El rol de las artes y los medios de comunicación en la educación de una ciudadanía democrática

Transcripción

1 Portafolio de experiencias promisorias de políticas, programas e iniciativas sobre El rol de las artes y los medios de comunicación en la educación de una ciudadanía democrática Por: Dra. Lucina Jiménez Mg. Guido Donaire Departamento de Desarrollo Oficina de Humano, Educación Educación y Cultura y Empleo DDHEC/SEDI SEDI Programa Interamericáno sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas 1

2 Portafolio de experiencias promisorias de políticas, programas e iniciativas sobre el rol de las artes y los medios de comunicación en la educación de una ciudadanía democrática CARTA DE PRESENTACIÓN Contenido Por: Dra. Lucina Jiménez Mg. Guido Donaire I. Carta de Presentación pág. 3 II. Introducción pág. 5 III. Análisis de las Experienicas Seleccionadas Artes pág. 18 Medios de Comunicación pág. 51 IV. Anexos pág. 67 Nota: Todas las imágenes y fotografías contenidas en esta publicación fueron cedidas por las instituciones y organizaciones participantes en este proyecto. Con el propósito de contribuir al debate sobre la importancia de las artes y los medios de comunicación en el fortalecimiento de los valores democráticos, la Organización de los Estados Americanos se complace en presentar el portafolio de experiencias promisorias de políticas, programas e iniciativas sobre El rol de las artes y los medios de comunicación en la educación de una ciudadanía democrática. El desarrollo de este portafolio es un resultado de la voluntad de colaboración manifestada por los Ministros de Educación y de Cultura, la Comisión Interamericana de Cultura -a través de su proyecto Fomentando la Diversidad Cultural y la Expresión Creativa a través de la Educación: Compartiendo buenas prácticas - y la Comisión Interamericana de Educación -a través de su proyecto El rol de las artes y los medios de comunicación en la promoción de educación en valores y prácticas democráticas en niños y jóvenes: Implicaciones para la investigación, la política y la práctica. Este trabajo colaborativo tuvo como resultado la organización de dos actividades que sirven como antecedente de esta publicación: la realización de un foro virtual, que se ofreció a través del Portal Educativo de las Américas durante los meses de enero a junio de 2010, y la realización del Taller Interamericano entre el 16 y 18 de Junio de 2010, en Santo Domingo, República Dominicana 1. El presente portafolio reúne 14 experiencias promisorias que evidencian cómo los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y entidades de carácter privado han logrado posicionar las artes y los medios de comunicación como ejes fundamentales para el desarrollo y la práctica de competencias ciudadanas en niños, niñas y jóvenes. La publicación de este Portafolio se constituye en una excelente oportunidad, no sólo para visibilizar experiencias promisorias sino también, para que a partir del análisis de sus resultados, desafíos y lecciones aprendidas, se puedan generar espacios y mecanismos que promuevan tanto un diálogo informado y plural, como el desarrollo de acciones de colaboración y cooperación entre distintas instituciones de los Estados Miembros de la OEA. Queremos agradecer el apoyo de la Comisión Interamericana de Educación (CIE), de la Comisión Interamericana de Cultura (CIC), del Fondo Especial Multilateral del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (FEMCIDI) y de la Misión Permanente de los Estados Unidos de América ante la OEA por los aportes que permitieron la realización de este Portafolio. Asimismo, agradecer a todos los Estados Miembros y las instituciones que participaron en la convocatoria y que colaboraron durante el proceso de elaboración de esta publicación Más información sobre este taller se encuentra disponible haciendo clic aquí.

3 De igual manera, resaltamos el trabajo y la dedicación de todas las personas que se esforzaron por el desarrollo de este Portafolio. La Dra. Lucina Jiménez, responsable del capítulo de artes y coordinadora general de la publicación, el Mg. Guido Donaire, a cargo de las iniciativas de medios de comunicación, y en especial a Romina Kasman y María Paula Farfán Guáqueta, de la Oficina de Educación y Cultura de la OEA, quienes hicieron factible culminar con éxito este proyecto. Esperamos que este portafolio contribuya significativamente tanto a fortalecer en la agenda de las políticas educativas el posicionamiento del debate sobre el desarrollo de aquellas políticas públicas que favorezcan la inclusión de artes y medios de comunicación en los currículos educativos, como también a fomentar la discusión y reflexión sobre la importancia que ambos tópicos tienen- especialmente en contextos de vulnerabilidad y marginalidad- tanto en el fortalecimiento de los lazos sociales de niños, niñas y jóvenes, como en el desarrollo y práctica de las competencias ciudadanas que resultan esenciales para protagonizar, como agentes de cambio, la construcción de sociedades más democráticas, plurales, justas e inclusivas. INTRODUCCIÓN La Organización de los Estados Americanos en colaboración con los Ministerios de Educación y de Cultura de los Estados Miembros, ha desarrollado el presente portafolio de experiencias promisorias de políticas 2, programas e iniciativas sobre El rol de las artes y los medios de comunicación en la educación de una ciudadanía democrática, con el fin de identificar y agrupar recursos e iniciativas que fomenten el diálogo intersectorial y el intercambio de experiencias en este tópico, entre los Ministerios y otras Instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil. La educación para una ciudadanía democrática es aquella que se ofrece a las personas para el desarrollo de conocimientos, habilidades y valores que resultan necesarios para comprender su realidad, vivir y realizarse plena y libremente en una sociedad incluyente y diversa así como también para fortalecer sus capacidades para involucrarse y participar activamente en la discusión y decisión de los asuntos de la sociedad, asumiendo su responsabilidad y compromiso ciudadano en pos del bien común. Ante las exigencias de la sociedad actual de crear y construir nuevas formas de comunicación, expresión y convivencia en la diversidad, es urgente posicionar a las artes y a los medios de comunicación como herramientas privilegiadas para construir competencias ciudadanas. Posicionar el desarrollo de las competencias ciudadanas en el centro de las políticas públicas de educación dirigidas a niños, niñas y jóvenes es clave porque en ello radica la posibilidad de formar a las actuales y nuevas generaciones en una cultura democrática afincada en valores, con voz propia, consciente de su identidad, capaces de crear sus propias narrativas del presente y del futuro. 