ES TURISMO TODO LO QUE RELUCE? CRÍTICA A UN MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO SOBREDIMENSIONADO

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1 ES TURISMO TODO LO QUE RELUCE? CRÍTICA A UN MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO SOBREDIMENSIONADO Ricard Calvo Palomares Universitat de València Ricardo.Calvo@uv.es Juan A. Rodríguez del Pino Universitat de València Juan.Rodriguez@uv.es Resumen: Desde hace unas décadas, las distintas administraciones públicas, especialmente las locales, han iniciado un proceso de potenciación y aprovechamiento de los recursos disponibles en el municipio, que les permitieran alcanzar un desarrollo económico integral del territorio. Entre estas actuaciones son destacables las vinculadas con el turismo, tanto por su cantidad como por su variedad. Una investigación en curso en el departamento de Sociología de la Universitat de València que servirá de base a la presente comunicación, pondrá de manifiesto que casi un noventa por cien de los municipios de la Comunitat Valenciana manifiestan contar con recursos vinculados con el turismo como motor de la economía local. Sin poner en duda la importancia que por supuesto tiene el turismo en muchas de nuestras localidades, la presente comunicación planteará como cuestiones de fondo: es turismo todo lo que reluce?, o en muchos casos tan sólo se trata de actuaciones acometidas para el mantenimiento del patrimonio, de la cultura o de las tradiciones de municipio?. Y de ser así, tal vez hemos sobredimensionado el modelo de desarrollo económico basado en el aprovechamiento del turismo como recurso endógeno del territorio?

2 INTRODUCCIÓN Una investigación iniciada en 2006 centrada en el análisis de los efectos de las políticas públicas de empleo y desarrollo local emprendidas sobre el territorio, arrojó una línea de conclusiones que vinculaban directamente estas actuaciones en materia de empleo, con muchas otras desarrolladas a nivel local. Entre ellas destacaban las relacionadas con el turismo o la promoción turística del territorio como uno de los motores fundamentales del modelo de desarrollo implantado. Además llamó nuestra atención que casi un noventa por cien de los técnicos AEDL Agentes de Empleo y Desarrollo Localanalizados manifestaban que su localidad contaba con recursos de carácter turístico. El interés científico originado al respecto, nos llevó a analizar esta situación con mayor detenimiento e intentar comprobar si realmente todo lo que estos técnicos calificaban como turismo, era turismo o por el contrario simplemente eran actuaciones acometidas para el mantenimiento del patrimonio, de la cultura o de las tradiciones propias del municipio. Sin poner en duda que el turismo es un elemento que desarrolla o puede desarrollar cualquier municipio, saber si el modelo de desarrollo económico basado en el aprovechamiento del turismo como recurso endógeno del territorio se había sobredimensionado se convirtió en el objetivo fundamental del estudio que a continuación presentamos. A fin de responder a estas cuestiones la presente comunicación la estructuramos en dos grandes partes. En primer término, una reflexión teórica acerca del turismo como dinamizador de la economía local, en la que además de vincular desarrollo local y turismo, plantearemos una perspectiva dinámica de cómo han evolucionado ambos conceptos en el tiempo. Y en segundo término, la aportación de datos e informaciones provenientes concretamente del mencionado estudio realizado en , nos permitirá responder a estas cuestiones a través del análisis de los principales factores presentes. TERRITORIO, DESARROLLO LOCAL Y TURISMO El desarrollo económico, y por extensión social, de un territorio y de su población pasa necesariamente por el aprovechamiento de todos y cada uno de los recursos presentes en el medio. La generación de sinergias a través de la búsqueda de un partenariado local operativo se ha convertido en una de las metas de cualquier gobierno local. En este sentido los recursos turísticos no son sino otro de los recursos endógenos, propios del territorio, que permiten su crecimiento y desarrollo. Para la Organización Mundial del Turismo (OMT), organismo especializado de las Naciones Unidas, el turismo ha sido un fenómeno económico y social que durante décadas ha experimentado un continuo crecimiento y una profunda diversificación, hasta convertirse en uno de los sectores económicos más dinámicos en el mundo. Desde esta perspectiva, el turismo entendido como una manifestación más del proceso globalizador, guarda una estrecha relación con el desarrollo y permite que se inscriban en él un número creciente de nuevos destinos (territorios con oferta de recursos turísticos).

3 Esta dinámica ha convertido al turismo en un motor clave del progreso socioeconómico, posicionándolo como un fenómeno económico que debe estudiarse a través de métodos y técnicas de la Economía, pero que a su vez no debemos olvidar que también es un fenómeno social, cultural y territorial, por lo que también nos interesa realizar una aproximación desde otras perspectivas (Santana Turégano, 2007). Tanto es así que para la nueva Sociología Económica, la cuestión clave es que muchos problemas económicos que por definición se han contemplado unidimensionalmente desde el campo de la economía, se pueden analizar mejor si se tienen en cuenta también consideraciones sociológicas. Los principios claves de esta Sociología Económica serían (Granovetter y Swedberg, citado por Santana Turégano, 2007): 1) la actividad económica es una forma de acción social, 2) la actividad económica está socialmente insertada, 3) y las instituciones económicas son construcciones sociales. Se trata de un planteamiento que aporta un enfoque muy interesante para el estudio del turismo, pues permite considerar a muchos de los fenómenos relacionados con el mismo desde una perspectiva conjunta, superando y enriqueciendo las limitaciones de una perspectiva aislada. Hoy en día, el volumen de negocio del turismo iguala o incluso supera al de las exportaciones de petróleo, productos alimentarios o automóviles incluso en muchos territorios. El turismo se ha convertido en uno de los principales actores del comercio internacional, representando al mismo tiempo una de las principales fuentes de ingresos de numerosos países en desarrollo. Este crecimiento va muy de la mano del aumento de la diversificación y de la competencia entre territorios. La expansión general del turismo en los países industrializados y desarrollados ha sido beneficiosa, en términos económicos y de empleo para muchos sectores relacionados, desde la construcción hasta la agricultura, los servicios o las telecomunicaciones. En este sentido podemos incluso afirmar que la contribución del turismo al bienestar económico de un territorio va a depender de la calidad que el turismo ofrezca y de las rentas que sea capaz de generar. El turismo tal y como indica la OMT comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a los de su entorno habitual, por un periodo inferior a un año, con fines de ocio, por negocio y otros motivos. De esta forma, como una actividad que realizan los visitantes, el turismo no constituye una actividad económica productiva, sino una actividad principalmente de consumo. Al respecto, Schweitzer (2008) afirma que el turismo puede pensarse como una importación de consumidores temporales caracterizados por su interés en el disfrute del tiempo libre, las experiencias culturales, el consumo de bienes, servicios y paisajes. En tanto que consumidores participan de relaciones sociales con consumidores locales y proveedores de bienes y servicios, e impactan en la relación preexistente entre ellos, y en tanto partícipes de otro mercado de trabajo se diferencian por su capacidad de consumo. Por tanto la vinculación entre turismo y desarrollo local es innegable, si entendemos el desarrollo local como la capacidad de llevar adelante un proyecto de desarrollo sustentable en el tiempo, en el que se aprovechen las capacidades territoriales (sociales, naturales, técnicas, económicas, institucionales, etc.), donde los empresarios locales organicen los factores productivos buscando una productividad suficiente como para ser

