MI CIUDAD INTELIGENTE

Transcripción

1 88 Gaia: nuestro ecosistema MI CIUDAD INTELIGENTE Figura 2: Mapa Red RECI (Red Española de Ciudades Inteligentes). QUÉ ES UNA CIUDAD INTELIGENTE Una ciudad inteligente o Smart City más que un nuevo tipo de ciudad, responde a una línea de medidas y políticas que se llevan a cabo desde las administraciones para lograr una mejora en la gestión de las urbes. Uno de los retos más importantes de nuestra sociedad es avanzar hacia un modelo de bajas emisiones de dióxido de carbono y menor consumo energético. El papel de las ciudades en la lucha contra el cambio climático y el medio ambiente urbano es determinante teniendo en cuenta que la mitad de las emisiones y gasto energético se produce en los núcleos urbanos. Frente a este reto surgió el concepto de Smart City (Ciudad Inteligente) hace dos décadas para tratar los problemas de sostenibilidad que surgían en las ciudades y que se centraban fundamentalmente en la eficiencia energética y en la reducción de las emisiones de carbono. Ilustración Agustín Espina.

2 nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema 89 Figura 1: Pablo Rodríguez y Eduardo Bustillo con el Twizy del proyecto en la Plaza Mayor de Valladolid PABLO RODRÍGUEZ BUSTAMANTE La defensa de las energías sostenibles como fuente básica para el desarrollo de las sociedades urbanas Desde el inicio del proceso de reforma de la política energética de la Unión Europea, los paisajes urbanos a partir de generación de electricidad con energías renovables suscitan un interés creciente. España se caracteriza por una implantación muy exitosa de las políticas europeas en materia de energías renovables. El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Transporte, Siim Kallas se manifestaba de esta manera: La descarbonización del transporte es crucial en nuestros planes para un crecimiento inteligente y sostenible y en la transición hacia una economía caracterizada por las bajas emisiones y por un empleo eficiente de los recursos. En comparación con la gasolina convencional de hoy y los vehículos diesel, los coches eléctricos pueden ahorrar hasta un 30% de las emisiones de CO2. Se ayudará a las ciudades para reducir la contaminación local y global de la UE, las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, la electrificación del transporte por carretera podría cambiar radicalmente la forma en la que Europa organiza su movilidad, particularmente en las zonas urbanas. Las ciudades que aplican la limitación de recursos, la sensibilidad por la eficiencia en su uso y la adecuada gestión de los vectores ambientales que determinan su buen funcionamiento, tienen la necesidad de proveerla de una infraestructura que intente garantizar un desarrollo sostenible, un incremento de la calidad de vida de sus ciudadanos, una mayor eficiencia de sus recursos humanos y energéticos. En definitiva, la base de las ciudades inteligentes es usar la tecnología en beneficio de la población. Finalidad de la Smart City Es ahora cuando el concepto de ciudad inteligente encaja mejor que nunca, ya que la actual situación económica obliga a buscar soluciones inteligentes menos costosas, que utilicen mejor los recursos. Además una smart city debe desarrollar la innovación y el emprendimiento, crear espacios urbanos atractivos a la inversión, y mostrarse como territorios que fomentan la llegada de visitantes. Es en estos momentos cuando las ciudades han de dar un paso adelante y buscar cambios que realmente respondan a las necesidades del ciudadano.

