DECLARACIÓN DEL INSTITUTO DE DERECHO AMBIENTAL DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA PLATA

Transcripción

1 DECLARACIÓN DEL INSTITUTO DE DERECHO AMBIENTAL DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA PLATA El Colegio de Abogados del Departamento Judicial La Plata se encuentra absolutamente comprometido con la problemática del Cambio Climático. En ese sentido, ha iniciado un camino de participación activa que comenzó con la colaboración de este Colegio de Abogados con la Confederación Parlamentaria de las Américas, más precisamente en la reunión de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la mencionada Confederación Continental, desarrollada el día 18 de noviembre de 2010 en la ciudad de Mar del Plata (Argentina). Cabe destacar que este Colegio de Abogados reviste el carácter de Órgano de Asesoramiento de la citada Confederación Parlamentaria con lo cual, a partir de dicha participación, la perspectiva desde la cual se ha abordado el Cambio Climático ha sido desde el análisis de la actividad regulatoria sobre este tema, y con principal énfasis en la situación de las naciones americanas. Ese camino encuentra continuidad ahora en la organización del presente Foro Marcos Regulatorios ante el Cambio Climático, que se celebra en el marco del III Congreso Internacional sobre Medio Ambiente, cuya sede es la ciudad de La Plata entre los días 8 a 11 de agosto de Las consideraciones que se efectúan sobre esta problemática se detallan a continuación: El Cambio Climático se encuentra revestido de una serie de complejidades relacionadas con los distintos abordajes que el mismo plantea, situaciones complejas éstas que deben ser consideradas como obstáculos a sortear en pos del objetivo final consistente en mitigar los efectos del Cambio Climático y adaptarse a los ya irreversibles: Por un lado, merece un abordaje desde tres dimensiones, propias de todo lo vinculado con lo ambiental: transdisciplinaria, transnacional y transgeneracional. Ello multiplica en forma automática la perspectiva desde la cual se debe observar, analizar y enfrentar el problema, demandando un mayor esfuerzo para conciliar los distintos enfoques, intereses y necesidades. 1

2 Por otro lado, la complejidad de su abordaje se presenta desde la noción de la responsabilidad histórica (y actual) de los países desarrollados en materia de Cambio Climático; la deuda ambiental de los países desarrollados respecto de las naciones en vías de desarrollo; y desde la noción de los países en transición hacia una economía de mercado. La distinta situación que presenta cada una de las naciones del planeta en este punto, complejizan aún más la solución al problema global. Se dificulta, asimismo, la solución deseada, por cuanto los acuerdos internacionales presentan una particularidad que caracteriza al Derecho Internacional, cual es la falta de coactividad, constituyéndose en lo que se denomina derecho blando ( soft law ). A partir de ello, surge un desigual grado de sujeción por parte de las naciones del globo respecto de las obligaciones emergentes de los acuerdos internacionales sobre Cambio Climático. Además, la complejidad referida se muestra también evidente desde el análisis de la vulnerabilidad ante el Cambio Climático de una gran cantidad de naciones, con un desafortunado protagonismo de los países del continente americano, tanto por características geográficas como por falta de desarrollo, de recursos financieros y de tecnología. Esta complejidad se plasma asimismo en la medida en que en materia de Cambio Climático- es necesario adoptar decisiones ante la incertidumbre científica, toda vez que solo se cuenta en líneas generales y cuando nos referimos a los escenarios de aquí a 10, 20, 30, 50 años- con proyecciones basadas en modelos matemáticos sin comprobación científica concluyente; con lo cual cobra notable protagonismo uno de los principios esenciales del Derecho Ambiental: el Principio Precautorio, el cual autoriza (y obliga) a los Estados a adoptar medidas eficaces aún en aquellos casos en los cuales exista ausencia de información o incertidumbre científica, cuando la inacción pueda ocasionar daños irreparables al ambiente, ello desde ya, en un adecuado equilibrio y realizando un juicio de plausibilidad casuístico. Finalmente, la complejidad del abordaje se evidencia respecto de la situación del continente americano, por cuanto el mismo presenta (a excepción de Estados Unidos de Norteamérica y Canadá) una baja contribución al calentamiento global y, paradójicamente, una elevada vulnerabilidad ante los efectos adversos del Cambio Climático, sumado a una alta posesión de Activos Ambientales. 2

