CAPÍTULO VI POLÍTICAS DE AYUDA Y DESARROLLO EMPRESARIAL: RECOMENDACIONES PARA ANDALUCÍA

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1 CAPÍTULO VI POLÍTICAS DE AYUDA Y DESARROLLO EMPRESARIAL: RECOMENDACIONES PARA ANDALUCÍA

2 VI.1 Introducción Existe un moderado consenso entre los economistas en el debate sobre el papel del Estado. Dicho papel incluye aspectos como la mejora en la distribución de la renta, consecución de los objetivos de estabilidad macroeconómica, provisión de bienes públicos (infraestructuras, educación, etc.), y más controvertidamente actividades de regulación en defensa de la competencia. La intervención del Estado en la actividad empresarial fue, excepto para las actividades antimonopolio, considerada como una puerta abierta para que, a expensas de los intereses empresariales, se consiguieran, sin una justificación económica ortodoxa, fondos de la hacienda pública. Así, las políticas gubernamentales selectivas han sido criticadas por su torpeza y su discriminación hacia grupos de interés específicos. Sin embargo, el éxito de la intervención del Estado en las actividades productivas (principalmente en la industria) de algunos países en vías de desarrollo, ha despertado el interés de la aplicabilidad de este tipo de políticas en otros países. En el centro del debate sobre política de desarrollo empresarial juega un papel preponderante el reconocimiento de la importancia de la industria manufacturera para la consecución de un desarrollo económico estable. Los defensores de la política industrial argumentan que los principales países industriales (Reino Unido, Estados Unidos, etc.) se están desindustrializando, es decir, la importancia relativa de la producción y empleo industrial esta cayendo respecto a la economía en su conjunto, y dada la vital importancia de las manufacturas para una economía prospera, esto es una señal peligrosa. Además, opinan que las medidas macroeconómicas, aunque importantes, no son suficientes para asegurar un desarrollo vigoroso de la industria ya que la distribución del capital es más importante que la formación de capital agregado para el crecimiento de la productividad. Por lo tanto, el Estado debe intervenir para promover el desarrollo industrial. Los detractores de las políticas de ayudas a la empresa industrial argumentan que el favorecimiento de unas actividades frente a otras bloquea el mecanismo de selección natural del mercado obstaculizando la redistribución de los recursos hacia las actividades más productivas, y de este modo daña la viabilidad de la economía a largo plazo. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 328

3 En último extremo, puede parecer sorprendente que se discuta sobre la existencia o no de la política de ayuda empresarial, ya que esto no sucede con la política monetaria o la fiscal aunque si se discuta sobre sus contenidos. La explicación a esta circunstancia se puede encontrar en tres rasgos peculiares de esta política: El primero, que afecta de forma irreversible a las posiciones patrimoniales de importantes grupos de presión económica. El segundo, que se encuentra sometida a las demandas corporativas de los agentes; las empresas demandan ayudas incondicionales y duraderas, los sindicatos exigen que se garantice el empleo en actividades carentes de viabilidad económica. El tercero, que su puesta en práctica es muy compleja desde el punto de vista técnico, tanto por los problemas de información en la toma de decisiones como por la heterogeneidad de sectores a los que afecta y de instrumentos por medio de los cuales se aplica. Sin embargo, la observación de la realidad demuestra que todos los países hacen políticas de ayudas y desarrollo empresarial y que lo hacen de forma más activa cuanto más potente es su propio sector empresarial, aunque puedan diferir en los instrumentos utilizados. En este sentido, el objetivo primordial de este capítulo es identificar estas políticas en los principales países de nuestro entorno y realizar, en la medida de lo posible, recomendaciones para la política en favor de las PYMES y desarrollo empresarial en Andalucía. La abreviatura PYME, utilizada a lo largo de este capítulo, hace referencia a la definición comunitaria de la pequeña y mediana empresa (PYME) establecida en la Recomendación de la Comisión (96/280/CE) de 3 de abril de 1996 dirigida a los Estados miembros, al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y al Fondo Europeo de Inversión (FEI). La definición, que se resume a continuación, es de aplicación a todos los programas comunitarios o nacionales que afectan a las PYMES. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 329

4 Cuadro VI.1 Definición de pequeña y mediana empresa (PYME) Criterios Microempresa Pequeña empresa Mediana empresa Número de asalariados < 10 < 50 < 250 Volumen de negocios anual y balance total Independencia --- < 7 millones de euros < 5 millones de euros < 40 millones de euros < 27 millones de euros No más del 25 por ciento de su capital o de sus derechos de voto pueden pertenecer a una o varias empresas que no respondan a la definición de PYME Fuente: Informe de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las regiones, Construir una Europa empresarial. Actividades de la Unión en favor de la pequeña y mediana empresa (PYME), Comisión de las Comunidades Europeas Bruselas, , p. 15. En el primer apartado de este capítulo se reflexiona sobre el nuevo marco de las políticas de apoyo a las empresa, al tiempo que se enumeran las principales líneas de actuación. En el segundo, se proponen un conjunto de indicadores que permiten evaluar la situación de los países de la Unión Europea en las distintas líneas de actuación, sabiendo que, en un número importante de los indicadores empleados, los resultados obtenidos para España son extrapolables a Andalucía. El tercer epígrafe propone una serie de recomendaciones, a veces generales otras específicas que pueden servir para mejorar la creación y duración de las empresas en Andalucía, enmarcándolas en las respectivas líneas de actuación identificadas. Por último, se sintetizan los principales aspectos abordados a lo largo del capítulo. VI.2 Políticas de ayudas a las empresas: Principales líneas de actuación Los cambios experimentados por las economías de los principales países desarrollados en las dos últimas décadas han propiciado un nuevo rumbo estratégico en la adopción e implementación de las políticas de apoyo a las empresas. En primer lugar, se ha pasado de considerar, casi en exclusiva, a las actividades directamente relacionadas con el sector industrial a incluir a casi la totalidad de los sectores empresariales debido, principalmente, a que las actividades que generaban más riqueza y empleo en los años setenta y ochenta han sido desplazadas por otras nuevas y, además, con cierta frecuencia nuevas actividades se incorporan a esta categoría, caso, recientemente, de las empresas de Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 330

