El FEIL, resultados de una apuesta keynesiana

Transcripción

1 Revista de la Diputación de Barcelona 44 3º Cuatrimestre 2010 El FEIL, resultados de una apuesta keynesiana Glòria Pérez-Salmerón: «El principal objetivo es contextualizar la Biblioteca Nacional en el modelo de oferta de la era digital» El nuevo servicio del BOPB, una solución a la dispersión de la información oficial

2 SUMARIO 03 Editorial La salida de la crisis, modelo para armar 04 A fondo El FEIL, resultados de una apuesta keynesiana En red La red más tramada Municipios singulares Micropueblos, macrorresponsabilidades. La odisea de los municipios con menos de quinientos habitantes 18 A debate Cuál es el balance final del FEIL? La entrevista Glòria Pérez-Salmerón: «El principal objetivo es contextualizar la Biblioteca Nacional en el modelo de oferta de la era digital» Ciudadanía La teleasistencia, un servicio para vivir con más seguridad y autonomía 28 Innovación local El nuevo servicio del BOPB, una solución a la dispersión de la información oficial 34 Buenas prácticas Libros y webs Fotografía de portada: Ingram Publishing Dirección: Carme Pérez. Coordinación: José Iglesias. Redacción: Estrella Barrero, Susana Burgos, Alberto García, José Iglesias, Enric Monné, Ethel Paricio, Carles Sabater, Glòria Santamaria, Eva Viñals. Colaboraciones: Eduard Buil, Esteve Feliu, Toni Rivero, Ramon Viladomat. Fotografía: Judit Contreras, Òscar Ferrer, Óscar Giralt, Ingram Publishing, Joan Roca de Viñals, Jaume Soler. Maquetación: Alberto García. Asesoramiento lingüístico y producción editorial: Direcció de Comunicació. Consejo editorial: Anna Berruezo, Antònia Bisbal, Xavi Casinos, Juan Echániz, Marina Espinosa, Cristina Gómez, Emiliano Jiménez, Manel Martínez, Carme Pérez, Carles Segura, Eva Viñals. Proyecto gráfico: Eumogràfic. Preimpresión: TECFA GROUP. Impresión: SA DE LITOGRAFÍA. ISSN: / DL: B Servicio de Prensa. Diputació de Barcelona: Rambla de Catalunya, 126, planta 2a Barcelona / s.premsa@diba.cat / / Publicación trimestral / Distribución gratuita. Los artículos de colaboración que publica el DB expresan la opinión de los autores, la cual no ha de ser necesariamente compartida por los responsables de la revista. 2 Diputación de Barcelona

3 EDITORIAL La salida de la crisis, modelo para armar La crisis, que creíamos que pasaría como una lluvia dura pero temporal, no parece remitir. Un «brote verde» es contestado por el augur de turno, e incluso parece que hay gente que disfruta de la permanencia de un negro panorama de nubes de tormenta. Pero no es cierto que no hay luz al final del túnel. Solo que es difícil de reconocer porque el paisaje que nos encontraremos no será de nuevo el que hemos dejado atrás. Para mal, pero sobre todo para bien, el arduo proceso de superación nos habrá obligado a ser más eficaces y más eficientes. En este sentido, hemos procurado en este número acercarnos a los procesos que se están produciendo en nuestro particular mid-term de la angustiosa situación económica para contestar sus efectos y para prepararnos para el nuevo futuro que nos espera a la salida. Así, en A fondo analizamos lo que ha supuesto el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) y su éxito en la generación de ocupación en el Estado y en Cataluña, y traemos a la palestra, en A debate, las voces de los alcaldes y las alcaldesas que explican sus casos particulares en el momento de aplicar los recursos que el plan les ha suministrado, y en el que abordamos el trabajo desarrollado por la Diputación mediante la oficina ad hoc creada para asegurar que también los municipios pequeños y medianos puedan optar a los fondos cumpliendo con los exigentes requisitos de urgencia y complejidad previstos para obtener y ejecutar sus proyectos. Sin dejar nunca de trabajar para ayudar a los ayuntamientos en su tarea continua de mantener los equipamientos y las infraestructuras locales, al servicio de los ciudadanos, como se puede observar en las secciones de En red, anunciando que ya se ha llegado al número redondo de 200 bibliotecas puestas en marcha, o, en la sección de Ciudadanía, a las asistencias a los ancianos de quien nos ocupamos. Y sin dejar de lado que el bravo nuevo mundo que nos espera al otro lado tendrá necesidad de grandes dosis de creatividad, presentamos, en Innovación local, la puesta al día de un viejo clásico como es el BOP, con su nuevo formato digital, o cómo ayuda nuestro Circuito de Espectáculos a la llegada y supervivencia del arte escénico a todos los rincones de la provincia. Por último, se acerca un amanecer muy distinto, pero hay retos que perviven, y que están especialmente afectados por los ingresos menguantes, como el de la financiación local, sobre todo de los entes con menor población que proliferan en nuestro territorio, los micropueblos, que abordamos en la sección de Municipios singulares, y de cuya solución depende, en gran medida, la supervivencia del modelo de desarrollo rural y la salud del campo y la naturaleza catalanes. Foto: Óscar Giralt Diputación de Barcelona 3

4 A FONDO El FEIL, resultados de una apuesta keynesiana La Dirección del Observatorio Económico Local de la Diputación de Barcelona ha realizado un exhaustivo análisis sobre las características y los resultados del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). El FEIL ha distribuido, siguiendo el criterio poblacional (176,98 euros per cápita), millones de euros entre los municipios. Por ello, Andalucía (18%), Cataluña (16%) y Madrid (13%) son las tres comunidades autónomas que aglutinan casi la mitad del total de estos recursos económicos, mientras que Ceuta y Melilla (0,32%), Cantabria y la Rioja (1%) son las comunidades con un importe más bajo. Foto: Servicio de Prensa 4 Diputación de Barcelona

