marcha atrás fielmente, según los deseos de su orgulloso dueño, Akio Hagiri, que me lo ha cedido amablemente para esta prueba.

Transcripción

1 INDOOR COSMOLOGÍA BEACH marcha atrás Viaje al pasado al volante del primer deportivo con motor rotativo birrotor de la historia: el Cosmo Sport TEXTO PETER LYON FOTOGRAFÍA TOM SALT CUANDO EL MAZDA COSMO SPORT hizo su entrada triunfal en Japón, en mayo de 1967, era sin duda un vehículo diferente. La combinación de un diseño futurista y el primer motor rotativo birrotor del mundo de fabricación en serie, hacía del Cosmo una máquina única: un cupé espectacular que iba por lo menos diez años por delante de su época. No es de extrañar, pues, que hiciera sus pinitos como coche patrulla en la serie futurista de televisión El Retorno de Ultraman, estrenada en Japón en Hace casi 40 años, cuando el protagonista surcaba las calles de Tokio adelantando a las cuadriculadas berlinas de los años 60, su Cosmo Sport parecía una nave espacial. De vuelta en 2010, en las carreteras de montaña de Hakone y a la sombra del monte Fuji, me encuentro al volante de un Cosmo Sport Serie II, el mismo que en 1971 conducía Ultraman, con todas las piezas originales o reproducidas > fielmente, según los deseos de su orgulloso dueño, Akio Hagiri, que me lo ha cedido amablemente para esta prueba. 40 Zoom-Zoom

2 INDOOR BEACH Mazda empieza a trabajar en el motor rotativo en El irreverente Cosmo Sport (110S) empieza a fabricarse en Es el primer coche de Mazda con motor rotativo de serie. El primer deportivo RX de Mazda (el RX-2) se presenta en Zoom-Zoom 41

3 INDOOR BEACH el cosmo era un cupé espectacular que se adelantaba por lo menos diez años a su época Estoy al volante de uno de los poquísimos Cosmos que todavía quedan en circulación, unos 500, y noto lo bien que suena y se conduce este dos puertas cuarentón. Si los Serie I, fabricados hasta mediados de 1968, utilizaban un motor de 110 CV y cuatro velocidades, su sucesor hacía gala de 128 CV y cinco marchas. En palabras de Hagiri-san, el Cosmo tiene tres cosas que hay que tener en cuenta. Se conduce bien, pero hay que acostumbrarse a las revoluciones, los frenos y la dirección. Al igual que el motor Renesis del actual RX-8, al rotativo original le encanta revolucionarse. Al salir de una curva en segunda, frenar y detenerme en un semáforo, el Cosmo casi se cala. Acelero y el motor vuelve a la vida en cuanto muevo la discreta palanca de cambios a primera. Arranco de nuevo, pero espero un poco antes de pasar a segunda, sólo por escuchar la melodía del escape, la obra maestra de los ingenieros que diseñaron el primer prototipo. Qué maravilla! Sobre todo entre y revoluciones, nos brinda un rumor seco, rasposo, profundo y seductor que los fabricantes modernos deberían estudiar a conciencia. En cuanto a la dirección, dado que el Cosmo no dispone de dirección asistida, hay que utilizar el peso del cuerpo en los giros. Una vez que me acostumbro al peso que hay que ejercer sobre el esbelto volante deportivo, la diversión aumenta con cada curva. Pilotar este coche es mucho más fácil de lo que parece, en parte porque los ingenieros dieron con un sistema de suspensión perfecto. El vehículo circula clavado a la carretera, sin apenas balanceo ni subviraje. El único signo que delata su edad es el sistema de frenos: pese a los discos de las ruedas delanteras, reducir velocidad requiere una presión considerable en el pedal. 42 Zoom-Zoom

4 INDOOR COSMOLOGÍA BEACH En 1971 Mazda había producido ya vehículos con motor rotativo. En 1973, el Mazda RX-3 se convierte en el primer coche del mundo en cumplir con las nuevas y estrictas normas de EEUU sobre emisiones. En 1974 Mazda lanza el primer minibús del mundo con motor rotativo: el Parkway Rotary 26. El RX-7, con unidades fabricadas, se convierte en el coche con motor rotativo más vendido de la historia. El primer cupé deportivo rotativo RX-7 sale al mercado en Más de unidades de la primera generación de RX-7 se vendieron en EEUU. En las 24 horas de Daytona de 1979, el RX-7 ocupa los dos primeros lugares en la clase GTU. El RX-7 gana las 24 horas IMSA de Daytona en su categoría durante diez años seguidos a partir de Una vez más, todo es cuestión de costumbre: basta familiarizarse con el tacto ligeramente mullido del pedal, ajustar el estilo de conducción y el Cosmo puede llegar a transmitir las mismas sensaciones que el mismísimo MX-5. Con su alta relación de transmisión y su alegre motor rotativo al que no asustan las revoluciones, el Cosmo invita a apretar un poco más en cada curva. Ahora entiendo por qué Hagiri-san se compró este coche y por qué dice que no se deshará nunca de él. Si consideramos todos los elementos que tenía en contra en sus comienzos, el éxito del Cosmo es impresionante. Hay que quitarse el sombrero ante los anónimos ingenieros de Mazda que persistieron allí donde otros decidieron abandonar. A finales de los años cincuenta, Mazda era una pequeña empresa en plena transición de los vehículos de tres ruedas a los de cuatro. La dirección buscaba elevar el perfil de la marca y vio el enorme potencial del motor rotativo, un invento revolucionario diseñado por el ingeniero alemán Felix Wankel en Aunque varios fabricantes, incluido Mazda, compraron los derechos de explotación de esta nueva tecnología, todos toparon con los mismos problemas: las juntas de los bordes de los rotores duraban poco, por lo que aparecían unas marcas onduladas de rozamiento en el alojamiento del rotor. A medida que se desgastaban las juntas, disminuía la potencia y aumentaban el consumo y las emisiones. Todos arrojaron la toalla, menos Mazda. La empresa hizo un gran esfuerzo de I+D para resolver este problema, hasta que, como recoge ya la historia, un ingeniero se fijó en la punta de un lápiz y tuvo una idea genial: las juntas de grafito. Uno de los ingenieros > que hemos entrevistado afirma que le encanta ver cómo las Zoom-Zoom 43