4 competitivos en el mercado, por ello los valores e instituciones locales deben servir de apoyo al proceso de desarrollo y las políticas administrativas territoriales deben permitir crear un entorno económico lo más favorable posible (Villar en Schweitzer, 2008). El turismo es sin lugar a dudas una de estas capacidades que el territorio puede aportar al proceso de desarrollo y de crecimiento económico de una población. Más allá de lo expuesto, el desarrollo plantea un conjunto de capacidades generadas endógenamente, ligadas a la calidad de los recursos humanos, a la organización concreta de los agentes presentes y al compromiso institucional, que se han de complementar con los impulsos exógenos en un sistema territorial organizado (Madoery, 1999). Por su parte Boissier (1999) sostiene que el desarrollo de un territorio, en el mismo contexto de globalización, debe ser resultado de esfuerzos endógenos sin olvidarse del complemento de las posibilidades de crecimiento procedentes del exterior. Todo ello ha producido modificaciones en la dinámica productiva y territorial de las que han surgido una nueva generación de políticas de desarrollo, que resultan ser la tercera tras la política redistributiva de los años sesenta y setenta y de la política de desarrollo endógeno de los años ochenta y noventa. A lo que añade que la nueva generación de políticas regionales sigue manteniendo aquellas iniciativas que se proponen mejorar los factores que incorporan los contenidos inmateriales del desarrollo, como la formación de los recursos humanos, la difusión de las innovaciones, el aumento de la capacidad emprendedora existente en el territorio, la difusión de las informaciones sobre mercados y productos (Vázquez Barquero, 1999). Este tipo de actuaciones pone el acento, cada vez más, en el desarrollo de aquellos factores específicos cuyo valor no se refleja siempre en el precio, pero que hacen más competitivo el territorio y provocan la atracción de las inversiones. La terciarización de la economía Los cambios ocasionados por la crisis de los años setenta con efectos sobre la economía española que se prolongaron hasta una década después- potenciaron una reestructuración productiva, que ha derivado en el abandono paulatino del sector primario, acercándose al sector terciario. Los efectos de esta terciarización se observan de manera generalizada y más en concreto en las áreas costeras de la vertiente mediterránea y del sur de la península, aunque no exclusivamente. Situación sobre la que también influyó en gran medida la entrada de España en la Unión Europea, ya que nuestra economía quedaba necesariamente referenciada dentro de las políticas económicas y/o laborales más generales establecidas en el marco comunitario. En 1993 se publicaba el Libro blanco sobre Crecimiento, competitividad y Empleo. Retos y pistas para entrar en el siglo XXI, donde se hacía referencia a la necesidad de ir al encuentro de las nuevas necesidades puesto que son muchas las necesidades que actualmente siguen insatisfechas. Son necesidades que corresponden a la evolución de las formas de vivir (Delors, 1993). Ello derivó en el acuñado de los conocidos como nuevos yacimientos de empleo (más conocidos como NYE). Concretamente los relacionados con el turismo se perfilaban y se redefinían. Si tradicionalmente los empleos relacionados con el sector turístico además de ser trabajos muy temporales

5 solían ser empleo que requerían escasa necesidades de formación y /o cualificación 1, desde este momento el turismo pasaba a convertirse en un instrumento de primer orden, en el que se relacionan sector público y privado, provocando reactivación económica por su carácter de agente multiplicador (ver figura 1). Figura 1. ELEMENTOS DEL TURISMO COMO NUEVO YACIMIENTO DE EMPLEO (NYE) Ámbitos Factores principales Principales obstáculos 10. Turismo aumento del tiempo y posibilidades de ocio para una gran parte de la población mejora del nivel educativo incremento de la oferta en nuevos productos turísticos : rural, deportivo, ecológico, cultural turismo para determinados colectivos: tercera edad, minusválidos recuperación de espacios histórico-artísticos proyectos de desarrollo integral en algunas comarcas - carácter muy estacional de la actividad - desconocimiento del medio interior - financiación inicial de los proyectos - burocracia en toma de decisiones - falta de coordinación técnica y política en los ayuntamientos - inexperiencia profesional y falta de referencia de otras iniciativas - falta de control de calidad - puestos de trabajo a menudo precarios Fuente.- Cachón, 1996 El turismo como motor del desarrollo local: la cuestión de intentar delimitar un modelo En la actualidad resulta muy pobre hablar de turismo refiriéndonos únicamente a cualquier oferta patrimonial, cultural o festiva que puede ofrecer un territorio o una población. El turismo es algo más ya que aporta al territorio una dinámica y un ritmo de crecimiento no tan solo vinculado con lo económico o con lo material. El turismo, junto con el medioambiente y los servicios a la comunidad en general, se ha considerado desde los últimos años como fuente de nuevas salidas profesionales, sirviendo como elemento compensador y amortiguador del desempleo proveniente de los sectores primario y secundario. Ello implica que desde las entidades que distribuyen los fondos se observe de manera muy positiva el fomento de proyectos de esta índole frente a otros con perfiles finalidades- más clásicos 2. 1 En este sentido Cachón (1999) afirmaba que dadas las relativamente escasas exigencias de formación para el ejercicio de la actividad turística, este sector se convierte en una actividad refugio de ciertos sectores de la población activa con dificultades para acceder a otras ramas de actividad. 2 En el proceso de solicitud de los mismos que valoran diversos aspectos, pero han pasado por una serie de cribas previas conformándose en una compleja y burocrática estructura piramidal de todas las Entidades públicas implicadas, hasta llegar finalmente al beneficiario final, el ciudadano: 1. UNIÓN EUROPEA: Es la entidad que marca las directrices principales a seguir, selecciona los Planes Estatales a financiar, distribuye los fondos (Fondos de Cohesión) y fiscaliza en última instancia el cumplimiento de objetivos y la distribución correcta de los fondos remitidos a cada Estado. 2. CADA ESTADO MIEMBRO: A través del correspondiente Ministerio, reparte los Fondos, proporcionalmente según diversos criterios (población, peso sobre el PIB Nacional, índice de población desempleada.). En el caso del Estado Español y su sistema de Autonomías, habrá que observar una por una cada Comunidad Autónoma puesto que en el caso de tener las competencias en materia de empleo transferidas (caso de la Comunidad Valenciana), transferirle íntegramente los fondos correspondientes a esa Comunidad Autónoma; en caso de no tener las Competencias transferidas (bien porqué no está recogido en su Estatuto de Autonomía, bien porque todavía no está desarrollada esa competencia), se hace cargo directamente el Ministerio a través del INEM. 3. LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS: En el caso valenciano, a través del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (SERVEF), de manera periódica convocatorias principalmente anuales - se convocan los diversos programas que las entidades públicas locales pueden solicitar:

