Las Iglesias ante el Señor del Universo

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1 Las Iglesias ante el Señor del Universo Apocalipsis 2, 3 Pastor Juan Carlos de la Cruz 22 de abril, IBNJ. y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. (Apocalipsis 2.23b) MOTIVACION No sé si te han dicho pero Dios claramente ha establecido sus normas con relación a como quiere que sus iglesias sean. Nuestro objeto al estudiar Apocalipsis es local y ahora. No estamos tan interesados en el significado histórico como un fin en sí mismo, nuestro objeto es aplicacional y práctico. Estamos interesados en conocer lo que Dios nos dice a nosotros hoy. Ese es nuestro foco. Así que esta mañana estamos frente a un pasaje que nos muestra el deseo de Dios para la iglesia bautista Nueva Jerusalén hoy. En segunda instancia estamos muy interesados en pregonar el mansaje de Dios a cada individuo ahora. Abre tu mente y tu corazón a los dichos de Dios porque él tiene mensaje que darnos sobre su deseo para su iglesia hoy. Estás interesado en oír la palabra de Dios para ti? INTRODUCCIN Recordemos ante todo que estamos frente a un material que podría verse como una película acabada, perfecta y verdadera de los eventos que han de suceder desde la resurrección de Cristo hasta la implantación del reino eterno. En el cap. 1 se nos muestra una visión acerca del Hijo del Hombre Glorificado. En los caps. 2 y 3 se nos dan a conocer: a) la posición actual de las iglesias en el plan eterno y redentor de Dios, b) la condición y situación de las iglesias representadas en esta revelación (las 7 iglesias de Asia menor), c) las advertencias, elogios y llamamientos que el Señor les hace a sus iglesias. En este orden, hacemos bien en estudiar, entender y obedecer estas cosas para convertirnos, más y más, en la iglesia que Dios quiere. Tanto al libro de Apocalipsis como a sus partes se los ha dado muchas interpretaciones, muchas de ellas con cierta lógica y no heréticas respecto a las iglesias mismas. La escuela preterista de interpretación dice que el mensaje era significativo solo para los creyentes del primer siglo. Otros han dicho que estos mensajes van dirigidos únicamente a 7 iglesias locales ubicadas en los lugares geográficos mencionados en el pasaje (en la antigua provincia romana de Asia). Si esto fuera cierto entonces las demás cartas neotestamentarias no tendrían ningún sentido actual. En el otro extremo, los futuristas adjudican la importancia del libro solo para un grupo de creyentes y/o judíos al fin del siglo. Otros han dicho que es un mensaje que va dirigido a los diferentes tipos de iglesias en un momento determinado de la historia. Otros han dicho que van dirigidos a la iglesia universal en un 1

