INFORME SEMESTRAL SOBRE INSERCIÓN LABORAL DE LA POBLACIÓN INMIGRADA. SEGUNDO SEMESTRE Dirigido por: Miguel Pajares. Resumen

Transcripción

1 INFORME SEMESTRAL SOBRE INSERCIÓN LABORAL DE LA POBLACIÓN INMIGRADA. SEGUNDO SEMESTRE Dirigido por: Miguel Pajares Resumen Residentes extranjeros. A 30 de junio de 2003 había, en España, residentes extranjeros en situación legal. El crecimiento, respecto a la misma fecha del año anterior había sido del 11,3 %. Cataluña cuenta con el 24,5 % de los residentes extranjeros que hay en España, es decir, uno de cada cuatro. Las proporciones de estos residentes, en función de sus lugares de origen marcan alguna diferencia entre Cataluña y el resto del Estado. Los marroquíes están en Cataluña en una proporción bastante más alta que en España. Mientras en Cataluña son el 31,4 % del conjunto de los residentes extranjeros, en España son el 21,3 %. Los procedentes de la Europa del Este y los latinoamericanos están más concentrados en Madrid (es particularmente importante la concentración en Madrid de ecuatorianos). Podemos decir que en Cataluña hay menor proporción de los grupos que han protagonizado las inmigraciones más recientes, o dicho de otra manera, que la población inmigrada en Cataluña cuenta con una media de años de residencia mayor que en el resto del Estado. Ello se corresponde con el hecho de que la proporción de permisos permanentes es, en Cataluña, mayor que en el resto de España. A los inmigrantes que cuentan con residencia legal debe sumarse los que se hallan en situación irregular. Algunas estimaciones indican que éstos

2 pueden ser entre la cuarta y la tercera parte del total de la población extranjera que vive en España. Los colectivos que sufren una mayor irregularidad administrativa son los que han protagonizado las migraciones más recientes, coincidiendo con los que, como vemos en otros capítulos, tienen una mayor tasa de ocupación laboral. Extranjeros en alta laboral. A inicios del segundo semestre de 2003, en España había casi un millón de extranjeros en alta laboral, lo que suponía casi el 6 % de la población trabajadora en su conjunto. El crecimiento de extranjeros en alta laboral en los 3 últimos años se ha mantenido en torno al 38 % anual. Sin embargo, en el primer semestre de 2003, el crecimiento ha sido del 13,4 % (lo que supone un crecimiento anual del 26,8 %). Se ha producido un descenso significativo del ritmo de crecimiento. En el año 2002 los africanos habían crecido muy por debajo de la media (el 21,7 % frente a un crecimiento medio del 38,3 %), y los que crecieron muy por encima de la media fueron los procedentes de algunos países latinoamericanos (Colombia y Ecuador) y los procedentes de la Europa del Este En cambio, en el primer semestre de 2003, el crecimiento de trabajadores en alta laboral que más se ralentiza es el de los procedentes de la Europa del Este, que había sido muy fuerte en el año anterior; e igualmente se detiene el crecimiento de ecuatorianos y colombianos, que también había sido muy grande en En este primer semestre, repunta el crecimiento de peruanos en alta laboral, que en los últimos años se había ralentizado. Parece que ello viene influido por una mayor entrada de hombres peruanos en el mercado laboral, concretamente los que han venido por reagrupación familiar, ya que en el caso de los peruanos vinieron antes las mujeres. Comparando los datos de las comunidades que tienen mayor número de inmigrantes en España, vemos que el número de trabajadores extranjeros es mayor en Madrid que en Cataluña, cuando el número de residentes es notablemente mayor en Cataluña. Ello nos indica que las tasas de inserción laboral de los extranjeros son significativamente mayores en Madrid, lo que está relacionado con el hecho de que en Madrid se concentren más los latinoamericanos y procedentes de la Europa del Este, colectivos que tienen mayores tasas de ocupación; mientras que en Cataluña se concentran más los marroquíes, cuya tasa de ocupación es de las más bajas. En Cataluña hay, en julio de 2003, trabajadores extranjeros, lo que representa el 7,2 % de su población trabajadora (ha crecido casi un punto desde enero). Girona es la provincia que tiene un mayor porcentaje de

