SALVACIÓN PARA TODOS

Transcripción

1 SALVACIÓN PARA TODOS Romanos 10:13 El Dios que creó los cielos y la tierra ha sido perfecto en su obra; si le conociéramos en su verdadera magnitud, veríamos su perfección y su gloria a través de todo lo que Él ha creado. En su amor nos ha revelado todas las cosas que podíamos comprender, pero en nuestro pecado y necedad, no podemos alcanzar a comprender el amor de aquel quien lo dio todo por nosotros. Tan clara fue su obra de salvación que estando nosotros, perdidos en nuestros pecados, dio a su Hijo unigénito para salvación de todos los hombres y no sólo entregó a su hijo, sino que nos dejó su Palabra para que conociéramos el camino hacia la salvación. Ahora bien, es bueno saber que Dios ha establecido reglas para que el hombre llegue a ser salvo, ya que por nuestro pecado no podemos llegar a obtener salvación por nosotros mismos porque la muerte espiritual nos impide alcanzar la gloria eterna. Es por esta verdad que Dios se encarnó en Jesucristo, con el fin de proveernos el medio necesario y perfecto, por el cual pudiésemos ser salvos de la muerte y de la condenación eterna. En esta oportunidad nos ocuparemos de un texto, que a través de los años ha sido utilizado por grandes y múltiples predicadores para enseñar el camino de salvación. Tomemos el pasaje que nos ocupa y veamos lo que Dios demanda a todos los hombres que quieren salvar sus almas. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. Es maravilloso conocer la simpleza de esta declaración y ver todo lo que Dios desea decirnos al manifestarnos esta verdad por la cual tenemos entrada en el Reino de los Cielos. I. LOS QUE PUEDEN SER SALVOS II. LOS QUE HAN DE SER SALVOS III. DE LO QUE SERÁN SALVOS

2 I. LOS QUE PUEDEN SER SALVOS - (Ro. 10:13) A. TODOS LOS HOMBRES 1. Cuando leemos esta declaración que nos hace el apóstol Pablo, tenemos que entender que esta oferta es para todos los hombres de manera individual. El (v. 9) dice: Que si CONFESARES con tu boca que Jesús es el Señor, y CREYERES en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo Timoteo 4:10 nos dice:...porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. Cuando buscamos en el texto griego podemos notar claramente que Dios ha provisto salvación para todos, aunque esta es especialmente, esto es, con plena efectividad, para los que creen. 3. Muchas personas dicen que no se convierten porque no saben si Dios los ha predestinado para salvación. Razonamiento que está fuera de todo argumento bíblico, ya que Dios ha dado a su hijo para todos los hombres que no se avergüenzan de Él, sino que lo confiesan (Mt.10:32). B. DE TODAS LAS NACIONES 1. El texto anterior al que estudiamos nos dice: Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan. Evidentemente que Dios no hace acepción de personas. 2. Asimismo, cuando leemos la gran comisión en Mateo 28:19 notamos cuando el mismo Jesús dice: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones... Lo que nos evidencia que Dios estuvo en su plan proveer salvación para todos los hombres de todas las nacionalidades. 3. Podemos también citar Apocalipsis 7:9-14, cuando nos habla de la multitud que vestía ropas blancas y con palmas en las manos. Esta estaba formada de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.

3 C. TODOS LOS PECADORES 1. A Dios no le importa la calidad o la cantidad de pecados que haya cometido el hombre, lo más importante es la actitud de humillación que tenga el hombre pecador. 2. Dios ha provisto salvación para todos aquellos, que sabiendo que son pecadores, están en la disposición de aceptar la oferta de salvación que el nos hace por medio de Cristo Jesús y su sacrificio salvífico hecho en la cruz del calvario. 3. Los pecadores que encuentran salvación son aquellos que reconocen su pecado y reconocen su condición de pecadores, con la sinceridad de corazón que Dios espera y con la disposición de apartarse de la maldad para vivir una vida que agrade a aquel que le ha salvado. II. LOS QUE HAN DE SER SALVOS - (Ro. 10:13) A. LOS QUE EJECUTAN LA ACCIÓN DEMANDADA 1. El texto es claro cuando dice: Porque todo aquel que invocare... Lo que nos indica que el hombre pecador, tiene necesariamente que entender, que al reconocer su pecado y su condición legal como pecador, debe ejecutar la acción que reclama aquel que ofrece la salvación. 2. Definiendo la acción del verbo invocar entendemos el requisito de Dios para todo hombre que quiere ser salvo. La palabra invocar implica confesar y obedecer al que se invoca o confiesa. 3. En este texto se usa la palabra griega (epikaleö) usada en 2 Corintios 1:23, palabra que quiere definir la acción de: Llamar a uno en nuestro auxilio. Llamar a alguien por testigo, con la capacidad de salvar o liberar de la condena que pesa sobre el que le invoca. En 2 Timoteo 2:19 se usa el sinónimo griego (onomazö) por invocar que nos explica la idea de someterse en obediencia a la voluntad del que auxilia.

