Lo que se siembra, se recoge... Una experiencia de trabajo tutorial en el Bachillerato de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Transcripción

1 Lo que se siembra, se recoge... Una experiencia de trabajo tutorial en el Bachillerato de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Nancy Gabriela Galván Estrada CENTRO DE BACHILLERATO Y SECUNDARIA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE AGUASCALIENTES. Resumen. Se exponen los antecedentes del trabajo tutorial iniciados en el Centro de Bachillerato y Secundaria de la Universidad Autónoma de Aguascalientes en 1996, ubicando el contexto en el que surgió el Programa de Tutorías Longitudinales del Centro, dando pie a su Diseño, Organización e Implementación lo cual implicó una reconceptualización del quehacer educativo de la Orientación, y la formulación de un nuevo modelo de trabajo en Orientación Educativa en donde se buscaba que estuvieran involucrados y tuvieran una verdadera participación todos aquellos agentes educativos alrededor del alumno, entiéndase: autoridades, maestros, tutores, orientadores y padres de familia entre otros. Se presenta además, una experiencia de tutoría longitudinal llevada a cabo con un grupo de jóvenes bachilleres pertenecientes a la generación a los que se les acompañó durante sus tres años de paso por la Preparatoria. Se concluye con una serie de reflexiones en torno a la tutoría derivadas de la experiencia en todo este tiempo, que hoy se desean compartir con todos aquellos profesores que bien apenas inician o se encuentren ya plenamente consolidados en esta labor. INTRODUCCIÓN. Se escogió como título de esta presentación esta frase que representa para mí lo que ha sido la tutoría, estoy convencida de que lo que uno hace se regresa en la misma medida de la entrega y el compromiso personal (sin considerar las variables que no dependen de nosotros mismos, eso es otra cosa) por lo que efectivamente se recoge lo que se siembra. Ser tutor ha significado para mí tener el honor de vivir y compartir la experiencia de la vida con los jóvenes, aquellos a quienes nos debemos los maestros, los educadores. Ser tutor ha sido una de las experiencias más gratas y satisfactorias que la vida

2 profesional me ha dejado porque esta labor me ha permitido estar más cerca de ellos, conocerlos y hacer algo en consecuencia. Estoy convencida de que la tutoría bien cuidada y bien llevada contribuye con su grano de arena a elevar la calidad educativa de una Institución pues representa una función de apoyo a la misma, y de ayuda al alumno que un profesor puede hacer además de y en paralelo a su propia labor docente. Haberme introducido en este campo primero como Coordinadora y después como tutora de grupo, me ha dejado una serie de experiencias que hoy deseo compartir: hablaré primero de Cómo surgió la tutoría en el Centro de Bachillerato y Secundaria de la UAA?, después Cómo fue la experiencia de trabajo que yo tuve con un grupo durante tres años? Y por último qué he ido aprendiendo de todos estos ocho años de andar transitando por estos caminos?. DESARROLLO. En mayo de1996 a raíz de los procesos de cambio y reestructura que se dan en la Universidad, la figura del profesor tutor cobra vida en el Centro de Enseñanza Media. Se retoman los postulados contemplados en el Plan de Desarrollo en torno a los alumnos los cuales contemplaban: Programas de Tutoría Longitudinal. Se pensó que un tutor podría ser un medio y un enlace a la vez, que junto con otros agentes educativos coadyuvara en los esfuerzos institucionales por el mejoramiento de la calidad. Se pensó que ésta persona por el hecho de ser profesor y estar en contacto continuo con los alumnos, tener un perfil y una previa preparación podría: Atender y dar seguimiento académico a un grupo a su cargo, con el fin de favorecer de una manera más personalizada los procesos instructivos y formativos de los jóvenes en su paso por los niveles de estudio correspondientes a la Secundaria o el Bachillerato, esto era lo que se buscaba. Así pues, se formó una comisión que se dio a la tarea de sacar adelante El