6 Según lo anterior cobra sentido lo expuesto por Schweitzer (2008), cuando sostiene que la cuestión central y clave es maximizar el beneficio que deja el movimiento turístico a la población local, y con ello mejorar su capacidad de decisión sobre su destino y sobre su modalidad de desarrollo. En este sentido ambos dependerán de la forma en que estén constituidas las cadenas de valor que operan en el territorio. Por ello que los actores locales entendidos estos en sentido amplio- asumen un papel fundamental en el proceso de promoción de la actividad turística del territorio, siendo las administraciones públicas implicadas aquellas que han de plantearse las actuaciones necesarias sobre el mismo. Tanto es así que los diversos planes y programas para el fomento de empleo, la mejora de las competencias de formación o la inserción laboral, han sido desarrollados principalmente por Ayuntamientos y Entidades Locales tanto de zonas de interior como de zonas costeras. Entidades que han ido asumiendo de facto las competencias en materia de desarrollo y promoción socioeconómica del territorio, entre las que podemos encuadrar las de turismo. Competencias que a su vez se han materializado en una serie de programas de actuación que cada municipio ha definido conforme a su realidad. El principio activo de los proyectos de desarrollo local basados en los usos turísticos del patrimonio suele obedecer a los intereses convergentes de la administración y de los técnicos implicados. Hay un mercado de proyectos turísticos-patrimoniales en el cual la oferta, por así decirlo, es generada por técnicos procedentes de entidades especializadas como la universidad (a veces desde la propia universidad), integrados en empresas, cuasi-empresas u otro tipo de equipos generalmente pequeños, o trabajando individualmente, que elaboran proyectos a demanda de las administraciones locales en la mayoría de los casos (Prats 2003). Esto es debido en parte a la superación de modelos turísticos de los años sesenta a ochenta conocido como turismo de sol y playa y la incorporación del Turismo Rural ha permitido a muchos municipios introducir temas turísticos como un nuevo sector económico y de empleo donde había un vacío. Les ha posibilitado incorporar novedosos impulsos económicos y ha supuesto ampliar las perspectivas de desarrollo local en zonas que, en muchas ocasiones, se encontraban en una situación económica de estancamiento. La actividad turística se encuadra en la consecución del objetivo enunciado en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea, a saber, el fomento de un desarrollo a) Programas de Formación para diversos colectivos y con diversas características en cuanto a duración y tipología de contratación de los-as alumnos-as trabajadores: Escuelas Taller, Talleres de Empleo, Talleres de Formación e Inserción Laboral (TFIL),. b) Programas de Inserción laboral: tales como los programas EMCORP, PAMER, etc. Cuya finalidad inicial es la de posibilitar la contratación de personas desempleadas de difícil inserción (colectivos de exclusión social, jóvenes en busca de su primer empleo, etc.) 4. LAS ENTIDADES LOCALES: Las cuales, en general a través de sus departamentos de Promoción Económica y/o Empleo, solicitan y gestionan los programas de los que se han sacado convocatoria. En principio, y de manera idealizada puesto que más adelante demostraremos como no es así, pensando en las necesidades de inserción que presentan sus ciudadanos desempleados.

7 armonioso y equilibrado de las actividades económicas, un crecimiento sostenible y no inflacionista que respete el medio ambiente..., con todo se ha producido una paulatina reflexión, a veces de manera inconsciente sobre el modelo turístico deseable: al ya clásico modelo de turismo de sol y playa y se ha incorporado un modelo de turismo de servicios más amplios, culturales, deportivos, de ocio, etc. Esto ha implicado que los municipios, en mayor o menor medida, lo hayan observado como una vía de desarrollo económico, apuntándose de la moda del turismo puesto que genera estímulo del comercio local, supone una fuente de creación de empleo, etc. Aunque sin la planificación estratégica necesaria, puede resultar forzado y artificioso. En zonas turísticas el patrimonio se convierte en un activo añadido a la oferta (cuando no es ya su principal activo) y la rentabilidad de las actuaciones políticas en este sentido se medirá por la capacidad de generar o aumentar flujos de visitantes, así como para fomentar un turismo de calidad (entendido desde el sector, básicamente, como de mayor capacidad adquisitiva). En zonas no turísticas el patrimonio suele cumplir funciones identitarias y de mejora de la llamada calidad de vida en los planos urbanísticos y medioambientales (en las zonas turísticas también), aunque no por ello se suele renunciar, con mayor o menor fundamento, a la expectativa de participar mediante la activación patrimonial y en mayor o menor medida del gran negocio turístico (Prats, 2003). Un proceso no exento de dificultades Esta situación implica múltiples problemas a nivel local. Por un lado, la carencia de una tradición turística en múltiples municipios implica que no existan infraestructuras que puedan asumir la nueva situación: no existe una oferta hotelera, de restauración, etc. Tal y como apunta Pastor (2004) cuando afirma que el turismo puede integrarse de inmediato en un planteamiento del desarrollo duradero dado que son escasas las actividades cuyo éxito depende tan claramente de la necesidad de hacer converger diferentes políticas para superar la complejidad de la actividad turística derivada de la combinación de una actividad económica que generalmente se ejerce a título privado y que se fundamenta en disponer de bienes públicos (espacios naturales, patrimonio cultural, equipamientos para actividades recreativas, infraestructuras de transporte, etc.). Por otro lado, se muestran como turísticos actuaciones acometidas para el mantenimiento del patrimonio, de entornos naturales o culturales o tradiciones del municipio que poseen una mayor reinterpretación desde el punto de vista antropológico que desde un punto de vista del ocio o del turismo 3. 3 Por estas razones, entre otras, desde las diversas Administraciones Públicas, se viene promoviendo y potenciando el desarrollo de proyectos por parte de las entidades locales que vayan encaminadas a generar esa Cultura Turística. La multidimensionalidad de los proyectos genera un beneficio neto para todos los implicados. Observemos un ejemplo: Un municipio (A) ha presentado, como en reiteradas ocasiones, un proyecto de Taller de Empleo para personas desempleadas mayores de 25 años. Pero en esta nueva convocatoria desarrolla una línea de formación más relacionada con el sector terciario, especialmente, el turismo y el medio ambiente aprovechando una zona de recreo alrededor de, por ejemplo, la Ermita existente en el término municipal, para ello se presentan un total de tres talleres formativos: a) monitor turístico y medioambiental; b) mantenimiento de la zona de recreo; y, c) gestión administrativa de entornos turísticos. Un segundo municipio (B), que también ha presentado, como en otras ocasiones un proyecto a la convocatoria anual para el desarrollo de un nuevo Taller de empleo, también desea dinamizar la zona de recreo de la Ermita que existe en su término municipal, para ello

