BIOGRAFÍA de SAN LUIS MARÍA

Tamaño: px
Comenzar la demostración a partir de la página:

Download "BIOGRAFÍA de SAN LUIS MARÍA"

Transcripción

1 BIOGRAFÍA de SAN LUIS MARÍA por de MONTFORT JESÚS FERNÁNDEZ SOTO, pbro. Doctor en Sagrada Teología Índice general Conceptos pág. Introducción... 3 BROTARÁN COMO LIRIOS I. Fue enviado un ángel El anuncio. 3 El nacimiento 3 El bautismo 4 II. Crecía en edad, en ciencia y en gracia Crece en edad 4 En ciencia.. 4 III En gracia 5 El Señor es la parte de mi herencia La llamada. 6 Los caminos de Dios. 6 El viaje a París.. 6 Comunidad de la Barmondière. 7 IV. Forjado en el yunque de Dios La cruz.. 7 La prueba del hambre 7 El pobre de Dios 7 Velando a los muertos 8 Terrible noticia.. 8 Resistir hasta la sangre.. 8 Ejemplo en la enfermedad. 9 No la paz, la espada.. 9 V. Esperando al Señor Preparación al sacerdocio.. 9 San Sulpicio... 9 Ingreso en San Sulpicio. 9 Su formación. 10 Los estudios de Montfort Montfort, poeta.. 10 San Sulpicio, santos suplicios 11 Fundamentos de la esclavitud mariana.. 11 Cargos de confianza Peregrinación a Chartres 12 ASCENDIENDO VI. Otro Cristo Sacerdote para siempre.. 12 Espíritu misionero. 12 Ha llegado el Señor 13 En Nantes conoce la desilusión. 13 Nuevo rumbo. 13 VII. Poitiers, fuego de Dios Sin ninguna atadura El primer milagro.. 14 Llegada a Poitiers.. 14 Procesión de pobres Capellán del albergue 15 Índice general Conceptos pág. VIII. Llama de Dios Montfort, fundador.. 16 La sabiduría de la cruz. 16 María Luisa Trichet. 17 Locura de Dios. 17 Balance de un trabajo 17 IX. El amor a su familia y calvario en París Ciencia sublime 18 Luisa Grignion. 18 Respuesta a lo divino 18 Al lado de su hermana Sigue un penoso vía-crucis Pobre en medio de pobres. 19 Su hermana, religiosa 19 Una carta a sus padres X. Las Hijas de la Sabiduría Mortificación, sacramentos, María 20 Formando a María Luisa Trichet.. 20 Enseñarla a servir y a obedecer. 21 Cruz y amor.. 21 La eucaristía.. 21 Un tosco sayal La locura de la cruz es contagiosa 22 Una hermana en Cristo. 22 La lucha con Satán 22 Y los enemigos humanos.. 23 XI. Pida para mí una cruz pesadísima Otra vez París 23 En busca de las almas 24 La vuelta a Poitiers 24 Un cuerpo en carne viva 24 EN LAS CUMBRES I. Montfort, misionero Hijo del trueno.. 25 Los métodos del misionero 25 Misión en una barriada.. 26 Primer hermano coadjutor. 27 La misión en el Calvario 27 La misión en San Saturnino El tiro de gracia de los jansenistas. 28 II. Peregrino en Italia Al estilo de Pablo.. 28 Dos mil kilómetros de camino.. 29 La Ciudad Eterna.. 29 A los pies del Papa 30 El viaje de regreso. 30 Vino a los suyos y no lo recibieron.. 30 III. Peregrino y vagabundo de Dios Nuestra Señora des Ardillers. 30 Mendigo por amor de Dios 31 Paz para las religiosas de Santa Ana. 31 A implorar el fuego del arcángel IV. Nadie es profeta en su tierra En medio de los suyos Una singular prédica. 32 Junto a mamá Andrea 33 Mi querido hermano.. 33 La misión en Dinán... 34

2 Índice general Conceptos pág. PLENITUD I. El hombre de Dios El cielo los castigará! La caridad siempre por Dios. 35 Con la figura de Cristo.. 36 II. Montfort, ermitaño Las ruinas de San Lázaro.. 36 Banquete con sus amigos.. 36 De nuevo los enemigos al ataque.. 36 La gracia de tocar el corazón. 37 Los enemigos están siempre al acecho.. 37 III. En la diócesis de Nantes Planes generales para una gran misión.. 38 Gozoso de padecer por Cristo 38 En las casas de perdición.. 39 Un pañuelo con tres manchas 40 Conversando con la Virgen Te Deum por una ofensa 40 Cura a un paralítico Misionando, misionando Una cruz y un rosario 41 IV. El calvario de Pont-Château La cruz de Cristo.. 41 Grandioso proyecto.. 41 Elección milagrosa del lugar El plano de la gran obra La construcción 42 Preparativos para la solemne bendición 42 Se prohíbe la bendición. 43 El cáliz hasta la saciedad Santo o hipócrita 43 Demolición del calvario Dios triunfa siempre.. 44 V. Sigue misionando Luçon y La Rochela.. 44 Hablando con una blanca señora.. 44 Un poco de pan y paja Éxtasis... Jesús eucaristía.. 45 Predicador imponente 45 Veneno y puñal. 45 La procesión de las mujeres.. 45 La procesión de los soldados. 46 Piratas a la vista. 46 Siempre misionando.. 46 REBOSANDO I. Los libros de Montfort El Secreto de María 47 El Secreto del Rosario 47 El Tratado de la Verdadera Devoción 47 Otros escritos de Montfort. 48 II. Los herederos de Montfort Ansias de fundación.. 49 Mendigando sacerdotes en París Oración para pedir sacerdotes Los primeros soldados Índice general Conceptos pág. III. Con sus hijas Perseguido hasta la muerte 51 «Hijas mías, amad la sabiduría de la cruz» Los enemigos en acecho 51 IV. Misionando hasta la muerte Grave enfermedad. 52 Almas, almas, almas La cruz.. 52 Y María V. Las hijas de la sabiduría en marcha Montfort, educador 53 Empresa gloriosa de Dios.. 53 Las hijas de la sabiduría en La Rochela 53 Escuelas gratuitas.. 53 Una nueva postulanta 54 La santa regla 54 Entre los enfermos pobres VI. Sed de sacerdotes para la compañía En busca del canónigo Blain. 54 Estafado por un joven Primer padre de la Compañía de María. 55 Trata de conquistar a Blain El segundo padre de la compañía.. 56 MIRANDO AL INFINITO I. Último año de su vida Morir en el tajo.. 56 Entre el campo protestante 56 Vuelve la «blanca Señora» 57 Cerezas en invierno Un párroco que hace penitencia 57 La hermana muerte 57 II. Todo está cumplido El círculo acaba en María.. 58 Agotado y consumido 58 El testamento. 58 Entregando la antorcha.. 58 Vamos al paraíso Se elevan dos cruces.. 59 III. Montfort vive entre nosotros A nuestro lado El santo.. 60 El fundador 60 El escritor.. 60 IV. Espiritualidad montfortiana A Jesús por María. 60 El amor a Jesús, eterna sabiduría.. 61 La cruz de Jesús 61 La esclavitud mariana APÉNDICE I CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA. 62 APÉNDICE II QUÉ ES LA ESCLAVITUD MARIANA DE AMOR?.. 63 APÉDICE III SANTO ROSARIO 64

3 INTRODUCCIÓN Bah, otra vida de santos! - Es que no te gustan las Vidas de los Santos? - Ni un poco. Se me caen las manos con un sueño pasmoso. - A mí tampoco me gustan. - Entonces por qué las escribes? Por qué te vas a lanzar a perder el tiempo en algo tan aburrido? Pocos la van a leer. - Así me hablaba un amigo. A mí tampoco me gustan las vidas de santos. Esas vidas insulsas y frías. Esas vidas inimitables, con letras muy grandes, para las personas de vista cansada. Esas vidas fantásticas de santos que nacen. De los que hacen cosas extraordinarias desde su más tierna infancia. Que parece que nunca han sentido el aguijón de la concupiscencia. Me gustan los santos que se hacen. Los fuertes, los rebeldes, los que luchan a brazo partido con su carne y su espíritu. Los que tienen que dominar sus simpatías y sus antipatías. Porque me dan la esperanza de que yo pueda ser mejor. Están a mi lado para hablarme en cada momento de que yo puedo vencer como han vencido ellos. Así es Montfort. Así son todos los santos. Lo que pasa es que la imaginación humana es portentosa. Lo que pasa es que la manía de los hombres ha querido callar etapas enteras de luchas y vencimientos. Montfort es hombre fuerte. Todo un carácter que parece indomable. Hecho de raíces de la eterna Bretaña. Heredero de Adán. Y de unos padres recios. Tiene que luchar. Su vida es una continua lucha. Es cruz de cada día. Ah, esas vidas sí me gustan. Porque me dan la esperanza de poder vencer. Porque me dan el coraje de vivir para Dios. Te presento a Montfort. Un hombre. No un ángel. Un sacerdote. No un misántropo. Un santo. No una imagen. Sencillamente. He ido espigando sus hechos. Basado en sus biografías. Sin artificios. No me reprendas si a veces he pasado por alto o no he destacado lo suficiente sus hechos apoteósicos y colosales. No te molestes si destaco sus defectos. Es para que veas que Montfort tuvo que luchar, negarse cada día a sí mismo y a sus inclinaciones. Es que quiero que veas cómo se hace un santo. Te presento a Montfort. Actualmente. Hoy. Cuando celebramos el 250º aniversario de su muerte. Cuando acaba de terminar un Concilio que proclamó a María Madre de la Iglesia. Cuando suenan clarines de guerra y lucha continua. Cuando es necesario, quizás como nunca, tomar la cruz en pos de Cristo. 3 Te presento a Montfort. El apóstol de María y de la cruz. BROTARÁN COMO LIRIOS Los santos brotarán como los lirios en la Casa del Señor... - El Misterio de Dios en sus santos. Dios siembra un grano. Brota en nuestra tierra. Y crece. Derecho, hasta el cielo. - Dios ha sembrado en ti una semilla de santidad. El caso es que crezca. Y que crezca derecha. Tú y yo podemos ser santos. Debemos ser santos. - Montfort brota. Es tierra nuestra. La primer etapa de su vida es como la tuya y la mía. - Pero empieza a ser tierra buena. De las que producen el ciento por uno. I - FUE ENVIADO UN ÁNGEL EL ANUNCIO Fue enviado un ángel... Francia se debatía en los confusionismos y en la herejía. Toda la Europa occidental sentía los efectos de una lucha religiosa. El viejo mundo estaba en crisis. Fue enviado un ángel. Blanca vestidura que escondía un ascético cuerpo. Palabra penetrante, de fuego que abrasa. Alto, ojos de llamas. Milagros y profecías. Al estilo de Isaías, Jeremías o El Bautista. Era Vicente Ferrer. Un año antes de morir, anuncia Vicente a la población de la Bretaña a «un hombre que el Omnipotente suscitará en un tiempo aún lejano; desconocido, contrariado, saturado de oprobios...». Dos siglos y medio más tarde, todos vieron en Luis María Grignion de Montfort al hombre profetizado por Vicente. Fue enviado un ángel... Y lo que nacerá será llamado Santo. EL NACIMIENTO Otrora, el ángel había sido enviado a una aldea de Galilea. Hoy nos encontramos en Francia. Una hermosa villa de la Bretaña. Un valle verde, fresco; hay campos cultivados de viñas, trigo y cebada. Dos ríos, el Meu y el Garun, dan fertilidad y alegría. También es invierno y hace mucho frío. Una casa acomodada, pero sencilla. Muy limpia. Sobre todo, muy cristiana, que atrae las bendiciones de Dios a manos llenas. Es el hogar de Juan Bautista Grignion, señor de la Bachelleraie, abogado en el Juzgado de Montfort, y Juana Robert de la Vizeule. 31 de Enero de Ha nacido un niño en casa de Grignion, que será grande entre los pueblos. Es el segundo de los hijos. Luego vendrán más, muchos más, como la gran predilección de Dios para la familia. Ocho hijos y diez hijas. Pero no acaban aquí las bendiciones de Dios.

4 De esa numerosa descendencia como «retoños de olivo»; el Señor trasplantará a unos al jardín del cielo, a otros a su Santuario: cuatro hijos y cinco hijas mueren muy jóvenes. De los nueve que quedan, tres hijos fueron sacerdotes y tres hijas se consagraron totalmente a Dios entrando religiosas. Ya tenemos la primera sublime lección para nuestros tiempos inciertos y críticos. Cuando la muerte es la causa de la angustia, y la consagración a Dios despreciada por la familia. El niño que acaba de nacer tendrá el altísimo concepto de lo que significa la consagración al Señor y cómo es la preciosa prueba de que Dios está cerca, muy cerca, de las familias que ofrecen los hijos para altar o para la consagración. De muy tierna edad, "consolaba a su mamá y la animaba a soportar con paciencia la prueba, con palabras llenas de unción y superiores a su misma naturaleza...", nos dice un biógrafo. EL BAUTISMO El 31 de Enero de 1673 ha nacido Luis Grignion, hijo del 'nobilomo' Juan Bautista Grignion y de la señora Juana Robert, su esposa, señores de la Bachelleraie, parroquianos nuestros. Ha sido sostenido en la Sagrada Fuente por el señor Luis Hubert, señor de Beauregard y por la señorita María Lemoine, dueña de Tressouet. La ceremonia del bautismo se ha realizado en la iglesia de San Juan por el infrascrito, Pedro Hindré, sacerdote, rector de la misma y decano de Mont-fort, este primer día de febrero del año dicho. Era el nuevo nacimiento. Del agua y del Espíritu. La incorporación a Cristo y el principio de una vida hermosa, de la vida sobrenatural. El sello del bautismo lleva ya un sabor mariano. «A Jesús por María» será el lema vital de Luis. Su bautismo se realiza en la víspera de la gran fiesta mariana de la Purificación de Nuestra Señora. La Confirmación es el espaldarazo del cristiano que se lanza a las batalla del Señor. Es el nuevo sello indeleble que configura una realidad para el apostolado exterior. Habrá una Dama, dueña de los pensamientos. «El nombre de la Virgen era María». A Luis se le añade el nombre de María en la Confirmación. Y así queda confirmado para las luchas de Dios por medio de una «dama de sus pensamientos», que llenará toda su vida, y que se llama MA- RÍA. II - CRECÍA EN EDAD, EN CIENCIA Y EN GRACIA CRECE EN EDAD No es fácil la vida de los Grignion. Nuestro santo ha de pasar las penalidades de los predilectos de Dios. No será una vida color de rosa, como nos pintan muchas biografías mediavales. Aprenderá en la dura escuela de la contradicción y la dificultad lo que es seguir al Mártir del Calvario. Con el nacimiento de los siguientes hijos, la familia Grignion tendrá que pasar por muchas dificultades, llegando a ser «una familia poco acomodada», es decir, que conoce la penuria y el sacrificio. 4 Tiempos de jansenismo y de quietismo. Tiempos de la «perpetua pasividad». Tiempos en que el ser piadoso y practicar las máximas evangélicas llevarán a parecer ridículos y femeniles. Reina Luis XIV, el Rey Sol, que asciende vertiginosamente a la cúspide de la más pomposa gloria. Es entonces cuando «al son del Te Deum, con que se celebran las victorias del Rey, tantísimos mueren de hambre y de miseria». «Se entabla una lucha permanente contra los derechos de la Santa Sede y de la Iglesia». Pero en medio de estas luchas que remueven a los cuerpos y a los espíritus existe un oasis de paz, en donde, dentro de una cristiana familia, va creciendo un niño, normal como todos los de su edad, pero fraguado para las cosas de Dios. Le amamanta una arrendataria de la familia, llamada Andrea. Luis no la olvidará nunca y siempre gustará de visitarla. De vuelta a la casa paterna, la familia se traslada a la hacienda de Bois Marqué, en Iffendic. Es un antigua casa solariega. Gran portón monumental. Una torre cubierta de pizarra. Fosos profundos. Un bosque inmenso de árboles seculares. Es un oasis, un remanso de paz. Vida intensamente familiar, apartada del ruido, cerca de Dios y de la naturaleza. La Iglesia está lejos, solamente podría ir los domingos. Pero en medio de los bosques se levanta al Creador el alma de Luis María. La familia se reunirá cada tarde para rezar el Rosario. Y padres y hermanos consagrarán todas sus acciones al Creador. Luis María no ha nacido santo. Se ha hecho en el crisol de las dificultades. Tuvo que domar un duro carácter. «Fuerte, intransigente, casi indomable». Era bretón y era hijo de un padre violento e irascible. El mismo nos confesará poco antes de su muerte. «Me ha sido más difícil vencer la sola pasión de la cólera, que todas las demás juntas. Si Dios me hubiera destinado para el mundo, habría sido el hombre más terrible de mi tiempo». Es consolador ver a un santo que se hace. No nace con aureola, no hay nada de extraordinario en su infancia. Lo único extraordinario, lo sublimemente extraordinario, es su lucha interior, la guerra de Dios que se entabla en su alma para ascender a las cumbres de la santidad. Saben Uds. en dónde está el éxito de Luis María? En la oración y en el sacrificio. El padre llega cansado a la hora del almuerzo. Agrio por las dificultades del trabajo, busca una víctima propiciatoria. Pronto la encuentra en su hijo mayor (se había muerto muy pronto el primero), cuya perfección le exasperaba. Empiezan las imputaciones y los sarcasmos. Luis se levanta de la mesa. Busca la soledad para orar y ofrecer. «Necesito ayunar para vencer mi cólera». Luego dirá a sus padres: «Les guardo infinita gratitud a usted y a mi padre, por haberme dado la vida y educado en el temor de Dios». EN CIENCIA Era inteligente. Fue estudiante modelo en la escuela parroquial, de los nueve a los doce años. Como le descu-

