LA ENSEÑANZA DE LENGUAS EN LA UAEM 1

Transcripción

1 LA ENSEÑANZA DE LENGUAS EN LA UAEM 1 Anselmo García Fernández Cronista de la Facultad de Lenguas Hablar de la enseñanza de lenguas extranjeras en la UAEM es remontarse a los antecedentes de un incipiente Instituto Científico y Literario que al interior de sus aulas ya contemplaba el desarrollo de cátedras de griego y latín en un inicio, y posteriormente de inglés y francés. La crónica universitaria refiere la calidad de los alumnos egresados de las clases de lengua extranjera, en la figura de Ignacio Manuel Altamirano, reconocido institutense quien asombró a varios profesores europeos no sólo con sus conocimientos y amplia cultura, sino con el dominio tan avanzado de la lengua francesa. Cuando la Universidad Autónoma del Estado de México se constituye en 1956, se inicia la formalización de los programas curriculares de idiomas, y de esta forma, en 1959 se establece el Departamento de Lenguas Extranjeras, dependencia universitaria responsable de la enseñanza de idiomas tanto en escuelas y facultades, como en los primeros cursos semiescolarizados de inglés. En esos mismos años, la Escuela de Pedagogía Superior que con el tiempo se convertiría en la Facultad de Humanidades, abrió la licenciatura de maestro de inglés, de la cual sólo egresaron dos generaciones y finalizó el programa, ya que la demanda social era baja, pues la comunidad no consideraba que fuera un área prioritaria. En 1971, el Departamento de Lenguas Extranjeras se encargó de coordinar la enseñanza del inglés en los cuatro planteles de preparatoria que existían hasta ese momento, y se ofrecieron los primeros cursos de idiomas para el público en general en el edificio central. El crecimiento y la fuerte demanda de cursos de idiomas extranjeros, generan la transformación del Departamento de Lenguas Extranjeras en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, dando origen al vocablo muy utilizado de CELE. Más tarde, en 1987 cuando se ofrecen los primeros cursos de español para extranjeros, así como el náhuatl y el otomí, el CELE cambia su dominación por la de Centro de Enseñanza de Lenguas (CELe), como se le conoce hasta la fecha. En 1992, a propuesta de la Secretaría Académica, siendo rector el M. en C. Efrén Rojas Dávila, el H, Consejo Universitario aprueba la creación de la 1 UAEM. Sucesivas Aproximaciones de Nuestra Historia. Crónicas de la Universidad Autónoma del Estado de México. Tomo III. Toluca, México, 2002, pág

2 licenciatura en lengua inglesa, con la intención de formar traductores, intérpretes y docentes del inglés. Cuatro años más tarde, al entonces rector M. en D. Marco Antonio Morales Gómez le corresponde ser protagonista de la creación de la Escuela de Lenguas, que de inmediato se posiciona como un organismo académico fundamental en el desarrollo de programas de enseñanza de las lenguas extranjeras en la UAEM que se encargará, en adelante, de la formación de los docentes de lenguas en el entorno local y estatal. En 1999, la Escuela de Lenguas tiene una segunda oferta: la licenciatura en lengua y cultura francesas, y a finales de ese mismo año se inicia, en coordinación con CELE UNAM, la maestría en lingüística aplicada. En el año 2000, siendo todavía rector el M. en A. Uriel Galicia Hernández, se inician los trabajos de la licenciatura en enseñanza del inglés para profesores en activo; recién tomó posesión como rector de la UAEM, el Dr. en Q. Rafael López Castañares, en mayo de 2001, el H. Consejo Universitario aprobó la estructuración de la maestría en lingüística aplicada. Por esta razón, a partir del 28 de junio de este mismo año, se convierte de Escuela, en el organismo académico que con estudios de posgrado, ostente con orgullo y con compromiso el honor de ser Facultad de Lenguas... En los umbrales del tercer milenio, la Universidad Autónoma del Estado de México ofrece la enseñanza de idiomas en el CELe, tales como inglés, francés, italiano, alemán y portugués, el CILC continúa su labor en la enseñanza del inglés y de español para extranjeros, y la hoy Facultad de Lenguas, se encarga entre otras cosas de preparar al personal que de manera profesional será responsable de enseñar, investigar, traducir, interpretar y certificar las lenguas extranjeras o nacionales, a través de sus diferentes programas académicos. De esta forma, la universidad ha crecido en matrícula y extensión, sin embargo, de manera paralela, su fortalecimiento en la enseñanza e investigación de las lenguas extranjeras, le coloca en este momento de globalización y transculturación, como uno de los Institutos de Educación Superior más avanzados en su área, y pone en alto con orgullo y satisfacción el nombre de nuestra Alma Mater, Máxima Casa de Estudios en la entidad. Primera etapa: la licenciatura En marzo de 1984, el Centro de Servicios Educativos de la UAEM, llevó a cabo un diagnóstico curricular del CELE y sugiere estudiar la posibilidad de crear una escuela de lenguas extranjeras. Así, en el Plan de desarrollo se contempla realizar los estudios necesarios para crear la Escuela de Lenguas de la UAEM. Dicho estudio arroja la necesidad que hay en el país de formar profesionales en el campo de las lenguas, enfocando el inicio de dicha formación hacia los profesionales de la lengua inglesa.

