Juan 6: Yo soy el pan de vida

Transcripción

1 Juan 6: Yo soy el pan de vida Quien soy yo? Conocer a alguien es como un juego de rompecabezas. La primera vez que me saludan se dan cuenta que tengo un acento extranjero, entonces preguntan de donde soy, y así saben que soy inglesa, y por eso preguntan porque estoy aquí y descubren que soy misionera, y con eso tienen que suponer que soy Cristiana, y en un momento ven un par de rubiecitos jugando a mis pies y se dan cuenta que soy mamá, y así sigue el juego. En realidad el juego nunca termina porque siempre quedan piezas para descubrir por más que pensemos que conocemos a la persona. Martin me conoce bastante bien, y yo a él, pero todavía tengo la capacidad de sorprenderlo, y él a mí, por bueno y por malo. Este año fui al velatorio de mi papá y ahí escuché historias de su juventud que yo no tenia idea. No eran cosas malas, solamente eran de otro tiempo de su vida que él nunca había contado a sus hijos. Y eso es parte de la riqueza de las relaciones que siempre queda algo nuevo para descubrir. Donde voy con eso vamos a la Biblia, el evangelio de Juan 20:30 Dice así:

2 30 Jesús hizo muchas otras señales milagrosas en presencia de sus discípulos, las cuales no están registradas en este libro. 31 Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida. O sea el evangelio de Juan fue escrito con el propósito que vayamos descubriendo quien es Jesús, y sabiendo eso, creamos en él, y creyendo, tengamos vida en su nombre. Entonces, cuando leemos el evangelio de Juan tenemos que ver las pistas que Juan nos da a través de las palabras y los hechos de Jesús, que nos lleva a preguntar, y a descubrir quien es Jesús. Vamos a armar ahora un pequeño rompecabezas.

3 La primera pista vamos a encontrar en capitulo 4 que es la historia de Jesús y la mujer Samaritana. Casi al fin de la historia la mujer se va al pueblo dejando a Jesús con sus discípulos. Leemos desde versículo Mientras tanto, sus discípulos le insistían: Rabí, come algo. 32 Yo tengo un alimento que ustedes no conocen replicó él. 33 «Le habrán traído algo de comer?», comentaban entre sí los discípulos. 34 Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra les dijo Jesús. Sin explicaciones por ahora, tener eso en mente, y vamos por la segunda pista, pasamos a capitulo 6 que empieza con la historia de.? De los cinco mil. Leemos de versículo Jesús tomó entonces los panes, dio gracias y distribuyó a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Lo mismo hizo con los pescados. 12 Una vez que quedaron satisfechos, dijo a sus discípulos: Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada. 13 Así lo hicieron, y con los pedazos de los cinco panes de cebada que les sobraron a los que habían comido, llenaron doce canastas. Entonces, de las dos pistas hasta ahora tenemos en la historia de la samaritana Jesús dice yo tengo comida, después tenemos la historia de los cinco mil en donde Jesús alimenta a la gente, y ahora vamos a la tercera pista que es un punto culminante. Todavía estamos en capitulo 6 ahora arrancamos con versículo 26 donde la gente salen a buscar a Jesús, y él los contesta Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse. 27 Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación. 28 Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? le preguntaron. 29 Ésta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió les respondió Jesús. 30 Y qué señal harás para que la veamos y te creamos? Qué puedes hacer? insistieron ellos. 31 Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Ciertamente les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo afirmó Jesús. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo. 34 Señor le pidieron, danos siempre ese pan. 35 Yo soy el pan de vida declaró Jesús. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. 36 Pero como ya les dije, a pesar de que ustedes me han visto, no creen. 37 Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo. 38 Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la del que me envió.

