Aspectos sociales de la migración

Transcripción

1 Aspectos sociales de la migración

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3 Fuga de cerebros en América Latina Çaglar Özden * Banco Mundial Introducción La integración económica global no trata sólo sobre el mayor movimiento de bienes, servicios y capital a través de las fronteras internacionales, sino que también incluye una mayor movilidad de las personas. Sin embargo, a diferencia de los patrones observados durante la segunda mitad del siglo XIX, los flujos migratorios no acompañaron la gran oleada de un flujo internacional de bienes y capital que definieron la ola de integración global en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Existen fuertes indicios de que la corriente cambiará durante el siglo XXI. Se calcula que alrededor de 180 millones de personas (3% de la población mundial) viven en países distintos a aquellos en los que nacieron. Se espera que estas cifras crezcan rápidamente en las próximas décadas. Las tendencias demográficas divergentes entre el Norte y el Sur, los costos de transporte y de las telecomunicaciones cada vez más bajos dificultan de manera creciente la restricción de los flujos migratorios mediante políticas gubernamentales. Como consecuencia, en el futuro cercano los flujos migratorios se encontrarán entre los principales factores para la configuración de nuestro perfil económico, social y cultural. Entre las cuestiones debatidas con más vehemencia se encuentra la migración de personas altamente calificadas y con mayores niveles de escolaridad, conocida como fuga de cerebros, sobre todo de los países en vías de desarrollo a los países desarrollados. La mayoría de los países en vías de desarrollo ya sufre las consecuencias del bajo nivel del capital humano, el cual se ha identificado cada vez más como uno de los principales determinantes del crecimiento económico y del desarrollo. A pesar de la existencia de muchos análisis sobre el impacto de la migración en las economías de los países receptores, los * Este documento es parte del programa de investigación del Banco Mundial sobre Migración internacional y desarrollo. Las posiciones expresadas aquí corresponden al autor y no deben atribuirse al Banco Mundial. 469

4 Fuga de cerebros en América Latina vínculos entre migración y desarrollo económico, particularmente en lo que respecta a la investigación empírica, se descuidaron un poco. En particular, este ha sido el caso de la fuga de cerebros que, irónicamente, ha sido objeto de muchísimo análisis teórico. La razón principal para este descuido ha sido la ausencia de datos sistemáticos y confiables sobre los patrones de migración internacional y las características de los migrantes, tanto a nivel agregado y como a nivel del hogar. Afortunadamente, estos datos están cada vez más disponibles. Por ejemplo, la base de datos de Docquier y Marfouk (2005) presenta la información sobre cifras de migración bilateral más abarcadora hasta el día de hoy. En este documento presentamos el alcance de la fuga de cerebros de los países latinoamericanos. Dado que la inmensa mayoría de la migración de los países de América Central y América del Sur, del Caribe y de México es hacia Estados Unidos, nuestro foco está naturalmente en la migración hacia Estados Unidos y nos basamos fundamentalmente en la información del censo de dicho país. Surgen varios patrones evidentes. Primero, la magnitud de la migración de trabajadores con al menos un diploma universitario es extremamente elevada para muchos países de la región. Esto es especialmente cierto para algunos de los países más pequeños y menos desarrollados, que fracasan en ofrecer oportunidades adecuadas en el mercado de trabajo para los trabajadores con escolaridad. Por ejemplo, desde el año 2000, más de 80 por ciento de los profesionales universitarios procedentes de Haití, Jamaica y Guyana vivían en el extranjero. Como consecuencia, los trabajadores con formación universitaria también están sobrerepresentados entre los migrantes de dichos países, comparados con su participación global en la población nativa. La segunda observación importante es que la mayoría de la gente con formación universitaria que nació en los países de América Latina realmente finalizó sus estudios en Estados Unidos. La mayoría emigró hacia Estados Unidos bien con sus familias cuando eran niños o llegaron siendo adultos jóvenes para obtener la licenciatura u otros diplomas de postgrado y luego se quedaron a trabajar allí. Esta observación tendrá importantes implicaciones para el debate acerca de la fuga de cerebros, ya que no queda claro si deben ser considerados como parte de los flujos de fuga de cerebros. Más aún, si suponemos que las oportunidades y calidad de la educación son superiores en Estados Unidos con respecto a lo que se dispondría en el país de origen, entonces dicha migración es indudablemente benéfica para los migrantes y, con mayor probabilidad, para sus países de origen. En las siguientes secciones analizaremos en detalle las implicaciones. 470