2 Para fines de este portafolio: -Entendemos por política, el planteamiento explícito de determinadas formas de intervención gubernamental, orientadas de manera expresa a cumplir con ciertos objetivos sociales y educativos, ligados a la formación de ciudadanía, explícitamente hacia el desarrollo de capital humano para el fortalecimiento de las competencias ciudadanas que resultan fundamentales para alcanzar una mayor cohesión social y la construcción de sociedades democráticas. En dichas políticas públicas pueden tener participación entidades privadas, comunitarias o de la sociedad civil, ya sea en las etapas de diseño, formulación, implementación, ejecución, monitoreo y evaluación. -Entendemos por programa un grupo de acciones integradas bajo los lineamientos de una política pública (la cual puede incluir la participación de organizaciones y entidades privadas, sociales o mixtas), o algún instrumento creado por el sector privado, organizaciones de la sociedad civil o universidades. Dependiendo del caso, el programa tendría las siguientes metas: a) el cumplimiento de objetivos (o parte de) de una política pública o b) cumplimiento con la misión institucional de las organizaciones del sector privado, sociedad civil y universidades. -Definimos el término iniciativa como una acción cotidiana que es llevada adelante por instituciones y entidades del sector público, privado y/o de la sociedad civil, la cual se encuentra en relación directa con los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, comunidades y que tiene como fin contribuir a la generación de competencias ciudadanas para la cohesión social, el bienestar y la participación. 4 5

4 A los fines de este portafolio, entendemos por competencias ciudadanas los conocimientos y las habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que hacen posible que las personas participen en la construcción de una sociedad democrática, pacífica e incluyente 3. El desarrollo de competencias ciudadanas implica entonces aprender, internalizar y practicar habilidades que en la vida cotidiana, contribuyen a preparar mejor a niños, niñas y jóvenes para el ejercicio de una ciudadanía activa, participativa y responsable, y fortalecen tanto sus oportunidades de inserción económica, política y social, como sus posibilidades de ser protagonistas de la construcción colectiva que implica el desarrollo de sus comunidades y países. En reconocimiento de la importancia de las capacidades ciudadanas, la OEA lanzó una convocatoria pública de experiencias de políticas, programas e iniciativas que privilegian las artes y los medios de comunicación para promover una educación para una ciudadanía democrática, a la cual acudieron puntualmente instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas, fundaciones privadas y universidades. A los efectos de esta convocatoria, dos formularios fueron puestos a disposición de las instituciones que quisieran compartir su experiencia, según la misma se inscribiera en el ámbito del uso de las artes, o bien en el uso de los medios de comunicación. Los formularios utilizados para la convocatoria pueden accederse en el Anexo I de este documento (página 67). Como resultado de esta convocatoria se recibieron 57 propuestas de experiencias provenientes de instituciones de 13 países Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago. Del total recibido, 14 experiencias entre políticas, programas e iniciativas fueron seleccionadas para integrar este portafolio. La selección fue realizada por un equipo de expertos de diferentes nacionalidades 4, quienes ponderaron cómo cada una de ellas contribuye a estrechar los lazos sociales de niños, niñas y jóvenes, mejorar su preparación para el ejercicio de una ciudadanía activa, crítica y participativa, y fomentar el acceso a oportunidades para lograr su plena integración e inserción en la sociedad. En el caso de las artes, los criterios de selección 5 establecidos se enfocaron a observar cómo las experiencias- ya sea que se trate de políticas públicas, programas e iniciativas, implementadas tanto en el ámbito formal 6 como no formal 7 de la educación -, desarrollan funciones de formación, creación, 3 Ver Chaux, Enrique, Lleras Juanita y Velásquez Ana María (2004), Competencias Ciudadanas: De los Estándares al Aula Una propuesta de integración a las áreas académicas, Ministerio de Educación, Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Psicología y Centro de Estudios Socioculturales e Internacionales, Ediciones Uniandes, Disponible en este enlace: Según Rosario Jaramillo y Gabriel Murillo Castano, las competencias ciudadanas Son aquellas habilidades necesarias, tanto de los educandos como de los educadores, para participar en la toma de decisiones justas, empáticas, libres, ponderadas, juiciosas, responsables y bien argumentadas. Al reflexionar sobre los comportamientos y decisiones, las personas pueden mejorarlos y así avanzar en su desarrollo hacia la autonomía, hacia asumir las normas por convencimiento propio. En otras palabras, las competencias ciudadanas se desarrollan cuando las personas van aprendiendo a actuar correctamente, no porque alguien les dice que deben hacerlo sino porque se van convenciendo de la importancia de la acción justa, empática, generosa o buena por medio de la reflexión ojalá frecuentemente con otros sobre las intenciones y las consecuencias de sus acciones y decisiones. En este sentido, la educación cívica y ciudadana está íntimamente relacionada con la reflexión ética. Para más información, ver Jaramillo, Rosario y Murillo Castaño Gabriel (2013), Marco teórico del Programa Interamericano sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas , OEA, Programa Interamericano sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas. Otro autor de referencia es Carlos Vasco, quien define el concepto de competencias ciudadanas como un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, comprensiones y disposiciones cognitivas, metacognitivas, socioafectivas, y psicomotoras apropiadamente relacionadas entre sí para facilitar el desempeño flexible, eficaz y con sentido de una actividad o de cierto tipo de tareas en contextos relativamente nuevos y retadores.. Para mayor información ver Vasco Carlos (2007), Formación Basada en Competencias, Universidad Piloto de Colombia, Unidad Académica en Ciencias de la Educación, Bogotá, Colombia. Disponible en el siguiente enlace: Este equipo de expertos estuvo integrado por los consultores a cargo de la elaboración de este portafolio y de un equipo de especialistas de la Oficina de Educación y Cultura de la OEA asignado a tal fin. 5 Una lista completa de los criterios de selección utilizados para la selección de experiencias en ambos campos temáticos, se encuentra incluida en el texto de los formularios de la convocatoria. (Ver Anexo 1 de este documento). 