LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS Y LA ANIMACIÓN A LA LECTURA. EL RETO DE LA LECTURA DIGITAL. PUBLIC LIBRARIES AND READING ANIMATION

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1 LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS Y LA ANIMACIÓN A LA LECTURA. EL RETO DE LA LECTURA DIGITAL. PUBLIC LIBRARIES AND READING ANIMATION. THE CHALLENGE OF DIGITAL READING Remedios de Vicente García Unidad de Coordinación Técnica.Subdirección General del Libro Comunidad de Madrid. Consejería de Empleo, Turismo y Cultura remedios.vicente@madrid.org Resumen Las bibliotecas públicas tradicionalmente han desempeñado un papel muy importante en las tareas de animación a la lectura, dirigidas a todos los segmentos de edad y todo tipo de usuarios. Con la irrupción del libro electrónico se ha generado un nuevo tipo de lectura, la lectura compartida o lectura social. Compartir la lectura a través de las notas y comentarios y la relación con otros usuarios a través de redes como Facebook o en otras plataformas específicas de lectura social como Copia, Goodreads, Entrelectores, etc.,abre un sinfín de posibilidades para trabajar con los lectores en una biblioteca, a la vez que sirve para atraer a un tipo de usuario, como es el público juvenil, habitualmente difícil de acercar al mundo del libro. Palabras clave: Bibliotecas públicas; Animación a la lectura; Libro electrónico; Lectura social. Abstract: Public libraries have traditionally played an important role in the tasks of reading animation, targeting all age segments and all kinds of users. With the birth of the electronic book, a new type of reading has been generated, the shared reading or social reading. Share a comment or a note with other users prospective readers- by networks like Facebook or other social specific reading platforms as Copy, Goodreads, Entrelectores, etc.., opens up endless possibilities for direct working in a library with readers, at once it serves to attract young audiences, a user type that is usually difficult to bring to the world of books Keywords: Public Libraries, Reading Animation, ebook, Social Reading. 1

2 1. El libro y la lectura en las bibliotecas públicas Uno de los objetivos principales de la biblioteca pública es contribuir a formar lectores y fomentar el hábito de lectura, de ahí que biblioteca pública y animación a la lectura, sean cuestiones que los bibliotecarios consideran inherentes en su labor profesional. Las directrices de la IFLA /UNESCO para el desarrollo de bibliotecas públicas establecen en el capítulo 3, Atención a los usuarios, en el punto Promoción de la lectura y alfabetización, que la lectura y la escritura son requisitos básicos para ser un miembro de la sociedad activo e integrado... y para conseguir este objetivo, entre otras cosas, la biblioteca debe promover la lectura, organizar actos que promuevan el interés por la lectura, la literatura y la cultura de los nuevos medios de comunicación, así como organizar programas interactivos para que los usuarios puedan intercambiar sus puntos de vista sobre los libros que hayan leído. La interacción de la biblioteca con los lectores es fundamental y juega un papel importante en el binomio libro-lector a través de varios cauces: facilitando la orientación en el gusto por la lectura a los usuarios, ofreciendo recomendaciones de libros y autores, difundiendo obras a través de clubes de lectura infantiles, juveniles o de adultos, elaborando guías de lectura y temas recomendados, exponiendo novedades, realizando sesiones de presentación de libros, encuentros con autores, etc. Para el usuario que acude a la biblioteca es importante saber que el bibliotecario le podrá orientar en sus lecturas, en función de sus gustos y su perfil, porque confía en su credibilidad y profesionalidad, ajena al marketing editorial y a intereses comerciales o de cualquier otro tipo. Por otra parte, la biblioteca pública acoge a un grupo muy heterogéneo de usuarios y lectores, y los bibliotecarios deben planificar y diversificar sus actividades de animación y promoción de la lectura para conseguir llegar activamente a todos ellos. Se puede definir la animación a la lectura como un conjunto de actividades, estrategias y técnicas tendentes a favorecer, potenciar y estimular el acercamiento del usuario a los libros, mejorar los hábitos lectores, asegurar su crecimiento lector y fomentar el aspecto 2

