Grietas de la dominación capitalista: unas tesis sobre la Revolución

Transcripción

1 Grietas de la dominación capitalista: unas tesis sobre la Revolución John Holloway Instituto de Investigaciones Sociales BUAP 1. Qué bueno que estamos hablando de revolución! Porque es obvio que el problema principal que enfrenta la humanidad es la abolición del capitalismo y la creación de otro tipo de organización social. La existencia del capital es un ataque contra la humanidad, un ataque de tanta ferocidad que no solamente crea condiciones intolerables en todo el mundo sino que amenaza con la destrucción total de la vida humana. Tenemos que hablar de revolución como precondición para hablar de la supervivencia de la humanidad. 2. Pero dónde empezar hablar de revolución? El punto de partida no puede ser el partido, entre cosas porque no existe un partido revolucionario con la más remota posibilidad de tomar el poder en México ni en la gran mayoría de los países. 3. No, el punto de partida somos nosotros, nuestra insubordinación, nuestro rechazo, nuestra rebeldía, nuestro Ya basta! Por eso estamos aquí. (No es simplemente un ejercicio académico sino queremos expresar nuestro rechazo a la sociedad actual.) 4. En nuestra insubordinación hay un impulso revolucionario, un empuje en contra de la determinación ajena y hacia la autodeterminación social. El impulso va en

2 contra y más allá: no al capitalismo y hacia la creación de otra sociedad. Nuestro problema es cómo hacer explícito este empuje revolucionario y cómo desarrollarlo hasta la abolición total de la determinación ajena y la plena realización de la autodeterminación social, es decir, cómo abolir el capitalismo y crear el comunismo. Por comunismo entiendo una sociedad basada en la autodeterminación social. 5. La insubordinación es negarse a obedecer ( No, no vamos a subordinar nuestras vidas a los requerimientos del capital ), una negación que crea grietas en el tejido de la dominación. En los mejores casos, estas negociaciones son al mismo tiempo creaciones, espacios o momentos que van en contra y más allá del capitalismo, dignidades (si por la dignidad entendemos la unidad de la negociación creación). Estas grietas o dignidades son de todos los tamaños, desde la revuelta personal hasta la grieta que es la Selva Lacandona en este momento. 6. Hasta aquí probablemente estamos más o menos de acuerdo. Lo dicho hasta aquí es simplemente una reformulación de la teoría revolucionaria clásica, salvo que la teoría clásica leninista concibe estas grietas en términos de Estados y entiende la creación de las grietas en términos de la conquista del poder estatal. El Estado no es una totalidad, como asume mucho de la discusión, no es un todo cerrado, cada Estado con su sociedad; es nada más un fragmento, uno de los muchos Estados que mantienen el orden en la sociedad mundial. Cualquier discusión de la forma adecuada de pensar la revolución tiene que tomar esto en cuenta. En el caso de Cuba, por ejemplo, no tiene sentido decir que es una sociedad comunista (porque no hay comunismo en un país), pero sí uno podría decir que es una insubordinación importante, una grieta significativa en la dominación capitalista. Una grieta entre muchas otras, porque no existe ninguna razón para limitar el concepto de grieta a los Estados, y existen muchas razones para decir que es mejor no concebir las grietas en términos de Estados. Por ejemplo:

3 a. El Estado es una forma específica de organización y de comportamiento desarrollada históricamente con el propósito de excluir a la gente de la posibilidad de determinar sus propias vidas. Nuestra insubordinación es un empuje hacia la autodeterminación social y esto implica el desarrollo de formas distintas de organización y comportamiento, como los consejos o las asambleas, que tienen como meta la articulación real de la lucha como proceso de autodeterminación social. La alternativa al Estado como forma de organización, la alternativa ahora y en toda la historia del movimiento revolucionario es el consejo, la comuna, la asamblea formas de organización que incluyen y que finalmente son incompatibles con el Estado. En cualquier revolución estadocéntrica hay un conflicto inevitable entre las fuerzas que quieren retener las formas estatales de organización, las formas de exclusión, formas de actuar para el beneficio de la sociedad, por un lado, y las fuerzas que empujan hacia la autodeterminación por otro lado. En el caso de la revolución rusa, este conflicto se manifiesta en Kronstadt y la supresión de los consejos obreros, pero en otros casos el mismo conflicto toma otras formas tal vez menos dramáticas. b. El Estado como forma de organización impone en nuestra insubordinación una temporalidad de esperar: esperar hasta la próxima elección, esperar hasta que construyamos el partido o el ejército revolucionario que pueda tomar el control del Estado, sobre todo esperar hasta que tomemos el poder para crear otro tipo de sociedad. Pero la intensidad del ataque del capital en contra de la humanidad es tal que ya no podemos esperar. La revolución es aquí y ahora o no es. Pensar en la revolución en términos de la toma del poder estatal crea un pivote temporal con un antes y un después: primero nos organizamos para la toma del poder, después podemos crear otras relaciones sociales. Es un concepto que separa el contra en el tiempo del más allá. El gran problema con eso es que, por un lado, no hay ninguna neutralidad: si no estamos creando otro tipo de relaciones sociales, estamos creando el capitalismo, es decir, fortaleciendo

