Cambio subjetivo, realidades y ficciones del trabajo analítico Jorge Chamorro Julio, 2013 Las histéricas triunfan

Transcripción

1 Cambio subjetivo, realidades y ficciones del trabajo analítico Jorge Chamorro Julio, 2013 Las histéricas triunfan 1- Introducción: La práctica del psicoanálisis coloca la subjetividad en un lugar segundo respecto de sus fundamentos. La pregunta por el fundamento es entonces, ineludible. En primer lugar lo que Freud denominó represión primaria. Este concepto y sus inferencias son claves, porque allí se juega lo que se denomino la imposible conciencia. Cuál es la subjetividad correspondiente a esta imposibilidad? Qué es la toma de conciencia, hacer consciente lo inconsciente, el famoso insight?. La respuesta freudiana es: hay un agujero constitutivo de la conciencia. En Construcciones en el análisis, se topa con los límites del recuerdo, esto lo lleva a diferenciar verdad histórica de verdad material. 1 El camino que parte de la construcción del analista, debía culminar en el recuerdo del analizado, ahora bien, no siempre lleva tan lejos. La consecuencia lógica de lo anterior es que el recordar encuentra su límite y en ese límite Freud construye. La realidad de lo ocurrido se le esfuma para dar lugar a la pregunta: Cuál es el valor de verdad de lo construido en la medida que no lo puede apoyar en la realidad histórica?. Es el mismo punto que encontró cuando formuló las histéricas me engañan. La repetición del abuso, de la queja histérica, lo lleva a pasar del trauma al fantasma. El abuso será entonces, un fantasma de la histeria que a veces se superpone con la realidad de un hecho. Soy abusada ha encontrado actualmente un reconocimiento social en la mujer golpeada por eso decimos que las histéricas triunfan. A la luz de estas formulaciones qué es el trabajo analítico? 1 Freud, Sigmund Tomo XXIII, pag

2 2) El psicoanálisis, una profesión imposible: conócete a ti mismo Michel Foucault 2 ubica esta formulación en forma precisa: conócete a ti mismo no es autoconocimiento, es ascesis cristiana, estoica, en el camino hacia la verdad. La ascesis psicoanalítica es la del sentido. La verdad no se da al sujeto por un mero acto de conocimiento es preciso que el sujeto se modifique, se transforme, de desplace, se convierta en cierta medida y hasta cierto punto, en distinto de si mismo.. Si nos confrontamos en nuestra práctica a un vacío esencial tenemos que considerar dos pasos: a) despejar todo aquellos que cubre ese vacío: En un primer momento, nos encontramos con las razones que el sujeto ha incorporado como propias y que ocupan el lugar de la causa. En el lugar de la causa no hay razones. Esa fue la ilusión de los tiempos de la ilustración y de los neuróticos obsesivos que buscan siempre el porqué les ocurre lo que los aqueja, dado que consideran que saber la causa, cura. El otro nivel de la cobertura del vacío esencial son las identificaciones. Por eso analizarse implica una destitución de las identificaciones, su movilización, lo que finalmente significa la caída de las respuestas que el sujeto se ha dado: Soy esto, soy aquello. Un movimiento deconstructivo que lleva al sujeto en análisis a confrontarse con su falta en ser. b) Construir a partir del vacío: Este segundo paso constructivista no puede prescindir de la asociación libre, entendiendo como tal, un nivel asociativo semántico, y otro, por el sonido. Si consideramos que el vacío no debe ser recubierto, esto excluye todo sentido que acompaña siempre a la razón. Allí donde el sujeto habla, el analista no comprende, no supone, sino que trabaja en relativizar las afirmaciones del paciente. La asociación libre no se apoya en la historia vivida sino que construye una interpretación de su historia. Por eso, la ficción que se produce a partir del trabajo analítico, resulta inédita. No estaba en ningún lado, por lo tanto la 2 Foucault, Michel. La hermenéutica del sujeto. Pag

