Expansión azteca a la región Olmeca-Xicalanca

Transcripción

1 4 Expansión azteca a la región Olmeca-Xicalanca La manera de conocer el pasado mesoamericano a través de su arte 1

2 LA ANTIGUA ITZOCAN: LA CAÍDA Expansión azteca a la región Olmeca-Xicalanca 4 1 La identidad persiste Nexapa Rojo sobre Bayo Río Nexapa La cerámica Epatlán Distribución Formas y tamaños de Epatlán Soportes Función San Juan Epatlán: población 11 2 Se formaliza una alianza La conquista mexica La Coatlalpan El tributo La impresionante vajilla Negro Grafito Distribución geográfica Formas y atributos Jarra sin asa ni vertedera 17 3 Las tradiciones compartidas El caso de la cerámica Coxcatlán Pasta Distribución geográfica de Coxcatlán Contexto histórico de la cerámica Coxcatlán Decoración Negro sobre Rojo durante el Posclásico Tardío El cajete trípode y sus motivos 23 4 El colapso de la tradición prehispánica 24 Glosario 25 Bibliografía 28 Selección de Piezas 29 Créditos 70 Fundación Cultural Armella Spitalier contacto@fundacionarmella.org ventas@fundacionarmella.org

3 Introducción En sus orígenes, Itzocan (o Izúcar) se destacó como un importante centro de civilización olmeca que dejó como testimonio excepcionales piezas de alfarería. Posteriormente atravesó una etapa de dominio teotihuacano particularmente reconocible en la cerámica Anaranjado Delgado ; y su siguiente periodo estuvo representado por el Negro sobre Anaranjado y los olmeca-xicalanca, conquistados y expulsados de sus territorios hacia el año 1200 d. C. A partir de esta fecha, los últimos tres siglos de la historia prehispánica de Itzocan se configuraron por la presencia de diversos grupos, entre ellos los chichimecas, los mixtecos y los mexicas, así como algunos pueblos locales, quienes desarrollaron varias tradiciones cerámicas singulares e importantes por sus cualidades y su distribución geográfica. De ellas, algunas se reconocen como locales, mientras que otras fueron compartidas por esta región y otros importantes sitios del Altiplano Central. Finalmente, a principios del siglo XVI, con la llegada de los españoles, la región se incorpora al sistema colonial y el mundo mesoamericano sufre una ruptura. Por supuesto, los estilos cerámicos se interrumpen y la historia prehispánica de Itzocan finaliza; a pesar de ello, algunos aspectos desarrollados durante esa época persisten hasta nuestros días, como el riego mediante acequias o canales. 3

4 1 La identidad persiste Expansión azteca a la región olmeca-xicalanca 1.1 Nexapa Rojo sobre Bayo Durante el periodo comprendido entre los años 900 y 1200 d. C. conocido como Posclásico Temprano, se consolidan importantes sitios fortificados en los valles de Matamoros y Epatlán, al igual que una cerámica elaborada en rojo sobre bayo, con decoración incisa, identificada con el nombre de Nexapa. Los alfareros de Nexapa produjeron casi exclusivamente cajetes trípodes, que destacan por el grosor de sus paredes y la peculiar forma de sus soportes sonaja que terminan en punta. Las superficies llevan abundante pintura rojiza y motivos simbólicos como la greca escalonada, cuyo contorno se delinea mediante incisión. Cajete trípode estilo Nexapa rojo sobre bayo. Imagen de sitio fortificado representado en códice. Nexapa es interesante porque, a pesar de sus particularidades, es la cerámica más emparentada desde el punto de vista estilístico con las producciones toltecas del Posclásico Temprano. 4

5 1.1.1 Río Nexapa Una parte muy importante de la historia no escrita de la antigua Itzocan se encuentra en el cauce del río Nexapa, la fuente más importante de agua en la antigua Coatlalpan. Originado en los deshielos del volcán Popocatépetl, este río representó la espina dorsal de las sociedades prehispánicas quienes, desde épocas remotas, aprovecharon su caudal por medio de acequias, para regar adecuadamente sus campos de cultivo. De esta manera, el Nexapa se convirtió en eje fundamental para el desarrollo agrícola de los pueblos asentados en la región. Agricultura. Río Nexapa. Acequias o canales. 5