5 biotecnología. En segundo lugar, las políticas destinadas a la promoción, desarrollo y consolidación de las empresas trascienden el propio ámbito de la empresa y se proyectan hacia áreas, tan olvidadas no hace demasiado tiempo en su relación con la empresa, como la educación escolar y universitaria, o los aspectos burocráticos. En tercer lugar, se han reforzado las ayudas destinadas a las PYMES frente a los grandes grupos empresariales. Las pequeñas y medianas empresas son la columna vertebral del desarrollo y del crecimiento de la economía europea, al tiempo que son la principal fuente de creación y mantenimiento de los puestos de trabajo, en torno al 66 por ciento del empleo europeo, y la base de la mayoría de las nuevas iniciativas empresariales. Cuando hablamos del sector de las PYMES en la Unión Europea, nos referimos a empresas con menos de 250 empleados que representan el 99,8 por ciento de las empresas, es decir, casi la totalidad de las 18 millones de empresas del sector empresarial europeo privado no primario. El sector de las PYMES posee la flexibilidad y el potencial innovador que posibilita a la Unión Europea ser competitiva en un entorno empresarial global que se transforma rápidamente. Sin embargo, tiene, también, importantes limitaciones, sobre todo por parte de las pequeñas empresas. Las pequeñas empresas son las más sensibles a los cambios en el entorno empresarial y las que más sufren cuando se las abruma con una burocracia excesiva. No obstante, se ven muy beneficiadas con iniciativas que reduzcan el papeleo e incentiven el éxito. En cualquier caso, las limitaciones mencionadas se deben a imperfecciones del mercado que pueden ser atemperadas mediante intervenciones que proporcionen servicios de apoyo globales. En el caso español, a los cambios de estrategia, antes reseñados, se une la profunda transformación producida en el ámbito institucional. En concreto, al tradicional papel que ha desempeñado la Administración Central en el diseño e instrumentación de la Política Industrial se han unido, en los años ochenta, las Administraciones Regionales a través de las Agencias de Desarrollo Regional -caso del IFA en Andalucía, el IMPIVA en Valencia o el CIDEM en Cataluñay, ya entrado los ochenta, las Agencias de Promoción Local o Comarcal caso de las establecidas en Jerez, Málaga, Barcelona, etc.-. Bien es verdad que, la totalidad de estas iniciativas complementarias, subsisten gracias a los fondos europeos destinados a estos fines. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 331

6 En el ámbito de la Unión Europea, existe unanimidad respecto a que las PYMES son la base de la generación de la actividad económica, de la innovación y del empleo regional pero, al mismo tiempo, son un soporte inequívoco para la integración social y regional. Por consiguiente, es necesario crear el mejor entorno posible para el fomento de las PYMES y de su espíritu emprendedor. Las medidas destinadas a este fin son múltiples, tanto directas, por ejemplo subvenciones o servicios de asesoramiento, como indirectas, aquellas que tienen como objetivo mejorar el entorno de las empresas y de las condiciones marco, y reforzar el espíritu innovador y empresarial. Las medidas de apoyo a las empresas se presentan normalmente como respuesta a desventajas estructurales detectadas, especialmente las que afectan a las pequeñas y medianas empresas o, también, las que se derivan de desequilibrios regionales. Con frecuencia, estas medidas vienen justificadas por los desajustes del mercado, caso de los relacionados con la provisión de bienes colectivos, las asimetrías de la información y la incorrecta asignación de beneficios. Las ayudas se utilizan con muy diferentes propósitos, por ejemplo, el apoyo a la investigación y a la innovación, el desarrollo regional, ayudas para la supervivencia, ayudas a la reestructuración, ayuda destinadas a las PYMES, objetivos sectoriales específicos, etc. Las ayudas estatales destinadas a la investigación y a la innovación, a las PYMES, y al desarrollo regional son aceptadas porque son menos distorsionantes y menos perjudiciales para las condiciones de competencia del mercado y en razón de sus beneficios sociales en términos de externalidades positivas. La ayuda estatal a las grandes compañías, limitadas a sectores específicos, representa un mayor riesgo de alteración de las condiciones del mercado y, con frecuencia, sólo ocasionan demoras en ajustes estructurales que son inevitables. En la actualidad está completamente aceptado que las políticas destinadas a la empresa no deben limitarse, exclusivamente, a una acción subvencionadora ni ponerse como objetivo único la atracción de grandes empresas exteriores a la región, sino que deben incidir en otros aspectos de gran trascendencia para la empresa, caso del acceso a la información, la educación, etc. En el marco de esta nueva filosofía, lejos de la que se centraba exclusivamente en las ayudas financieras, Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 332

