BUENAS PRACTICAS DE LOS PROGRAMAS DE COMUNICACIÓN Y EDUCACION ALIMENTARIO NUTRICIONAL EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE

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1 BUENAS PRACTICAS DE LOS PROGRAMAS DE COMUNICACIÓN Y EDUCACION ALIMENTARIO NUTRICIONAL EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE (Versión preliminar 5 de mayo 2011) Carmen Dárdano, FAO AGN y equipo consultor en ALC V Reunión del Grupo de Trabajo (GT2025) Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre Lima (Perú), 5 y 6 de mayo 2011.

2 BUENAS PRÁCTICAS DE LOS PROGRAMAS DE COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN ALIMENTARIO NUTRICIONAL EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE I. ANTECEDENTES En la cuarta reunión del Grupo de Trabajo de la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre (ALCSH), se solicitó a la Secretaría de la Iniciativa que elaborara un documento conceptual sobre Rescate de la cultura alimentaria y nutricional de la Región estimulando hábitos alimentarios saludables. La Secretaria consultó con la división de Nutrición y Protección al Consumidor de FAO y se estableció la necesidad de disponer de un inventario y análisis de los Programas de Comunicación y Educación Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe para poder avanzar en la materia solicitada. A tal fin se estableció un programa de trabajo junto con el Grupo de Educación Nutricional e Información al Consumidor, para realizar un inventario de Buenas Prácticas. El presente documento es un avance de los primeros resultados de ese trabajo que se aporta al Grupo de Trabajo de la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre como insumo para el debate. Este informe está incompleto dado que al momento de redactarse no se había recibido la información de algunos países y por la necesidad de realizar un procesamiento más detallado de la información. Está previsto realizar un documento que incluirá un inventario sobre Buenas Prácticas de los Programas de Comunicación y Educación en Alimentación y Nutrición en América Latina y el Caribe. Este será circulado entre los países para preparar un taller regional que permita validar los resultados del trabajo y establecer un diálogo para construir una propuesta de acción en la Región, que incluya las especificidades y considere la diversidad existente en ella. Se propone tentativamente celebrar este Taller en El Salvador en octubre de II. INTRODUCCIÓN

3 El análisis del actual perfil epidemiológico de la población en los países de América Latina y el Caribe, muestra que en varios de ellos se ha progresado en el control de la desnutrición, pero ha aparecido un rápido crecimiento del sobrepeso, la obesidad y diversas enfermedades crónicas asociadas a ella, lo que representa una doble carga para los sistemas de salud y la economía en los países de la Región. Si bien en la desnutrición la Comunicación y Educación en Alimentación y Nutrición (CEAN) ayuda a optimizar los programas que promueven el acceso a alimentos sanos y seguros a los grupos más vulnerables, en el caso de la obesidad, el efecto notable de las conductas de las personas en su prevención y control, en especial las relacionadas con la alimentación y la actividad física, convierte a la CEAN en uno de los factores más relevantes para detener la continua tendencia al aumento observada en prácticamente todos los países. En Chile y México, por ejemplo, la obesidad ha llegado a convertirse en el principal problema de salud pública, y las enfermedades crónicas constituyen las primeras causas de discapacidad y muerte prematura. Igualmente en el Caribe se ha producido una transición epidemiológica en la que, junto a una reducción de las enfermedades transmisibles y las enfermedades asociadas a carencias nutricionales, se han producido en las últimas décadas incrementos de las enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición tales como obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y determinados cánceres. No obstante, en el Caribe anglófono, aunque la desnutrición infantil no es ya un problema severo y su extensión es limitada, en diversos países persiste el problema de anemia por deficiencia de hierro, especialmente entre los grupos vulnerables (infancia, mujeres gestantes). El interés de la FAO y la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre de identificar las Buenas Prácticas en los Programas de CEAN, se basa en la necesidad de buscar las mejores formas de enfrentar la situación actual, previniendo que los avances en la lucha contra la desnutrición se pierdan por el incremento de otras formas de malnutrición. Al mismo tiempo debe darse respuesta adecuada al resto de la población, en un contexto en el que los cambios de modos de vida, las transformaciones tecnológicas y otros procesos sociales han creado un vacío de cultura alimentaria y nutricional. Ello se agrava cuando ocurre en un entorno dominado por la publicidad, una variada oferta y bajo costo relativo de los alimentos procesados de alta densidad energética y pobres en nutrientes, que representan una competencia difícil de enfrentar con los enfoques de promoción de salud y educación en nutrición usados hasta ahora. La evidencia muestra que la influencia de la publicidad de estos alimentos es mayor sobre los niños y la población con menor nivel de educación e ingresos, pasando a constituirse en un nuevo problema de Seguridad Alimentaria, que se suma a la falta de alimentos que sigue afectando a segmentos importantes de la población en algunos países de la Región. Los niños en edad preescolar y escolar constituyen uno de los grupos prioritarios, porque la nutrición es esencial para su desarrollo físico y

