- 1 - Francisco Ramos Torroba C. Real-Puertollano Antropología del Cuerpo Dr. D. Juan Antonio Flores Martos

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1 Pág. 1/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Francisco Ramos Torroba C. Real-Puertollano Antropología del Cuerpo Dr. D. Juan Antonio Flores Martos - 1 -

2 Pág. 2/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La Anorexia: El fantasma de ver otro cuerpo en el propio ÍNDICE Pág. 1. INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DEL TEMA SEXO, GÉNERO Y CULTURA Sexo, género y cultura en antropología El sexo en el cerebro EL ESTILO DE VIDA OCCIDENTAL Nacimiento de un anoréxico La anorexia en la adolescencia CAUSAS DE LA ANOREXIA DESCRIPCIÓN CLINICA Y EXPLORACION PSICOPATOLOGICA ENTORNO FAMILIAR Y ACTITUD DEL ANORÉXICO MUJER, ADOLESCENTE Y ANORÉXICA TRATAMIENTO Y EVOLUCIÓN DE LA ANOREXIA CONCLUSIONES AUTOCRÍTICA Y VALORACIÓN PERSONAL BIBLIOGRAFÍA

3 Pág. 3/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Esclavas de un cuerpo fantasma. La solución a los problemas personales está en la capacidad que tenemos para afrontarlos y no huir de ellos. La anorexia es una huida José Francisco González - 3 -

4 Pág. 4/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La Anorexia: El fantasma de ver otro cuerpo en el propio 1.- INTRODUCCIÓN Y PRESENTACIÓN DEL TEMA La mujer se ha visto obligada a alterar sus patrones biológicos en función de normativas sociales en multitud de ocasiones: sólo es necesario recordar la deformación de los pies en las chinas, el artificial alargamiento del cuello de las mujeres Karen de Burma ( ) En nuestra cultura ( ) los miriñaques que exaltaban las cinturas de avispa Los tacones altos, la falda estrecha, los tejanos ajustados no son un modelo de comodidad Bañuelos (1994:123) A lo largo de la historia, la mayoría de las mujeres han sufrido la desigualdad, la discriminación, el aislamiento, la opresión, la explotación y aún hoy se siguen repitiendo en muchas sociedades y culturas. Ese sufrimiento aparece unas veces disfrazado de enfermedades llamadas invisibles como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica, o culturales, como la anorexia o la bulimia, sin olvidarnos, de las lesiones e incluso muertes que está originando la llamada violencia doméstica. En todas estas situaciones subyace como denominador común el que afectan de manera importante mucho más al género femenino. La mujer ha sido y sigue siendo víctima de problemas basados en concepciones culturales interesadas en perpetuar la primacía del hombre sobre ella. En el caso de los trastornos alimentarios, los especialistas les adjudican un origen multifactorial, pero entre éstos cobran cada vez más fuerza, los denominados factores culturales, definidos como presión social primando modelos de delgadez (Gandarillas y otros 2000:11) - 4 -

5 Pág. 5/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba En nuestra cultura occidental es donde se da una mayor influencia de estos trastornos, y es en ella, y concretamente, en las adolescentes, donde centramos este estudio. El culto del cuerpo se ha convertido en nuestros días en un fenómeno de gran significación. La presentación del yo físico adquiere una especial relevancia en los nuevos estilos de vida La expresión corporal se ha convertido en un lenguaje que, en último extremo, manifiesta el status y la posición social. Bañuelos (1994:140) En este trabajo nos vamos a centrar de manera especial en la anorexia nerviosa, (también citada como anorexia en muchos casos) y de las mujeres que la padecen en un 95% de los casos. El tema que aquí se aborda es de plena actualidad. La construcción de la sociedad del futuro no puede sustentarse por más en los valores que fomenta el consumismo desaforado y que lleva a morir a un número importante de nuestros jóvenes o deja a una parte de ellos al borde la muerte o quedan profundamente marcados de por vida si superan la enfermedad. Raquel, comenta que cuando fue ingresada en la unidad de psiquiatría del hospital, lo pasó muy mal y ahora le duele lo que decía, pero recuerda que se expresaba con estas palabras hacia su familia y los que le cuidaban: Sí, habéis conseguido encerrarme aquí como a una delincuente, como a una asesina o como a un criminal que está loco, pero no conseguiréis dominarme entre todos Me da lo mismo morir aquí que hacerlo fuera. Yo quizá sufra pero vosotros vais a sufrir más que yo. La muerte me está esperando y yo me reuniré con ella pronto, pero quizá también alguno de vosotros se venga conmigo. Me espera la muerte al otro lado de vuestro mundo y no vais a poder hacer nada por evitarlo - 5 -

6 Pág. 6/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Comentarios desgarradores pero reales que se han reflejado tal y como han sido expresados por las personas afectadas. En este trabajo, nos acercarnos a la realidad del mundo de la anorexia desde la entrevista y la observación participante, tanto de las personas afectadas por su enfermedad como de su entorno, e incluso cuando se nos ha permitido, en las sesiones terapéuticas. El grupo al que he dedicado mi estudio han sido 10 mujeres españolas de raza blanca, con el diagnóstico de anorexia nerviosa, entre 14 a 20 años, si bien, en algunos casos, aunque esa edad fue en la que padecieron la anorexia, ahora en la distancia lo ven con otro prisma, pero no han podido olvidar lo que han pasado, y en cierta manera, se sigue pasando. En este trabajo se ha prestado especial atención a los informantes cualificados con los que he contado, en concreto, un caso que se ha analizado desde hace 20 años realizando un seguimiento continuo tanto de la enferma como de su entorno. El perfil de este grupo responde a lo que Sánchez Hernández (2004) denomina perfil epidemiológico de población de riesgo : se habla de mujer, adolescente, blanca caucásica, de clase media Se han realizado estudios en los que se constata que es muy raro que se de esta enfermedad en población negra de África (Famuyiwa, 1988) y la población china que vive en el Lejano Oriente (Lee y cols.,1988). Miguel, cuando han transcurrido más de 20 años desde que conociera a su mujer anoréxica comenta que: es una enfermedad que en el fondo no se cura nunca, porque muchos de los síntomas perduran aunque hayan transcurrido muchos años, como, por ejemplo, la falta de autoestima Hay que darles mucho cariño y amor porque no son capaces de valorarse y en cuanto las condiciones son adversas se vienen abajo