5 El impacto del FEIL sobre el mercado de trabajo en Cataluña ha sido positivo: se han creado puestos de trabajo, el 14% de la ocupación generada en todo el Estado Casi todos los municipios han solicitado el fondo y han utilizado prácticamente el total del importe obtenido. El porcentaje de uso de este fondo ha sido del 99,95%. En total se han aprobado actuaciones en el marco del FEIL. Los municipios con más población y que, por lo tanto, han obtenido más recursos, han realizado un mayor número de actuaciones y la media de coste de las obras aprobadas ha sido más elevada. En Madrid, con un conjunto de municipios muy poblados, la media del coste de obra aprobada ha sido de /obra, el más elevado del Estado, mientras que el más bajo se ha dado en Castilla y León, con /obra. El coste medio de los proyectos aprobados con el FEIL en España ha sido de /obra. En términos relativos al PIB de cada comunidad, el FEIL resulta tener más peso cuando menos potente, económicamente hablando, sea la comunidad. Esto pasa porque la distribución del fondo se ha realizado por población, al margen de la estructura económica territorial. En total, el importe global del FEIL representa el 0,73% del PIB español. Para el País Vasco es del 0,55% de su propio PIB; en Madrid, del 0,56%; en Navarra, del 0,58%, y en Cataluña es del 0,63%. Todas estas comunidades se sitúan por debajo de la media estatal, mientras que Galicia, con el 1,07%, y Andalucía, con el 0,96%, son las comunidades donde el FEIL tiene un peso mayor sobre el PIB territorial, claramente por encima del promedio español. En cuanto al número de proyectos por municipio se constata una gran variedad. Desde la media de 1,63 obras por municipio en La Rioja, a 14,96 obras por municipio en la región de Murcia. Esta ratio es importante porque se produce un efecto multiplicador respecto de la creación de puestos de trabajo. Es decir, la misma cantidad de dinero destinada a un número mayor de proyectos crea más puestos de trabajo que esta misma cantidad dirigida a un número menor de proyectos, aunque tengan una dotación mayor. El impacto que el FEIL ha tenido sobre las haciendas locales ha sido muy importante, tanto sobre el ingreso como sobre el gasto municipal. El FEIL ha supuesto el 85,85% de la media de los ingresos asignados a inversión (capítulos VI, VII y IX) de los últimos cuatro ejercicios y el 72,87% de la media del gasto de capital (capítulos VI y VII) del mismo periodo. La inversión en espacio y promoción industrial y en edificios, equipamientos sociales e infraestructuras supone el principal destino del fondo, puesto que concentra el 71,3% de los recursos y el 84,3% de las obras. El principal objetivo de las inversiones financiadas con el FEIL en los municipios españoles son obras que se pueden calificar de carácter económico, que representan el 58,81% de los recursos económicos y el 62% de las actuaciones aprobadas. El resto (el 41,19% de los recursos y el 38% de las actuaciones) son obras de carácter social. El 25% de las obras que se han llevado a término en los municipios, con el 23,56% de los recursos económicos del fondo, han sido para infraestructuras y equipamientos relacionados con la prestación de servicios municipales que la Ley de Bases Reguladora de Régimen Local no contempla como obligatorios. Los municipios con menos habitantes son los que financian con el FEIL más proporción de obras relacionadas con servicios no obligatorios, tanto en volumen de recursos como en el número de actuaciones. La ocupación generada con el FEIL en los municipios españoles ha sido de personas, el 53% más de las previsiones municipales. Se trata de personas integradas (57,5%), es decir, personas que ya estaban ocupadas pero cuyos contratos se terminaban y han sido renovados para la realización de las obras del FEIL, y de puestos de trabajo de nueva creación (42,5%). El FEIL ha ocupado el 1,84% de la población activa en España durante el año 2009, lo que quiere decir que, de no haber existido, la tasa de desocupación habría aumentado casi dos puntos porcentuales. Por término medio, por cada invertidos gracias al FEIL, se han generado cinco puestos de trabajo o, dicho de Diputación de Barcelona 5

6 otro modo, por una inversión de ,26 se ha creado un puesto de trabajo. Por término medio, por cada municipio el FEIL ha generado 52 puestos de trabajo y por cada proyecto se han creado 14 puestos de trabajo. Por cada mil habitantes del Estado, el FEIL ha supuesto 9 ocupados. El FEIL ha realizado inversiones en obras ya existentes y también ha creado nuevas infraestructuras y equipamientos. La obra nueva representa el 19,51% de toda la inversión realizada con el fondo en España y el 13,11% de todas las obras financiadas con este instrumento. Esta nueva inversión generará en el futuro gastos de mantenimiento y reposición, que los municipios tendrán que asumir, por un valor de 119,4 millones de euros (gasto inducido del FEIL). El coste inducido por habitante es de 2,64 por término medio en España. Representa el 0,27% de la media de gasto municipal liquidada del último cuadrienio y un incremento del 1,47% del gasto habitual de mantenimiento y reposición municipal. El FEIL, como programa destinado a inversión real y mantenimiento, ha generado un impuesto de valor añadido (IVA) de unos millones de euros. Por lo tanto, de los millones de euros invertidos por el Estado, más de millones de euros retornan en concepto de IVA. Una parte de este IVA va a la Unión Europea, a las comunidades autónomas y a las corporaciones locales, en aplicación de las propias leyes de financiación, quedando unos 500 millones de euros. De estos, los ayuntamientos deberán recibir al menos una parte, sea para hacer frente al gasto inducido ya comentado, sea para el gasto de gestión necesario para desarrollar el plan. Cataluña Cataluña es la segunda comunidad autónoma en recursos obtenidos por el FEIL, el 73% de los cuales se concentran en la provincia de Barcelona. La media de recursos por obra aprobada es de La comunidad catalana realiza el 12,8% de obras del FEIL, un 60% de las cuales en la provincia de Barcelona. Básicamente, el objeto de las obras son espacios públicos y promoción industrial (30,2%), edificios y equipamientos sociales (29,3%) e infraestructuras (23,6%), los más destacados también en el resto de España. En Cataluña se lleva a término una proporción más elevada de obras de razón social que en el conjunto del Estado, aunque generalmente se dedican la mayoría de los recursos y de los proyectos del FEIL catalán a la realización de obras de carácter económico en las cuatro provincias. El 20,38% de las obras financiadas con el fondo están relacionadas con la prestación de servicios no obligatorios, mientras que en recursos económicos se supera el 18,64%. Barcelona es la provincia donde el porcentaje es menor (18,92% de las obras y 17,02% de los recursos) y Lleida aquella en la que es mayor (24,54% y 25,83%, respectivamente). El impacto del FEIL sobre el mercado de trabajo de Cataluña ha sido positivo. Se han creado puestos de trabajo (el 14% de la ocupación generada con el FEIL en España), superando las expectativas en el 45%. Barcelona, con , es la provincia que más puestos de trabajo ha generado con el fondo, el 71,13% del total catalán, y casi el 10% del total de España. El FEIL ha ahorrado paro en Cataluña, por término medio el 1,50% de la población activa, algo menos que la media de municipios españoles (1,84%). Las obras nuevas financiadas con el FEIL en Cataluña producirán un gasto inducido de mantenimiento y reposición de ,37 (el 13,24% del total de gasto inducido por el FEIL en el Estado). En Barcelona se concentra el 65,77% de este gasto inducido catalán, que supondrá 2,19 per cápita, cifra que representa el 0,20% del total del gasto municipal catalán habitual. En la provincia de Barcelona, 18 municipios han optado por la fórmula mancomunada para la realización de proyectos, modalidad atípica en el conjunto de España. Las comarcas del Barcelonès (41%), el Vallès Occidental (16%) y el Baix Llobregat (14%) aglutinan el 71% de todos los recursos del FEIL de la provincia y el 55% de los proyectos aprobados. 6 Diputación de Barcelona