4 mental, son consumidores actuales y futuros y constituyen un importante vínculo entre los establecimientos educacionales, el hogar y la comunidad de la que forman parte. Por otra parte, los hábitos alimentarios y nutricionales presentan una fuerte inercia después de concluida la etapa formativa. Los nuevos desafíos planteados por la globalización y el desarrollo de las comunicaciones, han creado a su vez la necesidad de usar nuevos enfoques en Información, Comunicación y formación de recursos humanos en Educación en Nutrición. Significa además establecer nuevos nexos entre la agricultura, la educación, la salud y el desarrollo social, en el marco de políticas y programas nacionales y regionales que incorporen enfoques más creativos y contribuyan a generar alianzas con los distintos sectores, entre los cuales el sector productivo, público y privado, ocupa un lugar fundamental. Las Buenas Prácticas, en cualquier escenario, se definen como hacer las cosas bien y dar garantías de ello. En este contexto, las Buenas Prácticas en CEAN, se definen como aquellas que producen cambios de conducta posibles de medir, contribuyen al mejoramiento del estado nutricional de la población objetivo (evaluación de impacto), son culturalmente sensibles, económicamente viables y técnicamente prácticas. Para que los Programas CEAN puedan ser considerados como Buenas Prácticas deben cumplir con los criterios del nuevo enfoque de educación alimentario nutricional: realizar investigación en profundidad para conocer las percepciones, creencias, actitudes, conocimientos, barreras y motivaciones del grupo objetivo; promover conductas específicas; utilizar enfoques metodológicos orientados al aprendizaje a partir de la experiencia; empoderar a los beneficiarios, a los líderes comunitarios y las redes sociales para promover soluciones a los problemas nutricionales; capacitar a los agentes de cambio en habilidades de consulta y de comunicación, y comprometerse con esfuerzos de largo plazo para lograr un cambio de conducta sostenido. Asimismo, se ha demostrado que las intervenciones de CEAN son más efectivas cuando forman parte de planes y programas que tratan de mejorar la calidad de vida de la población en forma integral, y que además se acompañan de políticas públicas que favorecen la adopción de conductas saludables. III. PANORAMA DE LOS PROGRAMAS DE CEAN EN MESOAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA En todos los países de Mesoamérica y República Dominicana existe una gran experiencia en desarrollar programas de Comunicación y Educación en Alimentación y Nutrición, ejecutados a través

5 de sectores gubernamentales y no gubernamentales, universidades, organizaciones de consumidores y la industria. Algunos de estos programas de CEAN manejan enfoques tradicionales con intervenciones no participativas, que pretenden implementar fórmulas procesadas sin considerar las percepciones, creencias, actitudes y conocimientos de la población objetivo y utilizando metodologías pasivas de trasmisión de información. Sin embargo, en los últimos años, los programas de CEAN han empezado a poner mayor énfasis en el aprendizaje significativo, partiendo de la experiencia de las personas y fortaleciendo sus habilidades y actitudes. Para conocer la situación actual de los programas de CEAN en la región de Mesoamérica y República Dominicana, se contactaron 355 instituciones de los sectores gubernamentales (76), no gubernamentales (138), organismos internacionales (41), privadas (48), otras (52); de las cuales respondieron 156 instituciones (44%). En el Cuadro N 1 se presenta el detalle de las instituciones contactadas y que respondieron, por país y tipo de institución. Cuadro N 1 Consolidado con Información General sobre las Instituciones Incluidas en la Investigación sobre Buenas Prácticas de Comunicación y Educación Alimentario Nutricional Mesoamérica y República Dominicana, abril 2011 PAIS TIPO DE INSTITUCIÓN Gubernamental ONG INTERNACIONAL PRIVADO OTROS TOTAL E R E R E R E R E R E R MEXICO GUATEMALA EL SALVADOR HONDURAS NICARAGUA R. DOMINICANA TOTALES E= Enviado R= Respondió De las 156 instituciones que respondieron el formulario, únicamente 83 responden a los criterios de buenas prácticas ya señalados.

