PROGRAMA No JOSUÉ. Cap. 11:18-15:19

Transcripción

1 PROGRAMA No JOSUÉ Cap. 11:18-15:19 Llegamos hoy al final del capítulo 11 de Josué. Y vamos a considerar brevemente el resumen de las conquistas y la conclusión de la jefatura de Josué en la guerra. Leamos los últimos versículos de este capítulo 11 de Josué, los versículos 18 al 23: Josué 11: y la tierra descansó de la guerra. La campaña de Josué en el norte, no fue tan exitosa como la campaña en el sur. La campaña del norte fue una lucha larga y severa. Pero, por fin, terminó. Josué descansó de las guerras. Había sido General de los israelitas durante cuarenta años. Pasamos ahora al capítulo 12. En este capítulo encontramos los dos reyes que Moisés derrotó y cuyos países conquistó. Y los 31 reyes al otro lado del Jordán que fueron derrotados por Josué. Este capítulo es un diario de las campañas de Josué. Los 24 versículos de este capítulo 12, catalogan a los reyes derrotados. Moisés conquistó los territorios al oriente del Jordán, y aquellos al occidente del Jordán fueron conquistados por Josué. La lectura de la lista de los reyes de Canaán no es muy conmovedora y tiene muy poca importancia espiritual. Sin TTB Página 1 de Programa No. 0331

2 embargo, muestra la importancia que el Dios del universo, da a un detalle así como este. Uno creería que Dios trataría constantemente con los puntos grandiosos, pero Dios es un Dios muy práctico. A veces nosotros vacilamos en llevar a Dios en oración, muchos de los problemitas de nuestras vidas. Pero El quiere saber acerca de cada problema, de cada cosita por más pequeña que sea. Este capítulo puede que sea de poco interés para nosotros, pero no es así para Dios. Hizo un registro de todos estos reyes que se entregaron a Josué. Dios, amigo oyente, tiene interés también en los detalles de nuestras vidas. Comencemos leyendo el primer versículo de este capítulo 12 de Josué: Josué 12:1... Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá al oriente. Un profesor de esos modernistas y liberales preguntó hace años al Dr. McGee: Cree usted que la Biblia sea literal? La contestación del Dr. McGee fue y todavía es: que sí. El profesor le dijo entonces: Cree usted que Dios lleve la cuenta de mis actos en el cielo, y que algún día me juzgará según esa cuenta? Una vez más la respuesta del Dr. McGee, fue afirmativa. Dios está llevando la cuenta. Y Josué capítulo 12 es una cuenta de los reyes conquistados. No sabemos nada en cuanto a estos reyes, pero Dios sí lo sabe todo. Amigo oyente, hay dos libros: El libro de las obras, y el libro de la vida del Cordero. Y el nombre suyo está escrito en uno de estos dos libros. Se escribe en el libro de la vida del Cordero, cuando usted amigo oyente, confía en Jesucristo como su Salvador personal. Su nombre nunca se hallará escrito allí mediante su propio esfuerzo. Si su nombre se encuentra en este libro, usted va al cielo. TTB Página 2 de Programa No. 0331

3 También existe el libro de las obras. Y registra los detalles de todo lo que usted jamás haya hecho. Les dará mucha pena a muchos cuando descubran que lo único que hicieron fue dar un vaso de agua fría que no les costó nada. Amigo oyente, Dios sabe todo en cuanto a sus obras. y El lo tiene todo escrito, pues es de interés para Dios. Esto añade una verdadera dimensión a la vida, no le parece? Y pasamos ahora al capítulo 13 de Josué. Tenemos aquí en este capítulo 13 los límites de la tierra que queda sin conquistar. La herencia de las dos tribus y media. La herencia de Leví y la muerte de Balaam. Este capítulo revela que toda la tierra no estaba ni había sido poseída. Comencemos pues leyendo el primer versículo de este capítulo 13 de Josué: Josué 13:1... y queda aún mucha tierra por poseer. Hemos llegado al capítulo 13 de Josué. Hay 24 capítulos en este libro. Josué ya es viejo y entrado en años. No podrá guiar a los hijos de Israel por mucho más tiempo. Es el líder que Dios usó para tomar posesión de la tierra, pero las guerras ya se han terminado. Josué tenía 80 años cuando Dios le llamó, y ahora tiene unos 120 años. Había guiado a Israel por 40 años. Parece que el tiempo ha pasado más rápido desde que Josué se hizo cargo de los israelitas. La jornada por el desierto, hablando comparativamente, parecía ser larga y fastidiosa. Moisés sabía muchísimo en cuanto al desierto. El había pasado 40 años en el desierto de Madián, y 40 años guiando a los israelitas a través de aquel territorio árido. No es extraño pues que dijera las siguientes palabras allá en el capítulo 1 de Deuteronomio, versículo 19: Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea. TTB Página 3 de Programa No. 0331