6 1.2 La cerámica Epatlán Junto con Nexapa, otra cerámica típicamente local fue Epatlán. Así lo confirma el hecho de haberla localizado arqueológicamente en Tepapayeca y en compilaciones de Matamoros y San Juan Epatlán. Su participación en otras colecciones particulares puede ser atribuida, con las reservas del caso, a la región. Pero ante todo, cómo es dicha cerámica? Su nombre completo proporciona una clara idea de sus características: Epatlán Café Oscuro con Pulimento de Palillos. Cerámica Epatlán. Es una manufactura cuya extrema sencillez y elegancia se encuentran envueltas por el velo del misterio, ya que se desconoce la procedencia de su materia prima, así como a qué grupo o fracción de los diversos pueblos que habitaron la región puede ser atribuida. Probablemente los ejemplares completos que observamos en colecciones particulares provienen de tumbas ubicadas en sitios arqueológicos no explorados de los valles de Izúcar y Epatlán. Cerámica Epatlán. 6

7 1.2.1 Distribución La cerámica Epatlán ha sido localizada en Izúcar de Matamoros, Tepapayeca y, por supuesto, en San Juan Epatlán, población de la que toma su nombre. Fuera de esta área, el único lugar en donde se reporta es Tetla, asentamiento cercano a Chalcatzingo, Morelos. Esto es interesante porque indica que, tanto en el Horizonte Preclásico como durante el Posclásico, la región mantuvo una fuerte relación con dicha zona de Morelos. Ubicación Geográfica San José las Bocas 2. Oxtotla 3. Necoxtla 4. Epatlán 5. Tepapyeca 6. Tetla Formas y tamaños de Epatlán La cerámica Epatlán Café Oscuro con Pulimento de Palillos tiene dos formas recurrentes: platos y cajetes trípodes con diámetros que van de los 15 a los 20 centímetros, así como versiones de tamaño mediano y, ocasionalmente, miniaturas. De manera menos frecuente se elaboraron pequeñas jarras y botellones, en tonalidades que van del café medio al café oscuro. Ejemplo de plato trípode. Ejemplo de cajete trípode. 7

8 Jarra. Botellón Soportes El simbolismo de la cerámica Epatlán se concentra en los soportes elaborados en molde y añadidos firmemente al cuerpo de la vasija, ya que representan cabezas de animal o el busto de un personaje. Los platos llevan un ser con rasgos de coyote; éste recuerda que, entre los antiguos mexicanos, existió una deidad llamada Huehuecóyotl, el coyote viejo. Plasmado en los códices como una fiera con cabeza alargada, orejas puntiagudas y cola larga, es el señor del cuarto signo de los días y representa al dios de la danza. Huehuecóyotl Coyote viejo. El coyote, representativo en iconografía prehispánica, se plasmó en diversos materiales. Abajo:coyote en hábitat natural. Derecha: Huehuecóyotl coyote viejo dibujado en códice. Coyote mexicano. (1) 8

9 Los cajetes llevan un ser ataviado con una máscara bucal de ave. Este elemento nos permite pensar que probablemente alude a Ehécatl, dios del viento. Representación de Ehécatl en cerámica. (2) Ehécatl viento dibujado en códice. Ehécatl Viento El dios del viento Una de las deidades más antiguas en las culturas del México prehispánico fue Ehécatl, cuyo nombre significa viento. Era el segundo de los 20 signos del calendario de los nahuas y, durante el Posclásico Tardío -de 1200 a 1521 d.c.-, se le consideró como una advocación de Quetzalcóatl que por sus atributos, era invisible e impalpable. Sacerdote con máscara de Ehécatl Función Los platos y cajetes trípodes de la cerámica Epatlán son recipientes individuales, posiblemente empleados para contener alimentos. A simple vista, las superficies no presentan huellas de uso, lo que sugiere que su función predominante fue participar en rituales funerarios. No obstante, 9

10 su importancia radica en contribuir a crear la identidad de los guerreros y señores principales que habitaron la antigua Itzocan, durante los siglos XIII y XIV. Rituales funerarios. Ejemplo de contención de alimentos en cajetes. 10