Jacob VIDAS EN TRANSFORMACIÓN. Introducción

Transcripción

1 Jacob VIDAS EN TRANSFORMACIÓN 1 Versículo clave: Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios.» Mi vida entera está en tus manos Salmo 31:14-15a Los dos hijos de Isaac: Jacob y Esau Génesis 25:19-28 Tema: En las manos de Dios Objetivos: 1. Que los niños aprendan que podemos orar a Dios en cualquier situación. ORDEN DE LA CLASE Introducción 15 min Historia 10 min Aplicación 5 min 2. Que los niños aprendan que podemos confiar en los planes que Dios tiene para nuestra vida. Manualidad Refrigerio 20 min 10 min Introducción Lleve un juego de memoria y permita a los niños hacer las parejas. Interactúe con ellos y hable acerca del juego y porque hacemos parejas de cartas que son idénticas. Luego pida que los niños se sienten en el suelo formando un círculo. Tenga en una caja con anticipación unas manos grandes. Saque las manos de la caja de cartón o funda y pregunte: Qué significan estas manos? Les recuerda algo o a alguien? Bueno, tengo que decir que yo conozco la historia de dos niños gemelos que saben el significado de estas manos. (Saque las ilustraciones que representen estos personajes) La Biblia dice que nosotros estamos en las manos de Dios desde antes de nacer. Estos gemelos estaban en las manos de Dios (ponga las ilustraciones de los gemelos en las manos grandes). Pero veamos la historia 4

2 Historia Utilice el franelografo. Acomode las escenas como se muestra. 1) Estos son los descendientes de Isaac, el hijo de Abraham. 4) Los bebés peleaban dentro de su vientre y Rebeca se preguntó: «Por qué me está pasando esto a mí?», así que consultó al SEÑOR. 2) Isaac tenía cuarenta años de edad cuando se casó con Rebeca, la hija de Betuel el arameo de Padán Aram, y hermana de Labán el arameo. 5) El SEÑOR le respondió: «Tienes a dos naciones dentro de tu vientre. Van a nacer de ti los líderes de dos familias y serán separados. Uno de tus hijos va a ser más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor». 3) La esposa de Isaac no podía tener hijos, entonces él oró al SEÑOR por ella. El SEÑOR escuchó sus oraciones y Rebeca quedó embarazada. 6) Cuando llegó el momento, Rebeca tuvo mellizos. El primer bebé nació rojo. Tenía la piel peluda como un abrigo. Por esta razón lo llamaron Esaú. Después nació su hermano que estaba agarrado al talón de Esaú. Por esta razón lo llamaron Jacob. Isaac tenía 60 años de edad cuando ellos nacieron. 5

3 7) Los niños crecieron. Esaú se convirtió en un experto cazador y le gustaba mucho estar afuera en el campo. 10) pero Rebeca prefería a Jacob.. 8) Pero Jacob era un hombre muy callado que prefería quedarse en el campamento. Aplicación Te imaginas como se pudieron sentir Isaac y Rebeca cuando Dios respondió sus oraciones. Al igual que ellos podemos tener seguridad que si oramos Dios escucha lo que decimos y de acuerdo a su plan para nuestra vida El responderá. 9) Isaac prefería a Esaú porque le gustaba comer los animales que él cazaba, Y aún cuando eran dos hijos los que tendría Rebeca supo desde antes que nacieran que Dios los tenía en sus manos. Me pregunto si es bueno estar en las manos de Dios. Qué piensan ustedes? Espere respuestas. Cómo se siente una persona que sabe que está en las manos de Dios? (seguro, protegido, bien, amado, etcétera, pero a veces nos causa miedo si no estamos bien con Dios). Quieren estar en las manos de Dios? Yo, sí. Y la Biblia asegura que podemos estar seguros. Vamos a ver lo que dice en Salmo 31:14-15ª 6

4 Manualidad SUGERENCIA 1 Con los moldes de muñecos hacer a los dos personajes, luego los chicos podrán pegarle peluche o lana al cuerpo de Esaú para diferenciarlo del de Jacob SUGERENCIA 2 Imprima los moldes, recorte y pegue sobre el cartón del rollo de papel higiénico y forme los personajes de Jacob y Esau. SUGERENCIA 3 Pinte alguna de las hojas para pintar alusivas al tema. 7

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8 Jacob y Esaú Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios.» Mi vida entera está en tus manos Salmo 31:14-15a

9 Jacob y Esaú Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios.» Mi vida entera está en tus manos Salmo 31:14-15a