Es la segunda causa de muerte en Chile y se ha convertido en una de las enfermedades más temidas entre los hombres mayores de 40 años.

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Veronica Cárdenas Aguilar
hace 7 años
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1 Es la segunda causa de muerte en Chile y se ha convertido en una de las enfermedades más temidas entre los hombres mayores de 40 años. En este documento ayudamos a entender de qué se trata el cáncer de próstata y cuáles son los principales tratamientos para enfrentarlo. Cristián Wohler Urólogo Centro Médico Biomer

2 La Próstata es una glándula en el sistema reproductivo masculino que ayuda a la producción de líquido seminal. Tiene el tamaño de una castaña pequeña y se ubica por debajo de la vejiga y rodeando la parte más próximo a la uretra, el conducto que extrae la orina desde la vejiga. El funcionamiento de la próstata es regulado por la testosterona, la hormona masculina que se produce fundamentalmente en los testículos. El cáncer de próstata es un tumor de crecimiento lento que a menudo no produce síntomas hasta alcanzar estados avanzados. La mayoría de los hombres portadores de esta enfermedad mueren por causas anexas a la enfermedad, sin embargo, una vez que el cáncer acelera su crecimiento y se produce una extensión a otros órganos, proceso denominado metástasis, la alteración prostática se vuelve mortal. La detección temprana de este mal es imprescindible para lograr un tratamiento con buenos resultados. Detectado en etapas iniciales, el cáncer a la próstata puede ser curable totalmente. Afortunadamente, cada día se hace más frecuente el diagnóstico precoz del mal. El cáncer de próstata afecta principalmente a hombres de edad avanzada. Cuatro de cada cinco casos son mayores de 65 años, no obstante menos del 1% tienen menos de 50 años. Aquellos hombres con antecedentes familiares tienen un riesgo tres veces mayor de morir por cáncer de próstata.

3 Entre los síntomas que indican el crecimiento de la glándula más allá de lo normal están: Aumento de la frecuencia para orinar, especialmente en la noche. Dificultad para iniciar la micción y a veces también para terminar, acusando un goteo terminal. Chorro miccional débil o interrumpido. Sangre en la orina. Estos síntomas son similares a los que presentan un crecimiento benigno de la próstata, por lo tanto no son señal de que necesariamente exista un cáncer. Cuando la enfermedad se encuentra en un estado avanzado, se pueden agregar los siguientes síntomas: Dolor, muchas veces permanente. Cansancio en la zona pelviana, lumbar baja o dolores óseos generalizados. Pérdida de peso, apetito, fatiga, nauseas y vómitos. Dado que la mayoría de los tumores malignos de la próstata se originan en la periferia de la glándula, muchos pueden ser detectados mediante el examen rectal de rutina. Por ello, un examen prostático anual es necesario para su detección, además del examen de sangre llamado Antígeno Prostático Específico que permite aumentar la

4 certeza del diagnóstico a aproximadamente un 90%. Este examen se debe empezar a hacer a los 45 años en aquellos hombres que no tienen antecedentes familiares. En caso contrario debe comenzarse a los 40 años. Si alguno de los exámenes anteriores resulta alterado y el médico sospecha de un cácer de próstata, se debe efectuar una biopsia prostática. Es decir, tomar muestras de la glándula con punciones a través del recto, utilizando una aguja especial que es guiada mediante imágenes de ultrasonido. Si la biopsia demuestra la existencia real de un cáncer, se debe estudiar para establecer se trata de un tumor localizado en la próstata o bien si este ya se encuentra diseminado (avanzado). Con este fin se efectúan exámenes como scanner, cintigrama óseo y radiografía de tórax, entre otros. 4

5 El tratamiento va a depender de la localización del tumor con respecto a la próstata. Tumores Localizados En estos casos hay fundamentalmente tres alternativas que incluyen la cirugía, la radioterapia y la braquiterapia. Con estos tratamientos se intenta la total sanación del paciente. Por ello se les llama tratamientos curativos, a diferencia de aquellos que se utilizan en casos avanzados, que son los llamados paliativos.. Cirugía: Consiste en la extracción completa de la próstata junto con las vesículas seminales.. Radioterapia: Es la irradiación de la próstata, vesículas seminales y las zonas inguinales donde se ubican los ganglios. Braquiterapia: Consiste en la colocación de unas semillas radioactivas dentro de la próstata. Estas son similares a un grano de arroz y se colocan bajo visión ecográfica. En general, los resultados de estas terapias son buenos y comparables. Un porcentaje importante de pacientes logra la curación. Tumores Avanzados En estos casos se aplican tratamientos paliativos intentando detener o retrasar el avance de la enfermedad y así prolongar la vida o lograr una mejor calidad de esta. Estos tratamientos consisten fundamentalmente en la supresión de la producción y/o la acción de las hormonas masculinas, como la testosterona. 5

6 La castración es una medida que en estos casos puede lograrse quirúrgicamente o con medicamentos (castración química). El uso de estas terapias logra sus objetivos con mucha frecuencia prolongando la vida en forma considerable y mejorando la calidad de esta. En síntesis, todos los hombres mayores de 45 años deben visitar anualmente un urólogo con el fin de efectuar un chequeo preventivo, el que incluye un tacto rectal y el antígeno prostático específico. De esta forma se podrá detectar precozmente cualquier alteración de la glándula prostática. 6

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