7 Pág. 7/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba En este estudio se prestará especial atención a la relación que la anoréxica establece con la familia, y de manera concreta, a la oposición conflictiva hacia los padres, destacando la figura de la madre como causa principal del desarrollo de la enfermedad en muchos casos. La etapa de la adolescencia es clave en esta enfermedad, porque se presenta como la plataforma de rebeldía que necesita la misma para dispararse. Es el reflejo de una situación más compleja en la relación social que mantiene la anoréxica, esencialmente, hacia los padres, con quejas, caprichos, empeños... Es destacable la insociabilidad, la aversión hacia lo familiar, los retrasos generalizados a la hora de comer, vómitos unidos a un carácter huraño y una conducta cargada de agresividad que chocan en una persona que hasta el momento de padecer la enfermedad había sido todo lo contrario. El problema es de una gran complejidad y es necesario abordarlo desde distintas dimensiones. Es preciso no perderse en la búsqueda de un sólo factor para explicar el tema que nos ocupa. En realidad subyacen estructuras responsables cuyos elementos proceden de factores diversos, quizá el principal se encuentre en el estilo de vida que se lleva en las culturas occidentales. Para Mabel Gracia Arnáiz (2002) la anorexia es una construcción social y como tal puede explicarse y comprenderse en términos de racionalidad cultura ( ) la especificidad actual de este trastorno está dentro de un largo continuum histórico relacionado con la lógica cultural de ayunos y autoayunos. El modelo de la estética de la delgadez se ha transmitido por diferentes canales de comunicación, tanto en prensa, radio, televisión, cine, publicidad, Internet llegando a radicalizarse y a penetrar de forma subliminal en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestras escuelas e institutos - 7 -

8 Pág. 8/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La anorexia nerviosa, es una enfermedad que tiene una naturaleza física y psicológica que ya ha sido estudiada desde la medicina por la psiquiatría y la endocrinología entre otras especialidades, pero es fundamental analizar también su base cultural y social. Y esto es lo que se está abordando desde la Antropología Social y Cultural y especialmente desde la Antropología del Cuerpo, de la Alimentación y de la Salud, porque es una enfermedad de una patología mental que enferma al cuerpo, pero también vendría a ser lo que se puede llamar una enfermedad psicosomática de raíz social. En nuestras sociedades, todos somos víctimas de la imagen perfecta, de la estética de la persona delgada como producto de la sociedad de consumo, porque las empresas no han mirado por la persona, sino que han puesto sus ojos durante décadas en los beneficios, en plantear las necesidades como algo vital, sin serlo, para después vendernos su becerro de oro. Todo se fundamenta en el marketing de hacerte desear lo que en cada momento te falta. Las grandes multinacionales de la alimentación, te animan a engordar y después crean la dieta milagrosa, con sus propios productos que te permite adelgazar sin ningún tipo de control y que muchas veces producen el efecto contrario y en algunos casos llegan hasta el punto de que pueden hacerte perder la vida. Es como me decía una enfermera: Infectar con un virus el ordenador, para poder venderte la misma empresa su propio antivirus Cada vez es más patente que hoy, se hipnotiza a nuestra juventud y se le vende humo, se actúa recreando sus sueños irreales y llegan al espejismo de lo que algunos llama la vida light. Los bordes del cuerpo pasan a representar las fronteras sociales ( ) el control rígido de los cuerpos, el dominio de los deseos, corresponde al intento de regular en el organismo las inestabilidades o transformaciones que amenazan al cuerpo social Turbet (1992:150) - 8 -

9 Pág. 9/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Miguel, en este sentido nos comentaba que: O te adaptas a sus exigencias y te haces de los suyos, o no tienes cabida en la sociedad consumista en la que vivimos, y entonces, te dejas llevar y tienes que sucumbir víctima del sueño de la mayor falacia que se ha inventado que es ver a otro en tu propio cuerpo. Tú llegas a no reconocerte Las empresas crean necesidades artificiales para que compremos sus productos. Mi mujer ha sido, y en cierta manera sigue siendo víctima de esta enfermedad y es muy difícil vivir así La anorexia se caracteriza por una alarmante pérdida de peso, trastornos de la imagen corporal, hiperactividad y una vaga conciencia de la enfermedad, como consecuencia de la negativa del individuo ingerir alimentos, pero es una falta de amor a sí misma, una carencia de autoestima que un porcentaje en torno al 20% de los casos lleva a la enferma a tocar el umbral del autoexterminio. Etimológicamente, el término anorexia procede del griego y significa privación del deseo, inapetencia. Es una falta anormal de ganas de comer, pero en verdad, engloba mucho más como quedará patente a lo largo del trabajo. En términos generales, históricamente, en la sociedad occidental la mujer ha estado y está sujeta a la tensión de la estética de la imagen lo que la hace más vulnerable a esta enfermedad. En cuanto a la epidemiología, aunque existen pocos estudios, se ha informado que la incidencia media por año y habitantes es de 1,37. Esta cifra, sin embargo, es excesivamente baja y se debe a que no se diagnostican todos los casos pues no se recurre a la medicina hasta momentos muy avanzados de la enfermedad, unas veces porque la enferma no quiere y otras por miedo al qué dirán de la familia y a que se piensa como nos comentaba un padre que decía: - 9 -