7 En los municipios barceloneses de más de habitantes, el FEIL ha tenido un notable impacto sobre las haciendas locales, mayor que en el conjunto de los municipios de España. Los principales destinos de las obras financiadas con el FEIL en Barcelona son los edificios y equipamientos sociales (31%), los espacios públicos y promoción industrial (30,8%) y las infraestructuras (21,7%). Por lo tanto, hay más concentración de obras de carácter económico, aunque proporcionalmente sea más baja que en el conjunto de Cataluña o el Estado. Foto : Ingram Publishing En Barcelona, casi el 19% de las obras financiadas con el FEIL están relacionadas con la prestación de servicios no obligatorios y aglutinan el 17% de los recursos obtenidos. La incidencia que ha tenido el FEIL en el mercado de trabajo en los municipios de Barcelona es relevante y positiva: se han generado puestos de trabajo, 45% más de los previstos, mayoritariamente personas integradas (60%). El número de personas ocupadas gracias al FEIL ha propiciado una tasa de actividad del 1,47%, con la cual se ha frenado potencialmente la tasa de paro provincial casi el 1,5%. El gasto inducido de las nuevas infraestructuras y equipamientos financiados por el FEIL en los municipios de Barcelona será de ,91, cifra que representa el 0,8% de la media del gasto municipal de los años o 1,94 por habitante provincial. Bastantes luces y algunas sombras Según los autores del informe, el FEIL ha sido un ejemplo de aplicación de una política keynesiana por parte del gobierno central para que el gasto público (8.000 millones de euros) reactivara la economía y atenuara los elementos negativos del ciclo de recesión económica. Se debe subrayar que no se trata de una política pública municipal, sino de una política pública estatal, el escenario de la cual ha sido los municipios y que se ha activado de forma excepcional y con urgencia. El FEIL ha sido positivo en la medida que ha representado una oportuna y valiente inyección de recursos a un sector Diputación de Barcelona 7

8 actuaciones en todo el Estado han generado puestos de trabajo para personas, un 1,84% de la población activa española, que es lo que no ha crecido la tasa de paro gracias a este fondo como el de la construcción, muy importante en la estructura económica del país y con un peso primordial en el mercado de trabajo. Cuando se aprobó el FEIL, a finales de 2008, no se sabía con seguridad qué intensidad tendría la crisis económica, ni cuál sería su duración, y se planteaba como una actuación transitoria y coyuntural que permitía augurar que, una vez finalizada, nos encontraríamos ya en un proceso de recuperación económica, aunque ha resultado no ser así, puesto que la crisis se ha prolongado a lo largo de 2009 y de la primera mitad de 2010, pero posiblemente con una agresividad menor. Este tipo de inversión de choque se tiene que entender como una medida excepcional. No se trata de un programa de financiación de las inversiones que se pueda repetir año tras año, ni que se pueda utilizar como causa o excusa para retrasar y no abordar una cuestión pendiente de solución desde hace mucho tiempo: la financiación de los gobiernos locales. El desarrollo puntual del FEIL no excluye de ninguna forma la necesidad de que se complete y apruebe una ley de haciendas locales, más moderna y ajustada a la realidad de los actuales gobiernos. El hecho de utilizar los ayuntamientos como herramienta ejecutiva de este programa se explica por la coyuntura y por la necesidad de ejecutar el programa con la máxima celeridad. Si se hace así, se traspasan toda una serie de obligaciones, tanto administrativas como de logística y gestión, a unos gobiernos locales que, en principio, no estaban especialmente preparados, teniendo en cuenta el gran porcentaje que hay en España de municipios inferiores a habitantes (85%), con limitados recursos técnicos y de gestión. Los ayuntamientos han asumido los proyectos de manera urgente y sin previsión presupuestaria. De ello se puede deducir que, si bien es positivo que se produzca una inversión real en los municipios, para las haciendas municipales no es sencillo asumir un impacto tan importante sobre sus estructuras administrativas. El diseño del FEIL exigía que los proyectos no estuvieran previamente presupuestados y una ejecución inmediata, es decir, no pretendía aligerar la financiación local de las inversiones propias ya presupuestadas. Por ello, al relacionar el FEIL con los presupuestos y la hacienda municipales, se debe rebajar un tanto la valoración de su efectividad. Se debe recordar que hablamos de una cantidad muy importante, millones de euros que representan el 0,73% del PIB estatal para el año 2008, una cantidad que por sí misma significa el 88% de todos los ingresos que han tenido los municipios en concepto de participación en los ingresos del Estado para el año 2008 y el 31% de la deuda financiera de cada ayuntamiento, y que no tenía la función de aligerar ni de dinamizar la maquinaria presupuestaria, en este caso se habrían conseguido unas condiciones más idóneas para plantear programas de inversiones a más largo plazo. En este sentido, para los autores, se puede razonar, por ejemplo, que si el conjunto de municipios pudiera reducir en sólo un año el 31% de la deuda financiera, se favorecería que se emprendiera una política de inversiones más estable y consolidada. El FEIL tenía como objetivo principal dinamizar la economía y el mercado de trabajo, lo que, de manera implícita, lo vinculaba en especial al sector de la construcción, que representa el 10,4% del PIB y que ocupa al 12,5% de la población. Este sector se estaba deteriorando de una manera acelerada, creando grandes bolsas de paro, no solo en el mismo sector sino también en ámbitos vinculados. Sin duda, este programa de inversión, que ha superado los proyectos de obras, ha comportado una sacudida positiva para la actividad económica y, en especial, para el castigado sector de la construcción, y ha contribuido a mitigar el desbocamiento del paro, aunque no se puede olvidar que la cifra de este a finales del año 2009 superaba el 19%, con la construcción y la industria como los dos sectores que más han contribuido a aumentarla. Como política de choque, para activar un sector de la construcción (básicamente pequeñas y medianas empresas), el FEIL ha sido una contribución válida. En cuanto a la creación de puestos de trabajo, se podría decir lo mismo, aunque con algunos matices. De los más de puestos de trabajo 8 Diputación de Barcelona

