CIUDADES SUSTENTABLES 2011

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1 Buenos Aires, 31 de octubre de 2011 CIUDADES SUSTENTABLES 2011 En el año 2011, Fundación Compromiso desarrolló un trabajo territorial en el que más de 1000 representantes de la sociedad civil, del sector público y del empresariado debatieron el concepto de desarrollo sustentable y las competencias de los actores para la producción de políticas públicas en la construcción de ciudades sustentables. Las Jornadas Regionales tuvieron lugar en Rosario, Salta, Mendoza, Misiones, Rio Cuarto, Bariloche y Buenos Aires. El próximo 15 de noviembre, en la ciudad de Buenos Aires, tendrá lugar la XVII Jornada Argentina de Articulación Pública Privada: Ciudades Sustentables 2011, donde, además de integrarse los aportes de las jornadas regionales, se debatirán los ejes de la Conferencia de Naciones Unidas Rio +20, que se desarrollará en Una oportunidad importante para redoblar el compromiso con un desarrollo que nos permita vivir mejor a todos. Más información en: A continuación se presenta un pequeño informe del recorrido territorial desarrollado en la Argentina con los objetivos de: - Promover la convergencia de la Empresa, el Estado y la Sociedad Civil, para la generación de políticas públicas que construyan un desarrollo sustentable con inclusión social. - Contribuir a la visibilidad de experiencias de nuestro país y del contexto regional e internacional respecto de la conformación de las ciudades sustentables. 1) Contexto: el rol de los actores en la construcción del desarrollo sustentable A partir de la segunda década del siglo XX, el crecimiento poblacional en las ciudades se aceleró hasta cobrar niveles alarmantes. En el año 2025 dos terceras partes de la 1

2 población vivirá en ciudades. Este proceso de urbanización trajo aparejadas una fuerte degradación ambiental y una agudización de la pobreza. Las grandes ciudades suelen ser los principales centros de actividad económica, pero también fuente de grandes desequilibrios sociales. A la contaminación del aire, el agua y el suelo se le suman los déficits de servicios básicos. En América Latina y el Caribe, millones de personas viven en ciudades sin acceso a servicios de agua potable y saneamiento básico. El tratamiento de residuos sólidos urbanos es, en general, completamente deficiente y el aumento de basura compromete el ambiente, causa enfermedades y lleva a la muerte a millones de personas. Las plantas de tratamiento de aguas servidas, los vertederos industriales, las industrias contaminantes, los basurales se encuentran ubicados en las comunidades más pobres. A esto se le debe sumar problemas vinculados con el acceso al empleo, la educación, la vivienda y la salud. La inequitativa distribución del impacto ambiental se relaciona con la desigual distribución de la riqueza: ambiente y pobreza se retroalimentan en un círculo negativo, potenciando los conflictos socio ambientales. Los problemas vinculados a la contaminación industrial llegan a ser tan evidentes que el entusiasmo inicial por la radicación de fábricas ha dado paso paulatinamente al rechazo de estos emprendimientos, poniendo en jaque muchas veces a la actividad económica. Las condiciones en las que se encuentran las ciudades llevaron a pensar una nueva forma de planeamiento, de accionar, alrededor del mundo se comenzó a hablar de la sustentabilidad de las ciudades. Una ciudad sustentable es aquella que promueve actividades económicas y patrones de consumo que no dañan el ambiente. Tiende a un aprovechamiento estratégico del suelo con perspectiva de mediano largo plazo, garantizando áreas verdes y espacios deportivos y recreativos. Asegura el acceso al empleo decente y a viviendas dignas, con servicios de agua y saneamiento de calidad, así como a buenos servicios de salud y de educación, con niveles aceptables de seguridad ciudadana. El desarrollo sustentable es una responsabilidad compartida entre diferentes sectores de la sociedad, a fin de hacer converger, de una manera positiva, la actividad productiva, el desarrollo social y el impacto ambiental en pos de una mejor calidad de vida para las actuales y futuras generaciones. De esta forma, el concepto de sustentabilidad combina tres dimensiones: la dimensión productiva, la dimensión social y la dimensión ambiental. Si lo pensamos como un 2