10 Pág. 10/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Ya se le pasará eso a la niña cuando se le quiten esas tonterías de la cabeza. Eso es la edad, la edad y su madre Es más frecuente en el ámbito escolar donde se da en 1 de cada 250 niñas cuyas edades están comprendidas entre los 14 y los 18 años. La edad de comienzo más habitual son los 18 años, aunque las edades en que el riesgo es mayor, varían entre los 12 y los 18 años. En los varones es muy poco frecuente (del 4 al 6% de los casos). El riesgo de morbilidad es elevado llegando incluso al 6,67 % de los pacientes. Una vez realizado este planteamiento, los objetivos que se plantean son: Analizar la influencia socio-cultural en nacimiento, desarrollo y evolución de la anorexia nerviosa. Profundizar en su estudio desde la perspectiva de la Antropología Social y Cultural. Este trabajo se inicia con la Introducción y presentación del tema y se justifica su análisis y enfoque desde la Antropología Social y cultural. En el punto 2 se realiza una reflexión sobre el sexo, el género y la cultura en la antropología y su repercusión en la vida diaria. El capítulo 3 se centra en el análisis de la vida occidental como origen del nacimiento de esta enfermedad y su repercusión en la adolescencia. En el apartado 4 se intentan analizar algunas de las causas más importantes de la anorexia, prestando especial atención a los factores socio-culturales y concretamente en los familiares como desencadenantes de la misma. En el capítulo 5 se realiza una descripción clínica para conocer los síntomas que presenta la enfermedad, para analizar más detenidamente en el apartado 6 el entorno familiar y la actitud de la enferma de anoréxia

11 Pág. 11/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Como en el 95% de los casos afecta a mujeres adolescentes en este grupo en el que se ha centrado el estudio lo que se analiza en el capítulo 7. Dadas todas las personas involucradas y afectadas por la enfermedad se afronta el tratamiento y evolución de la enfermedad desde un prisma abierto a todas las ciencias que puedan aportar algo de luz en este padecimiento. Hay mucho que hacer y todos podemos hacer algo. El trabajo acaba con las conclusiones, la autocrítica y la bibliografía utilizada para su realización. Lo más destacado de esta exposición es que pretende animar a la reflexión porque ya es hora de dejar de ser hipócritas y analizar el tema con rigor y que cada cual involucrado en el tema reconozca sus aciertos y errores y se trabaje en equipo. Según afirman las personas y los familiares más directos que han sufrido la enfermedad, es un verdadero infierno y la Antropología puede aportar su grano de arena. En el siguiente capítulo se hace una interesante aportación científica que nos permite reconocer nuestras similitudes y diferencias que, en definitiva, es lo que enriquece a los humanos

12 Pág. 12/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 2. SEXO, GÉNERO Y CULTURA Sexo, género y cultura en antropología: En la línea marcada por Tubert (1992) podemos decir que en las culturas patriarcales, la regulación del deseo de la mujer constituye un problema pues sus deseos se consideran misteriosos y amenazantes, son otros diferentes a los de los hombres, pero al decir otros, a ese término, se les confiere carácter negativo. La literatura de la Antropología Social y Cultural ha pecado de androcentrismo y de etnocentrismo occidental, del de los propios antropólogos y además del de los informantes, ya que los antropólogos occidentales hablaban y se informaban con los hombres de las sociedades estudiadas, teniendo éstos sus propios prejuicios o, por los menos, perspectivas peculiares acerca de las mujeres. No se hablaba de lo que las mujeres hacían, sino de lo que los hombres decían que ellas hacían. El resultado ha sido una visión parcial e interesada de los hombres y de las sociedades y culturas estudiadas La antropología se ha acercado al mundo de la mujer con títulos como Mujer, cultura y sociedad (Rosaldo y Lamphere, 1974), Hacia una Antropología de la mujer (Reiter, 1975), La hembra de la especie (Martín y Borréis, 1975) que contenían más teoría que etnografía pero en los que ya se reivindica el lugar específico de la mujer. Desde entonces, tuvieron en cuenta entrando por la cocina de las casas muchos datos que hasta ese momento no se habían observado. Según afirma Thurén (1992:33) Se iba a tener que revisar realmente toda la antropología. Michelle Rosaldo (1974) establece una analogía entre la Mujer: esfera doméstica y el Hombre: esfera pública

13 Pág. 13/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La hacen la mayoría de las sociedades del mundo según Comas (1995). A la mujer se le identifica con el ámbito limitado de lo doméstico como institución mínima y con actividades que se organizarían alrededor de los hijos y otras mujeres. Los hombres se identificarían con la esfera pública, con la lealtad, la solidaridad, la organización social, mientras que las mujeres llegan a considerarse como símbolo del caos. La mujer anoréxica al encontrarse en un cuerpo y en una mente desestructurados se convierte en un ser simbólico para manifestar al mundo su descontento. Sostiene Ajuariaguerra(1993) la idea de que algunas adolescentes rechazan su cuerpo de mujer y acuden al ideal de hombre plano interiorizando un cuerpo plano, sin pechos, apenas sin culo en un intento de regir la diferenciación sexual. Es una aproximación al orden socio-cultural aprendido como ideal en el que es el hombre el que triunfa. Las decisiones que toman los hombres afectan a las mujeres mucho más que las que puedan adoptar éstas. Este sometimiento de la mujer al hombre parece encontrar su sentido para ella, en que la dominación es algo que tiene origen biológico, como el hombre se ha esforzado en hacerle entender. Pero está claro que no es así por naturaleza, sino que es la simple interpretación cultural interesada del hombre, lo que hace que funciones biológicas de la mujer como la menstruación puedan ser consideradas como símbolo de lo negativo. Estas hipótesis de la dominación necesaria del hombre sobre la mujer, no se sostienen con un mínimo de lógica pero, sin embargo, las desigualdades están ahí presentes. No obstante, aceptando que la opresión de la mujer existe y dando por hecho que es más o menos universal, tenemos que tener en cuenta que no es la misma siempre. No en todas las sociedades y en todos los tiempos ha sido así y está siendo así, pues hoy día algo parece estar gestándose en algunas sociedades y culturas en este orden

