Cómo entender y apoyar a los niños y niñas en esta catástrofe?

Transcripción

1 Cómo entender y apoyar a los niños y niñas en esta catástrofe?

2 Es normal que ahora usted sienta: Miedo, impotencia, rabia, dolor y sobre todo, que aún sienta confusión, desorganización y se sienta sobrepasado en su capacidad habitual para enfrentar problemas. Hable de los hechos y sentimientos que provocan estas reacciones para manejarlos de mejor manera, reconocer las angustias, miedos, urgencias y no perder de vista los apoyos y los recursos que están disponibles para ir abordando y resolviendo estas dificultades. En la medida que, con otros adultos, pueda compartir sus vivencias, hablar de lo que piensa y siente y en la medida de lo posible apoye a otros, podrá ir recuperando poco a poco la tranquilidad y autocontrol necesario para enfrentar de mejor manera esta situación crítica. Qué podría estar pasándole a niños y niñas? Sentir miedo, confusión, pena. Sentir que están en peligro. Creer que pueden quedar solitos. Sentir que los adultos los ignoran porque tienen otros problemas. Pensar que su mundo cambió y no saber cómo adaptarse. Tener una tremenda necesidad de apoyo y compañía. Cómo podrían reaccionar nuestros hijos/as después? Es normal que por un tiempo su niño/a: Esté extremadamente apegado a su mamá, papá o adultos cercanos. Esté más llorón o gritón que siempre, o esté más silencioso y retraído. No quiera ir al jardín o a la escuela. Tenga temor a estar solo, miedo a los extraños, a los animales o a situaciones que no ha temido antes como a la noche y a la oscuridad. Haya algún episodio en que se haga pipí o incluso caca en la cama o en la ropa. Disminuya o aumente su apetito. Tenga problemas para dormir y/o pesadillas.

3 Estas reacciones pueden haber aparecido inmediatamente después de la situación o después de varios días, semanas o meses. En la mayoría de los casos, los síntomas irán desapareciendo de a poco en cuanto el niño o niña vaya asimilando lo sucedido en un contexto que lo acoja, le ayude a entender y a retomar la cotidianeidad. Qué podemos hacer los adultos para ayudar a los niños/as? Ayudarlos a comprender lo que está ocurriendo Ayúdeles a recordar aquellas cosas que hicieron que fueron protectoras y seguras y valórelas como algo positivo. Ayúdeles a encontrar recuerdos positivos, cuestiones simples y sencillas, que aportaron a sobrellevar la situación. Explíqueles lo sucedido con calma y claridad, diciéndole a sus hijos/as lo que sabe. No minimice ni exagere la situación. Trate de evitar que los niños/as vean situaciones de descontrol o pánico en los adultos. Recuerde que para ellos los adultos suelen ser referentes importantes de comportamiento. Explíqueles lo que aparece en la televisión y en la radio o cuando los adultos comenten malas noticias. No asuma que por ser niño o niña, no se da cuenta de lo sucedido. Ellos también tienen derecho de ser informados en la medida de sus posibilidades de comprensión. Dígales siempre que es muy normal tener miedo en una situación como la que vivieron. Generar espacios para ayudarlos a hablar y expresar sus sentimientos en torno a lo sucedido Pregúnteles acerca de sus sentimientos sobre lo sucedido. Ayúdeles a expresar lo que sienten, sus preocupaciones y sus miedos, sin forzarlos ni presionarlos si no quieren hacerlo. Dígales lo que usted sintió durante el desastre, así sus hijos/as sentirán que sus sentimientos son compartidos, siempre resguardando que este relato no se dé en un clima de desborde emocional.

4 Anímelos a hablar y consuélelos por las pérdidas que ellos/as sienten importantes. Por ejemplo: pérdida de familiares, conocidos, la casa o también mascotas, juguetes, etc. En este tipo de situaciones, todas las pérdidas son importantes de ser consideradas. Aun cuando como adultos no nos parezcan tan relevantes, eso no significa que para ellos no lo sean. Esté disponible a responder todas las preguntas que sus hijos/as puedan tener. Si no tiene la respuesta, no es necesario inventar. Puede decir que no lo sabe, pero que lo pueden averiguar. No haga a sus hijos/as promesas que no puede cumplir o no dependen de usted. Por ejemplo: mañana estará todo bien, esto no volverá a pasar. Escuche lo que están diciendo y acepte los sentimientos de su hijo/a. Si siente ganas de llorar, dígale que está bien que llore y que exprese sus sentimientos. Anímelos a que dibujen, pinten, escriban o jueguen acerca del desastre. El lenguaje del juego es una sana manera de expresar lo sucedido. Entregarles un ambiente de seguridad y contención Tranquilice a los niños/as con palabras y trate de que estén cómodos. Reafírmeles frecuentemente que están juntos y a salvo. Constantemente abrace y acaricie a los niños/as. Tenga paciencia ante sus posibles pataletas, llantos y a que quieran andar siempre pegados a usted. Recuerde que estas son expresiones emocionales esperables dentro de una situación de crisis. Entregue a los niños/as un sentimiento de control sobre su entorno. Una buena manera de hacerlo es pensar juntos qué cosas lo calman en una situación parecida. Explíquele qué es lo que pasará y qué cambios pueden ocurrir. Mantenga las rutinas familiares en la medida de lo posible, por ejemplo: horarios, hábitos de juego, etc. No traspase sus propios miedos a sus hijos/as. Por ejemplo, no duerma con ellos si es usted quien lo necesita y no él/ella.

5 Ayúdelos a contactarse con la alegría y la esperanza Cuando hagan juegos referentes al desastre, anímelos a que le den al juego un final feliz, pues están a salvo. Vuelvan a sus rutinas como ir al jardín lo antes posible. Intégrelos/as en la reconstrucción y orden de lo dañado. Trate de realizar juegos o actividades que hacen feliz a su hijo/a. Facilite a sus hijos/as objetos que le entreguen sensación de seguridad, como peluches, juguetes, tutos. Si necesita apoyo de especialistas para acompañar a sus hijos e hijas en estos momentos tan duros, ponemos a su disposición nuestro servicio FONOINFANCIA ( ), un servicio telefónico gratuito -desde red fija y celulares- y confidencial, atendido por un equipo de psicólogos/as que ayudan a resolver dudas relacionadas con situaciones que surgen en la crianza y desarrollo de niños y niñas. Horario de atención: lunes a viernes entre 9:00 y 18:00 hrs.