Parroquia inmaculada concepción de Belgrano. 08 de JULIO de 2012

Transcripción

1 Parroquia inmaculada concepción de Belgrano 08 de JULIO de 2012

2 María del Huerto sé el bálsamo que alivia nuestra alma

3 Acordaos, oh piadosísima Virgen y dulcísima Madre, María del Huerto, que jamás se ha oído decir que ninguno de cuantos han acudido a vuestro amparo, implorando vuestra protección y reclamado vuestro auxilio haya quedado sin consuelo. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, oh María Santísima del Huerto, gimiendo bajo el peso de mis pecados, me postro humildemente en presencia de vuestra Imagen por cuyo medio tanto deseáis favorecernos. No despreciéis mis súplicas, oh dulcísima Madre mía, antes bien oídlas y acogedlas favorablemente. Amén.

4 María, consuelo e impulso en el testimonio En el mes de julio, celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Huerto, una advocación de María muy presente en nuestra patria. La advocación surge a fines del siglo XV, cuando la ciudad de Génova y alrededores fue azotada por una mortal epidemia de cólera. María Turquina, una mujer que vivía cerca de Génova, prometió a la Virgen que haría pintar una imagen suya en un huerto, como agradecimiento y testimonio de fe, si la libraba de la peste. Al verse librada de la misma, María Turquina cumplió su promesa. Años después, se produjeron muchos milagros, especialmente curaciones de personas que se acercaban a venerar la imagen de la Virgen. De este breve relato se desprenden algunas enseñanzas. En primer lugar, María es refugio en medio del dolor y del sufrimiento. Como en muchas ocasiones, la Virgen expresa su cuidado maternal para con todos sus hijos. Este consuelo es para todos nosotros una experiencia única y profunda, que alimenta nuestra fe en Cristo, quien transmite su amor misericordioso a través de su Madre. El cuidado de María es expresión de la gracia de Cristo que reconstruye nuestra naturaleza debilitada. A su vez, esta experiencia fuerte del amor de Dios nos impulsa a dar testimonio. El bien que nos regala el Señor a través de María debe ser transmitido y compartido con otros. Fomentar la devoción a María es invitar a muchos cristianos a abrirse a una nueva experiencia de fe, en una oportunidad nueva para profundizar el vínculo real entre la vida y la fe en Cristo resucitado. La mejor prueba de ello debe ser la existencia fiel de los cristianos, quienes son testigos del cuidado de Dios a través del amor maternal de María. Experiencia de fe y testimonio de vida van unidos. Una real experiencia del amor de Dios en la fe nos impulsa, invariablemente, a darlo a conocer a los demás, para gocen de aquello que nos hace feliz. Que María, con su consuelo, nos impulse a ser testigos de este inmenso amor.

5 Los Sacramentos de la Iglesia: La Eucaristía La Eucaristía es el sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Jesucristo instituyó la Eucaristía el Jueves Santo, mientras celebraba con sus Apóstoles la Última Cena. Tomó en sus manos el pan, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros». Después tomó en sus manos el cáliz con el vino y les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía» Otros nombres que recibe este sacramento son: Santa Misa, Celebración Eucarística y Sagrada Comunión. La celebración eucarística se desarrolla en dos grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la liturgia de la Palabra, que comprende la proclamación y la escucha de la Palabra de Dios; y la liturgia eucarística, que comprende la presentación del pan y del vino, la plegaria eucarística, con las palabras de la consagración, y la comunión. El ministro de la celebración es el sacerdote (obispo o presbítero), válidamente ordenado, que actúa en la persona de Cristo y en nombre de la Iglesia. Los elementos esenciales y necesarios para celebrar la Eucaristía son el pan de trigo y el vino de vid. Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre. La Iglesia establece que los fieles tienen obligación de participar de la Santa Misa todos los domingos y fiestas de precepto, y recomienda que se participe también en los demás días. Para recibir la sagrada Comunión se debe estar bautizado y hallarse en gracia de Dios, es decir sin conciencia de pecado mortal. Quien es consciente de haber cometido un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar. Son también importantes el espíritu de recogimiento y de oración, la observancia del ayuno prescrito por la Iglesia y la actitud corporal (gestos, vestimenta), en señal de respeto a Cristo. La Eucaristía es prenda de la gloria futura porque nos colma de toda gracia y bendición del cielo, nos fortalece en la peregrinación de nuestra vida terrena y nos hace desear la vida eterna, uniéndonos a Cristo, a la Iglesia del cielo, a la Santísima Virgen y a todos los santos.

6 Para reflexionar... del Evangelio según San Marcos Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente. Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas. Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos». Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo. (Marcos 6, 7-13).

7 Rezamos por la intención misionera de Su Santidad para el mes de julio Para que los voluntarios cristianos presentes en territorios de misión sepan dar testimonio de la caridad de Cristo

8 Gesto a realizar... En este mes te invitamos a que colabores con los mas necesitados aportando ayuda material (ropa, alimentos) y/o espiritual (oraciones, tiempo) a Caritas de la Parroquia mas cercana a tu hogar.

9 Nuestra madre te espera cada día 8 en su casa