3 extranjeros en su población trabajadora: uno de cada diez trabajadores es extranjero. El porcentaje de mujeres entre los extranjeros en alta laboral en España sigue siendo especialmente bajo en el caso de los africanos (en el que las mujeres siguen estando en torno al 15 % de las personas en alta laboral como ha venido ocurriendo en los últimos años); y se dan porcentajes especialmente bajos en el caso de los paquistaníes (sólo el 1,3 % de los trabajadores paquistaníes son mujeres), de los argelinos (el 7,7 %) y de los senegaleses (el 9,5 %) Esos porcentajes son similares en Cataluña, aunque cabe destacar que el porcentaje de mujeres, en el caso de los africanos en alta laboral (el 13,8 %), es aún más bajo que en España. Entre las mujeres africanas, es muy relevante la escasa inserción laboral de las marroquíes en Cataluña, por tratarse del colectivo más numeroso de mujeres. Uno de cada tres residentes marroquíes es mujer, pero entre quienes están en alta laboral sólo lo es uno de cada siete. Al respecto planteamos que ello puede deberse a la combinación entre una mayor discriminación en su acceso al mercado laboral y una mayor inserción de estas mujeres en la economía sumergida (concretamente en el servicio doméstico por horas). Por lo que se refiere al reparto entre trabajadores por cuenta ajena y trabajadores por cuenta propia, cabe decir que en España los extranjeros que trabajan por cuenta propia son el 12,1 %, porcentaje que está muy por debajo del que se da entre la población trabajadora española (el 18,5%). En Cataluña es aún más bajo ese porcentaje de trabajadores extranjeros por cuenta propia: el 9,3 %. Niveles de ocupación. Las tasas de actividad y de ocupación de los extranjeros no comunitarios en julio de 2003 siguen siendo muy altas, en magnitudes muy similares a las de enero. Mientras la tasa de ocupación de la población española es del 48,8 %, la de la población inmigrada no comunitaria es del 66,6 % Los niveles de ocupación más altos son los de los ecuatorianos, los colombianos y las personas procedentes de la Europa del Este. En cambio, es significativamente más bajo el nivel de ocupación de los marroquíes. La mayor tasa de ocupación que tienen los extranjeros viene acompañada de una también mayor tasa de paro (la tasa de paro para el conjunto de la población española es 11,1 % y para la extranjera 14,8 %), lo que indica que entre los extranjeros es mayor la proporción de los que trabajan y también mayor la de los que quieren trabajar y no lo hacen (o no están en alta laboral)

4 En Cataluña, la tasa de ocupación también es más alta, al mismo tiempo que lo es la tasa de desempleo. Pero mientras en España la tasa de ocupación de los extranjeros estaba 15 puntos por encima de la del conjunto de la población y la de paro casi 4 puntos por encima, en Cataluña la tasa de ocupación está 4 puntos por encima y la de paro 10 puntos por encima. Es decir, hay un problema de desempleo de los residentes extranjeros más importante en Cataluña que en el resto del Estado español Este problema de desocupación en Cataluña quienes lo sufren básicamente son las mujeres. El 27,8 % de desempleo de las mujeres extranjeras en Cataluña está muy por encima del de España (el 18,2%). Y es mayor que el que había seis meses atrás. El problema se ha agudizado. La comparación entre el número de personas mayores de 16 años y el número de trabajadores en alta laboral, hecha para los distintos colectivos inmigrados, indica que los marroquíes cuentan con una proporción de trabajadores inferior a la media de los demás colectivos. En Cataluña esa comparación nos da un porcentaje de ocupación laboral de los marroquíes del 55,3 %. Teniendo en cuenta los distintos aspectos señalados: 1º) la alta tasa de paro de las mujeres extranjeras en Cataluña, 2º) la importancia de la población marroquí en esta comunidad, 3º) la escasa inserción laboral de las mujeres marroquíes (sólo el 13,8 % de los trabajadores marroquíes en Cataluña son mujeres), hay que concluir que en Cataluña hay un grave problema de dificultades de inserción laboral reglada de las mujeres marroquíes. Sectores laborales de inserción de la población inmigrada. Los trabajadores extranjeros trabajan en el sector agrícola y en el de empleados de hogar en porcentajes muy superiores a los del resto de la población. En el conjunto de la población, la proporción de trabajadores que se hallan en el régimen de Seguridad Social de empleados de hogar es del 1,1 %, mientras que en la población extranjera es el 8,1 %, y en la población extranjera no comunitaria del 10,3 %. Y por lo que se refiere al régimen agrario, el porcentaje en el conjunto de la población es del 6,7 %, mientras que entre los extranjeros no comunitarios es el 13,8 %. La tendencia del primer semestre de 2003 ha sido, no obstante, a la disminución de los porcentajes de los extranjeros en el régimen agrícola y en el régimen de empleados de hogar, mientras ha aumentado su porcentaje en el régimen general. Es decir, sus porcentajes se han acercado ligeramente a los del conjunto de la población, lo que podríamos llamar una ligera tendencia a la normalización. En el régimen de empleados de hogar destacan los filipinos y los latinoamericanos. Casi la mitad de los filipinos (el 45,6 %) trabajan en este sector, y para las mujeres ese porcentaje es del 63,7 %. Además, los filipinos son los que menos han disminuido esos porcentajes en el primer