8 Muchos municipios que no poseían una tradición turística arraigada, tenían su fuente de ingresos principalmente en la industria y/o la agricultura, y que poseían proyectos de empleo y/o formación enfocados a la construcción y a sectores laborales relacionados: albañilería, electricidad, etc. No poseían elementos turísticos que explotar o si existía estaban escasamente explotados y tenían poco peso específico dentro de la economía local. Según afirma Santana-Turégano (2007), todos estos planes han de comenzar con una justificación, en que se argumenta la conveniencia de dedicar el territorio a la actividad turística. La menor o mayor necesidad de argumentación dependerá en gran medida de los usos anteriores del territorio y de los agentes implicados en los mismos. Pero el primer paso para el desarrollo turístico es que exista un cambio en la clasificación del territorio que permita la urbanización y la construcción de infraestructuras turísticas. Evidentemente este no es un modelo que haya desaparecido puesto que muchos municipios utilizan esos programas para realizar obras de acondicionamiento y/o rehabilitación de manera subvencionada. Más adelante explicaremos que implicaciones tiene este tipo de políticas locales y el porqué de las mismas. Con todo, el turismo ejercido profesionalmente, puede generar una riqueza, pero también puede propiciar externalidades si no negativos, al menos no positivos. Un claro ejemplo de ello ha sido en el medio rural la apuesta por el turismo como palanca de desarrollo local no es un asunto baladí, sino que alcanza una naturaleza estratégica, ya que las decisiones pueden producir efectos perversos sobre el entorno y la comunidad local. Ser, verdaderamente, un municipio turístico implica que las decisiones gubernamentales y del sector se toman en clave turística (Noguera, Pitarch y Esparcia, 2006). Lo que en la actualidad se valora como un elemento esencial y definitorio es la existencia de la denominada Cultura Turística, es decir, una cierta idiosincrasia sin la cual se observa poco factible la existencia de un municipio ciertamente turístico aunque cuente con recursos potenciales para serlo. Y sin duda, la construcción de esta Cultura Turística es un proceso sumamente laborioso (Noguera, Pitarch y Esparcia, 2006). Se ha producido con el devenir de los años un efecto perverso para el beneficiario final en los municipios, por la confluencia de diversos factores exógenos como endógenos que han confluido en actuaciones técnico-políticas escasamente realistas. Junto a ello, la creciente tendencia al endeudamiento, ya tradicional, de los municipios, implica que se posean graves problemas de financiación, ello implica que se pretendan acciones que supongan en el balance final un abaratamiento de los costes al desarrollo de programas o acciones realizadas por los agentes locales. Esto tiene como consecuencia una bipolarización en el desarrollo local, con una diferenciación sustancial entre lo que debería ser y lo que finalmente es. Deberían de ser una serie de acciones planificadas, técnicamente, dentro de un desarrollo integral y sinérgico del territorio con una planificación tanto a nivel cronológico como de acciones a llevar a término, y en base a esa planificación solicitar y estructurar la financiación a las entidades, en este caso, autonómicas correspondientes. también presenta tres talleres formativos para restaurarla y mantener el entorno colindante: a) Albañilería y pintura; b) Jardinería decorativa; y, c) Cerámica decorativa a mano.

9 Pero esto implica, primero, realizar un análisis real y realista de necesidades del municipio y sobre todo de sus ciudadanos; segundo, llevar a cabo un plan estratégico de desarrollo a corto, medio y largo plazo; y, en tercer y último lugar, solicitar en base a ese plan preestablecido, haciendo confluir de manera coordinada y coherente las necesidades detectadas con los desarrollos emprendidos. Pero lo que es y observamos, supone la solicitud de las subvenciones en base a consideraciones donde subyace más las decisiones políticas que las necesidades valoradas técnicamente. Se actúa con interactuaciones a corto plazo y, las planificaciones, que existen, están subjetivadas a la temporalidad de los programas que se solicitan. De esta manera el Sistema es doblemente perverso; por un lado, el gobierno autonómico posee el control sobre parte de la financiación y, dada la temporalidad, puede renovar o no, dependiendo de factores no exclusivamente técnicos. Y por otro lado, a nivel local, dada la temporalidad de los programas, no se sienten con obligaciones adquiridas por un tiempo excesivamente largo. Así mismo, a través de programas de fomento de empleo o de formación entre otros, se logran financiar intervenciones municipales y, al mismo tiempo, se dotan de personal cuyo coste resulta muy bajo, a la Entidad Local de turno, puesto que el grueso de la financiación proviene de los Fondos de cohesión de la Unión Europea y que cubren necesidades que la entidad local debe de cubrir y que por diversas razones no puede o no quiere cubrir de otras maneras más estables. Con todo ello podemos asistir a una situación a legal, o cuando menos con un uso indebido y poco ético de unos fondos y programas desvirtuando la literalidad de la esencia que lo generó. Podemos asistir a una situación idealmente negativa en la que dado que el Turismo es un nuevo yacimiento de empleo (NYE), según la Unión Europea, en un municipio se generarán acciones con esa capa de pintura para que lograr ser aceptados, con la asunción de todos los agentes implicados, para lograr la financiación de la siguiente manera: 1) Para rehabilitar los espacios culturales, de ocio, sociales y/o religiosos que se pueden mostrar como turísticos, se proyectarán Escuelas Taller con Jóvenes que trabajen de albañiles, carpinteros y las diversas profesiones que se requieren para realizar esta obra. Duración dos años, coste para el Ayuntamiento, ninguno. 2) Para dinamizar, posteriormente la zona que hemos delimitado como de interés turístico local, solicitaremos un Taller de Empleo de personas mayores de 25 años que durante la duración del taller (un año) trabajarán puesto que figuran con un contrato de formación- como dinamizadores, informadores turísticos, monitores socioculturales, etc. 3) Si no existe en el ámbito del municipio ninguna oficina propia de Turismo se puede solicitar un Agente de Desarrollo Local (ADL) Turístico que lo dinamice. Por el contrario si existe oficina turística se puede dotar de personal a partir de la contratación jóvenes titulados universitarios a través de los programas financiados por el SERVEF (Salario Joven) y se puede tener personal administrativo a través de los programas de empleo de interés general y social (EMCORP), donde se puede observar como en el artículo 18 de la orden que regula la subvención de este año se específica en el punto 2 que las obras y