3 Proyecto de tutorías longitudinales, trabajando en dos vertientes, una en el diseño, organización e implementación del Programa tutorial del Centro, y la otra en un Programa de Capacitación que prepara a los profesores (seleccionados previamente con el perfil deseable para tutor) para la realización efectiva de esta labor contando con un bagaje previo de conocimientos y metodología para trabajar como tutor. Esta labor nos llevó seis meses antes de que iniciaran ya su trabajo los profesores-tutores en enero de 1997, el documento del Programa Institucional de Tutorías había quedado terminado, incluía su objetivo general, sus específicos, la definición de tutor, las funciones que le competían en relación con los alumnos, el grupo, la comunidad educativa y la familia; así como los requisitos para serlo y el perfil deseable. Contenía además los lineamientos, estrategias, técnicas y medios para ejercer la tutoría mencionando las fases en las que debería trabajar el tutor ( planeación, intervención y evaluación) incluyendo la bibliografía de apoyo. Haber introducido la tutoría en el Centro, implicó toda una reestructuración de los servicios de Orientación llevados hasta entonces, así como la elaboración de un nuevo modelo de trabajo en Orientación Educativa que se centraba mas que nada en la realización de servicios por Programas y en un modelo de Consulta en donde quedaban involucrados todos los agentes que rodeaban al alumno llámense: autoridades, maestros, tutores, orientadores y padres de familia entre otros. La Tutoría y la Orientación quedaban integradas, cooperando ambas al interior de la escuela y persiguiendo al final de cuentas lo mismo: el desarrollo del alumno, pero estableciendo cada uno sus diferencias en cuanto a perfil profesional, procedimientos y métodos para lograrlo. En cuanto a mi experiencia como tutora de grupo, he tenido hasta ahora cuatro, en donde con ninguno había permanecido los tres años completos y no fue sino hasta1999 en que me asignaron el grupo D de la generación con el que tuve la oportunidad de ver y sentir muy cercanamente su proceso de transformación, los vi preparar sus alas para volar y emprender su camino. Cada semestre lo trabajaba de manera planeada, sistematizada y con un

4 proceso de evaluación constante, contemplado los cuatro ejes primordiales derivados del Programa General, a decir: el Fomento al Desarrollo Personal del Alumno, el Escolar, su Socialización y Valores; sin dejar de considerar las disposiciones que las autoridades mandaban y las características y necesidades propias que presentaba el grupo. La tutoría se ejercía de forma individual y grupal, tenía sesiones semanales incluidas dentro del horario escolar por lo que las preparaba durante las semana, llevaba a cabo juntas con padres de familia 2 o 3 veces por semestre, y teníamos además un trabajo colegiado de tutores que se efectuaba mensualmente por niveles de escolaridad. Cada año representó una situación distinta en lo académico, lo personal y lo grupal: El primer año: la adaptación a la escuela y al nuevo rol y responsabilidad de estudiantes de bachillerato, la identificación entre ellos mismos y el cultivo de la amistad que daría pie mas tarde al surgimiento de las grandes amistades de la preparatoria. Mis intervenciones grupales (lúdicas en un inicio) perseguían el conocimiento de mi parte de los alumnos, el autoconocimiento, la convivencia, la integración grupal, la adaptación a la Institución y a su nuevo nivel de estudios. El segundo: el enfrentamiento a las dificultades propias de esta etapa de estudios, receptora de quejas sobre materias y maestros difíciles, algunos por exigentes y otros por intransigentes, y otros tantos por su carencia de habilidad para facilitar el aprendizaje y despertar la motivación y el interés, los escuchaba y les orientaba. Se despertaron los talentos deportivo y artísticos, surgieron salidas a eventos sociales y recreativos, me mostraban las tendencias del último grito de la moda, y tenía conversaciones constantes con los alumnos que me visitaban en mi cubículo para platicar de sexualidad, la familia, el amor y otros muchos temas más, en los que la música estaba presente como talón de fondo. Mi planes de trabajo grupal se enfocaban al aprovechamiento escolar, fomento al autoaprendizaje y al desarrollo de las

