Cómo elegir una vivienda con calidad. Fachadas 2/5

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1 Cómo elegir una vivienda con calidad FACHADAS GENERALIDADES Las fachadas son los cerramientos del edificio en contacto con el aire exterior, con inclinación superior a 60º respecto a la horizontal. Las fachadas, según su tipología constructiva, se clasifican en: - fachadas de fábrica: cara vista o con revestimiento; - fachadas de hormigón in situ; - fachadas industrializadas: de paneles prefabricados de hormigón, paneles ligeros, muros cortina, etc. Las principales características que deben cumplir las fachadas son: El confort térmico: la normativa establece las características necesarias para limitar la demanda de energía para alcanzar el bienestar térmico en el interior del edificio y prevenir la aparición de condensaciones tanto en la superficie interior del cerramiento como en sus componentes. Así, la normativa limita el flujo de calor que atraviesa la fachada, la radiación solar que se introduce en el edificio a través de los huecos y la permeabilidad al aire de dichos huecos. Dichas limitaciones varían según la severidad del clima en invierno y verano. Por ejemplo, para un mismo tipo de fachada y aislante térmico (de conductividad térmica igual a 0,038 W/mK), el espesor de aislante necesario en Morella (40 mm) es mayor que el necesario en Valencia (30 mm), ya que Morella presenta inviernos más severos. Además, es recomendable tener en cuenta el color de acabado de la fachada. En climas cálidos, para reducir al mínimo la absorción solar, es aconsejable que las fachadas más soleadas (al sur, este y oeste) y las cubiertas sean de color claro. Esto ayuda a reducir la demanda de refrigeración en verano ya que los colores claros absorben menos energía que los oscuros. El confort acústico: la normativa obligatoria (CTE) exige un aislamiento acústico diferente a las fachadas (incluidos los huecos), en función de la zona de ruido en la que se ubica el edificio y del tipo de recinto. La exigencia de aislamiento será mayor cuanto mayor sea el nivel de ruido exterior. Por ejemplo, en una misma ciudad como Valencia, según la intensidad de tráfico podemos encontrar avenidas con alto nivel de ruido (> 75 dba) donde las fachadas de dormitorios precisan de un alto aislamiento acústico (55 dba como mínimo para la solución de la parte ciega), y otras calles con menor tránsito, con nivel de ruido inferior a 60 dba, donde las fachadas pueden tener un aislamiento mucho menor (35 dba). No obstante, el aislamiento de un recinto depende fundamentalmente de la superficie de sus huecos y de la solución elegida para los mismos, influyendo en menor medida la solución de la fachada (parte ciega). La protección frente a la humedad: la normativa establece las condiciones que deben cumplir las soluciones constructivas de las fachadas para impedir la entrada de agua procedente de las precipitaciones al interior del edificio. El grado de impermeabilidad que debe ofrecer una fachada varía en función de la zona pluviométrica y de exposición al viento.

2 Cómo elegir una vivienda con calidad. Fachadas 2/5 Por ejemplo, en el caso de precipitaciones moderadas, se deben disponer soluciones con revestimientos exteriores de baja absorción de agua, barreras intermedias de corte capilar, constituidas por aislantes no hidrófilos, cámaras de aire, etc., mientras que en el caso de precipitaciones muy importantes, se deben disponer soluciones con revestimientos exteriores estancos, cámaras de aire con recogida y evacuación directa del agua al exterior, etc. Además, la normativa establece especificaciones para la resolución de los puntos singulares, como el zócalo de protección de salpicaduras, el sellado del encuentro con la carpintería, la disposición de un remate superior impermeable, con goterón y pendiente adecuada, etc. Las zonas de las fachadas más castigadas por la acción directa de la lluvia son las superiores (la última o dos últimas plantas), por ello debe prestarse especial atención a la protección de estas zonas. La seguridad: las fachadas presentan la resistencia y estabilidad suficientes, según se trate de fachadas de carga (forman parte de la estructura general del edificio) o de fachadas sustentadas (destinadas sólo a soportar las cargas directamente aplicadas sobre ella y a transmitirlas a la estructura general). Además de la seguridad estructural, la normativa contempla la seguridad en caso de incendio, en relación al tiempo de resistencia de la fachada que posibilita la evacuación de ocupantes, respuesta de los materiales al fuego, etc. El uso sostenible de los recursos naturales: es recomendable que los materiales o productos dispongan de etiqueta ecológica ISO Tipo I o Tipo III. La etiqueta ecológica avala el cumplimiento de requisitos medioambientales como ahorro de energía, ahorro de agua, ahorro de materias primas, ausencia de productos tóxicos, reciclado y reutilización de materiales, etc. La durabilidad y mantenimiento de las diferentes soluciones de fachadas es un aspecto más a considerar en su elección. Algunos de los factores que influyen en la durabilidad son: - el clima: en general, en zonas húmedas o con heladas es mayor el deterioro de las fachadas; - la orientación: las fachadas orientadas a norte con abundantes precipitaciones procedentes de dicha orientación pueden presentar mayor deterioro que el resto, debido a la humedad; por otro lado, las fachadas soleadas pueden experimentar oscilaciones térmicas mayores, por lo que hay que prestar atención en el diseño a sus variaciones dimensionales, especialmente las de color oscuro; - el entorno: las fachadas en zonas aisladas quedan más desprotegidas que en zonas urbanas rodeadas por otros edificios; además, influye la agresividad del ambiente, siendo menor la durabilidad de las fachadas en zonas costeras o industriales; - la tipología: los materiales y el diseño tienen gran influencia en la durabilidad; en general, las fábricas cara vista presentan mayor durabilidad que las enfoscadas y pintadas, las cuales para conservarse en buen estado necesitan de un mayor mantenimiento. Para obtener más información es recomendable solicitar asesoramiento a técnico competente. Las fachadas más habituales son las de fábrica; las cuales pueden estar constituidas por los siguientes componentes: revestimiento exterior y hoja principal o fábrica cara vista, cámara de aire, aislante térmico; hoja interior y revestimiento y acabado interior. A continuación, se desarrollan dichos componentes.