3 lúdico de la lectura. Abarca un amplio abanico de acciones, ideadas, diseñadas, organizadas y propuestas desde la biblioteca (L. Jiménez Martínez, 2012). El programa de actividades que la biblioteca pública realice debe adecuarse a las exigencias de una sociedad que necesita que sus ciudadanos sean lectores competentes, críticos y capaces de leer diferentes tipos de texto y de discriminar la información que se presenta en distintos soportes. Una de las actividades más comunes de animación a la lectura en las bibliotecas públicas es la que gira en torno a los clubes de lectura, de gran tradición en los países anglosajones y que en España también ha gozado de un gran éxito. Prácticamente todas las bibliotecas públicas cuentan con uno o varios clubes de lectura. En la voluntariedad del encuentro es dónde los clubes asientan su máximo valor; muchos lectores acuden a ellos porque encuentran un espacio en el que las lecturas compartidas les proporcionan un aliciente y consideran que escuchando y hablando también aprenden a leer porque, el escuchar a otros lectores como ellos y confrontar sus impresiones con las de los demás les hacen afirmarse y progresar como lectores. Los clubes de lectura permiten a lectores de diversa índole expresarse con libertad y sin cortapisas de ningún tipo, saber que pueden hablar de libros con el mismo lenguaje que utilizan en su casa, su trabajo o sus amigos, les libera de temores y les anima a expresar sus opiniones y sentimientos. Otro aspecto a destacar de los clubes de lectura es que el proceso de comprensión y diálogo con los textos es una labor colectiva. Así, estos encuentros en torno a una lectura otorgan al acto de leer un carácter social ya que crean vínculos personales en los que se descubren afinidades y reafirman la idea de grupo. En el caso concreto de los niños y adolescentes, los clubes de lectura pueden ser un instrumento muy útil para iniciarles en el gusto y el aprecio por la lectura porque permiten conversaciones y debates que se alejan de la aproximación a los libros más reglada que se da en el espacio escolar; en el club de lectura, niños y jóvenes actúan como lectores y no como estudiantes. Leer para conversar con otros lectores siempre es más estimulante y constituye el mejor camino para adentrarnos de lleno en la lectura. 3

4 2. La lectura en la sociedad de la información. Libro electrónico y lectura social Leer es una creación humana. No es natural sino una práctica social que cambia en cada momento de la historia, en cada comunidad y en cada contexto, aunque la palabra sea la misma. No es lo mismo lo que hacemos ahora que lo que hacíamos hace cincuenta años o lo que haremos dentro de otros cincuenta (Daniel Cassany, 2012) En la sociedad actual, en continuo cambio y transformación, sociedad del conocimiento, sociedad globalizada, web 2.0, etc. son términos de uso habitual. El proceso de la lectura no es ajeno a estos cambios, en la sociedad de la información la lectura se manifiesta de forma rápida, puntual y, para algunos expertos, en cierto sentido superficial, por ello es importante crear lectores críticos y reflexivos y que sepan leer y analizar la información en diferentes soportes: libros, periódicos, revistas, páginas web, blogs, etc. A pesar de los malos augurios que se presentaban sobre el futuro de la lectura hay que recalcar que nunca como hasta ahora se había generado la cantidad de información que se distribuye por la Red, que se ha convertido en el más multitudinario e influyente círculo de lectores del mundo (algunos datos muy llamativos ilustran este hecho: existen 1150 millones de usuarios de Facebook en el mundo, 218 millones de usuarios activos al mes en Twitter, más de 70 millones de blogs vistos por más de 370 millones de personas al mes; al día se escriben más de dos millones de post en blogs). Los libros y la lectura han ido acomodando su relación con los nuevos medios de información y comunicación. Internet ha proporcionado nuevos espacios de comunicación y cooperación entre lectores; millones de lectores de todo el mundo conversan sobre sus lecturas, muestran a otros sus gustos, sus recomendaciones y descubrimientos de libros; se abren nuevos espacios y nuevas oportunidades de reflexión; además de crearse nuevos textos y nuevas formas de presentarlos, leerlos y relacionarlos (hipertextos, lecturas enriquecidas, literatura transmedia...) para crear nuevas experiencias de lectura. 4

