2 Calidad del agua y salud comunal

Transcripción

1 2 Calidad del agua y salud comunal 2.1 Introducción 2.2 Fuentes y efectos de los contaminantes comunes del agua sobre la salud 2.3 Normas de calidad del agua para consumo humano Corriente de agua dulce típica en el norte de Nicaragua. 2.1 Introducción aproximadamente 2,84 millones de personas (OPS, 1999). De esa población urbana, se estima que 93% tienen acceso a servicios de agua para consumo humano, mientras que sólo 12% de la población rural tienen un acceso similar. De la población total, 42% tienen acceso a servicios de disposición sanitaria (incluido el uso de letrinas). De la población urbana, 87% se beneficia de dichos servicios, pero sólo 54% de la población rural lo hace (OPS, 1999). En las comunidades, el acceso al agua segura para consumo humano puede mejorarse si se protegen las fuentes y se manejan de tal manera que se logre la reducción y prevención de contaminantes en el presente y en el futuro. En 1990, 70% de los sistemas públicos de abastecimiento de agua en Nicaragua usaban agua subterránea, mientras que 30% usaban agua superficial (OPS, 1998). Si bien el agua subterránea generalmente está más protegida de la contaminación que el agua superficial, la subterránea puede resultar extremadamente difícil de limpiar una vez que se contamina. Al encontrarse en el subsuelo y al desplazarse de manera relativamente lenta, la contaminación puede tomar muchos años para evidenciarse en los pozos de agua para bebida. Estos factores hacen que la recuperación de aguas subterráneas sea muy difícil y que, por lo tanto, su protección contra la contaminación inicial resulte extremadamente importante. La mayoría de los sistemas trata el agua superficial mediante una combinación de filtración, lagunas de sedimentación, aeración, adición de compuestos químicos (para apoyar la remoción de contaminantes) y cloración. El cloro es el desinfectante más usado en todo el mundo porque es altamente efectivo contra los microbios, es fácil de obtener y resulta barato comparado con otras opciones de tratamiento. El agua de fuentes superficiales debe ser filtrada para remover sedimentos y materia orgánica antes de la cloración. La cloración de agua turbia puede resultar ineficaz y el cloro puede reaccionar con la materia orgánica y formar subproductos dañinos como los trihalometanos, ácidos haloacéticos y clorita (EPA, 2001a). Además, la cantidad de cloro necesaria para tratar todas las bacterias dañinas en el agua turbia puede exceder los niveles seguros para el consumo humano. Algunas plantas de tratamiento, como la de Matagalpa, usan otros productos químicos para eliminar bacterias. Por ejemplo, durante el proceso de tratamiento, se añade al agua sulfato de aluminio y óxido de calcio en cantidades especificadas según la calidad del agua afluente (Proyecto Cuencas Matagalpa, et al., 1999). Estos productos químicos actúan como coagulantes y fomentan la remoción de sedimentos suspendidos, lo que mejora el tratamiento. El agua segura para consumo humano desempeña un papel muy importante en la salud de una comunidad. Si bien la mayoría de ciudades puede tratar el agua destinada al consumo humano, la situación es muy diferente en las áreas rurales. En ellas, el número de pobladores que recibe agua tratada es considerablemente menor y el consumo de agua sin tratar es común. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aproximadamente 37% de la población total de Nicaragua, estimada en 4,46 millones, tienen acceso al agua tratada (distribuida a través de sistemas de tuberías). Se estima que la población urbana representa 63,7% de la población total, es decir, Figura 2.1 Durante el tratamiento, el agua para consumo humano pasa por una etapa de aeración a fin de reducir los niveles de contaminantes. Los sedimentadores remueven los sedimentos del agua para consumo humano. Es importante señalar que los sistemas de tratamiento de agua tradicionales para aguas superficiales o 5