4 B. LOS QUE ACEPTAN EL NOMBRE DE CRISTO 1. La idea antes expuesta se ratifica con este planteamiento. La demanda del texto es como sigue: Porque todo aquel que invocare EL NOMBRE... Esto nos deja dicho que cuando Dios ofrece salvación no la ofrece en el nombre de ningún otro que no sea Jesucristo. 2. Estas fueron, las palabras de Pedro, en Hechos 4:12 cuando dijo: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Lo que nos dice que a quien debemos invocar, para que nuestra salvación sea efectiva, es el nombre de Jesús. 3. Asimismo el apóstol Pablo nos habla de la exaltación del nombre de Jesús, y de la forma en que Dios le exaltó, Filipenses 2:9-11. C. LOS QUE RECONOCEN EL SEÑORÍO DE CRISTO 1. Además, aquí se plantea, que al invocar el nombre del Señor damos por un hecho, el aceptar el Señorío de Cristo para nuestras vidas, ya que vimos que al invocar a aquel que llamamos para que nos auxilie, estamos conscientes de que estamos dispuestos a someternos a Él. 2. En Lucas 6:46 Jesús cuestiona a sus seguidores diciéndoles: Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo? Dándonos a entender que no nos basta invocar el nombre del Señor, si no estamos dispuestos a ser siervos incondicionales de Él. 3. El Señorío de Cristo es algo fundamental en todo creyente. Son muchos los textos neotestamentarios que nos declaran lo que implica que Cristo sea nuestro Señor a además de nuestro salvador. Leamos una primera demanda citada por Pablo en 2 Timoteo 2:19 Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

5 III. DE LO QUE SERÁN SALVOS - (Ro. 10:13) A. SERÁN SALVOS DE LA CULPA DEL PECADO 1. Los que hemos invocado el nombre del Señor, seremos salvos de la culpa del pecado y de la muerte por su obra a favor nuestro. No hay otro texto más hermoso, que nos dé seguridad de Salvación que 2 Corintios 5:21, Colosenses 2: Todo creyente que ha invocado el nombre del Señor ha recibido plena salvación, porque Dios le ha librado del juicio del pecado y de la muerte eterna que pesaba sobre nosotros y que nos mantenía reos del infierno. B. SERÁN SALVOS DEL DOMINIO DEL PECADO 1. El pecado no solo somete a los hombres a la justicia de Dios haciéndolos reos del infierno, sino que mientras estamos en condenación nos somete a su dominio y a su esclavitud. 2. En Romanos 6:17-23 y 7:14-25 el apóstol Pablo nos explica esta verdad y su lucha contra aquello que le impide al hombre llegar a satisfacer las demandas de Dios. De igual forma nos advierte que todo aquel que ha sido salvo tiene que servir al Espíritu y no al pecado. 3. El creyente es libertado por Cristo, Juan 8: Esta libertad del dominio del pecado nos permite ser siervos de la justicia, para la gloria de Dios. C. SALVOS DE LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO 1. La consecuencia primordial del pecado es la muerte espiritual o lo que la Biblia llama la separación de Dios, el cual es Santo y no acepta ni tiene comunión con ningún hombre pecador, Juan 9: Dios no quiere de ninguna manera que el hombre esté engañado, muy por el contrario nos muestra en tantos textos de la Palabra la verdadera condición del hombre pecador, Romanos 3:23

6 3. Asimismo la consecuencia final de todos los pecadores que no hayan invocado el nombre del Señor será la condenación eterna, Apocalipsis 20:15. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: Evidentemente que Dios desea dar salvación a todo aquel que invoque el nombre de Jesús, pero Dios no puede violar sus propios principios, es por tanto que todos los hombres pecadores, tenemos que cumplir con las demandas de justicia que Dios ha establecido para poder salvarnos. Por esta razón todo aquel que quiera ser salvo, invoque el nombre del Señor, reconociéndole como Señor y Salvador de su alma. AMÉN