Rosario H. Pérez Espejo Thalia Hernández Amezcua Hilda R. Dávila Ibáñez

Transcripción

1 Capítulo 4 Uso del agua para la alimentación Rosario H. Pérez Espejo Thalia Hernández Amezcua Hilda R. Dávila Ibáñez Resumen El capítulo considera cómo el sector agropecuario hace uso del agua para la alimentación mexicana. Parte de una revisión de las condiciones geográficas, sociales y políticas bajo las que produce el campo mexicano enfatizando su heterogeneidad y la presencia de una huella hídrica externa debido a la importación de productos agrícolas, los cereales son los productos que contienen la mayor cantidad de agua virtual que importa México y aunque, por una parte, se ahorra agua, se reduce la pérdida de suelo y la contaminación del agua por un menor empleo de agroquímicos; por la otra, se pierde soberanía y seguridad alimentaria. Las actividades agropecuarias son las principales usuarias de los recursos agua y suelo y la causa más importante de su deterioro, en su conjunto utiliza 78% del agua extraída: 76% la agricultura y 2% la ganadería. A pesar de la importancia de las áreas de riego, la producción de alimentos básicos en México, maíz, frijol y trigo, depende en gran medida de las zonas de temporal. Se encontró que solamente ocho estados aportan a la producción agrícola nacional un porcentaje mayor al agua que tienen concesionada para uso agrícola y el resto de las entidades federativas se apropian de un porcentaje mayor del recurso con respecto a lo que participan de producto agrícola nacional. Agricultura, agroindustria y el uso del agua En México, el sector agropecuario es extremadamente heterogéneo y contrastante; constituye un importante reducto de pobreza extrema que expulsa población hacia las zonas periurbanas del país y al exterior. El promedio de edad de la población rural rebasa los 52 años y un número cada vez mayor de [51]

2 marco de los vínculos entre gestión del agua, política alimentaria y bienestar público unidades productivas están en manos de mujeres (Procuraduría Agraria, 2011). Las actividades agropecuarias son las principales usuarias de los recursos agua y suelo y la causa más importante de su deterioro. De las casi 200 millones de hectáreas (Mha) que tiene el país, 30 millones tienen potencial agrícola, sin embargo, la superficie sembrada ha variado en los últimos 10 años entre 20 y 23 Mha (Conagua, 2012). En 2010 la superficie sembrada fue de casi 22 Mha y la cosechada de 20 (SIAP, 2012a). La ganadería ocupa la mayoría del territorio nacional, alrededor de 112 Mha. El sector agropecuario en su conjunto utiliza 78% del agua extraída: 76% la agricultura y 2% la ganadería. Si a este sector se le imputara el agua que consumen los cultivos que van a la alimentación animal su consumo de agua sería mucho mayor. A pesar de los enormes recursos naturales de los que hace uso el sector agropecuario, sólo aporta 3.2% del producto interno bruto (PIB), sin embargo, genera empleo para 18.3% de la población económicamente activa (pea) (alrededor de seis millones de personas) de los cuales depende aproximadamente un cuarto de la población total. Por la magnitud de su superficie de riego, México ocupa el sexto lugar mundial con 6.46 Mha, de las cuales 54% corresponde a 85 distritos de riego y el resto a más de 39 mil pequeñas unidades de riego para el desarrollo rural (Urderal) de éstas se tiene poca información, 33.8% del agua concesionada para uso agrícola, acuacultura, pecuario, múltiple y otros, es de origen subterráneo y la eficiencia del uso del agua en la agricultura es de 46% (Conagua, 2012). En 2010, la superficie sembrada en temporal fue de 16.2 Mha y la cosechada de 14.6; en riego estas cifras fueron 5.6 y 5.5 Mha respectivamente. Los riesgos asociados a los cambios en el clima y a eventos hidroclimáticos extremos ocasionaron que 10% de la superficie de temporal y 3% de riego no se cosechara. A pesar de la importancia de las áreas de riego, la producción de alimentos básicos en México maíz, frijol y trigo depende en gran medida de las zonas de temporal. En 2010 se produjeron 13.6 millones de toneladas (Mton) en áreas de temporal y 14.5 en riego, esto último en una superficie que equivale el 30% de la superficie de temporal. Esos tres cultivos básicos ocupan 50% de la superficie de temporal (8.1 Mha) y 40% (2.2 Mha) de riego. Los principales cultivos en el año agrícola fueron el maíz y el trigo, representando 45.6% de la superficie cultivada, 23.5% de la producción en toneladas y 36.4% del valor de producción. Poco más del 25% de las superficies de temporal y de riego se dedica a cultivos para la alimentación animal; en 52