10 servicios se realizaran preferentemente en alguna de las siguientes actividades: servicios de ocio y culturales, tales como promoción del turismo, desarrollo cultural local ( ) 4) Para el mantenimiento medioambiental de los espacios declarados como turísticos se pueden solicitar financiación para la contratación de personal a través de las conocidas como programas PAMER. Con ello contratas a personal que permite mantener el entorno natural: desbroce, mantenimiento y mejora de áreas recreativas, conservación y limpieza En términos de supervivencia política, podríamos decir que recuperar y conservar (salvar) el patrimonio es siempre una actuación extraordinariamente eficaz por el elevado nivel de consenso social que suscita, en cambio activar ese mismo patrimonio de una forma permanente constituye una operación mucho más arriesgada. Esto vale tanto para zonas turísticas como para zonas no turísticas (Prats, 2003). APORTACIONES DEL ESTUDIO EMPIRÍCO REALIZADO Orientaciones metodológicas básicas del estudio Como ya hemos mencionado en la introducción, esta comunicación toma como punto de partida algunos de los resultados obtenidos en una investigación realizada en el año 2006 en el ámbito de la Comunitat Valenciana, que pretendía analizar los efectos de las políticas públicas emprendidas en materia de empleo sobre el territorio. La continuación de la línea de conclusiones que vinculaba directamente las políticas de empleo y desarrollo local con la promoción del turismo, puso en marcha el actual estudio, convirtiéndose en sus principales objetivos: 1. comprobar si realmente todo lo que estos técnicos calificaban como turismo, era turismo o por el contrario simplemente eran actuaciones acometidas para el mantenimiento del patrimonio, de la cultura o de las tradiciones del municipio, y 2. analizar si el modelo de desarrollo económico basado en el aprovechamiento del turismo como recurso endógeno del territorio se había sobredimensionado. Dadas las características del proyecto y el tipo de participantes en el estudio, se optó por una investigación en la que la recogida de la información se realizara a través de la triangulación de técnicas cuantitativas -cuestionario diseñado al efecto- con técnicas cualitativas contacto telefónico posterior con los expertos que permitiera ampliar y concretar determinadas informaciones previas-. Concretamente se recogieron un total de 37 cuestionarios y se habló con al menos 19 de los técnicos anteriores entre los meses de noviembre de 2008 y febrero de Los datos control del estudio A continuación aportamos los datos control de la investigación que nos permiten contextualizarla y valorar su alcance. Para ello, presentamos cuatro tablas que recogen las principales variables independientes del estudio. La primera (ver figura 2), presenta informaciones relacionadas con el tamaño de los municipios participantes en la investigación, permitiendo esta misma tabla comparar su representatividad con el

11 conjunto de la Comunitat Valenciana (ámbito geográfico de referencia). En la segunda (ver figura 3), clasificamos los municipios estudiados según su característica ubicación- geográfica, para lo que categorizamos la misma conforme a tres niveles: municipios de interior (muy relacionado con lo rural), municipios de costa (con playa o a menos de 5 kilómetros de esta) o municipios ni de interior ni de costa (resto de municipios). Igualmente aportamos su referencia en el ámbito autonómico valenciano. La tercera de las tablas (ver figura 4) nos da una perspectiva temporal de la promoción del turismo vinculada con la existencia de un servicio municipal para el empleo y el desarrollo local. Por último, la figura 5 nos presenta quien asume las competencias en turismo en el municipio, bien si es el propio técnico AEDL, una Concejalía, Negociado o Área específicamente destinada a la materia o bien otras. Figura 2. TAMAÑO MUNICIPIOS ESTUDIO ACTUAL COMUNITAT VALENCIANA Menos de habitantes 24 64,86 % ,51 % De a ,11 % 52 9,59 % De a ,92 % 53 9,78 % MÁS DE ,92 % 44 8,12 % TOTAL % % Fuente.- Elaboración propia y Figura 3. CLASIFICACIÓN MUNICIPIOS SEGÚN SU UBICACIÓN ESTUDIO ACTUAL COMUNITAT VALENCIANA Interior 13,60 % 23,30 % Costa 32,35 % 46,71 % Ni de interior ni de costa 54,05 % 29,99 % Fuente.- Elaboración propia y Figura 4. EXPERIENCIA EN DESARROLLO DEL TERRITORIO Años de promoción del turismo Años de funcionamiento de la AEDL Menos de 2 años 2,70 % 2,70 % De 2 a 5 años 54,05 % 35,14 % De 5 a 10 años 37,85 % 51,35 % Más de 10 años 5,40 % 10,81 % Fuente.- Elaboración propia Figura 5. QUIÉN ASUME LA FUNCIÓN DEL TURISMO?