4 39 Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final. 40 Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Hemos llegado! Mira como progresa la revelación Jesús dice primer paso, yo tengo comida, segundo paso, yo les doy de comer, y ahora, punto culminante, yo soy la comida que necesitan. O sea Jesús provee el pan, y da el pan, porque es el pan. Contemplamos un segundo el pan. Pan es una de las pocas comidas que existe en casi todos los países y casi todos los idiomas del mundo. Durante miles de años y hasta el día de hoy los Judíos bendicen su mesa con las palabras; Bendito eres Tú, oh Señor, nuestro Dios, Rey del Universo, que ha traído el pan de la tierra. Y sabemos bien la importancia que tiene el

5 pan en la cultura de Argentina. De los tostados en el desayuno, hasta el pan francés que acompaña la comida de mediodía, hasta los criollitos con el mate, o los sándwiches de fiambres a la noche, es muy rara ver una mesa que no tenga pan. O sea el pan es el centro de la mesa, la comida para todos los días, algo que realmente nos mantiene en marcha para hacer las tareas cotidianas. También, mientras uno no vive de las tortas fritas y los panes con chicharrones de grasa (aunque son ricos), podemos decir que pan es una comida sana y saludable, no como las comidas chatarras. Entonces, hacemos una propaganda para el pan Parece obvio pero: Hay que comerlo para sacar el beneficio. Yo puedo saber todo sobre el pan, de donde viene, como se hace, como se dice en doscientos idiomas, pero si no lo como, voy a seguir con hambre. O puedo tener el pan más

6 espectacular del mundo en mi mesa, pero mientras sigue estando en la mesa no me va a alimentar. Y lo más importante, Jesús no es cualquier pan. Jesús dice yo soy el pan de vida. El que a mi viene nunca pasará hambre. Y El que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Un pan común alimenta por el hecho que el organismo que lo come después hace su trabajo de digestión, el pan no tiene poder en sí. Y aunque nos alimentemos bien, va a llegar un momento en que el pan común no puede sostener el cuerpo para siempre, porque en nuestro momento morimos. De hecho, dice la Biblia que aun los que comieron el maná del cielo en su momento murieron. Pero Jesús es el pan viviente; Él nos da la vida. Él nos mantiene la vida, porque él es el pan de vida, y no solamente una vida de setenta u ochenta años, pero la vida eterna. Si miramos hasta donde hemos llegado, tenemos así;

7 Jesús es el pan de vida, y él quiere que deseemos pan espiritual de la misma forma que deseamos pan físico para nuestros cuerpos. Jesús es el pan de la vida, y sabemos que el pan es comida saludable, o sea, Jesús es la comida sana que necesitamos. Dice Jesús en versículo 27 Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación. Saben como es cuando tenés un montón de cosas que hacer, y saliste de la casa a la corrida, y no tuviste tiempo ni para tomar un mate lavado, y llega el momento que no das mas, y buscas un alfajor, un chocolate, un caramelo o cualquier cosa que tenga azucar para poder seguir haciendo, mientras lo que tu cuerpo realmente está diciendo darme de comer y nosotros le damos eso

8 pero lo que necesita es eso En la vida espiritual también hacemos lo mismo. El versículo dice trabajen pero no por la comida que es perecedera. Como somos todos buenos creyentes sabemos que tenemos que elegir la comida espiritual antes del consumismo o materialismo. Pero sabemos que en la vida espiritual también existen las comidas chatarras. Leemos la Biblia? Si, leemos la Biblia. Pero como lo leemos? Cuando estamos apurados no es mas fácil leer un pasaje rápido para buscar una promesa hermosa, o volver a los versículos preferidos, el Juan 3:16. No es malo que hagamos eso, de hecho me acuerdo la primera vez que encontré el Juan 3:16. Yo conocí a Jesús con 18 años y a las tres semanas fui a vivir en otra ciudad para estudiar en la universidad, entonces estuve en una iglesia nueva, y ahí me metí en el grupo de estudiantes cristianos y como nadie me conocía, no se dieron cuenta que yo era nueva creyente, que no sabia nada, y que no había recibido ni siquiera un breve discipulado. Entonces el grupo de estudiantes decidieron el primer trimestre que iban a estudiar el libro de Hebreos. Hay que decir la verdad, Hebreos es un libro hermoso, pero es estas abriendo una biblia por primera vez, no recomiendo que empieces ahí. Después hicieron una evaluación, entonces yo tuve que decir mirar en estos tres meses las únicas palabras que yo he entendido han sido quien quiere café. Y por eso, eran chicos buenos, tuvieron misericordia de mí, y decidieron seguir con el evangelio de Juan. Y me acuerdo que descubrí por primera vez el Juan 3:16 que era como si imaginamos como seria entrar en un lugar oscuro, prender una luz y de repente ver un diamante enorme, brillante, de luces y colores, y saber que tu vida nunca mas va a ser igual. Y por eso, vuelvo a decir que no es malo tener nuestros versículos preferidos, o buscar una promesa para levantarnos; son como los regalitos; el chupetín que de vez en cuando tenemos que disfrutar. Pero a veces somos como los chicos