6 Se refiere a aquellas políticas, programas o iniciativas de educación en artes o medios de comunicación que contribuyen a la formación de una ciudadanía democrática, y que se desarrollan particularmente dentro de los sistemas educativos a nivel nacional, localidad o comunidad, en cualquiera de los niveles de educación (ya sea educación para la primera infancia, elemental o básica, iniciación artística escolarizada, educación secundaria, terciaria o superior). Pueden formar parte del currículo o realizarse de manera extraescolar. 7 Se consideran las políticas, programas y/o iniciativas que se desarrollan fuera de los esquemas escolarizados (como por ejemproducción, distribución y disfrute. Las experiencias consideradas para la selección e inclusión en este portafolio, se relacionan con lenguajes de danza, música, teatro, performance, fotografía y video, arte y nuevas tecnologías, circo y artes de la calle. Esta función formativa también fue valorada para el caso de medios de comunicación, ámbito en el cual se consideraron experiencias que se relacionaran con la radio, la televisión, el cine y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Los criterios de selección también se focalizaron en observar y analizar cómo los medios de comunicación- ya sea que se aplicaran en el marco de una política, programa o iniciativa- facilitan el intercambio de marcos de referencia entre los participantes y cumplen un papel tanto de facilitadores del cambio social, del diálogo racional e intercambio de ideas, como de un vehículo para elevar y expresar sus preocupaciones, ideas y opiniones. Más aún, el análisis de las experiencias presentadas tomó en consideración cómo los abordajes y estrategias utilizadas por cada una de ellas- por ejemplo, a partir de la producción de un medio de comunicación propio por parte de los participantes- contribuyeron al fortalecimiento de las competencias ciudadanas de niños, niñas y jóvenes, a través del fomento a la expresión y al ejercicio de una ciudadanía participativa, responsable y compresiva. Encontramos por supuesto, iniciativas innovadoras que cruzan fronteras y que lo mismo, incorporan las artes y el uso de los medios desde una perspectiva interdisciplinaria, promoviendo así el vínculo entre ciencia, artes y comunicación en sus actuaciones con comunidades diversas. Asimismo, se valoró en ambos casos que las experiencias demostraran con datos cuantitativos y cualitativos el impacto obtenido. Igualmente, que contaran con recursos de inversión y ciertas condiciones que garanticen su sostenibilidad. Sin embargo, como veremos en el análisis de las experiencias, muchas plantean este renglón como un aspecto no resuelto en su desarrollo, y por tanto, como un campo de oportunidad en el cual los Ministerios y la empresa privada pueden intervenir para fortalecer esta labor educativa orientada hacia la formación de ciudadanía democrática. Estas iniciativas, implementadas con el fin de fortalecer entre miles de niños, niñas y jóvenes, la identidad cultural, el sentido de pertenencia y la capacidad de expresarse e interactuar con sus entornos, sus escuelas y sus comunidades, han cobrado vida y se han consolidado en este portafolio a través de un trabajo desarrollado durante los últimos tres años. El punto de partida y guía de este trabajo fue considerar a las artes y los medios de comunicación como herramientas y espacios que facilitan entre niños, niñas y jóvenes la generación de nuevas lecturas de la vida propia y del mundo que les rodea, pero sobre todo el actuar conscientemente en la creación de una sociedad democrática que nace en su microcosmos del aula, en el día a día de la vida familiar, comunitaria o de la ciudad. Iniciativas que, en definitiva, encarnan a cabalidad la idea de lo que es la educación. Durante las últimas décadas, las artes y el uso de los medios han protagonizado su expansión hacia otras actividades de la vida social, económica, política, abordando cuestiones del desarrollo social o del medio ambiente, en las cuales se concibe a ambos como elementos claves en los procesos de encadenamiento social que contribuyen a mejorar la calidad de vida. Por eso, se adoptó también como criterio que las experiencias a seleccionar tuviesen una orientación no sólo hacia procesos de construcción de la democracia, sino hacia la inclusión social, el fomento a la diversidad cultural, así como a la mejora de la calidad de vida. El desarrollo humano requiere de una dimensión afectiva, expresiva, comunicativa y de carácter valorativo, conectada con las necesidades sociales y el combate a la pobreza y marginalidad, entre otros fenómenos de relevancia que hoy caracterizan el desarrollo de la democracia en el hemisferio. Por este motivo, se estableció como criterio prioritario, en ambos casos, elegir políticas, programas e iniciativas que estuviesen enfocadas en: a) la generación de valores éticos (no morales, ni religiosos); b) el desarrollo de capacidades de diálogo, salud pública, participación para el logro del bienestar comunitario o de algún sector en particular; c) la incidencia en la inclusión de algún grupo en riesgo y la atención a sectores con necesidades especiales; d) el estímulo a la creación de nuevas formas de conocimiento y plo en ámbitos comunitarios, hospitales, reclusorios, escuelas libres, talleres, museos, centros culturales, centros comunitarios etc.), con independencia de que puedan contar con un diseño académico propio que no exige reconocimiento de validez oficial o seriación escolarizada. 6 7