5 Çaglar Özden La última observación se realiza sobre el desempeño de los migrantes en el mercado de trabajo estadounidense, específicamente en la calidad de los empleos que obtienen. En la mayoría de los casos encontramos que los migrantes latinoamericanos que finalizaron su educación en sus países de origen no logran obtener empleos calificados, sobre todo si se compara con los migrantes procedentes de otras partes del mundo como el Este y el Sur de Asia. Presentamos algunas razones para que esto suceda. Entre ellas se encuentra la calidad de la educación y diversos efectos de selección. En la siguiente sección presentamos las fuentes de datos y luego mostramos nuestros resultados. Analizamos varias implicaciones políticas y finalizamos con las conclusiones. Fuente de datos La investigación empírica sobre los temas relacionados con la fuga de cerebros ha sido limitada por la escasez de datos. Una fuente excepcional la constituye el censo estadounidense, que incluye información detallada sobre la situación social y económica de las personas nacidas en el extranjero que viven en Estados Unidos. La información contenida en este documento corresponde a la muestra de uno por ciento del censo del Limitamos nuestro análisis a las personas nacidas en el extranjero que tenían entre 25 y 65 años de edad y que se encontraban ocupadas al momento del censo. 2 Cada observación individual del censo está ponderada de acuerdo con la proporción de observaciones que representa respecto al total de la población de Estados Unidos. Obtuvimos más de 400 mil observaciones en nuestra base de datos, que corresponde a alrededor de 8.5 millones de personas nacidas en los países latinoamericanos. 3 En el censo, cada individuo declara un nivel de escolaridad y 1 Los extractos de las muestras censales se realizaron mediante la utilización de las Series Integradas de Microinformación de Uso Público (IPUMS, por sus siglas en inglés), que es una base de datos administrada por el Minnesota Population Center de la Universidad de Minnesota ( 2 El censo pregunta a los respondientes acerca de su nivel de escolaridad, pero no acerca de dónde la obtuvieron. Sin embargo, conocemos la edad a la cual el inmigrante llegó a Estados Unidos. Así, basados en esta información, denominamos a una persona como educada en Estados Unidos si llegó a este país antes de que hubieran terminado normalmente su nivel de escolaridad declarado. Por ejemplo, si un graduado universitario llegó a la edad de 23 años o más, entonces es considerado un educado en el extranjero. 3 Que son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, la República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. 471

