Exposición La Fragata Navegador y su Cargamento Británico Historia y Arqueología. Museo Castillo de la Real Fuerza Habana, Cuba 5 Abril de 2013

Transcripción

1 Exposición La Fragata Navegador y su Cargamento Británico Historia y Arqueología Museo Castillo de la Real Fuerza Habana, Cuba 5 Abril de 2013 Palabras del Sr. Herman Van Hooff, Director de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe Muy buenas tardes a todos, Sra. Gladys Collazo, Directora del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural Sr. Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana Sr. Antonio Quevedo, Director del Museo Castillo de la Real Fuerza Sr. Roger Arrazcaeta, Director del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana Sr. José Menéndez, Director del Registro Nacional de Bienes Culturales Distinguidos Embajadores Distinguidos expertos que nos acompañan, invitados Colegas, Constituye para mí un honor participar en la inauguración de la exposición La Fragata Navegador y su Cargamento Británico Historia y Arqueología en este emblemático museo dedicado al patrimonio cultural subacuático y marítimo. Mi reconocimiento es doble, ya que tuve el placer de participar en la inauguración de este importante Museo del Castillo de la 1

2 Real Fuerza, el 6 de junio de 2008, celebración durante la cual también se festejó la ratificación de Cuba de la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, solo días antes de este evento. La UNESCO define dicho patrimonio como todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años. A lo largo del Siglo XX, los métodos arqueológicos y los sitios descubiertos en tierra firme han proporcionado un gran cúmulo de información sobre la evolución de nuestras civilizaciones. Los yacimientos arqueológicos sumergidos en el océano, en el fondo de lagos y ríos tienen el mismo potencial de información sobre el desarrollo de los pueblos y la vida de nuestros antepasados. Por esta razón, estos sitios deben de ser tratados con el mismo respeto y enfoque científico con el que se estudian y protegen los sitios arqueológicos en tierra. La UNESCO se ha preocupado por lograr este objetivo desde el descubrimiento del Titanic en el 1985, en que se evidenció que los sitios sumergidos ya no estaban protegidos por su propio medio y por la dificultad de acceder a ellos. Asimismo, la creciente tecnología para descubrir los fondos marinos, aplicada mayoritariamente para la 2

3 explotación de los recursos naturales, también permite el acceso a estos testimonios de la historia de la humanidad. Sin embargo existe todavía poca conciencia sobre la existencia de este patrimonio, lo cual se refleja en la falta de esquemas de protección y gestión en muchos países, en legislaciones insuficientes o inexistentes, en la falta de entrenamiento de expertos en arqueología subacuática y en el constante peligro de saqueo por parte de los cazadores de tesoros. Como parte de los instrumentos normativos internacionales en el campo de la protección del patrimonio cultural, la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, firmada en el 2001, llena el vacío que existía hasta entonces en el Derecho Internacional para dar protección a este importante aspecto de nuestro legado cultural. Dicho instrumento entró en vigor el 2 de enero de 2009 y hoy en día cuenta con 42 Estados Parte de los cuales 15 son de América Latina y el Caribe, proporción que evidencia la importancia e interés que existen en los países de la región. La Convención promueve el estudio científico de los vestigios sumergidos y sobre todo su protección y preservación en beneficio de todos. Es indudable que para esto la cooperación entre Estados es fundamental. El papel de la preservación de los sitios sumergidos en el 3