3 Cómo elegir una vivienda con calidad. Fachadas 3/5 REVESTIMIENTO EXTERIOR Y HOJA PRINCIPAL La función del revestimiento exterior es la de proteger el cerramiento de los agentes climáticos y ambientales; así como evitar la entrada de agua del exterior. El revestimiento se dispone sobre una hoja principal, que sirve de soporte al resto de los componentes de la fachada. La hoja principal suele estar constituida por fábricas cerámicas de ladrillo macizo o perforado. Los tipos de revestimientos exteriores pueden ser: - continuos: enfoscados de mortero de cemento, cal, resinas sintéticas, etc. - discontinuos (de piezas): aplacado pétreo, cerámico, planchas metálicas, de fibrocemento,, etc. Revestimiento continuo El material de revestimiento debe tener una buena adherencia al soporte, suficiente permeabilidad al vapor para evitar su deterioro; adaptación a los movimientos del soporte y buen comportamiento frente a la fisuración. Para limitar el paso del agua en la fachada los enfoscados deben tener aditivos hidrofugantes. En relación al uso de revestimientos continuos monocapa hay que tener en cuenta las condiciones ambientales. El revestimiento monocapa responde bien en las zonas de fachada sometidas alternativamente a sol y lluvia. En cambio no es aconsejable en zonas de fachada donde simultáneamente se den condiciones de permanente humedad, poca ventilación y estén sometidas de manera frecuente a condiciones climáticas adversas (como, por ejemplo, heladas). Los sistemas de revoco sobre aislante por el exterior presentan la ventaja de poder disponer el aislante por el exterior y con ello reducir los puentes térmicos (ver AISLANTE). Revestimiento de piezas El revestimiento debe presentar suficiente resistencia a los agentes atmosféricos (lluvia, radiación solar, helada, etc.) y a las acciones mecánicas a las que va a estar sometido (viento, impacto, etc.). El sistema de colocación puede ser por adherencia directamente al soporte o por fijación mecánica con anclajes. La elección del sistema dependerá del tipo de material y del tamaño y peso de la pieza. Por ello, es conveniente consultar la información sobre colocación del fabricante. En general, para utilizar el sistema adherido las piezas no deben ser de gran tamaño o peso. El sistema de anclajes mecánicos ofrece mayor seguridad y estabilidad, y la posibilidad de utilizar piezas de gran formato o peso, aunque su coste económico es mayor. Este sistema permite realizar fachadas ventiladas. Para garantizar la durabilidad del revestimiento los anclajes deben ser resistentes a la corrosión, de aluminio o acero inoxidable. Además, se deben diseñar correctamente las juntas entre piezas, teniendo en cuenta en cuenta las variaciones dimensionales que pueden experimentar las piezas, por dilatación o contracción.