2 determinado periodo de la historia. Postura y doctrina respecto a la iglesia muy poco corroborada por las escrituras. Hay la escuela de la filosofía de la historia cuya premisa requiere que todo significado actual del libro este obligadamente vinculado al significado que tuvo el libro para los primeros receptores. Esto viola el espíritu mismo de la profecía. A Daniel se le dice que selle las profecías que recibía porque eran para los entendidos del fin de los tiempos. En Mateo 24 Jesús deja pensativo a los apóstoles cuando les contesta sobre de la destrucción del templo, el cese del continuo sacrifico, la abominación desoladora, la segunda venida y el fin del siglo. En fin, muchos puntos de vista, muchas escuelas. Todo el problema surge especialmente porque se ha acuñado como divino el principio de interpretación bíblica de que un pasaje tiene un solo significado y no más. Yo estoy convencido que este principio es una mera idea humana y que aunque es un principio general de interpretación de textos, no necesariamente tiene que aplicarse a los oráculos de Dios. Sin juzgar a los hermanos muy cualificados que han sugerido esto en el plano de la hermenéutica, tengo que decirles que nuestro Dios no es un ser limitado y de mente estrecha que solo puede enfocarse en una perspectiva a la vez, sino que es el Dios soberano y trascendente que ha establecido el orden de los tiempos y las ocasiones de toda la historia humana. Humildemente quiero sugerir, nueva vez, que veamos a Apocalipsis con los ojos del espíritu de las profecías, quien es el mismo Espíritu de Dios (los 7 espíritus de Dios) y que aprendamos a ver las cosas no desde las perspectivas humanas sino desde aquellas espirituales. Que en vez de estar acudiendo al platonismo, al aristotelismo, al dispensacionalismo, al pensamiento del pacto, o a cualquier otra escuela particular de pensamiento, acudamos humildemente, sin ignorar las proposiciones de todas estas escuelas, al trono de la gracia y a las fuentes espirituales que descansan en nosotros los creyentes. El mismo Espíritu nos guiará a toda la verdad. El mismo nos convencerá de pecado, justicia y juicio. El aprendió de Cristo para darnos a conocer el misterio de su voluntad. I. El Señor conoce sus iglesias No hay nadie que conozca mejor un aparato, producto o sistema que su propio fabricante. La Cocacola es una bebida refrescante de cuyo secreto de fabricación nadie sabe sino solo los fabricantes. Hay quienes han dicho de ella que su consumo cesaría si supiéramos de lo que está hecha, yo no creo igual. Pero lo ilustrativo aquí es que aunque nosotros no sepamos la formula y los ingredientes de la Cocacola, el fabricante si lo sabe. Hoy un cuerpo, una organización, un sistema a quien nadie conoce mejor que su dueño y fabricante que es Cristo. Debemos recordar que el arquitecto y constructor de la iglesia de Cristo es Dios mismo y que la piedra angular del edificio es Cristo. Si dispusiéramos nuestras mentes y corazones a amar y seguir esta gran verdad no tendríamos dificultades. El problema más grave es que preguntamos sobre el funcionamiento correcto, no al fabricante sino a los empíricos que tratan de entenderla por sus propios métodos y normas. El conoce a sus iglesias intrínsecamente, asi como a sus integrantes individuales (conf. Juan ). El Señor del universo, el soberano de las naciones, el que gobierna las iglesias, el que tiene a los ángeles de las iglesias a su diestra, el que está sentado a la diestra de Dios Padre, el que dirige el 2

3 ejército de los Ángeles y los hace servir a favor de su iglesia y de sus hijos él es quien revela a Juan la condición en la que se encontraban sus iglesias representadas en esta revelación. Él, de primera mano, conoce sus iglesias. A él es que debemos acudir, a él es que debemos prestar oídos, él es en quien debemos confiar. Así que: En un sentido positivo: conoce nuestro trabajo, nuestras obras, nuestra paciencia, nuestra resistencia a los malos y al error, conoce nuestra pobreza y nuestra riqueza, sabe que hemos de ser probados y de pasar por tribulaciones, conoce nuestras luchas y tribulaciones, no solo como iglesia local, sino como individuos, sabe que Satanás echara a algunos en la cárcel para ser probados. El Señor tiene el conocimiento del pastel completo, pero conoce a fondo los materiales y las condiciones en las que se encuentran. En sentido negativo: conoce las debilidades de su iglesia (que retiene a los de la doctrina de Balaam, y la doctrina de los nicolitas, y que toleras a Jezabel, etc.), conoce la frialdad de sus iglesias, conoce las obras muertas de sus iglesias. Iglesia de Dios: el Señor conoce tus obras. Hermano: el Señor conoce todo lo que tú haces, sea bueno o sea malo. El sabe aun tu intimidad porque ante él están desnudas todas las cosas, hasta tus pensamientos. El sabe si mientes, el sabe si te auto gratificas sexualmente, el conoce si eres adultero, pornógrafo, inmoral, el sabe tu intimidad y ante el tendrás que dar cuenta. Las escrituras nos recuerdan que: Dios no puede ser burlado. Amén! Desde el tiempo mismo de la primera iglesia, el cuerpo de Cristo, la familia de Dios, sus iglesias dispersas por toda la geografía universal hemos tenido diversas pruebas y tribulaciones a diferentes grados, incluso hasta el martirio. Pero la desgracia más atroz que ha penetrado a las iglesias desde sus inicios ha sido el fenómeno de los falsos apóstoles, los falsos, profetas, los falsos maestros, los falsos cristos. A la mayoría de las iglesias citadas en Apoc. 2, 3 se les reprocha, o bien su letanía, o su perseverancia contra estos emisarios de Satanás. A medida que la era de la iglesia ha ido avanzando, el espíritu del falso profeta y del anticristo ha ido proliferando y multiplicándose. Así que hoy tenemos, casi con toda certeza, más falsos profetas, falsos apóstoles y falsos maestros que en cualquier otro momento de la historia cristiana. Es una plaga, es una polilla. Ilustración del efecto de la termita, polilla y carcoma Enfoquémonos por un momento en la termita o el comején. La termita es una especie de hormiga vegetariana que vive en colonia en los troncos de los arboles. Cuando una colonia de termitas arremeten contra un árbol, lo consumen por dentro y nadie se da cuenta porque por fuera todo anda bien. Pero cuando llega el día inesperado el precioso roble se cae y no tiene corazón. Siendo que las termitas comen celulosa, como su plato favorito, ellas están dispuestas a atravesar cualquier barrera, hasta el concreto, con tal de llegar a donde hay comida. Así de peligrosos son los falsos maestros. Ellos corroen tu corazón y cuando vienes a despertar ya estas caído y sin posibilidades de levantarte. 3