3 uso del agua para la alimentación temporal pastos cultivados (2 Mha), sorgo grano (1.3 Mha) y avena forrajera (0.7 Mha). México es de los pocos países donde el sorgo se siembra en riego y la alfalfa en zonas áridas y semiáridas donde los acuíferos están sobreexplotados; además, es un importante consumidor de maíz (Gráfica 4.1), el cuarto productor mundial y un importador neto de maíz amarillo, alrededor de 5 millones de toneladas anuales (Sagarpa, 2011) para uso pecuario. La producción interna de maíz blanco para consumo humano cubre casi por completo la demanda. Gráfica 4.1 Consumo promedio de alimentos por habitante Fuente: FAO, Las características geográficas, climáticas, hidrológicas y sociodemográficas se reflejan en una distribución desigual en la producción agrícola en cada una de las entidades federativas. Si se clasifican por la participación de su PIB agrícola en el PIB total de la entidad, se encuentran tres categorías: las entidades que tienen un PIB agrícola mayor a la media nacional (4%), las que se encuentran alrededor de la media y las entidades con menor producto agrícola que la media 53

4 marco de los vínculos entre gestión del agua, política alimentaria y bienestar público nacional. En el mapa 2 se puede observar que no existe una coincidencia con mayor precipitación y por lo tanto agua renovable, así los estados con mayor producción agrícola relativa son Michoacán (10%), Nayarit (8%), Zacatecas (7%), Sinaloa (9%), Durango (8%), Oaxaca (6%), Colima (6%) y Sonora (6%); por otro lado, las entidades con mayor precipitación son las que corresponden a la Zona del Sur y Golfo Centro. Si se elabora un coeficiente en donde se estime el costo de la producción agrícola en términos de su uso del agua, mediante la resta de la participación en PIB agrícola y el porcentaje de agua concesionada por entidad con respecto al total nacional se encuentra que solamente ocho estados aportan a la producción agrícola nacional un porcentaje mayor al agua que tienen concesionada para uso agrícola y éstos son, en orden de importancia: Jalisco, Veracruz Chiapas, Oaxaca, el Estado de México, Michoacán, Tabasco y Guerrero (Mapa 4.1), el resto de las entidades federativas se apropian de un porcentaje mayor del recurso con respecto a lo que participan de producto agrícola nacional. Mapa 4.1 Participación del PIB agropecuario dentro del PIB estatal 2011 Fuente: elaboración propia con datos del INEGI. En la elaboración cartográfica colaboró el Programa Universitario de Estudios Metropolitanos, UAM, con datos del PNUD (2011). 54

5 uso del agua para la alimentación Además del agua empleada en la agricultura y ganadería, la producción de alimentos incluye la que se utiliza en los procesos agroindustriales de transformación y comercialización de los productos primarios agropecuarios y pesqueros. En 2011, la industria de alimentos, bebidas y tabaco representó el 5% del PIB total y millones de pesos PIB total y alimentos, bebidas y tabaco, respectivamente (Sagarpa, 2011). La agroindustria, en su conjunto, aporta el 22% a la industria manufacturera; de este porcentaje corresponde 17% a la industria alimentaria y cerca del 5% a bebidas y tabaco 7 (INEGI, 2012). El sector agroindustrial (división de alimentos procesados y bebidas) está formada por 12 ramas: 1) carnes y lácteos; 2) frutas y legumbres; 3) molienda de trigo; 4) molienda de nixtamal; 5) beneficio y molienda de café; 6) azúcar; 7) aceites y grasas comestibles; 8) alimentos para animales; 9) otros productos alimenticios; 10) bebidas alcohólicas; 11) cerveza y malta y 12) refrescos y aguas gaseosas. Estas ramas a su vez se dividen en 23 clases de actividades. De acuerdo con el IMTA, la industria alimentaria requiere un volumen anual de 435 millones de metros cúbicos (m 3 ) de agua para su operación en las actividades de lavado de materia prima, generación de vapor (precocido y cocimiento), llenado y lavado de envases, agua de enfriamiento y lavado de equipos y pisos. Con este volumen se podría dotar de agua a una población de 6 millones de habitantes (200 litros diarios por persona) durante un año. Las descargas (o huella gris) de la industria alimenticia (185 millones de m 3 de aguas residuales), generan anualmente 200 mil toneladas de DBO5, 151 mil toneladas de sólidos suspendidos totales y 26 mil toneladas de grasas y aceites. Otros contaminantes generados por la agroindustria son los coniformes fecales, la demanda química de oxígeno y las grasas y aceites (IMTA, 2010). La infraestructura industrial de la industria alimenticia requiere un abastecimiento anual de 214 millones de metros cúbicos, de los cuales 33% corresponde a lácteos, 29% a conservas alimenticias, 18% a panadería, 11% a molienda de cereales, 3% a aceites y grasas comestibles, 1% a cárnicos y 1% a confitería y chocolate (IMTA, 2010). Tomando en consideración el ciclo de vida del agua, el hecho de que México importe casi la mitad de su comida, se refleja en una huella hídrica (HH) externa (o agua virtual) de productos agropecuarios. Desde otro ángulo, 86% de la HH de un mexicano (la cantidad de agua que contiene los diversos productos que consume) son productos alimentarios y bebidas, 6% otros productos 55