12 La AEDL 64,91 % Una concejalía específica 26,35 % Otros (fundaciones municipales, etc.) 8,74 % Fuente.- Elaboración propia La comprobación empírica de las hipótesis: por qué afirmamos que el turismo se ha sobredimensionado como recurso endógeno para el desarrollo del territorio? Factores como la no existencia de un plan integral de carácter estratégico para el desarrollo del territorio, el motivo que origina la preocupación por el turismo en el municipio, el origen de los fondos destinados a la promoción del turismo, la duda de si el turismo es entendido como una política finalista o instrumental, el alcance y denominación de qué es turismo, la ubicación de la función en la estructura municipal y los recursos propios destinados al efecto como indicador de la importancia asignada a la misma o la no medición de los efectos generados sobre el territorio, nos servirán como plataforma de análisis en este apartado. 1. Por la no existencia de un plan integral de carácter estratégico para el desarrollo del territorio Las actuaciones de promoción del turismo, en general han sido acciones que han carecido de unos objetivos claros, definidos y alcanzables, así como sin unos criterios de coordinación adecuados. La no existencia de un proyecto integral de desarrollo para el territorio, entre las que situaríamos las actuaciones en materia de turismo, dificulta aún más la obtención de efectos sinérgicos sobre el mismo. Todas las acciones emprendidas no responden a una planificación estratégica para el desarrollo del turismo en el municipio, sino que se trata de actuaciones en su mayoría de otros campos que tienen algún tipo de efecto directo o indirecto sobre el mismo, concretamente un 63,21 % de las acciones no son originariamente de turismo (ver figura 6). Por lo tanto no han sido fruto de una concepción clara del desarrollo del territorio al igual que ha ocurrido con muchas otras intervenciones en la esfera local. Figura 6. ACCIONES EMPRENDIDAS Actuaciones única y exclusivamente de turismo 36,79 % Resto de actuaciones con efectos directos o indirectos sobre el turismo 63,21 % Fuente.- Elaboración propia La no existencia de un plan local de actuación para el desarrollo ha derivado en una infrautilización de los recursos disponibles y en la no articulación de una dinámica entre los sectores público y privado, para permitir la puesta en valor de otros nichos de turismo aún no explotados a partir de priorizar el desarrollo endógeno. 2. El motivo que origina la preocupación por el turismo en el municipio

13 Aspectos como la innovación en la gestión municipal, la asunción de nuevas competencias, la oferta de nuevos servicios a los ciudadanos o la simple inercia de copiar aquello que están realizando localidades limítrofes, ha llevado a muchos municipios a abanderar procesos de actuación relacionados supuestamente con el turismo. Entre estos principales motivos alegados por los técnicos de los municipios analizados cabe destacar que casi en un tercio de ellos, la promoción del turismo se origina como una moda por la que se dejan llevar (ver figura 7). Figura 7. MOTIVOS QUE ORIGINAN LA PROMOCIÓN DEL TURISMO EN LA LOCALIDAD Innovación en la gestión municipal 13,51 % Asunción de nuevas competencias (nuevos servicios a la comunidad) 48,65 % Dejarse llevar por lo que están haciendo el resto 32,43 % Otros 5,41 % Fuente.- Elaboración propia A su vez es necesario detenernos en el análisis de la elevada correlación existente entre el número de años que lleva el municipio promoviendo su turismo y la aparición de la agencia de empleo y desarrollo local. En el gráfico siguiente podemos observar dicha correlación que nos indica que en aquellos municipios donde antes se inició la actividad de desarrollo local, antes se empezó a promocionar los recursos relacionados con el turismo. En todos ellos excepto tan solo en dos casos- las Agencias Locales de Empleo y Desarrollo Local han aparecido antes que la función de promocionar el turismo, por lo que podemos entrever una dependencia entre ambas variables (ver figura 8). 12 Figura 8.- CORRELACIÓN ENTRE AEDL Y PROMOCIÓN DEL TURISMO años promoción TURISMO años existencia AEDL 3. El origen de los fondos destinados a la promoción del turismo Muy relacionado con lo anterior está la naturaleza de las actuaciones emprendidas para promocionar el turismo. Al igual que ha ocurrido con muchas otras actuaciones sobre el territorio, la dependencia generada del modelo subvencionado ha sido muy grande. El análisis de la tabla nos da buena muestra de ello, donde tan solo poco más el 20 % de las mismas han sido desarrolladas con fondos propios del Consistorio.

14 Figura 9. FUENTE DE FINANCIACIÓN PROGRAMAS DE TURISMO CON CARGO A SUBVENCIONES NO MUNICIPALES 78,21 % CON RECURSOS PROPIOS DEL AYUNTAMIENTO 21,79 % Fuente.- Elaboración propia La existencia de subvenciones en su mayoría provenientes de los fondos sociales europeos ha permitido la dedicación de muchos recursos para la recuperación de elementos municipales propios (mataderos, iglesias, monumentos locales, etc.). Aspecto que en sí mismo ha sido una limitación del modelo ya que este ha acometido aquellas actuaciones potencialmente subencionables, dejando de lado muchas otras que pese a ser necesidades del territorio no han sido prioridades de actuación. 4. El turismo, política finalista o instrumental? Es la de turismo una de las competencias incluidas bajo el paraguas de actuación del desarrollo local?, es el turismo una política de intervención final sobre el territorio o es una política más de la concepción conjunta que nos ayuda a la consecución del éxito del desarrollo local? Buena parte de las políticas emprendidas sobre el territorio no plantean el fomento del turismo como el objetivo primordial de la actuación sino que el turismo se ve beneficiado gracias al desarrollo de otro tipo de actuaciones, muchas de ellas en la esfera del empleo y el desarrollo local. Como ejemplo citamos algunos de los programas desarrollados desde las Agencias Locales de Empleo y Desarrollo Local con efectos sobre la promoción del turismo: prospección y catalogación de los recursos turísticos existentes en el municipio, contratación temporal de un técnico en turismo para la realización de un estudio (programa Emcorp), mejora de los accesos al municipio, rehabilitación de un edificio municipal (archivo, museo, iglesias, instalaciones municipales, etc..) a través de una Escuela taller o casa de Oficios, programas de formación en materia turística, mantenimiento medioambiental de playas, espacios o parques naturales de la localidad, acciones de promoción y adecuación del comercio local a las nuevas exigencias, apoyo y fomento de iniciativas de empleo en la materia (casas rurales, plazas hoteleras, etc.), declaración de fiestas de interés turístico nacional, y un largo etcétera. 5. La denominación pública de turismo A qué podemos llamar turismo? No se ha definido sino que se ha ido autoconfigurando a sí mismo. Así mismo, la potenciación pública del turismo ha generado una burbuja turística, creada y fomentada principalmente por la denominación utilizada por la administración pública en general. Las administraciones públicas intervinientes han potenciado un modelo basado en llamar recursos turísticos y por extensión turismoa cualquier recurso existente sobre el territorio. Según esta perspectiva y a tenor de lo observado empíricamente, es decir lo manifestado por los municipios, cualquier recurso local puede ser considerado como recurso turístico y cualquier localidad es por extensión turística.