6 Cuadro N 2 Instituciones Contactadas que Respondieron la Encuesta y que llenan los Criterios de Buenas Prácticas CEAN por País. Mesoamérica y República Dominicana, abril 2011 PAIS Instituciones Enviadas Respondieron BP-CEAN MÉXICO GUATEMALA EL SALVADOR HONDURAS NICARAGUA R. DOMINICANA TOTAL En el cuadro N 3 se presenta el detalle de las instituciones que ejecutan los programas con BP-CEAN en los países de Mesoamérica y República Dominicana. Se puede observar que México y El Salvador reportan el mayor número de programas con BP-CEAN. En general, la mayoría de programas con BP-CEAN son ejecutados por el sector gubernamental, seguidos por las organizaciones no gubernamentales. Cuadro N 3 Instituciones que Califican como Buenas Prácticas de CEAN, según País y Tipo de Institución. Mesoamérica y República Dominicana, abril 2011 Tipo de Institución PAIS Gubernamental ONG ORG. INTL. S.PRIVADO OTROS TOTAL MEXICO GUATEMALA EL SALVADOR

7 HONDURAS NICARAGUA R. DOMINICANA TOTALES Gubernamental= Organizaciones Gubernamentales; ONG= Organizaciones No Gubernamentales; INTL= Organismos Internacionales; S. Privado= Sector Privado; Otros= Otro tipo de Organizaciones Algunos hallazgos relevantes de la investigación se refieren a: En países como México y República Dominicana, donde los programas gubernamentales disponen de mejores niveles en cuanto a dotación de recursos, se reporta que los programas gubernamentales son los que permiten dar una cobertura amplia. Adicionalmente, la disponibilidad de recursos permite avanzar en prácticas como la conformación de equipos multidisciplinarios, así como la adopción de enfoques centrados en la modificación de conductas y creación de conocimiento práctico necesario para ello. Igualmente se observa que en estos países las ONGs presentan fortalezas en cuanto a su proximidad a la población, su capacidad para incidir en los ámbitos comunitarios, la incorporación de prácticas de evaluación y la credibilidad que les da no estar determinadas por los ciclos políticos. En varios países de América Central se observa que los programas gubernamentales presentan una dotación de recursos más débil, lo que se traduce en falta de continuidad de los programas. En el caso de Guatemala y Nicaragua, todos los programas que se entrevistaron tanto gubernamentales como de ONGs están alineados con políticas nacionales y marcos legales, que fortalecen la rectoría de país y la institucionalidad. Ello aumenta su cobertura, lo que difícilmente se podría alcanzar con otros medios. Igualmente, Nicaragua muestra el potencial de las alianzas, como la existente entre el Ministerio de Salud y las ONGs para apoyarse técnica y financieramente, y para desarrollar las acciones de nutrición a nivel comunitario. Ello incluye como una de sus principales actividades la capacitación al personal comunitario, líderes y voluntarios, para desarrollar las actividades de prevención de salud, alimentación y nutrición. Así se asegura la sostenibilidad de esas acciones, porque hay apropiación y fortalecimiento de las capacidades de autogestión de la comunidad. Además, cabe destacar las actividades de acompañamiento y seguimiento a las acciones de promoción de la salud, alimentación y nutrición mediante visitas domiciliares, consejería, clubes de madres y grupos de apoyo. IV. PANORAMA DE LOS PROGRAMAS DE CEAN EN AMÉRICA DEL SUR Los documentos recolectados hasta la fecha pueden clasificarse en Programas de Información y Comunicación en Alimentación y Nutrición realizados por instituciones del sector público y privado. Por ejemplo, sistemas de información de los Ministerios de Salud, universidades y de las áreas de