5 habilidades del pensamiento y de estudio, pensando en que el EXANI II estaba por venir. 5º. y 6º. Semestre significaron la salida de su preparatoria, los cierres y el enfrentamiento a una gran decisión: la elección de su carrera. Aquí fue donde me di cuenta de como habían crecido... tanto física, intelectual y psicológicamente, existía ya entre nosotros una plena confianza y conocimiento mutuo, seguíamos conversando pero ahora de sus proyectos de vida, de cómo podían hacer para elegir adecuadamente una carrera, vivían la incertidumbre de no saber si quedarían o no con un lugar en la Universidad, se mostraban entusiasmados con su fiesta de graduación, sabían que venía el final y la separación inevitable de sus amigos y del grupo. Mi intervención se enfocó entonces a la ayuda para la elección de carrera, el manejo de la angustia y en preparar el cierre y despedida de este grupo y de ésta etapa de estudios que concluyó finalmente con un viaje extraordinario e inolvidable. Mi actitud como tutora fue en todo momento de observar, escuchar e informarles de todo lo que les concernía en cuanto a la institución y a su desarrollo escolar, así como de apoyarlos en el enfrentamiento de diversas situaciones que más tarde se convertirían para ellos en logros y en aprendizajes para su vida. Hoy ya no están mas ahí... pero me queda su recuerdo y la satisfacción de esta experiencia por lo mucho que aprendí de ellos y por todo lo que me brindaron. Aunque no siempre fue todo miel sobre hojuelas...hubo altibajos también, los normales que se presentan en todo grupo en evolución, momentos críticos que se tuvieron al término del tercer semestre donde parecía que el grupo estaba ya cansado de las sesiones grupales tan estructuradas y formales ( de manera que llegue a pensar si era momento de dejarlo o no), la crisis se supero, se dejo atrás la formalidad y se dio más pie a la flexibilidad. Así también puesto que nunca faltan los alumnos que no se sujetan a nada y se mantienen al margen de todo y distantes de uno ( asistían para no tener la falta o porque les urgía saber las que llevaban en sus demás materias) ya para terminar el sexto semestre, estos alumnos se acercaron a mi y me abrieron su corazón,

6 reconociendo mi labor y mis esfuerzos por tratar de tenerlos siempre en cuenta aunque ellos no se dejaran o no respondieran. Hoy a dos años de distancia los encuentro en la universidad y nos saludamos con mucho cariño, nos une el recuerdo de las muchas experiencias que compartimos juntos en su bachillerato. Conclusiones. Que me deja todo esto? 1. Tutoría y Docencia son dos actividades que caminan juntas, la tutoría es una nueva labor del quehacer académico. 2. La tutoría es un factor coadyuvante en la promoción del desarrollo integral del alumno. 3. La tutoría es: Una Moda? Imposición? o Servicio de apoyo?. Independientemente de la polémica percepción que se tenga de ésta, para mí es un servicio en el que creo firmemente y en el que pienso que su efectividad depende de muchas variables que si se saben conjugar resulta un éxito. 4. La tutoría es un asunto que implica problemas y desafíos. 5. Cómo cuales problemas?: El riesgo de la continuidad o no de los programas al cambio de autoridades, la falta de comunicación entre los agentes intervinientes del proceso, las resistencias que se presentan desde las cabezas superiores hasta llegar a los alumnos mismos, la ignorancia en ocasiones y la falta de visión, la falta de compromiso e interés, la falta de recursos físicos, materiales, metodológicos y económicos, la falta de

7 integración y el trabajo colegiado que en ocasiones no se da, la supervisión y el seguimiento entre otros. 6. Cómo cuales desafíos?: Definir lineamientos, más difusión de todo esto, reglamentos, formación y capacitación constante, básica y especializada, creación de espacios para los tutores, líneas de investigación, romper esquemas tradicionales, unir esfuerzos trabajar conjuntamente sin envidias ni recelos, otorgar un voto de confianza a esta labor y ser muy honestos. 7. Es necesario crear metodología, sistematizar y comprobar lo que se hace, contar con Manuales o Guías para aquellos tutores que se inician y se sienten perdidos porque los mandan a la guerra sin fusil, aunque es conveniente que después ellos mismos aprendan a elaborar los propios. 8. Para llegar a ser un buen tutor se requieren conocimientos, habilidades pero sobre todo ( y lo más importante para mí y lo más difícil de lograr) Actitudes de: disposición, tiempo, compromiso, convicción y amor por lo que se hace. 9. Cuando un tutor se entrega al 100% recibe el 100% en correspondencia. 10. Un buen tutor debe buscar siempre la actualización constante, en cuanto a un saber académico y en cuanto a un desarrollo personal, nadie da lo que no tiene y si un tutor no se atiende a sí mismo no estará en las mejores condiciones de darse a los demás. 11. Un profesor que se ocupa de darse a sí mismo una buena formación docente, es en potencia un gran tutor.

8 12. No siempre puede resultar bueno o malo el tener la oportunidad de iniciar y terminar con un grupo en toda su trayectoria escolar. Estas son por ahora algunas de las reflexiones a las que he llegado hasta hoy y he querido compartir, estoy segura que irán surgiendo muchas más con el tiempo, pero lo que es y será siempre muy importante para mi y creo que para muchos otros que se encuentran aquí, será el hecho de estar siempre atentos, motivados y en la búsqueda constante del enriquecimiento y del crecimiento personal en esta tarea educativa que es la tutoría y que nos corresponde brindar.