EL ENTORNO ECONÓMICO DE LA EMPRESA ESPAÑOLA DURANTE EL AÑO 2010

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1 EL ENTORNO ECONÓMICO DE LA EMPRESA ESPAÑOLA DURANTE EL AÑO 2010 Rafael Pampillón Catedrático de Economía Aplicada por la Universidad San Pablo-CEU Profesor de Economía en el Instituto de Empresa (Madrid) Marzo 2011

2 2 La Fundación Ciudadanía y Valores como institución independiente, formada por profesionales de diversas áreas y variados planteamientos ideológicos, pretende a través de su actividad crear un ámbito de investigación y diálogo que contribuya a afrontar los problemas de la sociedad desde un marco de cooperación y concordia que ayude positivamente a la mejora de las personas, la convivencia y el progreso social Las opiniones expresadas en las publicaciones pertenecen a sus autores, no representan el pensamiento corporativo de la Fundación.

3 3 Sobre el autor Rafael Pampillón, Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y MBA. I.E.S.E., Universidad de Navarra, es desde Septiembre de 1993 Catedrático de Economía Aplicada por la Universidad San Pablo-CEU y Profesor de Economía en el Instituto de Empresa (Madrid) Es miembro del Consejo Consultivo de Privatizaciones del Gobierno de España (representó a España en la Cumbre Iberoamericana de Privatizaciones de 1997) y, durante cuatro años, formó parte del Consejo de Cooperación Internacional al Desarrollo del Gobierno de España, en calidad de experto..

4 4 El entorno económico de la empresa española durante el año 2010 Rafael Pampillón Catedrático de Economía Aplicada por la Universidad San Pablo-CEU Profesor de Economía en el Instituto de Empresa (Madrid) En el año 2010 la economía mundial tuvo un comportamiento bastante más halagüeño que en el Los ajustes en los costes, sobre todo los laborales, las reformas estructurales y las políticas macroeconómicas expansivas impulsaron las expectativas de los empresarios y el crecimiento de la economía en casi todos los países desarrollados. La economía europea, no fue una excepción, ayudada por los impulsos fiscales y monetarios y por las exportaciones de los países del Norte y Centro de Europa, evolucionó muy favorablemente. En este contexto de crecimiento económico mundial y europeo España fue la única economía desarrollada de tamaño medio o grande que retrocedió en Retroceso económico 1) Según los datos de Contabilidad Nacional que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2010 se produjo una caída del PIB español de 0,1% y aunque las previsiones para 2011 son más positivas, la economía española seguirá durante varios años en una situación de estancamiento económico con elevados niveles de desempleo. En el conjunto del año 2010 la demanda interna se contrajo un 0,7% con respecto a 2009 mientras que la aportación neta de la demanda exterior creció un 1,3%. Esta disminución del producto en el año 2010 contrasta con registros positivos en otros países de la zona del euro, lo que pone de manifiesto la mayor profundidad de la crisis en España y el impacto que el necesario proceso de ajuste en las cuentas públicas está teniendo sobre las tasas de crecimiento. 2) Una manifestación de este crecimiento negativo es la fuerte destrucción de empresas y la caída de las ventas del conjunto de la economía. Así el comercio al por menor cerró 2010 con un crecimiento negativo respecto al año En este sector los pequeños comercios, con una caída en términos reales del 2%, sufrieron mucho más la crisis que las grandes cadenas. Efectivamente, a lo largo de 2010 las ventas también en términos reales, de las grandes empresas se contrajeron solo un 0,1%. (Se entiende por grandes empresas todas aquellas que facturan más de 6 millones de euros. Comprenden unas 30 mil empresas y su volumen de facturación de ventas se