5 Internet ha transformado los hábitos de acceso a la información y gestión de conocimiento, así como la forma de adquirir muchos productos culturales (entradas de cine o teatro, compra de libros o música, etc.). La irrupción del libro electrónico y sus posibilidades de lectura (lectura por descargas, en la nube, en multiplicidad de dispositivos, etc.), ha propiciado una nueva forma de lectura, la llamada lectura social. El mercado de los libros electrónicos poco a poco va ofreciendo unas cifras que dejan claro su ascenso, tanto desde el punto de vista de las editoriales que ofrecen sus obras digitalizadas, como por parte de los lectores que leen en este formato. Según el Informe Sector del Libro en España , del Observatorio del Libro y la Lectura, en 2012 se registraron un total de libros digitales, lo que se traduce en un incremento del 12,9% respecto al año anterior. Con estas cifras el libro electrónico continúa su ascenso, representando ya el 19,8% de la producción española. Más del 33% de los libros de creación literaria se ofrecen ya en digital, siendo el subsector con mayor oferta en este formato. El estudio también constata cómo va evolucionando la lectura digital, que ha aumentado más de 10 puntos porcentuales en los últimos tres años hasta alcanzar un índice del 58% actualmente el 47,8% en En cuanto a los índices de lectura, el informe de Hábitos de lectura y compra de libros en España 2012, señala que los índices de lectura muestran los datos más altos entre los 14 y los 24 años con un 97,7% de personas que leen, seguido del grupo de edad de entre 25 y 34 años con un 96,5%. En este último informe se señala, en lo relativo a lectura digital, que los jóvenes entre 14 y 24 años y las personas entre 25 y 34 años muestran los niveles más altos con un 88,6% y un 83% respectivamente. Estos grupos son los que mayor porcentaje de lecturas hacen en soporte digital, ya sea en el ordenador, móvil, tablet o e-reader. Las generaciones que desde su infancia comienzan a tener contacto con los dispositivos de pantalla táctil, tablets y smartphones, y que realizan parte de su aprendizaje de 5

6 lectura y escritura en este tipo de dispositivos, marcarán una ruptura con el libro impreso. La revolución del libro electrónico es una faceta más de la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación y de la digitalización de la cultura, y está cambiando la cadena de valor de la publicación y del consumo del libro. La aparición de los libros electrónicos ha supuesto cambios en cómo se aborda la lectura así como en el ámbito de la edición: el fenómeno de la autoedición y la relación directa entre autorlector supone una transformación profunda de la industria editorial, los procesos de creación y la participación activa de los lectores en éstos. Existe una gran cantidad de información al alcance de cualquiera que tenga una conexión a Internet, el usuario decide, entre la gran masa informativa, qué es lo que quiere leer, qué es lo que se ajusta a sus inquietudes y, además, cuenta con la posibilidad de interactuar de manera directa con otros usuarios e incluso con los mismos autores. En este escenario surge el fenómeno de la lectura social que es aquella que se realiza en plataformas virtuales configurando una comunidad que desarrolla formas de intercambio diversas, compartiendo comentarios, anotaciones, valoraciones, etiquetas y, en algunos casos, libros y lecturas; lo que antes se realizaba en encuentros con amigos o en lecturas públicas, ahora se puede hacer en cualquier momento por Internet y se amplía para incluir a lectores que no conocemos o incluso al propio autor de la obra. En definitiva, la lectura social es un espacio de intercambio de información y comunicación donde las obras se evalúan, califican y etiquetan. 2.1 Plataformas de lectura social Las plataformas de lectura social han experimentado un crecimiento importante en los dos últimos años, al hilo de la evolución de la lectura digital y de las posibilidades tecnológicas ofrecidas por los dispositivos de lectura. Cuentan con programas que permiten involucrar al lector en la personalización y socialización del texto. Las anotaciones, subrayados, resaltes de textos, elección de tipografías, tamaño de la letra, interlineado, son prestaciones habituales en todos los programas. Al mismo tiempo la conectividad a Internet de dispositivos de tinta electrónica y tabletas ofrecen 6

7 la posibilidad de compartir comentarios y anotaciones en diferentes redes sociales que pueden ser de carácter general, como Facebook, Twitter, Tuenti, etc., o de carácter especializado, como Anobii, Goodreads, Readmill, Kobo, Copia, etc (Gómez Díaz, R.; Cordón García, J.A.). Las plataformas de lectura social cuentan con una gama muy variada de servicios. Básicamente ofrecen la posibilidad de comentar cualquier obra ya existente en su base de datos, aglutinando todas las intervenciones sobre la misma y permitiendo desarrollar etiquetados y valoraciones. Las prestaciones habituales en estos sitios de lectura social suelen ser: Relativos a la obra: Presentan la cubierta, resumen, información editorial, críticas, dossier de prensa. Relativos al autor: Biografía, obras, entrevistas, vídeos, etc Participación: Comentarios de los lectores, envío de opiniones al autor, quiénes han leído el libro, en algunos casos incluso es posible el intercambio de información con otros clubes o plataformas exportación importación de estanterías-. Algunas de las plataformas de lectura social más conocidas en el ámbito internacional son: BookCountry: red social ideada por Penguin donde lectores y escritores de autoedición se reúnen para leer el trabajo original de estos, y escribir post o comentarios sobre sus obras. Con esta iniciativa se trata de crear, sobre todo en su fase inicial, una comunidad en un espacio creativo donde los escritores pueden publicar su propia obra -bien un primer capítulo o bien el manuscrito completo- y los lectores y otros escritores pueden presentar críticas constructivas sobre el desarrollo de la historia, personajes, ritmo, etc. También permite descubrir libros y autores nuevos, discutir, compartir consejos y experiencias, y aprender sobre la industria editorial. BookPerk: plataforma de Random House con la que los lectores pueden tener acceso a contenidos exclusivos, información especial sobre sus autores favoritos y cualquier tipo de información privilegiada de la editorial. 7