6 marco de los vínculos entre gestión del agua, política alimentaria y bienestar público agropecuarios (pieles y algodón principalmente), 5% es consumo doméstico y 3% productos industriales (Agroder, 2012). Los cereales son los productos que contienen la mayor cantidad de agua virtual que importa México; las carnes y despojos comestibles el segundo grupo más importantes de agua virtual importada (Arreguín, 2007). La dependencia cada vez mayor de México de la importación de alimentos tiene una doble lectura; por una parte, se ahorra agua, se reduce la pérdida de suelo y la contaminación del agua por un menor empleo de agroquímicos; por la otra, se pierde soberanía y seguridad alimentaria y se es más vulnerable al incremento de precios de los alimentos en el mercado internacional (véanse capítulos 7 y 16 en esta misma obra). Conclusiones En México las actividades agropecuarias son las mayores consumidoras del recurso hídrico El sector rural tiene las peores condiciones de vida del país. Aunque el sector de temporal tiene la mayor superficie cultivada, no tiene la mayor producción, ni en términos físicos, ni en valor. Existe, como en la mayoría de los fenómenos en el país, una desigual distribución de la actividad agropecuaria entre las entidades federativas, que no corresponde con la distribución de la oferta hídrica del país. Los principales productos agrícolas son el maíz, el trigo y el sorgo. Por su parte la industria alimentaria es también una gran consumidora de agua. La importación de productos agrícolas tiene como consecuencia que exista una huella hídrica externa. 56

7 uso del agua para la alimentación Referencias AgroDer (2012), Huella hídrica en México en el contexto de Norteamérica, WWF, México, Agroder, México. Arreguín-Cortés Felipe, López-Pérez Mario, Marengo-Mogollón Humberto, Tejeda- González Carlos (2007), Agua virtual en México, Ingeniería hidráulica en México, vol. XXII, núm. 4, pp , octubre-diciembre de Aserca (2008), La agroindustria en México, Boletín Comercialización, 18/08, diciembre, México. Carabias, J. y Landa R. (2005), Agua, medio ambiente y sociedad. Hacia una gestión integral de los recursos hídricos en México, UNAM/El Colegio de México/Fundación Gonzalo Río Arronte, México. Comisión Nacional del Agua, Conagua (2007), Programa Nacional Hídrico, Semarnat, México. (2010), Estadísticas agrícolas de los distritos de riego: año agrícola , Conagua, México. (2012), Estadísticas del agua en México (edición 2011), México, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Pobreza Porcentaje de la población en pobreza según entidad federativa, 2010 [ coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/medicion/pobreza_2010.es.do], fecha de consulta: 4 de abril de Diario Oficial de la Federación (DOF) (2004), Ley de Aguas Nacionales, Secretaría de Gobernación, 29 de abril de Guerrero, V. (2004), Aportes de la gestión integral del agua, en Cecilia Tortajada, Vicente Guerrero, Ricardo Sandoval (eds.), Hacia una agestión integral del agua en México: retos y alternativas, Centro del Tercer Mundo del Manejo del Agua/Miguel Ángel Porrúa, México, pp IMTA (2010), Agua para la producción de alimentos [ Itemid=106&catid=52:enciclopedia-del-agua&id=180:agua-para-produccion -de-alimentos&option=com_content&view=article], consultado 15 de octubre de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2011), Perspectiva estadística, México, diciembre de (2011), Censos Económicos Panorama censal de los organismos operadores de agua en México: Censos Económicos 2009, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Aguascalientes, Ags. México. 57

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