que se pueda distinguir una progresión de valores, aunque no sean exactamente proporcionales (véase figura 6.7). Figura 6.5 6

7 Figura 6.6 Figura 6.7 7

8 Las técnicas que utilizan símbolos puntuales contrastan en aspecto con las que sirven exclusivamente para mostrar unas distribuciones zonales, es decir los coropletas y las isolíneas (tipo B), ya que los símbolos correspondientes -tramas o superficies uniformes con variaciones de valor- cubren la totalidad del ámbito de estudio. Pero a la vez, existe una diferencia significativa entre ellas: los coropletas sirven para poner énfasis, por un lado, en los cambios bruscos y, por el otro, en las diferencias relativas entre diversos valores, ya que se puede obtener un buen contraste con esta técnica. Las unidades estadísticas son compartimientos estancos y el símbolo recubre toda la unidad por igual (véase figura 6.8). las isolíneas (tipo B) se utilizan para mostrar cambios graduales o progresivos en los valores de los datos. Las diversas categorías se pueden establecer a partir de datos zonales Figura 6.8 8

9 6.2. Clasificación de las técnicas cuantitativas según el tratamiento de los datos Resulta evidente, por lo tanto, que las diferentes técnicas no logran los objetivos de mostrar la distribución de la variable e indicar su valor con idéntica claridad; por este motivo se ha de elegir una u otra técnica según las prioridades del caso. Existe una dicotomía básica entre aquellas técnicas que se basan en un escalado continuo de los símbolos y las que se basan en una agrupación previa de los elementos de la variable en categorías y la posterior adjudicación de un símbolo a cada categoría (véase Cuadro 6.2). Se han excluido las técnicas de flujos e isolíneas de la clasificación y del cuadro porque pueden basarse tanto en un escalado continuo como en la agrupación previa de los elementos de la variable. CUADRO 6.2. Clasificación de las técnicas cuantitativas según el tratamiento de los datos Técnica Visualidad y capacidad de interpretación exacta Basada en un escalado continuo Valor absoluto Distribución Puntos de menor de mayor Símbolos proporcionales a a Símbolos unitarios repetidos mayor menor Basada en agrupación de datos Valor relativo Distribución Símbolos graduados de mayor de mayor Coropletas a menor a menor Las técnicas que se incluyen en el primer grupo (las que se basan en un escalado continuo) permiten, por lo tanto, mostrar el valor absoluto de cada elemento de la variable de forma diferente - por la acumulación de símbolos idénticos o por la variación del tamaño del símbolo- y así guardar la proporcionalidad con exactitud. La posibilidad de calcular el valor real aumenta inversamente a la visualización de la distribución del fenómeno representado. Es decir, la mayor cualidad del mapa de puntos es la visualización de la distribución de la variable, pero es imposible siquiera estimar los valores correspondientes, mientras que un 9

10 mapa de símbolos unitarios repetidos no refleja la distribución real de la variable pero facilita su cuantificación. Por el contrario, la agrupación de los elementos de la variable en un número determinado de categorías permite tan solo distinguir las diferencias relativas entre los grupos previamente establecidos. No se ha de interpretar esta limitación como un defecto, sino como una propiedad, que puede interesar explotar en algunos casos. Tal como se ve en el Cuadro 6.2, los coropletas proporcionan un bajo grado de exactitud en la medición del valor y visualización de la distribución de una variable, pero se utiliza esta técnica con frecuencia, ya que, al ser menos detallado, permite identificar las variaciones fundamentales más destacadas con gran claridad La importancia de la amplitud de los datos La elección de una técnica adecuada no depende sólo de los objetivos fijados (véase Cuadro 6.1). La amplitud de los datos -es decir, la variación entre el valor mínimo y el valor máximo existente entre los elementos de la variable- constituye también un factor relevante. Si existe poca amplitud de datos, es esencial utilizar una técnica que se base en la agrupación previa de los elementos de la variable para resaltar las pequeñas diferencias existentes. En estas circunstancias, la aplicación de un escalado continuo mantendría con demasiada exactitud la proporcionalidad entre los datos y sus correspondientes símbolos y difícilmente se distinguirían las diferencias. Evidentemente, esto no ocurre cuando existe una gran amplitud de los datos, y se puede basar la elección de la técnica en otras consideraciones. La amplitud de los datos es, por lo tanto, un criterio limitante, pero no siempre determinante, a tener en cuenta. 1 Se recomienda consultar Grupo Chadule (1980), pp i Los mapas de isolíneas tienen dos aplicaciones que se explican por separado. Para facilitar su identificación, se les denominan tipo A y tipo B. ii También denominados isogramas e isoritmas, aunque no se utiliza habitualmente estos términos. 10