4 el enemigo; y, por otro lado, imponer una separación entre el contra y el más allá es ir en contra del movimiento de la rebeldía, que niega y crea al mismo tiempo. Tenemos que ir más allá del capital desde ahora, con todos los problemas que eso implica. 7. Actualmente, los movimientos de insubordinación están divididos. Mientras que muchos siguen centrando sus esfuerzos para crear un mundo mejor en el Estado y la conquista del poder estatal, cada vez más movimientos ven el desarrollo de su insubordinación en términos de extender las grietas de una manera que no tiene al Estado como punto de referencia central. Inevitablemente hay una tensión entre estos dos enfoques, pero es importante ver que estas tensiones son tensiones dentro de un movimiento, en la medida en que todos queremos abolir el capitalismo y crear un mundo mejor. 8. Decir que la revolución no va por el Estado no resuelve los problemas. En la discusión de los últimos tres años, nada me ha convencido que va por el Estado. Pero sí hay dificultades reales en concebir una revolución no estadocéntrica. Optar por el camino no estadocéntrico es una apuesta, una apuesta basada en la razón, una apuesta sostenida por el movimiento actual de la rebeldía, pero no es una certeza. No sabemos si todavía hay posibilidad de abolir el capitalismo. Cómo podemos pensar en la creación, expansión y multiplicación de las grietas si no las enfocamos en el Estado? Las grietas son de muchos tamaños diferentes. Su esencia es la lucha por la dignidad, es decir la lucha por negar-y-crear, de negar el mando del capital y crear relaciones sociales alternativas, otras formas de hacer, la lucha por negar el podersobre del capital y por desarrollar, social y conscientemente,

5 nuestro poder-hacer. El mundo está lleno de estas dignidades, de grietas que se van extendiendo. Las podemos concebir en dimensiones distintas: a. Como grietas en el espacio: territorios en los cuales la gente dice: no aceptamos el mando del capital aquí, aquí vamos a moldear la sociedad como nosotros consideramos adecuado. Espacios de este tipo pueden ser pequeños (como un centro social o un café alternativo) o grandes (como la región zapatista de Chiapas) b. Como grietas en el tiempo: En este momento, en este evento, el capital no manda, nosotros vamos a decidir, nosotros vamos a moldear las relaciones sociales, nosotros vamos a hacer lo que consideramos necesario o deseable. Esto implica un asalto contra el tiempo mismo, un disparar contra relojes, un intento de llegar a este momento de plenitud en que el tiempo se quede parado. Nos plantea el desafío de crear otro mundo en que la intensidad y no la duración es el centro. Grietas de este tipo se pueden ver en eventos anticapitalistas de todo tipo y en erupciones de actividad revolucionaria como el argentinazo del 19/20 de diciembre de 2001 o las revueltas recientes en Bolivia. Entender estos momentos como grietas en la dominación capitalista subraya que su significado depende de su intensidad y no solamente de su duración. c. Como grietas relacionadas con ciertas actividades o recursos: en este aspecto de nuestra actividad o relaciones sociales, no vamos a aceptar el dominio de capital: vamos a crear y organizarnos como nosotros consideramos conveniente. Ejemplos de este tipo de grieta serían la lucha en todo el mundo contra la privatización del agua y de los recursos básicos (como la guerra por el agua y por la vida en Cochabamba), o las luchas contra la subordinación de la salud al capital, o la lucha contra la imposición de la propiedad privada en el software o la música. En todos estos casos, la grieta es un empuje que va contra y más allá de las relaciones sociales capitalistas aquí y ahora. 9. El empuje contra y más allá del capital existe en todas partes y, como resultado, la dominación capitalista está mucho más agrietada y frágil que lo

6 que parece ser. Las fisuras o contradicciones de la dominación capitalista reflejan nuestras luchas en una forma distorsionada o fetichizada. Grietas importantes en la dominación actual incluyen: a. El crecimiento constante del crédito/deuda: nuestra negación de volvernos máquinas tiene como consecuencia que el capital depende por su reproducción de una expansión constante de la deuda; esto se refleja en la inestabilidad monetaria crónica. b. La crisis del Estado y de la democracia representativa: por todos lados hay una crisis de la democracia representativa y de los partidos, ya que se vuelve cada vez más difícil reconciliar la ficción del control popular con la realidad del control capitalista. c. La crisis del empleo: en todo el mundo hay una crisis del empleo, de lo que antes era el mecanismo más efectivo para subordinar los trabajadores al capital. Esto se expresa en el crecimiento del desempleo y del empleo precario. d. La crisis de la propiedad (y de la mercantilización): el capital está tratando de extender su concepto de propiedad a más y más áreas nuevas especialmente a través del concepto de propiedad intelectual y esto provoca una resistencia cada vez más generalizada (software, música, pero también tierra y casas). 10. Cómo enfocar nuestras insubordinaciones, nuestras grietas de tal forma que golpeemos el capital en sus puntos frágiles, en sus fisuras? No tengo una respuesta, pero sí me parece que es importante tratar de acentuar y no de resolver estas contradicciones. Esto es lo que ya está pasando en muchas luchas. Por ejemplo: a. Más que buscar una reducción en el desempleo, deberíamos concentrarnos en el intento de desarrollar actividades dignas más allá de la relación capitalista, como lo hacen los zapatistas y muchos grupos en todo el mundo.

7 b. Más que pedir un sistema electoral más justo, deberíamos desarrollar formas de democracia directa, como lo hacen los zapatistas y muchos grupos en todo el mundo. c. Más que buscar una distribución más justa de la riqueza, deberíamos apoyar los muchos movimientos que manifiestan su falta de respecto para la propiedad y las luchas para crear relaciones no mercantiles, como en el caso de las ocupaciones de tierra en Brasil y como en muchas luchas alrededor de la nueva tecnología. 11. El mundo está lleno de grietas en la dominación, de gente que rechaza la dominación ajena y empujan hacia la creación de otras relaciones sociales. La revolución, lejos de ser un proyecto para el futuro lejano, es parte de la vida cotidiana, aquí y ahora, con todos sus problemas e incertezas y preguntas.