7 podemos agrupar las principales líneas de actuación en favor de las PYMES y el desarrollo empresarial en la Unión Europea en siete grandes líneas: Educación y formación en el espíritu empresarial. Fomento de habilidades. Mejora y simplificación del marco administrativo y reglamentario de las empresas. Facilitación de la creación de empresas. Acceso a la financiación. Desarrollo de la utilización de las nuevas tecnologías (mejora del acceso en línea). Aprovechamiento del Mercado Único. Acceso a la investigación y la innovación. Promoción de la capacidad tecnológica de las PYMES. Mejora de la difusión de los servicios de apoyo y el acceso de las empresas a estos servicios. Cada uno de estos bloques se centra en unas determinadas líneas de actuación que relacionamos de manera sintética a continuación: 1. Educación y formación en el espíritu empresarial. Fomento de habilidades La educación del espíritu empresarial y las nuevas habilidades desde una edad temprana. La transmisión en todos los niveles escolares de un conocimiento general sobre la actividad y el espíritu empresarial. La creación de módulos específicos sobre temas empresariales, que constituyan un elemento fundamental de los programas educativos de la enseñanza secundaria y superior. El fomento de los esfuerzos empresariales de los jóvenes y el desarrollo de programas de formación adecuados para directivos de las PYMES. Incentivos a la participación en programas de formación. La adecuación de los programas de formación a las necesidades de la empresa, garantizando servicios de consultoría y de formación continuada. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 333

8 2. Mejora y simplificación del marco administrativo y reglamentario de las empresas. Facilitación de la creación de empresas La simplificación de las normas nacionales y comunitarias siempre que sea posible. Mejora de la legislación y la fiscalidad. La adaptación, por los gobiernos, de documentos administrativos de fácil uso. La mejora de las prácticas en el área de reglamentación que rigen actualmente en la UE a través de las evaluaciones comparativas La liberación a las PYMES de satisfacer ciertas obligaciones reglamentarias. La reducción de los costes de puesta en marcha de una empresa. La ampliación de las posibilidades de inscripción en línea en los registros oficiales. La ventanilla única para el registro de las empresas. Contratación más fácil y más barata del primer trabajador por parte de las empresas. 3. Acceso a la financiación La mejora del acceso a los créditos y al capital de riesgo. El establecimiento o mejora de regímenes de préstamos y de garantía mutua para ayudar a los empresarios que encuentran dificultades en materia de garantías. Esfuerzos para reducir las demoras en los pagos por parte de los clientes. El establecimiento o mejora de regímenes que atraigan las pequeñas inversiones de capital hacia las pequeñas empresas, reduciendo así la dependencia de éstas de los préstamos bancarios. La promoción de la inversión en capital de empresas en expansión, de fuerte crecimiento y de alta tecnología por parte de los inversores privados y mediante regímenes de capital de riesgo. La introducción de medidas que faciliten la transferencia y continuidad de las empresas. El desarrollo y accesibilidad a instrumentos financieros específicos. La mejora de la relación entre el sistema bancario y las pequeñas empresas, establecimiento de condiciones adecuadas de acceso al crédito y al capital riesgo. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 334

9 4. Desarrollo de la utilización de las nuevas tecnologías (mejora del acceso en línea) El aumento de la comunicación electrónica de los poderes públicos con el sector de la PYME. De este modo, las empresas podrán recibir asesoramiento, presentar solicitudes y declaraciones fiscales y obtener información en línea de forma más rápida y económica. El aumento de la utilización de Internet y comercio electrónico por parte de las PYMES. 5. Aprovechamiento del Mercado Único La mejora de la accesibilidad al Mercado Único para las PYMES, especialmente en ámbitos críticos para las pequeñas empresas, como el comercio electrónico, las telecomunicaciones, la provisión de servicios públicos, la contratación pública y los sistemas de pagos internacionales. La aplicación de la normativa europea y nacional en materia de competencia, para garantizar que las pequeñas empresas tengan plenas posibilidades de introducirse en nuevos mercados y competir en condiciones justas. 6. Acceso a la investigación y la innovación. Promoción de la capacidad tecnológica de las PYMES Reforzar los programas existentes de fomento de la difusión de tecnología y de los resultados de la actividad investigadora entre las PYMES, así como la capacidad de éstas para localizar, seleccionar y adaptar distintas tecnologías. La promoción de la cooperación tecnológica y el uso compartido entre empresas. La elaboración de programas de investigación más eficaces, centrados en las aplicaciones comerciales del conocimiento y la tecnología, y el desarrollo y adaptación de sistemas de calidad y de certificación para las PYMES. Facilitar la adquisición y el acceso de las PYMES a una patente comunitaria. Proporcionar un servicio de consultas de información en línea relativa a los derechos de propiedad intelectual y en materia de patentes. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 335

10 Estimular a las PYMES para que participen en iniciativas de cooperación interempresarial a escala local, nacional, europea e internacional, así como la cooperación entre las PYMES, las empresas grandes y las instituciones de enseñanza superior y de investigación. 7. Mejora de la difusión de los servicios de apoyo y el acceso de las empresas a estos servicios Favorecer el acceso de la PYME a los programas comunitarios, nacionales y regionales. Mejora de la calidad y de la promoción de los servicios de apoyo a las empresas creando ventanillas únicas o primeras ventanillas. La mejora del Servicio diálogo con las empresas la primera ventanilla de Internet, el primer punto al que pueden dirigirse las empresas para solicitar información en relación con el mercado único, la contratación pública, y el acceso a los recursos financieros. La ampliación de la base de datos sobre medidas de apoyo a las empresas que se aplican en Europa. VI.3 Indicadores de eficiencia de las políticas de ayuda a las empresas La financiación de los programas de apoyo a las empresas puede realizarse tanto a partir de los recursos presupuestarios de las Administraciones Públicas, a todos los niveles, como a partir de otras fuentes privadas. No obstante, resulta evidente que el apoyo a las empresas absorbe un importante volumen de los fondos públicos. Según un estudio realizado para la Comisión 1, de los 21,3 millardos de euros procedentes de los Fondos Estructurales invertidos directamente en las medidas de promoción de las PYMES entre 1994 y 1999, unos 2,7 millardos de euros (12,6 por ciento del total) se gastaron en servicios de apoyo a las empresas; otros 2,4 millardos de euros se destinaron a apoyo para innovación y desarrollo tecnológico y 3,5 millardos de euros a medidas de formación para pequeñas empresas. 1 Informe de síntesis final: Thematic Evaluation of Structural Funds Impacts on SMEs, julio de 1999, disponible en: Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 336

