UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA ENTREGABLE 1 PRESENTADO POR: BEATRIZ MARRUGO BERROCAL TUTORA: NEREIDA GONZALEZ

Transcripción

1 UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA ENTREGABLE 1 PRESENTADO POR: BEATRIZ MARRUGO BERROCAL TUTORA: NEREIDA GONZALEZ CARTAGENA D.T. Y C AÑO

2 TEXTO NARRATIVO-REFLEXIVO Por Beatriz Marrugo Berrocal. 20 de abril de 2017 A través del análisis reflexivo sobre Quién soy como maestra? Disfruté de la oportunidad de meditar, reflexionar y aprender al recordar sobre las situaciones o acontecimientos que han configurado mi práctica pedagógica durante estos 28 años de mi vida dedicados a la docencia. Todo comenzó cuando en mi niñez, yo Beatriz Eugenia Marrugo Berrocal, jugaba con mis hermanos a ser maestra en el patio de mi casa. El tablero era una puerta vieja y mi rol en el juego siempre fue el de maestra. Al terminar mis estudios de bachillerato una tía deseaba que estudiara derecho y me presenté pero no pasé en esa carrera. Asistía mucho en esa época a la Iglesia María Auxiliadora y las hermanas me invitaron a evangelizar a los niños del barrio Bruselas. Sentí nuevamente mi llamado a trabajar como maestra de niños. A pesar de la insistencia de mi tía que me presentara nuevamente en derecho, decidí presentarme en el Colegio Mayor de Bolívar. No obtuve el puntaje para presentarme en preescolar en ese momento, y la sugerencia era que me presentara en secretariado porque mi puntaje me servía para esa carrera. 2

3 Insistí varias veces con la rectora del Colegio Mayor de Bolívar, para que me autorizara hacer el examen de ingreso, quien al ver mi insistencia me dio esa maravillosa oportunidad y pasé. Mi visión como maestra cambia y se alinea por medio de experiencias que han marcado mi quehacer pedagógico. Todo comienza cuando ingreso a trabajar al jardín Infantil Castillito Real y soy maestra entre mis estudiantes se encuentra la niña Diana Carolina Suárez, una niña especial con síndrome de Down. Ella tenía problemas de motricidad, lenguaje, aprendizaje. La dedicación, paciencia y amor que tuve que desarrollar con ella para que alcanzara logros como escribir, sumar, leer y relacionarse con sus compañeros, el agradecimiento de su madre por brindarle el apoyo que la niña necesitaba para superar sus límites, agradecimiento por mi motivación a buscar, indagar, investigar y aplicar estrategias que le permitieron satisfacer las necesidades de Diana carolina, transformaron mi ser como maestra. En uno de los párrafos de una carta de agradecimiento dirigida a mí como maestra de Diana Carolina, con copia a Secretaria de educación departamental, el 13 de noviembre de 1990 su madre Sarita Palomino escribe: - hoy para mi pequeña hija Diana Carolina, existen horizontes que evolucionan constantemente. Ella es capaz de absorber cada vez más con el correr de los días. Esta personita especial ha tenido adelanto fantásticos! Para cualquier niña, los logros de Diana Carolina podrían ser simplemente la lección aprendida diariamente. Pero los esfuerzos de mi pequeña hija y los riesgos que acepta para estar 3

4 con nosotros y explorar el mundo, son profundamente heroicos, siempre tratando de encontrar nuevas formas de comprender al mundo y extraer algún sentido de sus percepciones. Gracias Beatriz Marrugo, maestra cuyo talento, cuya humanidad y perseverancia fue determinante y acertada para el logro obtenido. Mientras tanto, yo como madre de Diana Carolina, seguiré manteniéndome absorta en ese gigantesco pero hermoso proyecto: mi hija!. Mi vida de maestra fue dividida en dos, antes de Diana Carolina y después de Diana Carolina. Siento que mi ser, mi vocación fueron robustecidas después de estas oportunidades de enseñar a un ser tan maravilloso y especial. En el transcurrir de mis años como docente han llegado otras Diana Carolina a mi vida, pero con otros nombres y necesidades, entre otros, estudiantes como Rubelio Marín con síndrome de displasia, una niña que fue víctima de violación y que requería un tratamiento especial, niños con maltrato, problemas de agresividad. Cada niño que llega a mis manos, como maestra asumo con responsabilidad mi rol, teniendo en cuenta que ya no es un juego, son personas con necesidades no sólo cognitivas, sino también de afecto, amor, comprensión, respeto que merecen toda mi atención, dedicación, motivación creatividad, como si fueran mis hijos. Los hijos que el Padre Celestial decidió darme en esta tierra. Agradezco a Dios mi don para enseñar y bendecir a través de mi trabajo la vida de estas personitas maravillosas. En la actualidad no tengo a mi cargo niños con necesidades físicas marcadas, pero sí estudiantes que requieren una educación permeada por el amor, la comprensión, la paciencia. Necesidades estas que considero requieren una preparación diferente, ya que, a simple vista no 4

5 son notorias, puesto que son estudiantes que físicamente se ven bien, pero que viven en condiciones algunos de abandono, pobreza, maltrato. Soy consciente de que la educación es muy importante, ya que influye en el avance y progreso de personas, sociedades, provee conocimientos, enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. Por esa misma razón he dedicado parte de mi vida a capacitarme y actualizarme en temas relacionados con mi quehacer docente. Finalmente al realizar esta actividad de recordar lo vivido como docente me da la oportunidad también de evaluar mis prácticas de aula y visualizar de qué manera puedo mejorarla. Surgen entonces, en mí, interrogantes en cuanto a mi actuar como docente en esta época: Soy consciente de los cambios y avances en la educación del país, para aplicarlos en mi aula de clases y brindar una mejor enseñanza a mis estudiantes? Cuán provechoso sería para los estudiantes desde temprana edad una educación centrada en el Proyecto de Vida como herramienta pedagógica? Cómo puedo adoptar y adaptar a mis estudiantes las nuevas directrices en educación programadas por el MEN? 5