9 El FEIL, un dique contra la crisis Antoni Fogué Presidente Puntos fuertes millones de euros de fondos. 0,73% PIB español. 73% de la media del gasto municipal de capital del último cuadrienio. Sólo cinco municipios no han solicitado proyectos actuaciones puestos de trabajo. 53% más que los previstos inicialmente. 1,84% de incremento en la tasa de paro de no haber existido. Respeto por los principios de subsidiariedad y autonomía municipal. Puntos débiles Decisión estatal, ejecución local. Se podría haber reducido la deuda en un 31%. Se podría haber aumentado la PIE en un 88%. Criterio exclusivamente poblacional (176,98 per cápita), no existe elemento de redistribución territorial. Obras no presupuestadas previamente, no prioritarias, discutible en términos de servicio público. El requisito de urgencia ha presionado mucho a los municipios pequeños (85%). Gasto inducido: 0,27% de la media del gasto municipal líquido del último cuadrienio. 119,4 millones de euros en total. Media de 2,64 por habitante. La continuidad de los puestos de trabajo no está garantizada. creados, cuántos realmente son estructurales?, o lo que es lo mismo, cuántos tendrán continuidad? Cuántos de los trabajadores integrados realmente habrían ido al paro si no se hubiera creado el FEIL? Finalmente, una vez terminada la ejecución del programa, qué parte de la nueva contratación se ha consolidado? Cuál ha sido la duración de los contratos? Estos matices, así como ciertas lagunas en las finanzas de los gobiernos locales, no restan validez al FEIL, que ha cumplido sus objetivos, ha permitido contener el paro en el 1,84% y ha tenido una incidencia importante en las medianas y pequeñas empresas.. José Iglesias Etxezarreta Miramos hacia atrás para valorar para qué ha servido para el mundo local una herramienta, en cuyo diseño no participamos, pero que hemos tenido que gestionar con solidez, el Fondo Estatal de Inversiones Locales (FEIL). Podríamos decir que esta apuesta por la inyección de recursos para asegurar la continuidad de emergencia de los sectores más afectados por la crisis, especialmente de la construcción, ha cumplido con nota sus previsiones iniciales, y lo ha hecho en tal grado que los ayuntamientos han pedido, prácticamente por unanimidad, su mantenimiento bajo la forma de un nuevo Fondo Estatal para la Ocupación y la Sostenibilidad (FEOSL). En cuanto a garantizar la ocupación, principal objetivo tras la puesta en marcha de estos fondos, el FEIL ha sido innegablemente un clamoroso éxito: con actuaciones en todo el Estado ha generado puestos de trabajo para personas, el 53% más de las previsiones municipales; lo que supone el 1,84% de la población activa. Es decir que, sin el FEIL, la tasa de paro de 2009 habría aumentado en casi dos puntos porcentuales. El intenso compromiso que, en el territorio que nos atañe, ha supuesto para la Diputación, mediante la Oficina de Asistencia al FEIL que se creó ad hoc para ayudar a los pequeños y medianos municipios a cumplir los requisitos de urgencia existentes para poder acceder a los recursos y a los consiguientes plazos de propuesta y ejecución de los proyectos, una muestra más de nuestro convencimiento sobre su utilidad. Sabemos que no es un instrumento eternamente repetible o estructural, pero estamos convencidos de que ha servido de dique de contención, de primera línea de batalla, frente a los efectos más dramáticos e inmediatos en el campo de la ocupación de una situación económica oscura que esperamos que se vaya aclarando en breve. En este frente se encuentra la Diputación, como lo está también en el otro ámbito afectado por la crisis, el de los servicios sociales y la asistencia a los ciudadanos, en el que hemos desarrollado otro tipo de planes de choque propios, sin dejar nunca de trabajar para ayudar a los ayuntamientos en su tarea por mantener los equipamientos y las infraestructuras locales. Diputación de Barcelona 9

10 EN RED La red más tramada Fotografías: Gerencia de Servicios de Bibliotecas Biblioteca Font de la Mina, en Sant Adrià de Besòs 10 Diputación de Barcelona

