La cercana utopía de la Cultura Libre.

Transcripción

1 La cercana utopía de la Cultura Libre. Fran Pinel [Abstract] La acepción Cultura Libre refiere directamente a una filosofía de pensamiento que promueve la libertad de distribución y modificación de objetos culturales y creativos, basándose en el principio de libertad para distribuir o modificar obras creativas o derivados de las mismas. El presente artículo pretende un acercamiento superficial a esta idea, a su relación con el modelo del free software, un ámbito con el que lleva décadas conviviendo en harmonía, y sobretodo hacia la posibilidad de imaginar un futurible espacio de convivencia entre esta filosofía y otras industrias culturales, mucho más arraigadas en procesos de producción mercantiles y constringentes con respecto a las posibilidades del creativo medio. Desconocemos cual es el camino que llevaría a una comunión entre esta filosofía y los modelos de producción actuales de las industrias creativas, lo que convierte este tema en un foco de interés clave para todos aquellos que vivimos en este espacio de fricción. [Abstract] Free Culture refers directly to a singular way of thinking that promotes free distribution and modification of cultural and creative objects, based on the principle of freedom to distribute or modify creative works or derivatives. This article points to a superficial approach to this idea, in relation to free software s model, where this ideas have coexisted in harmony for years, and above all to the possibility of imagining a posible future of coexistence between this philosophy and other cultural industries, much more rooted in commercial production processes. We don t know the way to a communion between this philosophy and current production models of creative industries, what makes this issue a key focus for those of us who work in this area of continuous friction.

2 La figura de Lawrence Lessig (California, 1961), debería ser de referencia para todos aquellos creativos vinculados a un contexto de producción digital. Abogado y académico especializado en derecho informático, es desde sus inicios defensor del movimiento de la cultura libre, y creador e impulso del modelo Creative Commons como forma de licenciamiento de las industrias creativas. La cultura libre (free culture) se entiende como una filosofía de pensamiento que promueve la libertad de distribución y modificación de objetos culturales y creativos, basándose en el principio de libertad para distribuir o modificar obras creativas o derivados de las mismas 1. De las ideas expuestas en torno al concepto de cultura libre, y de cómo las aplicaciones más estrictas del mismo a ámbitos de la creación puedes ser cuestionadas por el escaso o nulo valor retributivo que ofrecen al creador, cabe destacar la actitud crítica del autor en contra de la tendencia unidireccional que las licencias más permisivas, como el copyleft (o su equivalente en cc- BY + SA), toman con respecto a la capacidad del autor de una obra a decidir de qué formas o bajo qué sistema y criterios, ésta debe circular. Aunque licencias como las creative commons suponen un abanico de posibilidades relativamente amplio a la hora de decidir sobre los posibles usos derivados de una obra, es cierto que fuera del excepcional caso del software libre, en el que encontramos un paradigma que mantiene un equilibrio entre los procesos de gestión comunitaria de la obra y la explotación de los beneficios que de ésta pueden extraerse, los modelos de producción se sitúan en dos ideologías opuestas que determinan al ámbito mercantil y a la economía del don, como terrenos difícilmente reconciliables. De hecho, las licencias que pretenden ser más o menos permisivas instaurándose a medio camino entre ambos puntos, acaban cayendo hacia uno u otro lado arrastradas por los modos de producción y la economía. 1 Freeculture, What does a free culture look like, disponible en:

3 Sí es cierto que algunas alternativas, como el copyfarleft, intentan encontrar un punto medio que induzca el uso comunitario de la obra bajo las condiciones en que se genera, pero favorezca al creador a través de un uso más restrictivo cuando formas de producción propias de la economía mercantil pretendan un uso de la misma. Aun así, quisiera llevar mi reflexión en este texto hacia las consideraciones surgidas de la siguiente cuestión: por qué razón el modelo de la cultura libre está siendo totalmente factible en un ámbito como el software, y no lo es sin embargo en otros campos de la creación? Es evidente que las empresas propietarias de software privatizado, han visto como las licencias de software libre de tipo GNU o GPL, permiten aflorar una comunidad productiva de la cual pueden extraer un beneficio superior al de trabajar de forma cerrada, incluso pagando a los desarrolladores para que creen en un contexto comunitario. El problema, si nos fijamos en otros ámbitos creativos, como el arte, la música o el audiovisual (en numerosos ejemplos), es que éstos no entran normalmente en lo que podríamos entender como una cadena productiva, de la que aquellos que ostentan el derecho de propiedad, puedan obtener valor y retribución (como sí ocurre en el caso del software), para como consecuencia retroalimentar la producción en el espacio de los común 2. Dicho de otro modo, lo que los desarrolladores crean en el contexto del software libre, el código tal y como los entendemos, es un punto intermedio, un material dentro del proceso de producción que posteriormente se traduce en resultados visibles y productos definidos a través de su aplicación. Son las posibles modificaciones y variantes de ese código las que vuelven a la comunidad en forma de material (footage), favoreciendo en cualquier caso el bien común que supone ampliar el conocimiento y permitir su uso en futuras aplicaciones, lo cual no está reñido con que aquel que produzca una obra final a partir del código 2 KLEYNER, Dmytri, Copyfarleft, Copyjustright and the Iron Law of Copyright Earnings, disponible en libres- y- copyfarleft/