4 2. El Señor advierte a tiempo a sus iglesias Las advertencias son indispensables, especialmente cuando acechan los peligros. Un fabricante de productos que tienen algo que ver con el peligro siempre ponen con símbolos visibles las advertencias contra el peligro. Además, regularmente, dichos productos contienen un prospecto sobre las especificaciones del producto y las pautas de tratamiento en caso de un uso indebido o incidental del producto. Por ejemplo, los medicamentos casi siempre dicen: manténgase fuera del alcance de los niños, y ingiérase bajo prescripción médica. Así también los productos peligrosos como el cloro, los peróxidos, los combustibles, etc. traen etiquetas con símbolos de alto peligro y colores de peligrosidad. Regularmente traen una carabela con un signo de prohibido rojo. Además de esto hay entidades rectoras que velan cuidadosamente por que las compañías no obvien sus responsabilidades de advertir correctamente so pena de delito federal. En los estados unidos está la OSHA y la FDA, en otros países fuertes hay otras instituciones Pues de igual modo el Señor, quien conoce a sus iglesias y los peligros que le han embargado o le rodean, advierte contra tales situaciones. Sus advertencias son en grande y escritas con letras rojas. El es el diseñador, arquitecto y fabricante de su iglesia. El es también el auditor en materia de calidad de sus iglesias. El ha puesto sus ángeles al servicio de sus santos y nos advierte con prontitud y claridad sobre los peligros. En estos caps. De Apocalipsis el Señor se encarga de las normas al respecto. Advierte contra la falsedad: los falsos apóstoles, los falsos maestros y los falsos judíos Advierte contra la inmoralidad: tanto en el orden sexual como idolátrico. Advierte contra la idolatría: contra la fornicación religiosa Advierte contra la frialdad: la dejadez y el abandono del primer amor y las primeras obras. A Efeso le advierte: Pero tengo [una sola cosa] contra ti, que has dejado tu primer amor. (2.4). A Esmirna le advierte, en un sentido positivo: Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Esto en el contexto de que el Diablo echaría a algunos de ellos en la cárcel y tendrían tribulaciones. (2.10). A Pérgamo le advierte: Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. (2.14, 15). A Tiatira le advierte: Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. (2.20). 4

5 A Sardis le advierte: Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. (3.2). A Filadelfia advierte, en sentido positivo: He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. (3.11). Advierte a Laodicea: Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (3.18, 19). Qué estará advirtiendo a la iglesia en la que el Señor te ha puesto?, Qué estará el Señor advirtiendo a Nueva Jerusalén hoy?, Qué estará advirtiéndote a ti hoy amigo y hermano? Yo no puedo pronosticarte porque n soy profeta ni apóstol, pero puedo asegurarte que estas advertencias son aplicables perfectamente a tu iglesia y a tu persona. Así que se nos advierte contra la idolatría, las falsas doctrinas, los pecados sexuales, la frialdad, la pretensión, contra las obras muertas, contra los deseos carnales y contra el pecado en general. Porque el Señor viene pronto y es necesario estar a tono con sus normas so pena y delito eterno. Por eso el Señor dice: Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. (3.19). 3. El Señor recomienda y llama a sus iglesias y miembros individuales al arrepentimiento A Éfeso le dice: Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero (v.20) de su lugar, si no te hubieres arrepentido Porque la iglesia de Éfeso había dejado su primer amor, el amor y la pasión con que hacia las obras que las iglesias y sus miembros estamos llamados a hacer. A Pérgamo dice: Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca Si te arrepientes (a tiempo) Entonces te daré Si no te arrepientes no escaparas ni de las plagas de este libro ni de la muerte. Así que, a manera de recomendación y a modo de advertencia, el Señor nos dice: El que tiene oído oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 4. El Señor elogia las cosas que sus iglesias están haciendo bien Para ser equilibrados y ciertos en el todo del mensaje de Cristo a sus iglesias debemos mencionar también sus elogios. El Señor no solo conoce los negativo que puede estar aconteciendo a alguna 5

