El Tratado de París. (Fragmento del libro Las memorias que don Pedro no escribió)

Transcripción

1 El Tratado de París (Fragmento del libro Las memorias que don Pedro no escribió) Dentro del contexto de lo que acabo de decir, es preciso recalcar, para beneficio de las juventudes venideras, que en la fecha del Tratado de París, el cual liquidó la guerra hispanoamericana el 1 de abril de 1899, Puerto Rico era una nación soberana, según comprende ese término el derecho internacional. Puerto Rico era independiente de la nación española en virtud de la Carta Autonómica que nos otorgó la Madre Patria, España, el 25 de noviembre de En ese histórico documento, España reconoció formalmente la independencia de Puerto Rico de la nación española. Cualquiera que pueda ser la validez de un tratado ratificado entre Estados Unidos de América y otro soberano, dicho tratado lógicamente es nulo y sin valor en cuanto se refiere a otro soberano que no ha sido parte en el tratado de referencia. Así, pues, un tratado negociado entre Estados Unidos de América y el Reino Unido no obliga al Dominio del Canadá si este Dominio no ha sido parte en el Tratado. El Artículo 2 de los Artículos Adicionales de la Carta Autonómica dice, a grandes rasgos, que luego de España aprobarla, no podrá ser modificada excepto por virtud de una ley y por petición del Parlamento Insular. No me es posible en mis presentes circunstancias resumir la Carta Autonómica, pero trataré de aludir al menos a lo pertinente a la soberanía. Según lo dispuesto en la Carta Autonómica, ningún tratado de comercio podría obligar a Puerto Rico sin la ratificación expresa de nuestro Parlamento. Solamente el Parlamento de Puerto Rico podía fijar tarifas de aduanas, ya fuera para importaciones como para

2 exportaciones; contiene un tratado transitorio de comercio entre Puerto Rico y España en el que queda establecido el principio de reciprocidad y determina los impuestos que cada nación fijará al importar de la otra nación. Es decir, las relaciones entre Puerto Rico y España serían reguladas de soberano a soberano. En fin, Puerto Rico fue reconocido por España como una nación independiente, sus relaciones eran reguladas por tratados, y ningún tratado de España negociado por España era válido sin la expresa ratificación del Parlamento de Puerto Rico. Las relaciones entre los dos poderes eran comparables a las relaciones que existían entre Austria y Hungría bajo los Habsburgo, entre Prusia y Baviera bajo los Hohenzollerns, o a las del Reino Unido y los dominios británicos del Canadá y África del Sur bajo la Casa de Windsor. Todas las autoridades en derecho internacional convienen en el principio fundamental de la familia de naciones, es decir: el reconocimiento de la personería internacional es irrevocable y obliga a todos los poderes de la familia de naciones. Punto. En virtud de la Carta Autonómica, Puerto Rico inició sus relaciones internacionales con todos los poderes. El nuevo gobierno fue organizado inmediatamente y nuestro país vino a ser, por derecho propio, miembro de la Unión Postal Internacional, tenía su propia moneda y estampillas postales propias y todos los símbolos de la soberanía. Cuando el Congreso de Estados Unidos declaró la guerra a España el 21 de abril de 1898, Puerto Rico era ya una nación independiente de España, por lo que era el deber de Estados Unidos respetar esta independencia.