5 brieron especiales aptitudes para el estudio, le envían al Colegio de Santo Tomás, de los Padres Jesuitas, en Rennes, capital de la Bretaña. Tenía en Rennes un tío sacerdote y éste le acoge en su casa. He aquí el nuevo campo, que influirá en su vida y quedará siempre grabado en su espíritu. Cuatro mil alumnos. Tres cursos de latín, humanidades, retórica, filosofía, y un año de teología. Total: ocho años: Cicerón, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino... pronto serían familiares a Luis María. Era buen estudiante. Serio y decidido. Ocupa los primeros puestos de su clase y se gana la estima y admiración de sus maestros. La Providencia le preparó un admirable preceptor, al Padre Felipe Descartes, sobrino del célebre filósofo, «bien conocido por la gracia que tenía de llevar las almas a la más alta piedad». Y el Padre Gilbert, "hombre de gran espíritu, más tarde misionero de los Caribes". Y el Padre Prévost, Prefecto de estudios y gran devoto de la Santísima Virgen. EN GRACIA De estos tiempos de estudiante humanístico, tenemos los preciosos testimonios de su condiscípulo Juan Bautista Blain, más tarde sacerdote: «Desde entonces le consideré con admiración y con una especie de despecho por no sentirme capaz de imitarle. En el camino de la virtud iba a paso de gigante; y no sólo era imposible seguirle, sino que escapaba a nuestra vista». Estaba entregado a la oración y a la penitencia. Se complacía sólo en Dios; lo demás le era insípido. En él se unían maravillosamente estas dos virtudes, tan difíciles de encontrar: la inocencia, y la penitencia más austera; la mortificación más completa, con una paz y dulzura que jamás vi alterarse». Tenemos a Luis María transformado. Joven de carácter durísimo, ha sabido domar sus inclinaciones naturales. Su secreto está en la oración y en la penitencia, características que darán tono a su vida entera. Muchas veces necesitaba soledad. Se le encontraba en una iglesia pequeña o en una sencilla capilla, ante el altar del Sacramento o ante una imagen de María. Y en las vacaciones, se internaba con frecuencia en los montes de pinos, y allí, a solas, tenía profundos coloquios con el Creador, a quien veía presente en las obras de la naturaleza. También fue característica de toda su vida este llegar al Creador por la naturaleza. No fue un joven ñoño o misántropo. Al contrario. Irradiaba alegría. Todos le buscaban, y apreciaban su compañía como la del mejor amigo. Siempre con mirada limpia, con corazón recto, noble de sentimientos y puro de alma. Nos dice Blain que practicaba la virtud como cosa ordinaria y natural. Es el signo de las almas verdaderamente grandes. La caridad.- Empezó a ser nota características de Montfort. Aprendió muy pronto a ser discípulo del Crucificado por amor y puso siempre en práctica el mandamiento nuevo de «ámense los unos a los otros: en esto conocerán que son mis discípulos». 5 Sus mejores amigos eran los pobres. En el Colegio, los alumnos más necesitados, material o moralmente. Y buscaba a los pobres con verdadero ardor fuera del Colegio, en los suburbios y en los hospitales. Un grupo de estudiantes. Todos se ríen y se burlan. Un compañero está vestido pobremente. Lo tienen en el centro: - Mira qué cara de miserable. - Sí, parece que nunca ha comido caliente. - Viste como Pedro, el limpiabotas. - Anda, guapetón, échame un pulso y verás lo que es fuerza. La caridad es ardiente. Quema como el fuego. Es intrépida y atrevida. Llega Luis María al grupo. Observa. Se decide. - Este muchacho es mi amigo, y es hermano de Uds. Todos se callan porque la caridad es respetada y la valentía se gana la admiración. - Por lo tanto -continúa Luis- Uds. no pueden burlarse de él. Todo lo que nosotros tenemos nos lo ha dado el Señor, y nada es nuestro. Es necesario que resolvamos todos en común el problema de nuestro hermano y amigo. Por ello, todos unidos haremos una colecta, para tratar de resolver sus necesidades económicas. Todos se miran sorprendidos. Nadie se atreve a responder. Se han apagado las risas. Triunfa la caridad. Todos los alumnos sacan de sus bolsillos lo que tienen: unos centavos, unos pocos francos... No es mucho el total, pero lo demás lo pondrá la intrepidez de Luis María. Toma del brazo al amigo pobre y lo conduce a la casa de un vendedor de ropas usadas. - Señor, éste es mi hermano y suyo. Entre los compañeros de clase he podido recoger el dinero que ve. Necesita ropa. Si no basta este dinero, ponga usted el que falta. Y el vendedor, maravillado primero, después compadecido, va revistiendo al muchacho, que podrá aparecer ante sus compañeros sin causar hilaridad. Así es la caridad de Cristo. No se queda en las palabras, va a las obras prácticas, con decisión y valentía. Los enfermos, sus amigos. Será después capellán de un hospital. Ahora se practica en la ciencia del dolor, en la ciencia del Mártir del Calvario. Siempre que podía, visitaba el hospital de Rennes, o bien en grupo con los congregantes marianos, o ya solo en las tardes de asueto. Nos cuenta el capellán del Hospital, Reverendo Bellier: «Cuando estaba en Rennes en las clases de humanidades... Luis Grignion era uno de los estudiantes que yo reunía todas las semanas para hacerles algunas pláticas espirituales. Era yo entonces ya sacerdote, y los enviaba de dos en dos, o de tres en tres, a servir a los pobres en el Hospital General y en el de los Incurables, a leer durante la comida, y a enseñar-

6 les el catecismo. Luis era muy aficionado a todo esto». Nos cuentan sus biógrafos cómo Luis María se pasaba horas y horas hablando con los enfermos: les atendía con paciencia, consolaba sus penas, les ayudaba en las más humildes necesidades, «hasta la heroicidad», nos dice Bellier. Mi Madre María. - Luis no fue joven de milagros ni cosas raras, ni de santidad difícil. Inteligente, espabilado, limpio de alma y cuerpo, caritativo. Con un carácter duro que sabe domar y encauzar. Pero nada más. En verdad que de su infancia poco podemos decir de extraordinario, si no es su gran fuerza de voluntad por ser fiel a su fe en Cristo. A base de mucho coraje, de mucho esfuerzo. Pero en lo que sí parece tener una raíz congénita es en la devoción, en el amor tierno, filial y encendido a la Santísima Virgen, a la que él siempre llamaba con el dulce nombre de Madre. Desde el primer año, cosa poco frecuente, Luis María es admitido a la Congregación Mariana. Las obligaciones de Congregante eran conocidas: Rezo del Oficio Parvo, frecuencia de Sacramentos, pláticas y lecturas marianas. «Nadie -dice el Padre Blain- le aventajaba en sus obligaciones de Congregante». En Rennes había tres antiguas imágenes de la Virgen que eran muy veneradas: en la iglesia del Salvador, Nuestra Señora de los Milagros; en la iglesia de los Carmelitas, Nuestra Señora de la Paz; y en la Iglesia de los Dominicos, Nuestra Señora de la Buena Nueva. Luis María tenía la costumbre de visitar a cada una de estas Vírgenes al ir o venir de su casa al colegio. Podemos imaginar aquellas tiernas confidencias y fervorosos coloquios con la Madre del Cielo. «Era de ver su actitud al pie de las estatuas de la Santísima Virgen. En tales momentos no parecía acordarse de nadie; estaba como enajenado, en éxtasis» (P. Blain). A los pies de María, en largas horas de coloquios fervientes, aprendió las lecciones de la buena Madre. Se confió plenamente a su maternal cuidado. Se identificó con Ella. Y se encendió para siempre en aquel amor mariano que será característica de su vida. III.- EL SEÑOR ES LA PARTE DE MI HERENCIA LA LLAMADA Vocación significa «llamada». Voz de Dios que nos invita a seguirle. No es ordinario el sentir físicamente ese llamado de Dios. Pero a Luis María le fue concedido. Tenía Luis María gran preocupación por conocer el destino de su vida, cuál era el camino por el que dios quería que le sirviese. Deseaba conocer cuanto antes los destinos del Señor sobre su vida. Es una característica de un alma trascendente, responsable: descubrir su vocación. Y precisamente a los pies de un altar de María, oye la voz del Dueño de la mies. Todas las cosas importantes 6 de su vida las trata a los pies de la Madre buena del Cielo. Y un día, en ferviente oración, a los pies de Nuestra Señora de la Paz, en una sencilla iglesia carmelitana, solo, de rodillas, en una capilla, oye la voz de Dios: «Serás Sacerdote». LOS CAMINOS DE DIOS Desde entonces, la llama del Santuario arde en el corazón de Montfort. «Una sola cosa he pedido al Señor: habitar continuamente en su santuario». Y este ardiente deseo se clavó como puñal caliente en su alma de joven. Nadie podrá apartarle jamás de su camino. Fue un gran golpe para el corazón de su padre. Grignion había soñado a su hijo, apuesto e inteligente, vestido de toga o ciñendo la espada, pero jamás envuelto en un austero hábito negro. Pero tiene que ceder. Su heredero tiene una firmeza bretona. Defiende su vocación con la fuerza del Espíritu. Y el buen padre se da cuenta que no puede interponerse en los caminos de Dios. Será la primera decisión. Más tarde tendrá que dar su consentimiento muchas veces más, para que sus hijos e hijas entren en Religión. Camino de Dios. Una joven de gran alcurnia llega a la casa de los Grignion. Se llama De Montigny. Viene de París por asuntos judiciales. Viene entusiasmada, en su gran piedad, de unos sacerdotes reunidos en congregación por el Sr. Olier en el Seminario de San Sulpicio de París. Aquello era ideal para Luis María. Desde París, la señorita de Montigny escribe al Padre Robert, diciéndole que una amiga suya se ofrecía a pagarle la carrera a Luis María en San Sulpicio de París. Caminos de Dios. EL VIAJE A PARÍS Preparativos en la casa de los Grignion. La mamá cose afanosamente, está preparando un traje nuevo para su hijo. Alguna ropa interior. La modesta suma de diez escudos. Algunas cosas de comida. La despedida, lágrimas y abrazos. Un trozo del corazón que se ofrece intensamente para el servicio del Señor. El camino es largo y pesado. Hondos caminos de la Bretaña. Escabrosos. Valles fértiles y duras torrenteras. Diez días de duro bregar camino de París. Pero qué sublimes lecciones. Cuando un alma grande se da al Señor, se da completamente. Porque el Señor no quiere corazones partidos. Luis lo da todo. Se encuentra unos mendigos y les entrega su comida. Más adelante reparte su ropa con unos harapientos. Luego el poco dinero que llevaba. Quiere desprenderse de todo para mejor servir a Dios. Y cuando se ve libre de todas las cosas materiales, marcha contento, decidido... Dios solo, es la parte de su herencia. No retiene nada. Ni siquiera el nombre de familia. Desde aquel momento ya no se llamará más Grignion, sino Montfort, de su pueblo natal. Mendiga el alimento. Y un nuevo resplandor ilumina su rostro. Desde entonces hace voto de no poseer nada.

7 COMUNIDAD DE LAS BARMONDIÈRE He aquí el pobre de Dios. Se presenta a la señorita De Montigny. Esta teme que no le reciban en San Sulpicio en aquellas trazas. Y por ello, decide la admisión de Luis María en una comunidad más modesta: el Seminario de Pobres, que dirige el Sacerdote Claudio de la Barmondière, párroco de la iglesia de San Sulpicio, el cual está afiliado también a la Congregación del mismo nombre. Luis María quedó encantado de aquella comunidad. Era su mayor ideal. Sencillez, humildad y pobreza. Los Seminaristas podían pagar poco. Ellos tenían que practicar los oficios más humildes: cocinar, barrer, cortar y acarrear leña... Era en verdad, una comunidad de pobres del Señor. Luis respiraba a pleno pulmón el aire que más confortaba su espíritu de entrega total. Sólo importaba la virtud. Una virtud en alto grado que por todas partes ambientaba a los levitas camino del Santuario. Transcribimos algunos párrafos del reglamento de la Barmondière: «Los seminaristas meditarán constantemente, y sobre todo estimarán y practicarán estas divinas palabras: Uds. no son de este mundo. Si uno vive en la tierra, sus palabras también vienen de la tierra. Nuestra patria está en el Cielo... Para honrar la pobreza y humillación del Salvador, se entregarán a las ocupaciones que en el mundo son tenidas por viles y bajas, como son: barrer, acarrear y cortar leña, asistir y asear a los enfermos, servir a la mesa, lavar la vajilla y atender la portería. Su conversación será sencilla, humilde, modesta, cordial, caritativa, llena de indulgencia, dulzura y mutuo respeto, evitando cualquier discusión. TENDRÁN MUY GRANDE DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN, A QUIEN VENERARÁN COMO DUEÑA Y SEÑORA DE LA CASA». A Luis María no podían darle más en el gusto. Se sentía como pez en el agua. Todo parecía dispuesto por Dios, con mimo providente, para que su alma pudiese entregarse, germinar y crecer en los jardines del Señor. Su alegría era inmensa. Así le escribe a su amigo Blain, animándole a seguir en el camino del santuario. Lo hizo con términos tan vivos y penetrantes, que Blain ingresaba poco después en la Comunidad de la Barmondière. Con todo el gozo de su alma, pudo escribir: «Señor, Tú eres mi única herencia. Atrás el mundo y sus falsas alegrías. Más trabajo, más privaciones, más padecimientos, a fin de desprenderse totalmente y para siempre de lo perecedero y unirme por completo a Ti, Señor». IV - FORJADO EN EL YUNQUE DE DIOS LA CRUZ Dice un autor moderno, que el corazón de Dios está rodeado de espinas y cuanto más fuertemente abraza a 7 quien ama, más le clava las espinas. Porque es sospechoso el amor que no engendra sacrificio. Luis María es predilecto de Dios. Del Mártir del Gólgota. Por ello, él tiene ansias de cruz. Dios le forjará en el fuego del sufrimiento para purificar toda su escoria, como el oro en el crisol. Y Luis sabrá corresponder. Buscará los más penosos y humildes trabajos. Tomará su cruz cada día para ser discípulo fiel. LA PRUEBA DEL HAMBRE El Rey Sol está en medio de sus bacanales. Todo es luz y esplendor. Todo alegría y boato. Lacayos con vasijas de oro. Grandes despilfarros, comidas y bebidas suntuosas. Fiestas en palacio. Entre tanto, la miseria impera en Francia. Y al palacio del Rey Sol llegarán cartas como ésta de Fenelón: «El pueblo y los súbditos de Ud., a los que debe amar como hijos, mueren de hambre. El cultivo de la tierra está casi totalmente abandonado. La ciudad y el campo se despueblan. Todos los hombres languidecen y no se pueden nutrir los obreros. En vez de acaparar dinero de este pobre pueblo, debía de darle limosna y alimentarlo. Toda Francia no es más que un inmenso hospital desolado y sin auxilio». La «tempestad del hambre», como llama a esta situación Blain, hizo presa propicia en la pobre comunidad de Barmondière. Qué angustias para el buen fundador! Tendría que verse obligado a cerrar su Seminario para aquellos muchachos que aspiraban al Sacerdocio y no tenían recursos? Abandonaría a los pobres entre los pobres? No podrían aquellos jóvenes llegar a la más noble ansia de su vida: el Sacerdocio? EL POBRE DE DIOS A Luis esta tempestad le toma y envuelve en todo su furor. La señorita De Montigny se ve obligada a suspender la ayuda que le prestaba, por falta de recursos. Pero ninguno de los clérigos fue despedido. Luis María está dispuesto a vencer la tempestad. Se ofrece para mendigar en las casas de los ricos. Veamos al «pobre de Dios» mendigando en los suntuosos portales la caridad de los poderosos; sotana raída, hambre en el rostro, llama a una puerta, insultos y risas... Qué cerca de Dios! Pero su caridad es total. Encuentra el modo de socorrer aun a los que no pertenecen a la comunidad. El pobre es rico para los pobres. Así son las cosas de Dios. Y, en las Matemáticas del Señor, el que más da más tiene. Se acerca una pobre señora. Con la angustia y el hambre oprimiendo su rostro, apenas puede tenerse en pie: - Hágame caridad. - Cuánto necesita Ud.? - le pregunta Luis. - Treinta sueldos. - Tome. Y vacía en su mano todo cuanto él ha mendigado.