6 Fuga de cerebros en América Latina una profesión. Los niveles de escolaridad son: 1) menos de cuatro años, 2) de cinco a nueve años, 3) de nueve a doce años, 4) educación media completa, 5) algún estudio universitario, 6) licenciatura, 7) estudios de postgrado que pueden ser de maestría, un título profesional, 4 o un doctorado. En el censo existen más de 500 ocupaciones distintas y las agrupamos en tres categorías principales, de acuerdo con la descripción del trabajo y el nivel educativo alcanzado promedio. 5 1) Calificado. El promedio de escolaridad es de al menos 16 años. Incluye a los administradores, contadores, ingenieros, trabajadores sociales y maestros, profesionales médicos y abogados, científicos. 2) Semi-calificado. El promedio de escolaridad es de entre 12 y 16 años. Incluye a los técnicos en ingeniería, la policía, las secretarias y los asistentes administrativos. 3) No calificado. El promedio de escolaridad es menor a los 12 años. Incluye a los meseros, vendedores, cajeros, trabajadores de la construcción, mecánicos automotores y choferes. Dividimos la información en cohortes separadas que dependen de la década de llegada: 1980 y La variable más importante de este documento es el nivel de escolaridad de los inmigrantes y la presentamos en la siguiente sección. Finalmente, tomamos algunos datos de Docquier y Marfouk (2005) para comparar la composición educativa de los migrantes con la de las poblaciones nativas. Fuga de cerebros de América Latina Patrones migratorios generales La inmensa mayoría de los migrantes procedentes de América Latina se dirige hacia Estados Unidos. Por lo tanto, es natural que gran parte de los migrantes altamente calificados y con elevado nivel de escolaridad también vaya a Estados Unidos. La gráfica 1 presenta los patrones generales de migración de los países latinoamericanos a Estados Unidos durante las décadas de 1980 y De acuerdo con el censo, se trata de las carreras de medicina, abogacía, optometría, odontología, farmacia y veterinaria. 5 El nivel educativo promedio alcanzado se obtuvo sumando los años de escolaridad para cada profesión, incluidos todas las personas nacidas en Estados Unidos y en el extranjero (hombres y mujeres). 472

7 Çaglar Özden Como ya se explicó, sólo nos concentramos en los migrantes que se encontraban ocupados al momento del censo estadounidense del año De este modo, excluimos a los niños, a los jubilados y a la gente que actualmente no forma parte de la fuerza de trabajo. Nuestra muestra está compuesta por un total de 8.4 millones de migrantes, de los cuales 4.6 millones llegaron después de Gráfica 1. Migrantes procedentes de América Latina que forman parte del mercado de trabajo estadounidense, por década de llegada México El Salvador Rep. Dom. Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Fuente: Censo Estadounidense del año Como resulta evidente, la mayor parte de los migrantes llega de México, seguido por El Salvador, la República Dominicana y Guatemala. La tasa de migración muestra mucha variación. Para algunos de los países más pequeños de Centroamérica y el Caribe, como Guyana, Granada, Dominica, cerca de 30 por ciento de su fuerza de trabajo se encuentra actualmente en Estados Unidos. De acuerdo con algunas estimaciones, para México la cifra es de diez por ciento. Cuando observamos el total de los países latinoamericanos, 8.4 millones de migrantes a Estados Unidos representan cerca de 3.5 por ciento de su fuerza de trabajo total. La gráfica 2 presenta la proporción de migrantes con licenciatura o un postgrado respecto de todos los migrantes. Para fines de comparación, incluimos el mismo dato para otros cuatro países expulsores de migrantes (China, India, Filipinas y Rusia). Esta constituye la primera medición de fuga de cerebros y aquí también observamos una gran variación. Por ejemplo, cerca del 17 por ciento 473

