Aprendizaje crítico, es decir, aprendizaje

Transcripción

1 Aprendizaje crítico, es decir, aprendizaje Resumen: La participación y el debate en clase, como medios para exponer ideas, opiniones o posturas, estimulan y agudizan la elaboración de argumentos sólidos resultando así una estrategia de enseñanza efectiva no solo para la formulación y la reformulación de conceptos sino para la interpretación y reinterpretación de los mismos. Esta práctica de generar argumentos sólidos, además, compromete al alumno no sólo con el tema que se esté tocando en la actualidad sino con su preparación previa para abordarlo, es decir con el andamiaje que cuenta para comprender y relacionar el tema nuevo, andamiaje que resulta fundamental para el aprendizaje significativo. Palabras Clave: Constructivismo, Conductismo, Reflexionar, Argumento, Debate, Aprendizaje significativo, Estudiantes críticos Autor: Mariano Macherione, Diseñador Gráfico Uno de los argumentos que se suele utilizar para criticar al conductismo es decir que éste consiste en darles a los estudiantes respuestas correctas para preguntas que nunca se hicieron, ignorando la influencia de los conocimientos previos sobre lo nuevo que se pretende enseñar, procedimiento que se ubica en las antípodas de la educación constructivista y que resulta contraproducente para un aprendizaje significativo. Por el contrario, el constructivismo busca que el estudiante problematice el proceso de aprendizaje, en un tiempo y espacio determinados, de manera que su propio interés sea el generador de las preguntas y el que motive a buscar las respuestas que transformarán su estructura mental, construida por saberes previos que necesariamente se relacionarán con los nuevos.

2 Pero, Es posible asegurar que las preguntas que los estudiantes se hagan resulten beneficiosas para el proceso de construcción del conocimiento que se lleva a cabo en el aula? Por supuesto que sí, y depende del docente generar el clima, por medio del intercambio, de motivación, de búsqueda, de incertidumbre y de tensión, propicio para un aprendizaje crítico. La participación en clase a través del diálogo, del debate, de la confrontación, de argumentos y de la puesta en común, son las herramientas estratégicas con las que cuentan tanto el docente como los alumnos para llevar a cabo el proceso de aprendizaje. Con respecto a la construcción socio-cognitiva entre pares, Roselli sostiene que: ( ) las perspectivas neo-piegetianas y neo-vygotskianas enfatizan dos fenómenos distintos, aunque complementarios: el conflicto sociocognitivo y la intersubjetividad, respectivamente. El primero alude a la necesidad de confrontación de puntos de vista distintos como condición de crecimiento intelectual. El segundo a la necesidad de construir intersubjetivamente, en un plano de colaboración recíproca, los conceptos y conocimientos a aprender. (1991, p. 80) Esta necesidad de confrontación de la que habla Roselli conducirá a una crisis cognitiva sea cual sea el interrogante que a los estudiantes le surja de la problematización de un tema. Al exponer las preguntas, las posibles respuestas y los argumentos ante un grupo clase, no existe la posibilidad de que éstas resulten intrascendentes para la construcción en colaboración. Por el contrario, todo lo que se exponga a favor o en contra, dará lugar al debate y pasará a formar parte de la experiencia necesaria para la transformación de las estructuras mentales en los estudiantes. Para que el aprendizaje sea significativo, es necesario que los estudiantes que puedan reflexionar, argumentar y reformular ideas propias y ajenas, es decir que sean estudiantes críticos y estos estudiantes críticos nunca estarán satisfechos con un

3 resultado, siempre irán por más, buscarán ser, en términos de Kein Bain, aprendices profundos. Asimismo, buscarán involucrarse con la materia, no sólo de aprenderla sino también de comprenderla. Éstos buscarán sentido, porque cada concepto con el que se vinculan, al funcionar como andamiaje para el siguiente, podrá entrar en conflicto con este último. Ken Bain afirma que los auténticamente buenos profesores buscaban formas de construir estos conflictos en la estructura de la clase. A veces podían enseñar los debates, emparejando pensadores de posiciones opuestas cuando asignaban lecturas a sus alumnos (2004, p. 67). Un aparente problema que se puede dar a la hora de usar como estrategia la participación en clase, es que haya alumnos que no se involucren e intenten por alguna razón (ya sea falta de interés, poco compromiso, falta de comprensión del tema o temor a equivocarse) pasar desapercibidos en medio de las idas y vueltas de sus compañeros, permaneciendo así en una zona de confort, que los mantendrá tan lejos de cometer errores como de ser partícipes de la construcción. Es responsabilidad del docente estar atento a esto último y evidenciar las consecuencias de las diferentes posturas que se pueden tomar ante una construcción colectiva como es el aprendizaje. Tanto participar como no participar son posiciones que se pueden tomar, y que hacen al nivel de compromiso que tendrá cada estudiante como individuo en su formación profesional. Es importante para no inhibir la participación, e incluso motivarla, que el docente explicite que el aprendizaje, en tanto construcción, implica equivocaciones y errores, que no funcionarán como otra cosa que el motor para la elaboración y la comprensión de los nuevos contenidos. La preparación previa es un factor fundamental que influirá en la participación en clase ya que hará sentir a los alumnos con más o menos herramientas para afrontar un debate. Por esta razón y para lograr el compromiso deseado es importante motivar la lectura de textos seleccionados.

4 ( ) al planificar las propuestas de lectura, no es suficiente que los profesores decidamos qué han de leer los alumnos; también resulta necesario que tomemos conciencia de los propósitos que cumple la bibliografía elegida según los objetivos de la asignatura, a fin de comunicar a nuestros estudiantes por qué les pedimos que lean y para qué. (Carlino, 2006, p. 72) Podemos concluir entonces que el docente no sólo debe fomentar el intercambio oral en clase sino que también es su responsabilidad motivar mediante estrategias concretas la calidad argumentativa de los estudiantes, logrando que éstos, sean lo suficientemente críticos, como para dar lugar a la reflexión de cada concepto, y a su reformulación y/o reinterpretación en el tiempo y espacio. Convertirse en estudiantes críticos, es lo que los hará pensar que cada conocimiento nuevo al que accedan, es un andamiaje para el siguiente, dando así rienda suelta al funcionamiento del aprendizaje significativo.

5 Referencias Bibliográficas: Ander-Egg, E. (1999). El taller: una alternativa de renovación pedagógica. Buenos Aires: Magisterio del Río de La Plata. Bain, K, (2007). Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Barcelona: Universitat de València.. Bongio vanni, M. (2009). La nueva cultura académica y el docente inclusivo. Reflexión Académica en Diseño y Comunicación. (11) Buenos Aires: Universidad de Palermo. Bruner, J. (1987). La importancia de la educación. Barcelona: Paidós Educador. Bruner, J. (1997). La educación puerta de la cultura. Madrid: Aprendizaje Visor Cantet, L. (Director). (2008). Entre los muros. [DVD]. París: Haut et Court. Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. México: Fondo de Cultura Económica. Cuerda J. (Director). (1999). La lengua de las mariposas. [DVD]. Madrid: Sogetel. Kaplan, K. (1992). Buenos y malos alumnos. Descripciones que predicen. Buenos Aires: Aique Didáctica. Roselli, N. (1999). La construcción sociocognitiva entre iguales. Rosario: IRICE.