5 pensamiento crítico; e) la participación e intervención individual, comunitaria o social. El proceso de selección resultó sumamente complejo, dada la riqueza y diversidad de las experiencias presentadas a la convocatoria. Por ello, se consideró tanto su cobertura como su desarrollo metodológico y la potencialidad de su transferencia hacia otras realidades o contextos; además se consideró la solidez de su gestión, desarrollo y evaluación. El tema de la transferencia, réplica o multiplicación representa todo un punto a debatir, dado que cada experiencia es única y obedece a un contexto específico. Sin embargo, lo que se advirtió es que cada una de ellas encierra en su propio planteamiento el deseo y la capacidad de expansión dentro del mismo espacio educativo o comunitario donde se desarrolla. La gran mayoría de las experiencias seleccionadas contienen alguna forma de expansión, de multiplicación o de transferencia metodológica, tomando como estrategia un proceso de adaptación a los contextos de otras realidades, ciudades o incluso países. Un criterio fundamental y de bastante exigencia era que tuviesen un componente formativo y no sólo recreativo o de entretenimiento, toda vez que, para lograr una participación eficaz, pertinente y cualitativamente significativa, se requiere la apropiación, exploración, dominio y capacidad de crear, expresar o de comunicar a través de los lenguajes artísticos o bien de la capacidad técnica y narrativa propia para el uso educativo de los medios de comunicación. la comunidad. Aprender a ser, aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a convivir, son los cuatro ejes fundamentales que ha planteado la UNESCO, desde el Informe Delors 8, como base de la utopía educativa, en una sociedad rodeada de violencia, en riesgo de deshumanización o donde todo se vuelve mercancía y el mundo se reduce a productores y compradores. La educación en artes y en el uso de los medios, fundamentada en firmes bases metodológicas, encierra la posibilidad de que estas cuatro dimensiones del aprendizaje para la vida se conviertan en realidad, rompiendo las fronteras entre teoría y práctica. Para crear, es necesario reconstruir el mundo interno, conocerse a sí mismo y a los demás, lograr un objetivo específico y generar un proceso de autorregulación que se crea en el vínculo con los demás. Igualmente, se asume el papel de sujeto social capaz de transformarse a sí mismo y de comunicar tanto ese mundo interno como nuevas maneras de imaginar y trabajar, en colaboración con otros, para que otra realidad sea posible. Este Portafolio tiene varias dimensiones. Es un reconocimiento y un estímulo para las experiencias reunidas, ya que al dar visibilidad a su trayectoria y sus enfoques, se cumple también con los propósitos de fortalecer una tarea educativa que cada día cobra una mayor importancia en nuestras sociedades. Además, se contribuye a desterrar algunas ideas tales como que las artes constituyen un patrimonio sólo para quienes desean dedicar su vida profesional a la creación, o son sólo para el acceso y disfrute de una élite, o bien que los y las niños y niñas, los jóvenes de los distintos países se relacionan con los medios de comunicación bajo la única modalidad de consumidores. Para lograr que la identificación de experiencias fuese congruente tanto con los conceptos de ciudadanía democrática como con este enfoque educativo desde las artes y el uso de los medios de comunicación, se formularon dos protocolos y dos cuestionarios que contribuyeron a definir los conceptos y ámbitos de atención e identificar las políticas, programas y experiencias. Estas herramientas fueron la base a partir de la cual las instituciones u organizaciones que atendieron la convocatoria realizaron la descripción de su propia experiencia. La práctica de la sistematización es todavía un reto en algunas de ellas, sobre todo porque se han concentrado en el proceso pedagógico o comunicativo, y no necesariamente, y de forma continuada, en la documentación y registro sistematizado. De ahí que una vez seleccionadas, hubo que solicitar datos complementarios que permitieran darles un tratamiento equilibrado a las 14 experiencias. Por esta razón, nos contactamos con cada una de las instituciones responsables de las experiencias seleccionadas, para complementar información presentada en el protocolo, poder acceder a sus evaluaciones, los testimonios de sus participantes, sus fuentes de financiamiento y documentación audiovisual en el caso que se encontrara disponible. Cabe destacar la disposición permanente presentada por las distintas instituciones para responder las consultas realizadas. La gran mayoría de las iniciativas pertenecen a la sociedad civil, lo que pone de relieve una gran diversidad de actores que trabajan por la formación de ciudadanía democrática, pero también la necesidad de que ésta se convierta en un renglón importante de las políticas públicas. Deseamos que este portafolio sea parte de un acercamiento y que su publicación estimule la visibilidad e institucionalización de éstas y otras experiencias. Más allá del ámbito en el cual se implementan, y quiénes la implementan, lo que sí podemos afirmar es que las experiencias incluidas en este portafolio, impulsadas por la sociedad civil, Ministerios de Educación, Cultura, Desarrollo Social, de Juventud y otras entidades públicas y privadas, intentan a través de la educación en artes y del uso de los medios de comunicación, promover el ejercicio de los derechos ciudadanos y la formación de una ciudadanía activa, reconocedora y respetuosa de la diversidad, preparada para fomentar el entendimiento cultural. Estas experiencias son una muestra de cómo, a partir de enfoques y metodologías pertinentes, la formación en artes y en uso de los medios de comunicación puede realizar un gran aporte a la generación y consolidación de competencias ciudadanas. Estamos ante experiencias donde la pedagogía basada en las artes, tienen el poder de cambiar las vidas de muchos protagonistas, donde los medios son vehículos para estimular y formar a niños, niñas y jóvenes en la creación de propias ideas y propuestas para mejorar su comunidad y el mundo. La descripción de estas experiencias ha permitido una reflexión por un lado, en torno a las tendencias que marca este enfoque educativo, y por otro lado, sobre el establecimiento de los retos y oportunidades que tenemos y la elaboración de recomendaciones que puedan alentar la formulación y el fortalecimiento de