5 5 corresponde con más del 60% de la facturación total de los declarantes de IVA, por tanto, son una buena referencia de la situación económica.) 3) La reducción en la actividad económica ha provocado un aumento del desempleo y destrucción de puestos de trabajo. Durante el año 2010 se siguió destruyendo mucho empleo, se perdieron puestos de trabajo respecto al año 2009 y aumentó el número de parados en , lo que situó la tasa de paro al final del año 2010 en un 20,3%, mayor, por tanto, al 18,8% del año El número de parados alcanzó los 4,7 millones, que es la cifra más alta de toda la historia de España. Los grupos más afectados fueron los jóvenes de entre 16 a 24 años, los parados de larga duración y los inmigrantes. En 2007, España ocupaba a 5 millones de personas entre los 16 y 29 años y en el cuarto trimestre de 2010 la ocupación era solamente de 3,2 millones; se ha producido una caída de 1,8 millones. Ello se debe a que en un periodo de crisis el desempleo se ceba más en los jóvenes ya que para las empresas es más barato despedirlos que a los de más edad. Sin embargo, para un país este tipo de paro es un lastre económico, ya que los jóvenes son los que tienen una mayor flexibilidad geográfica y funcional, más capacidad de absorber las nuevas tecnologías y, por tanto, de aumentar la productividad de las empresas, y todo ello con menos exigencias salariales. Por sectores económicos fue la agricultura la que consiguió crear más empleo, debido quizá a la mayor actividad provocada por la subida de los precios de los alimentos. El sector servicios incrementó ligeramente el nivel de empleo. En la industria, aunque la destrucción de empleo ha sido menor que en 2009, se perdieron casi puestos de trabajo. La construcción continuó con su severo ajuste destruyendo empleos netos. 4) Por eso no es casualidad que los indicadores de coyuntura se hayan comportado relativamente mal a lo largo de Así el Índice de Producción Industrial (base 100 para el año 2005), que elabora el INE, pasó de 81,6 en enero a 78 en diciembre, en línea con la mencionada destrucción de empleo industrial. El Indicador de Actividad del Sector Servicios se redujo un 1,1% a lo largo del año. Los Indicadores de Confianza que elabora la Comisión Europea aunque mejoraron con respecto a 2009, continuaron en terreno negativo. Así el Indicador de la Confianza Industrial pasó de -31 en 2009 al -14 en El de Confianza de Servicios pasó de -28 en 2009 a -23 en El de de la Construcción se mantuvo en -30 tanto en 2009 como en Todos ellos son datos negativos que muestran la desconfianza de los empresarios en la política económica y en el futuro de la economía. Veamos con más detalle porqué se han producido estos malos resultados. Causas del mal comportamiento de la economía española 1) En el año 2010, la economía española tuvo que afrontar problemas muy difíciles como consecuencia de su pertenecía al euro. Economías periféricas como Grecia e Irlanda tuvieron que ser intervenidas y financiadas por el fondo de rescate de la Eurozona y del FMI y, como consecuencia, todas las economías denominadas PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), estuvieron y siguen estando bajo una estricta vigilancia por parte de sus

6 6 acreedores (mercados financieros) cuya manifestación más concreta han sido los numerosos ataques sufridos debido a la incertidumbre sobre la capacidad del estado para devolver la deuda. Así nuestro diferencial con el bono alemán llegó a estar en 234 puntos básicos en noviembre de 2010 y el principal indicador bursátil, el IBEX 35, cayó hasta los puntos. Como consecuencia, 2010 (y también 2011) estuvo marcado por un constante proceso de ajustes y reformas para intentar aumentar el crecimiento de la economía y ahuyentar así el fantasma del impago de la deuda. 2) La incapacidad del gobierno español para hacer todas las reformas estructurales necesarias. Los gobiernos de otros países europeos, especialmente los de Alemania y Francia, tuvieron que forzar al gobierno de España a tomar algunas medidas urgentes de política económica (reforma laboral, de las pensiones, reducción del déficit público, etc.). Pero siguen pendientes las reformas de la negociación colectiva, energía, sanidad, educación y las Cajas de Ahorros, introducir mucha más competencia en el transporte ferroviario, reducir el gasto de las Comunidades Autónomas y privatizar o cerrar sus más de empresas públicas. Todas estas reformas permitirían, a medio plazo, salir del estancamiento económico que padece España y alcanzar mayores niveles de crecimiento de la economía. 3) También frenó el crecimiento económico en 2010 el aumento del IVA (desde el 1 de julio) que provocó la disminución de las matriculaciones de turismos, las ventas minoristas y la producción industrial de bienes de consumo duradero y equipo. Es decir la subida del IVA afectó negativamente al consumo y a la inversión en la segunda mitad del año. 4) El estrangulamiento del crédito y las dificultades que tienen las empresas para financiarse. Mientras en el año 2009 los créditos nuevos a empresas y familias se redujeron un 8,7%, en 2010 la reducción fue del 22,6%. Esta reducción del crédito hay que analizarla desde dos puntos de vista: los que prestan el dinero, es decir, desde el lado de los bancos y cajas de ahorros y los que solicitan los préstamos: las empresas. a) Por el lado del sistema bancario. Las entidades financieras están sufriendo las consecuencias de la crisis y esto tiene mucho que ver con el aumento de la morosidad. Este aumento les exige mucha prudencia en la concesión de créditos, analizando cuidadosamente el nivel de riesgo. Ya no pueden dar crédito con la misma alegría que tenían antes de la crisis. La fuerte expansión del crédito estuvo entonces acompañada por un relajamiento de los estándares de riesgos. Ahora, en cambio, antes de conceder un crédito se evalúa detalladamente las posibilidades de que sea devuelto. Se concede por eso menos crédito. O lo que es lo mismo, el crecimiento de la morosidad no es otra cosa que los bancos y cajas de ahorros tienen en sus balances algunos créditos tóxicos que valen menos de lo que figura en su contabilidad, como consecuencia están teniendo pérdidas y deben tener mucha más precaución en las concesiones.