4 común, lo haga bajo licencias restrictivas. Así, el ecosistema tejido en torno a la comunidad del software libre y el ámbito de la empresa privada, está en continua retroalimentación. Tal vez otra de las grandes bazas del software como ejemplo paradigmático de cultura libre, es el contexto en que se origina, en el que desde sus comienzos, la filosofía y la ética del hacker 3 gozan de trascendencia, y están arraigadas en las formas de pensar y producir. Otros ámbitos de la creación, como el de la música (algo extrapolable a la literatura, el audiovisual o el arte), muy anteriores, surgen en contextos anclados en un sistema de control privado, que en la mayor parte de los casos será el sello musical o el productor, antes que el propio artista. Viniendo de tradiciones más antiguas, regidas por ende por legislaciones obsoletas respecto a los criterios creativos actuales (el documental copyright criminals 4, pone de manifiesto estos hechos), es complicado plantear los modelos de negocio en los que una industria como la musical, pueda entrar en comunión con modos de producción basados en la idea de cultura libre (de hecho, la mala capacidad de adaptación de ésta a las nuevas formas de difusión y distribución, han llevado a la industria musical a un punto crítico, y a una necesidad de replantear los modelos de producción, y sobretodo de distribución de contenidos). Pero volviendo a la cuestión que planteábamos con anterioridad, el problema para hacer que éstas industrias puedan integrarse en el paradigma de la cultura libre, estriba en que solo contemplan el producto definitivo a comercializar, sin hacer lo propio con los materiales y medios utilizados para conseguirlo, y que como en el caso del código podrían formar parte del bien común de cara a ser reinventados, reutilizados, resampleados, recodificados La cultura del remix o el sampleo, ha intentado llevar a cabo estos procesos de producción a partir del 3 La ética hacker plantea una filosofía basada en el trabajo a partir de principios básicos que promueven una cultura del trabajo compartido, la apertura del código, la descentralización del trabajo, el acceso libre a las computadoras y la mejora del mundo en general. Más información en: 4 Disponible en:

5 footage de productos existentes, encontrándose de cara con trabas legales que imposibilitan la libre creación de contenido. Lo que vengo a referir con ello es que, tal y como el software ha conseguido, otros ámbitos deberían ser capaces de producir material que a su vez permita a otros poder producir, usar estos contenidos como bien común sobre los que construir productos reales en cada ámbito, o simplemente inspirarse, derivar o ampliar contenidos a partir de ellos. Evidentemente es una realidad bastante hipotética, ya que requiere cambios radicales de mentalidad en campos en los que la idea de propiedad está profundamente arraigada, pero la disposición de recursos comunes que formasen parte de una cadena productiva, tal y como ocurre con el código, tal vez fuese una alternativa como forma de creación de productos de los que el creador pueda obtener un beneficio, al mismo tiempo que amplia los contenidos de que la comunidad dispone. Recordemos la desambiguación que debe aplicársele al término free, que en su doble acepción anglosajona no viene a referirse en este caso a gratis, sino a libre. Considerar la existencia de un modelo de trabajo en ámbitos como el diseño, del que el diseñador pudiera obtener los recursos necesarios con la posibilidad de extraer un beneficio implícito, pero a su vez con la retribución de contenidos propios destinados al pro- común, supone hablar de un terreno utópico del que por otro lado llevamos años beneficiándonos en el ámbito legislativo y creativo del software.