políticas públicas, programas e iniciativas de fomento a éstas y otras experiencias y también el diálogo social y la cooperación internacional. A lo largo de este portafolio, el lector podrá constatar las habilidades que pueden ser promovidas a través de estrategias formativas en artes tales como aquellas relacionadas con: el desarrollo de conocimiento para la creatividad y la innovación; la generación de pensamiento crítico; la capacidad de análisis, selección y jerarquización, la facilidad para relacionarse, comunicarse con los demás y trabajar en equipo; la capacidad para afirmar valores compartidos; expresar ideas y emociones a través de códigos artísticos; disfrutar la diversidad cultural; y fortalecer el auto reconocimiento, la identidad y el sentido de pertenencia. El uso responsable de los medios de comunicación, por su parte, puede constituir un gran aporte a la generación y consolidación de habilidades como: la capacidad de buscar y encontrar consensos, comunicarse y hacerse entender, expresar opiniones y debatir, y difundir una agenda 9 propia de problemas e inquietudes; el ejercicio del juicio crítico; el reconocimiento de la igualdad de género y la diversidad; la habilidad para usar los medios de comunicación con el objetivo de articular intereses y lograr respaldo a determinadas iniciativas; el tener experiencia en la generación de soluciones creativas e innovadoras a diferentes tipos de problemas a través de la utilización de tecnologías de la información; el aprendizaje 8 Delors Jackes, y otros (1996). La Educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, presidida por Jacques Delors. Ediciones Santillana, Madrid. El texto se encuentra disponible en el Las reformas educativas tienen la posibilidad de vincular este tipo de formación para lograr que la formación para la vida tenga como base el aprender a ejercer una cultura democrática desde el aula y en 9 Entendemos por el concepto de agenda, aquel conjunto de temas o tópicos acerca del cual versa el debate público. Autores siguiente enlace: de referencia son Mc Graber, Doris y Maxwell McCombs.

6 de nuevas herramientas para el análisis y comprensión del mundo; el desarrollo de habilidades para participar en acciones de cooperación de índole grupal, social y/o comunitaria. La educación en artes y en medios de comunicación para una ciudadanía democrática abre la puerta a las posibilidades de formar a una nueva generación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, acompañados por sus maestros, familias y comunidades, de crecer con esperanza y de transformar sus contextos de riesgo, alta marginalidad o de franca exclusión social. Esta nueva generación está aprendiendo de manera compartida a actuar individual y socialmente a partir de valores, esfuerzo personal y trabajo de equipo. Quienes la integran, serán capaces de generar cambios en la vida propia y en la convivencia comunitaria, en un momento en el que la mayoría de los países buscan estrategias que restablezcan y fortalezcan la cohesión social en sociedades altamente fragmentadas y donde las distintas formas de violencia social están a la orden del día. una educación para una ciudadanía democrática que enseñe a niños, niñas y jóvenes a no conformarse sólo con consumir los medios de comunicación sino que también aprendan a utilizarlos para ejercer su derecho de expresarse, elaborar y difundir sus propios mensajes, y dar a conocer su propia agenda de inquietudes y problemáticas. De esta manera y a lo largo del portafolio, puede observarse que en cada una de las experiencias seleccionadas, los participantes son concebidos como sujetos activos que comunican, que dicen cosas y que intercambian mensajes en una atmósfera de intercambio y pluralidad. También en cada experiencia, los medios de comunicación aportan y facilitan una construcción colectiva, dejando de lado un enfoque en el cual se perpetúan relaciones de dominación entre emisores activos y receptores pasivos. Se entiende así, que el uso y abordaje crítico de los medios permite alcanzar ciudadanos más informados y mejor formados que tendrán una mayor capacidad para tomar decisiones responsables que contribuyan a la convivencia democrática en sus comunidades. En el ámbito de los medios de comunicación, se advierte en la actualidad un proceso en desarrollo/en construcción que va más allá de la evidente importancia de los mismos en el desarrollo de las sociedades modernas y de los regímenes democráticos, y se orienta gradualmente hacia la promoción de la expresión y participación ciudadana en la formación de la agenda de las políticas públicas. En efecto, los medios de comunicación en esta primera década del siglo XXI han tenido un gran avance en cuanto la producción y distribución de formas simbólicas. Históricamente, ese rol lo había cumplido la escuela, y más atrás en el tiempo, la Iglesia. Bajo la influencia de ambas instituciones, niños, niñas y jóvenes incorporaban nociones básicas como la identidad, la idea de Nación y demás tramas de significado y sentido a partir de las cuales podían definir el nosotros y quienes son ellos. Hoy estas instituciones siguen cumpliendo esta función pero comparten esa acción con los medios de comunicación que ejercen también su poder simbólico. Así, en la actualidad, los niños, niñas y jóvenes generan su propia concepción de sí mismos y del mundo a través de tramas de sentido y relatos que consumen desde los medios masivos de comunicación. Nuevos modelos de éxito y nuevas escalas de valores llegan hasta ellos vía la televisión, el cine, o Internet. Asimismo, los medios masivos de comunicación han visto incrementado su poder de fijación de agenda. Más allá de que algunos sugieran qué temas deben pensar los jóvenes, la mayoría trabaja el cómo deben pensarlos. La posmodernidad ha puesto a los medios de comunicación en una ubicación privilegiada a la hora de posicionar los temas que se tratan en los distintos circuitos de opinión pública 10, algunas veces causando una reacción adversa. Distintos sectores de la sociedad civil y diversos gobiernos del continente se han sumergido en un debate en torno a cuál debería ser el rol de los medios de comunicación en las democracias consolidadas. Algunas preguntas subyacentes a ese debate son: Qué regulaciones deberían acatar los medios de comunicación y que límites deberían encontrar en su accionar? Deben los jóvenes aceptar sin cuestionamientos la agenda