2 subterráneas no logran remover algunos tipos de contaminantes, particularmente los nitratos, productos químicos orgánicos y metales disueltos. Por ejemplo, el agua para consumo humano obtenida de una fuente contaminada con productos agroquímicos, como fertilizantes o plaguicidas, o con metales, como arsénico o cobre procedentes de una operación minera, no quedará limpia al pasar por un proceso de tratamiento que elimina microbios. Por lo tanto, la prevención y el manejo de contaminantes en el área de una fuente de agua cumplen un papel clave en la tarea de proteger el agua de bebida. Los métodos de filtración simple pueden resultar útiles para las personas que no reciben agua tratada de un sistema público de abastecimiento de agua. Un filtro de arena puede remover muchos contaminantes del agua proveniente de una fuente superficial, incluidos las arcillas y limo, algunos microorganismos, materia orgánica natural, hierro y magnesio (EPA, 1999). Los filtros de arena pueden ser útiles en casas o en grupos de varias casas, como se hace en la cuenca del río Dipilto, al norte de Ocotal. También es posible instalar filtros para atender a un número mayor de personas, como en un hotel o en una hacienda cafetalera. El hotel de la plantación cafetalera Selva Negra en Matagalpa usa filtros de arena para tratar el agua cerca de su fuente en la ladera de la montaña antes de abastecer con ella al hotel y a la comunidad de trabajadores. Después de filtrar el agua, es posible desinfectarla en casa con cloro, el cual se puede comprar en forma líquida en las tiendas locales. Es extremadamente importante que las personas lean, entiendan y sigan las instrucciones para el uso de este tipo de desinfectantes, pues el cloro y sus subproductos pueden ser tóxicos para la salud humana si se los usa inadecuadamente (Proyecto Cuencas Matagalpa, et al., 1999). Si bien la cloración afecta el sabor del agua y puede ser rechazada por algunas personas, los beneficios de su uso son mucho mayores pues reducen los riesgos de la exposición a microbios en el agua para consumo humano. Programa de Desarrollo de la Capacidad Analítica de los Laboratorios para Calidad del Agua en Nicaragua Las pruebas sobre la calidad del agua para consumo humano en todo Nicaragua generalmente se realizan en los laboratorios centralizados del MINSA y ENACAL, ubicados en Managua. En algunas áreas, los laboratorios regionales más pequeños realizan pruebas básicas como análisis bacteriológicos, temperatura, ph y nitrito-nitrato. Sin embargo, el actual sistema de laboratorios de Nicaragua carece de recursos adecuados para pruebas y monitoreos rutinarios, de análisis detallados de la calidad del agua, de capacitación técnica apropiada y de equipo moderno. Un proyecto en curso administrado por la OPS, organización del sistema de las Naciones Unidas, está trabajando para fortalecer la capacidad de los laboratorios centrales del MINSA, de ENACAL y de una universidad mediante la capacitación y adquisición de equipos. La parte de este proyecto orientada al fortalecimiento de la capacidad de los laboratorios está recibiendo un significativo financiamiento de la EPA. Este programa de fortalecimiento sentará las bases para la acreditación de laboratorios en Nicaragua y para mejorar la capacidad de los laboratorios regionales. Este trabajo de la OPS es parte del Plan de Acción Regional para Mejorar el Acceso y la Calidad del Agua para Consumo Humano en América Latina, el cual es uno de los resultados de la Cumbre de las Américas de Mejoras similares se están implementando paralelamente en El Salvador a través del mismo programa. Figura Fuentes y efectos de los contaminantes comunes del agua sobre la salud Existen numerosos contaminantes naturales y artificiales que pueden afectar la calidad del agua para consumo humano. Los contaminantes típicos del agua para consumo humano incluyen microbios, nitratos, solventes, productos derivados del petróleo, plaguicidas y metales. Generalmente, en los países en vías de desarrollo se desconoce la ocurrencia relativa de estos contaminantes en el agua de bebida debido a la limitada capacidad para realizar pruebas de calidad del agua. Sin embargo, sí se realizan pruebas bacterianas rutinarias en la mayoría de las plantas municipales de tratamiento de agua y los datos de laboratorio generalmente indican niveles significativos de coliformes totales y fecales en el agua superficial que se usa para el consumo humano. Los datos