3 Así, el 22 de junio de 1992 la Secretaría Académica presentó ante el H. Consejo Universitario la propuesta de creación de la licenciatura en lengua inglesa, que entre otros beneficios permitiría dotar a la universidad con docentes especializados en la enseñanza, traducción e interpretación del inglés, con la meta futura de construir una escuela de lenguas que permitiera extenderse en la cobertura de la demanda y ampliarse a formaciones profesionales en otras lenguas. En ese momento, se propone también que dicha labor sea desarrollada en el CELE. Después de una larga discusión, el Consejo Universitario emitió el 24 de julio el dictamen para instrumentar el modelo curricular y programas de la licenciatura en lengua inglesa, a partir del ciclo escolar En agosto del mismo año, se notifica el dictamen a la Profra. Luz María García de Ferado, directora del Centro de Estudios de Lenguas, para su implementación y responsabilidad. Segunda etapa: el crecimiento La licenciatura en lengua inglesa encomendada a la Lic. García de Ferado, había madurado y necesitaba la confección de un traje nuevo. Se habían inscrito ya cuatro generaciones, existían por lo tanto ocho grupos y el espacio físico destinado para las actividades del CELE no permitían la buena marcha de los trabajos de la licenciatura. A casi un año de egresar la primer generación de profesionales de la lengua inglesa, no se tenía aún una escuela y era necesario un cambio. Por esta razón a inicio de 1996, la inquietud e inconformidad de los estudiantes que además se encontraban separados físicamente en los edificios (Rafael M. Hidalgo y V. Carranza), se canalizó en un conjunto de peticiones hacia la coordinación: había una falta de identidad grande, la toma de decisiones era unilateral, ya que tanto estudiantes como docentes no tenían participación alguna en el gobierno escolar, y además, ante una mayor demanda de docentes preparados, no había la respuesta académica y se contaba con una amplia gama de docentes que no tenía el perfil necesario para cubrir las necesidades de los estudios que se estaban impartiendo. Ante dicha situación, el entonces rector M. en D. Marco Antonio Morales, tomó una decisión acertada: proponer ante el Máximo Órgano de Gobierno Universitario, la creación de la Escuela de Lenguas. Y así sucedió. En sesión ordinaria, el 30 de agosto de 1996 se turnó a la comisión correspondiente y el 30 de septiembre del mismo año tras una larga deliberación por unanimidad de votos, se aprobó la creación de la Escuela de Lenguas, y sin mayor protocolo se designó al M. en A.P. Eugenio Núñez Ang, encargado del despacho de la dirección. En aquella sesión del Consejo Universitario, se presentó al Mtro. Núñez Ang, como una persona seria, de amplia experiencia, y de manera chusca se mencionó que era la persona ideal, puesto que él mismo sabía que la legislación

