Universidad Hispanoamericana Maestría en Administración Educativa

Transcripción

1 Universidad Hispanoamericana Maestría en Administración Educativa Ética Profesional Derecho Laboral y Ética de los Educadores Por Gracielita Vega Fonseca

2 DERECHO LABORAL Y ETICA DE LOS EDUCADORES El derecho Laboral es la rama del derecho que se encarga de regular las relaciones que se establecen a raíz del trabajo humano se conoce como derecho laboral. Se trata del conjunto de reglas jurídicas que garantizan el cumplimiento de las obligaciones de las partes que intervienen en una relación de trabajo ( ). Ética en el servicio público: El tema de la ética en el servicio público está directamente relacionada con la conducta de los funcionarios que ocupan cargos públicos. Estos individuos deben actuar conforme su propia ética, mostrando valores morales y otros principios necesarios para una vida sana en la sociedad. Cuando una persona es elegida para un cargo público, la sociedad pone en ella su confianza quedando comprometido con el trabajo que escogió. Así, esta persona debe de tener el mismo nivel de esa confianza, ejercer su función siguiendo ciertos valores, principios, ideales y normas. Del mismo modo, los trabajadores de un servicio público deben asumir un compromiso ético y social hacia los ciudadanos como la igualdad social y el fortalecimiento de la democracia. Para esto debe estar preparado para poner en práctica políticas que beneficien al país y a la comunidad en los ámbitos social, económico y político. Fenómenos como la corrupción en el ámbito del servicio público muestran que en ocasiones no se actúa de forma ética, en la Universidades y demás instituciones debemos adquirir estos principios de ética que nos ayuden a comprometernos con ese puesto que algún momento adquiriremos. Según Augusto Hurtal SJ, dice que La docencia es una actividad ocupacional que tiene, al menos en cierto grado, todas las características por las que se define una profesión: a) Presta un servicio específico a la sociedad, b) Es una actividad encomendada y llevada a cabo por un conjunto de personas (los profesionales) que se dedican a ella de forma estable y obtienen de ella su medio de vida; c) Los profesionales acceden a la docencia tras un largo proceso de capacitación, requisito indispensable para estar acreditados para ejercerla; d) Los profesionales forman un colectivo más o menos organizado (el cuerpo docente o el colegio profesional) que tiene o pretende obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de su profesión.

3 La enseñanza es un compromiso que adquiere un profesional, un deber como formador de personas, un paso que él escoge, donde constantemente tiene que actualizarse para un buen ejercicio de su labor. Un buen docente integraría todas las tareas y funciones que van más allá del tiempo de sus clases. Las características principales que definen a un buen docente. Ser un excelente estudiante, se interesa por las ideas y opiniones de sus estudiantes, se siente comprometido con su trabajo para educar, aprender y enseñar, es producto de la formación profesional, también experto en el hacer, seguro en su ser y competente en el proceso de conocer. El ser un docente es bastante complejo y complicado que va más allá del aula de la escuela. Es un conjunto de acciones organizadas a la generación de experiencias de aprendizaje, requieren de un acompañamiento permanente del estudiante alrededor del conocimiento organizado y de la realidad. Las personas tienen que descubrir esas habilidades y sacarles partido al máximo, es la clave para gestionar el aprendizaje. Son tantos y tan graves los problemas en educación. Necesitamos docentes que enseñen a ser, enseñen a aprender y enseñen a convivir. Esto se dice que es muy fácil, pero el problema empieza cuando uno entiende que sólo es posible enseñar, o sea, ayudar a ser persona si uno se esfuerza por serlo plenamente, por crecer hacia dentro, si acepta que para ser educador hace falta reconocerse como un educando de por vida. Para lograrlo deberíamos seguir los siguientes pasos: DECÁLOGO DEL MAESTRO 1. AMA. Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños. 2. SIMPLIFICA. Saber es simplificar sin quitar esencia. 3. INSISTE. Repite como la naturaleza repite las especies hasta alcanzar la perfección. 4. ENSEÑA con intención de hermosura, porque la hermosura es madre. 5. MAESTRO, se fervoroso. Para encender lámparas basta llevar fuego en el corazón. 6. VIVIFICA tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.