establecida por los medios de comunicación? Cómo debe ejercitarse la responsabilidad ciudadana en las redes sociales? Todas las nuevas tecnologías de la información, así como cualquier uso que se hace con ellas, redundan en beneficios para la calidad de la democracia y/o para el fortalecimiento de la cultura democrática? El presente portafolio tiene en cuenta todo este debate y elige centrarse y rescatar aquellos programas e iniciativas donde los medios de comunicación no son repudiados ni simplemente consumidos desde una posición de aceptación pasiva que es ajena a todo abordaje crítico y/o situado. Más bien, se rescatan aquellos proyectos donde los medios de comunicación son utilizados para fortalecer el desarrollo de 10 Desde una perspectiva psicosocial, Elisabeth Noelle-Neumann construye una definición operativa en la que sitúa la opinión pública como las opiniones sobre temas controvertidos que pueden expresarse en público sin aislarse. Desde una perspectiva de la ciencia política, Giovanni Sartori sostiene que la opinión pública es ante todo y sobre todo un concepto político. Para el politólogo italiano la opinión pública es un público, o multiplicidad de públicos, cuyos difusos estados mentales (de opinión) se interrelacionan con corrientes de información referentes al estado de la res pública. Otro autor de referencia en el tema es Vincent Price, comenzando por su clásica publicación Public Opinion (1992). Entre las iniciativas incluidas en este portafolio, podemos encontrar también aquellas que actúan desde una perspectiva interdisciplinaria vinculando las artes y los medios de comunicación. Si bien metodológicamente experiencias que se han ubicado en alguno de los dos apartados sea el de artes, o el de medios de comunicación- puede observarse que en su presentación se mantiene la referencia a su carácter híbrido; algo que es propio de lo que ocurre en las prácticas artísticas y comunicativas de nuestros días. Cuando la educación en artes tiene una metodología y una orientación formativa, interdisciplinaria e inclusiva, como es el caso de las experiencias aquí reunidas, es verdad que pueden desarrollar competencias sociales, comunicativas, afectivas, cognitivas y expresivas que constituyen la base y el motor de un cambio. Este cambio tiene su base, no en la bondad de las artes en sí mismas, sino en su capacidad de dar estructura, armonía, centro, recursos propios y lenguajes a niños, niñas y jóvenes. Éstos logran aumentar su autoestima y capacidad de expresión porque aprenden a encontrar la energía interna que encienden las artes al conectar los dos cerebros y articular pensamiento, el sentir y la acción, a través del juego y de nuevas gramáticas que permiten leer y escribir con otros lenguajes, soñar e imaginar un destino distinto al que ofrece el contexto familiar, comunitario y escolar. Permiten adquirir consciencia de la responsabilidad individual y colectiva para mejorar ese entorno, al mismo tiempo que disfrutar de los derechos culturales y sociales. No todo proceso de formación en artes educa para la construcción de una ciudadanía democrática. En algunos casos la educación en artes crea ambientes donde sólo se repite, se memoriza o se ritualiza la parte técnica y los recursos expresivos, sin que se abran a una exploración del yo, del mundo propio, o bien sin brindar estructura, secuencia, ritmo, espacio y tiempo, textura y flujos. Es decir, sin que se brinde a los participantes la posibilidad de construir una arquitectura interna y capacidades propias de ordenamiento del mundo personal y social. Por esta razón, hemos privilegiado propuestas formativas donde las artes no son sólo lenguaje, sino también se articulan con la educación, el medio ambiente, el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida. Esperamos con estas ideas, contribuir a uno de los debates más actuales que tienen en los Ministerios de Educación y de Cultura con respecto a cómo integrar la formación en artes en el currículo de la educación básica; bajo qué postulados pedagógicos y metodologías es posible trabajar en los ambientes no formales; cómo formar maestros; cómo hacer para ampliar las coberturas de manera significativa para millones de niños, niñas y adolescentes. Más allá de enriquecer la reflexión y el diálogo respecto a estos temas, hemos encontrado en estas 14 experiencias logros contundentes, entre los que se destaca el compromiso asumido de las instituciones que las llevan adelante con protagonistas que viven situaciones de alta marginalidad, riesgo de calle, fracaso escolar y aún, en circunstancias de violencia acusada. Hemos encontrado sobre todo, esperanza y felicidad, esfuerzo, compromiso, palabra y voz

7 El Portafolio no estaría completo si no se derivara del esfuerzo colectivo y de los aprendizajes compartidos por estas experiencias, algunas recomendaciones especialmente dirigidas a los decisores y diseñadores de iniciativas, programas y políticas, quienes seguramente encontrarán en las mismas, algunas ideas que apoyen sus propósitos, sus planes de futuro y abran camino a la cooperación internacional y a la felicidad de muchos más niños, niñas y jóvenes, de sus escuelas, comunidades y familias. El futuro de estas experiencias depende de su capacidad de generar complementariedad con otras actuaciones, de su encuentro con políticas públicas favorables a su desarrollo, proyección, y finalmente, aunque no de menor importancia, de las posibilidades de insertarse en procesos de cooperación internacional. TENDENCIAS EN EL DESARROLLO DE POLÍTICAS, PROGRAMAS E INICIATIVAS: PRINCIPALES HALLAZGOS ANALÍTICOS La Organización de los Estados Americanos, agradece a todas las personas e instituciones que participaron en la divulgación de esta convocatoria, así como también a todos los maestros, gestores, artistas, comunicólogos, pedagogos, padres y madres de familia que han dado vida a las iniciativas que constituyen el alma de este Portafolio. Cada uno de ellos ha aportado energía, ideas, preguntas y respuestas a la compleja tarea educativa de crear ciudadanía y cohesión social en nuestro continente. La gestación de este Portafolio ha sido enriquecida por un trabajo colegiado entre dos consultores internacionales - la Dra. Lucina Jiménez, responsable de la parte de artes y coordinadora de la publicación, y el Mg. Guido Donaire, a cargo de las iniciativas de medios de comunicación- en estrecho diálogo orientador con el equipo