8 Le regalan una sotana nueva. Sin demora, va a pasar a las manos de un clérigo pobre. Su madre le envía una nueva sotana. Inmediatamente corre la misma suerte. El criado de la comunidad necesita comprar un traje nuevo. Luis le da treinta sueldos. - Treinta sueldos son demasiado poco. - Anda. Si el traje cuesta más, da los treinta sueldos al primer pobre que encuentres. El criado sigue a la letra este consejo. El traje costaba dos pistole (la pistole equivalía a un escudo de oro). Los treinta sueldos van a aparar a las manos del primer pobre que encuentra. - Ves? Mientras tú hacías la caridad a aquel pobre, una buena persona me ha entregado precisamente dos pistole. Vuelve al sastre y compra el traje. Porque, en las matemáticas de Dios, el que más da más tiene. VELANDO A LOS MUERTOS Arreciaba el hambre sobre la pobre comunidad. La situación era angustiosa al extremo. Hay que buscar una solución. La enfermedad y la miseria rondan las puertas de la Barmondière. El buen Padre propone una solución extrema, pero la única capaz de hacer entrar en la casa algunos centavos. Tendrá que enviar a sus jóvenes seminaristas a cuidar muertos. Les propuso que acudieran en las noches a las casas particulares para cuidar los cadáveres de los difuntos de la parroquia de San Sulpicio, por lo cual recibirían una muy módica retribución. Montfort se ofrece inmediatamente para tan penoso menester. Le siguen otros tres compañeros. La caridad es decidida, no teme, no tiene límites. El cuidado de los muertos no sólo fue fuente de caridad para Luis María, sino la más sublime escuela de oración y desprecio por las cosas del mundo. Veamos a qué altura ha llegado su espíritu. Así distribuía su tiempo de vela a los cadáveres. Nos lo cuenta el Padre Blain: «Consagraba cuatro horas enteras a la oración, que hacía siempre de rodillas, con las manos juntas, inmóvil como una estatua. Luego dedicaba dos horas a la lectura espiritual. Las dos horas siguientes eran dejadas al sueño, y el resto lo daba al estudio de sus cuadernos de teología... Aquellas veladas fueron no sólo ejercicio de caridad y penitencia, sino también ocasión de muy saludables e impresionante meditación». «Acuérdate de tus postrimerías y nunca pecarás», nos dice la Sabiduría. La muerte es maestra de la vida. Y los hombres de Dios saben llegar por todas las cosas al Creador. Luis medita. Descubre la cara del cadáver. Y piensa. Nada es el mundo. Nada la juventud y la belleza. Sólo importa Dios. «Solo Dios basta». El silencio de la muerte es elocuente. Nadie como la muerte nos habla tan íntimamente al corazón. 8 Allí está el cuerpo inerte de un joven de la más alta sociedad que ha muerto de repente al salir de una casa de perdición. Corrompido. Hiede. Otro día es el rostro descompuesto de una bella dama de la corte. «En tales velorios, ganó algo más que su mísera alimentación: adquirió para sí un absoluto desprecio hacia los bienes perecederos». Pudo hacer la total resolución de «no servir más a señor que pueda morir». TERRIBLE NOTICIA Dios purifica a los suyos. Qué insondables son tus juicios, Señor! Parece que abandonas totalmente a los que amas, como a tu Cristo en la Cruz. Sin embargo, estás cerca, muy cerca de los que sufren. Luis acaba de hacer Ejercicios en los Lazaristas. Son las Témporas de septiembre de Ha meditado en el desprendimiento total para seguir al Maestro. Va a recibir la Tonsura Clerical. Es la primera llamada oficial de la Iglesia. Todo es decisión, entrega total, alegría por servir al Señor. Es la jura de la bandera en las milicias de Cristo. Cuando sale de aquella ceremonia, que le da la condición clerical, recibe la penosa noticia: el abad de la Barmondière acaba de fallecer imprevistamente. Una tristeza inusitada embarga el alma de Luis María. El abad era para Luis el único apoyo humano. Pero inmediatamente Luis reacciona y se sobrepone. Aprovecha también esta grande y dura lección. Se abandonará más en las manos de la Providencia. Y le dice a un compañero: «Si no eres un gran santo, serás un gran ingrato». RESISTIR HASTA LA SANGRE El Señor parece apretar hasta la sangre. No quiere corazones partidos. Ha venido a traer la espada. Fuego ha venido a traer a la tierra y quiere que se incendie. He aquí el incendio de Dios. Muerto el abad de la Barmondière, la comunidad de seminaristas se dispersa. Cada cual busca amparo donde le inspira la Providencia. Esta guía a Luis a otra casa para clérigos pobres, la comunidad del Reverendo Boucher. La formación era excelente. Pero las necesidades extremas. Rayaba la más desoladora miseria. Cada alumno tenía que proveerse el pan. El acompañamiento lo daba la casa, y era en verdad poco apetitoso: un trocito de carne sin gusto, los días ordinarios. En los días de abstinencia, arroz y nabos. Aquellos alimentos eran preparados por los mismos seminaristas, quienes -según el decir gracioso de uno de ellos- «tenían el gusto de envenenarse por turno». En medio de aquellas abstinencias y ayunos, Luis María encontraba el medio de otras penitencias personales. Con frecuencia repartía su mísera porción con otros más necesitados a su parecer. Se esforzaba en los trabajos. No dormía. Cilicios y disciplinas. El espíritu estaba pronto, pero la carne es flaca.

9 Un día mientras trabajaba fatigosamente en la cocina, siente que se desvanece. Hay que llevarlo a su celda. Vuelve en sí. Su primera preocupación es esconder un cilicio que mordía su carne. El caso es grave. Es necesario transportarlo al Hospital Hotel-Dieu de París. «Estoy en la Casa de Dios. Qué honor para mí! Es posible que mi familia no se sienta muy orgullosa de este honor mío, pero Dios y el mundo nunca estarán de acuerdo». EJEMPLO EN LA ENFERMEDAD Imaginemos un hospital en aquel tiempo de miseria. No es la atención de hoy día. Los grandes adelantos científicos y quirúrgicos; ni siquiera la limpieza. Estaremos más cerca de la realidad si nos imaginamos un lazareto de recuerdo manzoniano. Entrar en un hospital en la mísera Francia de la segunda mitad del siglo dieciséis era hermanarse hasta la sangre con la pobreza y la miseria. Allí está Luis María. Pobre de Cristo en medio de los pobres. Yace en su lecho de pobre y de enfermo. Sufre terriblemente. Es imagen de Cristo en carne viva. Pero está contento. Se olvida de sus dolores y consuela a cuantos le rodean. Como tratamiento, le aplican el que entonces corrientemente se creía más eficaz y que hoy lo juzgamos el más eficaz para la muerte en estos casos de extrema debilidad: la sangría. Brota la sangre con tal ímpetu y cantidad que todos creen que está cercano el fin. Los médicos le desahucian. Sus amigos ya piensan en el ataúd. Las Religiosas Agustinas que cuidaban de los enfermos, ya habían preparado unos lienzos que servirían para la mortaja. Pero Luis María asegura que no morirá, que pronto estará en pie. A los ocho días, con sorpresa de todos, camina, lee, estudia, consuela... NO LA PAZ, LA ESPADA Pero no nos imaginemos un joven melancólico, triste, encogido. Nada de esto fue Luis María. Y si algunas biografías le pintan ñoño, están muy lejos de la realidad. Fue un joven ardiente que doma su carácter irascible. Fue espada de Dios, fuego del cielo. En medio de sus terribles penitencias, sabe tener los ojos abiertos y salir por los fueros de Cristo cuando se presenta la ocasión. Un sábado, como tenía por costumbre, se dirige Luis María a Nuestra Señora de París. Calles de un París bullanguero y profano. Ruido. Efervescencia, comercio, vicio. Dos jóvenes riñen duramente, con malas palabras y frases groseras. Echan mano a la espada y se entabla un duelo entre ellos. Luis María echa mano a otra espada. Saca su crucifijo y se pone en medio de los dos duelistas. Pocas pero contundentes palabras. - Mirad. Este es vuestro Dios. Uds, le están ofendiendo y están perdiendo su alma. Este murió por Uds. por amor. Uds. pretenden quitarse la vida por odio. 9 No hace falta más. Les ha cogido de sorpresa aquella intempestiva intervención. Se paralizan las espadas. Se dan la mano con palabras de perdón. Uno de ellos entrará muy pronto en un Seminario, y declarará a Blain que en aquel momento había sentido la primera llamada a la vocación. No es raro el caso de que Luis María compre en un puesto callejero todos los libros y estampas obscenas y las rompa a la vista de todos. O que se encare con los charlatanes indecorosos para descubrirles, con frases valientes y penetrantes, el mal que estaban haciendo en las almas. Valentía. Fortaleza de Dios. Sabe, con Cristo, consolar al que sufre y empuñar el látigo ante los vendedores. Su alma se abrasa. Fuego del cielo. Espada de Dios. V - ESPERANDO AL SEÑOR PREPARACIÓN AL SACERDOCIO Luis María entra en la última etapa de su preparación para ese abrazo tan intenso y apretado de Dios que compenetra tanto al bautizado con el Señor que le hace otro Cristo : el sacerdocio. Vamos a ver cómo esa espera de Luis María es consciente, íntima y responsable. Es la espera de los siervos vigilantes a la llegada del Señor. Es la lámpara encendida de las vírgenes en medio de la noche. Es el anhelo del buen israelita por la llegada del Salvador. Entremos en el alma de Luis María. Seguros de que nos enseñará cómo debemos esperar al Señor. SAN SULPICIO Largos corredores, edificios vetustos, austeridad, orden. Estamos en San Sulpicio de París. Pero no nos detengamos en los detalles externos. Apreciemos sobre todo el remanso de paz y gracia de Dios que significa San Sulpicio. En medio de una Francia jansenista, en que la religión es exacerbada y tormentosa, quedémonos unos momentos en este nido de cálida paz... a solas con Dios, en presencia de los ángeles. Sintamos el fervor de superiores y seminaristas, oigamos sus cantos eucarísticos y marianos. Comulguemos con ellos, asistamos a sus clases, y también a sus recreos. El gran espíritu del Padre Carlos de Condren que en el año 1629 sucede al Cardenal de Bérulle en el gobierno del Oratorio de Francia, ha concebido la idea del resurgir de un pueblo por medio de la formación de sus sacerdotes. Al estilo de Carlos Borromeo, quiere reformar el clero por la institución de los Seminarios según el espíritu del Concilio de Trento. Muere pronto el P. Condren. Pero deja como heredero de su idea a otro santo Sacerdote, Juan J. Olier. Se van multiplicando los semilleros de vocaciones y formación que germinarán en faros de luz para toda Francia. Chartres fue el primer intento. Después vendrá el de Vaugirard, y luego se trasladará el Seminario a la Parroquia de San Sulpicio de París. Y entonces se enciende un faro de luz cuyos resplandores inundarán de luz a toda Francia. INGRESO EN SAN SULPICIO Se conocía en San Sulpicio a Luis María. Sus antiguos condiscípulos de la Barmondière, algunos de los

10 cuales ahora estaban en San Sulpicio, habían hablado mucho de aquel joven seminarista. Cuando Luis María llama a sus puertas, el Padre Rector, Brenier, no sólo no tiene dificultad alguna en recibirle sino que experimenta una gran alegría. Su entrada se celebra con un Te Deum. Aquí tenemos a Montfort en los años decisivos de su formación eclesiástica. Penetremos con él, penetremos en él, y encontraremos un espíritu en llamas ocultas. SU FORMACIÓN Llamarada oculta.- El secreto de la vida de formación en San Sulpicio de Luis María está en su íntima unión con Dios. Alma oculta que se incendia, para provocar el incendio de Dios cuando sea ordenado Sacerdote. Sus superiores temerán que se convierta en introvertido y tendrán que reprenderle. El obedecerá. Pero su alma está muy arriba, cerca de Dios, compenetrándose de Dios y le estorba todo lo de abajo. «Permita el Señor que se me deje en paz, como a los muertos en la tumba o al caracol en su casa, el cual, mientras está oculto parece algo, pero cuando sale, todo es inmundicia y fealdad; ese soy yo y aún peor, pues todo lo echo a perder cuando intervengo en algo» Carta a su tío, París, ). Como en ningún lugar, Luis María tendrá ocasión aquí de avanzar por los caminos del espíritu. Ambiente de oración, Luis será una oración continua. No sabía más que hablar de Jesús y María. Los superiores tienen que llamarle la atención. Entonces él se aprende unos chistes para alegrar a sus compañeros de recreo. Humillaciones continuas. Ya está acostumbrado y su espíritu es fuerte. Por ello, goza en el Señor cuando alguien quiere dejar en ridículo a Montfort. Sabe que tiene un carácter duro y así la humillación será la mejor escuela de virtud para él. El Director Espiritual Leschassier no quiere singularidades. Luis será uno de tantos, el último de todos. «Nunca oía palabras de aliento y consuelo. Todos sus proyectos eran desechados a priori. Si se le permitía seguirlos era después de haber sido duramente criticados y ridiculizados. El clérigo Grignion no podía caer en mejores manos para ser humillado, y lo fue larga y despiadadamente» (Blain). Oración y cruz. He aquí las dos alas de Montfort. Lo que le distinguirá toda la vida. No improvisa; ésta es la escuela y el ensayo. Porque en la oración nos compenetramos con Dios para poder imitarle en el sacrificio, que redunda en caridad. Resumen perfecto de la vida de Montfort. LOS ESTUDIOS DE MONTFORT Montfort sabía estudiar. Tenía buen método. No era solamente el estudio material, sino la penetración y la formación intelectual y cordial. Y, como siempre, sin que nadie se diese cuenta. A solas, en la presencia de Dios y de los ángeles. Por motivos de salud, según unos; a petición suya, dicen otros, Grignion no siguió los cursos universitarios 10 de la Sorbona, sino que asistía solamente a las clases del Seminario. Esta decisión que parecía perjudicarle, resultó providencial. Por una parte, la Sorbona estaba infeccionada de jansenismo. «Todos los estudiantes de la Sorbona... se adhieren a los principios de Jansenio, como el de la gracia eficaz por sí misma», dice Fenelón. Además, Grignion, asistiendo a las clases profundas y claras de San Sulpicio, podía dedicar así más tiempo a la lectura y meditación de lo leído. Grignion bebe en las fuentes de agua límpida de la teología. Le eran familiares los Santos Padres, sobre todo los tratados marianos, aprendiendo de memoria largos párrafos, por ejemplo de San Agustín. El mismo Grignion nos habla en «La Verdadera Devoción» de una amplia colección de pasajes de Santos Padres hecha por él, para probar la necesidad de la devoción a la Santísima Virgen. Sus obras posteriores estarán cuajadas de pasajes patrísticos. Lee, medita mucho Luis María. Por eso dirá más tarde en la citada obra, que había leído «casi todos los autores que hablan de la devoción a la Santísima Virgen». Penetra los autores sagrados. En silencio, en la celda austera o en la capilla. A solas con su Dios. Así nunca hace ostentación de su ciencia. Sus compañeros no creían que estuviese bien formado teológicamente. Le tienden una red: Luis defendería una tesis sobre la gracia. Los alumnos de clase prepararon objeciones fuertes. Luis con serenidad y sencillez, va resolviendo todos los puntos obscuros, rectifica las citas, aclara con los contextos, cita grandes párrafos de memoria... No es tan tonto el silenciosos seminarista de Montfort! MONTFORT, POETA Cuando el hombre se encuentra con cosas maravillosas, no puede hablar, tiene que cantar, poetizar. Luis se encuentra con cosas admirables y su alma está llena del fuego de Dios. Por ello, también a solas, en el crepúsculo de las tardes parisinas, en la austera celda de San Sulpicio, canta admirablemente las obras todas del Creador. Chantons, ma chère âme, chantons Faisons retentir nos cantons D'une très sainte mélodie. Le ciel el tout nous y convie. Notre grand Dieu toujours joyeux Nous écoute du haut des Cieux, Il aime beaucoup les cantiques, Ce sont ses concerts angéliques. Ecoutons les anges chanter Et chantons pour les imiter, Ils sont anges par leur louanges, En chantant nous deviendrons anges. Faison retentir l'univers De nos chansons et de nos vers, Afin que Dieu s'y glorifie, Que le prochain s'en édifie. Canta a Dios, canta a todas las cosas creadas. Su poesía es tierna, sencilla y sin artificios, pero profunda y penetrante, fluyente como su alma nítida.