8 Fuga de cerebros en América Latina de los migrantes que llegaron en la década de 1980 poseen al menos un título universitario (10.4% tiene licenciatura y 6.5% tiene un título de postgrado). Sin embargo, para el caso de los migrantes mexicanos, estas cifras son de 2.3 por ciento y 1.4 por ciento, respectivamente. Por otro lado, 27 por ciento de los migrantes procedentes de Brasil, 33 por ciento de los de Argentina, 40 por ciento de los de Venezuela y 30 por ciento de los de Chile que llegaron en la década de 1980 tienen al menos un diploma universitario. Estas cifras son asombrosamente distintas para los migrantes del resto del mundo. Por ejemplo, 63 por ciento de los migrantes de India y 58 por ciento de los de Filipinas tienen al menos un título universitario. Para la década de 1990 se mantienen los mismos patrones. 18 por ciento de todos los migrantes procedentes de América Latina tiene al menos un título universitario. Las proporciones relativas de los migrantes con nivel de escolaridad de universidad procedentes de los distintos países son aproximadamente las mismas. Dicha proporción es relativamente alta para Brasil, Argentina y Chile y relativamente baja para los países centroamericanos. Cuando observamos los patrones generales de migración hacia Estados Unidos, vemos que los migrantes se encuentran concentrados en los extremos de la escala educativa (están sobrerepresentados en los extremos superior e inferior). Dado que para los migrantes procedentes de México y América Central es relativamente más fácil entrar en Estados Unidos, ya sea de manera ilegal o vía las referencias familiares, son los migrantes que se encuentran en el extremo inferior de la escala educativa. En síntesis, la proporción de personas con mayor nivel educativo es superior entre los migrantes si se la compara con la de las poblaciones nativas pero la misma proporción es incluso más alta para los países asiáticos. Fuga de cerebros La pregunta clave es la siguiente: qué porcentaje del total de la fuerza de trabajo con niveles de escolaridad elevados de los países latinoamericanos migró hacia Estados Unidos? La gráfica 3 proporciona la primera mitad de la respuesta. Una vez más, vemos una amplia variación. Una gran parte de los migrantes con formación universitaria de los países más pequeños y más pobres del Caribe y de América Central se encuentra en Estados Unidos. Por ejemplo, cerca de 80 por ciento de las personas con educación universitaria nacidas en Jamaica, Haití, Guyana, Belice y Granada vive actualmente en Estados Unidos. La proporción también es relativamente alta para algunos de los países medianos de Centroamérica. Alrededor de 30 por ciento de las personas 474

9 Çaglar Özden Gráfica 2. Proporción de migrantes procedentes de América Latina que tienen al menos un título universitario y que se encuentran en el mercado de trabajo estadounidense, por década de llegada Migrantes ocupados en Estados Unidos que llegaron durante la década de los Porcentaje Latinoamérica México El Salvador Rep. Dom. Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Barbados Belice Granada West Indies Uruguay Antigua-Barbuda Bahamas St. Vincent Dominica St. Lucia St. Kitts-Nevis Paraguay China India Filipinas Rusia Con licenciatura Con posgrado Migrantes ocupados en Estados Unidos que llegaron durante la década de los Porcentaje Latinoamérica México El Salvador Rep. Dom. Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Barbados Belice Grenada West Indies Uruguay Antigua-Barbuda Bahamas St. Vincent Dominica St. Lucia St. Kitts-Nevis Paraguay China India Filipinas Rusia Con licenciatura Con posgrado Fuente: Censo Estadounidense del año que tienen formación universitaria de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá también se encuentra en Estados Unidos. Los niveles son mucho más bajos para los países más grandes y más ricos. Por ejemplo, entre los migrantes la proporción de personas con formación universitaria es menor de cinco por ciento para Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay y Venezuela. 475

10 Fuga de cerebros en América Latina Debemos señalar la siguiente divergencia entre los países más pequeños y los más grandes. Los países más pequeños y más pobres, como los de América Central y el Caribe, también tienen proporciones más bajas en la fuerza laboral de trabajadores con formación universitaria. Una gran parte de su población tiende a emigrar si se le presenta la oportunidad, dado que las oportunidades económicas parecen ser limitadas para todos y no sólo para los altamente calificados. Como resultado, los migrantes con elevado nivel de escolaridad son una porción más pequeña de la población migrante aunque conforman una gran parte de toda la fuerza de trabajo escolarizada. Por otro lado, para los países más grandes de América del Sur, el número total de migrantes, comparado con la población, es mucho más pequeño y un menor número de la población escolarizada elige emigrar por consiguiente, los niveles más bajos que aparecen en la gráfica 3 corresponden a estos países. Pero las personas altamente escolarizadas conforman una gran parte de la migración total, como se muestra en la gráfica 4. En parte, esto se debe también a las dificultades que enfrentan las personas con menor nivel educativo que llegan de esos lejanos países a Estados Unidos. Gráfica 3. Proporción de profesionales universitarios procedentes de América Latina que se encuentran insertos en el mercado de trabajo estadounidense respecto de la mano de obra total de ese país, por década de llegada 90 Porcentaje Fuga de Cerebros- porcentaje de graduados universitarios en EU Latinoamérica México El Salvador Dominica Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Barbados Belice Grenada West Indies Uruguay Antigua-Barbuda Bahamas St. Vincent Rep. Dom. St. Lucia St. Kitts-Nevis Paraguay Fuente: Censo Estadounidense del año 2000, Docquier y Marfouk (2005). 476