11 Las bibliotecas se han convertido en verdaderos motores culturales del municipio Este septiembre se inauguraba el equipamiento número doscientos de la Red de Bibliotecas Municipales de la Diputación de Barcelona con el horizonte de cerrar el año 2010 con un balance de 201 bibliotecas y nueve bibliobuses, que darán servicio a 5,5 millones de personas. Pero este entramado de lectura pública no solo se define por unas impresionantes cifras de implantación territorial, que lo convierten en uno de los más completos de Europa, sino por la calidad de un servicio que ha sabido reinventar, de la mano de los ayuntamientos, el concepto de biblioteca y hacerlo atractivo a la población. Como casi todo lo que ha significado modernidad en este país, los orígenes de la biblioteca pública hay que buscarlos en los años de la Mancomunidad de Cataluña ( ). Aun así, los tiempos posteriores a esta institución fueron demasiado convulsos para permitir la continuidad de un proyecto que, obviamente, nunca fue una prioridad del franquismo. El único paliativo fue la red de bibliotecas de la Caja de Pensiones que, desde 1923, creó un conjunto de salas de lectura por toda Cataluña y Baleares, que llegó a tener 130 establecimientos en el momento de su disolución, ya en El diputado de Cultura, José Manuel González Labrador, recuerda que «las bibliotecas de la Caixa fueron importantes a la hora de compensar el déficit de servicios públicos de los municipios y, sin duda, contribuyeron al impulso cultural del país entre los años treinta y setenta, pero no fueron nuestro precedente, sino una contribución al proyecto iniciado por la Mancomunidad, básicamente enfocado a atender escolares». Así pues, no es hasta la mitad de la década de los ochenta que la Diputación de Barcelona, bajo la presidencia de Antoni Dalmau, ve en las bibliotecas uno de los ejes estratégicos de su política cultural y de servicio a los municipios. Durante el mandato de Manel Royes, la corporación provincial da un paso adelante y establece las bases del modelo actual, recogidas en la declaración pública «Democratizar la información» (1990). En este documento se patentiza la voluntad de apostar con fuerza por la mejora del servicio bibliotecario público, en un momento en que las diferentes administraciones no tenían una estrategia demasiado definida en este campo. En la declaración se pone de relieve la voluntad de impulsar una política de red y cooperación entre la Diputación y los ayuntamientos; la imprescindible informatización de las bibliotecas y el acceso a los nuevos soportes informativos, y la intención de extender el sistema bibliotecario a los municipios de más de habitantes y a los otros núcleos de población mediante bibliobuses. Para el diputado de Cultura, la razón última que permitió el actual despliegue bibliotecario fue «saber implicar a los ayuntamientos del territorio para que asumieran competencias en bibliotecas, una materia que, hasta entonces, se consideraba una atribución de las diputaciones provinciales». Puntos de encuentro El modelo bibliotecario, iniciado hace veinte años, responde a dos premisas: la voluntad de situar la biblioteca como agente cultural de la vida de los municipios y la búsqueda de un modelo espacial, organizativo y de servicios que lo permitiera. «La inspiración se buscó fuera de nuestras fronteras, en los países nórdicos, especialmente en Dinamarca», recuerda González Labrador. «Se quería dotar a las bibliotecas de luz, amplitud, comodidad para los usuarios; una idea de servicio abierto a toda la población y no solo a un segmento.» Las primeras bibliotecas inauguradas con estos criterios fueron Mestre Martí Tauler de Rubí que este año ha cambiado de emplazamiento y Joan Miró de Barcelona, que fue la primera informatizada. «Consideramos que, a parte de los servicios que se ofrecen, la arquitectura del edificio es primordial para atraer a los ciudadanos», explica González Labrador. «Pensamos en edificios que inviten a entrar y que, una vez en el interior, despierten el interés por pasearse por ellos. Esto significa que la zona de acceso debe tener una configuración espacial que permita leer el edificio, intuir qué espacios encontraremos. En definitiva, la arquitectura de la biblioteca debe ser un valor añadido a los servicios que se ofrecen.» Con respecto a la organización de los espacios, la Diputación de Barcelona asesora a los arquitectos poniendo el acento en la flexibilidad y la multifuncionalidad: «consideramos que un buen edificio bibliotecario debe ser Diputación de Barcelona 11

12 flexible, pero sin ser aburrido o clónico», apunta el titular del Área de Cultura. Y a la vez que se reflexiona sobre cómo deben ser los edificios que acogen los libros, también se piensa en cómo y cuándo sacarlos al exterior: «El modelo de biblioteca que impulsamos no se limita al espacio físico», afirma el diputado. «Así, algunos municipios han optado por trasladar parte de sus fondos de libros y revistas a playas, piscinas, terrazas, mercados o plazas; todo lo que sea necesario para acercar y facilitar la lectura a los ciudadanos, y, en este caso, vincularla al tiempo de ocio.» Este último verano, más de treinta bibliotecas de la Red han ofrecido sus servicios al aire libre. El «modelo Diputación de Barcelona» ha conseguido que las bibliotecas se conviertan en polos de oferta cultural: «A lo largo de estos años» asegura el diputado, «hemos impulsado y consolidado un programa de fomento de la lectura que la potencia como valor de enriquecimiento personal y que da este apoyo a las bibliotecas para que se conviertan en verdaderos motores culturales del municipio, facilitando el acceso de la ciudadanía al conocimiento y a la oferta bibliográfica actual. La oferta de fomento de la lectura se traduce en una programación estable de actividades a lo largo del año dirigida a cada tipo de público e interés y que incluye conferencias, talleres, espectáculos infantiles que evidencian el vínculo entre la biblioteca y la comunidad local». En opinión del diputado de Cultura, «no nos hemos dedicado a dar subvenciones, sino a crear estructuras y servicios, por ello somos un ejemplo a tener en cuenta en España y en el extranjero. Y estos esfuerzos han dado resultados, especialmente a partir del año 2000, cuando se evidencia la buena respuesta de la ciudadanía a las bibliotecas». Más de dos millones de usuarios con carnet que también da acceso a cualquier biblioteca pública de Cataluña y a un montón de ventajas culturales así lo corroboran. Perspectivas de futuro El Plan de Mandato del Área de Cultura habrá cumplido los objetivos de crecimiento que se había marcado y se logrará, a finales de 2011, la cifra de 213 bibliotecas y nueve bibliobuses. Este mandato habrá sido también relevante por haber cambiado el sistema informático de gestión bibliotecaria que, según el diputado, «es la garantía de que las bibliotecas de la provincia, tecnológicamente hablando, puedan asumir los retos planteados para los próximos años». De este cambio informático la herramienta más visible es el Aladí, el catálogo que permite consultar los documentos del conjunto de la Red y proporciona servicios de valor añadido para los usuarios: visualización de portadas, resúmenes de los documentos, espacio personal en el que guardar listas de lecturas, valoración de los documentos del catálogo «Aparte de facilitar el acceso a la información y agilizar los trámites más habituales» dice González Labrador «queremos que sirva para compartir opiniones y conocimientos con los usuarios y fomentar su participación.» «Uno de los retos de los próximos diez años de la política de lectura pública es adaptarnos al libro electrónico y a las nuevas estrategias editoriales que transformarán el concepto de préstamo», anuncia el diputado de Cultura. «No quiero decir que las bibliotecas dejen de tener sentido en los próximos años. Al contrario, gran parte del éxito de las bibliotecas de nuestra Red es porque son un espacio cultural flexible y polivalente, pero las transformaciones del sector editorial deben ser motivo de una reflexión estratégica.» Ante esto y los efectos de la crisis económica, el diputado de Cultura es claro: «Será necesario repensar algunos aspectos del modelo de cooperación entre las instituciones, y probablemente una mayor implicación del Gobierno de la Generalitat en el mantenimiento de las bibliotecas municipales. El despliegue de la biblioteca virtual nos ayudará en esta dirección, como también lo hará un replanteamiento del modelo de los bibliobuses unidades más ágiles, más reducidas pero con una mayor presencia en los ayuntamientos pequeños. En cualquier caso, el próximo plan de mandato de la Diputación pondrá encima de la mesa estas reflexiones y las soluciones a adoptar en este contexto caracterizado por la austeridad y por la implantación, lenta pero cierta, del libro electrónico», concluye González Labrador. Enric Monné i Camps 12 Diputación de Barcelona