4 Ahora, Israel está en la tierra que fluye leche y miel. Están tomando sus posesiones. El tiempo va volando. El tiempo no pasaría tan despacio para algunos, si estuvieran viviendo una vida para Dios. Cuán rápido se va el tiempo cuando uno está sirviendo a Dios! Al parecer, a Israel le va bien. Los israelitas entraron en la tierra y llegaron hasta el mismo centro. Conquistaron el sur y avanzaban para conquistar el norte. Pero, Josué capítulo 13 y versículo 1, nos dice que quedaba aún mucha tierra por poseer. Amigo oyente, después de hacer un trabajo tremendo, esto continuará siendo cierto en cuanto a usted y en cuanto a mi. Ha sido verdad en cuanto a todo siervo de Dios. Nunca logrará hacer todo lo que quiere hacer. El apóstol Pablo escribiendo a los Filipenses, dice en el capítulo 3, versículo 12 de esa carta: No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Dios le había dicho a Josué que todo lugar que pisara la planta de sus pies, sería de ellos. Sin embargo, ellos no marcharon sobre toda la tierra. Y nunca nos será posible amigo oyente, apropiarnos de todas nuestras posesiones espirituales. Hay algunos santos que creen que las han poseído todas. Creen que no hay nada más que ellos puedan aprender o hacer. Están satisfechos con la vida que viven y no tienen ningún deseo de proseguir a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, como dice el apóstol Pablo en su carta a los Filipenses, capítulo 3, versículo 14. Ahora, la comisión de Josué ha terminado ya. Ya no es el General Josué. Su próxima responsabilidad es la de repartir la tierra, y especialmente cerciorarse de que las promesas de Moisés a las dos tribus y media sean confirmadas. Leamos los versículos 7 y 8 de este capítulo 13 de Josué: TTB Página 4 de Programa No. 0331

5 Josué 13: Jordán al oriente, según se la dio Moisés siervo de Jehová. La comisión de Josué, como la vimos en el capítulo 1, versículo 6, no solamente incluyó el sojuzgamiento de la tierra, sino también la repartición de ella. Asignó no tan sólo aquellos territorios de Canaán que ya habían sido conquistados, sino también aquellos que todavía debían ser conquistados, debían ser tomados. Y llegamos al capítulo 14. En este capítulo las nueve tribus y la media tribu, reciben su heredad por sorteo. Caleb por privilegio recibe a Hebrón. En este capítulo 14 se le da Hebrón a Caleb quien nació como esclavo, y que era compañero de Josué. Estos dos hombres eran los únicos espías que dieron un informe favorable. Según este capítulo 14, versículo 11, Caleb había descubierto la fuente de la juventud. Tenía primero: Fe para olvidarse del pasado. En segundo lugar, tenía fe para hacer frente a la realidad. Y en tercer lugar, tenía fe para hacer frente al futuro. Leamos pues los primeros dos versículos de este capítulo 14 de Josué: Josué 14: Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu. Desde Dan en el norte hasta Beerseba al sur, se reparte la tierra entre las tribus. Rubén, Gad, y la media tribu de Manasés, quedan a la orilla oriental del río Jordán. Luego, empezando en el sur y siguiendo hacia el norte, tenemos las tribus de Simeón, Judá, TTB Página 5 de Programa No. 0331

6 Benjamín, Dan, Efraín, Manasés, Isacar, Zabulón, Neftalí y Aser. versículo 5 y leamos hasta el versículo 8 de este capítulo 14 de Josué: Pasemos ahora al Josué 14: pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. Caleb era un hombre que cumplió siguiendo a Jehová su Dios, como dijo él mismo. Y amigo oyente, si usted quiere saber una receta para tener una vida larga y buena, aquí la tiene. versículos 10 y 11 de este capítulo 14 de Josué: Josué 14: mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Caleb tiene ahora tiene 85 años y todavía le es posible decir que está tan fuerte como el día en que Moisés le envió a Canaán como espía. Durante la jornada por el desierto, todos los de la generación de Caleb que salieron de Egipto murieron, excepto Caleb y Josué. Estos hombres, junto con diez espías más, trajeron informes con respecto a la tierra de Canaán. La pregunta era: Le sería posible conquistar la tierra a Israel? Josué y Caleb creyeron que con la ayuda de Dios, Israel podría salir victorioso en la conquista de la tierra. Los otros diez espías vieron gigantes en la tierra y quisieron volver a Egipto. Quisieron volver a la esclavitud, las ladrilleras, los látigos de los capataces, las cadenas, los hierros y las prisiones. El Señor Jesús dijo allá en el capítulo 9 del evangelio según San Lucas, versículo 62: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. El Señor no hace ningún arreglo para que usted reniegue, cuando le da a usted una tarea que hacer. Dios había llamado a Israel a entrar en la tierra de Canaán, y Caleb creyó que podían conquistar esa tierra. Muchos hermanos hoy en día, si pudieran hablar con Caleb dirían: Ah, mi hermano TTB Página 6 de Programa No. 0331