11 Indicador Cuadro VI.2 Indicadores de eficiencia de las políticas de apoyo a las PYME España (Andalucía) Francia Alemania Portugal Holanda Bélgica Reino Unido Italia UE Generales (porcentajes) Creación bruta de empresas* (media 95-00) 13,5 (17,6) 11,5 15,5 13,2 10,0-11,0 8,0 10,8 Creación neta de empresas (media 95-00) 1,9 (2,6) - 3,1 3,8 4,7-0,6 1,7 2,8 Tasa de actividad emprendedora 6,32 5,72 6,28 6,61 5,87 4,19 6,49 9,11 - Línea 1-Espíritu empresarial Propensión al trabajo por cuenta propia (población total) (porcentajes) Línea 2-Marco administrativo Cargas administrativas en la UE (porcentajes de las PYME) Gastos minimos de registro persona física (euros) Tiempo requerido para el registro de empresas (días) (persona física//s.l.) 1 // 11 - //7 4 1 // 3 5 // 13 - // 5 2 // 16 1 // 3 1 // 4 3,6 // 9 Gastos minimos de registro sociedad limitada (euros) Línea 3-Financiación El acceso a la financiación barrera para el desarrollo de las PYME (porcentajes) Línea 4-Nuevas tecnologías PYME conectadas a Internet (porcentajes) Servicios públicos para empresas accesibles por Internet (porcentajes) Línea 5-Mercado único Contratos públicos mediante concurso (porcentajes) Línea 6-Innovación y tecnología PYME con innovación interna (porcentajes) 21,6 36,0 58,7 21,8 51,0 29,4 35,8 44,4 44,0 Solicitud de patentes por millón de habitantes 57,7 223,6 549, ,2 - - Línea 7-Difusión y acceso Conciencia y participación de las PYME en programas de apoyo (conc./partic.) (porcentajes) 42 / 32,5 39 / 37,5 27 / 27 38,5 / / / 50 36,5 / / 26 - (*) Para Andalucía, tasa bruta de creación de establecimientos, media del período , por lo que no es totalmente comparable. Fuente: Servicios Públicos Electrónicos (Cap Gemini Ernst&Yonug); Eurobarómetro 103, Indicadores de Innovación 2001, Observatorio de las Pymes Europeas 1999 y 2001, y Proyecto Best (Comisión Europea); Indicadores Estructurales (Eurostat); Proyecto GEM (Instituto de Empresa); Demografía Empresarial en Andalucía (IEA); y Dirce (INE).

12 La toma de conciencia, aunque sólo se refiera a las dimensiones generales del gasto en servicios de apoyo a las empresas, está generando un creciente interés en cuanto a su rentabilidad. Un documento de la OCDE 2 resume este tema en sus conclusiones y resalta la preocupación que está generando en todos los países: "En la mayoría de los países de la OCDE, hay que hacer frente a una maraña de programas específicos sobre las PYMES que tienden a proliferar a lo largo de los años sin la justificación ni la evaluación adecuadas. Por todo ello, se debe producir una toma de conciencia progresiva sobre la importancia de la evaluación de todas las formas de apoyo a las empresas. De tal forma que los servicios públicos de apoyo a las empresas se deben someter a exámenes desde el punto de vista de su coste, eficacia y rentabilidad. Para una correcta comprensión de la realidad de los programas y políticas de fomento de la empresa en Europa es necesario recurrir a un conjunto de indicadores que permitan evaluar las actuaciones de los distintos gobiernos al respecto. La dificultad de una evaluación de este tipo es doble, por un lado, los indicadores básicos para el análisis no se encuentran disponibles en todos los países y menos, aún, en el ámbito regional. Por otro, no existe una armonización total en las estadísticas utilizadas por los países de la Unión Europea, caso, por ejemplo, de los de demografía empresarial. Un aspecto importante, a la hora de interpretar el análisis comparativo de indicadores, radica en que las diferencias de valor entre los indicadores por países no reflejan necesariamente un buen o mal comportamiento, y por lo tanto, no siempre debe interpretarse de esta forma. Pueden establecerse indicadores específicos para medir el nivel del rendimiento de programas de apoyo a las PYME. Sin embargo, a menudo éstos indican la importancia de sólo un factor entre un conjunto de factores. Por ello, para poder evaluar correctamente los resultados de los Estados miembros analizados, o los de Andalucía, en una línea determinada, hay que tener en cuenta la imagen global del conjunto de indicadores. El análisis comparativo de políticas mediante los indicadores elegidos puede indicarnos dónde buscar los ejemplos de buenas prácticas, y representa una vía para evaluar los esfuerzos realizados en el pasado y para conseguir mejoras en las diferentes áreas de actuación. Las siete áreas 2 OCDE, The Role of SMEs: Findings and Issues, DSTI/IND(2000)15, p. 14. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 338