4 Cómo elegir una vivienda con calidad. Fachadas 4/5 FÁBRICA CARA VISTA En el caso de fachadas de fábrica sin revestimiento exterior, la fábrica debe cumplir las condiciones adicionales para su exposición a la intemperie. Las piezas (ladrillos o bloques), además de ser cara vista, deben reunir las características apropiadas para su situación al exterior en relación a la absorción, succión, expansión por humedad, resistencia a la helada, etc. Las juntas deben ser de morteros compatibles con las piezas para conseguir una buena adherencia, y además para evitar el paso del agua al resto de componentes, es recomendable la disposición por su cara interior de un enfoscado de mortero con aditivos hidrofugantes. CÁMARA DE AIRE La cámara de aire supone una barrera frente a la entrada de agua del exterior y si además es ventilada, favorece la difusión de vapor de agua que atraviesa la fachada. Para ello se disponen unas aberturas de ventilación en el exterior. La cámara ventilada debe quedar siempre por el lado exterior del aislante. El espesor de la cámara suele estar comprendido entre 3 y 10 cm. Para evitar la entrada de agua hacia el interior, en zonas con alta pluviometría se dispone en la cámara un sistema de recogida y evacuación del agua hacia el exterior. Además, las fachadas ventiladas presentan una mayor eficiencia energética. En verano, la cámara de aire ventilada evita el recalentamiento de los paramentos interiores, especialmente en las orientaciones de mayor soleamiento. En invierno, la disposición de aislamiento continuo en la cámara reduce los puentes térmicos y evita la pérdida de calor del interior. AISLANTE TÉRMICO Para el ahorro de energía es fundamental que la fachada ofrezca un buen aislamiento, lo que equivale a que su transmitancia térmica (U) no sea elevada. El componente que más eficacia presenta para disminuir el valor de la transmitancia de la fachada es el aislante térmico, siendo determinantes su conductividad y espesor. Así, cuanto menor sea la conductividad y mayor el espesor del aislante, menor será su transmitancia térmica y la de la fachada. La normativa obligatoria establece unos valores máximos, en función de la zona climática en la que se encuentre el edificio. Mejorando los valores obligatorios se puede llegar a ahorrar entre un 25% y un 35% de las necesidades de calefacción y refrigeración. Por ejemplo, incrementado el espesor del aislante térmico de una fachada: pasando de 3-5 cm de espesor exigido según la zona climática, a un espesor de 5-12 cm de mejora. Para evitar puentes térmicos, si la tipología de la fachada lo permite, es recomendable la disposición del aislante de forma continua por el exterior de la hoja principal. Los puentes térmicos son zonas, donde se producen mayores pérdidas térmicas y sensibles a las condensaciones en épocas frías, por ello es conveniente evitarlos disponiendo aislante en todas las zonas en contacto con el exterior, como cajas de persianas, frentes de forjado, etc. Además, si el aislante puede llegar a estar en contacto con el agua, deberá ser no hidrófilo, de tal forma que en el caso de mojarse no se deteriore ni disminuyan sus propiedades aislantes. Los tipos de aislantes térmicos más usuales son planchas de poliestireno expandido, poliestireno extruido, espuma de poliuretano, paneles de lana mineral, perlita expandida, etc.

5 Cómo elegir una vivienda con calidad. Fachadas 5/5 HOJA INTERIOR La función de la hoja interior es proteger el aislante térmico y servir de soporte, en su caso, al revestimiento interior. Esta hoja suele estar constituida por: - tabiques de ladrillo cerámico hueco, de 7 o 9 cm de espesor, - soluciones prefabricadas, como tabiques de placas de yeso laminado con perfilería metálica, mamparas, etc. REVESTIMIENTO Y ACABADO INTERIOR La función del revestimiento interior es servir de soporte a los acabados interiores. Sobre las soluciones de hoja interior de ladrillo se suele aplicar un guarnecido y enlucido de yeso, previamente al acabado. En las tabiquerías de placa de yeso laminado se procede a su acabado directamente. Las acabados pueden ser productos aplicados en húmedo (como pinturas), revestimientos de piezas (alicatados cerámicos, piezas de piedra natural, etc.), o revestimientos decorativos continuos (ver REVESTIMIENTOS DE PAREDES). Se recomienda la aplicación de pinturas en base acuosa frente a productos con disolventes orgánicos, aunque por su menor durabilidad se tengan que realizar aplicaciones más a menudo. El uso de pinturas de interior con etiqueta ecológica ISO Tipo I o Tipo III supone la mejora la calidad del aire interior de la vivienda y por lo tanto un ambiente más saludable para el usuario de la misma. La etiqueta ecológica indica que los productos poseen baja incidencia medioambiental y son más respetuosos con el entorno. En relación a los revestimientos de piezas, se recomienda utilizar materiales que no atrapen polvo ni contaminantes, ni permitan el crecimiento de microrganismos; con bajos niveles de emisión de formaldehído, de compuestos orgánicos volátiles y bajo contenido de metales pesados. Se aconseja el uso productos fabricados con metal, vidrio, cerámica, madera maciza, piedra o cemento. Entre los revestimientos decorativos continuos se encuentran los papeles pintados lavables o vinílicos, los cuales deberán tener las características necesarias para que la durabilidad sea adecuada. Noviembre 2012 La información contenida en este documento es propiedad del, y por tanto todos los derechos están reservados. Sólo está autorizado el uso personal no-comercial.