sobre bacterias en fuentes de aguas subterráneas, como en Estelí, no estaban disponibles en la hoja de análisis de datos del laboratorio regional suministrada por la Empresa Nicaragüense de Acueducto y Alcantarillado (ENACAL) y posiblemente no se recopilen en muchos pozos de aguas subterráneas (ENACAL- Estelí, 1999). Los datos sobre morbilidad y mortalidad causadas por enfermedades de origen hídrico los almacena el Ministerio de Salud (MINSA) y éstos pueden brindar una visión de los niveles de exposición a bacterias dañinas que se pueden atribuir al agua para consumo humano contaminada. Generalmente, no se encuentran disponibles sobre exposición a otros tipos de contaminantes (nitratos, solventes, plaguicidas y metales). Sin embargo, existe una razonable probabilidad de que algunos o todos estos contaminantes estén presentes en el agua para consumo humano, dependiendo de la ubicación del abastecimiento de agua y los usos del terreno en el área. Sin datos sobre la calidad del agua que revelen los niveles de estos contaminantes, es imposible especular cómo pueden afectar la salud de la población. En las siguientes secciones se ofrece información básica sobre los efectos en la salud causados por la exposición a estos contaminantes. Los contaminantes descritos en este capítulo probablemente afecten en alguna medida la calidad del agua en todas las comunidades. Los contaminantes más difundidos, según las observaciones de los usos del terreno y las actividades humanas, probablemente sean los microorganismos y los nitratos. Dependiendo de la intensidad de la actividad agrícola o industrial en el área de una fuente de agua, los solventes y productos derivados del petróleo, los plaguicidas y los metales pueden plantear un riesgo significativo para la salud humana. El grado de riesgo puede determinarse en gran medida a través de un proceso de evaluación de la fuente de agua tal como se describe en el capítulo A Contaminantes microbianos Qué son y cuáles son las fuentes? Los microbios son formas de vida microscópicas. Ciertos microbios que ayudan a la digestión habitan normalmente en los intestinos de las personas y animales. Si bien muchos microbios son inofensivos e incluso realizan funciones beneficiosas, algunos son agentes patógenos y pueden causar enfermedades cuando se los ingiere con el agua o la comida. Los microbios dañinos incluyen a ciertas bacterias, virus y protozoarios. Estos contaminantes invisibles pueden llegar al agua para consumo humano de varias maneras: micción o defecación directa por parte de humanos o animales en o cerca de un riachuelo, río o lago usado para el abastecimiento de agua para consumo humano; Algunas veces, la defecación al aire libre se hace en áreas sin vegetación, donde las personas se congregan y esperan. Aquí se observa a recolectores de café que esperan por un camión para que lleve sus sacos de café a un planta de secado. 6

3 Pruebas para bacterias coliformes Las bacterias coliformes generalmente viven en el tracto digestivo de los animales de sangre caliente, pero también se encuentran en forma natural en el ambiente. Su presencia en el agua para consumo humano generalmente se usa como indicador de otros organismos patógenos asociados con la materia fecal humana y animal. Las bacterias patógenas humanas incluyen Escherichia coli, Salmonella spp., Shigella spp. y V. cholerae. La prueba de coliformes totales y la prueba de coliformes fecales se usan para identificar la contaminación fecal potencial. La prueba de coliformes totales se usa para determinar los niveles generales de contaminación bacteriana, mientras que la de coliformes fecales indica específicamente la presencia de bacterias provenientes de materia fecal. Figura 2.3 Qué es la prueba de coliformes totales? El método más común para determinar la presencia de coliformes totales es el método de filtración por membrana. Este es un método simple que puede brindar resultados en 24 horas. Para realizar la prueba de coliformes totales, se filtran 100 ml de agua a través de una membrana estéril con poros de un diámetro suficientemente pequeño como para que las bacterias se queden en el filtro de membrana. Luego se coloca la membrana en un plato con un medio de