13 son importantes para mostrarnos las deficiencias en los programas de fomento del empresariado y la empresa y, al mismo tiempo, nos indica aquellos aspectos que pueden ser mejorados. Los indicadores que se han seleccionado hacen referencia a cada una de las áreas o líneas de actuación relacionadas en el apartado anterior. No obstante, con carácter previo se incluyen algunos indicadores que muestran una visión global de la capacidad o dinamicidad de los distintos países en el ámbito empresarial. Con objeto de proporcionar una visión conjunta del análisis se incluye, a continuación un cuadro resumen con los principales indicadores obtenidos. Indicadores generales Un objetivo común de las políticas nacionales y regionales de fomento de la empresa es aumentar el número de nuevas empresas. De ahí que los indicadores que recogen el comportamiento demográfico de la empresa sirven para mostrar, de manera general, la bondad de los programas de apoyo a las empresas implementados, ya que el número de nuevas empresas se ve influido no sólo por el ciclo económico, sino también, por las condiciones de entorno de las empresas, como el marco normativo, administrativo, acceso a la financiación y el coste de esta. El principal inconveniente de los indicadores de demografía empresarial es la falta de armonización entre las distintas fuentes estadísticas en el ámbito europeo y la falta de desagregación de la información en el ámbito regional en aspectos relacionados con las altas, bajas y permanencias de las empresas. En definitiva, los datos para estos indicadores proceden de fuentes nacionales y dadas las diferencias metodológicas en la definición de las variables, las diferencias entre países deben interpretarse con cuidado. Como indicadores generales se han seleccionado la tasas bruta y neta de creación de empresas y el índice de actividad emprendedora. Con estos indicadores se intenta medir el nivel de dinamismo empresarial en un territorio. La tasa bruta de creación de empresas se obtiene como el cociente entre el número de nuevas empresas en un período respecto del total de empresas en ese mismo período. En este caso, con objeto de evitar diferencias cíclicas entre los distintos países se ha obtenido la media anual en el periodo , que muestra, en porcentajes, la media anual de empresas creadas en este período. El indicador no incluye las bajas de empresas que se produjeron durante este periodo. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 339

14 Gráfico VI.1 Tasa bruta de creación de empresas Porcentajes 16 15, ,5 13, ,5 10,0 11,0 10,8 10 8, España Francia Alemania Portugal Holanda Reino Italia Unido Fuente: Observatorio de las PYME europeas 2001, en Evaluación comparativa de la Política de Empresa. Resultados del Cuadro de Indicadores 2001, Comisión Europea, Bruselas, Nota: Altas respecto al total de empresas. Promedio anual en el periodo La media de la UE está calculada con los datos de 13 países miembros (no hay datos de Bélgica y Luxemburgo). U.E. La tasa bruta media obtenida por España (13,5 por ciento) se sitúa en niveles similares a los de los países de su entorno, en concreto entre los valores obtenidos por Francia y Alemania, en definitiva, considerablemente por encima de la media de la Unión Europea (10,8 por ciento). Aunque no se dispone de información para calcular la tasa en Andalucía, puede intuirse que alcance valores similares a los de España e incluso, ligeramente por encima, consecuencia del mayor crecimiento neto de empresas experimentado en el ámbito andaluz en este período. Como referencia, para el período , la tasa bruta de creación de establecimientos en Andalucía se elevó hasta el 17,6 por ciento, si bien, dada la diferencia temporal y el uso de la variable establecimientos en lugar de empresas, la comparación de la tasa obtenida para Andalucía con la del resto de países de la Unión parece algo aventurada. De cualquier modo, el indicador parece reflejar que las dificultades o inconvenientes en España, al igual que en Andalucía, para crear empresas, no deben ser más elevadas, en principio, que en el resto de la Unión, o bien, que si éstas son similares o mayores, la capacidad emprendedora o el espíritu empresarial de los españoles es similar o superior al resto de países. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 340

15 En cualquier caso, resulta relevante conocer la tasa neta de creación de empresas, ya que nos permite conocer, en porcentajes, el incremento real de empresas en un período. Se calcula como la diferencia entre la tasa bruta de creación de empresas y la tasa de desaparición de empresas, o bien, como el cociente entre el incremento neto de empresas en un período respecto del total de empresas existentes en ese período. Al igual que en el caso anterior se ha utilizado la tasa media anual en el periodo La tasa neta de creación de empresas nos aporta una información adicional, ya que una diferencia significativa entre las tasas bruta y neta implica una tasa de mortalidad empresarial elevada. Una tasa neta de creación de empresas alta muestra el dinamismo empresarial de la economía como conjunto, ya que refleja la capacidad para acumular tejido empresarial de un país o región, y en definitiva, su capacidad de transformarse y aprovechar las nuevas oportunidades del mercado. Gráfico VI.2 Tasa neta de creación de empresas 5 Porcentajes 4,7 4 3,8 3 2,6 3,1 2,8 2 1,9 1,7 1 0,6 0 Andalucía España Alemania Portugal Holanda Reino Unido Italia U.E. Fuente: Observatorio de las PYME europeas 2001, en Evaluación comparativa de la Política de Empresa. Resultados del Cuadro de Indicadores 2001, Comisión Europea, Bruselas, Nota: Promedio anual en el periodo , como porcentaje sobre el número total de empresas. La media de la UE está calculada con los datos de 12 países miembros (no hay datos de Bélgica, Francia y Luxemburgo). Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 341

