Gonela encordada, Vidal Mayor,

Transcripción

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2 Esta guía no pretende ser un texto exhaustivo de vestuario, ni tampoco un artículo científico sobre indumentaria medieval de la segunda mitad del siglo XIII. Esta guía únicamente pretende mostrar mediante ejemplos de fuentes de ese periodo las prendas fundamentales de uso por parte de la alta nobleza aragonesa y catalana asistente a Cortes. Asimismo, esta guía no va a ahondar en la historia de cada prenda, ni en la etimología de su denominación, ni va a contraponer ejemplos de otras prendas anteriores ni futuras. Tampoco va a ahondar en temas relacionados con las telas, los útiles textiles, el modo de la urdimbre, los talleres o los tintes. Para toda esta información remitimos al lector a la amplia bibliografía para el siglo XIII, mucha de la cual puede descargarse en plataformas como Dialnet, CSIC o los repositorios digitales de las universidades españolas y de los museos del traje. La guía que tienes delante pretende solo nombrar las prendas básicas de uso para el brazo social de tu personaje, reparando en las modalidades de las mismas con arreglo a las fuentes que se van a aportar. Por otro lado, solo se incluyen prendas específicas para hombres, pues lo común es que fuera el sexo masculino el que representara a los brazos en Cortes. Las excepciones en las cortes de 1289 para mujeres serán tratadas de forma individual, lo mismo para su vestuario. Por supuesto, cualquier variación o corrección que los recreadores deseen hacer a lo prescrito por esta guía, podrá hacerse siempre que se aporte la fuente correspondiente que lo respalde. Y, de hecho, será bienvenida para el progreso del conocimiento de todos los recreadores. En las Cortes medievales se asume en la mayor parte de los territorios occidentales una estructuración unicameral tripartita, con la reunión en un mismo edificio, aunque por separado, de los tres brazos: nobiliario, clero y real. Dentro de esta estructura jugaban un papel fundfamental los Ricoshombres, llamados rics homnes en Aragón y richs homs wn Cataluña. La alta nobleza aragonesa y catalana conformaba un grupo de presión muy poderoso que se arroga la responsabilidad de haber sido el estamento responsable del nacimiento de las cortes medievales. la nobleza, my poderosa, le exige cortes al monarca, mecanismo a ojos de esta fundamental para controlar los resortes del reino. Asimismo, el rey necesitará de este poder nobiliar para conseguir sus propósitos expansionistas. La nobleza, pues, constituye un círculo cerrado y muy poderoso, en cuya cúspide asientan varias familias que han crecido unidas al propio destino de la Corona de Aragón. De hecho, los nobles se consideran iguales al rey, al que tratan como Primus inter pares. Se trata de una élite que se conoce entre sí y se relaciona, tanto bien como mal, por formar parte de la cúspide de la pirámide social en la Edad Media. En 1289 las revueltas nobiliarias están a la orden del día. No hace ni seis años que ha nacido la Unión aragonesa, un pacto entre las principales familias nobles y varias ciudades del reino de Aragón en contra de la monarquía. La traumática ruptura del sistema de tenencias en el aparato feudal aragonés, la política de repartición del reino de Valencia cuarenta años atrás, la dotación de un aparato legal distinto al aragonés para este reino y la predisposición de la corona a expandir los territorios por el Mediterráneo en beneficio de la nobleza y oligarquías catalanas, son algunos de los factores que han hecho prender la mecha. La nobleza en Aragón es ahora un polvorín que mediante su influencia militar ha obligado a Pedro III y Alfonso III a autorizarle privilegios excepcionales. Este enconamiento de las posiciones hará reaccionar también a la nobleza catalana, que utilizará la convocatoria de Cortes Generales de 1289 para desgajar del mismo modo una serie de privilegios de clase mediante el uso de la vía pacífica. No olvidemos que la población de la Corona a finales del siglo XIII se estructuraba en un 50 % de los habitantes para el principado de Cataluña, un 25 % para el reino de Aragón, un 21 % para el reino de Valencia y un 4 % para las islas. Como es obvio, la nobleza estará formada por personas de nivel social alto, con uso de telas propias de esta posición: hilo y lana de buena calidad, o seda (brocado, tafetán ), tapicería y tejidos andalusíes. Primero de todo hay que considerar que el tratamiento y la construcción de los tejidos han variado sobremanera del siglo XIII a la actualidad. La industria textil, al igual que otras industrias, ha evolu-