11 Quinconque veut être Un roi tout-puissant, Selon notre Maître, Doit être un enfant. Allons donc entendre Un petit poupon. Allons donc apprendre Sa douce leçon. Pero cuando su poesía adquiere toda la sublimidad es cuando canta a María: entonces el alma se desborda, fluye como un río de aguas puras. Los modelos se multiplican. Es difícil espigar, seleccionar un ejemplo. Que mon âme chante et publie A la gloire de mon Sauveur Les grandes bontés de Marie Envers son pauvre serviteur. Que n'ai-je une voix de tonnerre. Afin de chanter en tous lieux Que les plus heureux de la terre Sont ceux qui la servent mieux? Elle est mon divin oratoire Oú je trouve toujours Jésus, J'y prie avec beaucoup de glorie, Je n'y crains jamais de refus. De mi Salvador la gloria publique el alma, cantando, las bondades de maría para con su pobre esclavo Quién tuviera voz de trueno para cantar por doquiera que es quien a María sirve el más feliz de la tierra! Es mi divino oratorio, donde a Jesús hablo siempre, do siempre su gracia pido, sin temer que me deseche. (Traducción del P. Nazario Pérez, S.J.) Montfort ha escrito, al menos, 149 poemas de muy buena calidad. Algunas de sus poesías son de considerable amplitud, llegando a un término medio de 200 versos cada una. Y tenemos las más largas, como «Les splendeurs de l'oraison», de 374; o «Quatrième piège: le luxe», con 472 versos. No es despreciable en extensión la obra poética de Luis María! SAN SULPICIO, SANTOS SUPLICIOS La cruz sigue siempre al fiel discípulo de Cristo. Y éste se abraza siempre a ella para seguir más de cerca a Jesús cada día. Humillaciones continuas. Envidias de los compañeros. Rencillas y acusaciones. El Padre Leschassier es duro consigo mismo y con Luis María. "Se espían todos sus movimientos para poder después censurarlos; y, para que los reproches fueran más sensibles, se hacían en público, en presencia de cuantos había en casa" (Blain). 11 Sus superiores admiraban en verdad la virtud de Montfort, pero no la comprendían. Les parecía que tenía rarezas rayando en la locura. No acaban de darse cuenta que Dios llama algunas veces a sus elegidos por el camino de la locura de la cruz. Otra tribulación vino a afligir su corazón. La señorita De Montigny había muerto. Era su amparo económico. Se ve sumido en un gran dolor y en enorme dificultad. Aún más: la hermana más amada de Grignion no puede pagar la pensión de su colegio; tendrá que salir y verse totalmente desamparada. Pero no le abandona. La señora de Mortemart, hermana de la Marquesa de Montespan, tomará a su cargo la pensión de Luis María y de su hermana y aun hará venir a otras dos hermanas a París para darles educación. FUNDAMENTOS DE LA ESCLAVITUD MARIANA La llama del amor a María que nos parecía innata en el corazón de Montfort va incrementándose en hoguera fogosa y robusta. Luego será un incendio que abrasará al mundo. Ahora está oculta todavía, como el volcán que se fragua bajo las nieves perpetuas. Pero está en ebullición, formándose robustamente. Luis María la alimenta. En San Sulpicio eran muy conocidas las obras del Cardenal Bérulle, especialmente sus célebres «Discursos sobre el estado y las grandezas de Jesús». El Padre Olier, fundador del Seminario, las había comentado y recomendado en sus escritos. Por ello, a los Seminaristas de San Sulpicio se les aconsejaba practicar todas las acciones "con María, en María y por María". Esta inscripción estaba escrita en un cuadro que rodeaba la capilla de María. Montfort conocía también la obra del Padre Bartolomé de los Ríos, titulada De Hierarchia Mariana. «En ella -escribe en La Verdadera Devoción a la Santísima Virgen (n. 160)- trata (el autor) con tanta piedad como erudición, de la antigüedad, de la excelencia y de la solidez de esta devoción.» Esta erudición y profundidad teológicas sobre la Madre de Dios no puede ser algo pasajero y superficial para Montfort. Descenderá al corazón y de allí pasará muy pronto a la práctica. Como no se puede ocultar el perfume de una flor y la luz de un rayo de sol. Así compromete a algunos compañeros con palabras tan persuasivas que se reúnen para formar una congregación privada que llamarán «Esclavitud de la Santísima Virgen». Los Superiores la aprueban, pero el Padre Tronson, Superior General de San Sulpicio sugiere que se cambie el título por el de «Esclavos de Jesús en María». He aquí el fundamento más profundo de la Santa Esclavitud Mariana. Fundamento sólido. Asentado en las más fuertes rocas de nuestra fe. La Sagrada Escritura, que era el alimento continuo de Luis María. Los Santos Padres que él leía y hasta aprendía de memoria. Los autores piadosos, las más

12 escogidas obras sobre la Madre de Dios. Todo ello con una meditación sublime, a veces extática, de muchas horas, delante del sagrario, ante un altar de María. Fueron la chispa que encendió en su alma y que está presta a provocar un colosal incendio en el mundo entero. CARGOS DE CONFIANZA Los Superiores se convencen de que aquél seminarista es algo en verdad extraordinario. A pesar de las represiones, a veces tan duras, que le prodigan, él conserva su espíritu en unión íntima con Dios y sabe reaccionar en cada momento a ejemplo de Jesucristo. Su alma está saturada, rebosante de Dios. Por ello el Padre Rector tendrá que confesar que «Grignion es muy humilde, muy pobre, muy mortificado»... Le nombran bibliotecario. Montfort era feliz en medio de los libros. Tenía ocasión propicia de formarse. No dejará de la mano los tratados sobre la Madre de Dios. Después viene otro cargo de su total complacencia. Le nombran maestro de ceremonias. Todo está dispuesto para el altar. Las ceremonias salen con exactitud y elegancia. Hasta llega a componer unas hojillas para cada uno de los cargos, de tal manera que cada ministrante tiene a la mano recopilados todos sus oficios y ceremonias en el altar. Más tarde, catequista en Saint-Germain, acompañaba a un sacerdote y todos se admiraban de sus explicaciones. Nos cuenta un biógrafo cómo se encendía en santo celo y abrasaba a todos los presentes en el amor a la Madre del cielo, su tema favorito. PEREGRINACIÓN CHARTRES La mayor alegría de Luis María en su época de Seminario. Y la mejor prueba de estima y consideración de sus Superiores. Era costumbre en el Seminario de San Sulpicio escoger, entre los más piadosos y serios seminaristas, a dos de ellos y enviarlos a Chartres para orar ante el altar de la Santísima Virgen. El año 1699, fue Montfort uno de los elegidos. He aquí al peregrino de María. Lo que sería toda su vida: peregrinando por este valle de lágrimas, pidiendo a María que volviese sus ojos a la tierra y con un anhelo ardiente de ver su rostro en el cielo. El viaje se hacía a pie. Por las calles de París, muy de mañana, salen los dos estudiantes de San Sulpicio. Oran en silencio. Salen a la campiña. Se acerca Luis a los segadores de las mieses y conversa con ellos acerca de la Madre de Dios. Llegan a Chartres al caer la tarde. Antes de nada, los peregrinos se dirigen a la Basílica. Caen de rodillas a los pies de la Madre buena del cielo. Oran en nombre de todo el Seminario. Luis María no sabe salir de la Basílica. Se siente tan bien a los pies de aquella venerada imagen de la Madre de Dios. Pasa toda la noche en oración profunda. Fue una especie de velar las armas a los pies de la Señora de su corazón y de sus pensamientos. De Chartres saldrá animado, consagrado a luchas las grandes batallas de María. 12 ASCENDIENDO Ascendiendo a lo alto lleva cautiva la cautividad.... (Salmo 67, 19) - Cristo lleva cautivo toda cautividad Ha triunfado. Para siempre... - Los santos tienen una lucha continua: vencerse siempre. Subir siempre. Siempre ascender para cautivar a la cautividad primitiva. - Montfort va ascendiendo. Con paso seguro, como un alpinista. Montfort no ha nacido en las cumbres. lo hemos visto. Está subiendo, y nos tiende la mano desde la altura. - Tenemos que seguir su invitación. VI. OTRO CRISTO SACERDOTE PARA SIEMPRE No tenemos muchos datos sobre las distintas Ordenes sagradas que fue recibiendo Luis María. Pero podemos dejar a nuestra imaginación penetrar en aquella alma y pensar que cada Orden era un espaldarazo profundo en su espíritu que le unía más al Señor y llenaba su alma de consuelo confirmando su esperanza de poder lanzarse al mundo para pregonar las glorias de María y prender el incendio de Dios. Y así llegó el gran día para Montfort: 5 de Junio de 1700, sábado de Témporas de Pentecostés. Luis María se postra delante del Obispo, Monseñor Enrique Bazán de Flamanville, el mismo a quién Luis había acompañado tantas veces al catecismo de Saint-Germain, que había sido nombrado Obispo de Elne. «Tú eres Sacerdote para siempre». La imposición de las manos del Obispo. La unción de las manos de Luis María «para que todo quede bendecido y consagrado». La entrega del cáliz y la hostia. La Misa concelebrada. El ósculo de paz. El poder de perdonar a los hombres. Desde entonces podrá firmar para siempre «Sacerdote e indigno esclavo de Jesús en María». El resto del día lo pasa ante el sagrario. Ante un sagrario solitario y escondido. En íntima oración, en consagración constante. Desde su Ordenación Sacerdotal hasta su primera Misa pasan ocho días de retiro absoluto Dónde celebrará el primer sacrificio del altar? Nadie puede dudarlo: en el altar de María. En aquella amada capilla de María que tantas veces había sido testigo de sus suaves efusiones. En aquel altar de María en donde había celebrado su primera Misa San Juan Bautista de la Salle con tanta devoción y lágrimas. «Asistí a su primera Misa -dice Blain-: en el altar más parecía un ángel que un hombre». ESPÍRITU MISIONERO «Qué hacemos aquí? Por qué nos quedamos ociosos, cuando en el Japón, en la India perecen tantas almas por falta de predicadores y de catequistas?»

13 Estas palabra de Montfort seminarista serán un puñal clavado en su alma. Recientemente ordenado sacerdote, un grupo de sulpicianos se marcha al Canadá para llevar la fe a los pieles rojas. Montfort pide ser aceptado como misionero. Pero no le conceden su anhelo ardiente. Temen que el celoso sacerdote, llevado de su celo inflamado, se pierda entre los inmensos bosques, afanado en lograr almas para Cristo. HA LLEGADO EL SEÑOR Montfort lo sabe. Dios está con él. Muy dentro de él. Identificado con él. Es otro Cristo. Para santificarse y santificar. Para ofrecer, bautizar, bendecir, predicar..., amar a María y hacer que todos los hombres la amen. Desea cuanto antes salir a la palestra. Es luz y sal para los hombres. Los Sulpicianos le ofrecen que se quede en San Sulpicio mientras no le nombren para algún puesto sacerdotal. Montfort acepta agradecido. Ellos quieren que se adhiera a su Instituto. Se lo proponen. Pero Luis María es incapaz de aguantar una vida sedentaria y de encierro en una casa. Espíritu inquieto e indomable, ardiente y violento, está deseando salir a los cuatro vientos y pregonar por doquier las glorias de Dios y de María. Ah, si pudiera marchar a lejanas tierras para predicar el Evangelio! Sin embargo, aquellos días de recogimiento postsacerdotal en San Sulpicio le servirán para la continua meditación, para preparar programas de apostolado. Hace unos esquemas de homilía. Se une a Dios cada mañana en el Santo Sacrificio. A los pies de la Señora. La que mejor le puede dar a conocer al «fruto bendito de su vientre». EN NANTES CONOCE LA DESILUSIÓN El Padre Renato Lévêque era un santo sacerdote. Celoso y apostólico. Había recorrido toda Francia dando misiones. Luego reúne a unos cuantos sacerdotes de Nantes con el fin de adiestrarlos en la obra de las misiones y retiros. En la parroquia de San Clemente vivía aquella comunidad de eclesiásticos. El Padre Lévêque es ya muy anciano. Busca un sacerdote joven y docto, capaz de continuar su obra. Los sulpicianos le indican a Luis María. Este vio colmados todos sus deseos: dedicarse a las misiones, poder recorrer pueblos y ciudades predicando las verdades eternas, hablando de Dios y de María. Lévêque era en verdad un inmejorable eclesiástico, pero su comunidad no se le parecía. Luis María nos describe como nadie aquella situación en una carta al Rector de San Sulpicio. «Contrariamente a lo que suponía, no he encontrado aquí lo que esperaba... Ansiaba, al igual que Ud. a- diestrarme en las misiones y de modo especial en la enseñanza del catecismo a los pobres que es lo que más me atrae, pero nada de esto hago, ni siquiera sé si lo podré hacer algún día, pues el personal que aquí hay es escaso y sin experiencia, salvo el Padre Lévêque, el cual, debido a su avanzada edad, no se halla en condiciones de dar misiones, y si su fervor que es grande, a ello le moviera, el Padre des Jonchères, como me lo dijo, se lo impediría. 13 No hay aquí, ni mucho menos, la mitad del orden y observancia que en San Sulpicio; y me parece que mientras las cosas sigan como están, no podrá ser de otro modo, pues es menester tener presente que en esta casa hay cuatro clases de personas, por no decir cinco, cuyos fines e intenciones son del todo diferentes: 1) Hay cinco personas, dos de las *cuales son inhábiles para todo; 2) hay párrocos, vicarios o simples sacerdotes que vienen aquí de tiempo en tiempo a hacer ejercicios, y también seglares; 3) hay algunos sacerdotes y canónigos que vienen a pasar en paz sus días; 4) hay algunos sacerdotes, pero en mayor número jóvenes o estudiantes, que oyen teología o filosofía, los cuales en su mayor parte, llevan vestido seglar o hábito corto; de manera que estas diferentes personas siguen casi todas reglamento distinto que ellas mismas se trazan, tomando del común lo que les va bien Así las cosas, me siento, desde que vine a esta casa, como indeciso entre dos sentimientos al parecer opuestos: experimento, por una parte, una secreta inclinación al retiro y a la vida oculta, para aniquilar y combatir mi naturaleza corrompida, que quisiera mostrarse; por otra parte siento grandes deseos de hacer amar a Nuestro Señor y a su Santísima Madre y vivir de una manera pobre y sencilla, haciendo el catecismo a los pobres del campo y excitando a los pecadores a la devoción a la Santísima Virgen... En verdad, carísimo Padre mío, que no soy digno de tan honroso empleo; pero, vistas las necesidades de la Iglesia, no puedo menos que pedir con gemidos continuos una pequeña y pobre Compañía de buenos sacerdotes que militen bajo el estandarte y protección de la Santísima Virgen...». Por esta preciosa carta del Padre Grignion se nos descubre su alma con toda la potencia de los intrépidos que arrebatarán el cielo. Es sencillo, justo, amante de la verdad, descontento con las medianías, indeciso entre la vida activa o la contemplación, ansioso de un ejército de sacerdotes que pregonarán las excelsas prerrogativas de María. El panorama de la comunidad de San Clemente era desolador. Y para colmo de males la clara infiltración del jansenismo. San Clemente se había convertido en un pequeño Port-Royal: se practicaban largas oraciones y austerísimas penitencias y ayunos, pero había un orgullo desbordante y una severidad terrible para la recepción de los sacramentos. NUEVO RUMBO Nuestro Luis María no podía resistir aquella gélida inercia de la comunidad de San Clemente. Su alma era un volcán, y la comunidad de Nantes un témpano de inactividad y falta de espíritu. En medio de estas angustias del alma que no puede estarse pasiva ante la necesidad de abrasar al mundo en la hoguera de Dios, la Providencia vino a su ayuda para darle una solución inmejorable.

14 Con fecha 4 de mayo de 1701, Luis María escribiría al Padre Leschassier: «El cuarto domingo de abril, recibí una carta de mi hermana de Fontevrault, escrita por orden de la señora Montespán. Me rogaba que fuera inmediatamente allí, pues debía tomar el hábito el martes siguiente». Luis María se pone en camino inmediatamente. Lo hace a pie. Cual caminante de Dios, recorriendo los campos del Señor. No pierde ocasión de sembrar la palabra de la Buena Nueva. Llega tarde a Fontevrault. Su hermana había tomado el hábito el día anterior. Pero todos le reciben con inmensas atenciones. «La señora Montespan me preguntó qué quería hacer. A lo que contesté sencillamente que me proponía trabajar en la salvación de los pobres, mis hermanos. Entonces ella me dijo que aprobaba plenamente mis proyectos, tanto más cuanto que sabía por experiencia que la educación religiosa de los pobres estaba muy descuidada. Luego añadió que si yo lo deseaba me podría obtener una canonjía dependiente de ella. Pero yo humildemente le di las gracias, más rehusé la oferta alegando que no quería cambiar las ventajas de vivir abandonado a la Divina Providencia por las de una canonjía o beneficio.» La gran dama fue así descubriendo toda la profundidad de aquella alma apostólica. Le toma un inmenso aprecio. Aconseja a Luis María que fuera a presentarse y ponerse a disposición del Obispo de Poitiers, Monseñor Girard, quien había sido preceptor de sus hijos. VII. POITIERS, FUEGO DE DIOS SIN NINGUNA ATADURA La chispa se hace hoguera. Ha ido alimentándose ocultamente en el alma de Luis María como la potencia de un volcán en el centro de la tierra. Pero ya no puede más. Y estalla en erupción. Ahí va el caminante de Dios. Recorre los caminos polvorientos. Pide limosna. No lleva nada. Va desatado de todo. Su hábito es el de un pobre peregrino. Libre, como la llama incendiaria, recorre veintiocho leguas para llegar a Poitiers. EL PRIMER MILAGRO Tiene que pasar de nuevo por Fontevrault. Celebra la Misa ante un altar de María en la capilla de la egregia dama de Montespán. Su primer biógrafo Grandet, encontrará con fecha 25 de Noviembre de 1718, un documento notarial que nos narra el primer milagro obrado por el Santo. «La señora Llaria Nicolás ha declarado haber sabido de una de las señoritas de la compañía de la señora Montespán, que el referido Grignion, habiendo un día celebrado la Santa Misa en la capilla, entró en la 14 sacristía para la acción de gracias. Cuando salía, vio a un hombre ciego, y le preguntó si quería ver. El hombre responde que sí. Montfort, tomando saliva en el dedo, le untó los ojos y en el mismo instante el ciego recuperó la vista y exclamó que veía muy bien.» LLEGADA A POITIERS A las puertas del palacio episcopal de Poitiers llama un peregrino de muchos días. Vestido raído, polvo, fatiga. La respuesta no se hace esperar: el señor Obispo está ausente, tardará cuatro días en retornar. No se arredra Luis María. Hay que aprovechar el tiempo. Las almas están sedientas de Dios y él inflamado de celo. Se dirige al albergue de los menesterosos. Va buscando a los pobres, a los enfermos, a cuantos tengan una necesidad. Es el primer contacto con aquellos indigentes de Poitiers, en donde muy pronto el Padre Grignion derramará torrentes de gracias. Lo primero: - Dónde está la capilla? - La puerta grande al final del pasillo. - Muchas gracias. «Entré a su capillita. Las cuatro horas que pasé rezando, antes de la cena, me parecieron muy cortas, pero resultaron demasiado largas para unos pobres que, habiéndome visto de rodillas y con vestidos muy semejantes a los suyos, se fueron a contarlo a los demás, y entre todos colectaron una suma para darme una limosna. Unos daban más, otros menos... Esto sucedía sin que yo lo sospechara. Por fin salí de la iglesia para preguntar a qué hora cenaban, y al mismo tiempo para pedir la gracia de servir a los pobres. Pero, grande fue mi sorpresa, por una parte al saber que no tomaban los alimentos en común, y por otra parte al enterarme de que querían darme una limosna. Bendije a Dios mil veces, por haber pasado por pobre, llevando sus gloriosas vestiduras; y agradecí a mis queridos hermanos y hermanas su buena voluntad. Desde aquel tiempo me han cobrado tal afecto, que dicen todos públicamente que tengo que ser su capellán, pues de tiempo atrás no hay ninguno estable en el hospital por estar tan pobre y abandonado» (Carta al P. Leschassier: ). Al fin llega el Obispo. Le recibe con recelo. Quiere antes informarse de quién es el Padre Grignion. Pide informes al Padre Leschassier, y mientras que llegan, ofrece a Montfort el Seminario para que resida entre tanto en él. Montfort no puede estar encerrado. No puede estar inactivo. Este ardor intrépido lo llevará hasta la tumba. Vuelve a su diócesis de Nantes. La respuesta del Padre Leschassier no se hace esperar.