8 Responsabilidad Social de las empresas de alimentos, y Programas de Educación en Alimentación y Nutrición que se realizan con distintos grupos de la población, en especial en escuelas, lugares de trabajo, etc. Las intervenciones en educación alimentaria y nutricional tienen como grupo objetivo prioritario a los niños, que en los países con elevadas prevalencias de desnutrición (como Bolivia o Paraguay), acompañan a programas asistenciales de entrega de alimentos u otro tipo de servicios para disminuir dicha prevalencia. También en los países que han superado la desnutrición existe este tipo de programas, y el énfasis de la educación está puesto en la higiene de alimentos, la optimización del uso de los alimentos distribuidos y la alimentación del niño. En otros países, por el contrario, el énfasis está colocado en tratar de mejorar los hábitos alimentarios para reducir la prevalencia de obesidad y enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta, como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Los programas orientados a prevenir la obesidad, también tienen como grupo prioritario a los niños. El cuadro 4 muestra un avance de la información general sobre las instituciones contactadas y las que ya respondieron en los distintos países. La información de Brasil está pendiente. En el caso de Chile, la información de algunos organismos de gobierno no está disponible por ahora. Cuadro 4 Consolidado con Información General sobre las Instituciones Incluidas en la Investigación sobre Buenas Prácticas de Comunicación y Educación Alimentario Nutricional América del Sur, abril 2011 PAIS TIPO DE INSTITUCION Gubernamental ONG INTERNACIONAL PRIVADO OTROS TOTAL E R E R E R E R E R E R Argentina Bolivia Brasil S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I S/I Colombia

9 Chile * Paraguay Perú Venezuela Total E= Enviado R= Respondió *En el caso de Chile, además de consultas específicas a empresas que financian proyectos de EAN, los que realizan en forma independiente o asociados con universidades y organismos de gobierno, se consultó a la Organización NutriRSE (Responsabilidad Social Empresarial), que agrupa a 23 empresas con iniciativas en alimentación, nutrición y actividad física, no incluidas en el recuento. Se dispone de documento de sistematización. En el cuadro 5 se presenta el número de Programas que cumplen con los criterios establecidos para las Buenas Prácticas y en el cuadro 6 se presentan dichos programas desagregados según tipo de institución. Cuadro 5 Instituciones Contactadas que Respondieron la Encuesta y que cumplen Criterios de Buenas Prácticas en CEAN por País. América del Sur, abril 2011 Instituciones PAIS Enviadas Respondió BP-CEAN Argentina Bolivia Brasil S/I S/I S/I Colombia Chile Paraguay Perú Venezuela TOTAL Cuadro 6

10 Instituciones que Califican como Buenas Prácticas de CEAN, según País y Tipo de Institución. América del Sur, Abril 2011 Tipo de Institución PAIS Gubernamental ONG Org. Int. S. Privado Otros TOTAL Argentina Bolivia Brasil Colombia Chile Paraguay Perú Venezuela TOTALES V. PANORAMA DE LOS PROGRAMAS DE CEAN EN EL CARIBE ANGLOFONO La información existente sobre las prácticas de consumo alimentario en el Caribe anglófono es inadecuada. Muy pocos países han realizado en las pasadas décadas encuestas al respecto (Barbados, Guyana, Dominica). La proporción de nutricionistas y dietistas respecto a la población es baja, lo cual es una restricción adicional para la implementación de programas de comunicación y educación alimentaría y nutricional, afectando también la calidad de los mismos. Sólo dos países tienen formación formal en nutrición. Jamaica tiene dos programas de grado (4 años, Bachelor) impartidos por University of Technology y por la Northern Caribbean University. En esta