15 En este sentido casi un 90 % de los municipios analizados manifiestan contar con recursos para el turismo, pese a que un porcentaje muy elevado de los mismos un 54,05 % no son poblaciones de costa ni de interior-. Además de que muchos de los recursos que alegan como de carácter turístico no son sino elementos históricos de su patrimonio cultural. Ello lo podemos ver reflejado en la tabla, en la que aparecen como recursos más alegados como turísticos la existencia de un museo municipal, la existencia de una ruta turística municipal determinada o determinados edificios presentes en la localidad. Figura 10. TIPO DE RECURSOS ALEGADOS COMO TURÍSTICOS Museo municipal 45,43 % Ruta turística municipal 89,21 % Edificios (palacios, monumentos, iglesias..) 95,44 % Costa, playa 61,11 % Montaña y parajes naturales 34,56 % Fiestas de interés turístico nacional 23,89 % Fuente.- Elaboración propia Correlación entre recursos de turismo y el tipo de municipio según su ubicación: En los municipios de costa, los recursos de un municipio pequeño son básicamente sus playas, y a medida que van creciendo se observa la diversificación de los mismos, apareciendo la oferta de museos y edificios municipales, entre otros. En los municipios de interior, gran coincidencia en que los recursos turísticos están definidos por su proximidad con la naturaleza. Lo rural se convierte en clave. En los municipios que no son ni de interior ni de costa, el tamaño del municipio no es un factor determinante en el tipo de recursos de turismo alegado, siendo su principal reclamo turístico la existencia de una ruta municipal de visita de los edificios emblemáticos de la misma. 6. La ubicación de la función en la estructura municipal y los recursos propios destinados al efecto que denotan la importancia asignada a la función. Figura 11. EXISTENCIA DE UNA PARTIDA MUNICIPAL ESPECÍFICA PARA LA PROMOCIÓN DEL TURISMO Sí existe 84,58 % No existe 15,42 % Fuente.- Elaboración propia En los municipios grandes (de más de habitantes) o municipios de costa las funciones están diferenciadas, existiendo por un lado la Concejalía, Área o Negociado de Turismo y por otra la de Promoción Económica y Desarrollo Local. Por el contrario en los municipios pequeños, menos de habitantes o que no son de costa ambas funciones confluyen habitualmente en la misma persona o en el mismo servicio, que a

16 tenor de lo observado en la investigación realizada en más del 85 % de los casos es en el técnico AEDL o en la Agencia. Esta situación genera determinadas ventajas o inconvenientes en el desarrollo de la misma, ya que permite la existencia de una política integrada de ambas con una única visión, coordinada que simplifica el desarrollo de ambas, en contra tiene como principal limitación las menores posibilidades de hacer, ya que la capacidad de trabajo de un área es menor que la de dos, por lo que los efectos sinérgicos del trabajo en equipo no aparecerán. Por ello podemos afirmar que en este sentido la figura del técnico AEDL se ha convertido en una pieza clave y fundamental para la potenciación directa o indirecta del turismo a nivel municipal. 7. No se han medido resultados. No se conocen los efectos reales de incluir el turismo en la carta de servicios locales. Se presume pero no se conocen con exactitud. Otra dificultad derivada de la no prospección continua de los recursos del territorio, es que el modelo de desarrollo ha evolucionado hacia una dinámica de actuación totalmente reactiva y nada activa. El municipio necesita mantener su patrimonio histórico, cultural y festivo, sin que necesariamente se transformen estos en recursos turísticos, ya que la incidencia real del turismo en ellos es mínima o al menos no representativa. El 79,11 % manifiesta contar desde hace unos años con una ruta-itinerario tu rístico municipal (de visita obligada para el turista). De ellos, tan solo un 16,74 % ha observado que la existencia de este catálogo haya incrementado la afluencia de turistas (un buen indicador es que en su mayoría no se han incrementado no las plazas hoteleras o de residencia en el municipio). CONCLUSIONES FINALES Tras la investigación efectuada, podemos aducir diversas premisas concluyentes sobre la valoración turística de los recursos del territorio. Por un lado, el esfuerzo que supone el promover un municipio como turístico, labor que recae mayoritariamente en alguna de las concejalías ya creadas (generalmente Promoción Económica): En base a algunos apuntes provenientes de la investigación realizada, todo ello supone una suma de tareas que implica la sobresaturación del departamento, que a su vez puede redundar en la merma de la calidad de los servicios que ofrece al ciudadano, ya que con el mismo personal y recursos se asumen más competencias. Por otro lado, queda demostrado como ya hemos comentado anteriormente, que la mayoría de las actuaciones turísticas que se realizan se imputan a edificios considerados patrimoniales (iglesias, conventos, castillos, etc.) y que requieren de una rehabilitación precisa antes de ofrecerlos al disfrute del cliente-turista. El modelo turístico desarrollado carece por momentos de una lógica de actuación. Como clara ejemplificación podemos exponer el hecho de realizarse actuaciones turísticas en municipios de menos de habitantes nos conduce a una doble lectura: a) no cuentan con las infraestructuras adecuadas para acoger al cliente- turista, ni en dotaciones hosteleras, ni en infraestructuras viarias;

