Lección 20: Derechos de la Mujer

Transcripción

1 Lección 20: Derechos de la Mujer Los temas de esta lección son: 1. Antecedentes históricos; 2. La evolución de los instrumentos internacionales de derechos humanos con respecto a las mujeres; 3. El contenido central de CEDAW, el principal convenio internacional sobre los derechos de las mujeres. 1. Antecedentes históricos. Históricamente, las mujeres han sufrido la exclusión, restricción o denegación de derechos. Los derechos a tener acceso a la educación, a ser consideradas un ciudadano con igual derecho a voto y a postularse a cargos públicos, a controlar su fertilidad o a no ser discriminada arbitrariamente sea dentro del matrimonio o en otros ámbitos, entre otros, han sido sistemáticamente violados a lo largo de la historia, sólo por el sexo o género de las mujeres. La biología de las mujeres también las afecta adversamente, si no hay cuidado médico adecuado disponible para ellas. En adición al sexo y género, otros factores pueden componer los obstáculos para el goce de los derechos de la mujer. Ellos incluyen origen étnico, raza y edad. Tal trato discriminatorio tanto por actores públicos como privados ha sido históricamente justificado por estereotipos sobre los roles de las mujeres y de los hombres, su estatus respectivo en la sociedad y, generalmente, lo que significa ser un hombre o una mujer. Hay tipos específicos de violencia perpetrados en algunas regiones del mundo en contra de las mujeres, tales como la mutilación genital femenina. Esta práctica ejemplifica un temor irracional hacia la sexualidad de las mujeres y un intento cruel por controlarla. Sin embargo, hasta el presente, no todas las formas de malos tratos en contra de la mujer han sido internacionalmente reconocidas como una violación de derechos humanos. En la lucha por los derechos de la mujer, las primeras propuestas y manifiestos fueron producidos en Europa, a fines del siglo 18. El movimiento por la igualdad 1

2 de la mujer se hizo más fuerte en el siglo 19, abrazando causas como el voto universal, derechos de propiedad para la mujer casada y el acceso de la mujer a todos los niveles de educación. Esta lucha empezó a producir resultados, comenzando a fines del siglo 19 y durante la primera mitad del siglo 20, particularmente en Europa, América del Norte y, aunque más gradualmente, en Latinoamérica. En décadas recientes el movimiento por los derechos de la mujer se ha vuelto aún más fuerte y suele articular sus demandas en el lenguaje de los derechos humanos. 2. La evolución de los instrumentos internacionales de derechos humanos con respecto a la mujer. Desde su creación, las Naciones Unidas han trabajado hacia el reconocimiento de los derechos de la mujer. De hecho, la Carta de las Naciones Unidas afirma la...fe en los derechos fundamentales, en la dignidad y el valor de toda persona humana, y en los derechos iguales de hombres y mujeres y establece que toda persona, independiente de su sexo, goza de los derechos humanos. Aunque los derechos de la mujer y el principio de no discriminación debido al sexo han formado parte desde el comienzo de todos los convenios internacionales de derechos humanos y declaraciones no vinculantes, estos documentos no se referían a la especificidad de la discriminación en contra de la mujer. Progresivamente, la necesidad de remediar esta situación fue reconocida y tratados específicos fueron acordados. El primer documento adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el estatus de la mujer fue la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, de A la fecha, 122 países son partes de esta convención. Otros instrumentos también tratan los derechos de la mujer pero son limitados en alcance. Por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo adoptó convenciones para proteger a la mujer de condiciones laborales paupérrimas, tales como el trabajo nocturno o de la discriminación arbitraria, señalando que debería existir igualdad de sexos en cuanto a la remuneración. 2

3 3. El contenido central de CEDAW. El acrónimo CEDAW significa Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (en inglés). Fue adoptada en Es un documento comprehensivo, una verdadera carta de los derechos de la mujer. Fue precedida por la Declaración de la ONU sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, de El artículo 1 de CEDAW define la discriminación en contra de la mujer como cualquier distinción, exclusión o restricción hecha sobre la base del sexo, que tenga el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos por la mujer, sobre la base de la igualdad con respecto a los hombres. Esta definición no requiere de la intención de discriminar. Basta con que la discriminación sea el efecto real de las leyes, regulaciones, prácticas o costumbres acerca de la mujer, incluso si son aparentemente neutrales en cuanto al género. La eliminación de discriminación es la obligación central de CEDAW. CEDAW se funda sobre la base de que la discriminación es una consecuencia de los estereotipos encontrados en la cultura, la religión y las costumbres. CEDAW establece la obligación de los Estados partes de adoptar medidas para promover cambios culturales. También exige derribar todas las barreras que ponen a la mujer en una posición subordinada. Tales medidas pueden envolver pasos legislativos para mejorar la condición de la mujer. Los Estados parte deben informar al Comité de CEDAW sobre las acciones adoptadas para combatir la discriminación. CEDAW incluye la obligación de los Estados de adoptar pasos inmediatos e incrementales. El lenguaje específico es de adoptar todas las medidas apropiadas sin mucha definición acerca de lo que ello implica. Al final, las acciones adoptadas por los Estados deben ser evaluadas de acuerdo a su efecto en la consecución de los fines de igualdad entre los sexos, y de mejorar el estatus de la mujer dentro de la sociedad. 3