cultivo y se incuba en un pequeño horno especial durante 24 horas. Después del período de incubación, cada microbio coliforme habrá crecido hasta formar una colonia visible que puede contarse en el filtro de membrana. El resultado de la prueba se presenta como el número de colonias de bacterias por cada 100 ml de agua. Generalmente, el agua para consumo humano se considera segura sólo cuando el número de colonias en 100 ml de agua es cero. (Fuente: Madigan, et al., 2000; Gaudy and Gaudy, 1980) descarga de una planta de tratamiento de aguas residuales dentro del área de protección de una fuente de agua, y rebose de letrinas mal construidas o inundadas en el área de protección de una fuente de agua, especialmente cerca de pozos y aguas superficiales. La presencia de microbios en el abastecimiento de agua se determina mediante pruebas de laboratorio en las que se cultivan bacterias indicadoras en un medio de cultivo especial (ver recuadros). Los resultados de estas pruebas predicen la presencia de microorganismos patógenos en el agua. Las personas pueden enfermar cuando ciertos microbios ingresan al cuerpo humano. Diferentes microbios causan diferentes enfermedades. Vista ampliada de una bacteria, invisible a simple vista. La enfermedad más común causada por la ingestión de agua contaminada con bacterias fecales es la disentería, la cual produce una peligrosa diarrea hemorrágica. Los niños pueden sufrir una grave deshidratación y, en casos severos, pueden incluso morir. Otras enfermedades comunes transmitidas por el agua, asociadas a microbios en el agua Contaminantes del agua de bebida y sus fuentes potenciales en las tres comunidades del proyecto piloto Figura 2.4 Qué es la prueba de coliformes fecales? Una prueba de coliformes fecales indica sólo la presencia de coliformes fecales, que son un subconjunto de las bacterias coliformes totales. Los coliformes fecales crecen sólo en los intestinos de los humanos y animales. El método de filtración por membrana también se usa para esta prueba, pero el medio de cultivo y la temperatura de incubación son diferentes. Se incluye sales biliares en el medio de cultivo de modo que las bacterias que no crecen en los intestinos de humanos y animales no crezcan en el medio y se incrementa ligeramente la temperatura de incubación. Nuevamente, los resultados se miden en colonias por 100 ml de agua filtrada y el agua sólo se considera segura si el número de colonias en el medio es cero. (Fuente: Madigan, et al., 2000; Gaudy and Gaudy, 1980) Figura 2.5 Figura 2.6 7

4 Enfermedades transmitidas por el agua Las enfermedades transmitidas por el agua son causadas por diferentes tipos de microbios, incluidos las bacterias, protozoarios, virus y lombrices que pueden transmitirse a los humanos a través del agua infectada por otros humanos o por animales. Estos microbios patógenos generalmente se multiplican en el tracto gastrointestinal de los humanos y animales, se excretan y permanecen en el ambiente. Una vez en el ambiente, estos microbios tienen diferentes tiempos de supervivencia, pero pueden transmitirse mediante escorrentías superficiales a los alimentos o a través del contacto directo con humanos o animales infectados (Evans and Brachman, 1991). El cólera, la criptosporidiosis, la fiebre tifoidea y la fiebre entérica causada por la Escherichia coli son enfermedades que generalmente se diseminan a través del agua cuando están presentes en la población humana. El siguiente cuadro lista las enfermedades más comunes y su modo de transmisión. Enfermedades comunes transmitidas por el agua para consumo humano contaminada Figura 2.7 Los niños pueden sufrir efectos serios, particularmente deshidratación, debido a las enfermedades transmitidas por el agua. para consumo humano, son el cólera, la hepatitis A y la fiebre tifoidea (Evans and Brachman, 1991). La contaminación del agua de bebida con microbios plantea una amenaza significativa para la salud humana. Una epidemia de cólera golpeó a los países latinoamericanos a principios y mediados de los años noventa. Una campaña de control del cólera en Nicaragua, que incluyó mejoras en el saneamiento y la educación pública, controló nuevamente el número de casos de cólera, pero sólo