de la Oficina de Educación y Cultura de la OEA, integrado por María Paula Farfán, consultora del área de Cultura, y Romina Kasman, consultora del área de Educación y Coordinadora del Programa Interamericano sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticas. El objetivo de este portafolio es reunir, describir y analizar diversas prácticas y experiencias que, a lo largo de todo el continente americano, recurren a las artes y los medios de comunicación como herramientas para la promoción de la educación para una ciudadanía democrática. En el caso de las artes, se trata no sólo de fomentar entre niños, niñas, y jóvenes nuevas formas de expresión estética, sino también de creación de nuevas capacidades de pensamiento, conocimiento, relación y diálogo inclusivo y valorativo de la diversidad. En este ámbito, hemos seleccionado experiencias estructuradas en torno a enfoques formativos, dejando de lado aquellas que sólo aluden a las artes con un fin de entretenimiento. En lo que respecta a los medios de comunicación, las experiencias seleccionadas para ser incluidas en este portafolio logran que sus participantes trasciendan el rol de receptores pasivos y utilicen los medios de comunicación con el fin de construir mensajes propios, y de establecer y transmitir agendas que involucren los anhelos, demandas y expectativas de sus grupos de pertenencia y comunidades. Existen en este sentido algunos antecedentes valiosos que vale la pena mencionar. En el caso de las artes, podemos mencionar los bancos de iniciativas creados por el programa de Educación Artística, Cultura y Ciudadanía de la Organización de Estados Iberoamericanos 11, los cuales son fruto de varios concursos nacionales. Un ejemplo de éstos, fue el llevado adelante en Colombia en el cual se recogen 16 experiencias donde las artes construyen mejores relaciones entre las personas y nuevas formas de convivencia entre diversas comunidades; otro ejemplo lo representa la investigación realizada por Lali Bosh en La Pedrera, en Barcelona, a propósito de iniciativas de educación ligadas al patrimonio y las artes visuales 12. La Oficina de Educación y Cultura de la Organización de los Estados Americanos, por su parte, desarrolló el proyecto La cultura en el desarrollo: una red interamericana de información, cuyo objetivo es facilitar, a través de mecanismos de cooperación y del intercambio de políticas, programas y proyectos exitosos, el diseño y la implementación de nuevas políticas públicas en cultura; y el fortalecimiento de la capacidad humana e institucional de los países. Uno de los frutos de este proyecto fue la publicación en 2011, en el marco de la celebración del Año Interamericano de la Cultura durante 2011, del libro Cultura, común denominador para el desarrollo 13, el cual pretende ilustrar con ejemplos concretos de diferentes contextos, el potencial que tiene la cultura en el crecimiento económico y la inclusión social. A través de la lectura de las dieciocho experiencias de esta compilación, se podrá observar que éstas, a pesar de su variedad, comparten un elemento en común: la incorporación de la dimensión cultural como componente indispensable para el desarrollo y bienestar de las comunidades en la región. En el terreno de los medios de comunicación específicamente, Lacvox, Red Regional de Adolescentes Comunicadores-América Latina y Caribe, es un claro ejemplo. En su página de internet ( 11 Para más información, por favor consultar la sección de educación artística, cultura y ciudadanía. Disponible en: 12 Para conocer más sobre este iniciativa, por favor hacer clic en el siguiente enlace: Para acceder a esta publicación, por favor haga clic aquí. 13

8 recopila de forma interactiva un conjunto de prácticas e iniciativas donde los jóvenes son los protagonistas en el proceso de comunicación 14. Allí se comparten y debaten experiencias producidas por diversas redes de comunicadores, logrando que el intercambio de aprendizajes aumente el conocimiento del conjunto. Ese flujo de información que se pone en circulación entre las redes es coordinado por UNICEF a través de su Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Hoy en día, no pocos países se ven obligados a invertir cuantiosos recursos humanos y económicos en atender las consecuencias que traen consigo la proliferación de diversas formas de violencia social, el fracaso o la deserción escolar, muchas de las cuales tienen su origen en la falta de herramientas para la expresión, la comunicación o el diálogo y en el predominio de muchas formas de exclusión. En el ámbito regional, también hay antecedentes de experiencias que implementaron modelos de trabajo innovadores que articularon e integraron actividades tanto en el ámbito de las artes como de los medios de comunicación. Por ejemplo la Organización de los Estados Americanos implementó entre 2010 y 2012 el proyecto Armando Paz: construcción de una cultura de paz con los jóvenes de Centroamérica a través del arte, los medios y el diálogo social 15. Más de 15,000 jóvenes de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá fueron sensibilizados sobre cómo construir una cultura de paz a través de seminarios, el uso de medios de comunicación virtuales, y foros nacionales y regionales de diálogo. El Proyecto, reconocido en 2012 por la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), como una de las 20 mejores prácticas desarrolladas en Iberoamérica en el ámbito de las políticas de juventud, e incluido en un portafolio de buenas prácticas publicado por la OIJ, UNESCO, CEPAL y otras instituciones asociadas, fue creado con un doble objetivo: desarrollar y ejecutar una campaña de sensibilización integral, de jóvenes para jóvenes, dirigida a la prevención del crimen, el abuso de drogas y la violencia de pandillas en la región; y fortalecer redes de jóvenes líderes en sus comunidades y de organizaciones que trabajan con los jóvenes a nivel regional para mejorar la coordinación de sus actividades, la colaboración en la planificación estratégica y el intercambio de buenas prácticas. En este sentido, el proyecto estimuló el liderazgo en los jóvenes, así como su autoestima, autoconfianza e integración con otros jóvenes y con otros sectores de la sociedad, para que sean ellos quienes participen con sus ideas, propuestas y proyectos en acciones orientadas a prevenir la violencia. Más allá de los ejemplos señalados en el ámbito de las artes, de los