13 Gran parte del éxito de las bibliotecas de la Red es porque son un espacio cultural flexible y polivalente Las cifras del éxito 1986 puede considerarse «el año cero» del nacimiento de la Red de Bibliotecas Municipales. Hace 24 años, había en la provincia de Barcelona noventa bibliotecas y un bibliobús, lo cual significa que la Red ha crecido el 132%. Actualmente, dispone de un fondo de ocho millones de documentos (libros, CD, DVD y revistas), accesible desde cualquier biblioteca de la Red gracias al préstamo interbibliotecario. Pero más espectacular que la oferta es, en este caso, la demanda: de 1,8 millones al año, se ha llegado a 17,5 millones de visitas, esto es un crecimiento del 894%. Y si nos fijamos en los préstamos, los datos también son sensacionales: en 1986 contra 12,5 millones en Un crecimiento del 1.749% sólo tiene una lectura posible: las bibliotecas ya forman parte de la cotidianidad de la ciudadanía. E. M. C. Diputación de Barcelona 13

14 MUNICIPIOS SINGULARES Micropueblos, macrorresponsabilidades. La odisea de los municipios con menos de quinientos habitantes Los micropueblos se autodefinen, según Antoni Lloret Grau, presidente de la asociación que los agrupa, como aquellos municipios con menos de quinientas personas. Micro de población, pero no de superficie, que acostumbra a ser macro, excepto en algunos casos como Sant Martí Sesgueioles o Puigdàlber. Son pueblos con menos de quinientas personas y además con muy poco término municipal. Pero normalmente es a la inversa. De ellos hay más de sesenta en la provincia de Barcelona, muchos de los cuales de consejo abierto. Foto: Óscar Giralt 14 Diputación de Barcelona

15 Se pueden hacer desaparecer ayuntamientos, pero no a la gente. En un micropueblo, haya o no ayuntamiento, tiene que haber alcantarillado, alumbrado público, unos mínimos servicios... El origen es muy diverso. Algunos han estado más poblados, como el caso de Argençola, que antes de la Guerra Civil tenía más de dos mil personas, y ahora solo doscientas cincuenta. En otros casos no se han movido o han ido fluctuando, cien arriba, cien abajo. Depende de muchas circunstancias históricas. Todos los pueblos, sean grandes o pequeños, vienen de las divisiones medievales, de parroquias o de otorgamientos a los señores feudales. Todo deriva de aquí. El hecho de que haya crecido o disminuido la población depende de la zona, el país es muy diverso. Este es el caso también de los micropueblos que están agregados, que tienen un núcleo, y de los que están dispersos, que a efectos de gestión tienen una trascendencia «brutal». Hay zonas de la provincia que se caracterizan sobre todo por estos últimos: Anoia, Osona, Bages. Hay algunos que prácticamente no tienen núcleo de población, lo que supone un plus de gestión, de mantenimiento de caminos, de traer servicios para los ancianos, etc., que son determinantes a la hora de tomar la decisión de vivir o de irse a un núcleo urbano. Pero todos comparten la misma problemática por el hecho de que tienen las mismas demandas. En cualquier caso, hay un denominador común, que son los déficits de gestión y de dotaciones. «Un ayuntamiento de consejo abierto, como pueden ser Cava, Sobremunt o Granera, donde hay menos de cien personas, lo tiene muy difícil para poderse gestionar. Collsuspina, que tiene más de trescientos habitantes, tiene problemas parecidos a los de un municipio de tres mil pero su capacidad de gestión es mucho menor», describe Lloret. El ejemplo más claro de ello es la política de subvenciones. Los plazos son los mismos para una ciudad de veinte mil habitantes que para un micropueblo. Pero la capacidad de gestión, e incluso el personal técnico que tienen para hacer las solicitudes o los anteproyectos, no son los mismos. Y esto se agrava, por ejemplo, en casos en que se requiere urgencia, como los fondos de emergencia FEIL y FEOSL. En un caso se depende del Consejo Comarcal mientras que en el otro se dispone de una capacidad técnica propia. «La ventaja es para los grandes. En el mismo tiempo pueden hacer el trabajo mucho más fácilmente.» Por ello una de las demandas del sector es que se haga una discriminación positiva hacia los micropueblos. Y que se les otorgue al menos un periodo de tiempo superior en el caso de las peticiones de subvención, por ejemplo. Que se prevean las condiciones en que se encontrarán las pequeñas administraciones para cumplir los requisitos. Y actualmente se habla mucho de lealtad institucional, de que no se aprueben leyes sin prever las partidas presupuestarias imprescindibles para que las administraciones implicadas puedan sufragar los gastos que suponen. En este sentido, en relación con la financiación de los micropueblos, un estudio de la Universidad de Lleida, encargado y trasladado al consejero Castells por la Asociación de Micropueblos hace unos meses, proponía, entre otras conclusiones, que hubieran unos mínimos presupuestarios garantizados para los municipios con menos de doscientas Diputación de Barcelona 15