después de que la campaña de control fuera puesta en peligro nuevamente en 1998 por acción del huracán Mitch. En el año 2000, el número de casos de cólera reportados en Nicaragua se había reducido a 11 (OPS, 2001). Sin embargo, según el MINSA, la disentería sigue siendo un grave problema de salud pública en Nicaragua (MINSA, comunicación personal, noviembre 2000). En 1990, por ejemplo, el número de muertes reportadas debido a diarrea fue (OPS, 1998). El número de casos de diarrea reportados en 1993 y 1994 fue y , respectivamente (OPS, 1999). Puede suponerse razonablemente que una gran proporción de estos casos es atribuible a la ingestión de agua contaminada, en contraposición a una higiene deficiente o alimentos contaminados, aunque se desconoce la proporción exacta. En 1996, el número de muertes reportadas debido a la diarrea se había reducido a sólo 82 gracias a los esfuerzos nacionales de control (OPS, 1999), pero el número de casos continúa siendo alto. Las enfermedades infecciosas intestinales, como la disentería y el cólera, generan preocupación adicional porque están entre las principales causas de muerte de niños menores de un año (OPS, 1998). De las muertes reportadas por diarrea en Nicaragua en 1990, 75% correspondía a niños menores de un año (OPS, 1998). La protección de las fuentes de agua puede desempeñar un papel esencial en la prevención de brotes epidémicos de enfermedades como la disentería y el cólera, causadas por la contaminación microbiana del agua para consumo humano y los alimentos. El cólera y la disentería pueden propagarse debido a un saneamiento inadecuado y al agua de bebida contaminada. El manejo del uso del terreno, la identificación y manejo de fuentes potenciales de contaminantes y la adecuada planificación pueden contribuir a reducir el riesgo de estas enfermedades y ayudar a limitar la magnitud de futuros brotes epidémicos. 2.2.B Nitratos Qué son y cuáles son sus fuentes? Los nitratos son moléculas compuestas de nitrógeno y oxígeno en la forma química NO3. Los nitratos existen naturalmente en bajos niveles en el ambiente como parte del ciclo del nitrógeno. Las mayores fuentes de nitratos son los fertilizantes agrícolas, Los residuos del ganado arrastrados a los ríos y corrientes de agua constituyen una fuente importante de nitrógeno y de bacterias. 8

5 pero los residuos humanos y animales también pueden aportar nitratos al ambiente. Los nitratos pueden afectar al agua superficial como a la subterránea. El tratamiento de agua para consumo humano contaminada con nitratos es costoso y puede resultar complicado por la presencia de otros contaminantes. Si bien las concentraciones de nitrato pueden variar con el tiempo debido a fuentes atmosféricas, insumos agrícolas y condiciones climáticas, es razonablemente seguro suponer que los nitratos están afectando la calidad del agua para consumo humano y que la gestión del agua debe dedicar esfuerzos para resolver este problema. Los niveles elevados de nitratos en el agua para consumo humano resultan preocupantes debido a su efecto potencial en los infantes, niños pequeños y mujeres embarazadas. Los niveles de nitratos por encima de 10 mg/l en el agua para consumo humano pueden causar el síndrome de niño azul (metahemoglobinemia), una enfermedad caracterizada por la falta de oxígeno en la sangre que puede provocar retardo mental y, en casos severos, incluso la muerte. La ingestión de nitratos también está asociada con un alto riesgo de cáncer, especialmente de tipo gastrointestinal. 2.2.C Solventes y productos derivados del petróleo Qué son y cuáles son sus fuentes? En algunas actividades comerciales e industriales se usan productos químicos que tienen como base el petróleo o solventes orgánicos artificiales. Por ejemplo, los talleres de reparación de autos frecuentemente usan una variedad de solventes o productos derivados del petróleo, como aceite para motor y compuestos para remover grasa. Los talleres de pintura usan diluyentes, barnices, aceites y tintes. Las estaciones de gasolina almacenan y venden combustible. Todos estos materiales pueden contaminar el agua de bebida si no se les manipula, almacena y dispone con métodos seguros. Los solventes pueden plantear riesgos