5 semestre de 2003; por así decirlo, son los que están en mayor proporción y más estancados en el servicio doméstico. Son también muy elevados los porcentajes de algunos colectivos latinoamericanos en el servicio doméstico, especialmente los dominicanos (el 28,3 %), los peruanos (el 21,7 %), los colombianos (el 17,2 %) y los ecuatorianos (el 16,1 %). Esos porcentajes crecen por encima del 30 % si sólo nos referimos a las mujeres. No hay que olvidar, además, que esto no incluye a quienes trabajan como empleados de hogar y no están de alta en la Seguridad Social. En el caso de los ecuatorianos destaca también su participación en el sector agrícola (el 13,5 %) El porcentaje de mujeres que trabaja en el servicio doméstico es mucho mayor en Madrid que en otras comunidades. El 35,6 % de las mujeres extranjeras que trabajan en Madrid lo hace en el servicio domestico, mientras que ese porcentaje baja en Cataluña al 16,7 %. Los marroquíes tienen una fuerte especialización en la agricultura y la construcción. El 29,1 % de ellos está (en España) en el régimen agrario de la Seguridad Social. Y por lo que se refiere a los contratos firmados en 2002, el 36,7 % de los que se hicieron a marroquíes fue en la agricultura, y el 26,6 % en la construcción. Esta especialización es muy diferente en Cataluña donde desciende la importancia de la agricultura en la inserción laboral de los marroquíes. Los porcentajes de su inserción en el sector agrícola varían del 29,1 % en España al 8,5 % en Cataluña. Los trabajadores procedentes de la Europa del Este se insertan también de forma importante en la construcción (el 25,9 % de sus contratos en 2002, en España, fue en este sector), en la agricultura (el 18 % de los contratos), y mucho menos en la industria (el 10 % de los contratos; lo que en cierto modo contradice el supuesto de que vienen para trabajos cualificados). En Cataluña ha aumentado, en el primer semestre de 2003, la contratación de extranjeros, en relación con los contratos hechos al conjunto de la población. Si en el año 2002 los contratos hechos a extranjeros fueros en 13,8 % del total, en el primer semestre de 2003 han sido el 15,7 %. En cuanto a los sectores laborales, podemos decir que uno de cada 5 contratos hechos a extranjeros (el 19,8 %) se ha hecho en la construcción, y que el otro sector de gran importancia para su inserción laboral es la hostelería (el 14,5 % de los contratos). Tipo de trabajos que realizan los inmigrantes. El nivel formativo de los extranjeros comunitarios es muy superior al de la media de toda la población española, pero lo importante a destacar es que, de acuerdo con la EPA, el nivel de los no comunitarios es muy similar al de los españoles. La comparación de los datos de los tres últimos semestres indica que no se producen variaciones en este aspecto.