11 Çaglar Özden Este es uno de los temas principales en el estudio de los patrones generales de la fuga de cerebros realizado por Docquier y Marfouk (2005) y es válido para otros países del mundo. Por ejemplo, muchos países más pequeños y más pobres del África Subsahariana y del Pacífico también viven altos grados de migración por parte de las personas con mayor nivel de escolaridad. Por otro lado, países como India y China sólo pierden tres por ciento de sus universitarios porque emigran, aunque esta migración calificada constituye más de 75 por ciento del flujo de dichos países. Importa dónde se obtiene la educación? Un problema que no se ha tomado en cuenta es el lugar donde los migrantes obtienen su educación. En la sección anterior, planteamos que, en algunos países latinoamericanos, una gran parte de las personas nacidas allí con educación universitaria, emigró a Estados Unidos. El hecho fundamental que presentaremos es que la mayoría de esas personas realmente recibió su educación en Estados Unidos, dado que bien emigraron junto con sus familias cuando eran niños o bien llegaron a Estados Unidos como adultos jóvenes para completar su educación y se quedaron a trabajar ahí. Como muestra la gráfica 4, más de 58 por ciento de los migrantes latinoamericanos que llegó en la década de 1980 y tiene una licenciatura, la obtuvo en Estados Unidos. El porcentaje se eleva a 63 para los migrantes con postgrado. Entre las personas que obtuvieron sus licenciaturas en Estados Unidos y que emigraron en la década de 1980, más de 50 por ciento llegó cuando tenían entre 16 y 22 años de edad. Para quienes tienen un postgrado, 40 por ciento llegó cuando tenía entre 16 y 22 años y otro 40 por ciento llegó entre los 23 y 30 años de edad. Estas cifras evidencian que completar la escolaridad en Estados Unidos es uno de los factores principales de la migración de estas personas. La proporción de personas que completaron su educación en Estados Unidos es bastante parecida en la mayoría de los países latinoamericanos, como se puede observar en la gráfica 4. Para casi todos países, 40 por ciento de sus ciudadanos con formación universitaria que vive en Estados Unidos, obtuvo su formación ahí. Dicha proporción es más alta, alrededor de 50 por ciento, para el caso de los postgraduados. Además, obtuvimos estas proporciones para los países con los que comparamos. Alrededor de 40 por ciento de los migrantes procedentes de India y China con licenciaturas terminó su educación en Estados Unidos y los niveles son mucho más altos para los migrantes con estudios 477

