NUTRICIÓN DEL ADULTO MAYOR

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Esteban Montoya Pereyra
hace 8 años
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1 NUTRICIÓN DEL ADULTO MAYOR Los hábitos alimenticios desarrollados a lo largo de la vida son determinantes del estado nutricional en la edad avanzada. El Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) indica que la longevidad depende en un 51% del estilo de vida, por tanto el no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas en exceso, hacer ejercicio y llevar una alimentación balanceada contribuye a prolongar la vida y su calidad. La buena nutrición es indispensable para la salud, la autosuficiencia y la calidad de vida de los adultos mayores. Durante esta etapa el llevar acabo hábitos alimenticios saludables consumir alimentos ricos en nutrientes, comer suficientes frutas y verduras e hidratarse, es primordial para garantizar el mantenimiento de un peso saludable, un buen sistema de defensa contra enfermedades infecciosas, evitar el aparecimiento de enfermedades crónicas o disminuir las complicaciones generadas por aquellas que ya se padezcan, teniendo el adulto mayor el control de su propia vida y bienestar. Los factores de riesgo dietético que aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedades son el consumo de dietas en alto contenido de grasa que además contienen grasa saturadas, la baja ingesta de vegetales y granos enteros, así como la alta ingesta de calorías que provoca sobrepeso u obesidad. Cambios fisiológicos durante la vejez El envejecimiento está relacionado a cambios de composición corporal los cuales son comunes pero no inevitables. La mayor parte presentan una disminución de la masa corporal magra, en promedio disminuye un 15% en los 50 años que van de Página 1 de 5

hacer ejercicio y llevar una alimentación balanceada contribuye a prolongar la vida y su calidad.

2 los 25 a los 75. Estos cambios están relacionados con un nivel de actividad física y de ingesta más bajos, en el caso de las mujeres también se deben a los cambios hormonales. La pérdida de minerales y de masa muscular se acompaña de la pérdida de agua corporal, haciendo que las personas mayores tengan menos reservas de músculo, minerales y agua cuando se necesitan. Muchos adultos mayores ven incrementada su grasa corporal que proporciona una reserva de energía para los periodos de baja ingesta de alimentos, recuperación de enfermedad o cirugía, aislante en el clima frío y cojín para las caídas. Algunos cambios fisiológicos perjudican la ingesta de alimentos de manera negativa, pues la alimentación depende de la salivación, la capacidad de masticar, la cantidad papilas gustativas, nervios olfatorios y capacidad motora. Con el tiempo los sentidos del gusto y el olfato disminuyen y debido a que comer es una actividad sensorial se da una disminución del goce de los alimentos, estos sentidos también se ve afectado por la enfermedad y los medicamento. En el adulto mayor la sensación de hambre, saciedad y la sed es más débil y no pueden identificarla con claridad. Un déficit en la salud oral también disminuye la calidad y cantidad de alimentos que el adulto mayor puede consumir. Los dientes sanos están protegidos por una capa de esmalte pero por la acción bacteriana sobre los productos de descomposición de los alimentos se erosionan lentamente, en especial de aquellos alimentos con alto contenido de azúcar. La falta de piezas dentales, dentaduras mal ajustadas o la disminución en su capacidad funcional para llevar acabo la higiene bucal, generan enfermedades periodontales o gingivitis y la saliva más viscosa o espesa dificultan la formación del bolo alimenticio afectando la digestión. Dichas enfermedades vuelven al adulto al adulto mayor más sensible a los extremos de temperatura y las texturas gruesas, Página 2 de 5

Muchos adultos mayores ven incrementada su grasa corporal que proporciona una reserva de energía para los periodos de baja ingesta de alimentos, recuperación de enfermedad o cirugía, aislante en el

