ORACIÓN COMUNITARIA: 4ª SEMANA DE PASCUA

Transcripción

1 ORACIÓN COMUNITARIA: 4ª SEMANA DE PASCUA Ven Jesús, Buen Pastor, a buscarme. En ocasiones me siento como la oveja perdida de tu rebaño. Ven, Jesús, Pastor Bueno. A veces pienso que estoy lejos, que no aprecio tu guía y que me amenaza la batida de los lobos. Quiero que me busques, que me encuentres, que me acojas sobre tus hombros. Quiero escuchar tu voz y dejarme guiar por ella. Jesús está aquí, con nosotros, como el pastor que guía con afecto y ternura a su rebaño. Nos ha amado hasta morir en la cruz por nosotros, y ahora RESUCITADO, nos llama por nuestro nombre. Pidámosle con confianza durante este rato de oración, que nos ayude a que sigamos sólo su voz. "Mis ovejas escuchan mi voz, y Yo las conozco, y ellas me siguen Yo les doy la vida eterna

2 Te damos gracias, Señor porque eres el amor y la vida, el Buen Pastor. Sin nombrarte o reconociendo tu nombre, todos los hombres te buscan. También te buscamos nosotros, cuando escuchamos tu voz y te seguimos. Te bendecimos, porque el Espíritu, que todos llevamos dentro, nos impulsa a reconocer tu palabra y tu obra en las encrucijadas de la vida, allí donde hermanos nuestros trabajan por la verdad, la justicia, la libertad. En el fondo de nosotros mismos sentimos una llamada a la vida, a la bondad, a la sinceridad. Es el eco de tu voz que resuena en lo más profundo de cada ser humano. Con la inmensa muchedumbre de los que te siguen te damos gracias. Te proponemos ahora centrarte en algunas de las frases que más te hayan llamado la atención. Recuerda que Dios nos habla a cada uno de nosotros, te habla a tí. (Puedes compartirlo con los miembros de tu comunidad)

3 Yo doy la vida eterna a mis ovejas En aquel tiempo, dijo Jesús: "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno." (Juan 10, 27-30) PARA LA REFLEXIÓN Jesús se presenta como el Buen Pastor de nuestras almas. Él nos conoce personalmente y quiere tener una relación personal con cada uno de nosotros. Dejas que crezca esa relación? Ser miembros del rebaño de Cristo no significa tener una actitud gregaria (hacer lo que hacen los demás, dejar nuestras responsabilidades en manos de otros, ), sino saber que Jesús se ocupa de una manera personal de cada uno de nosotros, se interesa por nuestros problemas, alegrías, esperanzas En qué necesitas más ahora sentir que Jesús te acompañe? Mis ovejas escuchan mi voz, dice Jesús, nuestro Buen Pastor. Y nosotros le hemos escuchado acudiendo a la Palabra?, reposamos junto a Él en la oración?, nos apoyamos en su cayado para caminar? Yo les doy la vida eterna, la vida eterna es un Don que Jesús regala, no es el resultado del esfuerzo humano. Qué significa para ti que Jesús te regale la vida eterna?

4 * El Señor se muestra aquí como el Buen Pastor, apoyando tiernamente sobre sus hombros una oveja. * Observa su cayado, su bastón. En sus manos se pueden ver las señales que le dejaron los clavos en la Cruz. Una aureola rodea totalmente la cabeza del Señor. * Fíjate en la expresión serena de Jesús, en sus ojos, en su gesto * Mira la oveja que reposa sobre el Señor. Puede simbolizar a todos nosotros. Jesús nos carga sobre sí mismo. Si nosotros le dejamos hacer, Nadie puede arrebatarnos de las manos del Señor. Él y el Padre son uno.

5 * Cristo esta con nosotros como nuestro Buen Pastor. Pidámosle que nos guíe por medio del Espíritu Santo para ser pastores, los unos de los otros, para preocuparnos del hermano, para animarnos y apoyarnos mutuamente Que así lleguemos a ser para el mundo un signo del amor fiel y bondadoso de Dios. * Oremos al Buen Pastor para que cada vez sean más los que entreguen su vida a ser pastores del pueblo de Dios, y así todos puedan escuchar la voz de Cristo y tengan vida eterna. *( ) Que estemos, María, unidos en oración y en el don. Unidos a tu Hijo y en el Padre, unidos a las alas fecundas del Espíritu. Unidos a las manos de los pobres. Manos del Evangelio, sembradoras de Vida, lámparas de Esperanza, vuelos de Paz. Unidos a ti, María, partiendo el pan de todos. Unidos a ti, para manifestar la gloria de la Pascua.