12 Fuga de cerebros en América Latina de postgrado. Los migrantes rusos presentan un patrón ligeramente distinto. Esto se debe al éxodo repentino de los migrantes altamente calificados después de la caída del Muro de Berlín. La segunda mitad de la gráfica 4 muestra los patrones educativos de los migrantes que llegaron en la década de Observamos que la proporción de migrantes que terminaron su educación en Estados Unidos es mucho más baja en esta cohorte. Por ejemplo, sólo 23 por ciento de quienes poseen un título universitario y 36 por ciento de los que cuentan con estudios de postgrado terminó su escolaridad en Estados Unidos. Varias son las razones para este hecho. Antes que nada se encuentra el efecto de composición. Si un migrante completó su escolaridad en su país de origen y llegó a Estados Unidos en la década de 1990, es mucho más probable que ingrese a la fuerza de trabajo y en nuestra muestra esto sucede de inmediato. Por otro lado, si los migrantes llegaron en la década de 1990 para completar su educación en Estados Unidos, es más probable que aún estén en la escuela y no aparezcan en la muestra, dado que sólo incluimos a las personas que son parte de la fuerza de trabajo. Por lo tanto, es posible que estén subrepresentados. Una medida adecuada para corroborar esta hipótesis sería utilizar el censo de 2010 para analizar la cohorte de 1990, cuando ya esté participando completamente en la fuerza de trabajo. La segunda razón es que la calidad educativa mejoró en los países de América Latina y algunas personas pueden preferir completar una mayor parte de su educación en sus países de origen, donde los costos probablemente son más bajos. Es probable que los datos que presentamos en esta sección tengan fuertes implicaciones en el debate sobre la fuga de cerebros. Generalmente, se supone que la fuga de cerebros es perjudicial para los países en vías de desarrollo, dado que pierden uno de sus recursos económicos más escasos. Más aún, la mayoría de la educación que reciben probablemente es financiada con recursos públicos. La migración de las personas con alta escolaridad que no retribuye de alguna forma a la sociedad que pagó sus estudios podría provocar problemas fiscales. Sin embargo, no queda muy claro si puede decirse lo mismo si los ciudadanos se forman en el exterior y si la educación de mayor calidad supuestamente es financiada por fuentes privadas o por el país de destino. Además, podría haber limitaciones en la capacidad del sector educativo en el país de origen del migrante de manera que, de quedarse su lugar de origen, no podría obtener un alto nivel educativo. Obviamente, es un tema muy complicado que no puede 478

13 Çaglar Özden tratarse y analizarse completamente en este documento. Nuestro objetivo es señalarlo y poner el acento en que debiera formar parte de todas las discusiones acerca de la fuga de cerebros. Gráfica 4. Participación de los migrantes con alta escolaridad procedentes de América Latina que obtuvieron su último diploma en Estados Unidos y que se encuentran insertos en el mercado de trabajo estadounidense, por década de llegada Proporción de migrantes educados en EU que llegaron en la década de los Porcentaje Latinoamérica México El Salvador Dominica Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Barbados Belice Grenada West Indies Uruguay Antigua-Barbuda Bahamas St. Vincent Dom. Rep. St. Lucia St. Kitts-Nevis Paraguay China India Filipinas Russia Con titulo de licenciatura Con titulo de postgrado Proporción de migrantes educados en EU que llegaron en la década de los Porcentaje Latinoamérica México El Salvador Dominica Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Bolivia Barbados Belice Grenada West Indies Uruguay Antigua-Barbuda Bahamas St. Vincent Rep. Dom. St. Lucia St. Kitts-Nevis Paraguay China India Filipinas Rusia Con titulo de licenciatura Con titulo de postgrado Fuente: Censo Estadounidense del año

14 Fuga de cerebros en América Latina Desperdicio de cerebros La última cuestión en la que quisiéramos poner el acento es el desempeño del mercado de trabajo de los migrantes en el país de destino. Analizamos este problema detalladamente para todos los países en otro trabajo (Mattoo, Neagu y Özden, 2005) y nos gustaría señalar las implicaciones para los países latinoamericanos. El punto principal es que la mayoría de los migrantes altamente escolarizados que terminaron su educación en sus países de origen acaba en empleos que no corresponden con sus niveles de escolaridad. En el caso de los migrantes de América Latina esto es especialmente grave, como se observa en la gráfica 5. Por ejemplo, de los migrantes latinoamericanos que llegaron en la década de 1990 y cuentan al menos con estudios universitarios realizados en su país de origen, sólo 36 por ciento obtiene un trabajo calificado mientras que otro 26 por ciento tiene un trabajo semi-calificado. En otras palabras, cerca de 40 por ciento de los migrantes latinoamericanos con formación universitaria se encuentra inserto en ocupaciones no calificadas dentro del mercado de trabajo estadounidense. Gráfica 5. Desperdicio de cerebros. Desempeño en el mercado de trabajo de los migrantes que obtuvieron su formación en el país de origen, que llegaron en la década de Porcentaje Latinoamérica México El Salvador Dominicano Guatemala Cuba Jamaica Colombia Haití Honduras Perú Ecuador Nicaragua Brasil Guyana / British Trin. y Tob. Venezuela Argentina Panamá Chile Costa Rica Calificado Semi-calificado China India Filipinas Rusia Fuente: Censo Estadounidense del año

