Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada de la Bolsa de Cereales Campaña 2010/2011

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Arturo Nieto del Río
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3. Maíz Durante la campaña 2010/11 se sembraron en nuestro país 3.57 millones de hectáreas del cultivo de maíz con destino a grano comercial, logrando una producción a cosecha de 23.

El 90% del área implantada se realizó bajo siembra directa, y al mismo tiempo más del 60% de la superficie maicera se concentró en zonas como el Norte de La Pampa y Oeste de Bs. As.

A nivel nacional se caracterizaron los tres niveles de tecnología para la producción de este cultivo (Figura 3.

1 se puede observar la distribución de las tecnologías analizadas por cada zona de estudio. Observando tanto el Mapa 3.1 como la Figura 3.

1 3. Maíz Durante la campaña 2010/11 se sembraron en nuestro país 3.57 millones de hectáreas del cultivo de maíz con destino a grano comercial, logrando una producción a cosecha de 23.1 millones de toneladas. El 90% del área implantada se realizó bajo siembra directa, y al mismo tiempo más del 60% de la superficie maicera se concentró en zonas como el Norte de La Pampa y Oeste de Bs. As. (IX), Sur de Córdoba (IV), Núcleo Norte (VI), Centro Norte de Córdoba (III), y en el Núcleo Sur (VII). A nivel nacional se caracterizaron los tres niveles de tecnología para la producción de este cultivo (Figura 3.1), siendo en promedio un 66% de Alta (NTA), un 31% de Media (NTM), y un 3% de Baja (NTB). En base a esto último, en la Figura 3.2 y en el Mapa 3.1 se puede observar la distribución de las tecnologías analizadas por cada zona de estudio. Observando tanto el Mapa 3.1 como la Figura 3.2 se destaca que los niveles altos y medios se encuentran distribuidos en la gran mayoría de las regiones del país. El NTB se reconoció puntualmente en las zonas del NEA este (IIe), Centro Norte de Figura 3.1. Distribución (%) de niveles tecnológicos en maíz para la campaña 2010/11 Córdoba (III), Norte de La Pampa y Oeste de Bs. As. (IX), Centro de Bs. As. (X), el Sudoeste de Bs. As. y Sur de La Pampa (XI), San Luis (XIII) y Cuenca del Salado (XIV). Figura 3.2. Distribución de NT para cada zona relevada para maíz Tanto en la Figura 3.3 como en el Mapa 3.2 se pueden observar los materiales de siembra utilizados en la campaña 2010/11, promediando el uso para cada zona analizada. A modo general, se usaron en un 45% de los casos materiales tipo Bt, en un 29% con evento Bt/RR, un 17% de RR y un menor porcentaje (i.e. 9%) de semillas convencionales.

Mapa 3.1. Distribución de NT para cada zona relevada para maíz Tomando como variable la característica Bt (i.e. conjunto Bt + Bt/RR), se distinguen dos zonas que están por debajo del 50% de utilización de este tipo de tecnología, siendo las mismas el Sudoeste de Bs.

%. Esto último se aprecia rápidamente en el Mapa 3.

2 Mapa 3.1. Distribución de NT para cada zona relevada para maíz Tomando como variable la característica Bt (i.e. conjunto Bt + Bt/RR), se distinguen dos zonas que están por debajo del 50% de utilización de este tipo de tecnología, siendo las mismas el Sudoeste de Bs. As. y Sur de La Pampa (XI) y el Sudeste de Bs. As. (XII), ambas con valores cercanos al 30%. Esto último se aprecia rápidamente en el Mapa 3.2. Figura 3.3. Distribución de híbridos por NT en maíz para cada zona Ahora bien, si se analiza la distribución de niveles tecnológicos en base a cada tipo de híbrido utilizado, se desprende que el mayor porcentaje de uso de materiales Bt se registró en el nivel tecnológico Alto (58%), seguido por el NTM con el 50% y por último en el NTB con el 28%. Se aprecia rápidamente en el Mapa 3.2 como los materiales con evento Bt son implementados en mayor medida en las zonas que van desde el centro hacia el norte del país, debido a la mayor presión de plagas predisponentes en estas regiones.