6 A pesar de ese nivel formativo el tipo de trabajos que realizan lo no comunitarios se sitúa mayoritariamente en las categorías bajas. Los africanos hacen los trabajos de menor categoría: el 50 % hacen trabajos de peonaje. Le siguen los latinoamericanos, con un 31,1 % en peonaje y un 15,5 % en servicio doméstico. Respecto al semestre anterior se ha producido una evolución hacia la mejora de las categorías, de acuerdo con lo que indican los datos de Seguridad Social. Los africanos han pasado de estar en un 60,3 % en trabajos de peonaje a estar en un 50,0 %. Los de la Europa del Este estaban en un 38,7 % en esos trabajos y ahora están en un 31,2 %. Y los latinoamericanos estaban en un 33,7 %y ahora están en un 31,3 %. Estos últimos, además, estaban en el servicio doméstico en un 18,4 % y ahora están en un 15,5 %. Los datos de la EPA confirman lo que dicen los de la Seguridad Social, pero con un menor descenso de los porcentajes en las categorías bajas. Hay que tener en cuenta que la EPA incluye a los inmigrantes en situación irregular; por tanto, quieres están mejorando sus categorías o tipos de trabajo son los que se hallan en situación legal. Son también importantes los porcentajes en las categorías de oficiales (1ª, 2ª y 3ª): cercano al 30 % en los africanos y por encima en los demás grupos. Los procedentes de la Europa del Este no trabajan como ingenieros o trabajos de alta cualificación, pero están en un 36 % en categorías de oficiales. Respecto al semestre anterior hay un incremento de los porcentajes en estas categorías al tiempo que han disminuido los porcentajes en las categorías más bajas. Los datos de Cataluña no son muy distantes de los de España, aunque hay algunas diferencias. Los porcentajes de empleados de hogar son menores en Cataluña y son algo mayores los de peones. Y, por lo que se refiere a las categorías de oficiales, sus porcentajes suben en Cataluña, tanto para los africanos (en España es un 27,1 % y en Cataluña un 32,2 %) como para los procedentes de la Europa del Este (en España es un 36,0 % y en Cataluña un 44,3 %) Trayectoria laboral y estabilidad en el empleo. La inestabilidad en el empleo es una nota importante en la trayectoria laboral de los trabajadores extranjeros, pero el estudio de este aspecto tropieza con el hecho de que su presencia en el mercado laboral español es muy reciente. Entre los trabajadores extranjeros no comunitarios, los que llevan 2 años o menos en España son el 45,7 %. Ese porcentaje del 45,7 % era aún mayor seis meses atrás (el 51,3 %), por tanto hay una tendencia al aumento del numero medio de años de residencia, lo que no impide que debamos seguir señalando que casi la

7 mitad de los trabajadores extranjeros tiene una inserción muy reciente en nuestro mercado laboral Los colectivos de incorporación más reciente al mercado laboral son los latinoamericanos y los procedentes de la Europa del Este. Entre los latinoamericanos destacan los colombianos, los ecuatorianos y los argentinos. Por el contrario, los que llevan más tiempo en nuestro mercado laboral son los filipinos, los dominicanos y los marroquíes. Los filipinos son los que mayor antigüedad tienen en el mercado laboral, pero, al mismo tiempo, tienen un altísimo porcentaje en servicio doméstico (45,6 % en ambos sexos y 63,7 % en mujeres). Ello indica que es el colectivo que mayores dificultades tiene para saltar a otro tipo de trabajos. En este terreno le siguen los dominicanos, que siendo los que mayor antigüedad laboral tienen de entre los latinoamericanos, son los que dan el porcentaje más alto (por detrás de los filipinos) en servicio doméstico (28,3 % en ambos sexos y 40,8 % en mujeres) Los marroquíes también se hallan entre los colectivos con mayor antigüedad en el mercado laboral, sin embargo, son los que dan el porcentaje más alto de empleo en el sector agrario (29,1 %), por tanto, estamos ante otro caso similar al que se da con los filipinos y dominicanos respecto al servicio doméstico. Podemos hablar de una discriminación institucionalizada, que afecta a filipinos, dominicanos y marroquíes, en el sentido de que importantes proporciones de los mismos se ven recluidos en determinados trabajos por tener mayores dificultades para saltar a otros. Por lo que se refiere a la inestabilidad, hemos comparado el número de contratos con la antigüedad de cada grupo en el mercado laboral, observando que los argelinos, los dominicanos y los filipinos son los grupos afectados por mayor inestabilidad laboral. Por lo que se refiere a la temporalidad de los contratos, en los realizados en el primer semestre de 2003 en Cataluña, la temporalidad ha sido mayor en trabajadores extranjeros que en el conjunto de trabajadores. Destaca la construcción, donde han sido temporales el 94,3 % de los contratos hechos a extranjeros en este primer semestre de 2003, mientras que en los contratos hechos al conjunto de los trabajadores la temporalidad en la construcción ha sido del 89,8 % El desplazamiento de los trabajadores de ciertos orígenes por los de otros orígenes sigue produciéndose, en perjuicio de los marroquíes (también de los subsaharianos) y en favor de los latinoamericanos y, sobre todo, de los procedentes de la Europa del Este. Es un fenómeno que se produce más en la industria y menos en la construcción.