3 90 Gaia: nuestro ecosistema Figura 3: Sede de Ingeteam en Sarriguren (Navarra). Renault Twizy recargando en un poste de recarga para vehículo eléctrico-movilidad ELÉCTRICA. El paradigma de la ciudad inteligente llegó con un objetivo clave, la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones en las ciudades para su propio beneficio. No sólo alude a la utilización de tecnología en nuestras urbes, sino a su aplicación bajo unos criterios básicos de necesidad y practicidad. Esto es, llevar a cabo actuaciones resolutivas que repercutan en el bienestar del ciudadano, tomando en cuenta sus necesidades y opiniones. Se trata de aplicar la tecnología, las innovaciones y, en definitiva, la I+D+i con cabeza. La búsqueda de soluciones pensadas y recapacitadas no sólo redunda en una mayor habitabilidad urbana, sino en el ahorro directo para los Ayuntamientos y, por ende, para los ciudadanos. Las smart cities o ciudades inteligentes tienen que contar ineludiblemente con tres pilares fundamentales que las sostienen: el propio ahorro económico, la sostenibilidad medioambiental y la participación ciudadana. Esto significa que aquellas acciones que se desarrollen en una ciudad inteligente deben responder a alguno -o todos- estos criterios. "Una ciudadanía informada será sensible y partícipe de las acciones smart city. Las ciudades inteligentes están conectadas entre sí, no son islas Una de las principales preocupaciones que existe en torno a las smart cities a la hora de sus objetivos es la interoperabilidad entre ellas. Para ello, en España, se ha establecido un comité técnico de normalización por AENOR (CTN178 Ciudades Inteligentes) para la elaboración de normas comunes y estándares. [AENOR: Asociación Española de Normalización y Certificación]. Un buen ejemplo de trabajo en esta materia es la posibilidad de desarrollar un sistema común de carga para el vehículo y motocicletas eléctricas. El objetivo es que los enchufes y los conectores utilizados para la carga de estos vehículos sean iguales en toda España, lo que permitirá que cualquier vehículo y sus baterías sean recargadas, de forma segura y fácil, en cualquier ciudad. El vehículo eléctrico es un asunto prioritario para las Smart City y puede contribuir, de forma muy significativa, a lograr el objetivo de reducción de emisiones. Para ello cuestiones como la seguridad, interoperabilidad y el desempeño de sus cargadores, son vitales. Además, en esta línea, constituye un error común circunscribir este tipo de políticas solo al ámbito urbano, dejando de lado al medio rural. Debe tenerse en cuenta a toda la población, haciendo que todas estas acciones incluyan o consideren en la medida de lo posible a todo el territorio, por lo que es más preciso hablar de municipalidades inteligentes, o acaso, espacios o territorios inteligentes. LOS TRES PILARES DE LAS CIUDADES INTELIGENTES Las smart cities están sujetas o tienen su razón de ser en lo que podríamos denominar tres patas fundamentales: ahorro económico, sostenibilidad medioambiental y participación ciudadana. Ahondando un poco más, podríamos decir que las acciones consideradas inteligentes o que se atribuyen a la ciudad inteligente hacen referencia a aquellas actuaciones que revierten en un beneficio económico -permiten rentabilizar la inversión-, son respetuosas con el medio ambiente -conservándolo y, en ocasiones, mejorando el entorno-, y posibilitan la involucración del ciudadano -siendo partícipe en la toma de decisiones en la ciudad-. En esta coyuntura, podemos identificar diversos grupos de acciones con algunas características comunes que permiten agruparlas en iniciativas o, mejor, dicho, que toman forma en las ciudades inteligentes como políticas "inteligentes". Así, discernimos entre aquellas relacionadas con la administración electrónica (e-administración), la movilidad sostenible, la eficiencia energética, la habitabilidad urbana o la innovación social. En este sentido, así se configuran por parte de la RECI (Red Española de Ciudades Inteligentes) los diversos grupos de trabajo cuyas acciones comentamos a continuación de forma somera. Esta Red es la asociación de referencia en materia de smart cities a nivel estatal y se incluye dentro de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias).

4 nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema 91 La administración electrónica como punto de partida La mejora, el desarrollo y la implementación de la e-administración o administración electrónica es otra de las claves en la ciudad inteligente. Puede funcionar como punto de partida puesto que aglutina cantidad de información referente al ciudadano, permitiéndolo además realizar los trámites propios de la Administración Local, desde casa. Tanto los ciudadanos como las empresas. La posibilidad de "hacer los papeles" desde sus viviendas o, en su defecto, desde cajeros habilitados a tal efecto por la ciudad (denominados en algunos casos como cajeros ciudadanos), se traduce en un ahorro de tiempo, dinero y emisiones directo. Esto posibilita a la ciudadanía interactuar y habituarse al uso de la administración electrónica a la par que evita desplazamientos innecesarios con el consiguiente ahorro económico