NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN

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1 Pontifical 1 de mayo Himno Coronación NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN Monición de entrada Antífona de entrada (Is. 66, 13) Como uno a quien su madre consuela, así yo os consolaré. 1 Documento descargado desde

2 Señor ten piedad Gloria Misa Oratoriana J. A. Pedrosa Gloria Popular armonizado Oración colecta Señor, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, que manifestaste tu bondad enviándonos a tu Hijo, el Salvador: Haz que cuantos veneramos a María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con el título glorioso de virgen de Consolación, alcancemos, por sus ruegos, la consolación eterna que nos prometió tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. PRIMERA LECTURA Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, a. 10ab Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas. Apareció otra señal en el cielo: Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera. 2

3 Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios. Se oyó una gran voz en el cielo: - «Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.» Palabra de Dios. Salmo Salmo 118, 76 Que tu bondad nos consuele, Señor SALMO RESPONSORIAL Que tu bondad nos consuele, Señor (Sal. 118, 76) R/ Que tu bondad nos consuele, Señor Recuerda la palabra que diste a tu siervo, de la que hiciste mi esperanza; éste es mi consuelo en la aflicción: que tu promesa me da vida. R/ Reconozco, Señor, que tus Mandamientos son justos; que con razón me hiciste sufrir. Que tu bondad me consuele según la promesa hecha a tu siervo. R/ Me asaltan angustias y aprietos; tus Mandatos son mi delicia. La justicia de tus preceptos es eterna; dame inteligencia y tendré vida. R/ SEGUNDA LECTURA (2 Cor. 1, ) 3

4 Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-27a Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies. Aleluya, Aleluya. Yo te alabo, Señor, porque me has consolado. Aleluya. Palabra de Dios. Aleluya Yo te alabo Señor porque me has consolado EVANGELIO (Luc. 1, 39-48) El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes U Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,

5 En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: - «Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» María dijo: - «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra del Señor. HOMILÍA 5

6 CREDO Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación, bajó del cielo; y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo la iglesia, 6

7 que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén. El Sr. Arzobispo dice: ORACIÓN UNIVERSAL Al celebrar, hermanos, en recuerdo de su Coronación, a nuestra Madre de Consolación, que dio al mundo a Cristo el Salvador, invoquemos humildemente a nuestro Dios y Señor. Por la Iglesia de Dios, por el Papa Francisco, por nuestro arzobispo Juan José y su obispo auxiliar Santiago, por los Sacerdotes y Diáconos, y por aquellos que en la Iglesia trabajan para que llegue a todos el evangelio. Roguemos al Señor. 7

8 Por los que dirigen las naciones, por nuestros gobernantes y por todos los que trabajan por la Justicia, la Paz y el bien común; para que todos los hombres puedan disfrutar de ellos con plenitud. Roguemos al Señor. Por el pueblo de Utrera y sus dirigentes, por nuestras Parroquias, grupos, hermandades, asociaciones y comunidades parroquiales, para que Nuestra Señora de Consolación nos proteja y como Ella lleguemos a entender y asumir la invitación que Jesús nos hace al servicio a los demás. Roguemos al Señor. Por los enfermos, los que sufren a causa de las guerras, las injusticias, o cualquier tipo de carencia o marginación para que el amor a la Santísima Virgen suponga un consuelo para sus almas y un alivio para sus males. Roguemos al Señor. Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, para que nuestro pueblo sea cuna de buenos y santos sacerdotes y en él siempre se pueda predicar la Palabra de Dios y administrar los Sacramentos con libertad. Roguemos al Señor. Por las madres, para que, como María, fomenten en sus hogares la convivencia, el amor, la santidad y el conocimiento de Dios. Roguemos al Señor. Por las camareras de nuestra Señora de Consolación y las de todas las imágenes de María de nuestra ciudad, para que el celo y el amor con que atienden a su cuidado nos hagan ver la belleza que el corazón de la Madre de Dios atesora. Roguemos al Señor. Por las familias, para que María Santísima, Consuelo de todos los hombres, nos ayude a mantener viva la luz de la 8

9 Fe y ser testigos comprometidos del AMOR que Jesús nos tiene. Roguemos al Señor. Para que la mediación de la Santísima Virgen haga que todos los difuntos alcancen la felicidad, junto al Padre, en el Reino de los Cielos. Roguemos al Señor. El Sr. Arzobispo dice: Escucha, Señor todopoderoso y eterno, las oraciones de tu pueblo, que venera con amor a su Madre y Patrona: derrama, por su intercesión, sobre nosotros los dones de tu bondad. Por Jesucristo nuestro Señor. LITURGIA EUCARÍSTICA Presentación de las ofrendas ü Acepta, Señor, estas flores que quieren ser: la caridad, el amor al prójimo y las buenas obras; y que esperamos que florezcan en nuestros corazones al amparo del amor que profesamos a la Santísima Virgen de Consolación, madre tuya y madre nuestra. ü Recibe, Señor, estas velas que te presentamos por mediación de la que Tú designaste en la cruz como Madre y consoladora nuestra y con ellas queremos 9