15 «Desde su juventud estuvo abandonado a la Providencia... Ha sido bendecido por Dios con grandes gracias y ha correspondido fielmente. Nos ha parecido, a mí y a los que le han observado de cerca, constante en el amor a Dios y en la práctica de la mortificación, oración, pobreza y obediencia. Tiene gran amor para socorrer a los pobres e instruirlos... Pero su exterior tiene algo de singular; sus maneras no agradan a todos, es exigente y rígido en materia de perfección; muestra mucho celo y poca experiencia». Todo era cierto. Era Montfort pobre con los pobres. Llevaba cada día la cruz de Cristo. Pasaba largas horas en oración... Pero esto no es comprendido por todos. No lo comprenden los que no creen que pueda haber locos de Cristo y de su cruz. Esta carta decidió al Obispo a recibir a Montfort. Por otra parte, los pobres del albergue de Poitiers pedían insistentemente su presencia como capellán del hospital. Entre tanto, Montfort recorre los caminos y las aldeas de Nantes. Predica misiones. Con todo el ardor de su espíritu. Es una llama encendida e incendiaria que ya nadie podrá apagar. PROCESIÓN DE POBRES En medio de sus predicaciones misioneras, recibe una carta del Obispo de Poitiers: "Nuestros pobres continúan pidiéndole... Yo me veo en la obligación de decirle a Ud. que sus deseos... me hacen juzgar que Dios lo quiere entre ellos, si su Obispo le da licencia. Le ruego que se la pida cuanto antes» ( ). Pero Montfort duda. Así lo expone al Padre Leschassier, su director espiritual. Quiere salir de San Clemente. Quiere dedicarse a los pobres. Pero su corazón es magnánimo como el mar. Lo único que no le convence de la capellanía del albergue de Poitiers es que sólo será sacerdote para unos cuantos. Y sus ansias apostólicas quieren llegar a todas, a todas las almas. Así son los santos, no miden fuerzas. Aunque parezca locura Solamente se decide cuando piensa que estando en el albergue podrá, sin embargo, hacer incursiones por las ciudades y los campos para evangelizar a más pobres. Otra vez camino de Poitiers. A pie, como siempre. Llevaba unas monedas que le había dado al despedirse el Padre Lévêque. Pero le queman en los bolsillos: se las da al primer pobre que encuentra. Y mendiga... el pan de cada día. Ahora el Obispo Girard le recibe inmediatamente y con los brazos extendidos. Hay una paternal sonrisa en su semblante. Se han disipado todas las nieblas de duda. Pero la decisión de la capellanía del albergue de Poitiers no depende solamente de él. Es necesario que se reúna el consejo de administración. Entre tanto Montfort residirá en el Seminario. Él, feliz, porque así estará más libre para predicar. Sigue siendo llama que es imposible ocultar bajo el celemín. 15 Abundan los pobres, harapientos y hambrientos. Montfort es uno de tantos en medio de ellos. No se distingue. Les habla de otro Pobre, que nació en un portal y murió en la cruz. Más pobre que todos. Más mártir que todos. Les habla de una Madre sencilla, humilde, buena. Les habla, de un banquete en la patria eterna. Hacia una capilla abandonada va una procesión de mendigos. Es una interminable representación de todas las miserias y de todos los dolores. Allí les habla un pobre como ellos. La capilla pronto se hace insuficiente. Se tendrán que trasladar a la plaza de mercado. A los pobres se unen los curiosos. Toda la ciudad se conmueve. Es un inmenso templo, conmovido por un pobre de Dios. «Duermo aquí sobre paja; no tomo desayuno; como poco por la noche. Gozando de buena salud, puedo seguir con las mismas prácticas? Puedo disciplinarme una vez más por semana, siendo hasta ahora tres disciplinas semanales, o en cambio llevar cilicio una o dos veces?» (Carta al P. Leschassier: ). CAPELLÓN DEL ALBERGUE Por fin ingresó Montfort al albergue. No pensemos en un hospital o asilo de nuestros días. Nada de eso. «Una casa vieja que amenazaba ruina; salas bajas en que yacían al azar los convalecientes, los enfermos y los moribundos contagiosos o no; remedios y cuidados médicos casi nulos; alimentación insuficiente mal preparada; y, en fin, un personal de empleados y enfermeros, mercenarios, sin compasión». Así nos describe un autor el hospital de París, en el siglo XVIII, antes de la entrada y atención de las Hijas de la Caridad. Qué serían los hospitales y casas de amparo de una apartada provincia como era Poitiers? Montfort encuentra toda suerte de miserias corporales y espirituales; suciedad, mala alimentación, envidias, rencores, angustias y desesperación. Montfort quiere empezar por las miserias corporales, sobre todo mejorar la alimentación. Recorre las calles de Poitiers, acompañado de algunos pobres, pidiendo limosna para los asilados. Los ciudadanos dan generosamente. Hay que hacer una buena repartición con acertada administración. Todo se va poniendo en orden. Se hace la limpieza. Se lee durante la comida. Montfort sirve a la mesa... Y después, las miserias del alma, las angustias del espíritu. Para ello, se hizo pobre, fue el primer pobre. Escoge la habitación peor del albergue, la única manta que tenía la regala a un enfermo. Busca a los enfermos con males repugnantes: son sus amigos preferidos. Barre las salas, limpia, consuela, venda, conforta. Una vez, encuentra en la calle a un enfermo pestilente, cubierto de úlceras. Le han expulsado de todos los asilos. Está abandonado, tendido en el suelo, maldiciendo su

16 suerte. Montfort se acerca, le tiende el brazo, le acaricia y anima... Logra del administrador del albergue que le admitan en un cuarto apartado. Montfort pasará materialmente el día con él. Le cura, le asea..., como la más cariñosa de las madres. Pero una mañana el aspecto del enfermo es hediondo y repugnante. Parece que la carne se le caiga a pedazos. El caritativo enfermero creyó que le iban a faltar las fuerzas. Se repone. Se acerca al ulceroso. Pone su boca sobre sus llagas. Las besa con todo el amor de Cristo. Cómo ha cambiado el áspero e indomable Montfort! Pero, también aquí conoce la incomprensión. El capellán quiere orden. Que cada cual esté en su sitio, sepa y cumpla sus obligaciones. Prepone un reglamento para las empleadas. Prohíbe que se les suministren licores alcohólicos a los que se embriagaban. Exige claridad en las cuentas. Resultado: la incomprensión, envidias y maledicencias. Los que tenían la viciosa costumbre de embriagarse le insultan soezmente. La directora y el administrador creen que usurpa sus derechos, Las empleadas y enfermeras se oponen a sus reformas, que las coartan en sus libertades. Montfort tiene que retirarse unos días. Aprovecha para hacer ejercicios espirituales. Vuelve al albergue cuando se había declarado una terrible peste. El administrador muere víctima de la misma. Poco después agoniza la directora. Son ochenta muertos. Montfort multiplica sus esfuerzos: es el único que resiste, el único que puede trabajar. A todos consuela, a todos ayuda. Asiste sus cuerpos y sus almas. Los enfermos se dan cuenta de que es un hombre extraordinario, heroico. Vienen a pedirle perdón por lo que le han hecho sufrir. Las enfermeras y empleadas también ahora le agradecen sus esfuerzos. Montfort, pasada la terrible peste, vuelve a ordenar todo, a establecer reglamentos. Y ensaya entre aquellas personas una congregación religiosa, que luego lanzará al mundo para servicio de las almas, para gloria de la Iglesia. VIII - LLAMA DE DIOS MONTFORT, FUNDADOR El fuego se convierte en llama. La llama incendia, crece, se propaga. Pronto será incendio de Dios. No sé por qué a todos los autores les gusta comparar a Montfort con el fuego. Tenía fuego en su alma. Todo él era fuego de Dios. Hemos visto que quería fundar «una pequeña y pobre compañía». Valdrá Montfort para fundador? Parece que no, en verdad. 16 Es necesario que nos acostumbremos siempre a ver «los defectos de los santos», para que no creamos que han nacido perfectos. Fueron como nosotros, con las mismas inclinaciones: fruto del pecado. Pero ellos supieron oír a Dios y ser fieles. Eso es todo. Nada más ni nada menos. No es fácil. Ahí esta su heroicidad. Y aquí está el fundador. Duro, austero, casi insociable. Intransigente con el mal. Extraño hasta que le tildan de loco... Pero... humilde, desprendido, caritativo... hasta la locura. Sí, supo ser loco de Dios. Es el prototipo del jefe, del general, del líder. Alto, de frente ancha, mirada penetrante, nariz aguileña, cabellos castaños. Fuerza e inteligencia. Austeridad y amor. Por los caminos de Dios va un caminante de muchos días. Muchas almas quieren seguirle. Es un cortejo de pobres de Cristo pobre. Montfort va a la cabeza. Hace ensayos de fundaciones. LA SABIDURÍA DE LA CRUZ En aquel albergue de Poitiers todo ha cambiado. Ahora hay calma, paz y orden. Han pasado las duras críticas y asechanzas al reformador. Todos han quedado vencidos por la caridad de Cristo. Y acuden a Montfort. Él es el padre de todos, el consolador de todos. Las jóvenes enfermeras que antes le criticaban duramente, ahora acuden a Montfort como el mejor amparo y consejero. El Padre Luis María reúne a algunas de estas enfermeras, empleadas y algunas asiladas en una comunidad, en una asamblea de pueblo de Dios, diríamos hoy. Nace una semilla de congregación. Tan sencilla como el «pequeño rebaño» del evangelio. Tan pobre y simple que no posee nada. Tan desprendida del mundo que tiene por superiora a una ciega. Solamente importa «la sabiduría de la cruz». De Aquel que muere desnudo, desprendido de todo, en un madero. Las reuniones se celebran en un cuarto humilde del hospital, al que llaman «La Sabiduría». No hay nada que atraiga los ojos. Sólo destaca una enorme cruz de madera. Entremos: allí se ora, se medita, se lee, se trabaja... «He aquí cuán bueno y deleitoso reunirse en uno los hermanos». Observan un reglamento exacto. Se levantan a las cuatro de la mañana. Luego una hora de oración y se reza el primer rosario del día. Oyen la Santa Misa. Luego el trabajo habitual hasta el mediodía. Después del almuerzo, una hora de descanso. Y luego el segundo rosario. Se reanudan los trabajos. A las cinco y media tenían media hora de meditación, la cual terminaba con el tercer rosario. Se guarda absoluto silencio todo el día, excepto el recreo después del almuerzo y la media hora que seguía a la cena.

17 Es un reglamento completo para una congregación religiosa. Es un ensayo perfecto. Será el mismo horario que practicarán más tarde las Hijas de la Sabiduría. Montfort las orienta, las dirige. Les habla de Dios Padre; del Verbo, única Sabiduría de Dios; de María, Sede de la Sabiduría. Les va descubriendo los ocultos caminos de Dios. Les va despertando la sed. Va naciendo en ellas una fuente de agua viva que salta hasta la eternidad. Pero... llega pronto el «hombre enemigo», el enemigo hombre que siembra la cizaña en los campos del padre. Y empiezan las rencillas, las envidias, las críticas y las calumnias de las otras empleadas y asiladas que no han sido acogidas en la congregación. Y Montfort sufre en silencio, como Cristo, los insultos de aquellos a quienes había hecho tanto bien. Pero es prudente, y ama la paz. Por ello sin abandonar el albergue, se dedica con más celo a la evangelización de la ciudad, hasta que se haga la calma. Y predica, confiesa, aconseja continuamente. «Vivo en una perpetua misión, predicando y confesando casi sin interrupción, desde la mañana hasta la tarde, y dando consejos a infinidad de personas» MARÍA LUISA TRICHET Entre las jóvenes dirigidas, una atraer principalmente su atención. Le parece al Padre Luis María enviada por el cielo para las grandes obras que proyecta. María Luisa era humilde, penitente, modesta. Su padre era excelente cristiano y veía bien la inclinación religiosa de su hija. No así la señora Trichet, a quien disgustaba el aire piadoso de María Luisa. Esta se confía a la dirección de Montfort. La madre le dice un día: «Me han contado que te diriges con ese sacerdote del hospital. Te volverá loca como él». Era verdad, la chispa estaba prendida, vendría en seguida la locura de Dios. LOCURA DE DIOS Quiere probar. Quiere que nadie le siga a él, sino a Cristo. Con la aspereza y el desprendimiento de la cruz. Porque para llegar a Cristo hay un camino de sangre y «el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Como preparación al Pentecostés de 1702, Montfort dirige unos ejercicios espirituales. Asiste María Luisa. Es la hora del almuerzo. - Se necesita una de ustedes que lea durante la comida. Se adelanta María Luisa inmediatamente. - Es usted una presuntuosa, ama demasiado la ostentación. Es usted la más joven de todas las asistentas, por ello debía permanecer en su lugar. Así habla Montfort. Así actúa Montfort. No es agradable a los ojos de la carne la cruz del Señor. María Luisa llega tarde un día a la meditación: - Hija, hoy no entrará, quédese afuera en castigo de su falta de puntualidad. 17 En el mismo retiro, les hace la comparación de Cristo entre rosas con Cristo en la cruz. No es un camino de rosas, el que conduce a Cristo, es una vía de dolor y sangre. - Para seguir a Cristo, yo voy a ayunar a pan y agua. No quieren Uds. hacer otro tanto? Y todas aceptan. María va madurando para Dios. Muchas veces insistía ante su director: - Padre, ha llevado a muchas jóvenes a comunidades religiosas. No ve que yo deseo entrar en religión? Por qué no me atiende? Por qué no me ayuda a conseguir lo que más ansío? Y el Padre respondía, sin más explicación: - Consuélese, hija. Será religiosa. BALANCE DE UN TRABAJO Abandono en Dios.- «Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?» Así podía exclamar Montfort al final de todos los trabajos, como Jesús en la cruz, al final de su vida mortal. Pero, como Cristo, no será un reproche, sino un tirarse confiado en los brazos de la Providencia. En marzo de 1702, muere su insigne protector el Obispo de Poitiers, Mons. Girard. Queda sin el amparo y apoyo del Obispo amigo y convencido de la obra del capellán del hospital. El Padre Leschassier no quiere dirigir su alma. Nombrado Director General de los sulpicianos, se entrega totalmente a la tarea que le es encomendada. Estaba desde tiempo buscando una disculpa para resarcirse de la dirección de aquella alma difícil como todas las almas grandes, de aquella alma que él nunca había entendido plenamente. Decide no dirigirle más y se lo expresa con frases duras. Montfort le había entregado su espíritu. Confiaba en él y con él consultaba todos sus problemas. Ahora le deja. Montfort no es capaz de resignarse. Triunfos de Dios.- A pesar de las negativas del Padre Leschassier, Montfort seguirá escribiéndole, esperando vanamente una respuesta. El albergue de Poitiers ha cambiado. Ahora se hace oración, hay orden y disciplina. «Dios ha querido servirse de mí para obrar grandes conversiones en casa y fuera de ella. La hora de levantarse, la del descanso, de la oración vocal, del rosario en común, del refectorio en común, de los cantos y hasta de la oración mental para quien desea hacerla, todo ello sigue en pie, a pesar de las contradicciones» (Carta al P. Leschassier: ). Fracasos del Hombre.- Ha habido una siembra de Dios. Ha cambiado la vida espiritual de las almas. Pero desaparece el hombre, «es necesario que yo disminuya para que Él crezca». «Un pobre de carácter orgulloso se ha puesto de a- cuerdo con algunos libertinos para hacerme la guerra. Llevaron quejas a los administradores; atacaron