3 ocasionando dolor al comer o dificultad para tragar, haciendo que ingiera menos frutas, verduras, algunas carnes y granos enteros. Necesidades nutricionales Las necesidades nutricionales de energía y micronutrientes varían según la edad, talla, la actividad física y el género. Comer saludablemente significa ingerir suficientes frutas y verduras, lácteos reducidos en grasa, canes con bajo contenido de grasa como el pavo, pollo o pescado, limitar el consumo de carnes rojas, comer legumbres, granos enteros y beber mucha agua. Estos alimentos permiten mantener un buen estado de salud aportando suficientes proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. La dieta debe proveer suficiente carbohidratos, proteínas y grasas. Los carbohidratos son la principal fuente de energía de la alimentación pero debe preferirse el consumo de granos enteros como cereales, arroz o pan integral en lugar de aquellos elaborados en base a harinas refinadas, pues contienen fibra que ayuda a prevenir enfermedades crónicas y a mejorar los procesos digestivos. Incluir en todos los tiempos de comida granos enteros, cereales ricos en fibra o papas con cáscara. Es importante proveer suficiente proteína debido a que con el envejecimiento se da la disminución de masa muscular y su consumo ayuda a contrarrestarla siempre y cuando se acompañe de actividad física; así mismo se necesita para mantener un estado inmunológico adecuado y buena cicatrización. Los alimentos que contienen proteína son las carnes, proteína de soya, quesos, huevos, leche, frijoles y lentejas. Las carnes proveen proteínas, hierro y zinc que sirven para renovar y reparar los tejidos del cuerpo, prevenir anemia y defenderse de enfermedades. Página 3 de 5

Comer saludablemente significa ingerir suficientes frutas y verduras, lácteos reducidos en grasa, canes con bajo contenido de grasa como el pavo, pollo o pescado, limitar el consumo de carnes rojas,

4 Las grasas del pescado ayudan a prevenir enfermedades del corazón, en cambio las carnes rojas y el huevo deben consumirse con moderación de 1 a 2 veces a la semana pues contienen grasas saturadas y colesterol que en exceso ponen en riesgo la salud cardíaca. La leche y los quesos son necesarios pues además de contener proteínas, brindan calcio para mantener los huesos fuertes previniendo la osteoporosis. Preferir lácteos con bajo contenido de grasa como leche y yogur descremado, queso fresco y requesón. La grasa debe consumirse con moderación seleccionando aquellas de origen vegetal como los aceites vegetales y el aguacate que contienen mayor cantidad de grasas saludables y limitar la cantidad de grasas de origen animal como la crema, mantequilla y manteca pues son altas en grasas saturadas perjudiciales para el corazón. Es necesario incluir cantidades pequeñas de aceite vegetal pues este contiene grasas esenciales para la salud, de preferencia debe utilizarse el aceite de oliva, canola o soya que contienen más grasas saludables. Es importante utilizar diversos métodos de cocción de alimentos en lugar de la fritura como al vapor, a la plancha, horneado, guisado o asado. Las verduras no deben cocerse mucho para mantener las vitaminas y minerales, ni tampoco deben exponerse mucho tiempo al oxígeno, he aquí la importancia del cuidado de los dientes pues si se mantienen en buen estado se podrán comer estos alimentos de manera ideal manteniendo un tamaño no muy pequeño para que se oxiden menos y dejándolas al dente (crocantes) para que no pierdan sus propiedades nutritivas. Moderar el consumo de sal y los productos que la contengan como los embutidos y condimentos artificiales, para prevenir el riesgo de padecer de hipertensión, Página 4 de 5

La leche y los quesos son necesarios pues además de contener proteínas, brindan calcio para mantener los huesos fuertes previniendo la osteoporosis.

5 dando sabor a los comidas utilizando hierbas naturales frescas o deshidratadas, ajo, cebolla, chile verde tomate y sal con moderación. Moderar el consumo de azúcar y refrescos, pan dulce, galletas y demás golosinas, pues estos solo aportan azúcares y grasas los cuales no proveen de vitaminas, minerales y fibra, además para prevenir la obesidad y la diabetes. Es mejor obtener los azúcares a partir de las frutas que además aportan fibra, vitaminas y minerales. Es importante realizar actividad física regularmente debido a que los ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad, contribuyen a seguir fuerte sin importar la edad manteniendo un buen estado funcional. Cuando el adulto mayor padece falta de apetito puede fraccionar su dieta y consumir 5 tiempos de comida haciendo dos refrigerios y debe procurar consumir preparaciones con alto contenido de nutrientes. Para un adulto mayor que ya padece de enfermedades crónicas degenerativas la dieta debe adaptarse a las necesidades y a las restricciones de nutrientes, para prevenir complicaciones que empeoren su estado de salud y disminuyan su calidad de vida. Página 5 de 5

la obesidad y la diabetes. Es mejor obtener los azúcares a partir de las frutas que además aportan fibra, vitaminas y minerales.

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