7 Caleb, no es terrible andar por allá en ese desierto? Y Caleb probablemente les respondería: Claro que hace muchísimo calor, pero he estado pensando en esas uvas que vi en Escol, y en la ciudad de Hebrón, la cual a mi padre Abraham le gustó muchísimo. Deseo tener ese lugar para mí mismo, y allí es adonde voy. Caleb, aun en el desierto, podría pensar en el futuro. Tenía una gran esperanza, y ésta lo mantuvo joven. No se envejeció en el desierto. Los demás de su generación murieron en el desierto, mientras Caleb disfrutó de toda bendición espiritual que era suya en el Señor. Amigo oyente, permítanos preguntarle: Disfruta usted de toda bendición espiritual que Dios tiene para usted hoy en día? Usted dirá: Tengo muchos problemas. Bueno, sabemos que los hermanos tienen muchos problemas durante el curso de sus vidas. Y simpatizamos con ellos, pero debemos acudir a nuestro Señor, a El, que ha prometido estar con nosotros en todo tiempo. Ahora, debido a que Caleb creyó a Dios y era un hombre de fe, el pudo decir en el versículo 12: Josué 14:12... estará conmigo, y los echaré, como Jehová a dicho. Usted recordará que cuando estudiábamos el Génesis, vimos que Abraham fue a Hebrón, que significa comunión. Era un lugar de comunión. Caleb tenía comunión con Dios, y ahora quiere residir en Hebrón. Leamos ahora los versículos 13 y 14: Josué 14: había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel. Amigo oyente, algún día recibiremos nuestra recompensa. Y no seremos recompensados según la gran cantidad de trabajo que hayamos hecho para Dios, ni según nuestra prominencia, ni popularidad. Lo importante será si hemos o no hemos cumplido TTB Página 7 de Programa No. 0331

8 siguiendo a Jehová nuestro Dios. Sí, había gigantes en Hebrón, pero era el mejor sitio, y Caleb un hombre de Dios tomó posesión de ella. Ah! amigo oyente, que prosiguiéramos a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, como dice el apóstol Pablo. Llegamos ahora al capítulo 15. En este capítulo tenemos los límites del territorio de Judá. La parte de Caleb. Otoniel toma a Axa por mujer. Las ciudades de Judá y los jebuseos no son conquistados. En este capítulo llegamos al lugar donde la tierra en realidad se reparte. Veremos el territorio de Judá en la tierra prometida. En el capítulo 14 dimos una ojeada a Caleb. Lo que mató a los demás de su generación en el desierto, hizo fuerte a Caleb. La piedra sepulcral llegó a ser su estriberón. Ellos se envejecieron, pero él se puso más joven. Había gigantes en la tierra y los otros temblaron. Se creían ellos mismos como langostas. Y Caleb se hubiera creído langosta también, pero sabía que Dios estaba a su favor. Su corazón estaba libre de temor. Martín Lutero dijo en una ocasión: Uno con Dios constituye una mayoría. Y Caleb sabía que Dios era mayor que los gigantes. El apóstol Pablo dijo en su carta a los Filipenses, capítulo 3, versículo 13: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. Caleb así como Pablo, tenía esperanza en cuanto al futuro. Adoniram Judson era misionero en Birmania. Por doce años laboró en esa tierra sin lograr ningún convertido. Su Junta Misionera, que ni aun sospechaba la situación, ni se daba cuenta de la gran obra que desempeñaba el misionero, le mandó una carta TTB Página 8 de Programa No. 0331

9 diplomática sugiriéndole que quizá sería mejor regresar a casa. Después de ofrecerle unas pocas sugerencias más, le preguntaron: Qué le parece el futuro? La respuesta del señor Judson fue: El futuro es tan brillante como las promesas de Dios. Y Caleb vivía así. Con esa expectativa. Y nosotros amigo oyente, también debemos vivir con ella. En este capítulo 15 los israelitas toman posesión de lo que es de ellos, y nosotros también debemos hacer esto. Dios dio a Caleb la ciudad de Hebrón. Y Dios quiere darnos a nosotros también, bendiciones espirituales. Todo lo que necesitamos hacer es alargar la mano para recibirlas, porque Dios está dispuesto a entregárnoslas. Y aquí amigo oyente, vamos a detenernos porque nuestro tiempo ya se ha agotado. Continuaremos Dios mediante con este interesante estudio, en nuestro próximo programa. Será pues hasta entonces, que las bendiciones del Señor le acompañen ahora y siempre. TTB Página 9 de Programa No. 0331