16 Fotografías: Archivo/Óscar Giralt cincuenta personas y para los municipios de hasta quinientas personas. Según su portavoz, «es una aspiración muy mínima. Las cantidades que se piden son muy modestas y somos conscientes de que no nos encontramos en un momento propicio. Es una propuesta que solucionaría una pequeña parte de los problemas de financiación». De todos modos, hay factores muy positivos que explican la pervivencia de estos núcleos. Algunos incluso crecen. De hecho, cuando se creó la Asociación había seis o siete más que ahora en Cataluña. La gente que se queda o que retorna, muchos de ellos con profesiones liberales que se pueden permitir vivir en el campo, lo hacen porque viven en micropueblos con buenos transportes y comunicaciones, y un nivel de servicios mínimamente aceptable. Aun así, Lloret valora que «lo que quizás haría falta es incentivar todavía más para que la gente de los pueblos no tenga que irse de ellos para poder hacer según qué en su vida». El mantenimiento de la gente en el territorio es clave para el propio mantenimiento del territorio. Hay muchos micropueblos donde quedan muy pocos jóvenes que quieran continuar trabajando la tierra. Y no tan sólo por la dureza del oficio, sino porque todo lo que hay alrededor de la dedicación no es suficientemente atractivo. Ahora se puede disponer de herramientas tan adelantadas y sofisticadas como tractores llenos de automatismos, pero hay lugares a los que no llega Internet o no hay suficientes espacios de ocio. El presidente de la Diputación, Antoni Fogué, acompañado del alcalde, Jordi Servitje, presentó el proyecto de la nueva Casa Consistorial de Veciana pensada con espacios multifuncionales para atender mejor a la ciudadanía Y sus defensores destacan también que, más allá de la belleza, la calidad de vida o la tranquilidad de estos parajes, existe un valor profundo de vecindad que no se encuentra en otros lugares: «Difícilmente necesitamos programas municipales específicos de solidaridad o de participación ciudadana. La gente ya lo hace, ayudarse para arreglar un camino, por ejemplo. En cambio, la vecindad es un activo que es difícil de encontrar en una ciudad». José Iglesias Etxezarreta 16 Diputación de Barcelona

17 «Las diputaciones deben particularizar más su trato con los micropueblos» Entrevista a Antoni Lloret Grau, psicólogo; presidente de la Asociación de Micropueblos y jefe de programas del Área de Salud Pública y Consumo de la Diputación de Barcelona Para las administraciones no existe una categoría de micropueblos que haga excepciones reglamentarias... Gracias a la existencia de la Asociación se empieza a reconocer al menos la «marca» de micropueblos. Por el momento, se han conseguido dos cosas. Una, que la Administración, en este caso la Generalitat, reconozca que hay una parte de los municipios que tienen una serie de problemas de gestión por el hecho de ser grandes en territorio pero con pocos habitantes. Y por otro lado, sí han empezado algunas convocatorias específicas para ayuntamientos pequeños para dotarles de servicios que no son para pueblos o ayuntamientos más grandes. También hay detractores que argumentan que hay demasiados municipios y defienden la agrupación... Se pueden hacer desaparecer ayuntamientos, pero no a la gente. En un micropueblo, haya o no ayuntamiento, tiene que haber alcantarillado, alumbrado público, unos servicios mínimos, y si además el ayuntamiento no está allí, sino que se tiene que ir a 15 kilómetros la población se deberá desplazar para hacer los mínimos trámites. Desde el punto de vista del gobierno podría parecer un ahorro, pero desde nuestro punto de vista nos parece que es un ahorro misérrimo. Si estuviéramos hablando de países como Dinamarca o Suecia, en los que se ha llevado a cabo este ejercicio de reagrupar municipios, quizás el debate y las condiciones de partida serían otras. Estamos hablando de países en los que la igualdad de oportunidades es para todo el mundo, los servicios son para todo el mundo, que la renta está efectivamente repartida para todo el mundo, donde el nivel de calidad democrática está consolidado; aquí nos acercamos pero todavía no hemos llegado a estos estándares. De acuerdo, pensemos en ello, pero cuando llegamos a estos estándares. Mientras tanto, con unos ayuntamientos que tienen unas dotaciones tan mínimas, el ahorro también es mínimo, por lo tanto no tendría sentido. Lo que tiene sentido, y nosotros lo proponemos, es fomentar la mancomunidad de servicios, una fórmula ya inventada, pero que seguramente haría falta incentivar y convendría promover. Hay voces que defienden eliminar las diputaciones y hay otras que diferencian entre las que solo transfieren partidas y las que precisamente dan servicios a los ayuntamientos pequeños y medianos. Cuál es su papel? Depende de la diputación. No todas tienen la misma capacidad técnica o financiera. No se pueden comparar, hay algunas con mucho más territorio que otras y que tienen muchos más micropueblos y que, por lo tanto, con mucho menos presupuesto deben hacer el mismo trabajo. Por ejemplo, hay un pueblo, Sant Esteve de la Sarga, en el Pallars Jussà, donde incluso el ayuntamiento ha huido del municipio. Solo pasar por la carretera es un intento de suicidio y para hacer cualquier trámite se tiene que ir a Tremp. Dicho esto, en general, la valoración de las cuatro diputaciones catalanas es siempre aceptable. Excepto esta necesidad de particularizar más, los servicios que proporcionan son servicios útiles, que a menudo suplen o complementan la capacidad de los ayuntamientos. El concepto de desarrollo rural, pese a que ya se están haciendo esfuerzos, debería ser mucho más amplio. La Diputación de Barcelona debería tener un papel todavía más activo. Cuentan con el Área de Espacios Naturales y la de Medio Ambiente, que ya tienen una gran incidencia, y estamos bastante contentos con el mantenimiento de las vías locales, de las carreteras, pero como acción política, como vertiente más dirigida a la ruralidad, entendemos que podría potenciarla. Más incidencia supone más igualdad de oportunidades y, por lo tanto, que más gente decida que puede continuar viviendo en la zona. J.I.E. Diputación de Barcelona 17