18 mi conducta, porque, con caridad a la par que con firmeza, les reprocho sus vicios, como las embriagueces, riñas y escándalos... Se encuentra en el albergue una muchacha que tiene el carácter más astuto, más político y, al mismo tiempo, más orgulloso que jamás he conocido; ella es también la que ha armado todo este barullo». (la misma carta). IV - EL AMOR A SU FAMILIA Y CALVARIO EN PARÍS CIENCIA SUBLIME No cabe duda que Montfort lo aprendía todo en el Evangelio. No sabía ninguna otra cosa «si no es a Cristo, y a Éste crucificado». Estaba. Cristo era para él la «piedra angular», era el punto de referencia de todo su modo de proceder. «No penséis que he venido a poner la paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. Porque he venido a separar al hombre de su padre, y a la hija de su madre, y a la nuera de su suegra, y a los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida la perderá, y el que la perdiere por amor de mí, la hallará» (Mt 10, 34-39). Es verdaderamente admirable cómo había calado Montfort en estas palabras de Jesucristo, y cómo las actualizaba con tanta naturalidad, rayando en lo sencillamente sublime. Así lo vamos a ver con ocasión de encontrarse su hermana Luisa en graves dificultades en París. Acude al Santo. Este reacciona según las enseñanzas de Cristo. Dios nos manda amar a nuestros familiares intensamente. Nos dice el Señor que tenemos que amar al prójimo como a nosotros mismos. Este es el mandamiento que nos distingue de los que no conocen y siguen a Cristo. Pero, si hemos de amar a todo hombre, con cuánta más razón no hemos de amar a aquellos a quienes Dios nos ha unido con vínculos de sangre, de gratitud o por su sacramento? Sin embargo, el amor a la familia a veces nos traiciona. Es más sensible que el amor a Dios, y por ello a veces nos olvidamos de que «tenemos que ocuparnos de las cosas de nuestro Padre celestial». Hemos de amar a nuestros padres y hermanos más que a nadie en la tierra. Pero no, más que a Dios. Ellos no deben nunca ser obstáculo para nosotros del amor que debemos a Dios. Por otra parte, el mejor amor para nuestros familiares es el que nace del espíritu. Es decir, devolverles un amor concentrado en Cristo. Hacerles reaccionar a lo Cristo, que descubran antes que nada la Providencia del Padre celestial. Que «no hallen su vida», es decir: no es lo principal que nosotros seamos la solución de su vida material, sino el apoyo de su vida espiritual. Y que comprendan la cruz de Cristo, que es el signo de sus discípulos. 18 Esto antes que nada. Después vendrá todo lo demás. Así obra Montfort. Tendremos ocasión de comprobarlo clarísimamente ahora. LUISA GRIGNION Luisa había precedido a Luis María en su venida a París. Ya lo hemos visto. La había traído la señora Montespán. Después fueron recibidas en la abadía de Fontevrault otras dos hermanas, de las cuales sólo una profesó, la otra por falta de salud tuvo que salir del monasterio. Luisa estaba en la comunidad de San José. Pero la señora Montespán dejó de pagarle la pensión. Luisa tenía veinte años. Temía verse abandonada y sin recursos en la difícil metrópoli de París. Pide amparo y socorro a su hermano Luis María. Este será todo un dechado de perfección en estas relaciones para con su hermana. Primeramente le hará ver el abandono a la Providencia y la confianza plena en Dios, antes que en nadie. Le hará comprender la perenne lección de la cruz de Cristo. Será para su hermana la mejor y primordial ayuda, el amparo espiritual de la perfección de su espíritu. Pero a la hora de las dificultades difíciles, cuando en verdad hay que socorrer por todos los medios, Luis volará al lado de su hermana. Mendigará para ella el pan de cada día. No escatimará sufrimientos, desprecios y sacrificios sangrantes del cuerpo y del corazón. RESPUESTA A LO DIVINO Luis María contesta a la llamada de su hermana, envuelta en dificultades, con esta preciosa carta, síntesis perfecta de su alma empapada de Dios y del Evangelio de su Hijo. «Hermana querida en Jesucristo: Reine en nuestros corazones el puro amor de Dios! Aunque corporalmente alejado de ti, no lo estoy de corazón, porque el tuyo no lo está de Jesucristo y de su Santísima Madre, y eres hija de la divina Providencia, puesto que sólo ahora empiezas a practicar la confianza y el abandono perfecto que te pide. No serás recibida como profesa e hija de la Providencia sino cuando tu abandono sea total y perfecto y tu sacrificio completo. Dios te quiere, querida hermana; Dios te quiere separada de cuanto no sea Él y tal vez abandonada efectivamente de todas la creaturas; pero consuélate, alégrate, sierva y esposa de Jesucristo, de parecerte a tu Maestro y Esposo. Jesús es pobre; Jesús es abandonado; Jesús es despreciado, arrojado como las barreduras del mundo. Feliz, mil veces feliz, Luisa Grignion si es pobre de espíritu, si se ve abandonada, despreciada y arrojada como las barreduras de la casa de San José. Entonces será verdaderamente sierva y esposa de Jesucristo; entonces sí que será profesa de la divina Providencia, ya que no del Instituto.

19 Dios quiere de ti, mi querida hermana, que vivas al día como el pájaro en la rama, sin preocuparte del mañana; duerme tranquila sobre el pecho de la divina Providencia y de la Santísima Virgen, no preocupándote sino de amar y de agradar a Dios, puesto que es ésta una verdad infalible, un axioma eterno y divino, tan cierto como que hay un solo Dios (ojalá pudiera grabarlo en tu mente y en tu corazón con caracteres indelebles), esta sentencia del Evangelio: Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. Si cumples la primera parte de este precepto divino, Dios, infinitamente fiel, cumplirá la segunda; quiero decir que si sirves fielmente a Dios y a su Santísima Madre, no carecerás de nada ni en este mundo ni en el otro, ni siquiera de un hermano sacerdote que será siempre tuyo en sus sacrificios para que seas toda de Jesús en los tuyos» (Carta: Febrero de 1701). AL LADO DE SU HERMANA El misionero obtiene que su hermana permanezca en San José de París por algunos meses más. Pero en Julio de 1702, Luisa se halla de nuevo sin protección y sin recursos. Entonces Montfort sale secretamente del albergue y de Poitiers, camino de París. Como siempre, marcha a pie, sin dinero, sin más vestidos que los que lleva encima, dispuesto a mendigar. Llega a Angers. Se le llena el corazón de alegría. El Padre Brenier, uno de sus antiguos superiores en San Sulpicio, se halla ahora en el Seminario. Corre a saludarlo. La comunidad se halla en recreo. Montfort se dirige al amado superior rebosante de gozo. Pero el Padre Brenier le desprecia y rechaza delante de todos. No le concede ni un trozo de pan con que saciar su hambre. Esta fue quizás la prueba más dura para Montfort. Como Cristo de los nueve leprosos ingratos, Montfort también se queja amargamente: «Cómo es posible que en un Seminario se trate tan duramente a un Sacerdote!» SIGUE UN PENOSO VÍA CRUCIS Montfort llega a París. Parece un esqueleto que se arrastra penosamente. Los zapatos rotos, los pies llagados, los vestidos deshechos. Débil. Apenas puede sostenerse en pie. Llama a la puerta del hospital de beneficencia. Son necesarios quince días de descanso para reponer sus fuerzas. Las religiosas del hospital le cuidan con cariño de madre. Al fin puede salir a la búsqueda de su hermana. La encuentra totalmente desamparada y desprovista de lo más necesario En París sólo conocía a sus antiguos maestros de San Sulpicio. Allí estaba su cordialmente amado Padre Leschassier. Era lógico que acudiera a él con la viva esperanza. Pero... «Fue recibido de manera fría y desdeñosa, y despedido afrentosamente, sin dignarse siquiera hablarle y escucharle. Yo, que estaba presente, quedé mudo y sufrí horriblemente. Mas él soportó todo con su 19 mansedumbre y modestia acostumbradas, y se retiró tan tranquilo como había llegado» (Blain). El comentario del Padre Leschassier a esta visita fue tajante: «El Padre Grignion es muy humilde, pobre, mortificado y recogido; y sin embargo me resisto a creer que sea conducido por el Espíritu de Dios». Hasta el mismo Blain quedó convencido de que Montfort no procedía bien, y se apartó de él «concibiendo algún temor de mantener con él íntimas relaciones». Oh, Señor, cuánto haces sufrir a los que amas! POBRE EN MEDIO DE POBRES Un antiguo condiscípulo lo acoge caritativamente y lo recomienda a la Superiora de las Benedictinas del Santísimo Sacramento. La Congregación era reciente. Y sumamente pobre. Por ello, Montfort se alegra. Allí se siente bien. Llama al torno. - Por lo que a Ud. le toca -dijo la Superiora-, le ofrezco, mientras permanezca en París, la porción que ponemos cada día en nuestro comedor, ante la imagen de Nuestra Señora. - Acepto -contesta Montfort. - Le pasaremos la comida por el torno y podrá ir a comer en uno de los locutorios. - Le doy las más vivas gracias. Pero le pido deje que traiga conmigo a uno de mis hermanos. Sus hermanos eran los pobres. Cada día venía el indigente de Dios con un hermano pobre como él. La comida pobre era repartida con los pobres. SU HERMANA, RELIGIOSA Un día se anima a interceder por su hermana Luisa ante la Superiora: - Quizá pueda prestar algunos servicios como lega en una de vuestras casas. - Para decidirlo es necesario verla antes. Pero la impresión que produjo Luisa no era favorable: demasiado débil para los trabajos manuales, enferma, sin ánimos. No podía ser admitida sino como religiosa de coro. Faltaba el ajuar y la dote. Es necesario intensificar la oración y los ayunos. Más confianza en la Providencia. Las mismas benedictinas, interesadas y convencidas de la santidad de aquel buen capellán pobre, acuden a sus bienhechores y conocidos. Nada se consigue. Montfort redobla sus súplicas al Padre y sus penitencias. De modo inesperado, una señora, no muy rica, ofrece todo cuanto es necesario. Luisa Grignion entra religiosa a fines de Octubre. Fue enviada a Rambervilliers. Recibe el nombre de Hermana San Bernardo. Montfort vuelve alegre y confortado a Poitiers.

20 UNA CARTA A SUS PADRES Esta ciencia sublime de Montfort para con sus familiares se manifiesta asimismo en una carta que escribe a sus padres mucho más tarde, siendo él misionero en Poitiers. Ellos le habían pedido dinero. Montfort da a su madre una respuesta, extraña e incomprensible para muchos: «Prepárese para la muerte, que la asedia con tantas tribulaciones. Sopórtela cristianamente, como está haciendo. Continuamente debemos llevar nuestra cruz. Le es necesario e infinitamente ventajoso verse empobrecida en sumo grado, ser despreciada y abandonada de todos y aun llevar una existencia peor que la misma muerte, si tal es la voluntad de Dios. Aunque no le escriba, sin embargo no la olvido en mis oraciones y sacrificios. La amo y venero tanto más perfectamente, cuanto que la carne ni la sangre tienen parte en ello. No me grave con el cuidado de mis hermanos y hermanas. Hice por amor a ellos cuanto me pedían Dios y la caridad. No tengo ahora ningún bien temporal con qué auxiliarlos, siendo como soy el más pobre de todos. Los pongo a ellos en manos de Aquel que los creó. Que se me tenga por muerto. Lo repito para que no se borre de la memoria: que se me tenga por muerto. No quiero ver ni tocar cosa alguna de la familia en la que Dios me hizo nacer. Renuncio a todo, fuera de mi título de ordenación, pues la Iglesia me lo prohíbe. Mis bienes, mi patria, mi padre y mi madre están en el cielo. Es cierto que le debo muchísimo, a Ud. y a mi padre, por haberme dado el ser, creado y educado en el temor de Dios y prodigado infinidad de atenciones. Por ello le doy mil gracias y todos los días pido por su salvación, lo que haré durante su vida y después de su muerte. Pero de mí nada más espere mi familia natural. En la nueva familia a que pertenezco, me desposé con la Sabiduría y con la cruz, en quienes hallo todos los bienes temporales y eternos. Ninguno, o al menos muy pocos, entienden el lenguaje que hablo. Ud lo entenderá en la eternidad, si se salva...» ( ). Esta carta parece un eco fiel de aquellas palabras del Señor: «Quiénes son mi madre, quienes mis hermanos?... Los que cumplan la voluntad de mi Padre que está en los cielos». El desprendimiento del sacerdote, su total pobreza, es un estado que nadie puede impedir. Y muchas veces se da la tristísima paradoja. Demasiados sacerdotes han renunciado a una familia natural, a una esposa e hijos, y se han hecho cargo, pesadísima carga, de sus familiares. Ellos parecen los responsables del bienestar material de su familia, de todos sus sobrinos y primos... Quieren que con 20 el sagrado dinero de los fieles, cambien las circunstancias y el nivel social de sus familiares. Montfort es lección sacerdotal perenne. La mejor recompensa son las oraciones y el sacrificio de la Misa ofrecido por manos del hijo sacerdote. La más profunda alegría es el saber que han dado un hijo a Cristo y a la Iglesia. Que tienen un hijo ante el altar de Dios que cada día pide por ellos durante la vida de ellos y después de su muerte. Como decía el buen Papa Juan XXIII, en su Testamento: «A mi querida familia según la carne -de quien no he recibido ninguna riqueza material- no le puedo dejar nada más que una muy grande y especialísima bendición, con la invitación a mantener aquel temor de Dios que me la hizo siempre tan querida y amada...» X - LAS HIJAS DE LA SABIDURÍA MORTIFICACIÓN, SACRAMENTOS, MARÍA Estamos en el tiempo del Jansenismo más feroz. Autores e incluso predicadores empleaban todas sus fuerzas para apartar a las almas de la Comunión, de los demás Sacramentos, de Cristo y de María, de todo lo que significa consuelo espiritual y fortaleza del alma. Montfort irrumpe valientemente, con toda la energía de su alma intrépida, contra aquellas aberraciones. La reunión de aquellas enfermeras y pobres del albergue de Poitiers, presididas por una cieguecita, instaladas en una sala austera con una gran cruz de madera... es la más sublime lección de la confluencia de la mortificación y del amor. Montfort les hablará de la Eucaristía, del amor de la cruz, de la Madre de Dios, de todo cuanto significa calor espiritual. Les exigirá penitencia dura y profunda, pero ello sólo será lo exterior. La savia vivificadora y profunda la constituirá la caridad de Dios. El les animará, contra toda costumbre, a recibir la comunión diariamente. Y el amor a María... era algo cálido, filial, cercano. Más adelante hablaremos de las características de la devoción mariana de Montfort. Bástenos ahora anotar que él estaba convencido de que el amor a la Madre buena del cielo, como la llamaba Luis María, era el más poderoso dique contra toda infiltración jansenista, contra toda aberración. Todas estas virtudes fueron plasmadas por Montfort en un alma con locura de Dios, en una alma paralela, que supo ser fiel, a la que Montfort escogió como Superiora de la naciente congregación y a la que él modeló plenamente a su estilo, que era el estilo de Jesucristo. FORMANDO A MARÍA LUISA TRICHET La hemos visto ansiosa de consagrarse por entero a Dios. Pero Montfort no la juzgaba suficientemente plena

Jesús es Mi mejor Amigo

Jesús es Mi mejor Amigo Jesús es Mi mejor Amigo 1) Empezar con la Señal de la Cruz y el Ave María o el Padrenuestro (en mímica cuando se lo sepan) 2) Canto Yo tengo un Amigo que Me Ama 3) Presentación, Cada uno dice su nombre

Más detalles

Lección 57. 4. Era capaz el hombre endemoniado de salvarse el mismo del poder de todos los demonios que lo controlaban? -No.

Lección 57. 4. Era capaz el hombre endemoniado de salvarse el mismo del poder de todos los demonios que lo controlaban? -No. Lección 57 1. Por qué se cansó Jesús? -Aunque Jesús era plenamente Dios, Él también era completamente humano. 2. Cómo fue capaz Jesús de ordenar al viento y al mar que se calmaran? -Porque Jesús era Dios.

Más detalles

ENCUENTRO CON SENCILLEZ DE CORAZÓN

ENCUENTRO CON SENCILLEZ DE CORAZÓN PASO 2 ENCUENTRO CON SENCILLEZ DE CORAZÓN Para trabajar en casa. Lectura del mensaje del P. François, Navidad 1962. Estudio personal y elaboración del cuestionario. Llevarlo escrito a la reunión. MENSAJE

Más detalles

Lección 62. 2. Marta pensó que Jesús iba a resucitar a su hermano en el último día. Es eso lo que Jesús quería decir? -No.

Lección 62. 2. Marta pensó que Jesús iba a resucitar a su hermano en el último día. Es eso lo que Jesús quería decir? -No. Lección 62 1. Cuando Jesús oyó que Lázaro estaba enfermo Por qué no fue inmediatamente a ver a Lázaro? -Porque Jesús quería mostrar su inmenso poder como Dios el Salvador. 2. Marta pensó que Jesús iba

Más detalles

LECTIO DIVINA Domingo 10 de Enero de 2010 El Bautismo del Señor Ciclo C

LECTIO DIVINA Domingo 10 de Enero de 2010 El Bautismo del Señor Ciclo C LECTIO DIVINA Domingo 10 de Enero de 2010 El Bautismo del Señor Ciclo C TEXTO BÍBLICO: Lucas 3, 15-16.21-22 15 Todos se admiraban y querían saber si Juan era el Mesías que esperaban. 16 Pero Juan les respondió:

Más detalles

JUEGO DE MEMORIA: San Josemaría

JUEGO DE MEMORIA: San Josemaría JUEGO DE MEMORIA: San Josemaría INSTRUCCIONES 1. Se esparcen todas las tarjetas boca abajo. 2. Cada jugador, por turno, toma dos tarjetas hasta que encuentra dos que coinciden. 3. El jugador con mayor

Más detalles

LA SAGRADA FAMILIA (C)

LA SAGRADA FAMILIA (C) LA SAGRADA FAMILIA (C) La familia de Jesús 27 de diciembre de 2015 (Destaca en la celebración el ambiente y los motivos de navidad. Habrá niños y familias que no participaron en la eucaristía de navidad

Más detalles

Todos los Santos 1 de noviembre de 2015

Todos los Santos 1 de noviembre de 2015 DOMINGO XXXI ORDINARIO (B) Todos los Santos 1 de noviembre de 2015 (Coincide este domingo 31 del Tiempo Ordinario con la Solemnidad de Todos los Santos, y prevalece ésta sobre el domingo. Hay que adaptar

Más detalles

Pero lo que más le gustaba hacer a la princesa Tesa era jugar al fútbol. Por eso, le llamaban la princesa futbolista, y a ella le gustaba mucho ese

Pero lo que más le gustaba hacer a la princesa Tesa era jugar al fútbol. Por eso, le llamaban la princesa futbolista, y a ella le gustaba mucho ese 1 2 Había una vez, en un país muy lejano, una princesa que era preciosa. Casi todas las princesas de los cuentos se pasaban el día esperando a que llegase un príncipe azul, sentadas en la ventana bordando

Más detalles

El relato de Génesis 24 nos muestra hermosamente

El relato de Génesis 24 nos muestra hermosamente MIS PRIMEROS AMIGOS DE LA BIBLIA Lección 11 Una esposa para Isaac Lectura bíblica: Génesis 24 Texto para memorizar: Romanos 8:14 Objetivo: Que los niños aprendan que el Señor dirige nuestros pasos y que

Más detalles

Para cantar con Santa Genoveva Torres y la Hermana Fabiola, STJ.