8 Copia: se creó en Estados Unidos en 2010, se define como "una librería on-line de lectura social en la nube" y es una de los pioneras en compartir notas, crear clubes de lectura y hacer recomendaciones, también hace posible la vinculación y compatibilidad con las cuentas de usuario en redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn. Las obras más relevantes también se pueden mostrar de diferentes maneras para que los usuarios al navegar encuentren enseguida lo más destacado: mediante etiquetas de los usuarios o de las editoriales, anotaciones, por la popularidad de un título o por el precio. Los usuarios pueden votar, calificar, comentar y de esta manera crear lazos y compartir gustos similares. También se pueden crear grupos de lectura para discutir y compartir experiencias a partir de un mismo título. Esta plataforma tiene también previsto establecerse en España y Latinoamérica próximamente. La plataforma incorpora en su catálogo todos los libros que comercializan Libranda, Bubok o Publidisa. Fig 1. Página de inicio de Copia Goodreads: creada en 2007 es una de las redes sociales de lectura más grandes que existen, en 2013 cuenta ya con unos trece millones de usuarios registrados y recientemente ha sido adquirida por Amazon. Desde sus inicios se ha centrado en las recomendaciones y reseñas de los miembros de su servicio hasta sumar 360 millones de libros con al menos una opinión y cuenta con unos treinta mil clubes de lectura. Los usuarios de esta plataforma pueden, además de puntuar de cero a cinco estrellas los libros que leen, crear sus propias estanterías en las que ordenar los libros por categorías, establecer grupos de discusión o intercambio de opiniones con otros 8

9 usuarios y contactar con otros lectores o autores que utilizan la plataforma para hacer las actualizaciones de sus trabajos. Fig 2. Página de inicio de Goodreads Kobo ReadingLife: una vez que se ha creado una cuenta de Kobo, a través de la aplicación Kobo Reading Life los lectores pueden conectarse con sus amigos en Facebook, ver los libros que están leyendo, pedir recomendaciones, compartir párrafos, notas, comentarios, etc. Los lectores pueden participar en diferentes actividades y comentarios en cada página del libro que están leyendo y en tiempo real. Readmill: es una aplicación de lectura para dispositivos móviles, disponible para ios, y recientemente ha sido lanzada una versión adaptada para Android. Los usuarios pueden señalar los pasajes que están leyendo, qué párrafos son los que más les interesan y compartirlos con otros usuarios. Dichos párrafos se pueden integrar en páginas webs, blogs o redes sociales. Dentro de la misma plataforma hay una red social propia donde los lectores pueden seguirse unos a otros, comentar sus lecturas y hacer sus recomendaciones. 9

10 Fig 3. Página de inicio de Readmill Scribd: sitio web para compartir documentos y libros que incluye plugins para compartirlos en redes sociales como Facebook o Twitter. Su sistema de analítica permite conocer cómo se comportan los lectores con los textos incluidos. También permite a los autores y editores de documentos analizar y medir con mayor precisión cómo se está gestionando y leyendo su contenido. A través de Scribd Stats, una vez que se inicia la sesión se podrá ver una serie de gráficos sobre, por ejemplo, la popularidad de determinado documento: cuántos lo han leído, cuántas personas lo han descargado, incluso la velocidad de lectura o la edad de los lectores. Watpad: Es una aplicación para leer todo tipo de libros (principalmente novelas) en diferentes dispositivos móviles (smartphones, ipod, tablets, ordenadores, etc.). Cuenta con más de cinco millones de usuarios en todo el mundo, es una de las comunidades del libro electrónico más populares. Creada en Canadá, se ha popularizado en diferentes lugares del mundo. Permite que lectores y escritores interactúen de manera sencilla en el proceso de creación de una obra. Entre las plataformas en español que existen cabe destacar: Anobii: esta red social creada en 2006 en el ámbito anglosajón, se encuentra también en español. Actualmente y gracias a la aportación de los usuarios el sitio web tiene una biblioteca de más de 40 millones de libros virtuales en distintos idiomas y categorías. 10