significativos para las personas de todas las edades, especialmente si se los ingiere cotidianamente durante largos períodos, incluso en concentraciones aparentemente bajas. Muchos productos orgánicos están asociados con un mayor riesgo de cáncer en todos los grupos de edades. También están vinculados a problemas hepáticos y pueden dificultar el funcionamiento normal de los sistemas circulatorio y nervioso. Las mujeres pueden experimentar dificultades en la reproducción; los niños tienen un alto riesgo de desarrollar una gama de problemas de salud relacionados con la exposición a estos productos químicos en el agua para bebida (EPA, 2001b, en línea: D Plaguicidas Qué son y cuáles son las fuentes? Un plaguicida es "una sustancia o mezcla de sustancias cuyo objetivo es prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier plaga" (EPA, 2001c). Los plaguicidas incluyen a los insecticidas, cuyo objetivo es matar o repeler insectos; los fungicidas, cuyo objetivo es matar hongos; y los herbicidas, cuyo objetivo es matar la hierba mala y las plantas indeseables. En Nicaragua, los plaguicidas comunes son gramoxone (un herbicida), metadidofos (un insecticida), endosulfán (un insecticida) y metalaxil (un fungicida de uso general). Cuando estos productos químicos se usan para controlar la hierba mala y los insectos en los cultivos agrícolas o para controlar las plagas domésticas, pueden contaminar el agua para consumo humano ya sea a través de su disposición o en Ridomil es el nombre comercial del metalaxyl, un fungicida usado en los cultivos en Nicaragua. la escorrentía. Los ingredientes activos en la mayoría de plaguicidas son generalmente compuestos orgánicos sintéticos (como los nombrados anteriormente) o metales tóxicos, como el cobre o el arsénico (el uso de arsénico ya no es tan común como en el pasado). Estos productos químicos son venenosos para los seres humanos y pueden causar efectos a corto plazo, como dolores de cabeza, náusea y vómito; e impactos a largo plazo como daños en el sistema nervioso y cáncer. Los efectos que tiene en la salud humana la exposición a plaguicidas a través de la ingestión de agua para consumo humano son similares a los de los solventes. Los plaguicidas son también productos químicos orgánicos y sus efectos en la salud son parecidos. La exposición de plaguicidas a través del agua para consumo humano está asociada a problemas hepáticos y renales, así como a un incremento en el riesgo de sufrir cáncer (EPA, 2001b). Los niños están especialmente en riesgo cuando ingieren cotidianamente concentraciones significativas de plaguicidas en el agua. Existen "períodos críticos" en el desarrollo humano en los que una toxina es particularmente dañina. Por ejemplo, los plaguicidas pueden dañar a un niño al bloquear la absorción de importantes nutrientes necesarios para un crecimiento normal saludable. Además, si el sistema excretorio de un niño no está completamente desarrollado, es posible que el cuerpo no elimine totalmente los plaguicidas (EPA, 2001d) 2.2.E Metales Qué son y cuáles son las fuentes? Los metales pueden estar presentes naturalmente en el agua para consumo humano a través de la lixiviación del suelo. Los metales también están asociados a una gama de fuentes humanas, incluidas las escorrentías pluviales urbanas, descargas de aguas residuales industriales o domésticas, producción de petróleo y gas, minería y agricultura. En suelos ácidos (con bajo ph), los metales que se adhieren a los sedimentos de fuentes naturales o humanas pueden liberarse en el agua subterránea o superficial mediante la lixiviación. Estos metales incluyen elementos traza que ocurren naturalmente, como plomo, mercurio, hierro y cobre. Las concentraciones de estos metales por encima de los niveles traza con frecuencia están asociadas a la agroindustria o la minería. Los metales en el agua para consumo humano también pueden provenir de compuestos organometálicos usados en los plaguicidas orgánicos (por ejemplo, el sulfato de cobre usado como fungicida) o de procesos para la Las operaciones mineras pueden ser una fuente de metales para el agua de bebida. 9