3 cionado de tal modo que la reproducción de tejidos medievales se suele hacer, en la mayoría de los casos, utilizando técnicas actuales. Del mismo modo, la composición de los tejidos se ajusta a cánones de producción de la actualidad; los linos y las lanas naturales tienen un precio elevado en correspondencia con sus homólogos mixtos. Por ello, desde la organización nos gustaría que los tejidos fueran en mayor medida naturales, pero entendemos que lo más práctico es el uso de tejidos económicos e idénticos a los naturales, por lo que su composición en un 80 x 20 (natural/acrílico) o un 60 x 40 estarán autorizados, siempre y cuando las prendas tengan el aspecto natural adecuado; queda a discreción del recreador usar tejidos que se ajusten al personaje a recrear. Los colores para los nobles serán similares a los colores que vestirán otras clases dirigentes de la Corona, por lo que estarán aceptados los colores vivos. Asimismo, los colores naturales también pueden ser usados. Hay que considerar que en siglo XIII comienza a extenderse el uso de las prendas en dos colores (amaetadas), y su utilización entre las clases altas llegó a estar muy extendida. Los cuellos de las prendas pueden ser redondos (sencillos), en amigaut, abotonados o con abertura vertical, en cuyo caso en ocasiones se cerraba con una brocha a modo decorativo. Desde la organización apelamos a los recreadores para que dejen el menor número de detalles posible a la reconstrucción especulativa, documentando lo máximo posible tales detalles para una profunda aproximación al último tercio del siglo XIII. Prescrito y obligatorio el uso de camisa propia del siglo XIII, calzón y calzas. Las calzas pueden ser ricas en función del poder adquisitivo del personaje. Las correas para sujetar las calzas a la altura de la rodilla (preferiblemente de cuero), aunque las fuentes las muestran en piernas de miembros de clases bajas, podrán ser usadas y deberán cerrarse mediante un cierre de lengua de serpiente o hebilla. Sobre la ropa interior la gonela (túnica), de uso totalmente extendido. Prescribimos dos subtipos, con sus respectivos modelos e inclinaciones: la gonela clásica de corte sencillo y ceñida a la cintura mediante cinto, y la gonela encordada. Esta última la prescribimos para los nobles. No obstante, se autoriza el uso de ambas. la segunda es prenda ceñida, cerrada mediante cordones en un lateral o, excepcionalmente, detrás; la gonela encordada denota poder y riqueza de aquel que la lleva. No obstante, también la vemos en artistas o músicos, como es el caso de las Cántigas de Santa María o en la techumbre de la catedral de Teruel Gonela encordada, Vidal Mayor, De uso general y extendido también es el Pellote. En la última década del siglo XIII tenía ya las aberturas de las mangas muy amplias, dejando un segmento prácticamente estrecho de tela que iba del cuello al halda. Se lleva sobre la gonela, y en los hombres es corto. Puede llevar forro interior de piel de animal, en función del periodo del año. El cinturón cierra la gonela por dentro, no sobre el pellote. I) El tabardo: Generalizado su uso con mangas voladizas. Las fuentes lo muestran en gran medida sobre jueces, escribas, letrados y nobles. Puede ir sobre el pellote y es más grueso que este, a menudo forrado también con piel. Es prenda de viaje, ideal para asistentes a Cortes que proceden de tierras lejanas de la Corona. Las fuentes lo muestran ceñido con cinto u holgado sin él, y en ocasiones con capucha. II) La Garnacha: Prenda de semejanzas orientales, del mismo tenor que el tabardo pero con