11 última el programa incluye 105 horas en temas relacionados con comunicación y educación impartidas por nutricionistas con formación y experiencia en áreas de comunicación y educación. El Tropical Medicine Research Institute en la University of the West Indies, Campus de Mona, imparte un Master en Nutrición. También la University of the West Indies, en su Campus de St. Augustine (Trinidad) imparte capacitación para dietistas y nutricionistas. En Jamaica también hay capacitación sobre educación alimentaria y nutricional para los maestros y profesores en los programas de las Escuelas de Magisterio de Mico y Shortwood. 1 Muchos de los programas CEAN son programas ad hoc y frecuentemente de corta duración, siendo implementados por diferentes ministerios, instituciones o grupos. Un gran número de ellos no tiene continuidad o son de pequeña escala. En su mayoría, nunca son evaluados. El Instituto Caribeño de Alimentación y Nutrición (The Caribbean Food and Nutrition Institute, CFNI) está desarrollando un proyecto piloto en el ámbito escolar en cuatro países Grenada, St. Kitts & Nevis, St. Vincent & the Grenadines, y Trinidad & Tobago. Después de dos años, se espera en unos meses su conclusión y evaluación. El proyecto promueve hábitos saludables en alumnos de 7 a 9 grado (2 escuelas por país) a través de cuatro componentes: 1) lecciones en clase, 2) entorno escolar, 3) programas de nutrición y actividad física y 4) apoyo comunitario y familiar. El CFNI también organiza programas de comunicación y sensibilización en alimentación y nutrición basados en concursos de alcance regional, en los que compiten los estudiantes de secundaria. Los concursos se orientan a promover estilos de vida y hábitos alimentarios saludables, a la vez que apoyan la preparación de los alumnos para sus exámenes locales y regionales. Muchos de los paises organizan competencias nacionales para seleccionar el equipo nacional que participará en la competencia anual regional (14 países). En Barbados, las actividades de CEAN están ligadas al sector agrícola a través del Plan Estratégico Nacional, enfocado a aumentar la valoración de los productos locales y tradicionales y promover su consumo. Actualmente hay una fuerte saturación de información ligada a alimentación saludable y un incremento de las iniciativas para promover el consumo de productos locales y tradicionales. 1 En este primer documento no se incluyó un análisis de Escuelas Formadoras de Centro y Sur América, enfocándose sólo en los programas de CEAN ejecutados por las distintas organizaciones.

12 VI. CONCLUSIONES FORTALEZAS La importancia de la Información, Comunicación y Educación en Alimentación y Nutrición es creciente en la mayoría de los países, probablemente como reflejo del interés y recomendaciones que han surgido en el mundo, planteadas por los organismos internacionales y acogidas principalmente por los países de Europa, Australia y algunos Estados de América del Norte. El 59% (148) de los programas analizados en Mesoamérica y República Dominicana, y América del Sur, desarrollan Buenas Prácticas-CEAN (BP-CEAN). En América Central, el Caribe, Bolivia, Paraguay y Colombia, los programas de CEAN responden a políticas nacionales de SAN, Salud, Educación, Agricultura y/o Medio Ambiente. La existencia de instancias rectoras de la Seguridad Alimentario Nutricional en los países de América Central (como instancias de definición de políticas y estrategias nacionales de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) con funciones de coordinación y articulación de los planes nacionales y programas intersectoriales tanto del nivel gubernamental como no gubernamental, para responder a la problemática alimentaria y nutricional de los países), permite la articulación de esfuerzos y la canalización de la cooperación técnica en temas de SAN, incluyendo los programas de CEAN. De los 148 programas analizados con BP-CEAN, el 35% son ejecutados por el sector gubernamental y el 37% por Organizaciones No Gubernamentales. Un 10% corresponden a Organismos Internacionales, un 9% al Sector Privado y el restante 10% corresponde a otras iniciativas mixtas. En todos los países existen Guías Alimentarias nacionales, que si bien unifican los mensajes alimentarios de acuerdo a la situación epidemiológica nacional, han contado con niveles variables de difusión. Países como México cuentan con un Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria que impulsa a los sectores gubernamental, industrial, académico y de la sociedad civil a realizar un esfuerzo para mejorar los hábitos de alimentación y nutrición de la sociedad mexicana. La suma de los esfuerzos de las organizaciones antes citadas, culmina el 2005 con una Norma Oficial (NOM043-SSA2), que permite articular esfuerzos para ofrecer a la población conceptos unificados y con evidencia científica. Chile cuenta con un proyecto de ley en fase de aprobación final, que incluye la educación alimentaria y nutricional en todos los niveles de la enseñanza básica y media, la prohibición de vender alimentos de alta densidad energética en el interior de establecimientos educacionales y el control de la publicidad de estos alimentos para los menores de 14 años. Asimismo, la Primera Dama de Chile ha lanzado el Programa Elige Vivir Sano como un programa conjunto entre el gobierno y el sector privado para promover actividad física y alimentación saludable. En la mayoría de los países de América Latina existe un número importante de nutricionistas, que reciben, en mayor o menor grado, formación en educación alimentaria y nutricional. Su incorporación al trabajo con la comunidad es una importante contribución a la salud pública de la población. Si bien mayoritariamente realizan acciones de educación interpersonal, existe una tendencia creciente a aumentar sus actividades a nivel comunitario, en actividades de educación y capacitación en alimentación y nutrición.