4 Muchos Estados han hecho reservas a las obligaciones contenidas en CEDAW. Generalmente, ellas consisten en declarar que están exentos de cumplir con ciertas provisiones de CEDAW que contradicen su derecho interno. Algunas de esas reservas se basan en una supuesta inconsistencia entre las obligaciones del tratado y preceptos religiosos. Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos hicieron una reserva con respecto al artículo 2(f) de CEDAW, porque opinan que él viola las reglas de sucesión prescitas por el derecho islámico conocido como Sharia. El orden jurídico interno también es invocado como una razón para no adoptar una obligación. Por ejemplo, Austria hizo una reserva en cuanto a la protección especial de la mujer trabajadora, declarando que cumpliría dicha obligación dentro de los límites establecidos por (su) legislación nacional. Algunas de estas reservas contradicen el núcleo de CEDAW porque no aceptan la igualdad de hombres y mujeres en la vida familiar. Son incompatibles con el objeto y propósito del convenio y por lo tanto no deberían tener validez. Es claro que el proceso de superar prejuicios culturales puede ser lento. Depende de un esfuerzo continuo de los Estados, órganos internacionales y la sociedad civil el vencer la reticencia de algunos Estados para cumplir con las prescripciones de CEDAW. En 1999, se aprobó un Protocolo Opcional a CEDAW. De acuerdo con él, se pueden presentar reclamaciones o comunicaciones individuales ante el Comité de CEDAW, el órgano experto que supervisa el cumplimiento de la convención. CEDAW garantiza el derecho de la mujer a no ser discriminada, sea por el Estado o por actores privados, en todas las áreas de la vida pública. Enfatiza que la discriminación debe ser confrontada tanto en la esfera pública como en la privada. Esto es relevante porque los derechos de la mujer son cotidianamente infringidos en el ámbito familiar, que ha permanecido tradicionalmente más allá del escrutinio público. 4

5 CEDAW establece tanto derechos civiles y políticos, por un lado, como derechos económicos, sociales y culturales, por otro, derechos que hasta ese momento eran tratados de modo separado por los convenios principales de la ONU. Al hacer esto, CEDAW de hecho destaca la interdependencia de estos dos grupos de derechos. Esta Convención debe ser complementada con las Recomendaciones Generales emitidas por el Comité de CEDAW, las cuales a pesar de no ser vinculantes son una interpretación oficial de la Convención. CEDAW insta a los Estados a implementar medidas especiales para acelerar la igualdad de facto entre hombres y mujeres (artículo 4.1). Esto refleja una conciencia de que no es suficiente adherir a una declaración formal de igualdad entre hombres y mujeres. Debido al peso de una larga historia de prejuicios, se necesitan medidas especiales o acciones afirmativas para superar las discriminaciones. Las medidas especiales deben ser temporales. Su duración no puede exceder el cumplimiento de la meta de la igualdad de facto. Tales medidas especiales no son consideradas discriminatorias. El Comité de CEDAW, en su Recomendación General N 5, de 1988, instó a los Estados a hacer más uso de medidas especiales para aumentar la integración de la mujer en la educación, la economía, la política y el empleo. En su Recomendación General No. 8, llamó a los Estados partes a adoptar medidas directas para asegurar a las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres, las oportunidades de representar a su gobierno a nivel internacional y en organizaciones internacionales. 5

6 Algunas medidas especiales no constituyen acción afirmativa. Por ejemplo, aquellas relacionadas con la promoción de cambio cultural a través de campañas educativas para intentar modificar los estereotipos que mantienen a la mujer en una posición subordinada. Una de las prácticas más atroces en contra de la mujer es la violencia. CEDAW no hace una mención especial de esta práctica. Sin embargo, el Comité de CEDAW, en su Recomendación General No. 12, de 1989, declara que la violencia contra la mujer dentro de la familia, en el lugar de trabajo o en cualquier otra área de la vida social, es una forma de discriminación. El sistema inter-americano de protección de derechos humanos posee un tratado especial la Convención Inter-Americana sobre la Prevención, el Castigo y la Erradicación de la Violencia contra la Mujer o la Convención de Belém do Pará. La Comisión Inter- Americana de Derechos Humanos ha declarado que las obligaciones generales de derechos humanos de respetar y garantizar requieren la debida diligencia de parte del Estado para investigar y sancionar a los perpetradores de la violencia, sea cometida por agentes estatales o por privados. Cuando los agentes estatales perpetran la violencia esto puede equivaler a tortura. La Corte Inter-Americana ha fallado que los ataques sexuales deben ser considerados tratos crueles, inhumanos o degradantes. 6