14 Pág. 14/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba No sólo se da la dominación hombre-mujer, sino el patriarcado en el sentido clásico del término: los hombres adultos y con hijos dominan a los hombres jóvenes y a todas las mujeres. Hoy día hay un gran número de ejemplos en los que la situación de las mujeres empeora cuando su sociedad se desarrolla en el sentido de empezar a tener una economía basada en el comercio exterior y en las relaciones capitalistas. El resultado es siempre parecido, la mujer es sometida al hombre. En este sentido, ni siquiera la antropología se ha escapado a esta dominación, pues no debemos olvidarnos que ha llevado un androcentrismo intrínseco en todos sus conceptos, pues como todas las ciencias occidentales, es producto de una sociedad sexista. En la década de los 80 se hace más patente el problema de las relaciones entre feminismo y antropología. Se debe navegar entre un etnocentrismo que paraliza la ciencia y un relativismo excesivo que paraliza la acción política. Se hace necesario evitar el relativismo (antropología sin motivación política) y el etnocentrismo (feminismo occidental sin conciencia antropológica). Todo ello unido al mal arrastrado por la antropología clásica de olvidarse de las mujeres totalmente, o ser tratadas desde el punto de vista de los hombres; lo que había hecho que la realidad de las mujeres, o no fuera descrita, o fuera descrita mal, ya que los hombres llevados por su androcentrismo, se habían olvidado el mundo realmente vivido por la mujer y habían mostrado el observado por ellos. La antropología sobre la mujer no ha sido fiable, ya que tiene influencias que desvirtúan el concepto, no sólo de lo femenino, sino de la propia antropología que ha perdido una parte importante de su información al haberse basado hasta fechas muy recientes en la visión sesgada del hombre no sólo de sí mismo y de los suyos, sino también de la mujer. En este trabajo se tiene en cuenta sobretodo la información facilitada por las mujeres enfermas y las que han superado la enfermedad, pero además se ha tenido en cuenta la opinión de los hombres, pera tratar de ser lo más objetivos posible

15 Pág. 15/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La mujer ha vivido y vive todavía en muchos casos, sometida en su propia casa y es ella quien afronta la alimentación de todos los miembros de la familia. Las responsabilidades asumidas por las mujeres con respecto a las comidas en particular y a la familia en general, han hecho que tradicionalmente sean ellas las que más se sacrifiquen y, por ejemplo, las que más ayunen de la familia y a su vez hagan la comida en la casa para los demás. Por eso, cuando la comida ha escaseado en el grupo doméstico, ellas son las primeras que disminuyen, incluso omiten la ingesta de alimentos. En momentos de escasez no han dudado en dejar de comer a favor del hombre que tenía que trabajar fuera, de los hijos que estaban creciendo o de los ancianos que estaban delicados. O bien, si no había escasez, se han sometido a los ayunos religiosos a los que les obligaban sus creencias. No deja de ser curioso que aunque en las sociedades occidentales hay muchos más hombres que mujeres con sobrepeso sean éstas las que más enferman de anorexia nerviosa. Está comprobado que estadísticamente son ellas las que más se someten a las dietas de adelgazamiento, pero no sólo eso, sino que son también ellas las que soportan la mayor presión social para conseguir el cuerpo ideal. En nuestras sociedad occidental, se ha instaurado la idea de que adelgazar es bueno y necesario, aunque no se necesite, relacionando estar delgado, como sinónimo de lo positivo, de la salud, de la persuasión, del éxito, del autocontrol, de la atracción física, mientras que la gordura entraña el exceso, los valores negativos, el egoísmo, el descontrol, la suciedad, la debilidad, la dejadez, la enfermedad y más si se da en la mujer. Hemos hecho del cuerpo la medida de valoración personal, de ahí su centralidad económica, social y simbólica como sostiene Gracia (2002)

16 Pág. 16/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba La Antropología tiene el reto de intentar comprender hasta qué punto las vidas de los hombres y de las mujeres han sido, son o tienen que ser diferentes, y de qué manera y porqué, pero esa diferencia debe sostener la desigualdad de géneros. Lo natural no puede justificar que seamos desiguales. Las mujeres anoréxicas son las nuevas víctimas de la sociedad machista que hemos creado. En el caso de esta enfermedad propia de las mujeres adolescentes, el estudio de los factores socio-culturales puede afrontarse desde distintos ámbitos, pero según María Jesús Sánchez Hernández de la UCM, el más legítimo es el de la ciencias sociales y entre ellas el de la Antropología Social. Lo importante es acotar las diversas influencias sociales en las que dominan las ideas de delgadez como ideales y poner en funcionamiento la imaginación. Diferentes subdisciplinas como la Antropología del Cuerpo, de la Alimentación, de la Salud puede arrojar algo de luz en esta grave enfermedad. En el siguiente capítulo se realiza una profunda reflexión que nos anima a pensar que las desigualdades no pueden sostenerse sobre una base biológica. Somos diferentes sí, pero eso no tiene porqué hacernos desiguales

17 Pág. 17/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 2.2. EL SEXO EN EL CEREBRO En este epígrafe se pretende demostrar cómo la diferencia entre géneros es lo que enriquece al ser humano y lo engrandece y no lo que justifica la desigualdad. No es más un hombre que una mujer ni tampoco una mujer que un hombre sino que todos somos diferentes. La especialista en genética Anne Moir (1991) y el periodista David Jesé sostienen que las diferencias entre sexos se deben a que el cerebro del hombre y de la mujer son distintos. Para los autores del ensayo, lo que hace que seamos tan distintos son las hormonas. La testosterona, hormona masculina, aumenta la agresividad, la competitividad, la capacidad de decisión, la seguridad en uno mismo y la independencia personal, mientras que las hormonas femeninas, el estrógeno y la progesterona, entre otras, disminuyen estas características en la mujer. Y es muy importante en este sentido la etapa de la adolescencia muy marcada por la influencia de las hormonas, lo que favorece el surgimiento de desordenes de diverso tipo en este periodo de la vida. Entre ellos pueden darse los trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia, objeto de estudio de este trabajo, que se da en las mujeres en un 95 % de los casos. Destacan los autores también que en la vejez, hombres y mujeres se parecen más en cuanto al comportamiento, a medida que va desapareciendo la influencia de las hormonas y a estas edades no suele darse la anorexia nerviosa