3 interpretación no la reveló, sino que causó su construcción a partir de la marcas existentes en el sujeto. Freud las denominó representanz : marcas en el sujeto de la pulsión. Plasma este recorrido lo que Roland Barthes denominó, una lectura, para precisar que el que escribe es el que lee, es decir en este caso, el analista y su interpretación es una lectura. 3 El texto es una productividad esto no quiere decir que es el producto de un trabajo, sino que es el teatro mismo de un teatro donde se reúnen el productor del texto y su lector. Trabajo entonces, sobre un relato, construcción de una ficción que no deberá, como la de Freud, demostrar su verdad, dado que se construyó a partir del sujeto y nó, a partir del analista. Es necesario distinguir los efectos de verdad, de los de realidad. La intima relación entre verdad y ficción, es la que trabaja la subjetividad. Otra cuestión es la realidad. 3- El delirio de Hans: En este caso paradigmático de Freud, podemos verificar el lugar de la realidad. Su percepción no esta determinada por lo que ve, sino por un axioma que sostiene: todos tienen pene. Por lo tanto no aloja su percepción de lo que ve en su hermanita. Podemos establecer una equivalencia con el axioma erotómano que no admite una experiencia contraria al: el me ama. Conclusión: la realidad es un efecto que depende del axioma que cada uno sostiene. Verificamos esta afirmación, en las entrevistas con parejas. Los conflictos están determinados por la percepción que cada uno tiene de la supuesta realidad. Buscan en el psicoanalista a alguien objetivo, que dirima los pleitos amorosos. Es decir, una emboscada para suficientes que creen encarnar el principio de realidad, la objetividad. Nada de eso, el deseo del analista es reenviar a cada sujeto a su propio síntoma que hace obstáculo. El sentimiento de realidad pues, es un efecto. Bajo la formulación: discriminar fantasía de realidad, se esconde la ilusión de una realidad pura y una subjetividad correspondiente. 3 Barthes, Roland. Variaciones sobre la escritura. Pag

4 Es la convicción Aristotélica de la adecuación entre la verdad y la cosa, que el sentido común avala. Es por esto que la Ciencia, el psicoanálisis y el Principito se orientan por el mismo camino: lo esencial es invisible a los ojos. 4- Irrealizar el referente: la dignidad Para acceder a lo esencial es necesario el uso de la interpretación, ella tiene dos tiempos: a) vaciamiento de sentidos que ocupan el lugar de la causa b) construcción de la ficción a partir de este vacío. Adonde apuntamos? No a la realidad sino a la certeza. Encontramos una orientación en el cogito cartesiano que implica el vaciamiento de todos los conocimientos para llegar a una certeza: pienso, luego soy. En el horizonte de un análisis no hay una adecuación a la realidad, sino la certeza de vivir, que es la dignidad de ser en nuestra especificidad. Esto nos aleja de la estadística del hombre medio en la cual se sostiene la salud mental. Taleb en El Cisne Negro, desarticula lo que denomina: el monstruo de la curva de Gauss. 4 Esta monstruosidad llamada la campana de Gauss. El autor desarrolla lo que consideramos altamente improbable. Cómo distinguir lo que Freud denominó el narcisismo de las pequeñas diferencias, de lo que debe sostener nuestra singularidad?. No se trata de prestancias sino de diferencias. 5- La causa y su materialidad: la pulsión Quiero y no puedo es la metáfora que utilizan los neuróticos para hablar de la pulsión. Se tratan con ella, bajo la forma de la impotencia. Es de esperar que el psicoanalista no padezca la misma posición. En este punto se dividen las aguas con el cognitivismo. Para este último, el problema es no poder. Para el psicoanalista: el querer. Querer, es la voluntad, la conciencia, las ganas que luchan con la pulsión. Ella se manifiesta en el fenómeno clínico como lo que no funciona. La pulsión que se inscribe en el síntoma como sufrimiento, en el más allá se escribe como satisfacción. 4 Taleb, Nassim Nicholas. El cisne negro. Pag

5 Cómo acceder a esa otra satisfacción que nos tortura en nuestro pensamiento, en nuestro cuerpo? Adoctrinando al sujeto no en lo universal del Edipo (el camino de Freud con Hans), sino en su propia gramática. Es a partir de lo que se escribe en un análisis, que el neurótico conseguirá escapar a la indeterminación que lo aqueja. Camino que Kant entendió como la dignidad que no se subsume ni a la felicidad ni al bienestar. 6- Conclusión: Hemos colocado en el lugar de la causa, un vacío que nos orienta hacia la ciencia lógica y nos separa de la neurociencia, cuyas aspiraciones de localizar el inconsciente en el cerebro, constituye una ironía que le hace el inconsciente al cerebro. El trabajo analítico avanza hacia una subjetivación del vacío, con consecuencias que no son las de la angustia sino, la precipitación de una ficción y finalmente, de una escritura que le permita al sujeto alcanzar una certeza de ser. 5

6 BIBLIOGRAFÍA. FOUCAULT, Michel. La hermenéutica del sujeto. Ed. Fondo de Cultura Económica. Argentina FREUD, Sigmund Construcciones en el análisis. Tomo XXIII. Pag Ed. Amorrortu, Buenos Aires LACAN, Jacques. La Etica del Psicoanálisis. Ed. Paidós MILLER, Jacques Alain. La psicosis en el texto. Ed Manantial. Argentina TALEB, Nassim Taleb El Cisne Negro. Ed. Paidós. Buenos Aires