y en emisiones a la atmósfera por la utilización de transporte privado. Además, disminuye la necesidad de funcionariado para estos trámites, así como la información sobre los mismos, realizándose todo ello de manera virtual. Permite además la integración e interoperabilidad entre las diversas administraciones y algunas otras tareas como facilitar la búsqueda de empleo e incluso el pago electrónico que podríamos englobarlo en este tipo de medidas (e-commerce). La e-administración facilita la realización de trámites con el consiguiente ahorro económico y de tiempo, además de permitir la interoperabilidad. Nuevo paradigma en la movilidad urbana Figura 4: Cajero Ciudadano 24h en la ciudad de Gijón- ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA. La movilidad en las ciudades es un problema cada vez más notable, su sostenibilidad, las energías alternativas y la eficiencia de los equipamientos y sistemas de transporte, al igual que la accesibilidad son sólo algunas de las iniciativas desarrolladas bajo este nuevo concepto de ciudad inteligente, aunque no la única. Es uno de los factores con más alta repercusión en el medio urbano. La creciente motorización y el uso cada vez mayor del vehículo privado han repercutido negativamente en el medio ambiente de las ciudades y creado tensiones en el espacio público. Las nuevas soluciones de movilidad eléctrica reportan una mejor calidad de vida de los ciudadanos, reduciendo los costes del transporte urbano y los derivados de la congestión del tráfico. De esta forma, las nuevas formas de movilidad urbana sostenible garantizan las necesidades de movilidad de todos los ciudadanos, contribuyendo a la mejora del medio ambiente urbano y la salud. El desplazamiento de personas y bienes sobre el territorio es un ámbito de intersección entre dimensiones de lo social, por lo que suele ser abordado conforme a los objetivos y enfoques desde los cuales parte el análisis: la ingeniería, la economía, el diseño industrial, el medio ambiente. Por tanto, una de las líneas estratégicas dentro de una smart city es la movilidad sostenible, y dentro de ésta, la movilidad eléctrica. Si nos centramos en la sostenibilidad dentro del campo de la movilidad nos encontramos con iniciativas dispares que pueden favorecer este hecho: el fomento del uso de vehículos eléctricos, los sistemas de intercambio o préstamo de bicicletas, el car sharing, la gestión inteligente del tráfico, etc. Conseguir un alto grado de desarrollo de la movilidad sostenible/verde/eléctrica en nuestras ciudades es fundamental para que la idea de Smart City triunfe. El papel de la eficiencia energética Las ciudades cada vez van a necesitar más energía y han de tender a la autosuficiencia. El desarrollo de ciertas acciones en esta materia es clave, así se observan interesantes medidas en torno a la mejora en la utilización de la energía en numerosas ciudades. Bien sea reflejada en un mejor aislamiento de los edificios -públicos y privados-, la mejora de la iluminación (LED o de bajo consumo), el transporte de la energía o su autoconsumo, resultan fundamentales las iniciativas que en torno a eficiencia energética se apliquen. El uso de energías limpias o renovables, la utilización de energías alternativas de forma eficiente se traduce en un ahorro de recursos muy importante, todo ello optimizado con una distribución de energía a través de smart grids o redes inteligentes, nos llevaría a alcanzar lo que denominamos como el "óptimo energético". El uso de nuevas formas de producción de energía, la instalación de elementos domóticos o de telegestión, intervenciones sobre antiguas construcciones o una mejor planificación sobre las de nueva obra son sólo algunas de las experiencias que se pueden reconocer en este sentido y que pueden resumir bien lo que en esta materia se está haciendo en el marco de las ciudades inteligentes. La utilización de energías alternativas de forma eficiente -bien sea para desplazarnos o para abastecernos de suministro eléctrico- se traduce en un ahorro de recursos muy importante y necesario. Resulta fundamental el uso de energías limpias o renovables, así como el fomento de la movilidad verde. La mejora de la habitabilidad urbana La habitabilidad urbana es un aspecto primordial en la smart city. Uno de los objetivos fundamentales para

5 92 Gaia: nuestro ecosistema que una ciudad inteligente lo sea es que cumpla con unos mínimos de habitabilidad y bienestar del ciudadano. En esta línea, la mejora de la calidad ambiental basada en el control de emisiones (medición de parámetros ambientales), la gestión adecuada de residuos y de jardines y espacios verdes, así como el desarrollo de un urbanismo sostenible y/o inteligente es clave. Por ello, las ciudades se centran en una planificación urbanística acorde a unos criterios de sostenibilidad ambiental (y económico), en la que contemplan una óptima recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos -como la puesta en marcha de recogida neumática-, un control de emisiones contaminantes constante y una idónea gestión de los parques y jardines públicos haciendo de estos entornos urbanos, espacios aún más habitables. Uno de los objetivos clave para una smart