11 Cuenta con todas las funcionalidades básicas de este tipo de redes sociales de lectura: organizar los libros por estanterías, posibilidad de enlazar con otros usuarios, unirse a grupos con los mismos intereses literarios, dejar comentarios, enviar mensajes privados, o recibir sugerencias del sistema a partir de las valoraciones de usuarios con gustos similares. Además, existe la posibilidad de enlazar con el perfil de Facebook o incluir en un blog un widget de la propia estantería. Fig. 4. Página de inicio de Anobii en español Entrelectores: red social para la recomendación de libros y literatura en general, permite compartir de forma centralizada toda la información, opiniones, críticas, gustos y preferencias sobre libros, así como comunicarse con el resto de usuarios de la plataforma. También ofrece la posibilidad de compartir a través de Facebook, Tuenti, Twitter o LinkedIn. 11

12 Fig. 5. Página de recomendación de libros de Entrelectores Librote: esta plataforma de lectura social es de reciente creación, en julio de 2013 comenzó su andadura y aún están en fase beta, por lo que el acceso a ella se realiza mediante invitación. Su objetivo principal es permitir al usuario compartir y conocer libros. Cuenta con secciones como Top libros, en la que los libros se ordenan por género y dentro de éste por más leídos o con más críticas; incluye la posibilidad de realizar listas personalizadas, añadir en la ficha del libro qué amigos han leído el libro y qué puntuación le han dado. Trabajan en implementar otras acciones como filtrar u ordenar las mejores críticas, incluir citas o párrafos de los libros en sus fichas, y enviar mensajes privados. 12

13 Fig. 6. Página de inicio de Librote (versión beta) Quelibroleo: Se define como una red social de intercambio de gustos y opiniones literarias. Los usuarios ponen notas a los libros que han leído y que pueden localizar por una serie de listas estándar (por autor, género, bestsellers, etc.). Cuenta también con un club de lectura a través de Facebook. Fig. 7 Página de Quelibroeleo con las novedades incorporadas 3. Bibliotecas Públicas y lectura digital Gracias a las nuevas tecnologías, las bibliotecas se abren a nuevos usos y nuevos usuarios, el fomento del hábito lector debe impregnarse de innovación y de la filosofía de la Biblioteca 2.0 para reafirmar su presencia virtual y mejorar su contacto con los usuarios, así como para conseguir formar lectores críticos y capaces de moverse en todos los terrenos que las nuevas tecnologías están propiciando. Los clubes de lectura virtuales, la utilización de herramientas de la web 2.0 como blogs, Twitter, sindicación de contenidos (RSS), redes sociales, plataformas de lectura social, etc se extienden cada vez más para la promoción de la lectura y permiten a las bibliotecas ir más allá de su espacio físico, lo que supone abrir un sinfín de posibilidades para interactuar con sus lectores. 13

14 Los lectores del siglo XXI deben saber leer bien, tanto en texto impreso como los textos electrónicos, y para ello deben aprenden a adquirir las habilidades y competencias necesarias para la lectura digital. La lectura digital requiere del dominio de una serie de destrezas que a veces es difícil adquirir de manera espontánea, por ello las bibliotecas deben implicarse en estos procesos de formación en el uso y aplicación de las nuevas tecnologías emergentes para fomentar la práctica de la lectura digital, desarrollando de forma sistemática programas y estrategias formativas en competencias informacionales e informáticas. Internet ofrece nuevos formatos de texto, nuevos propósitos para la lectura y nuevas formas de interactuar con la información, que en muchos casos puede confundir a las personas que están acostumbradas a leer textos impresos de modo convencional. A la hora de afrontar la lectura digital, los lectores deben desarrollar habilidades técnicas y nuevas competencias para trabajar en un entorno digital. No solo hay que tener la capacidad de leer y escribir, también hay que comprender la información de la manera que se presenta, con su naturaleza multimedia, en distintos formatos, con la navegación hipertextual. El lector digital requiere otros procesos de pensamiento, destrezas y estrategias para leer, captar y entender estas informaciones no secuenciales y dinámicas y obtener el mayor provecho de lo que la lectura digital aporta en la variedad de dispositivos electrónicos que van surgiendo. Por todo ello es muy importante que en las bibliotecas se plantee el tema de la formación de lectores sociales, ya que en la lectura digital el lector debe contar con dos tipos de competencias: por un lado, en el manejo del dispositivo (ya sea un e-reader, tablet, smartphone) y, por otro, en el conocimiento de la aplicación, lo que le permitirá comunicarse de manera óptima con su entorno de lectura y conseguir que ésta se pueda realmente socializar. En esta línea de actuación, una de las herramientas más interesantes para las bibliotecas es la experimentación con los clubes de lectura virtuales, pues, como la experiencia con los clubes de lectura presenciales ha demostrado ampliamente, los lectores que participan en un club o en una actividad de lectura, obtienen un mayor placer y disfrute de ésta frente a los que no han participado nunca en este tipo de actividades. 14