Para cantar con Santa Genoveva Torres y la Hermana Fabiola, STJ. Ver a toda pantalla Acogida y Confianza Para cantar con Santa Genoveva Torres y la Hermana Fabiola, STJ. Un tesoro en tus manos, que quiere hablarte de un Dios Amor, que se acerca a ti como fuente, presencia

Más detalles

CATEQUESIS 28ª NACEMOS A LA VIDA NUEVA

CATEQUESIS 28ª NACEMOS A LA VIDA NUEVA 1 CATEQUESIS 28ª NACEMOS A LA VIDA NUEVA MENSAJE QUE SE DESEA LLEGAR A TRAVÉS DE LA CATEQUESIS DE HOY: El Bautismo es el inicio de nuestra vida cristiana, nos limpia del pecado original, nos hace hijos

Más detalles

Moisés 7. Llegando a la tierra prometida Versión para líderes. Para un estudio de una hora, sólo hagan las preguntas marcadas con asterisco (*)

Moisés 7. Llegando a la tierra prometida Versión para líderes. Para un estudio de una hora, sólo hagan las preguntas marcadas con asterisco (*) Moisés 7 Llegando a la tierra prometida Versión para líderes Para un estudio de una hora, sólo hagan las preguntas marcadas con asterisco (*) Apertura Con el grupo sentado en semicírculo pregunta a cada

Más detalles

El Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento El Antiguo Testamento Jefté Ayuda al Pueblo de Dios Jueces 11:1-29, 32-33 El versículo para los niños menores El versículo para los niños mayores Así pues recíbanse los unos a los otros. Romanos 15:7 Así

Más detalles

JESÚS Y EL PERDÓN (D.11.1.13)

JESÚS Y EL PERDÓN (D.11.1.13) JESÚS Y EL PERDÓN REFERENCIA BÍBLICA: Mateo 9:10-13, Mateo 18:23-35, Lucas 13:1-17 VERSÍCULO CLAVE: CONCEPTO CLAVE: OBJETIVOS EDUCATIVOS: "El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo

Más detalles

Actividad 2.- Cuento y vídeo de Ubuntu

Actividad 2.- Cuento y vídeo de Ubuntu ANEXO 3 Actividad 2.- Cuento y vídeo de Ubuntu Antes de leer el cuento Nos sentamos en el rincón de lectura. Leemos el titulo del cuento: Ubuntu Yo soy porque nosotros somos. Les preguntamos a los alumnos

Más detalles

DOMINGO XXIX ORDINARIO (B) DOMUND

DOMINGO XXIX ORDINARIO (B) DOMUND DOMINGO XXIX ORDINARIO (B) DOMUND Misioneros de la Misericordia 18 de octubre de 2015 (Se puede ambientar la iglesia con algún cartel del DOMUND de este año. O ir proyectando imágenes de las misiones.

Más detalles

El Espíritu Santo nos regala

El Espíritu Santo nos regala 2 El Espíritu Santo nos regala El Espíritu Santo Dones! Amor! Vida Divina! Qué sucede en la Confirmación? El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad Recibimos al Espíritu Santo en

Más detalles

PLEGARIA EUCARÍSTICA III PARA LA MISA CON NIÑOS

PLEGARIA EUCARÍSTICA III PARA LA MISA CON NIÑOS PLEGARIA EUCARÍSTICA III PARA LA MISA CON NIÑOS El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo

Más detalles

Recetas. Lección para hacer en casa. Dios está siempre presente en nuestra familia. es seguro para ti y los demás.

Recetas. Lección para hacer en casa. Dios está siempre presente en nuestra familia. es seguro para ti y los demás. UNIDAD 1 Dios nos da el don de la familia Dios está con nosotros A Jesús le dieron el nombre de Emmanuel, que significa Dios está con nosotros. Jesús dijo: Estoy con ustedes todos los días hasta el fin

Más detalles

REFLEXIÓN PARA LA REUNIÓN POR GRUPOS.

REFLEXIÓN PARA LA REUNIÓN POR GRUPOS. LECTURA DEL EVANGELIO: REFLEXIÓN PARA LA REUNIÓN POR GRUPOS. "Salió Jesús con sus discípulos hacia las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «Quién dice la gente que soy yo?». Ellos

Más detalles

En tercer lugar nos dice que era un lugar donde Jesús se había reunido a menudo con sus discípulos y que Judas también conocía el lugar.

En tercer lugar nos dice que era un lugar donde Jesús se había reunido a menudo con sus discípulos y que Judas también conocía el lugar. MARCOS 14:32-42 En el último estudio hemos visto la lucha, la caída y el arrepentimiento de Pedro cuando apresaron a Jesús. Hoy veremos la lucha de Cristo y su decidido enfrentamiento del sufrimiento.

Más detalles

En la Biblia hay varios relatos de resurrecciones,

En la Biblia hay varios relatos de resurrecciones, LA VIDA DE JESÚS Lección 12 El joven que resucitó Lectura bíblica: Lucas 7:11-17 Texto para memorizar: Lucas 7:14-15 Pensamiento clave: Jesús echa fuera demonios, sana a enfermos, y da vida a muertos.

Más detalles

Segundo Domingo de Adviento 6 DE DICIEMBRE DE 2015

Segundo Domingo de Adviento 6 DE DICIEMBRE DE 2015 Segundo Domingo de Adviento 6 DE DICIEMBRE DE 2015 MONICIÓN DE ENTRADA El pasado domingo, la Palabra de Dios nos invitaba a una espera vigilante, a estar a la espera de la venida del Señor. Esta espera

Más detalles

XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 20 DE OCTUBRE DE 2013.

XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 20 DE OCTUBRE DE 2013. XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 20 DE OCTUBRE DE 2013. MONICIÓN DE ENTRADA La invitación de las lecturas no es otra que la de la constancia. La vida espiritual y la vida ética y comprometida, requieren

Más detalles

MI HIJO MI SALVADOR Lección 1 EL CORDERO DE DIOS

MI HIJO MI SALVADOR Lección 1 EL CORDERO DE DIOS MI HIJO MI SALVADOR Lección 1 EL CORDERO DE DIOS PREGUNTAS DE REPASO 1. Dios, a través de la fiesta de la Pascua, les enseñaba que necesitaban un que les librase de la esclavitud del pecado y la muerte.

Más detalles

MISTERIOS GLORIOSOS* CUARESMA-2014

MISTERIOS GLORIOSOS* CUARESMA-2014 1º: LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR La Pasión de Cristo le condujo al sepulcro, pero ahí no acabó todo. La resurrección es el sello que confirma toda la vida de Jesús, y nos asegura que su muerte no fue un fracaso:

Más detalles

Lección 37. 1. Quién escribió los primeros cinco libros en el Libro de Dios, La Biblia? -Moisés.

Lección 37. 1. Quién escribió los primeros cinco libros en el Libro de Dios, La Biblia? -Moisés. Lección 37 1. Quién escribió los primeros cinco libros en el Libro de Dios, La Biblia? -Moisés. 2. Cómo sabía Moisés qué escribir? -Dios guió a Moisés a escribir lo que Dios quería que él escribiera. 3.

Más detalles

Descubra el plan de Dios: paz y vida

Descubra el plan de Dios: paz y vida Descubra el plan de : paz y vida Es la intención de que tengamos una vida feliz, aquí y ahora. Por qué la mayoría de las personas no conocen esta realidad? ama a las personas y también te ama a ti! Él

Más detalles

Tirando de la manga de Cristo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.

Tirando de la manga de Cristo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. 1 Tirando de la manga de Cristo En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Una de mis partes favoritas de las bodas es el inicio. La mayoría de nuestros servicios de adoración simplemente

Más detalles

Sor Eusebia Palomino fue una Religiosa Salesiana que nació en

Sor Eusebia Palomino fue una Religiosa Salesiana que nació en Sor Eusebia Palomino fue una Religiosa Salesiana que nació en Cantalpino (Salamanca, España), el 15 de Diciembre de 1899 y murió el 10 de Febrero de 1935, en Valverde del Camino (Huelva, España). Su familia

Más detalles

HORA SANTA SACERDOTAL DE ADVIENTO (3)

HORA SANTA SACERDOTAL DE ADVIENTO (3) HORA SANTA SACERDOTAL DE ADVIENTO (3) EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO. (según costumbre) Canto (Terminada la exposición del Santísimo) Animador: Unidos a la Virgen María quien experimentó más de cerca

Más detalles

FRASES DE SAN JOSÉ DE CALASANZ

FRASES DE SAN JOSÉ DE CALASANZ FRASES DE SAN JOSÉ DE CALASANZ Las frases están tomadas del libro de Dionisio Cueva Calasanz, mensaje espiritual y pedagógico. La traducción es bastante libre, intentando modernizar los términos y utilizar

Más detalles

TEMA 1 JESÚS NACIÓ EN BELÉN DE JUDÁ. (Mt 2, 1)

TEMA 1 JESÚS NACIÓ EN BELÉN DE JUDÁ. (Mt 2, 1) TEMA 1 21 JESÚS NACIÓ EN BELÉN DE JUDÁ (Mt 2, 1) Nacimiento de Jesús 23 1. INTRODUCCIÓN Los orígenes de una persona llegan a marcarla con una personalidad y estilo concreto. Acerquémonos, pues, con devoción

Más detalles

DEVOCIONALES PERSONALES EN JUAN

DEVOCIONALES PERSONALES EN JUAN DEVOCIONALES PERSONALES EN JUAN POR HOWARD Y HEIDI ANDRUEJOL (PREGUNTAS@ELBUNKER.NET) JUAN 4:43 54 Creé hoy, aunque veás hasta mañana. 1. En este pasaje encontramos a personas que conocen a Jesús, porque

Más detalles

6Trabajo en equipo LECCIÓN

6Trabajo en equipo LECCIÓN 60 LECCIÓN 6Trabajo en equipo Luciano ha seguido enseñando su clase para niños. Un domingo cuando iba a casa después enseñar su clase se encontró con su amigo Juan. Juan notó que Luciano parecía desanimado.

Más detalles

Rosario Vocacional. Y os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con la ciencia y con la prudencia. Jeremías 3:15

Rosario Vocacional. Y os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con la ciencia y con la prudencia. Jeremías 3:15 Rosario Vocacional Y os daré pastores según mi corazón, que os apacentarán con la ciencia y con la prudencia. Jeremías 3:15 12 Rosario Vocacional Por favor oremos para un aumento de vocaciones sagradas

Más detalles

CRECIENDO EN LA FE. En la biblia encontramos 3 hermanos que tuvieron que activar la fe pero fueron probados para ello.

CRECIENDO EN LA FE. En la biblia encontramos 3 hermanos que tuvieron que activar la fe pero fueron probados para ello. CRECIENDO EN LA FE Domingo 3 27 11 mañana Estudiando la palabra y viendo el panorama escatológico me daba cuenta que la iglesia necesita crecer en fe, es cierto que tenemos fe pero muchas veces tenemos

Más detalles

DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA XXXV PROMOCIÓN DEL COLEGIO SANSUEÑA

DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA XXXV PROMOCIÓN DEL COLEGIO SANSUEÑA DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA XXXV PROMOCIÓN DEL COLEGIO SANSUEÑA Buenas tardes a todos, como delegada de curso me han encargado dirigiros estas palabras. Pero, aunque sea yo quien las pronuncie, voy a hablar

Más detalles

LA OLA. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

LA OLA. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons LA OLA Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons Desde hace unos días cuando le tiro la pelota a Chispa, no sale corriendo a por ella para luego volver a traérmela. Los papás me han dicho

Más detalles

VIGILIA DE PENTECOSTES. Canto de inicio: VEN ESPIRITU DE DIOS

VIGILIA DE PENTECOSTES. Canto de inicio: VEN ESPIRITU DE DIOS VIGILIA DE PENTECOSTES Canto de inicio: VEN ESPIRITU DE DIOS VEN, ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ, ME ABRO A TU PRESENCIA, CAMBIARÁS MI CORAZÓN. Toca mi debilidad toma todo lo que soy, pongo mi vida en tus manos

Más detalles

En Jesús reconocemos a nuestro Salvador

En Jesús reconocemos a nuestro Salvador Con María de Carmen seguimos a Cristo, anunciando la vida en medio de nuestro pueblo En Jesús reconocemos a nuestro Salvador Introducción. Guía 1: Buenas tardes, queridos hermanos en Jesucristo, nuestro

Más detalles

Primer Domingo de Adviento

Primer Domingo de Adviento Primer Domingo de Adviento Al comenzar este sagrado tiempo de Adviento, oremos al Señor Jesús que venga a nuestro mundo para la salvación de todos los hombres. Por la Iglesia, para que reciba alegremente

Más detalles

Cruz de Esperanza Misionera, Con los Jóvenes Estudiantes HOY

Cruz de Esperanza Misionera, Con los Jóvenes Estudiantes HOY FICHAS PARA COMUNIDADES Visita Cruz de Chile Misionera Vicaría Zona Oriente Objetivo de las Fichas de Trabajo: En el contexto de la visita de la Cruz Misionera a la Zona Oriente de Santiago y la temática

Más detalles

1 PAUTAS PARA EL CATEQUISTA

1 PAUTAS PARA EL CATEQUISTA LA IGLESIA ES NUESTRA MADRE 1 1 PAUTAS PARA EL CATEQUISTA OBJETIVOS Reconocer y agradecer el don de la vida de la fe, a la que nacemos gracias a la Iglesia. Descubrir que la Iglesia en verdad es madre

Más detalles

4.- EL CONDENADO HOY: Hacer un mural expresando con imagen y letra éste título

4.- EL CONDENADO HOY: Hacer un mural expresando con imagen y letra éste título 1.- MONICIÓN: Vamos a acompañar a Jesús camino del Calvario. Nos ponemos en la actitud de María: sus sentimientos, dolor, esperanza, su hágase en el camino hacia la cruz. El misterio de la cruz sigue hoy

Más detalles

Parroquia Inmaculada Concepción de Belgrano. 08 de enero de 2014

Parroquia Inmaculada Concepción de Belgrano. 08 de enero de 2014 Parroquia Inmaculada Concepción de Belgrano 08 de enero de 2014 Dios te salve María, llena eres de gracia El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,

Más detalles

Parábola de la torre inconclusa y el rey que va a la guerra

Parábola de la torre inconclusa y el rey que va a la guerra Parábola de la torre inconclusa y el rey que va a la guerra Lucas 14:28-33 Porque quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita

Más detalles

Tema III. La Reconciliación, un regalo de Jesús.

Tema III. La Reconciliación, un regalo de Jesús. .C.M. Villa María Academy Pastoral Familiar Tema III La Reconciliación, un regalo de Jesús. Objetivo: Reencontrarse con los brazos abiertos y acogedores de Dios y de la comunidad en el Sacramento de la

Más detalles

Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes

Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes 1 Hagamos que se escuchen nuestras ideas y pensamientos dando a conocer que las niñas y los niños somos iguales. 2 Hola

Más detalles

LIBRO DE 2º AÑO. nnnnnnnnhh 4º

LIBRO DE 2º AÑO. nnnnnnnnhh 4º 1 LIBRO DE 2º AÑO nnnnnnnnhh 4º 2 SEGUNDO AÑO DE CATEQUESIS FAMILIAR DE PRIMERA COMUNIÓN Curso 2012/2013 TEMAS Catequistas Padres Niños 1. La familia, pequeña iglesia. 2. El Reino de Dios se parece 3.