17 b) sin embargo, la salida turística, implica una solución positiva y viable dando a conocer municipios aparentemente sin renombre en esta espacio económico (el turístico), lo cual conlleva un efecto cultural y mediático; y además supone una salida viable ante los graves problemas que atenazan a los entornos rurales (el grueso de los municipios de menos de habitantes), como son: el abandono del entorno por parte de las familias jóvenes, desalentadas por la falta de empleo y oportunidades tanto para ellos como para sus hijos; o la degradación de los entornos culturales, medioambientales y patrimoniales ante la falta de ayudas públicas a su mantenimiento y conservación. La solución turística a los diversos problemas que acucian a los municipios, se nos antoja como una solución a la desesperada, sin planificación frente a la indiferencia de los poderes públicos supra-municipales (Comunidades Autónomas y Estado). Es preciso lograr un equilibrio que beneficie a todos los participantes del proceso y e este sentido nos hacemos eco de las palabras de Vázquez Barquero (2007) y consideramos que la respuesta local debe pasar por definir una estrategia de desarrollo cuyas acciones cumplan objetivos tales como el aumento de la productividad y la competitividad del sistema productivo del territorio y mejora en la distribución de las rentas pero todo ello sin hacer un uso inadecuado del patrimonio histórico y cultural y manteniendo los recursos naturales. A tenor de lo observado en el estudio empírico, a través de esta nueva política de turistificación a presión del desarrollo local, muchos de nuestros municipios no han hecho sino sobredimensionar un modelo que si positivo para el territorio y para el desarrollo de su población, no ha podido ser ofertado con las garantías de desarrollo necesarias. Si bien es cierto que, como podemos observar en el estudio, el grueso de los municipios posee una partida específica de promoción turística es obvio concluir que se trata de una aportación municipal insuficiente para hacer frente a lo que implica desarrollar un municipio con la categoría de turístico. Es constatable además del hecho de precisar de personal cualificado que pueda generar dentro de un entorno de amplio espectro los cambios necesarios del que por falta de medios carecen actualmente las Administraciones locales. En definitiva se demanda unos mínimos, si se desea realizar una labor con calado amplio: recursos económicos de todas las administraciones implicadas, personal cualificado y la implicación de agentes sociales que puedan y deban implicarse profundamente en ese cambio social, cultural, social y económico (Cámaras de comercio locales, asociaciones empresariales y de vecinos, etc.). Esta carencia estructural de recursos en sentido amplio, la no prospección adecuada de sus potencialidades o la exageración de las mismas-, junto a la no concepción integral del territorio, no ha servido sino para generar un modelo no real en muchos casos y lo peor sin una utilidad aplicada, no genera efectos sobre su contexto. El patrimonio local (tanto físico como cultural) ha servido como escaparate de un supuesto reclamo turístico, que por lo observado no ha sido transformado en una realidad, ha quedado en la existencia de una publicidad. No se trata de considerar al patrimonio como un instrumento integral de planificación local (Prats, 2003), sino de hacer de él un uso adecuado. La importancia dada al hecho turístico desde diversos puntos de vista: político, económico, social, etc., no debe suponer un elemento que justifique la validez de cualquier actuación y llevada a cabo de cualquier manera. Se genera una necesidad

18 donde no existía que posteriormente no se puede cubrir. Es por esto que las acciones improvisadas, sin planificación o sin dotación económica o de recursos humanos adecuados, tienden a resultar ineficaces a medio y largo plazo. Sin negar la opción turística como un elemento de desarrollo municipal y de salida viable a problemas sociales y económicos existentes, es deseable una visión menos sesgada del entorno económico de ciertas zonas. De manera generalizada, es preceptivo un análisis más realista y global de la situación de cada territorio que permita ajustar las medidas más idóneas de manera planificada a los problemas existentes. Para lograrlo es necesario que los poderes públicos presten atención a las necesidades detectadas por los técnicos y por los agentes sociales implicados, y no tanto a otras opciones más especulativas que plantean la realización de actuaciones más efectistas que efectivas. Por último, advertir las dudas que plantea un hecho a tener muy en cuenta con posterioridad: el mantenimiento de lo ya creado. Si bien suele sustentarse en la idea errónea muchas veces del desarrollo continuo, según la cual con lo ya creado se generará la suficiente riqueza económica en el municipio de la cual parte se reinvertirá para la mejora y acondicionamiento. Normalmente esta responsabilidad recae en las arcas municipales pero en lo que respecta al turismo la participación privada supone un porcentaje no despreciable, no toda la responsabilidad para indefinidamente por los consistorios.

19 Referencias bibliográficas Ascanio, Alfredo (2004): Las contradicciones del turismo cultural, la economía y la política. En Pasos, Revista de Turismo y patrimonio cultural. Volumen 2. Número 1. Páginas Ascanio, Alfredo (2004): Turismo y desarrollo de la comunidad: un primer paso para rescatar la identidad cultural. En Pasos, Revista de Turismo y patrimonio cultural. Volumen 2. Número 2. Páginas Cachón, Lorenzo (1995): Los nuevos yacimientos de empleo en España: una (primera) visión general. En Revista de economía y sociología del trabajo. Anexo VI. Número 29/30 septiembre-diciembre. Páginas Comisión de las Comunidades Europeas (1993): Crecimiento, competitividad y empleo. Retos y pistas para entrar en el siglo XXI. Libro Blanco. Bruselas-Luxemburgo. Comisión Europea (1995): Iniciativas locales de desarrollo y de empleo. Encuesta de la Unión Europea. Bruselas-Luxemburgo. Noguera, Joan; Pitarch, María Dolores.; Esparcia, Javier (coordinadores) (2006): La actividad turística como palanca del desarrollo local. En Gestión y promoción del desarrollo local. Valencia. Publicacions de la Universidad de Valencia. Noguera, Joan; Pitarch, María Dolores; Esparcia, Javier (coordinadores) (2006): Los recursos turísticos: su gestión y organización en entornos locales. En Gestión y promoción del desarrollo local. Valencia. Publicacions de la Universidad de Valencia. Pastor, Antonio (2004): Turismo: desarrollo duradero?. En Pasos, Revista de Turismo y patrimonio cultural. Volumen 2. Número 1. Páginas Prats, Llorenç (2003): Patrimonio + turismo = desarrollo?. En Pasos, Revista de Turismo y patrimonio cultural. Volumen 1. Número 2. Páginas Rubio, Ángeles (2007): El capital social como instrumento analítico y explicativo de los procesos de desarrollo turístico. Ponencia en el grupo de trabajo de Turismo y Ocio en IX Congreso Español de Sociología. Barcelona, de septiembre de Santana, Manuel Ángel (2007): Turismo, economía y planificación urbana: una relación compleja. En Pasos, Revista de Turismo y patrimonio cultural. Volumen 5. Número 1. Páginas Schweitzer, Pablo (2008): Turismo y desarrollo local. Disponible en Tezanos, José Felix (2006): La explicación sociológica. Una introducción a la sociología. Madrid. Editorial UNED.

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