PARTE IV. SEGUIMIENTO DEL PROCESO DINAMICO Y SU CONTROL Introducción Ejemplo

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1 PARTE IV. SEGUIMIENTO DEL PROCESO DINAMICO Y SU CONTROL 4.1. Introducción 4.2. Ejemplo

2 4.1. INTRODUCCION Una vez conocida la existencia de la intrusión salina en un acuifero costero. es necesario el realizar un seguimiento de 106 avances, positivos o negativos, del fenómeno. Para ello se utilizan las mismas técnicas que en la definición de la morfologia de la interfase, hidroqui micas, isotópicas, geofísicas y modelos matemáticos. El seguimienro del proceso dinámico de la integ fase permite tomar en cada momento, 13s nedidas necesa rias para una mejor gestión ds bstos.icuíferos contaml nados y así paliar, en la medida de lo posibla, el agrava miento del 'problema. Para conseguir estos objetivos hay que estable cer una serie de puntos de observación en los cuales, se tomen medidas peri6dicas de los valores de los parametros considerados. Estos parámetros que pueden ser hidroquimicos. isotópicos, geofisicos o piezométricos. tienen que ser muy sensibles a la presencia del fenómeno de la intrusión para facilitar una rápida interpretación, y así tomar, con la mayor celeridad, las medidas necesarias. La definición de 'estas redes de observación y las frecuencias en la tenia de la5 medidas necesarias es dificil de determinar "a priori". y estarán en función de una serie de factores tales como tipo de acuífero, grado de explotación, pluviometría de la zona, densidad de las captaciones y sus situaciones con respecco a la línea de costa. etc. A efectos prácticos, las redes de control que por su costo-eficacia son mas ir.teresantes, son las piezg métricas e hidroquimicas. Las redes piszomatricas sirven para conocer las evolu,zionec temporales de lcs potenciales del agua. Estas redes de observación deban tener 1.3s sicjuientes caractg risticas: - Tupidas - Niveladas - Profundas La densidad de los puntos de observación es dificil de definir "a priori" como ya se ha comentado anteriormente, pero se puede decir que para acuiferos detriticos poco explotados es suficiente con un punto cada 5-10 Km2 y cuando están fuertemente explotados de -191-

3 un punto por cada Km'. En acuíferos cársticos se debe ir buscando las partes más bajas del acuifero. Los puntos de observaci6n deben de estar perfsc tamente nivelados con una precisión centimétrica, y hay que tener en cuenta el nivel medio del mar en la zona de estudi.0. En los pozos de medida, se debe tener en cuenta que atraviesen sólamente el acuffero a estudia,r y que éste no este influenciado por conexiones cercanas con otros acufferos. Las redes de calidad deben cumplir una condi cioiies semejantes a las piezométricas. Las medidas más interesantes a realizar en ellas son la determinaci6n de los cloruros asi como los bicarbonatos. calcio y magng sio. También son de gran interés los logs de conductj vidad. Otras técnicas con posibilidad son las isoto picas y geofísicas. Estas no son utilizadas con frecuen cia por su mayor costo económico y a veces. una mayor indeterminación en reflejar el problema de la intrusión salina. Los modelos matemáticos comienzan a ser hoy día de gran utilidad 'en el seguimiento de los procesos de intrusión, permi.tiendo conocer "a priori" la evolución de los procesos de contaminación marina y así tener una herramienta de gran utilidad en la gestión de los acul feros costeros EJEMPLO En este apartado se expone una síntesis sobre el seguimiento de la evolución de la intrusión salina en el acuífero de Cardó-Vandellós (Tarragona), realizado desde principios de los afios ochenta por el IGME. El sistema acuifero de Cardó-Vandellós es un macizo calco-dolomitico limitado por el río Ebro, el mar Mediterráneo, el Campo de Tarragona y la depresión tercia ria del Ebro. Dentro de las diversas unidades acuiferas que lo componen, existen tres que están afectadas por la intrusi6n marina: el cuaternario de Aldea-Ampolla. el cuaternario de Ametlla y el sector costero de la unidad jurásica de Tortosa-Perell6-Ametlla (Fig. 4.1)