6 Metales encontrados comúnmente en el agua para consumo humano y sus posibles fuentes preservación de la madera o el cuero (donde frecuentemente se usa estaño o arsénico (Manahan, 1994). El plomo y tros metales también pueden lixiviar de tuberías de distribución antiguas cuando el agua para consumo humano es muy ácida (con bajo ph). Figura 2.8 Riesgo especial para los niños debido al agua de bebida contaminada Las enfermedades y dolencias causadas por la exposición a varios contaminantes generalmente plantean un mayor riesgo para los niños que para los adultos. Los infantes y los niños pueden ser especialmente sensibles a los riesgos para la salud planteados por los productos químicos orgánicos (solventes, productos de petróleo y plaguicidas) y los metales por varias razones: sus órganos internos todavía están en desarrollo y maduración; en relación con su peso corporal, los infantes y niños comen y beben más que los adultos, lo que incrementa potencialmente su exposición a los productos químicos presentes en los alimentos y el agua, y ciertos comportamientos, como jugar en el piso o en áreas externas o llevarse las cosas a la boca, incrementan la exposición de los niños a los productos químicos usados en el hogar y en el vecindario. Figura 2.9 Si bien en niveles bajos los metales son componentes importantes de la dieta humana, en niveles altos pueden ser peligrosos para la salud humana y el ambiente. Los metales pueden ser una fuente seria de contaminación del agua de bebida. Una vez disueltos en el agua, los metales pueden ser captados biológicamente. Los metales en niveles por encima de las normas pueden ser tóxicos para la vida acuática y pueden tener efectos negativos significativos para la salud humana cuando se ingieren a través del agua. Algunos metales pueden interferir con el funcionamiento del sistema nervioso humano y animal y otros pueden causar problemas reproductivos y de desarrollo. Por ejemplo, el arsénico inorgánico en el agua para consumo humano está asociado a una alta incidencia de cáncer de piel y otros cánceres (OMS, 1993). El cobre puede tener efectos gastrointestinales aunque todavía no están bien definidos los niveles exactos sobre los cuales se observan efectos adversos para la salud. El plomo se puede acumular en el esqueleto humano y puede inhibir el desarrollo de enzimas y el metabolismo del calcio en infantes y niños. El plomo también es tóxico para el sistema nervioso central y periférico (OMS, 1993). Si bien la fuente más común de plomo en el agua para consumo humano es el sistema de plomería y las tuberías de distribución, también es posible que existan otras fuentes industriales que deben ser manejadas (OMS, 1993). 2.3 Normas de calidad del agua para consumo humano La mayoría de los países busca proteger la salud pública mediante el establecimiento de normas legales para la calidad del agua de bebida. En los Estados Unidos, se requiere que los proveedores de agua para consumo humano realicen pruebas para una amplia lista de contaminantes (contaminantes "prioritarios") de manera rutinaria y si se reporta la infracción de alguna norma, deben tomarse medidas correctivas. El ph es una medida de la acidez de una sustancia de acuerdo con la concentración de iones de hidrógeno presentes. Permite conocer las condiciones generales del medio sometido a prueba, por ejemplo, suelos, corrientes y aguas subterráneas. El ph se expresa en una escala log10, de 1 a 14; el valor neutro es 7. El ph de las aguas naturales superficiales y subterráneas puede variar considerablemente de un lugar a otro debido a las condiciones naturales del área, pero el monitoreo de los cambios en el ph puede brindar indicar la posible contaminación de una fuente de agua. Figura