15 Una de las primeras experiencias realizadas en España en el entorno de la lectura social ha sido la llevada a cabo en 2013 por el Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS) de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en Peñaranda de Bracamonte, que puso en marcha el primer club de lectura en la nube, Nube de lágrimas. En esta iniciativa participaron la Universidad de Salamanca, la Diputación de Badajoz y contaron con el apoyo de la empresa Chocosoft para desarrollar una aplicación para la formación del lector social y la monitorización del proceso de cara al posterior desarrollo de una aplicación de lectura social. En esta experiencia participaron sesenta y cuatro personas que leyeron con dispositivos ipad una versión enriquecida de la obra de Rosa Montero, Lágrimas en la lluvia y experimentaron además con la lectura social a través de la plataforma Readmill. Los lectores dispusieron de un grupo cerrado en Facebook en el que la autora tuvo una presencia muy activa para dinamizar la lectura de la obra y contaron con una página web para que los participantes compartieran sus opiniones y pudieran acceder a contenidos relacionados. Tras el análisis de los resultados de este proyecto, sus responsables señalan que uno de los factores fundamentales en la promoción de la lectura social es el papel que las bibliotecas juegan en la formación y dinamización lectora. En este tipo de club de lectura, donde la presencia física no juega el papel determinante a que se está habituado en los clubes de lectura presenciales, la dinamización del club es más determinante y compleja si cabe por parte de la biblioteca, el mediador o moderador debe conducir las sesiones para que los lectores sean capaces de enriquecer la lectura y para ello se debe coordinar y sincronizar a los participantes (autores, lectores y dinamizadores) con los tiempos y espacios de encuentro y conversación. El objetivo último es lograr que el lector social se sienta en todo momento acompañado y escuchado en un espacio tan abstracto e impersonal como es la nube. Otra de las conclusiones que arroja este estudio es la limitación de Facebook como herramienta de conversación para crear una comunidad de lectores y consideran que es necesario contar con una plataforma específica para que los lectores interactúen. 15

16 La Subdirección General del Libro de la Comunidad de Madrid va a iniciar a partir del 9 de diciembre un proyecto de club de lectura virtual, para ello se ha contado con la empresa Greendata, que a través de una aplicación específica creada para este fin, denominada Readgroups, permitirá gestionar varios clubes de lectura. La aplicación permite añadir widgets que hacen posible enriquecer y completar la información de cada una de las lecturas (como por ejemplo videos de Youtube con entrevistas al autor o comentarios de las lectura, listas de enlaces, widget para añadir comentarios de Twitter relacionados con la lectura, etc.). También permite habilitar un plugin de Facebook para hacer comentarios del libro a través de esta red social. Para realizar un seguimiento de las lecturas se podrán incorporar encuestas y cuestionarios para los seguidores del club. La aplicación Readgroups permite debatir, comentar, preguntar y obtener información y detalles de las lecturas propuestas. Al ser un servicio web los usuarios pueden conectarse online al chat para participar en estos debates en tiempo real, aportando sus impresiones, dudas y comentarios. 16