7 7 De ahí la importancia de que bancos y cajas reconozcan cuanto antes la totalidad de sus pérdidas y resuelvan de forma adecuada el espinoso tema de la valoración de sus activos tóxicos. Por qué no se devuelven los créditos? Las familias por los elevados niveles de desempleo y muchas empresas porque han cerrado o no están en condiciones económicas de hacer frente a sus obligaciones crediticias. Un ejemplo muy claro son las empresas de promociones inmobiliarias o vinculadas al sector de la construcción (muebles, electrodomésticos, menaje del hogar, materiales de construcción, etc.) que, como no venden no tienen ingresos para devolver los créditos. A ello hay que unir las elevadas emisiones de deuda pública; los bancos pueden hacer un negocio mejor comprando esa deuda que dando crédito al sector privado. En cuanto a las empresas. Las empresas se endeudaron mucho en la fase expansiva del ciclo y ahora tienen que desendeudarse. Y eso significa pedir menos crédito, no más. Tienen que devolver el enorme volumen de créditos que ya tienen concedidos. Además como las empresas tienen unas expectativas de futuro inciertas invierten menos, aumentan en menor cuantía su capacidad productiva, compran menos maquinaria, etc., y, por tanto, no solicitan tanto crédito como antes. Algunas razones para el optimismo: las exportaciones Como señalamos más arriba la caída del PIB en 2010 se debió fundamentalmente a la reducción de la demanda interna (-1,2%) y especialmente de la construcción residencial e infraestructuras (-10%) y del consumo público (-0,7%). También dijimos que una causa de la reducción del crecimiento económico en 2010 fue el aumento del IVA (desde el 1 de julio). Sin embargo, las exportaciones de bienes y servicios, que pagan el IVA en el país de destino, tuvieron a lo largo del año un crecimiento espectacular con respecto a 2009: 10,3%. Las importaciones, por su parte, crecieron un 5,4%. Se produjo, por tanto, una mejora importante del sector exterior, con respecto al año 2009, cuando las exportaciones cayeron 11,6% y las importaciones lo hicieron un 17,8%. En 2010 esta contribución positiva del sector exterior al crecimiento (1,1%) contrasta con la caída de la demanda interna (-1,2%). Una tendencia iniciada en 2008, que se ha fortalecido en 2010 y que parece que se mantendrá a lo largo de Además, las exportaciones españolas de bienes y servicios han aumentado por encima del comercio mundial, lo que muestra una creciente capacidad de penetración y diversificación geográfica de nuestras ventas al exterior, cada vez más enfocadas a productos y destinos con mayor potencial de crecimiento. Para 2011 se prevé que el crecimiento mundial y los problemas geopolíticos en otros destinos turísticos configurarán un escenario todavía más vigoroso para nuestras exportaciones de bienes y servicios lo que nos permitirá vía sector exterior ir saliendo, poco a poco, de la grave crisis que padecemos. Parece, por tanto, que España se dirige hacia una estructura productiva más competitiva y con un crecimiento más sano. Ello se debe, entre otros motivos, a