3 triángulo, éste está en constante tensión, procurando generar un equilibrio entre la eficiencia económica, el cuidado ambiental y el impacto social. Es este equilibrio el que nos permitirá pensar en largo plazo, en el futuro de las ciudades y en el futuro de las próximas generaciones. Cómo lograr el equilibrio? Cómo recorrer el camino hacia la sustentabilidad? La respuesta a estas preguntas es la articulación público-privada, es decir, la coordinación y articulación de esfuerzos entre el Estado en sus diferentes niveles nacional, provincial y municipal, el sector empresarial y las organizaciones de la sociedad civil en pos de construir estrategias de desarrollo que lleven a una mejor calidad de vida. La calidad de las políticas públicas en general y dirigidas al desarrollo sustentable, en particular, va a depender de la calidad de los procesos de articulación público-privada. Es imprescindible profundizar la interacción entre el Estado, la sociedad civil y el mundo empresario. Estos procesos de articulación de actores plantean tres desafíos: el primero es la construcción de confianza, el segundo es la superación de las asimetrías, económicas y de acceso a la información y el tercero es la construcción de capacidades que permitan la convergencia de acuerdos cuando existen intereses contrapuestos. Esto lleva a que los distintos actores redefinan sus roles con respecto al desarrollo sustentable. En primer lugar, proponemos recuperar la política como camino para definir el rumbo y sostener el desarrollo de cualquier territorio. La política no es cosa exclusiva de los políticos, es patrimonio de todos. Los procesos de articulación público privada para la producción de políticas públicas son procesos políticos. Tienen una dimensión técnica, metodológica, pero son fundamentalmente procesos políticos y sus resultados son resultados políticos. Respecto al Estado, es necesario fortalecer su liderazgo y centralidad en la planificación del desarrollo sustentable. Sin embargo, hoy no puede afrontar los desafíos del desarrollo sustentable en soledad. Es importante generar desde el Estado los dispositivos y lazos con los diferentes actores sociales y políticos que legítimamente pueden aportar a la calidad de las políticas públicas, tanto en su diseño, implementación y evaluación. Por otro lado, la rentabilidad no es el objetivo exclusivo de las empresas. Para que exista un compromiso con el desarrollo sustentable se debe poner en valor y darle 3

4 contenido a la responsabilidad social empresaria (RSE). La RSE debe ser el compromiso de las empresas con el desarrollo sustentable de su territorio. Respecto a las organizaciones de la sociedad civil no deben ser consideradas un camino alternativo al Estado en la aplicación de las políticas sociales ni complemento del mercado en aquellos territorios donde al mercado no le interesa llegar. Las ONGs debemos repensar nuestro rol a la luz del nuevo contexto mundial. En este nuevo desafío las organizaciones deben jugar un papel de promotor y facilitador de la articulación de los diferentes actores que deben participar activamente en el desarrollo sustentable de nuestros territorios y ciudades. Finalmente, este proceso necesita del acompañamiento activo de la academia, fundamentalmente que las universidades pongan el conocimiento al servicio del desarrollo sustentable en sintonía con las necesidades y demandas de la sociedad. Para que la articulación público-privada se dirija eficientemente hacia el desarrollo sustentable, se debe bajar el concepto de sustentabilidad al territorio, ya que son los procesos de sustentabilidad local los que están desempeñando un papel cada vez más importante en el logro de objetivos globales. Cada territorio es único, la forma que tomen los actores, la forma en que se relacionen y la dinámica de las variables productivas, sociales y ambientales las tres puntas del triángulo dependerá del contexto social, histórico y político. Es así que cada ciudad debe darle su identidad al proyecto; utilizar el conocimiento y las experiencias comunes y compartidas para conjugar esas variables y los actores de forma concreta y en relación a su realidad local. 2) Metodología y actividades desarrolladas Durante 2010 Fundación Compromiso inició una línea de trabajo territorial que permitió analizar los procesos de constitución, desarrollo y sostenibilidad de experiencias de Articulación Público-Privada y evaluar su impacto en la generación de desarrollo local sustentable con inclusión social. Es en la profundización de dicho análisis que, a lo largo del año 2011, tomamos este espacio para abordar la temática de las Ciudades Sustentables. Para ello, se realizaron seis Jornadas Regionales a lo largo y ancho del territorio argentino (Salta, Misiones, Rosario, Rio Cuarto, Bariloche, Mendoza) y un Seminario de Desarrollo Sustentable y RSE en la ciudad de Buenos Aires. 4

5 Nuestro trabajo territorial tiene como objetivo profundizar el diálogo y habilitar nuevos espacios de participación para autoridades, tomadores de decisiones, expertos internacionales y ciudadanos sobre el desarrollo y monitoreo de políticas orientadas a conocer el «estado del arte» de la sostenibilidad en nuestras ciudades, a poner en común lo hecho y lo no hecho, los alcances, las limitaciones y los desafíos; y generar un proceso de construcción colectiva que culminará en la Jornada Nacional a desarrollarse el próximo 15 de noviembre. En consonancia con la misión de Fundación Compromiso, los participantes de las Jornadas y del Seminario alcanzaron un total de más de 1000 personas, de los cuales 380 provenían del sector empresario, 250 del sector público y 400 de las organizaciones de sociedad civil. Asimismo, estas organizaciones públicas y privadas se nuclearon bajo una diversidad de áreas relacionadas con el ambiente (uso de suelo, gestión de residuos, etc.), la educación, la salud, el empleo, la planificación, la vivienda, el marketing, la comunicación y los derechos humanos. En cada Jornada se organizaron dos momentos principales: El primer momento, de carácter expositivo, consistió en un panel de expertos en el que especialistas presentaban su visión acerca de distintos aspectos de la sustentabilidad, entre ellos, la planificación territorial, el diseño urbano y las ciudades que queremos para el futuro, el rol de las organizaciones sociales, los empresarios y el Estado en el camino hacia la sustentabilidad y la articulación de estos actores, y un panel de casos donde representantes del sector público, organizaciones locales e internacionales, empresas y academia presentaron casos exitosos de articulación público-privada hacia el desarrollo de ciudades sustentables. (consultar los programas de las Jornadas Regionales en: El segundo momento, de carácter participativo, se centró en el trabajo de Mesas de Diálogo y Construcción Colectiva. Se desarrollaron tres actividades: la construcción grupal de una definición de sustentabilidad, la determinación y priorización de los principales problemas del territorio que deberían ser abordados desde la política pública y un juego de roles alrededor de un conflicto socio-ambiental. 5