3 Moore, el ilustre historiador norteamericano, ofrece la clave del abandono de su país de los principios elementales del derecho internacional. Es que Estados Unidos ha sostenido tenazmente, por más de un siglo, una política de anexión de las Antillas. Por eso Estados Unidos le ofreció a España una flota y un ejército para bloquear los esfuerzos de Bolívar y del mariscal Valero, el gran comandante puertorriqueño, para libertar a Cuba y a Puerto Rico a principios del siglo pasado. Desde esa fecha, Estados Unidos ha sostenido una política de anexión de todas las Antillas. Cuando, después de la declaración de guerra contra España, esta nación, para evitar derramamiento de sangre, ofreció un armisticio, y cuando no había surgido ninguna controversia entre las partes beligerantes acerca de Puerto Rico, y cuando ninguna fuerza de Estados Unidos había desembarcado en Puerto Rico, Estados Unidos de América contestó a través del embajador francés en Washington que los norteamericanos estaban llanos a aceptar un armisticio. Sin embargo, entre otras condiciones previas se encontraba la demanda de que España le cediera a Puerto Rico. Al mundo entero le sorprendió esta demanda, ya que Estados Unidos decía que había declarado la guerra dizque con propósitos humanitarios en favor de Cuba. No obstante, Estados Unidos fue intransigente en dicha demanda y la guerra tuvo que continuar. Más tarde, cuando tropas invasoras ocuparon una pequeña parte de nuestro territorio nacional, España ofreció nuevamente un armisticio y recibió un ultimátum de los norteamericanos exigiendo la cesión de Puerto Rico. España, exhausta por la guerra, se vio obligada a aceptar ese ultimátum y la guerra entre esas dos naciones terminó.

4 Desde entonces Puerto Rico ha estado bajo la intervención militar de Estados Unidos. El gobierno de Puerto Rico, a pesar de la violación de su territorio por las fuerzas de Estados Unidos, cuya Armada bombardeó sin misericordia a San Juan sin notificación previa, en crasa violación del derecho internacional, confió en la palabra del comandante de las fuerzas invasoras, general Miles y no realizó ningún acto de hostilidad. Puerto Rico no había sido conquistado por las fuerzas invasoras. Su territorio estaba sólo parcialmente ocupado al término de las hostilidades entre las naciones beligerantes. Su riqueza y sus recursos militares prácticamente no habían sido tocados, en el supuesto de que la declaración de guerra de Estados Unidos a España era sólo un incidente para obligar a España a reconocer la independencia de Cuba. Puerto Rico no ha sido conquistado nunca. Ha rechazado las invasiones de los británicos, de los franceses y de los holandeses en más de una fecha histórica. La condición impuesta como ultimátum para un armisticio, es decir, la cesión de Puerto Rico, fue consignada en el Artículo 2 del Tratado de París ratificado por los beligerantes el 11 de abril de El Tratado, sin embargo, como no me canso de decir, es nulo y sin valor en cuanto a Puerto Rico porque Puerto Rico no era res in commercium. Puerto Rico se había convertido en nación soberana en virtud de la Carta Autonómica, la cual España no podía legalmente cambiar sin el consentimiento de Puerto Rico. Por su parte, Estados Unidos no podía exigir ni aceptar dicha cesión porque estaba obligado a respetar la independencia de Puerto Rico.

5 Como precedente tenemos el caso de Finlandia. Al perder la guerra con Rusia, Suecia le cede el territorio de Finlandia mediante el Tratado de Fredrikshamn en el 1809 y Finlandia se convierte así en un Gran Ducado autónomo. El sentimiento nacionalista finlandés creció de tal modo durante el curso del siglo 19 que para el 1906 aprueban su propia Constitución y Finlandia se declara independiente en diciembre del 1917, justo después de la Revolución rusa. Aunque el zar Alejandro I reconoció la autonomía de Finlandia, de la cual fue el Gran Duque, su sucesor pretendió anular la autonomía del Gran Ducado. El caso fue sometido ante una comisión internacional de juristas la cual decidió que el úkase del zar revocando el reconocimiento de la autonomía hecho por su predecesor era nulo y sin valor. El Tratado de París no fue negociado por los plenipotenciarios de Puerto Rico y nunca fue sometido a la ratificación de nuestro Parlamento Nacional. El comandante de los invasores, el general Miles, simuló al principio respeto por nuestro Gobierno y Parlamento nacionales, pero finalmente se quitó la careta y disolvió ambos por la fuerza. El gobierno de Estados Unidos, en la proclama que el general Miles publicó en Puerto Rico, dice que los americanos no habían venido a hacer la guerra a los puertorriqueños, sino que nos traían protección y que era su único interés promover la prosperidad y conferirnos las inmunidades y bendiciones de su gobierno.