Las semillas con evento doble (Bt/RR) muestran la misma tendencia que los recién descriptos, siendo 35%, 31% y 14% respectivamente para los tres niveles tecnológicos.

3 Las semillas con evento doble (Bt/RR) muestran la misma tendencia que los recién descriptos, siendo 35%, 31% y 14% respectivamente para los tres niveles tecnológicos. En cuanto a los híbridos con evento RR, se observó que el mayor porcentaje se sitúa en el NTB (46%); en el NTM hay un 25% y en el NTA sólo un 11%. Mapa 3.2. Distribución de híbridos por NT en maíz para cada zona Analizando en detalle la fertilización nitrogenada para maíz, se presenta la Figura 3.4 y el Mapa 3.3 que complementa los valores promedios registrados durante el relevamiento. Se identificó un valor de 48,75 kg/ha de nitrógeno como promedio nacional, pudiendo observar en la Figura 3.4 aquellas zonas que se destacaron en el uso de fertilizantes nitrogenados. Estas regiones fueron el NEA Oeste (IIo), Santa Fe Centro (Vc), los Núcleos Norte (VI) y Sur (VII), Centro Este de Entre Ríos (VIII), Centro de Bs. As. (X), Sudeste de Bs. As. (XII), Cuenca del Salado (XIV) y Misiones-Corrientes (XV). Figura 3.4. Niveles de fertilización nitrogenada promedio por NT para cada zona relevada para maíz

Mapa 3.3. Intensidad de uso de nitrógeno por zona en maíz promedios de 17, 12 y 9 kg/ha para cada nivel respectivamente. Por otro lado, en la Figura 3.5 y en el Mapa 3.

4 Mapa 3.3. Intensidad de uso de nitrógeno por zona en maíz promedios de 17, 12 y 9 kg/ha para cada nivel respectivamente. Por otro lado, en la Figura 3.5 y en el Mapa 3.4 se analiza la fertilización fosforada y al igual que en el caso del nitrógeno se distingue por zona y por tecnología. Se identificó a nivel nacional un valor promedio de aplicación de 15,25 kg de fósforo por hectárea. Observando la Figura 3.5, se distinguen las zonas que en promedio aplicaron la menor cantidad de fósforo, siendo las mismas el NOA (I), NEA Este (IIe) y Oeste (IIo), Centro Norte de Córdoba (III), Santa Fe Norte (Vn) y el Sudoeste de Bs. As. y Sur de La Pampa (XI). En la mayoría de las zonas que van del centro al norte del área agrícola nacional, el menor uso de fósforo se relaciona inversamente con el mayor contenido de este nutriente en el suelo de cada región. Analizando la fertilización por nivel de tecnología (Figura 3.4 y Figura 3.5), los kg de nitrógeno aplicado en promedio por hectárea disminuyen desde el NTA hacia el NTB, al observarse valores de 56, 39 y 14 kg/ha para cada uno de los tres niveles. Ahora bien, en el caso del fósforo se observó algo similar, con Figura 3.5. Niveles de fertilización fosforada promedio por NT para cada zona relevada para maíz A modo general, en el planteo de maíz el control de malezas se realizó con glifosato común y/o concentrado, registrando valores promedio a nivel nacional de 4.6 l/ha para el primero y 2 l/ha para el segundo. También se relevó la utilización de pre-emergentes como atrazina y acetoclor en cantidades en base a dosis promedio de 2 y 1 l/ha respectivamente, y también aplicación de 2-4D a razón de 0.4 l/ha. Por otro lado, el uso de insecticidas difiere visiblemente entre zonas y está relacionado en gran medida con el tipo de híbrido utilizado en cada caso, con lo cual fue difícil identificar un planteo

5 promedio a nivel país y debe verse el detalle para cada zona analizada en el presente trabajo. De forma puntual el uso de fungicidas no es una práctica común en el cultivo de maíz, aunque se pudo caracterizar en determinadas zonas del área agrícola nacional. El manejo de las aplicaciones de agroquímicos se analizó en detalle a nivel regional dentro de cada capítulo. Mapa 3.4. Intensidad de uso de fósforo por zona en maíz

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