6 3) Algunas conclusiones Existe una preocupación y un deseo de que el desarrollo sustentable sea un asunto público. De esta forma, surge como un desafío la concientización de la ciudadanía en este aspecto. También es importe trabajar en las formas de incidencia en la política pública que cada sector puede lograr. Es necesario comprender que todos y cada uno de los actores pueden contribuir en la construcción de la sustentabilidad. A su vez, existe un consenso entre los participantes respecto al concepto de desarrollo sustentable: implica responsabilidad, equidad, inclusión y equilibrio, debe tener en cuenta necesidades colectivas y particulares, debe desarrollar un compromiso con la preservación de los recursos y el ambiente y debe beneficiar a las actuales y futuras generaciones. A la hora de señalar los problemas prioritarios del territorio, existen algunos problemas comunes a resolver en una primera instancia (si bien cada región definió problemas particulares): 1. En primer lugar, los distintos grupos señalaron la existencia de marcos normativos inadecuados, antiguos e ineficientes para enfrentar los problemas que obstaculizan el desarrollo sustentable. 2. En todas las regiones existe una creciente preocupación por el manejo inadecuado de los recursos forestales, hídricos y energéticos. 3. Finalmente, se observó que, para abordar estas temáticas, se necesita una distribución equitativa de los servicios sociales y una gestión urbana del territorio que tenga como foco el desarrollo sustentable. Respecto a la gestión de conflictos socio-ambientales, se reconocieron obstáculos que se interponen en el planteo de soluciones viables. Estos radican principalmente en los intereses contrapuestos del Estado, los empresarios y las organizaciones de la sociedad civil. Por un lado, las empresas, que generalmente son las señaladas por causar contaminación, se sienten sancionadas y desprestigiadas, lo que genera la oposición activa a cualquier tipo de solución. La sociedad civil desconfía del discurso de las empresas y, junto con ellas, responsabilizan al Estado por no encontrar una solución viable. Por otro lado, el Estado impone obstáculos burocráticos que dificultan la presentación de la problemática y su solución. 6

7 En este marco se identificó una falta de competencias de los actores (en los tres sectores) para: - Identificar, precisar y analizar problemas comunes (planificación situacional / diagnóstico) - Favorecer la definición de rumbos compartidos (estrategias) - Identificar oportunidades para la creación de valor público en situaciones no tradicionales (innovación) 4) Algunos desafíos planteados A partir del desarrollo de las Jornadas, los participantes se concientizaron e incorporaron el concepto de desarrollo sustentable y comenzaron a definir un camino crítico para transitar la brecha desde la planificación territorial tradicional a una que concilie la inclusión social, el equilibrio ambiental territorial y el impulso productivo. Quedó de manifiesto que: - la sustentabilidad no es una opción, sino un camino que no tiene retorno; - el objetivo principal es generar valor público; - todos los países y sus componentes locales tendrán que pensar y buscar soluciones propias para atender a esta cuestión; - es necesario redefinir y redirigir la política pública hacia el desarrollo sustentable con una mirada de mediano y largo plazo; incluyendo la participación de todos los actores; Para ello se necesita: a) un gobierno efectivo y transparente que trabaje junto con una ciudadanía informada y participativa; b) nuevas instituciones y formas de planificar políticas públicas en red, espacios multidisciplinarios, multiactorales y multisectoriales; c) la construcción de indicadores concretos que nos permitan saber desde dónde partimos y que nos permitan producir metas y objetivos mensurables de hacia dónde vamos; y d) abordar el tema de la sustentabilidad desde una escala territorial. 7

8 Tomando en cuenta la información que se generó en las Jornadas Regionales y el Seminario de Desarrollo Sustentable, reconocemos que la sustentabilidad y su desarrollo en las ciudades deben asumir un carácter particular en cada país, región, ciudad, pueblo y comunidad, no extrapolar modelos y experiencias sin antes realizar una reflexión crítica de los mismos. Esta experiencia de reflexión a través de las diferentes regiones y junto a actores diversos, sumada a la Jornada Nacional a realizarse el 15 de noviembre próximo, constituyen un aporte a la discusión que se realizará en Río+20, ya que pone en valor la visión que cada territorio tiene con respecto al desarrollo de ciudades sustentables; sus problemas y desafíos. Fundación Compromiso, octubre