7 Como referencia para la elaboración de normas para el agua de bebida segura con respecto a contaminantes comunes se pueden usar las Normas Nacionales Primarias y Secundarias para el Agua Potable de la EPA, de la Ley del Agua Segura para Consumo Humano (aprobada en 1974 y enmendada en 1986 y 1996; EPA, 2001a en línea), y las Guías para la Calidad del Agua Potable de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (versión original publicada en 1984 y 1985 y versión revisada publicada en 1993 y 1996; OMS, 1996). Estas normas brindan la base sobre la cual los gobiernos de todo el mundo pueden manejar, monitorear y regular la calidad del agua para consumo humano con la finalidad de proteger la salud humana. Ambos documentos están disponibles en Internet. Las Normas Primarias y Secundarias para el Agua Potable de la EPA pueden ubicarse en la Internet en español en agua/estandares.html. Las Guías para la Calidad del Agua Potable de la Organización Mundial de la Salud pueden encontrarse en la Internet en inglés en Cómo interpretar las normas de la EPA y las guías de la OMS Las unidades de medida aplicadas a las normas de la EPA y a las guías de la OMS son "partes por millón" (ppm, también expresadas como miligramos por litro o mg/l) y "partes por mil millones" (ppmm, también expresadas como microgramos por litro o mg/l). Estas concentraciones son extremadamente diminutas. Una parte por millón puede considerarse como equivalente a un minuto en dos años. Una parte por mil millones puede considerarse como equivalente a un segundo en 32 años. Sin embargo, estas concentraciones diminutas constituyen los niveles en los que se han documentado (o extrapolado de investigaciones) impactos en la salud humana sobre la base de la exposición diaria de una persona promedio a los contaminantes del agua para consumo humano (OMS, 1996). Por lo tanto, es importante tener en cuenta que incluso cantidades pequeñas de ciertos productos químicos presentes en el agua pueden contaminar un gran volumen de agua para consumo humano. Con respecto a los contaminantes bacterianos, las normas de agua para consumo humano comúnmente se expresan en números de organismos por 100 mililitros de agua (la cantidad que normalmente se filtra para la prueba). Las normas de la EPA y las guías de la OMS fijan el límite para coliformes fecales y otros microbios en cero (no detectable) en el agua potable. Si bien el contacto con un solo organismo patógeno puede causar enfermedad, cuanto mayor sea la concentración de dicho organismo en un volumen de agua para consumo humano o para bañarse, mayor será el riesgo de contraer la enfermedad asociada a dicho organismo. Las pruebas para detectar virus y protozoarios no son comunes porque son especializadas y costosas. En Nicaragua, el MINSA es responsable de definir las normas nacionales de calidad para el agua de bebida en todos los sistemas públicos de abastecimiento, como los administrados por ENACAL. Las pruebas de calidad del agua se llevan a cabo en el laboratorio nacional de calidad del agua en Managua, así como en varios laboratorios regionales más pequeños. Si bien está en proceso la mejora de la capacidad de los laboratorios de Nicaragua (ver el Programa de Desarrollo de la Capacidad Analítica de los Laboratorios para Calidad del Agua en Nicaragua en este capítulo), todavía no puede asegurarse que la calidad de toda el agua para consumo humano de Nicaragua cumpla con las normas. Esa es la razón fundamental de la ejecución de un programa de protección de fuentes de agua en Nicaragua. Los datos recopilados por el MINSA muestran que el agua superficial que ingresa a la planta de tratamiento de Ocotal proveniente del río Dipilto presenta contaminación bacteriana. Marco legal para la protección de fuentes de agua en Nicaragua Varias leyes nacionales de Nicaragua definen los significativos roles potenciales de otras entidades en la protección de las fuentes de agua. Estas leyes se describen de manera más detallada en el capítulo 6, pero se resumen aquí: l Ley 290, Ley de Organización, Competencias y Procedimientos del Poder Ejecutivo (1998), que define la responsabilidad de todas las entidades gubernamentales. l Ley 217, Ley General del Ambiente y los Recursos Naturales (1996), que establece la responsabilidad del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) de regular y fijar las normas ambientales en el ámbito nacional. l Decreto 33-95, Disposiciones Para el Control de la Contaminación Provenientes de las Descargas de Aguas Residuales Domésticas, Industriales y Agropecuarias (1995), que fija límites máximos de concentración de contaminantes para la descarga de diferentes categorías de residuos domésticos, industriales y agrícolas en los sistemas de alcantarillado y en las aguas superficiales. Figura 2.11 Figura