4 7. ACUERDATE de que tu oficio no es mercancía sino oficio divino. 8. ACUERDATE. Para dar hay que tener mucho. 9. ANTES de dictar tu lección cotidiana mira a tu corazón y ve si está puro. 10. PIENSA en que Dios se ha puesto a crear el mundo de mañana Sólo enseñará realmente a aprender el que aprende a enseñar, al enseñar a convivir exige que uno conviva al enseñar, es decir, que convierta la clase en un lugar de democracia profunda. No ser un profesional sólo por lo que se dedica a ser, sino también por lo que manifiesta, Necesitamos ser docentes antes que otra cosa, seamos educadores. Ser maestro, educador, es algo mucho más complejo, sublime e importante que enseñar matemáticas, inglés o cualquier materia. Educar, es alumbrar personas únicas, libres y solidarias, dar la mano, ofrecer los propios ojos para que otros puedan mirar la realidad sin miedo ofrecer nuestras manos, para que puedan escribir y expresarse, nuestras piernas para que puedan llegar a una clase y nuestros oídos para que puedan escuchar y nuestros brazos para ofrecerles el amor que tanto necesitan. El quehacer del educador es misión y no simplemente profesión. Implica, no sólo dedicar horas, sino dedicar alma. Exige no sólo ocupación, sino vocación. La vocación docente, es algo más importante que títulos, cursos, diplomas, conocimientos y técnicas. Formar personas sólo es posible desde la libertad y desde el amor que crea seguridad, abriendo el futuro de cada uno, está ayudando a ser, debemos esforzarnos por ser cada uno de nosotros, un profesional crítico y activamente comprometido en la gestación de una democracia de calidad, es urgente una educación comunitaria, que tenga como finalidad, la genuina democracia, basada en el trabajo, la participación, la crítica y el respeto, donde derechos y deberes de los ciudadanos son la guía permanente de las acciones de cada ser. La escuela debe propiciar la comprensión crítica a democracia vivida la sociedad desde una conciencia ética que haga del individuo, sujeto de construcción de la democracia plena. Para hacer esto necesitamos que las escuelas sean verdaderas ideas democráticas, semillas y espejos de la sociedad que buscamos y queremos llegar a tener, lograr que entiendan que es el futuro de todos y para todos.

5 López, (2010) Las normas morales remiten a la intencionalidad, que se cumplen por el convencimiento interno, mientras que las normas jurídicas no exigen este convencimiento interno, basta que se cumplan externamente. Sin embargo, en ocasiones al derecho también le interesan aspectos internos del acto humano. Para hacer que las leyes se cumplan por las buenas o por las malas; mientras que la única sanción frente al incumplimiento de una norma moral sería el remordimiento de la propia conciencia. Conviene, sin embargo, añadir que también las normas morales tienen cierta coactividad externa a través de la llamada presión social, que, a veces, es más efectiva y severa que las mismas sanciones jurídicas. Sólo, si nosotros los docentes nos esforzamos por ser genuinos ciudadanos, estaremos educando en y para la ciudadanía y contribuiremos a desarrollar en los alumnos la facultad de imaginar, jugar y comprometerse en la búsqueda de una sociedad humana e igualitaria, que logre la vigencia plena de los derechos humanos y de los valores universales básicos, donde la ética de la profesión docente juega un papel de mucha importancia. Desde nuestras escuelas adquirir el compromiso para lograr una comunidad educativa entregada a ser genuinos, que desde nuestros planeamientos integremos una guía adecuada y comprometernos con ética.

6 CONCLUSION Para concluir se puede considerar que la ética y la moral están siempre presentes en la vida cotidiana y profesional de un docente ya que ocupa nuestras conciencia y la moral nos lleva a una constante reflexión de nuestro que hacer como docentes y en todo caso como profesionales en cualquier ámbito en nuestra sociedad y vida cotidiana, de la importancia de nuestro actuar en la vida como seres auténticos y comprometidos responsablemente en el fortalecimiento de los valores éticos y morales en nuestra sociedad. La ética como la moral y los valores buscan formar seres de bien basándose en verdaderos principios que son aceptados como pilares fundamentales en el ámbito social, por consiguiente es un compromiso que le permite al docente un testimonio satisfactorio y alegría por el deber cumplido por encima de las desigualdad de mezquindades o cualquier otra cosa que busquen alterar los cimientos que constituyen a la sociedad. La constancia, al amor y a la dedicación que debemos tener ante la vida y ante los retos que ella nos somete, ya en nuestro largo caminar como docentes, jugamos papeles diversos la cual a su vez, encierra una gran responsabilidad que debemos aceptar como lideres transformadores de una sociedad que en ciertas ocasiones asumimos papeles como el de ser más que maestros o dadores de clases ser padres incondicionales capaces de cualquier sacrificio por nuestros alumnos. No es un simple trabajo, es un sacrificio en cierta forma nos involucramos demasiado con nuestros estudiantes y eso a la vez no hace sufrir por tanto que nos involucramos, a la vez sacrificamos mucho a nuestras familias, pero en realidad es satisfactorio el poder ver crecer a niños a nuestro lado dándoles el amor y esmero que ellos necesitan para ser personas de bien y tener un futuro mejor, ese es el mejor pago para nuestra dedicación y vida.

7 Bibliografía Significados, (2013, 2016), Ética y Educación en valores, (2009), Marlasca López, A. (2010). Ética y Derecho. En A. Marlasca. Introducción a la Ética (pp ). Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.