15 Çaglar Özden Lógicamente, existen variaciones entre los distintos países. Los migrantes con formación universitaria procedentes de México y América Central parecen desempeñarse peor que los migrantes de América del Sur. Sin embargo, los migrantes del resto del mundo tienen perfiles de colocación laboral aún más impresionantes. Por ejemplo, alrededor de 70 por ciento de los migrantes chinos e indios con formación universitaria tiene trabajo calificado y este dato es superior al de la colocación de los ciudadanos estadounidenses con estudios universitarios. La pregunta obvia es cuáles son los factores que pueden explicar esta divergencia entre países. Encontramos que una gran parte de esta variación puede explicarse por algunas características de cada país. Algunos de estos atributos afectan la calidad del capital humano acumulado en el país de origen, como el gasto en educación superior y el uso del inglés como medio de educación. Otras características llevan a un efecto de selección, es decir, variaciones en los niveles de capacitación de los migrantes, dado que provienen de diferentes especializaciones en sus países de origen. Esta selectividad se relaciona, entre otros aspectos, con el PIB per capita, la distancia respecto de Estados Unidos, y la apertura de las políticas migratorias de Estados Unidos hacia los residentes de un determinado país. Por ejemplo, dada la proximidad y la presencia de una gran red migratoria, para las personas de México y América Central es mucho más fácil emigrar hacia Estados Unidos. Como consecuencia, incluso entre quienes tienen un diploma universitario, para la gente con menores niveles de capital humano también es posible emigrar. Sin embargo, en el caso de los chinos o de los indios, el patrón principal para ingresar a Estados Unidos es mediante los permisos de trabajo, para los que se requiere un nivel superior de escolaridad. Conclusión El objetivo de este documento es presentar determinados patrones entre los migrantes altamente escolarizados de los países latinoamericanos. De manera predominante, estos migrantes emigran a Estados Unidos y conforman dos terceras partes de los flujos migratorios hacia ese país. Hay algunos puntos que queremos precisar: 1. Existen grandes variaciones entre los distintos países de América Latina. Es difícil y peligroso sacar conclusiones sin contar con análisis detallados. 481

16 Fuga de cerebros en América Latina 2. Observamos grandes flujos migratorios procedentes de los países más pequeños y más pobres, y dichos países son los que están perdiendo gran parte de sus ciudadanos altamente escolarizados. 3. En lo que respecta a los países más ricos y más grandes, sólo emigra una pequeña porción de la gente más instruida, aunque conforman gran parte del flujo migratorio ya que la magnitud del flujo migratorio es mucho menor. 4. La mayoría de los migrantes con formación universitaria que nacieron en los países latinoamericanos realmente terminó su educación en Estados Unidos. La evidencia sugiere que migraron específicamente para completar sus estudios y existen razones para creer que no hubieran obtenido el mismo nivel o calidad educativa si se hubieran quedado en sus países de origen. Este hecho debe tomarse en cuenta en las discusiones sobre la fuga de cerebros. 5. Gran parte de los migrantes que completaron su educación en sus países de origen no logra obtener un empleo acorde con su nivel educativo. En parte, ésto se debe a la menor calidad de la educación y también debe considerarse en los debates sobre políticas migratorias. Referencias Docquier, Frederic y Abdeslam Marfoul (2005), International Migration by Educational Attainment, , en C. Özden y M. Schiff (eds.), International Migration, Remittances and the Brain Drain, Banco Mundial y Palgrave Macmillan, Washington, D. C.. Mattoo, Aaditya, Ileana Cristina Neagu y Çaðlar Özden (2005), Brain Waste? Educated Immigrants in the US Labor Market, Policy Research Working Paper #3581, Banco Mundial, Washington, D. C.. 482