medios de comunicación, y de aquellos que articulan y combinan ambos ámbitos, podemos decir que hasta hoy no se había creado un Portafolio donde las artes y los medios de comunicación se articularan con la educación para una ciudadanía democrática, a través de experiencias promisorias donde incluso se develan propuestas de actuación educativa intersectorial o de carácter interdisciplinario. No pocas experiencias abordan desde los medios de comunicación el trabajo artístico; las experiencias en las artes por su parte, pueden constituirse como la puerta de entrada a una nueva mirada al medio ambiente, la salud, el desarrollo social y/o la construcción de cultura de paz. Las políticas, programas e iniciativas de artes y medios para la construcción de una ciudadanía democrática que reúne este Portafolio, constituyen un valioso testimonio de cómo los países pertenecientes a la OEA han movilizado recursos, estrategias creativas e innovadoras para impulsar procesos educativos capaces de transformar actitudes, valores y formas de relación, comunicación y expresión individuales y colectivas, a través de los lenguajes artísticos y los medios de comunicación. Estas experiencias nacen de diagnósticos comunes, donde las realidades diversas han colocado a millones de niños, niñas y jóvenes en condiciones de alta marginalidad, vulnerabilidad medioambiental, deserción escolar, desintegración social, por señalar las más graves. La pérdida de la identidad, el debilitamiento de la estructura familiar, el uso instrumental de los medios de comunicación para la promoción del consumo y la amplificación de la violencia, el debilitamiento del espacio público y por ende, de la convivencia y la cohesión social, son todos fenómenos que afectan la conformación de una ciudadanía crítica, democrática y participativa, que se encuentre basada en principios éticos, la responsabilidad individual y el compromiso con los demás. 14 Para conocer más sobre esta Red, por favor hacer clic en este enlace: 15 Esta iniciativa fue financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en el marco de la iniciativa CARSI (Central American Regional Security Initiative). Para más información sobre Armando Paz, por favor lea el siguiente documento Construir la Paz es un compromiso de todos. Armando Paz, un proyecto de jóvenes, para jóvenes en Centro América. - que sistematiza las actividades llevadas adelante en el marco de este proyecto, así como también sus principales experiencias, resultados y lecciones aprendidas. Son estos ambientes de conflictividad social o de exclusión, los que han motivado a Ministerios o Secretarías, Municipios o gobiernos de ciudades, a escuelas, asociaciones civiles, fundaciones y otras instancias mixtas, a generar estas iniciativas innovadoras donde las artes y los medios de comunicación se enfocan a construir procesos sustentables que generen otras formas de relación social, acción colectiva, expresión y comunicación, contribuyendo así a crear esperanza y felicidad. Aunque abordadas con diversas perspectivas, enfoques, metodologías, ámbitos y niveles de actuación, en todas las experiencias se advierte una búsqueda constante de nuevas estrategias para construir identidad, sentido de pertenencia, capacidad de diálogo, asertividad, autoestima y flexibilidad de pensar, interpretar y actuar con un sentido crítico tanto en lo personal como en la vida familiar o en la comunidad. Todas las iniciativas tienen impacto directo sobre las habilidades y capacidades de niños, niñas, y jóvenes que participan en éstas, pero también sobre la familia, la escuela o la comunidad. Son experiencias construidas sobre la base de una formación y práctica participativa que dan cuenta de la importancia de la acción colectiva para la integración e inclusión social. La educación para una ciudadanía democrática en la actualidad pasa tanto por la conciencia ecológica, como por la capacidad de utilizar herramientas expresivas y de apropiarse de nuevas formas de gestión de los recursos emocionales, expresivos y comunicativos para el éxito educativo o social. La mayoría de estas iniciativas y programas actúan en el terreno de la marginalidad social; atienden también básicamente a niños, niñas, y jóvenes en ciudades, poblaciones urbanas, las cuales también se caracterizan por presentar, como fruto de la migración, condiciones de diversidad cultural. Habría que preguntarse qué sucede con los sectores medios y altos que tampoco tienen acceso a una formación en artes o en medios de comunicación que esté vinculada o articulada a la educación para una ciudadanía democrática. La violencia social no es privativa de los sectores marginales, sino un fenómeno que transciende las clases sociales y que se manifiesta de diferentes formas. La necesidad de contar con una identidad y tener sentido de pertenencia, tampoco resulta privativo de los sectores en situación de riesgo, sino el primero de los derechos humanos. En ese sentido, conviene subrayar que todas las personas, con independencia de su condición socioeconómica, debieran ser incluidas en la educación en las artes y en el uso de los medios de comunicación. Sin embargo, y aun cuando en algunos casos las familias de los sectores medios y altos tienen mayores posibilidades de acudir al mercado, la formación a la que pueden acceder no siempre está vinculada u orientada con la educación para la ciudadanía democrática; antes bien, se encuentra más enfocada en los lenguajes artísticos y de la comunicación. En relación a lo hasta ahora descripto, se cree que todavía nos hace falta como sociedades avanzar en la configuración de un mayor número de políticas públicas que incidan en la transformación integral de los sistemas educativos, no sólo desde el punto de vista de lo que mejora la eficiencia terminal, es decir, la relación entre ingreso y egreso en los distintos niveles educativos, sino también, y fundamentalmente, desde la perspectiva de buscar el equilibrio de los saberes, los conocimientos y las experiencias que se consideran necesarias para la vida. Esta idea implica el desarrollo de un enfoque del aprendizaje que, además de involucrar una articulada relación entre las artes, la ciencia, la tecnología y la educación en comunicación y los medios, aumente la conciencia acerca de porqué el conocimiento sobre estos temas debería ocupar un lugar importante, tanto en la educación que las personas reciben, como en su vida cotidiana