17 Fig. 8. Página de club de lectura de Redgropus Otro de los aspectos que más preocupa a las bibliotecas en lo relativo a los temas de animación y fomento de la lectura es involucrar en ésta a los jóvenes, Un tema recurrente entre los profesionales de las bibliotecas es qué hacer para motivar a los jóvenes en la lectura? Todo lo relacionado con las nuevas tecnologías e Internet es un mundo en el que los jóvenes se mueven con soltura y construyen sus propias experiencias y vivencias personales, no conciben sus vidas sin estar conectados, su manera de ver el mundo está determinada en gran medida por una pantalla. Este hecho nos puede inclinar a pensar que las nuevas tecnologías sean una vía por la que poder atraerles a la lectura; aunque aún no existen muchos estudios realizados sobre este tema, cabe señalar en este sentido el estudio que en 2010 puso en marcha la Stiftung Lesse alemana (Fundación para la lectura) bajo el nombre de Das Potencial von e-reader in der Lessenförderung (El potencial de los libros electrónicos en la promoción o animación a la lectura) y cuyos resultados se conocieron a finales de Las conclusiones más llamativas de este estudio fueron que los adolescentes mostraron una fuerte y favorable predisposición inicial al uso de los dispositivos digitales (en este caso se utilizaron e-readers), esa inclinación favorable, fruto de la novedad, contribuyó a mejorar la reputación de la lectura como actividad digna de ser tenida en cuenta, aunque bien es cierto que también la inmensa mayoría sugirieron una serie de mejoras, ya que hubieran deseado contar con un tablet que no con un dispositivo dedicado solo a la lectura y escasamente interactivo como es el e-reader; también hubieran deseado contar con funcionalidades propias de las redes sociales para comentar y valorar lo leído 17

18 e intercambiar sus gustos y pareceres. Lo más llamativo del estudio fue que el supuesto romance entre adolescentes y lectura fue pasajero pues de los 458 libros descargados al inicio, 159 se leyeron de manera parcial y fragmentaria y solo 18 se leyeron en su totalidad. Al principio sí, decía uno de los jóvenes en las entrevistas personalizadas del trabajo de campo; los jóvenes dicen que sí cuando reciben algo nuevo, entonces se muestran siempre curiosos. Durante un par de semanas siguen mostrando esa curiosidad, pero después de dos o tres meses ya no tenían interés alguno. Si bien en un inicio los libros electrónicos parecen allanar barreras y fomentar la curiosidad y el acercamiento a la lectura, no son suficientes para fundamentar el gusto por ella, por tanto no hay que confiar ciegamente en que por sí mismos desencadenen un interés continuado y perseverante. Uno de los terrenos en los que los bibliotecarios pueden experimentar para atraer a este tipo de usuarios es en el de los libros interactivos, en los que las fronteras entre las disciplinas del videojuego y los libros se van desdibujando gracias a los nuevos dispositivos y a nuevos desarrolladores independientes, como es el caso del estudio de programación Simogo, que ha desarrollado un libro interactivo que es también un videojuego, Device6. Llama la atención el hecho de que el libro no sea publicado por una editorial, ya que la iniciativa es de un estudio de programación independiente que suele publicar videojuegos. Cualquier desarrollador de videojuegos sabe de la importancia de una buena narrativa para poder enganchar al lector/usuario. En la actualidad, estamos viendo cómo están tomando la iniciativa estudios de programación que no son editoriales para definir el futuro del libro (recientemente Harper Collins contrató a Nick Perret, que proviene del mundo de los videojuegos, como director de estrategia digital). El mundo de este videojuego son las palabras. Ellas crean diferentes caminos que tendremos que ir desbloqueando. La libertad con la que diseñan historias los creadores de videojuegos se puede ver en Device 6. Se ve un mundo laberíntico, en el que hay que rotar el dispositivo para poder leer todo el texto. Como en un videojuego, nos veremos atrapados en un "nivel" (capítulo) teniendo que descubrir cómo salir 18

19 interactuando con los elementos en la pantalla y todo ello acompañado de una banda sonora que transmite intriga y suspense. En esta misma línea, ha aparecido recientemente Typerider, un videojuego que permite ir desbloqueando capítulos de un libro en el que se puede descubrir la historia de la tipografía. Es un libro interactivo que necesita de la participación del usuario para poder desarrollarse. En este proyecto la narración va más allá del libro, permite jugar a un videojuego, compartir nuestras creaciones y colaborar con otros lectores en Facebook, visitar la instalación... El objetivo es que los lectores/usuarios conozcan la anatomía de las diferentes tipografías y la historia de las mismas. La narativa transmedia es otro campo que se ha abierto con las nuevas tecnologías, Aunque no hay una definición común, podemos decir que transmedia es una historia narrada de distintas maneras en diferentes plataformas y que cuenta con la participación de los lectores. Transmedia no es enriquecer la versión digital de un libro con enlaces, vídeos o podcasts, ni tampoco es la mera adaptación de una obra a una película. De lo que se trata es de la elaboración de obras originales combinando formatos que dan lugar a nuevos contenidos. Cada formato permite al autor contar su historia, pero de una manera distinta. Lo que distingue a la narrativa transmedia de otros tipos de literatura en la Red es el elemento participativo, la integración del lector-jugador-espectador en el desarrollo de las historias. No se trata de un simple contenido difundido a través de varios medios sin que el lector pueda intervenir. La literatura transmedia recoge así la tendencia a la participación, propia de generaciones que han hecho de las redes sociales su espacio natural de comunicación, y que demandan contenidos activos e interactivos que reproduzcan sus conductas digitales. La literatura transmedia exige la intervención de desarrollos tecnológicos que permitan la representación múltiple, la inclusión de aplicaciones de realidad aumentada, como los juegos de realidad alternativa, y la participación de los usuarios. Los nuevos dispositivos constituyen los aparatos ideales para el consumo de este tipo de narrativa, al tiempo que las propias casas editoriales alimentan catálogos cada vez más abundantes. Harlequin, Feedbooks, Project Gutenberg, Munseys, BookGlutton, Random House, MacMillan, etc., proveen contendidos para descargas directas en móvil. La 19