10 ofrecerte nuestra intención de estar siempre vigilantes y ser luz que guíe a otros hacia Ti. ü Acepta estos presentes que nuestra tierra prepara y elabora y haz que no falten en ninguno de nuestros hogares. ü Recibe, Señor, este Pan y este Vino y con ellos recibe nuestros esfuerzos y nuestro trabajo, nuestras alegrías y nuestros sinsabores, nuestras esperanzas y nuestros desengaños y que junto al fruto de la tierra y de la vid, que ahora te ofrecemos, se conviertan en holocausto agradable a tus ojos. ü Acepta, Señor, con agrado, estas ofrendas que ponemos sobre tu altar. Así sea. Ofertorio Pan Divino de Francisco Guerrero Ave Mª de Perosi Ave Mª de Elgar A continuación los diáconos y los acólitos preparan el altar para la comunión. Seguidamente el Sr. Arzobispo hace el rito de la presentación de las ofrendas e inciensa el altar. Después, el Sr. Arzobispo desde el altar dice: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El pueblo responde: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, 10

11 para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. Después el Sr. Arzobispo dice la oración sobre las ofrendas Oración sobre las ofrendas. Al presentarte, Señor, en la conmemoración de la Coronación de la Virgen de Consolación, estas ofrendas, que se convertirán en el Cuerpo y en la Sangre de tu Hijo, Jesucristo, recordamos tu mandato: Consolad, consolad a mi pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Prefacio. Plegaria Eucarística V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios Todopoderoso y eterno. Y, al venerar a Santa María con el título de Virgen de Consolación, agradecemos con Ella tu misericordia, que brilló esplendorosa en la venida de tu Hijo. Por eso, en unión de los coros angélicos, te aclamamos llenos de alegría. 11

12 Santo Misa Oratoriana J. A. Pedrosa Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Santo eres, en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que sean Cuerpo y X Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. 12

13 Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. El Sr. Arzobispo desde el altar dice: Éste es el sacramento de nuestra fe. El pueblo responde: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús! Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de tu Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. 13

14 El primer celebrante Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda. El segundo celebrante Te pedimos, Padre, que esta víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa Francisco, a nuestro Obispo Juan José y su obispo auxiliar Santiago, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. V/: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, 14

15 todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. R/: Amén. El Sr. Arzobispo: Rito de la comunión Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Y junto con el pueblo añade: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. El Sr. Arzobispo: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. 15

16 El pueblo concluye la oración diciendo: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor. El Sr. Arzobispo: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os doy"; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. El pueblo responde: Amén. El Sr. Arzobispo añade: La paz del Señor esté siempre con vosotros. El pueblo responde: Y con tu espíritu. Luego un diácono dice: Daos fraternamente la paz Y todos se dan la paz. Cordero de Dios Misa Oratoriana J. A. Pedrosa 16

17 Luego el Sr. Arzobispo toma el pan consagrado y lo muestra al pueblo diciendo: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Y, juntamente con el pueblo, añade: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Antífona de comunión (Is. 49, 13) El Señor ha consolado a su pueblo y se ha compadecido de sus pobres. Comunión Domine non sum Dignus de Victoria Ecce Panis de Juan Alfonso Garcìa O Salutaris de Liszt O Salutaris de Perosi Ecce Pannis de Lotti Ave Verum Corpus de Mozart Ave Verum de Elgar Plegaria ACCIÓN DE GRACIAS Oración después de la comunión 17

18 El Sr. Arzobispo: Oremos. Se hace un momento de silencio y prosigue: Hemos recibido, Señor, en la fiesta en que conmemoramos la Coronación de la Virgen de Consolación, el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo: Haz que sepamos transmitir, a los que están en tribulación, el consuelo que nosotros hemos recibido de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. BENDICIÓN FINAL V/ El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. V/ El Dios, que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el fruto bendito del seno de la Virgen María os colme de sus bendiciones. R/ Amén. V/ Que os acompañe siempre la protección de la Virgen, por quien habéis recibido al Autor de la vida. R/ Amén. 18

19 V/ Y a todos vosotros, reunidos hoy para celebrar La Fiesta de Santa María Virgen de Consolación en el cincuentenario de la Coronación Pontificia de su imagen, el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino. R/ Amén. V/ Y la bendición de Dios todopoderoso, Pa X dre, Hi X jo y Espíritu X Santo, descienda sobre vosotros. R/ Amén. Salve Salve Regina popular D/ Podéis ir en paz. R/ Demos gracias a Dios. Salida Consolación de Curro Guerrero 19