4 Gonela encordada, Cántigas de Santa María, Pellote sobre gonela encordada, Techumbre de la catedral de Teruel, hechuras más holgadas y gruesas. Muestra también las mangas voladizas, sacando los brazos por las escotaduras. Es plenamente una prenda gruesa de abrigo y de viaje, forrada de piel. No se ajusta con cinto. La capa es una prenda usada por casi todas III) La piel o aljuba: prenda de origen románico, las clases sociales, no obstante, las clases altas y adinmuy usada en el siglo XII y primer tercio del XIII. Se eradas las decoran y las portan de una gran calidad. trata de un elemento ancho, usado de abrigo, Para finales del siglo XIII se admiten los con mangas amplias. siguientes tipos de capas: I) Capa semicircular: Cerrada con brocha. II) Capa de cuerdas. Pellote sobre gonela encordada, Cántigas de Santa María, Tabardo con capa de cuerdas. Sepulcro de Bovoque Espine, 1287, Iglesia de Cordeliers (Francia).

5 Tabardos con mangas. Arthurian romance, Tabardo y tabardo amaetado. Arthurian romance, Tabardo sobre túnica de cuello abotonado, sepulcro de Jean Montopoli, 1291, Iglesia de San Praxedes (Italia) III) Capa con escotadura lateral: para sacar el brazo. IV) Redondel: Capa circular abierta por un costado que circuye a quien la lleva. También puede llevar escotadura lateral para extraer el brazo. Estos modelos, y en concreto el redondel, pueden ir acompañados de almuza o muceta, una prenda recubierta de piel y pelo de animal que cubría el cuello hasta los hombros y se superponía a la propia capa. Tabardo, Biblia Historiale, La cabeza en el siglo XIII, como ha sido harto repetido, iba siempre cubierta, tanto por higiene y pudor como por costumbre. El uso generalizado de la cofia o crespina es total. Esta ha de ser blanca o natural, y de una costura central. A finales de siglo, la crespina tiende a ser pequeña, mostrando el flequillo y la nuca. Puede ser sencilla de lino, o puede estar decorada o tejida con ricas telas según la alcurnia del portador. Siempre va aunada bajo el mentón. El capiello cilíndrico es propio de este siglo, y de uso altamente extendido. No se admite su uti-

6 Capiello de ala aguda. Su uso en clases altas fue muy extendido. Es totalmente obligatorio llevar calzado de recreación, hecho mediante técnicas tradicionales y libre de elementos plásticos. El calzado debe responder a modelos de la baja Edad Media, evitando los modelos altomedievales (no están permitidos). Bien zapato bajo, cerrado con hebilla o cordón; bien Çapata (lo que llamaríamos botín). Esta última pieza se vestía en pies de personas adineradas, pues solían ostentar abundantes adornos. Las botas de caballería también pueden ser llevadas por miembros de la nobleza. Queda vetado para estas clases el uso de calzado propio de las clases bajas como abarcas o suelas (lo que conocemos en la actualidad como sandalias). Bonete, brocha en túnica y capa de cuerdas. Sepulcro de Reinhard Varch, 1290, abadía de Pforta (Alemania). lización con la crespina simultáneamente. Puede estar adornado con pedrería o bordados. Nosotros prescribimos el uso de capiello decorado para las clases altas. También se prescribe el uso del bonete en sus dos opciones: circular de ala vuelta y en forma de boina. Ambos se admiten con o sin crespina. El capirote en su modalidad de la segunda mitad del siglo XIII. Puede usarse a la usanza clásica o a la usanza propia de este final de siglo y todo el XIV, tal como muestran las fuentes, que es con la cabeza colocada sobre la abertura destinada al rostro, cayendo el cuerpo de la prenda de forma lateral. El pico debe ser pequeño. Puede ir abotonado al frente. Capas de cuerdas sobre tunicas clasicas. Histoire d Outremer ( ). Capa con brocha. Nuova Crónica, finales de siglo XIII.