city es hacer de ella misma un espacio más habitable y accesible. Lo imprescindible de la innovación social La innovación social es otra de las líneas prioritarias dentro de la ciudad inteligente. En este sentido, las ciudades deben apostar por la búsqueda de nuevas iniciativas que impliquen la participación ciudadana. Aquellas actuaciones que despierten o susciten el interés del ciudadano, interactuando éste con la ciudad, serán acciones propiamente smart o inteligentes. La accesibilidad es un aspecto clave. La mejora de la accesibilidad en las ciudades, haciéndolas espacios más agradables para todo tipo de ciudadanos es esencial. Se debe centrar el eje de las smart cities en la ciudadanía, haciéndola partícipe en la toma de decisiones, bien sea mediante la creación de apps que faciliten su aportación, bien mediante encuestas de opinión -para la determinación de ciertas actuaciones en la ciudad- y satisfacción. Así mismo, el Gobierno abierto (opendata) debe estar presente en cualquier ciudad que quiera considerarse de esta índole; la transparencia en nuestras administraciones, más que nunca hoy en día, es fundamental. Las Ciudades Inteligentes tienen ciudadanos inteligentes, por ello, para que una Smart City triunfe, tiene que superar el concepto ciudad como organización administrativa, y convertirse en territorio Inteligente que venga de la mano de determinadas características ambientales, sociales, económicas, culturales donde se ponga de manifiesto la importancia de la ciudadanía. Una ciudad puede abordarse desde ámbitos donde la ciudadanía no tenga concurso ninguno, o bien desde un prisma de territorio urbano con una perspectiva que incluya a la población del mismo. "Las ciudades inteligentes tienen ciudadanos inteligentes" EL PROYECTO "MI CIUDAD INTELIGENTE" Mi Ciudad Inteligente es un proyecto de análisis y difusión de las ciudades inteligentes o smart city en España. Dos geógrafos, Eduardo Bustillo y Pablo Rodríguez, socios de GEOCyL Consultoría, han recorrido 30 ciudades españolas a bordo de un Renault Twizy, vehículo 100% eléctrico y cero emisiones, paradigma de un nuevo modelo de movilidad urbana, sirviéndose de los puntos de recarga para vehículo eléctrico de Ingeteam. El proyecto Mi Ciudad Inteligente se ha desarrollado durante 30 jornadas para analizar 30 ciudades inteligentes españolas utilizando como hilo conductor del proyecto la experiencia a bordo de un vehículo eléctrico en el ámbito urbano. Con esta propuesta se pretende poner en valor la movilidad sostenible, la eficiencia energética y medioambiental, la gestión de infraestructuras, las nuevas tecnologías de la comunicación aplicadas al territorio y demás acciones que definen a las ciudades inteligentes. Esta iniciativa surge de nuestras inquietudes como profesionales del territorio, fruto de nuestra labor en GEOCyL, consultora afincada en Valladolid y especializada en proyectos territoriales y ambientales. La mirada del geógrafo hacia las ciudades inteligentes aporta un análisis holístico sobre los nuevos procesos territoriales en el ámbito urbano desde el punto de vista ambiental, económico y social. Tiene un doble objetivo, analizar las ciudades inteligentes desde un punto de vista geográfico, observando cómo las nuevas políticas y acciones inteligentes transforman la vida y morfología de nuestras ciudades. El otro objetivo es la difusión de las smart city; a través de se narra el día a día de esta experiencia, poniendo en valor los conceptos que definen a este paradigma de ciudad. En nuestras redes sociales se recogen nuestras CiudadRECI a través de Twitter o Mi Ciudad Inteligente en Facebook. La difusión del proyecto ha sido un aspecto clave, pretendiendo llegar al mayor número posible de ciudadanos. Los medios de comunicación tradicionales, prensa, radio y televisión han tenido la oportunidad de mostrar de manera integrada cuáles son las políticas que en su ciudad o región se están llevando a cabo en materia de ciudades inteligentes. La realización de un documental que muestre a modo de resumen lo que ha sido el espíritu del proyecto será la guinda final, un reflejo del estado actual de la implantación del concepto smart city en España, de qué cambios se están produciendo al respecto en nuestras ciudades y de las potencialidades que nos reportan a los ciudadanos. Mi Ciudad Inteligente se ha centrado en 30 ciudades con el apoyo institucional de la RECI (Red Española de Ciudades Inteligentes) cuyos Ayuntamientos integrantes han apoyado extraordinariamente nuestro trabajo. Además ha contado con el patrocinio de Renault España y de Ingeteam, el fabricante de puntos de recarga más extendido por España localizado en un mayor número de ciudades. El proyecto se ha llevado a cabo entre el 27 de mayo y el 19 de julio, dedicándose una jornada a cada uno de estos núcleos inteligentes en los que se han desarrollado actos institucionales, conferencias y exposiciones abiertas al ciudadano y ha permitido poner sobre la mesa el estado actual de la inteligencia territorial en España. Figura 5: Medidas de eficiencia energética y energías alternativas Microgenerador eólico urbano en la ciudad de Málaga (Barrio de La Misericordia)-EFICIENCIA ENERGÉTICA.