6 iglesia particular, total o parcialmente, sino que él conoce, elogia y reconoce las buenas obras y acciones que sus iglesias realizan en un momento determinado de la historia. Así que hermanos en Nueva Jerusalén, el Señor elogia tus buenas obras. Tengamos siempre presente que él conoce cada asunto, que el advierte a tiempo, que él nos llama al arrepentimiento, pero que el también conoce y recompensara nuestras buenas obras como iglesias. El Señor no juzga a todos por igual, el discrimina con justicia y equidad. El no nos considera a todos trigo y a todos cizaña, el hará una limpieza y separación perfecta al fin de la era. El no solo conoce a las cabras, conoce también a las ovejas. El sabe también quien ha edificado en paja, quien en heno, quien en madera, quien en plata y quien en oro. Nuestras obras serán pasadas por el fuego y solo pasaran la prueba si al pasar no son quemadas. A la iglesia de Éfeso le elogia: Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 5. El Señor salvará de la segunda muerte a los que seamos fieles Al que venciere le daré: Esta declaración que aparece 7 veces en los dos capítulos es a título personal. El Señor no rescatara a las iglesias como un cuerpo, rescatara a personas individuales. En la iglesia más pura sobre la faz de la tierra debe haber miembros malvados y réprobos en cuanto a la fe. Los hubo en tiempos apostólicos, que garantiza que hoy no los hay? Pablo excomulgo a varios hermanos en Éfeso. Simón el mago era réprobo aunque era bautizado y andaba con los apóstoles. Hay siete promesas de salvación, las cuales representan básicamente la misma cosa, solo que bajo el espectro infinito de las perspectivas divinas. 1. A los hermanos en Éfeso les promete: Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. 2. A Esmirna le dice: El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. 3. A Pérgamo dice: Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. 4. A Tiatira dice: Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 5. A Sardis dice: El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6. A Filadelfia dice: Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 6

7 7. A la iglesia de Laodicea dice: Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Esta es la parte más gloriosa de la fe. Aquí está contenida la paciencia y la perseverancia de los santos. El auditor de la iglesia, el arquitecto y constructor de ella, el fundador de la misma no solo nos reprende, exhorta, advierte, elogia, sino que también nos promete su reino y compartirá el reinado y el trono junto con su Padre. El Señor es el ejemplo de vencedor, por ello se le dio el derecho de sentarse a la diestra de Dios en la majestad de la corte y el palacio celestial. Nuestro señor de la gloria, aquí, se muestra como entronado a la diestra de Dios en las alturas, en la gloria de su padre. De eso mismo se trata nuestra herencia eterna. Yo no cambiaria esto por ninguna cosa debajo del sol, mucho menos cuando se trata de una herencia eterna. RECOMENDACIONES Nunca olvidemos el fundamento teológico sobre la iglesia. El es el arquitecto, fundador y constructor de la iglesia. El es además la piedra angular del edificio. El es también el auditor y el proscriptor de las normas y advertencias de lugar a favor de sus iglesias. El pecado, por sencillo que parezca como la obstinación en nuestra propia opinión y la frialdad son graves y causantes de muerte eterna. Así que tengamos cuidado con relación a esta empresa que no es nuestra. La iglesia es de Dios y no de los hombres. Él es quien debe forjar las normas y prescripciones. El ya lo hizo no hay que obedecer a los hombres en esto. Tú como miembro del cuerpo local de creyentes tienes la responsabilidad personal de velar por el correcto funcionamiento de esta iglesia del Señor. Si hemos pecado colectivamente en algo, Señor, nos arrepentimos en polvo y ceniza. Si no estás afinado conforme a las normas de Cristo arrepiéntete. OREMOS 7