4 desarrollo social y económico constituye uno de los desafíos a los que se enfrentan los países que han suscrito dicha Convención. Entonces, Cómo lograr el objetivo de hacer conocer el patrimonio cultural subacuático? Cómo sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de su protección, ya que se trata de parte integrante de nuestra cultura y de nuestro pasado? Cómo lograr llevarlo a la sociedad y aprovechar constructivamente su enorme potencial cultural? Esto nos conduce a uno de los aspectos que promueve la Convención de la UNESCO, que es la sensibilización pública. La Convención estipula que «El público tiene derecho a gozar de los beneficios educativos y recreativos que depara un acceso responsable y no perjudicial al patrimonio cultural subacuático in situ, y que la educación del público contribuye a un mejor conocimiento, aprecio y protección de ese patrimonio». Debemos generar conciencia ciudadana alrededor del patrimonio cultural subacuático. Y es exactamente el propósito que nos reúne hoy en este recinto. La exposición que vamos a descubrir nos hará vivir la historia de esta embarcación que cedió al peligro del mar y naufragó en Boca Chipiona, Santa Cruz del Norte, en febrero de 1814, y que ha tenido la fortuna de ser estudiada dentro de un marco de protección, dándole la oportunidad de llegar a nosotros y terminar su viaje trayéndonos hasta este reciento su historia. 4

5 Sin embargo, El Navegador también fue víctima de pillaje y esto nos lleva a considerar otro aspecto importante en la evolución de la arqueología subacuática, que es la cooperación con aficionados y profesionales del buceo. Miles de personas practican de manera regular el buceo deportivo. Existen federaciones de buceo y pesca submarina en más de 100 países. A todos les llama la atención la arqueología subacuática. Esto es lógico, pues son ellos quienes están más cercanos a los sitios arqueológicos y con gran frecuencia los descubren. No todos son conscientes de la necesidad de proteger y estudiar científicamente el patrimonio sumergido y muchos consideran la recolección de objetos un acto banal y con frecuencia lucrativo. Sin embargo, la repetición de este comportamiento resulta en la destrucción parcial o total de muchos sitios arqueológicos. Asociar a este gremio en los programas de sensibilización es apuntar a la creación de sólidas alianzas en los esquemas de protección del patrimonio cultural subacuático. Asociar igualmente a los responsables del control del tráfico ilícito del patrimonio cultural es también asegurar un aliado ideal ya que muchos de los artefactos extraídos de los sitios sumergidos terminan en el mercado ilícito de obras de arte. Sensibilizar a las autoridades locales y a las fuerzas del orden es también fundamental. En marzo de 2012, la UNESCO, en colaboración con el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, la Comision Nacional Cubana de la UNESCO, la Federación de Actividades Subacuáticas y con la generosa 5

6 financiación de la Agencia Española de Cooperación International AECID, organizó en Cuba un entrenamiento en las técnicas de registro del patrimonio cultural subacuático durante el cual se capacitaron 25 participantes de más de ocho países de la región al igual que miembros del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, del Departamento de Arqueología de la SERMAR, del Instituto Superior de Arte y de la Federación Cubana de Actividades Subacuáticas. En octubre de 2012, este mismo Museo acogió la exposición de patrimonio cultural subacuático de la UNESCO en las verjas que lo circundan, inaugurada en ocasión de la visita a Cuba de la Directora General de la Organización. Esta muestra permitió al público habanero y a sus visitantes apreciar la diversidad y riqueza cultural del patrimonio cultural subacuático en diferentes partes del mundo. Ahora, con la exposición que hoy inauguramos, podremos apreciar los beneficios del estudio científico y de los esquemas de protección de un magnifico ejemplar de este patrimonio, la Fragata Navegador. Esta muestra testimonia el camino que ha recorrido Cuba en la implementación de la Convención de la UNESCO desde su ratificación en Desde entonces se ha avanzado a través de la capacitación de sus especialistas, la realización de inventarios de su patrimonio sumergido, de propiciar la cooperación internacional, así como promoviendo la investigación y la difusión al público a través de exposiciones, congresos y seminarios. 6

7 Antes de finalizar, permítanme felicitar al Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y al Museo Castillo de la Real Fuerza, así como a las autoridades culturales cubanas, por asumir el compromiso de proteger su legado cultural sumergido para el beneficio de la humanidad. Les deseo una interesante y fructífera visita. Muchas Gracias. 7