6 nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema nuestro ecosistema 93 Hasta el momento se han visitado 30 de los 41 Ayuntamientos que constituyen la RECI actualmente (en aumento), estos han sido: Alcobendas, Alicante, Barcelona, Burgos, Cáceres, Castellón, Córdoba Guadalajara, A Coruña, Elche, Gijón, Logroño, Lugo, Huesca, Madrid, Málaga, Marbella, Murcia, Palencia, Pamplona, Rivas-Vaciamadrid, Salamanca, Santander, Segovia, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria- Gasteiz, Sabadell y Zaragoza. Es posible que se continúe la labor con los once municipios restantes de reciente incorporación, los cuales son: Alcorcón, Aranjuez, Ávila, Badajoz, Móstoles, Oviedo, Palma, Ponferrada, Tarragona, Torrejón de Ardoz y Torrent. Uno de los elementos de valor del proyecto es la utilización de un Renault Twizy, vehículo 100% eléctrico, para realizar los recorridos urbanos. El transporte en las ciudades es un problema cada vez más acuciante, es por ello que la movilidad urbana, las energías renovables y la eficiencia de las infraestructuras y sistemas de transporte, así como a la accesibilidad local, es una de las iniciativas más implantadas bajo el concepto de smart city. La elección de un vehículo eléctrico para los desplazamientos urbanos añade un valor demostrativo del grado de implantación de las infraestructuras de recarga en nuestras ciudades y es que aún queda por hacer y muchas ciudades han de poner en práctica nuevas medidas de impulso y apostar por la movilidad eléctrica. Analizamos el grado de adaptación de la movilidad sostenible en entornos urbanos y periurbanos y evaluamos las ventajas e inconvenientes de lo que supone la alternativa de la movilidad eléctrica, reduciendo así las incógnitas que pudiesen existir. Cómo los gobiernos locales han elaborado políticas que afectan a la ordenación del espacio urbano y a la movilidad para favorecer el desarrollo de las infraestructuras de recarga, la discriminación positiva a favor del vehículo eléctrico, la generación de confianza entre la ciudadanía mediante actividades de información y concienciación, y el fomento de la demanda a través de la introducción del VE en flotas municipales. Tratamos además de desmitificar algunas ideas sobre el coche eléctrico. El propósito de realizar un proyecto de esta índole, es demostrar que existen algunas ideas o reflexiones erróneas en torno al vehículo eléctrico. El concepto que tiene la población de que se trata de un vehículo poco seguro, incómodo, que provoca range anxiety (ansiedad por el temor a quedarse sin batería) y es poco práctico es un hecho. Con esta prueba de rodaje en ciudades de toda la geografía española se pretende desmitificar todas estas impresiones y algunas otras, realizando un viaje prolongado con dos ocupantes recorriendo profusamente la ciudad reproduciendo el uso cotidiano de un vehículo de estas características en los centros urbanos. Un vehículo seguro y práctico, que se puede cargar de forma simple, introduciendo el hábito de carga dentro de las acciones cotidianas del usuario. La iniciativa ha funcionado como una herramienta de transparencia y participación; de ahí el nombre elegido, Mi Ciudad Inteligente, la de cada uno de nosotros como ciudadanos. PABLO RODRÍGUEZ BUSTAMANTE Figura 6: Burgos Verde Cartel y carril bici en parque urbano-ha- BITABILIDAD URBANA. Socio / Consultor en GEOCyL Socio-fundador en GEOCyL Consultoría Ambiental y Territorial, Profesor Asociado de la Universidad de Valladolid e Investigador del Proyecto "Mi Ciudad Inteligente". DEA en Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio. Experto en Smart Cities, SIG (Sistemas de Información Geográfica), Riesgos Naturales y Geomarketing.