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5 La unidad T3rtosa-Pere~-lb-krnetIls está consti tuiüa por dos acuiferos entre los que se intercala uli tramo de baja permeabilidad y espesor variable lo que permite que en,algunos lugares exista iuna comunicación hidráulica entre los aruíferos inferior y superior. El cuaternario de Aldea-Ampolla 13s un piedemonte de espesor variable, 100 m. de media. L.ss transmisivf dades vurian entre 100 y mz/dia. Los materiales son conglomerados en superficie y en proeundidad pasan gradualmente a granuloxetrías más finas. El cuaternario de hetlla tiene una disposición y 1it.oloqia sernejant.28 al anterior aunque su espesor mg dio es al,go menor. La transmisividad es variable y está comprendida entre los 100 :jr 2.G00 m2/día. En el año u Intrusihii salina afectaba tanto a las calizas costeras del Perell6 como a los cuaternarios de Alüee-Ampolla y Ametlla. La isolinea di? p.p.m. de C1- penetraba hasta 5 Km. de la costa en las cercanías de Perellij (Fig. 4.2.). Los efectos de la intrusión eran menos notorios en los cuaternarios. Durante los años :1984 y 1985 como consecuencia del descenso de la pluviometria, la unidad Tortosa- Perelló-Ametlla sufre desceiisos de los niveles de agua evaluados en la zona costera en m/año. Por el contrario, los ciiater.riarios no sufren variaciones aprecia bles del nivel de agua. La calidad química de las aguas subterráneas durante este periodo de ciernpo empcoro.asi por ejemplo el contsnido de cloruros aumentó entre 60 y 350 p.p.m. en la zona costera de los cuaternarios, esta!l do los máximos aumentos localizados al S. de Aldea, N. do Ametlla y alrededores de Hospitalet del Infante. También hubo descensos de la saliiiidad en alqiinos puntos de la costa (Camarles y AmpDlla) c01 ~io consecuencia del descens0 puntual de los bombeos (Fig. 4.3 y 4.4.). En el periodo :se observaron ascensos generalizados de los niveles piezométricos como c!oiisecue!l cia del aumento de la pluvionietria. Estor; ascensos super,: ron en muchos casos el roetro. Los cambios en la calidad quirnica de las aguas se produjeron en la zona costera en relación directa con la iiitrusibn marias. Por ejemplo, con respecto al periodo aritcriot:, la conductividad aumeg t6 entre 500 y pnhos/cin. exi la Ametlla; incrementos menores se registraron a lo liirgo de i:odñ la costa. Eil cuanto a los cloruros el comportamiento es paralelo. Diy minuciones de la salinidad se ragistraton enla zona de Hospitalet del Infante y Calafat-Almadraba (fig. 4.5 y 4.6)

6 Limite de unidad permooble --- impormabkr - Acuifemr detriticor FIGURA 4.2.-ISOCLORUROS EN EL SISTEMA - 61 ( Soptirmbrr 1989)

7 El periodo de observaciones , registrb unas disminuciones generalizadas de los niveles plazome tricos en torno a los 0,5-1 m: los descensos mínimos se registraron en la faja costera. La conductividad aumentó notablemente en casi toda la zona costera excepto al. de la Ametlla (urbanizaciones Tres Calas y Cala-Moscas). Los aumentos oscilaron entre los 250 y phos/cm. Los cambios de los cloruros siguen unas pautas muy simila res a las conductividades. Asi por ejemplo, se experimen taron aumentos máximo6 en las zonas de La Ampolla ( p.p.rn.1, Punta de Alifa ( p.p.rn.1 Calafat ( p.p.m.) y abastecimientos de El Perelló ( p.p.mi. Las disminuciones se registraron en las urbanizaciones anteriormente msncionadas ifigs. 4.7 y 4.8)

8 Fiq Mapa de isoconductividades (Junio-1985) -197-

9 U I Km. Fig Mapa de isocloruras (Junio-1985) -198-

10 h. t i t t i r t l. 1!' 1 i i I Mapa de isoconductividades (Novieabre-1985) -199-

11 Fig Mapa de isocloruros (Noviembre-1985) -200-

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13 ~~ Fig Mapa de isocloruros (Marzo-1907) -202-