18 A DEBATE Cuál es el balance final del FEIL? Hace más de dos años, el gobierno español aprobó el Plan Español para el Estímulo de la Economía y la Ocupación (Plan E), un plan integral de más de cien medidas de política económica. Entre ellas, el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). En Cataluña, el importe que se transfirió con cargo al FEIL para la realización de proyectos fue de ,86 euros en el año El impacto sobre el mercado de trabajo significó la creación de puestos de trabajo (el 14% de la ocupación generada con el FEIL en España). Barcelona, con , es la provincia que más puestos de trabajo ha generado con el fondo, el 71,13% del total catalán, y casi el 10% del total de España. Por su parte, los ayuntamientos catalanes presentaron proyectos al Fondo Estatal para la Ocupación y la Sostenibilidad Local (FEOSL) durante Este Fondo está dotado con un presupuesto global de 796,1 millones de euros y se prevé que genere puestos de trabajo. Xavier Boquete i Saiz Alcalde de Masquefa No nos engañemos. No es que ahora, de repente, el Estado crea en los ayuntamientos y sea sensible a las graves dificultades económicas que sufrimos los municipios, solo porque nos han hecho dos aportaciones económicas extraordinarias como el FEIL y el FEOSL. Una vez más los ayuntamientos hemos sido utilizados para los intereses de otra administración. El Estado no tiene ni infraestructura ni mecanismos para repartir en el territorio millones de euros. Quiénes mejor, pues, que los ayuntamientos para resolverle el lío? Nos «regalan» el FEIL y el FEOSL, que comportan unos ciertos beneficios, sí, beneficios fugaces. Pero no resuelven la gran cuestión de fondo, el histórico y endémico problema de financiación de los ayuntamientos. Hemos colaborado con el FEIL y el FEOSL siendo utilizados como repartidores, poniendo recursos técnicos, humanos y económicos. Y nos hemos cargado de gastos. Ahora tenemos unas infraestructuras que debemos mantener. Y no sabemos cómo, porque no disponemos de recursos ordinarios. El Gobierno de Madrid se inventa el FEIL y el FEOSL, pero nos recorta los ingresos por tributos del Estado. Y nos caen también los otros ingresos. Cómo podemos mantener los servicios a nuestros vecinos y vecinas? Hoy ofrecemos más y mejores servicios que nunca. Pero nuestro modelo de financiación es exactamente el mismo que en Nos sentimos ciertamente desvalidos. Quizás es hora que empecemos a poner algo de sentido común. 18 Diputación de Barcelona

19 Joan Vilà i Carbonell Alcalde de Cabrera de Mar Cabe decir que euros correspondientes al Plan Estatal de Inversiones fueron destinados a nuestro municipio. Pudimos desarrollar seis proyectos de mejoras de infraestructuras, equipamientos y patrimonio. La mayoría, proyectos de poca envergadura, como el asfaltado de seis calles que presentaban el pavimento dañado, la mejora de la seguridad del tránsito rodado. Se urbanizó el entorno de la biblioteca, lo que permitió disfrutar de un nuevo espacio público; se mejoró el pavimento del polideportivo, e invertimos en la conservación y restauración de las termas romanas, pasando así a enriquecer algo más el patrimonio arqueológico. La obra más importante ha sido la primera fase del desdoblamiento de la red de alcantarillado y recogida de aguas pluviales en la riera. El balance es positivo, puesto que ha sido una ayuda a las inversiones a corto plazo y nos ha permitido realizar obras muy necesarias a largo plazo. Montserrat Sanmartí i Pratginestós Alcaldesa de Sant Fost de Campsentelles En la convocatoria de 2009, conseguimos subvención para cinco proyectos, que repartimos por todo el municipio, no queríamos que una zona saliera más beneficiada que otra. Fueron obras de sustitución de alcantarillado y de urbanización de calles, que iban vinculadas a proyectos que ya habíamos ejecutado en parte, con fondos municipales y contribuciones especiales, y así cerrábamos el proyecto. Incluso hicimos una inversión municipal para intervenir en una de las urbanizaciones que se habían quedado sin FEIL. Este 2010, ha sido interesante la parte dedicada a políticas sociales, que nos ha permitido mantener servicios a las personas que, con la actual situación económica, quizá se hubieran visto afectadas. Hablo de servicios a los ancianos y a las familias, principalmente. También hemos podido crear una plaza de policía local especializada en violencia de género y menores. Los Fondos han resultado muy beneficiosos y por lo tanto la valoración es positiva. Nos han permitido realizar una serie de intervenciones que, en el ámbito municipal, no hubiéramos podido asumir, además de generar puestos de trabajo. Conxita Campoy i Martí Alcaldesa de Malgrat de Mar Hace apenas dos años, cuando la crisis empezaba a hacerse presente en los ayuntamientos, nos llegaba una buena noticia: desde el Gobierno del Estado nos concedían una aportación económica extra para inversiones. Una ayuda a los ayuntamientos para inversiones siempre es de agradecer y más cuando es al cien por cien. Casi siempre estamos acostumbrados a subvenciones que en el fondo son «trampa», porque nunca son a la totalidad, y el resto del dinero siempre lo acaba aportando el ayuntamiento a base de endeudarse. En Malgrat en el primer FEIL nos dieron tres millones de euros en el año Pudimos llevar a cabo el proyecto de ejecución del campo de fútbol y una zona verde alrededor de un pabellón de deportes ya existente. En el segundo, la cantidad fue algo más reducida, dos millones de euros, pero tan efectiva y tan de agradecer como la primera. Estamos construyendo un edificio para el archivo municipal, con todas las nuevas tecnologías y el ahorro energético que todos estamos obligados a ir implantando. El FEIL es una buena herramienta para paliar la crisis que tenemos. La responsabilidad de cada cual es utilizarlo adecuadamente y, si no hay proyectos, debemos ser valientes y devolver la ayuda, para no gastar inútilmente. Con toda seguridad algunos ayuntamientos han llevado a cabo cosas tal vez menos necesarias, pero es evidente que ha sido una ayuda para las empresas constructoras, para los trabajadores y para toda la sociedad, que puede disfrutar de las inversiones hechas. No hay lugar a dudas. Sin el FEIL solo una diferencia nos hubiera separado de la actual situación: los municipios sin poder ejecutar las mejoras correspondientes y muchas más personas en paro. En el último FEIL, teníamos la posibilidad de que el 20% de la ayuda fuera aplicada a nuevas ayudas sociales. En Malgrat no lo aplicamos, puesto que no quedaba garantizada su financiación para los próximos años y, también, porque las ayudas sociales están cubiertas. Por lo tanto, para hacer cosas nuevas que más adelante serían de difícil gestión creímos que era mejor no hacerlas. Agradezco la predisposición de la Diputación que se puso inmediatamente al servicio de los ayuntamientos para tramitar las ayudas, elaborar proyectos y ayudar en todo aquello que nos fuera necesario en unas tramitaciones que eran nuevas para nosotros. Diputación de Barcelona 19

20 LA ENTREVISTA Glòria Pérez-Salmerón: «El principal objetivo es contextualizar la Biblioteca Nacional en el modelo de oferta de la era digital» Fotografies: Servicio de Prensa Glòria Pérez-Salmerón es la nueva directora de la Biblioteca Nacional de España (BNE). Funcionaria de la Diputación de Barcelona inició sus pasos en la Biblioteconomía como directora de la Biblioteca pública de Badalona, y llegó a ser la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía y Museística (FESABID), cargo que ha dejado al ser nombrada directora de la BNE. 20 Diputación de Barcelona