8 8 que en 2010 se redujeron los precios de los productos industriales (-0,7%) por la intensa caída del coste laboral por unidad de producto, especialmente en el cuarto trimestre (-2,3%). En este sentido la industria fue el sector que mejor se comportó en El Índice de Producción Industrial (IPI), en los doce primeros meses del año pasado aumentó (0,9%). Y la utilización de la capacidad productiva en la industria pasó del 70% en 2009 al 73,5% en 2010, aunque todavía está lejos del 79% que es la media de las últimas décadas. Conclusiones de política económica y perspectivas de futuro En 2011 parece que se mantendrá el patrón de crecimiento de 2010: demanda interna estancada y demanda externa actuando como motor de la economía. En este sentido las empresas españolas se encuentran en un momento decisivo para su futuro apostando por aumentar la cantidad y calidad de nuestra oferta exportadora. Pero este cambio llevará mucho tiempo, por lo que tendremos que soportar, durante los próximos años, crecimientos económicos muy bajos. Tendremos que esperar probablemente al año 2015, para que España empiece a crecer por encima del 2%. Para 2011, The Economist espera un crecimiento del PIB español del 0,4 por 100 lo que significa estancamiento económico con destrucción de empleo. Es necesario que la economía española crezca más para lo cual es imprescindible que la política económica ayude a incrementar la competitividad de nuestra economía, es decir, que tengan más peso los sectores o empresas que exportan bienes y servicios. De ahí que se necesite, cuanto antes, un Gobierno fuerte con legitimidad y tiempo para hacer la política económica necesaria e implemente las reformas que están pendientes para dar estabilidad y seguridad a los empresarios nacionales y extranjeros. Mientras no cambie la política económica se va a hacer muy difícil fomentar la confianza de los empresarios para iniciar nuevos proyectos, que estimulen la demanda interna y mejore la competitividad de nuestros productos y servicios en los mercados exteriores. Porque aunque las empresas son las protagonistas y responsables de la competitividad, sus decisiones se ven afectadas por el nivel y calidad de la dotación de los factores productivos y por el entorno macroeconómico, que, a su vez, depende de la acción del sector público. En este contexto, una política macroeconómica creíble, estable, ortodoxa y bien definida sigue siendo necesaria para que España pueda salir de la crisis. La seguridad jurídica y la confianza en el gobierno son factores necesarios para que se produzca el cambio de modelo, es decir, para atraer capital extranjero, aumentar la formación de capital nacional, crear empresas competitivas e incentivar las exportaciones. Por el contrario, la incertidumbre de la política económica aviva las incertidumbres de cambios de política, por lo que retrasa las decisiones de inversión privada y produce, además, una reasignación de recursos y renta que no incentivan la mejora de la productividad. De ahí que España necesite un gobierno que aplique políticas que liberalicen más los mercados y que pueda proporcionar los signos adecuados que incentiven al sector privado a que emprenda nuevas inversiones, tome decisiones de producción y genere creación de empleo.

9 9 Una mayor iniciativa empresarial se traduciría en incrementos en formación bruta de capital fijo. A ello se uniría un mejor comportamiento de las ventas en el exterior que aunque en 2010 aumentaron lo hicieron al rebufo del mayor crecimiento de la economía europea y mundial. Esta composición del crecimiento sería más sana que la que tuvo España en la primera década del siglo XXI (mucho crédito, demasiada construcción de viviendas, excesivo empleo de baja productividad y fuertes desequilibrios con el exterior) y es muy probable que estrechase la brecha entre crecimiento potencial y real del PIB. Es decir, permitiría aumentar las tasas de crecimiento económico y empleo mientras se reducirían los desequilibrios macroeconómicos compatibles con la sostenibilidad del proceso. Si la economía española quiere ser más competitiva debe apuntar hacia la creación de empresas en sectores con mayores niveles de tecnología, lo que mejoraría, como hemos indicado en el párrafo anterior, la competitividad de nuestros productos en el exterior. Hay también que considerar que para que el sector privado pueda reactivarse y convertirse en un potente motor de la economía, se deben mejorar las condiciones de crédito y aumentar la confianza de los empresarios. La mejora tecnológica, la reestructuración productiva, el fomento del ahorro nacional y el incremento de la competencia deben marcar el camino de un nuevo modelo económico. Las protagonistas del modelo deben ser las viejas y nuevas empresas que inviertan en I+D+i, es decir, las que generen innovación pero también aquellas otras que demandan innovación. De ahí que el sector público debería dirigir su gasto a aumentar la productividad y en consecuencia la competitividad de nuestros productos como puede ser la reforma del modelo educativo para que se dirija a fomentar la excelencia y el esfuerzo e incentivar actividades que generan I+D+i. En definitiva, hay que seguir apostando por un modelo económico abierto al exterior y evitar el proteccionismo en la economía española. De ahí que los programas de gasto público deban ser selectivos, es decir que el gasto público se debe orientar al cambio de modelo económico, es decir, hacia la mejora de la productividad.