5 INDOOR BEACH En 1986 un Mazda RX-7 especial bate el récord de velocidad terrestre, con 383,7 km/h en las pruebas de velocidad de Bonneville. El Eunos Cosmo de 1990 incorporaba el primer motor turboalimentado de tres rotores del mundo. El RX-7 ha ganado más carreras IMSA de su categoría que ningún otro modelo. Alcanzó su victoria número 100 el 2 de septiembre de El 787B gana Las 24 horas de Le Mans en 1991, la primera y única victoria de un motor rotativo y la primera de un fabricante japonés. El RX-8, el primer deportivo del mundo con cuatro puertas, cuatro asientos y motor rotativo, se lanza en piezas de un motor rotativo se mueven todas en círculo y giran en la misma dirección, a diferencia de un motor de pistones, cuyo movimiento interno somete a una gran tensión componentes como el cigüeñal. Con la ayuda de empresas como Nippon Piston Ring Co, Mazda desarrolló unas juntas de grafito altamente resistentes, avanzadísimas para la época. En 1964 había ya un prototipo funcional. Sólo faltaba una estrella que protagonizara la nueva tecnología, y esta estrella resultó ser el Cosmo Sport, un diseño único trabajado puertas adentro que presentaba a la perfección el primer motor rotativo birrotor del mundo producido en serie. En los primeros cinco años, de 1967 a 1972, sólo se fabricaron modelos del Cosmo Sport, más o menos uno al día. Con unas series tan limitadas, unos precios exclusivos y sólo con el volante a la derecha, el Cosmo Sport pasará a los anales de la historia del motor como un auténtico pionero. Éste no fue más que el principio de la historia del motor rotativo de Mazda, pues, como bien sabemos, este motor forma ya parte del ADN de la marca. Después del Cosmo Sport se sucedieron los modelos, como el Familia de 1968, el Luce, el Capella, el Savanna, el RX-5 o el Roadpacer, hasta que en 1978 el imponente RX-7 puso el motor rotativo en el mapa para siempre. En 1981, vieron la luz un nuevo Cosmo y el Luce Rotary, a los que siguieron un nuevo RX-7 en 1985 y e l Eunos Cosmo, el primer coche del mundo con tres rotores. Pero lo mejor estaba por llegar: en 1991, el Mazda 787B de carreras, con su motor de cuatro rotores, se impuso en las 24 Horas de Le Mans, el primer y único japonés que gana esta célebre carrera. Ese mismo año se lanzó otro RX-7, mientras que el RX-8 cuatro puertas fue el centro de atención en 2003 con sus puertas freestyle. Pero todo empezó en 1967 con el Cosmo Sport. En menos de una hora al volante me han ido seduciendo todos los elementos de este coche: una carrocería exquisita, un interior atractivo, una dirección agradecida, una calidad de conducción genial, sin olvidar la respuesta del motor, el ronquido del escape, el aroma añejo de su tapicería cala muy hondo el Cosmo y resulta impensable despedirse de él sin más. Para separarse del Cosmo hay que hacerlo poco a poco, echando la vista atrás para saborear sus curvas y sus líneas y recordar una de las mejores experiencias al volante que puede tener un conductor. EL QUE TIENE UN COSMO 44 Zoom-Zoom

6 INDOOR COSMOLOGÍA BEACH El espectacular coche blanco de las imágenes es propiedad del director del Club de propietarios de Cosmo Sport y presidente de Hagiri Refrigeration Industries, Akio Hagiri, que rinde culto al Cosmo Sport de Mazda desde que se lanzó en Disfruta de lo lindo con el jovial rendimiento del coche, la fluidez al volante y su perfil en general, y habla con orgullo de las luces traseras en doble fila y del paragolpes trasero. Hoy no hay nada igual en la carretera!, afirma. Este incondicional de Mazda, que compró su Cosmo Sport en 1981, posee también uno de los pocos Eunos Cosmo de tres rotores. Zoom-Zoom 45