18 Pág. 18/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Los hombres y las mujeres son distintos. La sociedad en que nos criamos sí que nos afecta, pero básicamente lo hace reforzando nuestras diferencias naturales. Estas diferencias están estampadas en nosotros por medio de la química. En la mayor parte de los casos no son absolutas: distintas dosis empujan la mente masculina hacia ciertos aspectos femeninos y a la mente femenina hacia cierto grado masculino. En todos nosotros, el cerebro ha sido modelado de modo concreto, lo que afecta el comportamiento mucho antes de que hayan entrado en juego la influencia de los valores de la sociedad o las hormonas de los adolescentes. Moir (1991:103) Olivia Harris y Kate Young en la introducción de los textos sobre Antropología y feminismo comentan que las diferencias entre hombres y mujeres deben tratarse desde una perspectiva histórica y materialista: La antropología puede aportar mucho al conocimiento sobre el cual basar una teoría de la condición de la mujer que tome en consideración su especificidad histórica y social (...) En la medida en que la antropología ha permanecido dentro de los límites del funcionalismo, el mantenimiento del estatus quo, el tipo de aproximación que buscamos no cabe dentro de sus límites (...) Debemos ponernos en guardia respecto a cualquier verdad recibida, y debemos luchar para desarrollar nuestras propias teorías a la luz de nuestra experiencia y de nuestro raciocinio. Harris, O y Young, K., (1979:29) Es necesario para enriquecernos, conocer la perspectiva femenina; que las mujeres aborden temas en Antropología y en otras ciencias hasta hace poco tiempo estudiados únicamente desde el matiz masculino. Defiende Anne Moir (1991) que el cerebro, el principal órgano administrativo y emocional de la vida, está organizado de modo diferente en el hombre y en la mujer porque procesa información de manera disímil, lo que da como resultado que tengamos percepciones, prioridades y comportamientos distintos

19 Pág. 19/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Hombres y mujeres podríamos vivir mejor, comprendernos, respetarnos y amarnos más, si reconociéramos nuestras diferencias. Es necesario comprender que el hombre es fuerte y débil a la vez, según la situación en la que se encuentre, exactamente igual que la mujer, y que cada persona se enfrenta a las situaciones a su manera, sea hombre o mujer. Si el mundo es sexista, es porque lo hemos creado así los hombres y las mujeres que vivimos en él. Es un mundo que social, política y culturalmente ha buscado la parte negativa de la diferencia para sostener el sometimiento de la mujer y quizá que ella tampoco ha hecho todo lo que tenía que hacer para solucionar el problema. Lo que devalúa la naturaleza de los trabajos o los hace considerar de segunda o infravalorados no es la biología sino el propio prejuicio de los hombres que quieren imponer su criterio sexista interesado. Mantienen Anne Moir y David Jesé que el tema se podría complicar mucho más al producirse lo que llaman el matrimonio de dos mentes y al afirmar que los matrimonios funcionan contra todas las probabilidades, no porque las mujeres sean sumisas y se adapten a sus machos dominantes sino que lo hacen porque las capacidades sociales de las mujeres les permiten llevar la relación mejor que al hombre. Las relaciones fracasan cuando hombres y mujeres no reconocen las diferencias complementarias entre sí o empiezan a resentirse por ellas. Somos diferentes y, por naturaleza, en líneas generales destacamos en uno u otro campo, pero eso no significa que ese campo en el que se destaca sea superior al de los demás. Las diferencias generalmente aceptadas entre los sexos en áreas significativas de su temperamento y de su posicionamiento social se fundamentan en bases socioculturales y no biológicas

20 Pág. 20/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba No se trata de encontrar una compensación y seguir manteniendo un estatus de inferioridad de la mujer sino de forjar y poner las bases de una sociedad más justa. Hace falta despejar el aire del ambiente ridículo, rancio y cargado de recriminación que se puede palpar actualmente. En el siguiente epígrafe se da un salto cualitativo al analizar la forma de vida occidental

21 Pág. 21/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 3. ESTILO DE VIDA OCCIDENTAL Nacimiento de un anoréxico: En la actualidad, la comida se ha vuelto una moneda de cambio, en el ambiente familiar en nuestra sociedad pues si el niño come bien toda la familia está feliz, pero si no lo hace, todo se vuelve tenso y complicado en las relaciones familiares. Para Gracia (2002) la anorexia ha sido una enfermedad diseñada socialmente. Algunos especialistas piensan el origen de una adolescente anoréxica habría que buscarlo en su niñez. En los primeros años de vida, la mayoría de los trastornos alimentarios de los niños no tienen un origen fisiológico. Sino que su origen y desarrollo se encuentra en aspectos circunstanciales del ambiente familiar. En el transcurso del trabajo de investigación, me comentó un pediatra que: muy difícilmente un niño que viva en lo que nosotros llamamos cultura occidental, muere de inanición, aunque la madre se preocupe porque no come, o porque come muy poco. Los niños comen si se les deja comer lo que les apetece, o lo que su cuerpo necesita; el problema, principalmente, en estos casos, viene de la obsesión de las madres, de las abuelas, y de algunos padres y familiares o personas de confianza cercanas al niño. En las comidas de sus hijos, los mayores, de manera especial los padres, llegan a proyectar sus propias tensiones diarias y a veces hasta sus frustraciones personales. Por otra parte, no se debe infravalorar la inteligencia de los niños pues muchas veces son ellos los que juegan con la inseguridad de los mayores, llamando la atención y centrando el interés de ellos por puro y sano egoísmo infantil. Sus malos hábitos alimentarios si no son bien tratados, pueden ser el germen del posterior proceso anoréxico del adolescente