4 establece que aquel que ha sido director de un plantel no lo puede ser de nueva cuenta, y que habiendo sido ya director de la Facultad de Humanidades, el H. Consejo Universitario tendría la certeza que el maestro, por ética y trayectoria, no va a luchar por ser director; entonces va a luchar porque efectivamente la escuela esté consolidada, esté fortalecida como debe ser y él, con esa experiencia de haber sido director de una facultad estaría generando, conformando los órganos colegiados que requiere la Escuela de Lenguas... el consejo académico, el consejo de gobierno, después la elección de los consejeros universitarios... Al año de su designación como encargado del despacho de la dirección, la Escuela de Lenguas estaría nombrando a su primer director. Y cumplió... El 27 de enero de 1997 habiéndose conformado el Consejo Académico y el Consejo de Gobierno, la comunidad estudiantil y académica de la Escuela de Lenguas eligió a sus primeros representantes alumnos y docentes ante el H. Consejo Universitario. Después de una prórroga de seis meses al frente de la Escuela de Lenguas, el Mtro. Núñez Ang entregó en enero de 1998 la Escuela de Lenguas a la primera directora electa. Tercera etapa: consolidación En enero de 1998 la Escuela de Lenguas era ya un organismo académico con mayor, fortaleza y madurez, y por lo tanto estuvo en condiciones de elegir a quien llevaría sus destinos durante los siguientes cuatro años. Habiéndose integrado los órganos de gobierno, de la Escuela de Lenguas, el entonces rector M. en A. Uriel Galicia Hernández, emitió la convocatoria para la elección de director. Únicamente la L.D. Yolanda Eugenia Ballesteros Sentíes se registró como candidata así, en enero, se inició la administración , con una misión muy clara que permitiría una fuerte integración en la comunidad: pluralidad de ideas. Las primeras actividades de la directora electa, como lo establece la Legislación Universitaria, se encaminan a la elaboración del plan de desarrollo, y las metas de la dirección se resumen en la búsqueda de la calidad, la creación de nuevas licenciaturas y la apertura de estudioso de maestría para alcanzar consolidación como facultad. Asimismo, se busca ser la dependencia que certifique el dominio del idioma y los propósitos específicos del área académica. Se revisa el Plan 01 de la licenciatura en lengua inglesa y se crea el Plan 02, mismo que se instrumenta en septiembre de Al mismo tiempo, en coordinación con CELE UNAM, se ofrece la maestría en lingüística aplicada y se instrumenta la licenciatura en lengua y cultura francesas, mediante el apoyo de la embajada francesa.

5 El año 1999 se convierte en uno de los mejores para la Escuela de Lenguas, pues se lleva a cabo el primer examen recepcional. Sin embargo, una de las más grandes muestras de crecimiento físico se da con la entrega del segundo edificio que permite la ampliación de salas de autoacceso, biblioteca y cómputo, la renovación de los laboratorios, la cafetería, el auditorio y la instalación de la cámara Gessel, para la práctica docente. Cada paso representa sin duda una labor de equipo, mientras la diversificación de la oferta académica continúa. En el año 2000 se diseña una nueva opción para los docentes de lenguas extranjeras; la Escuela de Lenguas ofrece su programa de licenciatura en enseñanza del inglés para profesores en activo, lo que brinda a la comunidad académica tanto universitaria como docente en general, la posibilidad de profesionalizar sus servicios como docentes del área de inglés. En uno de sus informes, Yolanda Ballesteros reconocería: "miramos hacia atrás y vemos que... nos encontrábamos en una Escuela de Lenguas latente y palpitante, que recién salida del cascarón. Hoy vemos que ha crecido y madurado a la velocidad de los tiempos actuales..." En la sesión ordinaria de mayo de 2001, al principio de la gestión del Dr. en Q. Rafael López Castañares, rector de la UAEM, el H. Consejo Universitario aprobó por unanimidad la estructuración de la maestría en lingüística aplicada a la enseñanza, que será ofrecida a partir de septiembre del mismo año, lo que permitió, que en la sesión ordinaria del mes de junio, el Consejo Universitario, decretara el jueves 28, la transformación de la Escuela de Lenguas, en la Facultad de Lenguas, en virtud de ofrecer a la comunidad demandante, los estudios de posgrado. Este paso representa uno de los más importantes anhelos, tanto de propios como de ajenos a este organismo académico, sin embargo, representa sólo un paso corto, en un largo camino por venir.