20 literatura transmedia requiere un trabajo de carácter colaborativo, en el que la figura del autor no reviste el lugar de centralidad de una obra tradicional, sino que es un elemento más de un equipo integrado por profesionales de muy diversa procedencia. Libros interactivos, narrativa transmedia, son fenómenos que las bibliotecas deberían integrar en sus conocimientos profesionales para acercarse a colectivos que están experimentando y abriéndose a otras formas de lectura y que es fundamental saber manejar para también formar a futuros usuarios. Bibliografía Alonso-Arévalo, J., & Cordón-García, J (2011). Lectura digital: evolución o revolución. Anuario ThinkEPI. EPI SCP, Barcelona, Spain. pp < [Consulta: 25/10/2013]. Blog DosDoce.com (2011). Celaya, J. Narrativa transmedia. < [Consulta: 02/11/2013]. - (2013)Vázquez, J.A. (2013). Nuevos hábitos de lectura. Lectura en pantallas. < [Consulta: 28/10/2013] Carr, N.(2011). Superficiales qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Madrid: Taurus Cassany, D. (2012). En línea_ leer y escribir en la red. Barcelona: Anagrama. Cordón García, J.A. ; Gómez Díaz, R.; Alonso Arévalo, J. (2011). Gutenberg 2.0: la revolución de los libros electrónicos. Gijón: Trea. 20

21 Cordón García, J. A.; Carbajo Cascón, F.; Gómez Díaz, R.; Alonso Arévalo, J.(2012). Libros electrónicos y contenidos digitales en la sociedad del conocimiento: Mercado, servicios, y derechos. Madrid: Pirámide. Federación Internacional de Asociación de Bibliotecarios y Bibliotecas. Sección de Bibliotecas Públicas. (IFLA) (2001). Directrices IFLA /UNESCO para el desarrollo del servicio de Bibliotecas Públicas. < > [Consulta: 19/10/2013]. Blog Los futuros del libro. Libros, editores y lectores en el siglo XXI (2012). Rodríguez, J.(2012) Sueñan los libros electrónicos con los jóvenes lectores? < [Consulta: 02/11/2013]. Jiménez Martínez, L. (2012). La animación a la lectura en las bibliotecas... La construcción de un camino hacia la lectura. Boletín de la Asociación andaluza de bibliotecarios, núm. 103 (en-junio), p Lectura Lab (2013). Territorio e-book: impacto positivo de la biblioteca y necesidad de una herramienta para la conversación entre lectores. < >[Consulta: 04/11/2013]. Lozano, R. (2010). Fomento de la lectura en la biblioteca pública 2.0: una apuesta por la innovación y el riesgo. Anuario ThinkeEPI, v. 4, p Lozano, R. (2009). Yo leo, tú lees, él lee... Qué leemos?: El fomento de la lectura en la estrategia global de la biblioteca pública. pp XVII Jornadas de Bibliotecas Infantiles, Juveniles y Escolares. Lecturas en la red y redes en torno a la lectura: nuevas dinámicas y servicios de los espacios de lectura pública Mayo; Salamanca. Salamanca: Fundación Germán Sánchez Ruiupérez, Martos Núñez, E. (2013). Diccionario de nuevas formas de lectura y escritura. Madrid: Santillana. < [Consulta: 02/11/2013]. 21

22 Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Observatorio del libro y la lectura. Hábitos de lectura y compra de libros en España < [Consulta: 22/10/2013]. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Observatorio del libro y la lectura. El sector del libro en España < f> [Consulta: 24/10/2013]. 22