16 El porcentaje bruto de creación de empresas en España, como se ha visto anteriormente, es uno de los más altos en la Unión Europea (España sólo está detrás de Alemania e Irlanda). Sin embargo la tasa real de creación de empresas en España es baja en comparación con la media europea. Esto se debe a una alta tasa, superior a la media de países de la Unión, de mortalidad empresarial. En consecuencia, se evidencia que, en España, hay, por un lado, un clima favorable para la creación de nuevas empresas, reflejado en el elevado porcentaje de personas que optan por crear un negocio como una posible salida profesional, y por otro lado, las empresas encuentran obstáculos para su desarrollo y funcionamiento, que pueden ser de naturaleza financiera, administrativos, fiscales o de falta de apoyo adecuado por parte de los organismos públicos, lo que se traduce en que un porcentaje pequeño de éstas sobrevive a medio y largo plazo. La baja tasa real de creación de empresas en España es especialmente desfavorable frente a los resultados de países como Portugal o Grecia, en ambos casos más elevados, ambos con un nivel de desarrollo general bajo respecto al resto de los países de la UE y con la inexistencia de una tradición empresarial bien asentada, donde, por lo tanto, es necesaria una mayor actividad emprendedora para conseguir acumulación de tejido empresarial. En el caso de Andalucía, en el período , la tasa media de creación neta de empresas, 2,6 por ciento, es superior a la de España aunque inferior a la de países como Portugal o Alemania. Dado que no disponemos de información para estimar la tasa de mortalidad, es de suponer que Andalucía tendrá niveles similares al del resto de España, por lo que la mayor tasa real de creación de empresas se justifica, fundamentalmente, por el mayor número de altas respecto del total de empresas en el período analizado. En consecuencia, para que se produzca acumulación de tejido en España y, en particular, en Andalucía y para hacer que la tasa de supervivencia sea más alta, queda claro que hay que poner más énfasis en el apoyo canalizado hacia las empresas recién creadas, ya que en los primeros años de funcionamiento es cuando éstas son más vulnerables y, en definitiva, cuando más quiebras o cierres se producen. El último indicador global obtenido, índice de actividad emprendedora, permite medir y comparar la actividad de creación empresarial en diferentes países. Se ha obtenido de la encuesta Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 342

17 Global Entrepreneurship Monitor (GEM) llevada a cabo en el año 2001, en 29 países de todo el mundo, incluidos 12 países de la Unión Europea, a más de personas en cada uno de ellos. 3 El indicador mide el número de personas de entre 18 y 64 años de edad que intentan crear una empresa o son propietarios de una empresa de menos de 42 meses. Gráfico VI.3 Tasa de actividad emprendedora (2001) 14 Porcentajes 12 11, , ,16 7,23 6,61 6,49 6,32 6,28 5,87 5,72 5,65 4 4, Irlanda Italia Finlandia Dinamarca Portugal Reino España Alemania Holanda Francia Suecia Bélgica Unido Fuente: Proyecto GEM The global entrepreneurship monitor project, Informe Ejecutivo 2001 España, Instituto de Empresa. Nota: Número de personas de entre 18 y 64 años de edad que intentan crear una empresa o son propietarios de una empresa de menos de 42 meses. El indicador permite valorar la eficacia sobre el fomento de la actividad emprendedora de las políticas de apoyo a la creación de empresas, del contexto socio-económico del país y de los factores intrínsecos o idiosincrásicos de cada país. Hay que recordar que la posición de cada país en el ranking de índice de actividad emprendedora y de muchas otras variables de este estudio, así como la posición frente a la media obtenida, depende de la composición de países que forman parte del estudio. Además, el rango de variación, muchas veces, es más estrecho de lo que puede parecer si no se analiza con profundidad. Por ello, hay que interpretar las variables teniendo en cuenta el contexto en el que se obtienen. 3 Los 29 países son: Africa Sur, Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Corea Sur, Dinamarca, España, EE.UU., Finlandia, Francia, Holanda, Hungría, India, Irlanda, Israel, Italia, Japón, México, N. Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, R. Unido, Rusia, Singapur, Suecia. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 343

18 Sobre la muestra de 29 países a los que se ha realizado la encuesta, el informe GEM 2001, sitúa a España entre los países con menor tasa de iniciativa empresarial del mundo. España con un nivel de índice de actividad emprendedora total (TEA) del 6,3 por ciento ocupa el lugar nº 20, y entre los países de la UE analizados el lugar nº 7 detrás de Irlanda, Italia, Finlandia, Dinamarca, Portugal y Reino Unido y delante de Alemania, Holanda, Francia, Suecia y Bélgica. El informe GEM 2001 también señala que España tiene una proporción significativamente mayor de personas involucradas en empresas que tienen menos de 12 meses de actividad respecto de las de entre 12 y 42 meses, circunstancia que se produce, igualmente, en la mayoría de los países analizados en el informe. Con esto, puede explicarse la ligeramente mejor posición de España frente a la obtenida por Alemania, Holanda y Francia en la encuesta GEM -una situación que no tuvo lugar en la tasa bruta de creación de empresas, lo que también refleja una debilidad en lo que se refiere al mantenimiento de las empresas recién creadas en España. De estos resultados se desprende que ayudando a un mayor número de estas empresas a pasar a las fases posteriores de vida empresarial se conseguiría una importante influencia en el crecimiento económico y del empleo en Andalucía, gracias a la consolidación del tejido empresarial de nueva creación. En España según el informe GEM 2001 se estima que más de la mitad de las empresas de menos de 12 meses generarán pocos nuevos empleos dentro de los próximos cinco años (entre 1 y 5 empleos). De tal forma que la mayoría de las nuevas empresas pertenecen al grupo denominado life style firms en el que el emprendedor se siente satisfecho con el nivel de ingresos que tiene y no piensa correr más riesgo y aumentar sus esfuerzos ampliando el tamaño de su empresa. Menos de un 25 por ciento de los emprendedores españoles esperan emplear entre 6 y 19 personas en el futuro. Por ello las políticas de fomento empresarial deben actuar con más intensidad en lo que se refiere a los incentivos para la creación de puestos de trabajo en las PYME. Estos podrían ser de naturaleza administrativa, de seguridad social, fiscal etc. Los índices utilizados como indicadores globales son el resultado de la mejor o peor situación en la que se encuentran las distintas variables que influyen en ellas, es decir, los factores educativos, administrativos o legales, de financiación, etc. Por ello, desgranaremos la posición Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 344