7 Otro ejemplo de capa con Brocha. Decretum de Tours, Crespina de una costura. Histoire d Outremer, Boina y bonetes de ala vuelta, Vidal Mayor, Redondeles con muceta. Cántigas de Santa María, De tela o de cuero, finos propios de la época. Las hebillas deberán respetar los modelos IB, IC, ID, IE e IF que muestran la imágenes. Lo mismo para cintos de armar, tanto de cintura como de hombro. Asimismo, la organización insta a considerar que ninguna de las fuentes para el último tercio del siglo XIII muestra el uso del típico nudo medieval que todo recreador realiza, pasando uno de los cabos entre una argolla hecha previamente al lado de la hebilla. No obstante, entendemos que la forma de acortar el cinto, aunque no lo muestren las fuentes del periodo, debió ostentar múltiples posibilidades, por lo que no prescribe ni prohíbe nada a este respecto. Capiello cilíndrico. Cántigas de Santa María, Guantes: denominados luvas en el siglo XIII. Se admiten de cuero, de lana, lino o de seda. Prescribimos para interpretar personajes de la alta nobleza aragonesa o catalana el uso de luvas de cuero, en colores marrones, negros o blancos; o de seda como algo excepcional. Brochas: Su uso, aunque no común como en siglos anteriores, se siguió practicando durante el sig-

8 cintos, hebillas, prendas... El uso de joyas o la muestra de bolsas con monedas también serán detalles que enriquecerán la interpretación de estos personajes. Capirotes. También puede apreciarse el uso de garnacha sobre tabardo. Usatici et Constitutiones Cathaloniae, La segunda mitad del siglo XIII es época de cabellos de media largura, arreglados pero sueltos. La barba no está de moda, como sí sucederá en el siglo XIV; pero a finales de esta centuria ya podrán comenzar a verse incipientes barbas. Como se ha indicado, el cabello debe estar recogido y no suelto a la vista. Desde la organización se permite la libre configuración de la apariencia propia, sin prohibir nada en especial, únicamente lo meramente formal (como cabeza cubierta, por ejemplo). El uso de tintes para el pelo también estaba difundido, incluso en los hombres, como hemos descubierto recientemente tras abrir el sepulcro de Pedro III el Grande. Sombrero ala aguda. Nuova Crónica, finales del siglo XIII. lo XIII. Es lo que en centurias pasadas llamaríamos fíbula. Se usaba para afiblar las capas semicirculares o los escotes de gonelas y otras prendas. Tenían alfiler y estaban ricamente decoradas. Limosneras: No se permite el uso de bolsos de cuero, únicamente de tela (limosneras). Pueden ser de pequeño tamaño o más grandes, colgadas del hombro. A finales del siglo XIII tienden a ser de distintas formas, predominando las cilíndricas o planas. Otros elementos como cuernos también quedan prohibidos; su uso personal es totalmente inexistente en las fuentes, solo documentado junto a elementos de escribanía para usos ajenos a los meramente personales. Luvas blancas de cuero. Arthurian romance, Para todos aquellos que interpreten a nobles aragoneses y catalanes, aconsejamos la condimentación del vestuario y atrezzo propio con el uso y la porta de elementos propios de su estamento. Así, es aconsejable el uso de motivos heráldicos propios en Limosneras, finales del siglo XIII.

9 Diagrama de hebillas prototípicas. Siglo XIII. Para la organización priman estas reconstrucciones ideales para los distintos tipos de personajes asistentes a Cortes, tal como muestran las miniaturas más abajo. Para la interpretación de un rico hombre o miembro de la alta nobleza aragonesa, catalana o valenciana, prescribimos: Ropa interior preceptiva, con posibilidad de telas ricas para las calzas. Gonela encordada, con margomaduras y orofres. Pellote de rica hechura, sin restricción específica de color; tabardo de misma calidad y/o aljuba. Capa en cualquiera de las modalidades reseñadas, con Vidal Mayor, posibilidad de almuza. Capiello cilíndrico o capirote. Calzado bajo de buena calidad; posibilidad de usar botas de caballería. Atrezzo complementario que aconsejamos: anillos, llamativo cinto con su hebilla, luvas de calidad y otros complementos como limosnera. Cinto de armar y espada de ceremonia. Esta prescripción siempre es orientativa, no obligatoria. El recreador puede variar alguno de los elementos aquí expuestos por otros, o añadir a discreción, siempre y cuando se acerque a la imagen del personaje que Cántigas de Santa María, va a recrear.