13 En algunos países de América del Sur, cabe destacar el importante papel que juegan las universidades en el desarrollo de intervenciones que cumplen con prácticamente todos los requisitos establecidos. Esto permite encontrar algunos programas que cumplen con Buenas Prácticas, debido a que en general las universidades cuentan con recursos humanos capacitados y establecen alianzas con organismos públicos y privados, facilitándoles el desarrollo de programas bastante exitosos. Sin embargo, si bien éstos contribuyen a los logros de la política de salud, en general no forman parte de una política nacional. DEBILIDADES Existe una falta generalizada de recursos humanos capacitados para diseñar, desarrollar y evaluar programas educativos en alimentación y nutrición. La mayoría de las capacitaciones se refiere a aspectos técnicos de la nutrición, sin entregar elementos básicos en comunicación y educación, esenciales para aumentar la efectividad de las iniciativas implementadas. En el Caribe anglófono y Honduras, la proporción de nutricionistas y dietistas respecto a la población es baja, lo que supone una limitación para el desarrollo de programas y la calidad de los mismos. La mayoría de las intervenciones realizadas no cuenta con un diagnóstico de las percepciones, creencias, actitudes, prácticas, motivaciones y barreras respecto a la alimentación en el grupo objetivo, lo que limita su efectividad e impide su evaluación posterior. Las limitaciones de presupuesto hacen que en el camino se modifiquen o se ajusten los programas, restringiendo su duración y la cantidad de material educativo reproducido. Falta de evaluación de los programas, en especial evaluación de impacto. La mayoría de las intervenciones no ha sistematizado su experiencia y no publica los resultados. Esto no permite compartir experiencias entre los países de la Región. RECOMENDACIONES La realización de este estudio ha provocado el interés de las instituciones hacia el tema BP-CEAN. Algunas de ellas han solicitado más información sobre el tema y han empezado a identificar vacíos en sus programas. Algunas acciones que pueden adoptarse para promover las Buenas Prácticas de CEAN en la Región son: Propiciar espacios de intercambio de experiencias en BP-CEAN. Desarrollar un Diplomado a Distancia en BP-CEAN que permita unificar criterios técnicos y metodológicos en toda la Región. Desarrollar un componente CEAN en las carreras de nutrición y otras como las de formación de maestros/as, agrónomos, enfermería, educación para la salud, economía agrícola, entre otras. Establecer lineamientos y estrategias a nivel nacional que normalicen las actividades de CEAN entre los formadores de profesionales, docentes y agentes de cambio.

14 Formular y definir un marco legal de una política que oriente los contenidos CEAN de los mensajes publicitarios. Promover alianzas con los diferentes actores de CEAN, tales como las instancias de gobierno, organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Crear una instancia que coordine los procesos de ejecución de un plan de CEAN en el país, en el que estén involucrados los diferentes actores a nivel nacional, regional y local, y que cuente con sistemas de evaluación, monitoreo y seguimiento.