19 relativa que ocupan España y, por extrapolación, Andalucía en cada una de las siete líneas de actuación identificadas Línea 1 - Educación y formación en el espíritu empresarial. Fomento de habilidades La educación y formación en el espíritu empresarial es una de las líneas claves de las políticas empresariales para conseguir el desarrollo del tejido empresarial de los países y regiones. De la calidad y eficacia de estas políticas depende la propensión de la sociedad a correr riesgos relacionados con la creación y/o desarrollo de empresas. Una sociedad con una mentalidad emprendedora y sin miedo al fracaso tiene mayores posibilidades de conseguir el desarrollo de su economía. Dentro de esta área se van a utilizar los siguientes indicadores: evaluación del sistema educativo y de formación de la encuesta GEM 2001, citada anteriormente, y propensión al trabajo por cuenta propia. Con ellos se intenta evaluar, en primer lugar, los programas educativos relacionados con la empresa, existentes tanto en los sistemas de educación primaria, secundaria y universitaria, como en los diferentes centros y escuelas de formación a emprendedores y trabajadores. En segundo lugar, cuál es el resultado que produce el sistema educativo a la hora de crear y fomentar el espíritu empresarial en la sociedad, es decir, cuál es el deseo de las personas en edad de trabajar de hacerlo en su propio negocio. Los resultados para el primero de los indicadores son extrapolables para el caso de Andalucía. Los sistemas educativos y de formación deben de incorporar en sus programas herramientas necesarias tanto para formar acerca de cómo crear o dirigir nuevas empresas, como para desarrollar el espíritu empresarial en la sociedad. El propósito del indicador evaluación del sistema educativo y de formación es medir las cualidades de los sistemas educativos en estos aspectos. Dado que para evaluar los sistemas educativos y de formación es difícil encontrar indicadores de carácter cuantitativo, el indicador evaluación del sistema educativo y de formación refleja la opinión de unos 40 expertos españoles acerca de este tema, obtenidos del informe Global Entrepreneurship Monitor Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 345

20 El interés de este índice se encuentra en la posición relativa que ocupa España, y por consiguiente Andalucía, respecto del promedio global y en comparación con el resto de países. Hay que resaltar que el promedio incluye otros países no pertenecientes a la Unión Europea, caso de Argentina, África del Sur, Brasil, Corea del Sur, EE.UU., Hungría, India, Israel, Japón, Méjico, Noruega, Nueva Zelanda, y Singapur. Gráfico VI.4 Evaluación del sistema educativo y de formación Mejor 1,5 Promedio -0,5 1,32 1,34 0,74 0,80 0,39 0,28 Portugal Francia Finlandia Italia Alemania Suecia -0,20-0,14 Bélgica España R.UnidoDinamarca Holanda Irlanda -0,41-0,35-0,59 Peor -2,5-2,08 Fuente: Proyecto GEM The global entrepreneurship monitor project, Informe Ejecutivo 2001 España, Instituto de Empresa. Nota: Encuesta entre los expertos de los países. Para el promedio se ha analizado otros países: África del Sur, Argentina, Brasil, India, Corea del Sur, EEUU, Hungría, Israel, Japón, Méjico, N. Zelanda, Noruega, Singapur. El valor del indicador que evalúa, de manera global, la idoneidad de los sistemas educativos para fomentar y desarrollar el espíritu empresarial parece indicar, en una primera lectura, que en España la educación tiene una adecuación elevada, en aras de este objetivo, frente a la mayoría de los países europeos (incluidos Francia, Alemania y Portugal) segun la encuesta GEM Sin embargo, cuando analizamos pormenorizadamente los resultados de la encuesta, surge la conclusión de que los buenos resultados de España se deben sobre todo a la educación en dirección y negocios (escuelas de negocio, cursos de postgrado, etc.), que se encuentran en un nivel similar a los del resto de países desarrollados. Por el contrario, la educación primaria y secundaria no provee una Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 346

21 instrucción adecuada sobre la economía y no estimula suficientemente la creatividad ni la iniciativa personal. Para Andalucía los datos de la encuesta GEM a nivel nacional, sobre una muestra de más de personas, revelan que, en el Sur de España, un 45 por ciento de la población adulta afirma tener los conocimientos y habilidades necesarios para poner en marcha un negocio (no existen grandes diferencias entre las distintas regiones de España), con el mayor nivel de habilidad en el grupo de entre 25 y 34 años de edad. Dado que no existen datos regionales para otros países no es posible hacer análisis comparativos. Según el informe GEM 2001, actualmente el sistema educativo de Andalucía cuentan con una oferta universitaria y no universitaria de estudios empresariales. Esto ha disminuido considerablemente el número de personas que se desplazan a otras regiones de España donde tradicionalmente había más centros de estudios, posibilitando, esta situación, que los nuevos profesionales se vayan asentando en Andalucía y puedan aplicar en la región sus conocimientos y, al tiempo, desarrollar actividades empresariales. La creación de una empresa como opción profesional depende mucho del espíritu empresarial y de la percepción del público sobre los empresarios. El indicador propensión al trabajo por cuenta propia refleja el porcentaje de la sociedad que contempla el trabajo por cuenta propia como alternativa atractiva al trabajo dependiente. También es interesante conocer la tasa de jóvenes de menos de 30 años que consideran la posibilidad de convertirse en empresarios, ya que permite valorar el éxito de los programas de fomento del espíritu empresarial en este grupo social. Los datos para este indicador proceden de una encuesta a personas en la Unión Europea de los cuales eran jóvenes de entre 15 y 30 años de edad, incluida en el Eurobarómetro Internet y el público en general y llevada a cabo en junio de 2001 por la Comisión Europea. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 347