22 Pág. 22/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Los padres deben prestar especial atención cuando ante la comida se adoptan determinadas actitudes como que a la hora de las comidas el niño manifiesta pasividad, rebeldía, nerviosismo, tiranía, rigidez ansiedad, sobre todo en su relación con la madre, como forma de comunicarse con ella y llamar su atención, pero ducha conducta debe ser reconducida. En otro caso, la relación familiar se hace insostenible en las comida aceptando la madre la solución que le plantea el niño doblegándose a sus caprichos. Cuando la situación se va complicando, se producen nuevos síntomas como son la falta de control de los esfínteres, alteraciones del sueño Las madres quieren controlar a toda costa a sus hijos volviéndose posesivas, excesivamente exigentes e intransigentes ritualizando el disfrute de la comida como una pesada carga a la que enfrentarse cada vez que se hace necesario afrontarla. Comer para un niño no es sólo comer, sino que es también comunicarse, reafirmarse, jugar, ganar, amar Si el niño no ve satisfecha su necesidad de amar y ser amado incluida también, la hora de la comida, es capaz de arremeter contra el acto de comer y contra la madre Por otro lado, es importante no confundir una situación de pulso o rabieta del niño con enfermedades del tracto digestivo o de otra etiología fisiológica, pero una vez descartadas estas posibilidades, debemos intentar que el niño conozca que el acto de la comida conlleva disciplina y orden y no una sujeción a los caprichos de cada uno en cuanto a los gustos y cantidad de comida, pero ni de la madre ni del niño. Como detalle, todo lo dicho anteriormente es también aplicable a los padres que cada vez más se ocupan de la alimentación de los niños

23 Pág. 23/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 3.2. La anorexia en la adolescencia: En la adolescencia se da un cambio significativo en todo lo relacionado con el aspecto corporal, pero también son muy importantes los psicológicos. Con respecto a lo corporal, hemos de decir que las hormonas influyen configurando un cuerpo nuevo y con una fisiología diferenciada. Esos cambios hormonales alteran la personalidad de los adolescentes y se originan cambios en sus órganos sexuales que desembocan en una nueva experiencia corporal tanto externa como internamente, en las chicas aparece la ovulación y crecimiento de los pechos, mientras que en los chicos la espermatogénesis, por un lado, y por otro, aparece en ambos, el vello en el pubis y en las axilas, cambios en la piel, en la voz... El adolescente debe ser capaz de integrar su nuevo cuerpo, sus nuevos movimientos, su nuevo ritmo vital, en un organismo que hasta hace muy poco era el propio de un niño. La situación puede llegar a ser muy angustiosa y llegar a aparecer un gran número de conflictos, que muchas veces no dejan secuelas y son recordados de forma grata más tarde. Quizá sea acertado decir que el adolescente es un extraño para sí mismo. En esta situación de cambios y de confusión, puede aparecer la anorexia como una especie de refugio, una forma de afianzar su personalidad de niño para no asumir las nuevas exigencias que conlleva la nueva etapa que empieza a vivir, excesivamente sujeta a los cánones y los estereotipos sociales que marcan la moda de vivir en el mundo occidental

24 Pág. 24/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Estos cambios, no vienen siempre acompañados de patologías o alteraciones que acaban en enfermedades, pero sí debe prestarse especial atención si se observan los siguientes síntomas: Aumento importante de la actividad física, hacer deportes, gimnasio, trabajos físicos para agotarse con actividades como estar de pie, andar, moverse continuamente a la vez que se disminuye la ingesta de alimentos. Excesiva importancia a los que los demás piensan de su propio físico. Inseguridad y preocupación exagerada por la propia apariencia. Estudia y trabaja mucho con el fin de agotarse. Uso inadecuado e injustificado de laxantes. Vómitos autoprovocados. Rechazo de la comida, incluso de sus platos preferidos. Pérdida desmesurada y rápida de peso. Alteraciones del sueño. Ausencia de menstruación en las mujeres. Aislamiento social. Imagen distorsionada del propio cuerpo Se resiste a ir al médico. Si se observan varios de estos síntomas, los padres deben ponerse en manos de especialistas para que puedan diagnosticar si existe un posible trastorno. Porque somos diferentes biológicamente y quizá eso predisponga, o por determinadas causas que todavía no se conocen a fondo, son mayormente las adolescentes las que sufren la sacudida de la enfermedad y se produce una crisis de tal calado que pone a la persona en una difícil situación entre la vida (Eros) y la muerte (Thanatós)

25 Pág. 25/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Toda enfermedad es cruel, pero me atrevo en este caso a expresar de manera simbólica, metafórica quizá, que esta enfermedad busca para sí las mejores flores del jardín. Escoge a sus víctimas entre las chicas que hasta entonces han tenido un impecable comportamiento a nivel familiar y social y que además, tienen muy buenos expedientes académicos. En cuanto a su aspecto físico, no suelen tener en principio problemas de sobrepeso. Ángela nos comentaba que: Te sientes poderosa. Porque tú, aunque no lo necesites, crees que puedes dominar la comida mientras otras personas lo intentan miles de veces con dietas milagrosas y no pueden y tú solamente con tu propia mente y autocontrol dominas todo y a todos, incluso a los que antes te dominaban a ti Te sientes con tanto poder sobre los demás porque sabes que en tu mundo no puede entrar nadie si tú no quieres. Es tuyo, únicamente tuyo. Tu voluntad no la doblega nadie más que tú... Y es que, al ser personas tan disciplinadas y tan trabajadoras, encuentran aquí su propio método que les permitirá dominar, desde el poder que les da su capacidad de no doblegarse a la comida. Allí donde tanta gente sucumbe, por ejemplo, en las dietas de adelgazamiento, ellas triunfan. La anorexia se asocia a la estética del trabajo que requiere auto-control; el sostenimiento del deseo en una escena alejada de las necesidades del cuerpo; el intento de salvaguardar la dimensión de sujeto al desencarnarlo y renegar de su corporalidad. Tubert (1992:152) Es una situación de empoderamiento como la llama Esteban (2004:63). En el epígrafe siguiente analizamos las principales causas que pueden llevar a padecer la anorexia nerviosa, aunque no están todas las que son pues es una enfermedad compleja y multicausal y dependen en muchas ocasiones de las particularidades de cada persona