8 Principales conclusiones. En el primer semestre de 2003 se ha producido, en España, un descenso significativo en el ritmo de crecimiento de los extranjeros en alta en la Seguridad Social. Su crecimiento medio anual estaba en torno al 38 % (en los 3 últimos años) y en este semestre ha sido del 13,4 % (26,8 % anual). Hay que barajar dos posibilidades: una es que el descenso en el ritmo de crecimiento sea real, y la otra es que la incorporación a la economía sumergida haya sido mayor, o sea, que haya habido un mismo ritmo de crecimiento en la inserción de extranjeros al mercado laboral, pero con mayor proporción de inserción en la economía sumergida. El contexto general en el que se inserta la inmigración nos permite sospechar que hay un aumento en la inserción en la economía sumergida. El casi bloqueo del llamado régimen general de extranjería, y el relativo fracaso de los contingentes de 2002 y 2003, ha favorecido la ampliación de la bolsa de personas inmigrada en situación irregular. Nuestra observación directa en Cataluña nos dice que la presencia de inmigrantes en situación irregular se ha incrementado en todos los sectores, y se trata de inmigrantes de todos los orígenes, pero principalmente de aquellos que han protagonizado las migraciones más recientes (ecuatorianos, colombianos, argentinos y procedentes de la Europa del Este). El descenso en el ritmo de crecimiento de los extranjeros en alta en la Seguridad Social en el primer semestre de 2003 ha afectado, principalmente, a los colectivos que más habían crecido antes (colombianos, ecuatorianos y de la Europa del Este), y ha repuntado el crecimiento de otros colectivos de inmigración anterior, como los peruanos. Habrá que estar atentos a la evolución de esto para ver si estamos ante el inicio de que la reagrupación familiar sea la fuente principal de nuevas altas laborales de extranjeros, como ha ocurrido antes en otros Estados europeos. Las tasa de ocupación de los residentes extranjeros en España (66,6 %) sigue estando muy por encima de la del conjunto de la población (48,8 %). Pero son mucho más altas en el caso de los colectivos de más reciente inmigración, como los ecuatorianos, los colombianos y los de procedentes de la Europa del Este, que en los colectivos más asentados como el marroquí. También la tasa de desempleo de los extranjeros es más alta que la del conjunto de la población; pero donde esta diferencia es mayor es en Cataluña. En esta comunidad, lo que sobresale particularmente es la tasa de desempleo de las mujeres extranjeras (que es del 27,8 %, cuando en España es del 18,2%). Cataluña tiene una proporción mayor marroquíes (el 31,4 % del conjunto de los residentes extranjeros) muy por encima de la del resto de España (el 21,3 %); al tiempo que tiene una proporción menor de los colectivos de más reciente inmigración, que a su vez son los que tienen mayores tasas de ocupación. Así pues, la elevada tasa de desempleo de las mujeres inmigradas en Cataluña nos habla de una elevada tasa de desempleo de

9 las mujeres marroquíes en esta comunidad. En Cataluña debe prestarse especial atención a la inserción laboral de las mujeres marroquíes. Por sectores laborales los trabajadores extranjeros siguen estando, en España, en el sector agrícola y en el servicio doméstico en proporciones notablemente más altas que los españoles, pero en el primer semestre de 2003 esas proporciones han descendido, lo que puede considerarse una tendencia a la normalización. Por categorías, los trabajadores extranjeros están en proporciones mucho mayores en las categorías bajas, y también en este primer semestre se ha producido una ligera tendencia a la mejora de las categorías. Sin embargo, hay tres grupos en los que la evolución no sigue esa tendencia a la mejora del tipo de trabajo. Concretamente, los filipinos, los dominicanos y los marroquíes, siendo colectivos que llevan más tiempo en España, son al mismo tiempo colectivos que mantienen las proporciones muy elevadas en los sectores del servicio doméstico y la agricultura. Será necesario prestar atención a una posible situación de discriminación más institucionalizada en el caso de estos tres colectivos.