Más detalles

El príncipe y el poder mágico

El príncipe y el poder mágico El príncipe y el poder mágico El príncipe y el poder mágico. Franelógrafo Estas figuras de franelógrafo sirven para narrar el relato «El príncipe y el poder mágico». Pueden encontrar el relato completo

Más detalles

El ayuno. C a p í t u l o 2 5

El ayuno. C a p í t u l o 2 5 El ayuno C a p í t u l o 2 5 C a p í t u l o 2 5 La forma de ayunar correctamente Desde los tiempos de Adán, el pueblo de Dios ha ayunado con el fin de estar más cerca de Él y adorarlo. Jesús demostró

Más detalles

EXEQUIAS DE NIÑOS MATERIAL Y MONICIONES 1

EXEQUIAS DE NIÑOS MATERIAL Y MONICIONES 1 EXEQUIAS DE NIÑOS MATERIAL Y MONICIONES 1 ACOGIDA Y RITOS INICIALES 1. Palabras en la puerta de la iglesia Desde el dolor que sentimos en estos momentos, ante la muerte de este niño, pidamos a Dios su

Más detalles

LA SUMISION DEL HIJO

LA SUMISION DEL HIJO LA SUMISION DEL HIJO Watchman Nee Fil. 2:5-11; He. 5:7-9 EL SEÑOR CREA LA SUMISION La Palabra de Dios nos dice que el Señor Jesús y el Padre son uno. En el principio existía el Verbo, y también existía

Más detalles

LA CONVERSIÓN DE SAULO (C.8.3.5)

LA CONVERSIÓN DE SAULO (C.8.3.5) LA CONVERSIÓN DE SAULO REFERENCIA BÍBLICA: Hechos 9:1-19 VERSÍCULO CLAVE: CONCEPTO CLAVE: OBJETIVOS EDUCATIVOS: "No me avergüenzo del mensaje del evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que

Más detalles

Como trabajar con grupos de discipulado y crecimiento espiritual

Como trabajar con grupos de discipulado y crecimiento espiritual Lección 2 CITA Grupos de discipulado... Como trabajar con grupos de discipulado y crecimiento espiritual 1. Qué son los grupos de discipulado y crecimiento espiritual? Los grupos de discipulado constituyen

Más detalles

Maruja, si, esa soy yo, una Maruja. Mi vida es normal, bonita,

Maruja, si, esa soy yo, una Maruja. Mi vida es normal, bonita, PRÓLOGO Soy un ama de casa muy corriente, sencilla y simple, así me describo yo, y algo dentro de mí me decía que tenía que escribir este libro. Todo empezó como una terapia para mí, hasta que me di cuenta

Más detalles

TE IMAGINAS LOS INFINITOS PROBLEMAS DE UN HOTEL CON UN NÚMERO INFINITO DE HABITACIONES, QUE SUELE LLENARSE CON UN NÚMERO INFINITO DE HUÉSPEDES?

TE IMAGINAS LOS INFINITOS PROBLEMAS DE UN HOTEL CON UN NÚMERO INFINITO DE HABITACIONES, QUE SUELE LLENARSE CON UN NÚMERO INFINITO DE HUÉSPEDES? El Gran Hotel CANTOR Un hotel infinito Juan Manuel Ruisánchez Serra TE IMAGINAS LOS INFINITOS PROBLEMAS DE UN HOTEL CON UN NÚMERO INFINITO DE HABITACIONES, QUE SUELE LLENARSE CON UN NÚMERO INFINITO DE

Más detalles

Palabra del Papa: Benedictinos de Effatha. (monjes sordos) Boletín nº 9. Junio 2007

Palabra del Papa: Benedictinos de Effatha. (monjes sordos) Boletín nº 9. Junio 2007 Benedictinos de Effatha (monjes sordos) Boletín nº 9 Junio 2007 -Tercer milenionoticias-noticias-noticias-noticias-noticias-noticias-noticias Queridos amigos: Amistad y paz. Hoy es mes de junio, mes dedicado

Más detalles

MISAS CON NIÑOS Y FAMILIA EN LA PARROQUIA SAN FRANCISCO JAVIER DE PINTO (MADRID)

MISAS CON NIÑOS Y FAMILIA EN LA PARROQUIA SAN FRANCISCO JAVIER DE PINTO (MADRID) MISAS CON Y FAMILIA EN LA PARROQUIA SAN FRANCISCO JAVIER DE PINTO (MADRID) MONICIÓN DE ENTRADA 1. Nos reunimos queridas familias a celebra la Eucaristía, en el domingo el día del Señor. Cada vez que celebramos

Más detalles

comenzado una nueva vida

comenzado una nueva vida 14 LECCIÓN Usted ha 1 comenzado una nueva vida Qué sucede cuando una oruga se convierte en una mariposa? Cómo es que una semilla llega a ser un gran árbol? La vida natural obra en cada uno y produce un

Más detalles

REFLEXIONES DE LOS ALUMNOS EN PRÁCTICAS SOLIDARIAS

REFLEXIONES DE LOS ALUMNOS EN PRÁCTICAS SOLIDARIAS REFLEXIONES DE LOS ALUMNOS EN PRÁCTICAS SOLIDARIAS Este proyecto nos enseña no solo a ser solidarios y mejores, sino también que los problemas hay que verlos de un modo optimista y que no debemos echarnos

Más detalles

Fichas Fotográficas Mi mamá: Gloria Isabel Anzola de Lanao

Fichas Fotográficas Mi mamá: Gloria Isabel Anzola de Lanao Su Infancia y crecimiento Fichas Fotográficas Mi mamá: Gloria Isabel Anzola de Lanao En estas fotos se destaca su infancia y crecimiento. Aquí podemos ver fotos de cuando mi mamá estaba saliendo del colegio,

Más detalles

Parroquia inmaculada concepción de Belgrano. 08 de JULIO de 2012

Parroquia inmaculada concepción de Belgrano. 08 de JULIO de 2012 Parroquia inmaculada concepción de Belgrano 08 de JULIO de 2012 María del Huerto sé el bálsamo que alivia nuestra alma Acordaos, oh piadosísima Virgen y dulcísima Madre, María del Huerto, que jamás se

Más detalles

Lectura del santo evangelio según san Mateo

Lectura del santo evangelio según san Mateo 4 EVANGELIO Evangelio 1. Mateo 5, 1-12ª. Lectura del santo evangelio según san Mateo En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a

Más detalles

EL DISCÍPULO Y LOS PROBLEMAS (D.11.4.9)

EL DISCÍPULO Y LOS PROBLEMAS (D.11.4.9) EL DISCÍPULO Y LOS PROBLEMAS REFERENCIA BÍBLICA: 1 Timoteo 6:20-21, 2 Timoteo 2:23-26 y 3:1-14 VERSÍCULO CLAVE: CONCEPTO CLAVE: OBJETIVOS EDUCATIVOS: 2 Timoteo 3:10-17, Dios Habla Hoy. Como buen discípulo

Más detalles

PREDICANDO AL VERDADERO JESÚS A.A.

PREDICANDO AL VERDADERO JESÚS A.A. 2Corintios 11:4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo

Más detalles

FRUTOS DE ORACIÓN Retazos de un Diario

FRUTOS DE ORACIÓN Retazos de un Diario MADRE TRINIDAD DE LA SANTA MADRE IGLESIA Fundadora de La Obra de la Iglesia LA GLORIA DE DIOS Separata del libro: FRUTOS DE ORACIÓN Retazos de un Diario GRACIAS POR TU INMENSA GLORIA Con licencia del Obispado

Más detalles

Novenario a la BellaVirgen María de los Milagros de Tlaltenango Patrona de la ciudad de Cuernavaca

Novenario a la BellaVirgen María de los Milagros de Tlaltenango Patrona de la ciudad de Cuernavaca Novenario a la BellaVirgen María de los Milagros de Tlaltenango Patrona de la ciudad de Cuernavaca INTRODUCCIÓN: La imagen que es venerada en este Santuario, es del año de 1720, desde entonces celebramos

Más detalles

Puedes Desarrollar Tu Inteligencia

Puedes Desarrollar Tu Inteligencia Puedes desarrollar tu Inteligencia (Actividad-Opción A) Puedes Desarrollar Tu Inteligencia Una nueva investigación demuestra que el cerebro puede desarrollarse como un músculo Muchas personas piensan que

Más detalles

Capítulo - 1. EN el principio era el Verbo,

Capítulo - 1. EN el principio era el Verbo, Capítulo - 1 1 EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho,

Más detalles

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 5 Andrés y Felipe siguen a Jesús Juan 1:35-51. Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 5 Andrés y Felipe siguen a Jesús Juan 1:35-51. Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex La Vida de Cristo del evangelio de Juan Lección 5 Andrés y Felipe siguen a Jesús Juan 1:35-51 Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex Creada para uso con niños principiantes, y principiantes que

Más detalles

La luz en África. Nombre y Apellido: Michaela Debnáriková. Nombre del centro: Gymnázium Mikuláša Kováča,

La luz en África. Nombre y Apellido: Michaela Debnáriková. Nombre del centro: Gymnázium Mikuláša Kováča, La luz en África Nombre y Apellido: Michaela Debnáriková Nombre del centro: Gymnázium Mikuláša Kováča, sección bilingüe de Banská Bystrica, Eslovaquia. Categoría: B 1 La luz en África Hace buen día. El

Más detalles

Usted ha comenzado una nueva vida

Usted ha comenzado una nueva vida Lección 1 Usted ha comenzado una nueva vida Qué pasa cuando una oruga se convierte en una mariposa? Cómo una semilla se convierte en un gran árbol? La vida natural obra en cada uno, y produce un cambio

Más detalles

40 días de ayuno, oración y renovación personal para NIÑOS. Semana del 4 al 11/9 Nombre:

40 días de ayuno, oración y renovación personal para NIÑOS. Semana del 4 al 11/9 Nombre: 40 días de ayuno, oración y renovación personal para NIÑOS Semana del 4 al 11/9 Nombre: Día 8: 11 de setiembre Leé en tu Biblia: Hechos 4:23-31 Qué había sucedido? Por qué se juntaron a orar? Vuelve a

Más detalles

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 45. Crea! Juan 20:30-31. Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex

La Vida de Cristo. del evangelio de Juan. Lección 45. Crea! Juan 20:30-31. Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex La Vida de Cristo del evangelio de Juan Lección 45 Crea! Juan 20:30-31 Currículo 2010 Misión Arlington Misión Metroplex Creada para uso con niños principiantes, y principiantes que no asisten a una iglesia

Más detalles

Año del Buen Pastor AÑO DE JESUCRISTO BUEN PASTOR LLAMADOS PARA LLAMAR

Año del Buen Pastor AÑO DE JESUCRISTO BUEN PASTOR LLAMADOS PARA LLAMAR AÑO DE JESUCRISTO BUEN PASTOR LLAMADOS PARA LLAMAR Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí (Jn. 10, 14). 1. PRESENTACIÓN DEL TEMA Jesús siempre viene a ayudarnos a ser

Más detalles

QUEREMOS CONOCER A JESÚS

QUEREMOS CONOCER A JESÚS QUEREMOS CONOCER A JESÚS 1 P unto de partida Nacemos de una familia 5 1 2 3 4 6 7 Observa a las personas que aparecen en el dibujo. Forman una familia. Qué relación de parentesco hay entre ellas? 1 y 6

Más detalles

Tu Iglesia diocesana, fuente de vocaciones

Tu Iglesia diocesana, fuente de vocaciones Tu Iglesia diocesana, fuente de vocaciones XLVIII JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES 15 de mayo de 2011 IV Domingo de Pascua para educación infantil y primaria Para educación infantil Lunes

Más detalles

El odio, la envidia y los celos fueron la causa

El odio, la envidia y los celos fueron la causa MIS PRIMEROS AMIGOS DE LA BIBLIA Lección 17 Las dificultades de José Lectura bíblica: Génesis 37:12-36; 39:1 40:23 Texto para memorizar: Romanos 8:28 Objetivo: Que los niños comprendan que aunque pasen

Más detalles

Reflexiones del Boletin Sobre Corresponsibilidad Pesamientos Sobre Donar Primavera del 2015*

Reflexiones del Boletin Sobre Corresponsibilidad Pesamientos Sobre Donar Primavera del 2015* Reflexiones del Boletin Sobre Corresponsibilidad Pesamientos Sobre Donar Primavera del 2015* 22 de marzo, 2015 5 o Domingo de Cuaresma Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. - JEREMÍAS 31:33 Qué significa

Más detalles

5Juan 9 10. El plan. Los objetivos LECCIÓN

5Juan 9 10. El plan. Los objetivos LECCIÓN 60 LECCIÓN 5Juan 9 10 El plan A. Jesús sana a un ciego de nacimiento B. Ceguera espiritual C. La parábola del redil D. Jesús, el buen pastor E. Los judíos rechazan a Jesús Los objetivos 1. Explicar cómo

Más detalles

Domingo Mundial de las Misiones 2014

Domingo Mundial de las Misiones 2014 Apelación para El Domingo Mundial de las Misiones 2014 La Sociedad de la Propagación de la Fe Una Obra Misionera Pontificia 2014 Domingo Mundial de las Misiones 2014 Recursos educativos Introducción Bienvenidos

Más detalles

EL FUTURO SERÁ UN REGALO DE DIOS (B.5.4.11)

EL FUTURO SERÁ UN REGALO DE DIOS (B.5.4.11) EL FUTURO SERÁ UN REGALO DE DIOS REFERENCIA BÍBLICA: Génesis 37-50 VERSÍCULO CLAVE: CONCEPTO CLAVE: OBJETIVOS EDUCATIVOS: "Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar a fin de darles

Más detalles

2 de diciembre Seguid despiertos! 8 de diciembre Preparad el camino!

2 de diciembre Seguid despiertos! 8 de diciembre Preparad el camino! 2 de diciembre Seguid despiertos! 8 de diciembre Preparad el camino! 9 de diciembre Atrévete a decir sí! 16 de diciembre Compartid! 23 de diciembre Se alegra mi espíritu! Este material puede ser utilizado

Más detalles

Celebración de Adviento para los colegios Tiempo de esperanza a la llegada del Señor

Celebración de Adviento para los colegios Tiempo de esperanza a la llegada del Señor Celebración de Adviento para los colegios Tiempo de esperanza a la llegada del Señor PRESENTACIÓN Queridas comunidades Educativas la Vicaría para la Educación, a través del Área de Pastoral Escolar, les

Más detalles

Misioneros enviados por el Resucitado

Misioneros enviados por el Resucitado Introducción. Con María del Carmen seguimos a Cristo, anunciando la vida en medio de nuestro pueblo. Misioneros enviados por el Resucitado Guía 1: Hermanos y hermanas en el Señor, tengan ustedes muy buenas

Más detalles

Juan 9:1-12 Jesús sana a un ciego de nacimiento

Juan 9:1-12 Jesús sana a un ciego de nacimiento Estudios Bíblicos del Evangelio de Juan Juan 9:1-12 Jesús sana a un ciego de nacimiento 1. Introducción. Dolor, enfermedad, sufrimiento son parte de nuestra realidad. Y aunque no podemos evitar todas estas

Más detalles

GRACIAS POR LA VIDA!

GRACIAS POR LA VIDA! DIA VOCACIONAL 24 DE SEPTIEMBRE 2014 La Vida es fruto del amor, pero el egoísmo es la cáscara que impide germinar esa vida, aunque esté dentro de mí. Amar es romper la cáscara y darse deshaciéndose. GRACIAS

Más detalles

XXII CONVENCIÓN NACIONAL FAMILIAS ANÓNIMAS

XXII CONVENCIÓN NACIONAL FAMILIAS ANÓNIMAS XXII CONVENCIÓN NACIONAL FAMILIAS ANÓNIMAS "Hoy estoy en un camino mejor" 3ª Ponencia LA ORACION DE LA SERENIDAD A.- LA SERENIDAD B.- EL VALOR C.- DISTINGUIR LA DIFERENCIA Queridos compañer@s: Deseo compartir

Más detalles

ANUNCIOS SEMANALES PARA EL BOLETIN

ANUNCIOS SEMANALES PARA EL BOLETIN ANUNCIOS SEMANALES PARA EL BOLETIN Octubre Noviembre Diciembre 2016 Los Anuncios Semanales para el Boletín, basados en el Evangelio de cada Domingo, se sugieren para los anuncios semanales en el boletín

Más detalles

TEMA 4.- La Sagrada Escritura

TEMA 4.- La Sagrada Escritura 1.- Nuestra experiencia TEMA 4.- La Sagrada Escritura 1.1. NUESTRAS PREGUNTAS No hay muchas personas que dicen tener fe sin conocer la Palabra de Dios, sin haber nunca profundizado en ella? Es necesaria

Más detalles

que os haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos (1 Tes 3,13).

que os haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos (1 Tes 3,13). El Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras (Mt 16,27). El que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera

Más detalles

El Máximo Regalo Una Carta de Amor

El Máximo Regalo Una Carta de Amor El Máximo Regalo Una Carta de Amor Pastores Henry & Susie González Iglesia Casa de Oración y Adoración 16 de febrero del 2014 Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,

Más detalles

Lección # 6. La Vida Abundante. La Vida de Jesucristo

Lección # 6. La Vida Abundante. La Vida de Jesucristo Lección # 6 La Vida Abundante La Vida de Jesucristo en Usted LA VIDA ABUNDANTE es un curso básico sobre los A-B-C s de la vida Cristiana. Es ideal para los nuevos creyentes y para reforzar los conocimientos

Más detalles

Transformar el Destino La Palabra de Dios Cada Niño y Joven

Transformar el Destino La Palabra de Dios Cada Niño y Joven Transformar el Destino La Palabra de Dios Cada Niño y Joven 125 países en el mundo 110 idiomas 850 millones de niños y jóvenes. Tres Personas Comunes RECURSOS DE IMPACTO 2 MANGAS: Tribus Diversión Tribus

Más detalles

ACCIÓN SIGNIFICATIVA. Clausura de la Misión con Profesionales, Instituciones Educativas y Empleados Públicos

ACCIÓN SIGNIFICATIVA. Clausura de la Misión con Profesionales, Instituciones Educativas y Empleados Públicos ACCIÓN SIGNIFICATIVA Clausura de la Misión con Profesionales, Instituciones Educativas y Empleados Públicos Modalidad: Parroquial Oportunidad: 29 de noviembre de 2015, una de las eucaristías dominicales,

Más detalles

La Vida de Cristo del Evangelio de Mateo #42 : Ser Generoso

La Vida de Cristo del Evangelio de Mateo #42 : Ser Generoso La Vida de Cristo del Evangelio de Mateo #42 : Ser Generoso Introdución MINI Serie: Piedad práctica Cómo practicar nuestra devoción a Dios Piedad personal Son las disciplinas, hábitos que hacemos para

Más detalles