26 Pág. 26/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 4. CAUSAS DE LA ANOREXIA: Para Ajuariaguerra (1976), las restricciones alimenticias comenzarán a raíz de un choque emocional de evidentes conflictos psicológicos. Los modelos explicativos de la anorexia responden a tres posibles causas estrechamente interrelacionadas como señala Gracia (2002) quien hace referencia al trabajo de DiNicola (1990) como son, las de origen familiar, las individuales y las que tienen como base factores socioculturales. La anorexia no se inicia a partir de una mera dieta para adelgazar sino que responde a problemas psicopatológicos de una índole mucho más profunda como la falta de autoestima, la carencia de un concepto positivo de sí mismo, falta de seguridad personal, decepción de personas cercanas (padres), inmadurez psicológica, sentimiento de culpabilidad, insatisfacción personal, falta de valores positivos... El término de anorexia nerviosa se acuñó a finales del siglo XIX si bien hay constancia de la existencia de síntomas parecidos desde la cultura griega y continuó evolucionando, aunque sin un afrontamiento terapéutico real hasta los siglos XVIII, XIX y es ya a finales del siglo XX y principios del siguiente cuando adquiere una dimensión dramática por el elevado número de casos que se están dando. Las enfermas anoréxicas han sido vistas a lo largo de la Historia incluso por los especialistas, religiosos, estudiosos y científicos, como santas, brujas, pervertidas, desviadas, embaucadoras, locas Gracia (2002)

27 Pág. 27/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Hoy todavía hay mucho desconocimiento sobre la enfermedad, pero ya se están empezando a realizar las terapias multidisciplinares. Quizá en un principio sabe que hace daño, pero después se escapa de su propio control (son personas muy inteligentes, con muy buena notas en sus estudios y con mucha capacidad de sacrificio como ya se ha dicho) y llegan a verse en tal metamorfosis que aún estando muy delgadas se ven muy gordas. En la anorexia, la abstinencia espartana ante la comida en sí misma es placentera. No debemos olvidar que el objetivo último de la enferma de anorexia es no comer y ahí está el sentido de su éxito personal, pero sabemos que hay mucho más. La ansiedad que puede producir el apetito se ve desplazada por ese placer de no comer y llamar la atención de los demás. Se inicia una conversación interna consigo misma como nos comenta Ángela que tenía: No comas porque lo estás consiguiendo, estás cerca del cuerpo que deseas. No caigas en la tentación de la gente débil Tú puedes, ellos no Es una enfermedad tan compleja que algunos especialistas hacen referencia a una cierta predisposición genética y biológica unida a la propia vulnerabilidad psicológica de los adolescentes pero sin olvidar en ningún caso el importante factor sociocultural, pero se sigue estudiando en todos los órdenes para conocer más sobre ella. El cine, la televisión, las revistas y los periódicos, Internet y especialmente, la publicidad en todos ellos, hacen que para muchas jóvenes, en esta etapa de su vida, el estar delgada sea su único horizonte. Como señala Flores Martos citando a Turner (1989): La publicidad moderna y el consumo contemporáneo se hallan centrados en el cuerpo: su reproducción, su representación y sus procesos. El cuerpo se ha transformado en mercancía y pasa a ser el medio primordial para la manufactura y distribución de bienes

28 Pág. 28/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Hoy se lleva la moda de perder peso como sea, y a costa de lo que sea, pero además también se fomenta el miedo a la obesidad mórbida. El mundo ideal ha pasado a ser el mundo real. Beatriz Muñoz de la Universidad de Extremadura en este sentido apunta que: Puede que la dietas, más que ninguna otra práctica constructiva del cuerpo, reflejen esta homogeneización cultural, que algunos llaman democratización, en torno a la preocupación por el cuerpo. Es difícil encontrar en los países desarrollados mujeres que en algún momento de su vida no se hayan sometido a algún régimen de adelgazamiento. El seguimiento de una dieta, y ( )su abandono, traspasa claramente las barreras de clase (...) Podría decirse que el proyecto del yo, por lo tanto, está íntimamente ligado a estas transformaciones históricas sobre la naturaleza del cuerpo, su papel en la cultura y su localización en la esfera pública (Turner, 1994) En la anorexia, parece como si el cuerpo se convirtiera en nuestro enemigo, se sitúa enfrente y la enferma no llega a reconocerse pues ve que está tremendamente gorda, aunque esté muy delgada; la otra, la del espejo es alguien a quién hay que dominar y someter. Se vive un cierto dualismo en el que se trata de convivir con otra entidad personal que tiene una autonomía distinta y a quien hay que doblegar hasta que se someta al poder de la dieta. En este pulso también entra la familia a quién también intenta someter. Es una forma de devolver el daño sufrido en el seno familiar porque a veces, los problemas conyugales son expuestos delante de los niños sin miramientos, como una fórmula de ataque entre la pareja, para que ellos se decanten de uno u otro lado y eso después puede repercutir en sus propios hijos