22 El indicador aporta información útil para el análisis de los sistemas de fomento del espíritu empresarial, ya que, recoge la opinión de la sociedad sobre el deseo de crear empresas, y es evidente que es desde la propia sociedad donde se generan las iniciativas para el inicio de nuevas empresas. Gráfico VI.5 Propensión al trabajo por cuenta propia 90 Porcentajes España /Andalucía Francia Alemania Portugal Holanda Reino Unido Italia Bélgica UE Jóvenes (de menos de 30 años) que consideran el trabajo por cuenta propia, en % del grupo de edad Población total que considera el trabajo por cuenta propia en % Fuente: Internet y el público en general, Flash Eurobarómetro nº 103, (Junio 2001), (n=8347; n(15-30)=4280) en Evaluación comparativa de la Política de Empresa. Resultados del Cuadro de Indicadores, Comisión Europea, Bruselas. El porcentaje de personas que considera el trabajo por cuenta propia en España supera significativamente la media europea. Esto indica unas buenas prácticas en el sistema educativo español en lo que se refiere al fomento del espíritu empresarial. Estos datos coinciden con las opiniones de los expertos españoles sobre el sistema educativo, citados anteriormente. Esta alta propensión al trabajo por cuenta propia no se plasma en el alto número de nuevas empresas. La reticencia a involucrarse en nuevos negocios podría explicarse en parte con los resultados de la encuesta GEM 2001 que indica un persistente temor al fracaso que desanima al 38 por ciento de los españoles a la hora de emprender un negocio, situación por encima de la media del 35 por ciento de los 26 países analizados. Esto significa que el fracaso no está del todo aceptado por la sociedad española y, a los emprendedores, no siempre se les da una segunda oportunidad si la primera experiencia ha sido negativa. Según algunas de las opiniones de los expertos el español Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 348

23 sólo apoya al emprendedor que ya ha tenido éxito pero no se reconoce el valor de haber corrido el riesgo de crear una empresa. Además, si esta persona fracasa, le cuelgan el cartel de perdedor. 4 Entre la mayoría de la gente joven persiste la preferencia por trabajar en empresas que pertenecen al Estado y por no cambiar de trabajo muchas veces durante su carrera profesional, es decir, se observa una importante aversión al riesgo entre los jóvenes españoles, lo cual es la antítesis del espíritu emprendedor. En el territorio español existen diferencias significativas en cuanto al miedo al fracaso. Las zonas del Sur y Noroeste son las peores en este sentido. Esto indica que en Andalucía este factor psicológico grava a la actividad emprendedora. Para cambiar esto, hay que poner más énfasis en aquellos factores que pueden cambiar la percepción del fracaso por parte de la sociedad, como es el sistema educativo o los centros de emprendedores. Estos resultados son, en alguna medida, paradójicos dado el alto valor obtenido por la tasa bruta de creación de empresas, para España, en comparación con otros países de la UE. En cualquier caso, España parece destacar por la calidad de la formación directiva que ofrece, pero al mismo tiempo carece de una política educativa de mayor alcance, cuyo objetivo sea fomentar los conocimientos en creación de empresas en todos los niveles de la enseñanza. Y aunque, comparado con otros países de la Unión, existe una alta propensión general a trabajar por cuenta propia, la aversión al riesgo sigue siendo elevada, lo que supone un importante freno o impedimento a la creatividad e iniciativa personal en relación con la creación de empresas. Línea 2 - Mejora y simplificación del marco administrativo y reglamentario de las empresas. Facilitación de la creación de empresas Es un hecho, generalmente aceptado en nuestros días, que la complejidad normativa y los costes relacionados con los trámites administrativos tienen un impacto negativo sobre el funcionamiento de las empresas, en especial las PYME. El problema, a la hora de medir los avances en la simplificación administrativa y reglamentaria, es que los datos recogen, fundamentalmente, aspectos cualitativos y, por lo tanto, incorporan una cierta subjetividad en su evaluación. 4 Proyecto GEM The global entrepreneurship monitor project, Informe Ejecutivo 2001 España, Instituto de Empresa, p. 50. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 349

24 Sin embargo, en algunos casos es posible emplear indicadores cuantificables y, en consecuencia, más objetivos (demoras medias, número y coste de procedimientos, etc.). Para evaluar las políticas de mejora y simplificación del marco administrativo se van a utilizar los siguientes indicadores: percepción de las cargas administrativas y, registro de empresas tiempo y coste requerido para dos formas jurídicas como son la persona física y la sociedad limitada. Los resultados para España de estos indicadores son extrapolables para el caso andaluz, ya que, reflejan regulaciones validas en todo el territorio español o la percepción acerca de ellos de una muestra de las PYME españolas que no debe diferir de lo que se percibe en Andalucía. La percepción de las PYME, en cuanto a la normativa y las barreras administrativas para el desarrollo empresarial, puede evaluarse con el indicador de cargas administrativas en la UE. Para comprender, las trabas que los aspectos normativos y administrativos tienen en el desarrollo de las empresas, debe preguntarse a quienes están afectados directamente, es decir, las empresas, cuáles son los principales obstáculos para su funcionamiento. En 1999 y 2001 en el marco del Observatorio de las PYME europeas la ENSR (the European Network for SME Research) realizó encuestas telefónicas, para sondear estos aspectos, entre las PYME europeas. Gráfico VI.6 Cargas administrativas en la UE 21 Porcentajes España / Francia Alemania Portugal Holanda Bélgica Andalucía Reino Unido Italia UE Fuente: Observatorios de las PYME europeas, 1999 y Comisión Europea. Nota: El porcentaje de las PYME que indican cargas administrativas como obstáculo principal para el desarrollo de las empresas. Políticas de ayuda y desarrollo empresarial: Recomendaciones para Andalucía 350