3 Se entiende que solo mediante la Transferencia de Tecnologías y de Recursos Financieros la Adaptación y la Mitigación resultan posibles en su mayor expresión en las naciones no desarrolladas, y especialmente en el continente americano. Para llevar a cabo acciones de Mitigación, se requiere de la reconversión tecnológica, particularmente en los sectores industriales, energéticos y de transporte; se necesita de nuevas técnicas agrícolas y la reprogramación de la explotación de bosques, tema en el cual cobra dimensión que las comunidades originarias sobreviven de los mismos ancestralmente, sumado a la explotación comercial, en cuanto a que existen naciones y/o regiones que dependen de dicha actividad. En lo que atañe a la Adaptación, también la misma depende concretamente de la Transferencia de Tecnologías y Recursos Financieros, necesarios para la construcción de defensas marinas, obras de infraestructura, relocalización de asentamientos humanos, reemplazo de sistemas de riego, monitoreos, controles (sobre glaciares, bosques, cuencas, corales, manglares, humedales), sistemas predictivos meteorológicos, sistemas de alerta temprana, planificación (análisis de vulnerabilidad y de respuestas). Los principales obstáculos en este tema, consisten en la ausencia de voluntad concreta de los países desarrollados para aportar recursos financieros (en notorio contraste con los multimillonarios fondos destinados a los respectivos rescates ante las crisis financieras); y la negativa de las naciones desarrolladas a transferir tecnología, ante lo cual surge el dilema-necesidad acerca de si dicha tecnología debe ser transferida en condiciones no comerciales atendiendo a la responsabilidad histórica y la deuda ambiental que tienen tales naciones respecto de las no desarrolladas, apareciendo además trabas fundadas en la propiedad intelectual, resultando necesaria la cooperación para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Las conclusiones a las cuales se ha arribado sobre las negociaciones internacionales en materia de Cambio Climático y la postura de las distintas naciones y grupos en este tema, consisten en: 3

4 Considerar la necesidad de una admisión responsable de la deuda ambiental que los países desarrollados mantienen respecto de los restantes. Exigir menos retórica y más implementación. Plantear la necesidad de un nuevo acuerdo mundial vinculante basado en los principios de Equidad Intergeneracional, Desarrollo Sustentable, y en el advenimiento de una Ética Ambiental. No socializar la deuda ambiental con los países no desarrollados. Requerir un irrestricto respeto de las soberanías nacionales. Efectuar Transferencia de Tecnologías en condiciones no comerciales y sin generar nueva dependencia. Asignar fondos suficientes y rápidos para acciones de Adaptación y Mitigación. Establecer soluciones no subordinadas a los mercados, sino a los Estados. Complementar los MDL con proyectos voluntarios. Compensar a naciones con activos ambientales para la preservación y/o la privación de uso de recursos (ejemplo: Proyecto YASUNÍ, Ecuador). Establecer Mecanismos de Transición Justa para los Trabajadores. Brindar soluciones adecuadas a cada realidad nacional (Planes nacionales de adaptación y mitigación). En tanto, respecto de las acciones a nivel nacional en el continente americano, se sugiere: Apoyar a los gobiernos nacionales en la gestión para recibir transferencia de tecnología y recursos financieros (necesidades prioritarias). 4

5 Poner principal énfasis en las Acciones de Adaptación, sobre la base de la vulnerabilidad de la región y la baja emisión de la misma de GEI (excepto Estados Unidos de Norteamérica, Canadá). Incorporar el Cambio Climático en las políticas nacionales sectoriales (agua, bosques, minería, producción industrial, infraestructura, trabajadores -transición justa-). Fijar políticas intersectoriales que coordinen aportes internacionales con programas de mitigación y adaptación locales. Contemplar especial protección para las comunidades originarias. La Plata, Ciudad Capital de la Provincia de Buenos Aires, Argentina; a los 11 días del mes de agosto de 2011 Dr. Carlos Spirito Director Instituto de Derecho Ambiental Colegio de Abogados de La Plata 5