29 Pág. 29/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba En momentos cruciales para el desarrollo personal, la falta de respeto ente la pareja en estas situaciones y por otra parte, no aceptar los cambios originados por problemas económicos, de salud o de trabajo, que repercuten en toda la familia, van minando la inmadura personalidad de los niños pudiendo ser el germen de distintas patologías más tarde como queda patente en muchos casos en la adolescencia. A todo lo expuesto se une la falta de comunicación en la familia y el silencio ante la conducta, a veces, equivocada con los hijos, yendo de la excesiva rigidez, a la total falta de autoridad, adoptándose posturas demasiado flexibles o severas según los intereses de los adultos, lo que produce confusión en ellos. Y cuando llega el problema, la manipulación familiar por parte de cualquiera de los cónyuges, hace que muchas veces se busquen culpables y no soluciones a lo que en un principio tendrían una factible solución. A continuación, se aborda la descripción clínica y la exploración psicopatológica de la anoréxica nerviosa para así poder distinguirla de otros trastornos alimentarios y mentales

30 Pág. 30/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba 5.-DESCRIPCION CLINICA Y EXPLORACIÓN PSICOPATOLOGICA. Los adolescentes anoréxicos ven los cambios corporales con resistencia y en sentido negativo, como una reacción a perder las ventajes de la niñez. La anorexia sea cual sea su causa es un mecanismo de reacción de inmadurez de la personalidad. El cuadro aparece con una pérdida de apetito que suele coincidir con este periodo de crecimiento en el que los cambios corporales y hormonales propios de la pubertad son más intensos. En el caso de las adolescentes anoréxicas, la paciente llama la atención por su aspecto extraordinariamente delgado y por su porte algo huraño y retraído ocupando un lugar distanciado casi siempre con los miembros de la familia y con el resto de los compañeros, sobre todo, de los chicos, por quienes se sienten rechazadas por su aspecto, lo que refuerza el asilamiento en el mundo que ellas se han creado. Cuando la tienen, su comunicación es apagada y poco fluida. Desde el punto de vista psicológico es una enfermedad compleja. Los psicólogos coinciden en que es llamativo el aspecto de la paciente por su vitalidad porque por ejemplo, al asistir a las consultas, no quieren sentarse y procuran estar moviéndose continuamente. Una vez que la enfermedad ya se ha adueñado de la paciente, la descripción de su aspecto físico destaca porque:

31 Pág. 31/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba En el rostro sobresalen los pómulos en contraste con el hundimiento que presentan los ojos y el ligero vello que a veces recubre su cara, denominado lanugo. El cabello es débil y quebradizo. Los pies y las manos están fríos y ofrecen un color amoratado, a pesar de que la temperatura ambiente no sea fría. La piel aparece apergaminada y seca; el relieve de las mamas ha disminuido o incluso se ha borrado por completo. Permanece, aunque muy debilitado, el vello pubiano y axilar. La temperatura basal, la tensión arterial y la frecuencia cardiaca son bajas casi siempre. Suelen aparecer edemas. El maquillaje suele ser acentuado para disimular el aspecto, pero la mayoría de las veces viste de manera algo infantil, con ropas que tratan de disimular su delgadez o con uniformes de colegio. Rehúsan mantener un peso mínimo normal, proporcionado a su edad y talla. Se produce una pérdida de peso al menos del 25 % de su peso normal. Amenorrea

32 Pág. 32/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba Desde el punto de vista psicológico, la anorexia nerviosa es un síndrome caracterizado por: Alteraciones del esquema corporal e incapacidad para recibir su cuerpo de forma objetiva y adecuada. No reconocen su aspecto ante el espejo. Tienen dificultades para elaborar una identidad propia y personal. (Marga decía: mi cuerpo y yo"). Se produce una clara distorsión de la imagen corporal. Tienen dificultades para asumir e integrar las modificaciones corporales específicas del desarrollo psicobiológico Temor intenso a engordar que no disminuye con el adelgazamiento. Ausencia de signos de tipo neurótico o psicótico. Inconsciencia del estado morboso. Ausencia de conciencia de la enfermedad Hiperactividad intelectual y motriz. Angustia para comer compromiso alimentario. y oposición a todo Desinterés por la vida. Ansiedad. Las pacientes son incapaces de permanecer sentadas durante largo rato. Realizan ejercicios físicos excesivos y niegan que éstos les produzcan cansancio y agotamiento. Dificultades para dormir. Falta de iniciativa y pérdida de la autonomía afectiva familiar y social. Pérdida de la autoestima. Raquel comentaba: Soy una mierda

33 Pág. 33/53 La anorexia: el fantasma de ver otro cuerpo en el propio Francisco Ramos Torroba El cuerpo de la anoréxica, por sentirse en una mente desestructurada como la suya, se convierte en algo simbólico para manifestar al mundo su descontento. Como ya hemos apuntado anteriormente, sostiene Ajuariaguerra (1993) la idea de que algunas adolescentes rechazan su cuerpo de mujer y acuden al ideal de hombre plano interiorizando un cuerpo plano, sin pechos, apenas sin culo en un intento de regir la diferenciación sexual. Es una aproximación al orden socio-cultural aprendido como ideal en el que es el hombre el que triunfa. La pubertad le da a esta enfermedad un espacial sentido en el que como comenta Ángela: el temor de satisfacer el apetito parece menor que el de horror del hambre. Cuando controlas las ganas de comer te sacrificas, pero a su vez consigues la purificación de tu cuerpo. La anoréxica se inflinge castigos por su continuo sentimiento de culpabilidad que se ve reforzado por la el dolor continuo que inflige a los suyos. La confusión y la angustia que sufre la paciente llegan a trasformarla de manera increíble. Raquel comentaba que: El cuerpo es el enemigo a doblegar. Hay que someterlo a toda costa y para eso, cuento con mi poderosa mente y mi capacidad de sacrificio. Dada su debilidad y sus sentimientos de impotencia, la adolescente anoréxica, no entabla relaciones personales en las que además, siempre se siente inferior e incapaz y dirige su mirada hacia su propio cuerpo al que intenta mantener dominado en todo momento. Simbólicamente para la enferma, la relación con la muerte llega a ser tan estrecha que coquetea con ella sin miedo, pierde sus complejos y llega a desearla como objetivo último. Es la solución al problema de sus complejos con el exterior en sus relaciones interpersonales, ya sea social o familiarmente