9 que les gustan los caramelos y quieren vivir de ellos, y como los que somos adultos sabemos, llega un momento en que un grande (generalmente los padres) tiene que intervenir para decir basta de azúcar, tenés que comer el pan (o los fideos). Así Jesús nos dice a nosotros también; si bien te regalé el caramelito, pero yo soy el pan, y el pan es lo que necesitas. Y como dijimos antes, hay que comer el pan para sacar el beneficio. Si lo tengo de adorno no me va a alimentar. Así es también con la vida espiritual. Yo empecé con el cuadro de la rompecabezas, pero una persona es mas que la suma de las piezas. Se vemos los bloques, yo puedo armar una linda rompecabezas así

10 pero no va a ser una persona. Si quiere conocer la persona, eso depende de tener una relación, tenemos que tomar mate juntos, trabajar juntos, caminar juntos, me tengo que preocupar por el otro, compartir la historia, reír juntos a los chistes, llorar juntos por los tragedias. Y asi es con Jesús. Él es nuestro pan de vida; él nos da vida, y la sostiene, y si él es nuestra vida, tenemos que caminar en relación con el. Comemos el pan viviente en una relación viviente con Jesús. Leemos su palabra, y buscamos a él en oración. Cuando estuve pensando en que voy a decir de aplicación para hoy, dije es obvio, que leamos la Biblia, y que oremos. Y después dije, pero si es tan obvio, porque no lo hago? Y la verdad es que no tengo repuesta. Si pienso un poco, si alguien me invita a comer, yo estoy. Argentina realmente es un país bendecido por Dios, y una de las bendiciones es la comida

11 Si hay para comer, nosotros estamos, y si nos invita, con mas ganas todavía. Pero cuando es Jesús quien nos invita y la comida es espiritual es otra cosa, y no se porque es así. Creo que la repuesta está en parte en el versículo 26 cuando Jesus dice a la gente Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse. O sea, todo el mundo buscaban a Jesús, pero por los chupetines, y no para el pan. Y yo creo que a nosotros nos cuesta justamente por eso, porque no sabemos a quien estamos llegando, que todavía no hemos entendido que Dios se hizo hombre, que Jesús es el verdadero pan que necesitamos, y que esa dieta es para toda la vida, no solamente una comida. Y por eso yo quiero terminar yendo a una mesa, hace dos mil años donde encontramos a Jesús con sus amigos que tampoco entendían nada de lo que iba a suceder, donde Jesús tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí. Y quiero decir Señor perdonarme porque no te he buscado como debo, porque todavía no entiendo quien sos. Pero sí, quiero comer de este pan que vos me ofreces, y quiero compartir esta vida que vos me ofreces. Ayudarme a caminar con ti, ayudarme a buscarte, ayudarme con la falta de disciplina que tengo para leer tu palabra, darme las palabras cuando te tengo que hablar, y hacerme callar cuando te tengo que escuchar. Así la aplicación sigue siendo que volvamos a Jesús, que leamos la Biblia, y que aprendamos a orar. A los que son mas nuevos que están arrancando recién les quiero animar que lean un evangelio completo. Yo empecé con Juan, Martin les va a recomendar que lean Marcos que es su evangelio preferido, pero que elijan uno. Y a nosotros que somos un poco más viejo en la fe? También, cuando fue la ultima vez que leemos los cuatro evangelios? Jesús nos invita. Yo tengo pan. Yo te doy de comer. Porque yo soy el pan de vida.

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